Número 62 61
Revista de la Archicofradía del Apóstol Santiago
El V Encuentro Mundial de Cofradías del Apóstol y Asociaciones del Camino de Santiago se clausuraba el día 8 de marzo, tras los correspondientes actos académicos, con la visita de sus asistentes al Pórtico de la Gloria y la Eucaristía final oficiada por D. Segundo L. Pérez López en la iglesia de San Fiz de Solovio. En ella, el Presidente de la Archicofradía Universal del Apóstol Santiago realizaba la invocación al Apóstol Santiago en nombre de los asistentes al Encuentro.
INVOCACIÓN AL APÓSTOL SANTIAGO PRONUNCIADA POR DON ÁNGEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, PRESIDENTE DE LA ARCHICOFRADÍA, EN LA MISA FINAL DEL ENCUENTRO
S
eñor Santiago, la familia jacobea, que vive esparcida por el mundo entero, se ha congregado aquí estos días, en vísperas del Año Santo Compostelano 2021. Venimos con ánimo de prepararnos y, en lo que a nuestras cofradías y asociaciones compete, preparar también y ayudar a preparar el trascendental acontecimiento que la Iglesia convoca en honor y memoria vuestra y, desde luego, en provecho nuestro, los fieles cristianos. Ya aquí, hemos ido a rezar ante vuestro sepulcro, hemos abrazado vuestra venerada imagen y, de paso, hemos podido constatar cómo sobre vuestra casa se realizan hoy con celo extraordinario los trabajos de reparación, limpieza y ornato que han de restablecer en ella su natural esplendor, de modo que todo se adecúe a vuestra singular grandeza y a la altura de la fe robusta y sacrificada de los peregrinos que, por miles de miles, tras sacrificado itinerario, quieren cumplir la tradición de culminar ante vuestro sepulcro la peregrinación del jubileo. En estas vísperas, Igual que en la liturgia de Adviento, todo está invitando a “allanar los caminos del Señor”, como predicaba Juan, el Bautista. “Allanar los caminos del Señor”, ante el pronto advenimiento del Año Santo y de las gracias jubilares, implica reexaminar nuestras vidas, en sus componentes espirituales y rectificar lo que proceda, de acuerdo con un patrón jacobeo de espiritualidad, es decir, dándonos a la imitación del amplio cuadro de
valores evangélicos que concurren en Vos, nuestro Apóstol y Patrón. Además de la extraordinaria riqueza de vuestra figura, tal como se perfila en el relato bíblico, la piedad popular ha ido descubriendo en ella nuevas dimensiones que la hacen una realidad plurifacial, de irisaciones tan ricas y variadas que difícilmente puede tener par en el santoral católico. Sois, en primer lugar, el Discípulo, fiel en todo, al Maestro, que os distingue con su amistad. Sois el Apóstol que lleva a países de gentiles la Buena Nueva y la Gracia del Bautismo. Sois, en fin, el mártir, confesor heroico de su fe. Pero a todo ello se añade el peregrino, a quien la iconografía de todas las épocas viste con el hábito e insignias de la peregrinación compostelana; y está aún el caballero medieval, combatiendo, armado, por la fe y la civilización cristiana. 131