Inolvidables abuelos. Poesías y cuentos de homenaje.

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INOLVIDABLES ABUELOS Poesías y cuentos de homenaje Editor Roberto Agreda Maldonado

Quillacollo, Cochabamba

Bolivia 2021


Primera edición digital, 24 de agosto de 2021 Editor y coautor Roberto Ágreda Maldonado (compilación, diagramación y estilo) Paspresidente UPEQ Biblioteca Celestino Ágreda Chacón Depósito Legal Nº:2-1-3835-2021 Tapa: abuelos y nieta de Artprice Fuente: https://www.google.com/search?q=pintura+de+abuel os&rlz=1C1CHWL_esBO920BO920&sxsrf= Consultado Cbba., 16/agos/2021 @ autores 1. Celso Montaño Balderrama (Bolivia) 2. María José Castejón Trigo (España) 3. Margarita Mercado Soto (Chile) 4. Nidia Angélica Guzmán Reque (Bolivia) 5. María Eugenia Morchio Rigaldo (Argentina) 6. María del Rosario Aquím Chávez (Bolivia) 7. Alonso Dávila Sira (Venezuela) 8. Rosario Quiroga de Urquieta (Bolivia) 9. Carlos Enrique Madrid Trejo (Honduras) 10. Jenny Mounzón Oporto (Bolivia) 11. Martín Diego Lora (Argentina) 12. David Salomón Alba Ortiz (Bolivia) 13. Lily Yeny Tejada Medina (Perú) 14. Ernesto Rojas (Argentina) 15. Juan Chávez Rojas (Bolivia) 16. María Teresa Casas Figueroa (Colombia) 17. Celina Vargas Fuentes (Bolivia) 18. Omar Villegas Hernández (Venezuela) 19. Jaime Edgar Salinas Reque (Bolivia) 2


20. Beatriz Bascopé Aragón (Bolivia) 21. María Nieves Espada Rivas (Bolivia) 22. Roberto Ágreda Maldonado (Bolivia) 23. Israel Omar Veneros Montaño (Bolivia) 24. Pamela Karen Medrano Moscoso (Bolivia) 25. Norma Mayorga (Bolivia) 26. Teresa Kubber Román (Bolivia) 27. Ruth Miroslava Rivas Mariscal (Bolivia) 28. José Edwin Lora Rioja (Bolivia) 29 Rodolfo Clodomiro Siñani Paz (Bolivia) 30. Delio Alcaraz Masías (Bolivia) Contenido: poesías, cuentos y ensayos de escritores de España, Venezuela, Argentina, Chile, Perú y Bolivia leídos en el acto virtual de homenaje a los abuelos realizado por Meet el 26 de agosto 2021, dirigido desde Quillacollo, Cochabamba, Bolivia. Está permitida la reproducción parcial o total para su lectura, investigación y realizar exposiciones culturales siempre y cuando se citen a los autores y al editor, y no se lucre con ello. Para otros fines, quedan reservados los derechos de autor y propiedad intelectual de los … poetas del mundo que consta el libro y bajo las sanciones establecidas por las leyes penales correspondientes. Teléfono 591 4361539. Celular y WhatsApp 70736520 correo electrónico: robertoagreda@gmail.com

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DEDICATORIA: A todos los abuelos de todos los tiempos y de todos los países del planeta Tierra.

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AGRADECIMIENTOS ESPECIALES: A los escritores de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, España, Honduras, Perú y Venezuela que forman parte de este libro.

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ÍNDICE Tributo a los abuelos María del Rosario Aquím Chávez Introducción Roberto Ágreda Maldonado Celso Montaño Balderrama

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Abuelas y abuelos filósofos cosmonautas (poesía) María José Castejón Trigo 22 Al abuelo (poesía) Margarita Mercado Soto 24 La pobreza reflejada en un abuelo (poesía) Nidia Angélica Guzmán Reque 28 Un amanecer más (poesía) María Eugenia Morchio Rigaldo 31 Abuela Nelly (poesía) María del Rosario Aquím Chávez 34 Los abuelos (cuento) Alonso Dávila Sira 40 Transfiguración (poesía) Rosario Quiroga de Urquieta 42 Desde los ojos de un abuelo (poesía) Carlos Enrique Madrid Trejo 46 ¡Oh abuelito! (poesía) Jenny Mounzón Oporto 48 Ma Dinita amada (Prosa poética) Martín Diego Lora 51 Destejiendo recuerdos (poesía) David Salomón Alba Ortiz 54 El abuelo (poesía) Lily Yeny Tejada Medina 58 Los abuelos (poesía) Ernesto Rojas 60 6


Abuela de agua y de sol (poesía) Juan Chávez Rojas Caballos blancos (poesía) María Teresa Casas Figueroa Un agosto 23 para los bisabuelos (poesía) Celina Vargas Fuentes Charlando entre abuelitas (cuento) Omar Villegas Hernández Los abuelos (poesía) Las abuelas (poesía) Jaime Edgar Salinas Reque Joven abuelo (poesía) Beatriz Bascopé Aragón Paso implacable (poesía) María Nieves Espada Rivas Abuelos(poesía) Roberto Ágreda Maldonado La grandeza de los abuelos (poesía) Israel Omar Veneros Montaño Infinitos recuerdos (poesía) Pamela Karen Medrano Moscoso Aventura con el abuelo (poesía) Norma Mayorga Abuela (poesía) Teresa Kubber Román El abuelo alemán (cuento) Ruth Miroslava Rivas Mariscal Las manos de mi abuelita (poesía) José Edwin Lora Rioja Mi Tata (poesía) Rodolfo Clodomiro Siñani Paz Los molles (poesía) Delio Alcaraz Masías El mendigo desconocido 7

