COMPOSTELA
Año 2020 2019
PANEL I: EL CAMINO DE SANTIAGO COMO VERTEBRADOR DE EUROPA (FRANCIA) El primer panel del Encuentro tuvo por objetivo, como su título indica, afrontar la realidad del Camino de Santiago como vertebrador de Europa desde la perspectiva de los diferentes países que la integran. Contó con representación de Francia (Dña. Adeline Rucquoi), Italia (D. Francesco Sarra Minichello), Reino Unido (Rvdo. Colin Jones), Polonia (D. Franciszek Mroz), Portugal (Dña. María da Graça de Sousa Beça Gil Sanches de Gama) y Alemania (D. Juan Antonio Andrés López).
EL CAMINO DE SANTIAGO EN FRANCIA Adeline Rucquoi Miembro del Comité de Expertos del Camino de Santiago
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esde su nacimiento, la peregrinación a Santiago de Compostela es europea. Las primeras noticias que se tuvieron del descubrimiento del sepulcro apostólico no son españolas, y las encontramos en los Martirologios elaborados en el valle del Ródano, en la Isla-de-Francia y en el norte de la Suiza actual. Un siglo después sabemos que acudían al santuario de Galicia peregrinos procedentes de Alemania, Aquitania, Champaña, del condado de Barcelona y hasta de Armenia, y que, en los siglos XI y XII, los peregrinos llegaban de todas las regiones europeas y mediterráneas. Muchos de los que escogían ir a Santiago lo hicieron por vía marítima. Entre los siglos XII y XV, de todos los puertos atlánticos salieron barcos que llevaban peregrinos a Galicia, los desembarcaban en Noia o en La Coruña, y esperaban a puerto su regreso para devolverlos a sus respectivas patrias. Pero muchos también acudieron a Santiago por vías te-
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rrestres. Los castellanos, portugueses, aragoneses seguían los grandes caminos que, desde su parroquia de origen, los llevaban hasta la meta. Los peregrinos extranjeros, por su parte, no tenían tanto para escoger porque debían de cruzar la barrera de los Pirineos para, luego, encaminarse hacia el noroeste de la Península. El Camino francés, sobre el trazado de antiguas vías romanas, fue el Camino por excelencia que conducía a la tumba del Apóstol. Tan sólo cuando la Guerra de los Cien Años dificultó el paso por el puerto de Ibañeta, se desviaron los peregrinos hacia el Pertus, y entraron en la Península por el reino de Aragón hasta remontar el río Ebro. Algo más tarde, alrededor del 1500, el conflicto en Navarra hizo que los peregrinos evitasen el puerto y, cruzando el país Vasco, llegasen a Burgos por el túnel de San Adrián y Briviesca. Sea como fuere, los peregrinos extranjeros que iban andando tenían forzosamente que cruzar Fran-