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TRIBUTO A LOS ABUELOS María del Rosario Aquím Chávez La vejez, pone de manifiesto la brevedad del ser humano y como tal, debe ser pensada desde diferentes aspectos: cronológicos, biológicos, económicos, sociales, culturales, psicológicos y antropológicos; para que pueda ser comprendida. La concepción del viejo y de la vejez, a lo largo de la historia, ha ido cambiando de acuerdo con el contexto social de que se trate, ya que la condición y el status que se le atribuye a ambos, depende de la cultura y de la sociedad. Así, por ejemplo, desde el punto de vista cronológico, si tomamos en cuenta los restos humanos encontrados por los paleontólogos en tiempos remotos, podemos apreciar que los humanos encontrados rara vez superaban los 30 años, por lo que la vejez estaba fijada en esa edad cronológica. En el caso de las sociedades cazadoras-recolectoras los individuos no llegaban a los 60 años, en ellas, una persona de 45-50 años era considerada vieja. En estos grupos, cuya supervivencia colectiva estaba por encima de la individual, la situación de los más débiles estaba condicionada por los recursos de los alimentos disponibles. Y, quienes sobrevivían eran considerados sobrenaturales, por lo que se les encomendaba los rituales sagrados y se desempeñaban como curanderos, chamanes y brujos, por estar protegidos por las divinidades. Asimismo, eran los encargados de la conservación y transmisión oral de los conocimientos. Estos ancianos eran respetados por el grupo porque se 8


les consideraba mediadores entre las fuerzas sobrenaturales y los individuos. Los ancianos en estas sociedades, estaban investidos de cierto temor y sabiduría. Sin embargo, cuando el individuo se volvía improductivo y representaba una carga para el grupo, se practicaba el gerontocidio activo o pasivo, que casi siempre iba acompañado de ceremonias rituales. En otros casos, el grupo abandonaba al anciano, o el propio anciano decidía voluntariamente, su abandono y su muerte. En las sociedades agrícolas-ganaderas, donde la alimentación estaba asegurada, los ancianos podían ayudar al grupo en tareas acordes a sus fuerzas. Muchos de ellos, al poseer tierras y rebaños aseguran su poder económico gozando de un estatus dominante. En las sociedades más avanzadas, el consejo de ancianos fue una de las instituciones más veneradas. Para algunas mujeres, la vejez también significó ventajas, pues quedaban libres de prohibiciones culturales luego de la menopausia y podían compartir con los hombres, beber, fumar y participar en danzas, aunque en general su condición siguió siendo inferior a la de los hombres. En el incario, los ancianos fueron integrados a la sociedad y conservaron su papel tradicional de ancianos-sabios, eran la memoria viviente del imperio, quienes, por experiencia, podían hablar del pasado y anticipar el futuro a través del presente, portadores de la oralidad y del conocimiento médico y dador de vida (comadronas), realizaban un trabajo útil para la comunidad.

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La pregunta es: ¿Cuándo perdimos como sociedad, el respeto por nuestros ancianos, que son quienes nos anteceden en el fugaz camino de la vida? ¿Cuándo hemos convertido a la vejez y a la muerte en un tabú? ¿Por qué hemos cedido, nuestros sentimientos más nobles a temores primitivos, prejuicios y estereotipos grotescos, invisibilizadores y discriminadores, en lugar de enfrentarlos a un auténtico conocimiento? El anciano, es un espejo de nosotros mismos, en cuanto a su capacidad de comprenderse a sí mismo en el mundo que le rodea, y en cuanto al significado de las experiencias vividas. Él nos muestra de manera anticipada: el haber sido y el estar siendo, en tanto historicidad que encuentra un significado, en lo que va vivenciando día a día en la etapa de envejecer. Destruir el espejo, no destruirá el absoluto que nos espera. Nuestros ancianos, son parte de nuestra propia historia como humanidad; que la comprensión de lo que han sido, nos permita crear en su presente vivido, una relación interior satisfactoria, tanto para ellos, como para nosotros. Este tributo, es un homenaje a los abuelos del mundo, cuyas huellas profundas nos han constituido, en el eterno devenir del tiempo. Los abuelos Filósofos cosmonautas… Son bibliotecas andantes viejas generaciones de sabios (…) Celso Montaño Mi abuelo llevaba cabello corto 10


el de mi abuela era largo sus rostros llevaban arrugas sus ojos expresaban amor. Juan Chávez Tuve un abuelo blanco (…) Tuve un abuelo negro (…) Viudo de luna uno mártir al sol, el otro (…) Tengo una abuela morena (…) Tengo una abuela blanca (…) Las tengo eternamente como a vida continuada… Omar Villegas Abuelo Remonto con la memoria tiempos de dictadura (…) Decías que lo mejor (…) era galopar con burros y caballos pesquisando fuentes de agua en cantaritos de barro … Pamela Karen Medrano Recordando desde la infancia su trato de amor paciente (…) se nos enternece el alma. María Nieves Espada

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Él, que le da lo mismo vestir de playera o ponerse un traje fino. Lo que importa es estar vestido. Ese, es mi irreverente abuelo. José Edwin Lora Eres el sol… Poeta sin publicar… María José Castejón …caballero sin armadura de porte fino y elegante. Cabello blanco y andar erguido justo en sus afectos indomable en su juicio de amores u odios eternos. Lily Yeny Tejada Tenía el cabello blanco la frente fruncida, mirada triste y un rosario entre los dedos (…) David Salomón Alba Te hallé de rodillas orando en el templo de cualquier árbol del bosque… Carlos Enrique Madrid … Su sombrero, gabardina y su escopeta colgados de la pared. Sus zapatos café inmaculados, al lado de una brújula (…) Mi abuelo de bigotes, suspensores y cabello blanco (…) Ese día se fue. Teresa Kubber 12


Abuela Abuela tierra de cuentos legendarios cantos, juegos y costumbres. ¿Recuerdas abuela cuando entre molles y eucaliptos el eco de la montaña repetía tus refranes? Norma Mayorga Heroína del destino atravesando resabios, tormentas y remolinos entre lucha y desengaño. Tu fuerza imbatible me empuja a ser mejor cada día. Martín Diego Lora Mujer erguida como mástil álamo que acaricia los astros. Mujer de agua y de sol (…) Nutrió el manantial tu silueta bajo la luna plateada del campo. Ernesto Rojas Con tu cabello blanco (…) Tu amor por la pintura (…) Recuerdo cada visita… María Eugenia Morchio La peineta recorría tus cabellos plateados plagados de estrellas y cometas (…) Tu cabecita, a veces 13


se confundía con la mía… Israel Omar Veneros Fuiste bálsamo mágico en mi atribulada infancia (…) Bordabas mi fantasía con hilos de cuentos (…) Amasabas mi tránsito por la vida y horneabas mi carácter… Jenny Mounzón Lúdicas agujas e hilo jugando entre los dedos bordan en blanco lienzo con rayos de luz de luna. ¡Ay! Mi abuelita… Ruth Miroslava Rivas Miro mi rostro al espejo (…) Mis manos de piel rugosa mis ojos de soledad… Nidia Angélica Guzmán Con luminosa mirada y sonrisa candorosa (…) Los abuelos se transfiguran… Alonso Dávila En su rincón el anciano espera la voluntad que alguien tienda su mano siquiera por caridad. Cada arruga de su piel de lágrimas son las huellas 14


lágrimas que tienen hiel pero fulgen como estrellas. Beatriz Bascopé …vaga solo por las calles Masticando su infortunio. en las noches silenciosas en un remedo de cama y ropas regaladas… Margarita Mercado Todos seremos un día, abuelos y reaprenderemos a arrullar a los nietos (…) veremos de nuevo, el principio de la vida. Jaime Edgar Salinas La grandeza de los abuelos se halla en las palabras más humildes (…) Es un vuelo de aves multicolores (…) Roberto Agreda Ayúdame a demorar el aliento herido de un pájaro a la intemperie o de sombra que ya viene a mi encuentro. Rosario Quiroga De la mano caminan por el cielo protegiendo con la sombra de sus cuerpos, su hogar María Teresa Casas Desde esos agujeros negros donde la vida se escapa y se refugia del día, 15


mientras la noche cabalga, los abuelos son los ángeles que le custodian el sueño ardiendo en sus pupilas, como el Jenecherú. María del Rosario Aquím Chávez

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INTRODUCCIÓN Roberto Ágreda Maldonado Se hacen homenaje a las madres, a los padres, a los niños, pero muy poco a los abuelos, que son padres de otros padres, madres de otras madres. Este libro es acto sublime a los abuelos en el Día del Adulto Mayor de Bolivia, 26 de agosto de 2021. 30 escritores de Venezuela, Perú, Honduras, España, Colombia, Chile, Bolivia y Argentina susurran versos, prosa poética y cuentos breves como una lluvia de regalos literarios a los abuelos, seres multicolores de grandes enseñanzas y recuerdos perdurables. Cada uno de los coautores de este libro, han dedicado su tiempo con cariño para expresar sus sentimientos humanos de gratitud a los viejitos queridos. El libro Inolvidables abuelos. Poesías y cuentos de homenaje, es un rosal de estilos y palabras tejidas con las ajugas de esperanza por mejores días de los abuelos, quienes siempre nos acompañan con la fortaleza de soportar las derrotas y también para celebrar el éxito, como parte de la vida cotidiana y universal. El evento virtual Homenaje internacional a los abuelos que se realizará el día jueves 26 de agosto de 2021, de 13:00 a 15:00 estará grabado en la mente de los asistentes como un memorable acto histórico de cariño y respeto a los inolvidables abuelos. Muchas gracias a todos ¡Feliz día abuelos y toda la vida! 17


CELSO MONTAÑO BALDERRAMA (Bolivia)

Nació el 6 de septiembre de 1949 en Punata, Cochabamba, Bolivia. Profesor, abogado, pedagogo, escritor y periodista cultural. Fue docente de escuela, colegio, Institutos Superiores de formación maestros y de la Carrera de Ciencias Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UMSS. Obtuvo premios y distinciones provinciales, departamentales y nacionales. Ganó en varios concursos de cuentos y novela, La Paz y Cochabamba, respectivamente. Libros recientes: Pachakutec: el soberano creador del nuevo mundo: novela histórica (2009), De tour por los universos y multiversos: novela de tesis (2013), Pedagogía de la vida, filosofía del optimismo (2017), Tiwanaku: novela—ensayo (2017), Apuntes de astrofísica. Una pelea más (2019), Musas verdes revolucionarias —cuentos—ensayos. Libro digital— (2021), Si todos fuéramos quijotes. Páginas de poesía — Libro digital— (2021) y Grandes mujeres en la historia de la humanidad. Poesía transgresora —Libro digital— (2021).

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ABUELAS Y ABUELOS FILÓSOFOS COSMONAUTAS (poesía) Celso Montaño Balderrama Creer en uno mismo, madrugarle al pesimismo con voluntad indomable el arte de vivir, sin resignación ni miedos.

Ciudadanos interestelares contemporáneos del futuro, Asombrados seres triunfantes que pensamos en grande Cosmovisión creadora de gigantescas masas corpusculares Hechas de partículas, fotones o bolitas de ping—pong, Luz que da origen a la vida de pigmentos mixturados Despilfarro de belleza, hermandad universal de la raza humana. Miremos por donde miremos, circunnavegamos Bellísimos universos, floridos, llenos de nubes de gases, Guarderías de asteroides, planetas, estrellas y galaxias Y por donde quiera que caminemos, vemos lunas llenas, Soles resplandecientes, frescuras de hermosas mañanas, Que festejan nuestros ojos y rejuvenecen nuestra piel. Recuerdos, sustancia, esencia, belleza, sabiduría, Somos las abuelas y los abuelos filósofos cosmonautas El alma de la vida, el agua y la sal de la vida, los viejos robles familiares que, con pasos pesados, asean, vigilan, alegran y enseñan en la casa 19


Las experiencias y la filosofía de la vida creadora. Sociedad de papas fritas y sociedad de chóferes sindicalizados, La vida es muchos más que el eufemismo de la tercera edad, Blanca nieve la sien generamos ideas, sostenemos en pie La revolución, cambiamos el mundo, cambiamos la historia, nos cambiamos a nosotros mismos con el devenir del tiempo, con nuevos sueños y nuevos estilos, con nuevas ideas y creencias, cargados de dignidad escribimos la suprema poesía épica. Verán hermanas y hermanos, hijas e hijos, nietas y nietos, Nueras y yernos, amigas y amigos, vecinas y vecinos, Autoridades muy dados a sermonear falsas promesas, De dulces palabras, discursos olvidadizos, torvas miradas, Incrédulos de viejas ideas, creen que con la vejez el viejo muere. Momias carcomidas por ideas relamidas y recalentadas Lean la vida de los artistas, científicos y filósofos, Son bibliotecas andantes, viejas generaciones de sabios.

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Fariseos de imagen maquillada que nos miran con displicencia No estamos muertos, muertos son los vivos que no tienen esperanzas De crear, pensar, razonar, imaginar, soñar, luchar y vencer Sus propios miedos, temores, desesperanzas, amores y desamores “Exquisitos cadáveres” insepultos que corren detrás del dinero, De viejas alquimias, oxidados pergaminos, filosofías medievales, Dioses podridos y desventurados predicadores de la muerte. Bienaventurados abuelas y abuelos filósofos cosmonautas Sabios por excelencia por las largas experiencias vividas Sigamos dándole las buenas nuevas con el mismo entusiasmo De los que luchan, caen, se levantan, triunfan y perseveran No nos cansamos jamás de experimentar con la sabiduría De los largos siglos del saber que la humanidad es portadora Somos depositarios de arte, ciencia, filosofía, astrofísica, Todavía nos quedan fuerzas para roer el hueso de la eternidad. 21


MARÍA JOSÉ CASTEJÓN TRIGO (España) Nació en Cervera de la Cañada, Zaragoza, España. Licenciada en Física Atómica y Nuclear. Diplomada en Historia de la Ciencia, Teología y Cinematografía. Realizó cursos de Bellas Artes y exposiciones de pintura. Miembro de la Agencia Mundial de Prensa. Jurado en concursos de narrativa y poesía de niños y adultos. Incluida en el Diccionario de Autores Aragoneses Contemporáneos de 1885 a 2005. Académica de AMCL con sede en Brasil. Embajadora de la Paz del Circulo Universal de Embajadores de la Paz, Francia y Suiza. Entre otros sitios del mundo he participado en el VIII Encuentro Internacional de Escritores de Tarija, Feria del libro de Cochabamba con la UPEQ, Festival internacional de la Papa en Betanzos. Ha presentado sus libros en ediciones bilingües en Estados Unidos y en la India. Premio Latín Music Awards a la Personalidad Cultural del año en España. Forma parte de 16 antologías mundiales. Libros. Poesía: Poemas Infinitos, Soleá Mis Curvas, Sensaciones Compartidas, El si o el no (traducido al bengalí y al portugués), Amar las palabras (traducido al bengalí), Eres la libertad del mar de mis sueños. Novela: El manantial del ciervo.

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AL ABUELO (poesía) María José Castejón Trigo Eres el sol que alumbró nuestra familia. Poeta sin publicar, Inteligencia exquisita caminaste por la vida haciendo amigos demostraste tu valía en las circunstancias que te tocaron vivir. Amaste con pasión a tu mujer y tus hijos nos enseñaste moral y respeto a los demás mi recuerdo de tu comportamiento me hace feliz y me lleva por el camino de la verdad.

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MARGARITA MERCADO SOTO (Chile) Margarita Mercado Soto el 2 de octubre de 1950 en la Ciudad de San Carlos Ñuble, Chile. Psicopedagoga y poetisa. Licenciada en Educación, Psicopedagoga diplomada en Déficit atencional e Hiperactividad en niños y jóvenes. Magister en Administración Educacional. Integrante de la "Sociedad Literaria y Cultural Entre Ríos" y del Grupo Folklórico Brotes de Esperanza de esta Ciudad. Profesora de Estado, 42 años en la docencia, ya jubilada. Participó en diversas Antologías, Encuentros Literarios Nacionales e Internacionales. Poeta de la Esperanza de Chile.

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LA POBREZA REFLEJADA EN UN ABUELO (poesía) Margarita Mercado Soto Me hiere y me conmueve, ver la pobreza en un triste anciano, al ver que su familia lo ha abandonado. Él dio todo por su hijo, cariño techo y abrigo y tan mal le ha pagado, vaga solo por las calles, masticando su infortunio. En las noches silenciosas, en un remedo de cama y ropas regaladas se duerme pensando en su hijo y en sus nietos anhelados. Le pide a Dios los proteja y estén bien cuidados, porque su Amor de Padre y Abuelo en su corazón los lleva bien guardado. Cierto día, caminando por la calle, su nieto regalón lo ha encontrado. Le pregunta: 25


Abuelito, ¿por qué de casa te has marchado? El abuelo baja la mirada y una lágrima furtiva por la mejilla ha rodado. Acaricia la cabeza de su nieto y le dice: Mi niño cuando estamos viejos, no servimos para nada, ya pasó nuestro tiempo útil, ahora solo estorbamos. Cuando tu crezcas y seas ya un hombre, comprenderás muchas cosas por las que los viejos pasamos. El nieto dice: Abuelito, quiero que vuelvas a casa, yo te comparto mi cuarto, te paso mis juegos y nos divertimos un rato. Para que nadie nos vea, entramos por la puerta del patio y en la noche mi cuarto, con llave lo cerramos. El abuelo se emociona y abraza a su muchacho, Mi niño mejor mañana, 26


tu padre ya ha llegado. El niño responde: Yo hablaré con mi papi, le diré: ¿Por qué tan mal te has portado? Tú que eres su padre, hasta su casa te ha regalado. Medita un poco papito y piensa en mí abuelito. Cuando tú ya seas viejo, no quiero andes mendigando y sufras como mi abuelo por lo que está pasando.

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NIDIA ANGÉLICA GUZMÁN REQUE (Bolivia) Nació en Cochabamba, Bolivia el 5 de mayo de 1944. Poeta, narradora y ensayista. Profesora en letras, licenciada en Ciencias Pedagógicas. Diplomado en Educación Superior. Curso de Escritura Creativa del CERLAC, Colombia. Cursos permanentes de educación y de escritura creativa, impartidas por la Universidad y los cursos virtuales de internet. Fue presidenta de la Sociedad de Escritores de Santa Cruz (2008—2010). Miembro activo del PEN Internacional. Del Grupo Literario Garabatá. Miembro activo del Comité de Literatura Infantil Juvenil, CONALIT, que presidió durante la gestión (2005—2007). Profesora del programa del Centro Patiño: Pequeños Grandes Escritores (2004—2010). Grupo del IBBY Santa Cruz. Realizó actividades permanentes de incentivo a la lectura entre niños y jóvenes y otras actividades culturales en barrios e instituciones educativas diversas. Libros. Cuento infantil: Un juguete abandonado (2015), La magia del amor (2018) Mateo novel infantil (2016; 2ª 2019). Novela corta: El Niño de Miel (2ª ed. 2019). Novela juvenil: Al límite del abismo (2019). Leyendas: Voces de la naturaleza: leyendas (2016), Nuevas leyendas cruceñas (2018), Simbiosis de Amor. Leyendas urbanas (2020). Poesía: Palabras Cantarinas – poemas para niños (2020). 28


UN AMANECER MÁS (poesía) Nidia Angélica Guzmán Reque Un amanecer más para luego, pronto marchar. Quiero seguir viviendo una vida con dignidad. No quiero empañar mis días, si anhelo descansar en paz. Miro mi rostro al espejo y el sol la resquebrajó. Mis manos de piel rugosa mis ojos de soledad. Solo pido a la esperanza un nuevo amanecer más, para seguir arrastrando cada uno de mis pasos. Solo anhelo la esperanza, La ilusión que inspira paz. No quiero compañía ajena, solo el calor familiar. Será mañana o pasado, solo dueña de mí mismo, un abrazo, quizá dos, no necesito ya más. Acaso mi cántaro de amor se resquebrajó con el tiempo, desde donde salpicaba, el amor a borbotones. Hoy rota, y, no se apiada, está reseca de amor. 29


Solo resume doliente, la soledad del mañana.

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MARÍA EUGENIA MORCHIO RIGALDO (Argentina) Nació en Las Varillas Córdoba, Argentina, el 13 de agosto de 1966. Docente. Escritora. Embajadora Universal de la Paz y merecedora de la Bandera de la Paz nombrada por el movimiento Pacis y Nuncti el 14 de octubre de 2020.Embajadora Cultural del Colectivo Mosaicos y letras dirigido por Teresa Ávila. Poeta de la esperanza con Poetas de distintos países. Integrante del Programa de Jóvenes Latinoamericanos por La Paz. Socia Honoraria del Club de Poetas Latinoamérica. Participó en la feria del libro virtual en Argentina homenaje a Alfonsina Storni y en la feria del libro virtual en Perú homenaje a César Vallejos, Mario Florián y en el recital poético representando a Argentina con el Colectivo Cultural Sin límites dirigido por Lorena Hernández. Asimismo, participó en la feria del libro virtual en España homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra, en la feria del libro virtual en el Reino Unido homenaje a Hedd Wynn y en la feria del libro virtual en Estados Unidos homenaje a William Faulkner. Fue entrevistada en medio radiales en Argentina, México y Estados Unidos. Sus poemas forman parte de antologías internacionales.

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ABUELA NELLY María Eugenia Morchio Rigaldo Hoy 8 de agosto, te recuerdo. Con tu cabello blanco, tu elegancia al vestirte. Tu pasión por la pintura. Aquí en mi hogar, Está presente en los cuadros, que me regalaste. Firmados por vos, herede de vos. Como primera nieta, nacida en el mes de agosto. Como vos, jugar a la canasta. Con amigas, te quiero mucho. Abuela Nelly. Recuerdo cada visita, a Córdoba. A verte, en tu hermoso departamento. La cajita de música, de la bailarina. Las exquisitas empanadas árabes, hechas con amor, este es mi cálido homenaje.

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Abuela Nelly

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MARÍA DEL ROSARIO AQUÍM CHÁVEZ (Bolivia) Nació en Riberalta, Beni, Bolivia el 7 de septiembre de 1954. Comunicadora social, poeta, ensayista, y docente universitaria. Licenciada en Ciencias de la Comunicación (Universidad Católica Boliviana). Magíster en Filosofía y Ciencia Política (CIDES—UMSA). Magíster en Desarrollo Rural (CIDES—UMSA). Doctorado en Estudios Multidisciplinario en Ciencias del Desarrollo (CIDES—UMSA—UNAM). Posdoctorado en Filosofía, Ciencia y Tecnología en el CEPIES—UMSA— Universidad de BREMEN Alemania. Gerente General de Abya Yala Televisión de Bolivia. Docente de la UMSA. Experta en temas de poder, violencia, trata y tráfico; descolonización y despatriarcalización; feminismos y movimientos TLGB (Trans, Lesbianas, Gays y Bisexuales) y queer (“anormalidad” en general). Fue fundadora y presidenta de la Red Boliviana de Monitoreo y Evaluación de Bolivia (REDMEBOL). Libros. Ensayo: Moxitania (2017), Misceláneas (2017). Diversidades sexo/género/sexualidad (2015), Patriarcado y género (2014), Comunicación (2014). Poesía: Detrás del cristal (1997), Memorias de la piel (2001), Ojos del cuerpo (2004), Atropos (2017), Afridita Bizarra (2014). 34


LOS ABUELOS (cuento) María del Rosario Aquím Chávez -

Sabes hijita, cuando yo tenía tu edad, me asustaban las tormentas como esta. Corría bajo la cama a guarecerme, me cubría con una frazada la cabeza y me quedaba allí, hasta que pasaba. Las tormentas me recuerdan, a mi abuelo Ernesto, llegando borracho a la casa y gritando improperios contra la abuela Elsa. Desde la esquina del mercado, distante como a una cuadra, ya se escuchaban sus gritos, luego los golpes, el llanto, el silencio. Yo corría bajo la cama a refugiarme, a ocultarme, a protegerme de la tormenta.

Afuera, los truenos llegan en tropel, apiñados, en manada, dejando tras de sí, su estruendoso rugido. Los relámpagos iluminan la oscuridad de la noche con su luz azul—plateada. La lluvia, cae copiosamente sobre los tejados, mientras el viento enfurecido mueve inclemente la cabellera frondosa de los árboles. Otra cadena ininterrumpida de truenos, rayos y relámpagos, y luego, más lluvia, lluvia como baldadas de agua derramada, incesante. En el cuarto del dormitorio, de la casona, escasamente iluminado por la lumbre de las velas, encendidas en ausencia de la electricidad interrumpida por los rayos, apenas se puede reconocer la silueta de una mujer y la de una niña. Son Matilde y su madre, que se han 35


quedado solas, únicos testigos de la bulliciosa tormenta. Ambas están recostadas bajo las frazadas de la cama que mira de frente a un gran ventanal, por donde se puede apreciar el esqueleto negro de los eucaliptos y pinos, azotados por el viento helado, como si se tratara de una frenética danza entre fantasmas. -

Tu bisabuelo murió, de cáncer en el pulmón, dicen que fue por el cigarro y el exceso de alcohol. Le decían “el turco”, porque él y su familia llegaron en barco, huyendo de la guerra, desde tierras lejanas. Trajeron los caballos árabes, los “percherones” y los toros de raza “cebú” que hoy se han reproducido en las sabanas del Beni. Allí, donde está ahora, la plaza principal del pueblo, antes había un enorme potrero donde se reunían los hombres a beber, a charlar y a negociar, tanto las mercancías como la vida en sociedad. Ahora, es el Club Social y, tu bisabuelo, figura como uno de sus fundadores. Era todo un personaje, el abuelo Ernesto. Cuando se separó de la abuela, se dedicó a construir un zoológico para los animales abandonados, y aunque a todos los pueblerinos, les pareció una locura, la comuna le dio varias hectáreas de tierra en un lugar apartado del pueblo, donde no llegaban ni los caminos. Allí, se fue a vivir, construyó su tapera y poco a poco fue armando el hábitat de cada uno de los animales. Recuerdo la vez que fui a visitarlo, desde lejos lo vi, pequeño, flaco, encorvado, con la cabeza calva 36


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y los ojos azules, como el azul marino. Vestía su tradicional camiseta blanca y sin mangas y sus pantalones anchos con sus dos tirantes. Sentado bajo un tamarindo, fumando su inseparable pipa, esperó con paciencia mi llegada. Te voy a mostrar los últimos animales que me han traído, me dijo. Y luego, caminando lentamente, como si le pesaran los años, me fue contando la historia de los leoncillos, los tigres, los jochis y las urinas; los loros y las parabas que había recuperado, en qué condiciones llegaron, de dónde vinieron, como se habían adaptado y cómo después de algún tiempo, los devolvería a su hogar.

Un racimo de truenos, cayó con todo su peso sobre los viejos tejados y su ruido ensordecedor interrumpió el monólogo. Matilde dio un salto de susto y se abrazó fuertemente al cuerpo de su madre, colocó su cabeza sobre su regazo y con los ojos redondos y grandes, como una lechuza curiosa, se dispuso nuevamente a continuar su escucha. Su madre, la cubrió con las cobijas en un gesto de protección y reanudó su relato. -

Pero el abuelo Ernesto ¡era tan diferente!, y a la vez ¡tan parecido a mi padre! A tu abuelo Guillermo. Ambos compartían su gusto por el campo, por los animales, por la naturaleza. Por la soledad inconmensurable de la selva o, por su incesante y eterna algarabía. Como decía la abuela Elsa, “ambos eran unos antisociales”, no 37


les gustaba compartir la vida cotidiana con la gente ni estar en sociedad. Tu abuelo Guillermo tenía que ser militar. “Lo tenía todo”, — decía la abuela— blanco, alto, delgado, buen mozo, de ojos claros verde— amarillo como las pampas; con el cuerpo bien formado por el trabajo y de “familia decente”. Tenía todos los atributos, qué en ese tiempo, exigía el ejército. Pero, él se enamoró de la mujer de un teniente, este lo descubrió y lo amenazó de muerte, entonces, tuvo que dejar la carrera que seguía en Cochabamba y huir, internándose en lo profundo del monte. Cierto día, en la estancia, donde trabajaba como capataz, estaba marcando el ganado, cuando un peón le contó, que un toro cerril merodeaba cerca de los corrales. Se fue a buscarlo, encontró al toro, nos miró a todos los que íbamos tras él, yo tenía como 10 años, y dijo: —así se doma a este animal— y se le fue acercando despacio. El toro lo miraba fijamente, resoplando, con la boca espumosa, levantando las patas contra el polvo. Tu abuelo se abalanzó, lo agarró de las astas y se colgó de sus cuernos sin soltarse, el toro embistió, embistió y embistió, pero él no se soltó, hasta que, cansado el overo hosco, dejó de corcovear y, dócil, tu abuelo le puso el lazo sobre el cuello y lo montó de regreso a casa. En otra ocasión similar, estábamos de vaquea, y mientras hacíamos hora, me enseñaba a cazar — al animal se lo reconoce, por el brillo de sus ojos— 38


decía —y para poder encontrarlo en la espesura, hay que seguir sus huellas y buscarlo en los lugares donde están sus alimentos—. Entonces, yo pregunté: papi, qué pasa si uno se pierde en la selva. Y sin sorprenderse, me respondió: si te pierdes, suelta la rienda del caballo, y él te llevará a la casa. Ese día me dejó, sola en ese mar verde, para que aprenda la lección. Tu abuelo era ese vaquero que montaba en pelo y que arreaba galopando como el viento las vaqueas cuando se acercaba un surazo o cuando había peligro de sequía o de inundación. La tormenta había pasado, los truenos y los relámpagos dejaron de protestar y la lluvia era apenas una perezosa llovizna. Matilde, se había dormido plácidamente, arrullada por las historias que le contara su madre. En el patio, la noche se había vuelto profunda. El viento había abandonado su enfurecido paseo y solo una brisa leve quedaba detrás de sí. La mujer, se sumerge entre las cobijas, mira a su hija y sonríe, apaga las luces de las velas y cierra sus cansados ojos. Pegados a su retina están Ernesto y Guillermo, como dos retratos, amarrados a sus cuencas. Desde esos agujeros negros, donde la vida se escapa y se refugia del día, mientras la noche cabalga, los abuelos son dos ángeles que le custodian el sueño, ardiendo en sus pupilas, como el jenecherú.

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ALONSO DÁVILA SIRA (Venezuela) Nació en Lara, Venezuela en 1949. Médico, periodista, artista plástico y poeta. Estudió en la Universidad Michoacana de San José Hidalgo de Morelia México y en la Universidad Los Andes de Venezuela. Publicó artículos en varias periódicos y revistas de su país. Sus poemas forman parte de varias antologías nacionales e internacionales. Coautor de varios libros de poesía. Es autor de los libros de poesía: Un canto a Pio el tocuyano poemario (1998), Urbanpoetica poesía (2010), Libélulas de papel. Poesía plaquette (2020).

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TRANSFIGURACIÓN (poesía) Alonso Dávila Sira Con luminosa mirada y sonrisa candorosa siguen los juegos y malabarismos de la habitual rutina de sus nietos queridos, cual sombras protectoras irradian amor querencias, paciencia y complacencias. Con su abrazo, arropan el pasado, a sus hijos y ahora en sus nietos, a su sangre misma. ¡Ellos, los abuelos, se transfiguran, en los hijos, los nietos y con suerte en los bisnietos.!

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ROSARIO QUIROGA DE URQUIETA (Bolivia) Nació en Cochabamba, Bolivia el 22 de marzo de 1948. Profesora, poeta, cuentista, novelista y ensayista. Realizó un pposgrado en Lengua y Literatura Española en la Universidad Complutense de Madrid. Fue secretaria General de la Sociedad de Escritores de Bolivia, presidenta de la Unión Nacional de Poetas de Cochabamba en varias gestiones, y vicepresidenta del Comité de Literatura Infantil Juvenil. Miembro del Comité de Literatura Infantil y Juvenil de Cochabamba y cofundadora del PEN Bolivia. Se dedica a la docencia y a la investigación sobre temas relacionados con la motivación al libro y la lectura. Recibió premios por sus trabajos de poesía y reconocimientos de varias instituciones por su parte a la literatura cochabambina. Libros. Poesía: Del camino y su sombra (1978), Aquí la grieta (1979 ca), De la palabra a las alas (1993). Cuento: Llámalas, ahí estarán (2017), No al viento, a ti te los cuento (2018), Las luciérnagas de Miraba (2018). Novela: Ella en el pentagrama (2019). .

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DESDE LOS OJOS DE UN ABUELO (poesía) Rosario Quiroga de Urquieta Se asoma al espejo él envía su mensaje las arrugas han encontrado su ruta son señales del penúltimo nombre de su piel Afuera en la calle de otoño su pulso tiembla sólo atina con el vacío Vestido de relámpago lo amenaza el mundo instala su ataque como secreta trampa sorprende y esclaviza sus pies Aquí o allá su gozo se deslíe sin tacto ni sonrisa a solas Pero ¡ay! debajo de un cielo suspendido desde un ángulo escondido en la sombra su memoria protege los secretos del credo de su vida Su mundo de otoño 43


se puebla de voces cada una quiere decir su historia como nube o espiga vienen a buscarle vienen a llamarle sus quimeras, amores u odios desde tan alto olvido lo encuentran El clavel ha consumido su agua sin su consentimiento En aquellos cuartos de antes hay rincones que buscan evocación lo que fue y ya no existe como polvo en los andenes la aurora y la palabra se han ido Ve despacio abuelo No bajes de la vereda No vayas a perderte abuelo No. No será así. mis pies calzan su propia insignia mi cuerpo no escucha el grito de su otoño porque el arco senil de mis ojos ya tiene su propio paisaje Quiero que se abra una última ruta en mi pecho donde el arado toque al grano en un nuevo surco y salga el fruto de una nueva cosecha

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Ayúdame a demorar el aliento herido de un pájaro a la intemperie o de la sombra que ya viene a mi encuentro Quiero tus manos junto a las mías no lastimeras sino hermanadas con el camino que recorrieron juntas.

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CARLOS ENRIQUE MADRID TREJO (Honduras) Nació en Honduras, el 24 de marzo de 1976. Pedagogo, poeta y gestor cultural. Licenciado en Pedagogía y Ciencias de la Educación, egresado Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Diplomado en Formación Pedagógica en Educación Superior por La Universidad Pedagógica Nacional “Francisco Morazán”. Pasante de la maestría en Formulación, Gestión y Evaluación de Proyectos. Participa en eventos literario virtuales en varios países de América Latina como Bolivia, Perú, El Salvador y Honduras. Sus poemas forman parte de las antologías: La Espera Infinita (2019), Espera Infinita Virtual (2020), Antología mundial de escritores en cuarentena (2020), Poetas del mundo le cantan a mi patria II El Salvador (2020), Gala poética internacional el mar boliviano (2ª ed. 2021). Libros. Poesía: El baño del pájaro (2019), A un paso del mundo (2020).

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¡OH ABUELITO! (poesía) Carlos Enrique Madrid Trejo ¡Oh abuelito! Qué bonito ahora que puedo escribir dedicarte algo sencillo y sincero de lo profundo esencial, a ti, que creciste como huérfano al cuidado de tíos con duros castigos, de allí aprendiste la dureza de la vida, por lo que no albergaste pereza en cambio, le alegraste con arte y oficios caramba, música, baile, serenata, jarcias, domador, jinete, conversador nato, comercio a ratos y otros tratos, tantas enseñanzas morales, divinas y espirituales, más de una vez te hallé de rodillas orando en el templo de cualquier árbol del bosque presentando tu progenie completa como acción de gracias a tu Dios. Abuelito te juro que hoy sin ti me perdería en este universo, hoy y siempre eres suficiente alegría para el alma mía. ¡Gracias abuelito! 47


JENNY MOUNZÓN OPORTO (Bolivia) Nació en San Pedro de Buena Vista, Provincia Charcas, Potosí, Bolivia, el 9 de diciembre de 1955. Poeta, narradora y dramaturga. Su producción: poesía, prosa poética, cuentos, relatos, teatro, está presente en fascículos literarios de la prensa, revistas y en antologías literarias nacionales e internacionales. Miembro activo: Comité Literatura Infantil y Juvenil Cochabamba (CLIJCO). Socia y parte del directorio de Escritores Unidos (ESUN). Socia fundadora ESCRIBO (Sociedad de Gestión Colectiva Escritores bolivianos). Por su aporte a la literatura boliviana ha recibido distinciones locales, departamentales y nacionales. Libros recientes. Poesía: Rosas de otoño (2017), Pétalos de cristal (2018). Cuento: ¿Por qué me pegas? (2ª ed., 2016), Voces del más allá (2ª ed. 2016), Juancho (2017), El tesoro escondido (2018), El despertar de los recuerdos (2ª ed., 2019). Teatro: Acti—Actores (2018).

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MA DINITA AMADA (Prosa poética) Jenny Mounzón Oporto Fuiste bálsamo mágico en mi atribulada infancia al ofrecerme tu regazo y cariño sin importar tus limitaciones. Bordabas mi fantasía con hilos de cuentos y dichos, unas veces, otras, amasabas mi tránsito por la vida y horneabas mi carácter moldeado en formas artísticas con tus caricias y sabios consejos. Mi alma se nutría de alegrías y salinas lágrimas templadas con las cuerdas de voces o recuerdos almacenados en el diario vivir y bebía el elixir de tu ejemplo como parte de mi formación humana para el presente y el futuro incierto. Así, la pequeña de ayer creció con el sabor de tus olorosos panecillos y lawitas de amor en horno de barro y leña que tanto degustaba mi paladar y mi corazón. Hoy, tu nieta se cubrió con canas de mujer soñadora entre racimos de sueños e ilusiones de miel que le proporcionaste cubriéndola, además, de sensibilidad infinita con tu ternura y fragancia eterna. Abuelita mía, “MA DINITA AMADA”, junto a tus cenizas, un trigal de recuerdos vividos me acompaña en mi cansado y sereno andar, trajino el tiempo… sin prisa… bajo los celajes del atardecer; entre latidos cuajados de añoranzas junto al viento que las desgrana en tibias y cristalinas perlas que proyectan tu imagen por los

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surcos de mi rostro, dejando huellas perfumadas de sutiles pensamientos.

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MARTÍN DIEGO LORA (Argentina) Nació el 25 de septiembre de 1980, en Santiago del Estero Capital, Argentina. Su seudónimo es Arcano. Locutor, animador, músico percusionista, actor, poeta y gestor cultural internacional. Estudia el profesorado de teatro entre otras cosas. Participó en diversos festivales de música provinciales y nacionales. Es autor de diversas obras de teatro. Disertante en talleres de teatro y percusión. Compositor de letras para el folclore popular de su país y otros géneros musicales. Sus poesías forman parte de antologías nacionales e internacionales.

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DESTEJIENDO RECUERDOS (poesía) Martín Diego Lora Arcano

En tu piel de misterios y de años, Conservas el secreto de la vida, las cenizas de tus pelos gris platino, reflejan tiempos de sabiduría. Eres ejemplo de andanzas y memoriales del viento, yo un retoño que te observa con cariño desde lejos. Vas tejiendo y destejiendo en tu bagaje recuerdos, entre recetas y mitos, muchas leyendas y cuentos. Me acunas en tu regazo mi momento irresistible, invitándome, en tu voz a un viaje que me eleva por las nubes en un vuelo inasequible. Aún puedo hallar a mi madre en el destello de tus ojos, eres la dueña de mis horas, la que cumple uno a uno mis antojos. heroína del destino atravesando resabios, tormentas y remolinos, Entre lucha y desengaño. Tu fuerza imbatible me empuja, a ser mejor cada día, 52


enfrentando lo que venga, Gracias a ti abuela mía.

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DAVID SALOMÓN ALBA ORTIZ (Bolivia)

Nació el 22 de enero de 1959, en Cochabamba, Bolivia. Profesor, artista plástico, abogado y poeta. Vive en Buenos Aires, Argentina. Obtuvo la doble nacionalidad, boliviano-argentino. Estudió primaria en las unidades educativas “6 de Junio” y “Sucre” y secundaria en el Colegio Nacional Calama, ambos en Quillacollo. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Políticas por la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba, Bolivia. Hizo curso de Bellas Artes en la Escuela Superior “Raúl G. Prada” de Cochabamba. Se tituló como profesor de Artes en Artes Visuales en el Instituto Universitario de Arte, el 2 de junio de 2005 en Buenos Aires, Argentina. Abogado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Área: Gerencia Operativa de Asuntos Jurídicos, Judiciales e Institucionales del Gobierno).

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EL ABUELO (poesía) David Salomón Alba Ortiz Beso de alba onda de luz. Un pueblito aquí con codos de caminos. Otro pueblito allá. Yo escribo por los caminos, paisajes de Bolivia. De repente una niña llamó a un anciano entendiendo que era su abuelo. Tenía el cabello blanco, la frente fruncida, mirada triste y un rosario entre los dedos; Él nada le respondió. Otra vez en tono afectuoso lo llamó abuelo. Y otra vez no le respondió. Ante el silencio replicó la niña ¿Por qué no me respondes abuelo, acaso te marchas, yo te quiero abuelito? Él sin decir nada, apoyado en el bastón con pasos cortos, columna encorvada continúo caminando en silencio 55


—Signos de sordera o cosas de la mente puede ser, tal vez si o tal vez no— Allá la madre, a pasos de la pequeña escuchar “abuelo” fue el motivo para correr, abrazarla, besarla y apretarla sobre su pecho materno. Es que hace nueve lunas había experimentado la muerte de su difunto padre. Por ser nomás, sangre de su sangre, carne de su carne emergieron de su mente imágenes, ruidos; brotando lágrimas de sus ojos y no podía callar. Imposible de callar, callar sería una hipocresía. Dijo la madre apuntando al rosario, tu abuelo no sabía de rosarios, de misas ni confesiones. Y no es que no creía en Dios. Es que tu abuelo creció solo sin rosarios, ni vírgenes ni credos. Por eso, entre otras cosas más; 56


que nadie, y que nadie hable de rosarios o curas, porque lo iba a callar a trompadas. Por esto, por aquello, que ninguno hable mal de su familia. de hacerlo el amado abuelo habría eliminado a quien lo intentará Es que así fue el abuelo. miraba, y miraba solo miraba su hogar y de tanto mirar no sabía, ni tenía otra cosa que mirar porque era lo único que tenía y quería: fue su amada familia, como el mismo abuelo inenarrable. Ahora mismo, madre y nieta sienten la mirada del abuelo no lo ven, pero lo sienten. Hoy ya no es, pero es el espíritu del abuelo quien los protege. En las calles del pueblito. —Siempre hay algo que no muere y continúa— .

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LILY YENY TEJADA MEDINA (Perú)

Nació en Arequipa, Perú el 10 de abril de 1961. Escritora, poeta y promotora cultural internacional. Presidente Nacional del Colectivo Utopía Poética Universal—Perú. Presidente de la Sociedad Literaria Amantes del País— Arequipa. Ha publicado Besando la Inmortalidad (Poemas) y Hechizos de Diosa (Haikus). Su poesía figura en más de 40 antologías locales, nacionales y extranjeras. Recibió el Reconocimiento de la Mesa de Mujeres Parlamentarias del Congreso de la República del Perú, así como otras distinciones por su participación en recitales y homenajes a nivel nacional e internacional. Tiene un programa cultural en el que promociona la poesía de diferentes autores “Creador de un Sueño” y también es columnista en Trilce La Revista. Libros recientes: Besando la inmortalidad (2020), Besos entrelazados (2021)

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LOS ABUELOS (poesía) Lily Yeny Tejada Medina Ella era una señora sin igual bella por dentro y por fuera los años no cambiaron su carácter apreciada por propios y extraños en su corazón de madre el dolor agobió su espíritu como pierdes a un hijo sin morir un poco. Él, su caballero sin armadura de porte fino y elegante cabello blanco y andar erguido justo en sus sentimientos indomable en su juicio de amores u odios eternos. Verlos juntos era mi deleite la familia que aprendí a querer afectos y costumbres que entendí extensión de vida en la vida amor de sabios entenderes convertido en mis niños doña Blanca y don Ismael padres, abuelos mis suegros.

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ERNESTO ROJAS (Argentina)

Nació el 1 de agosto de 1952, Salta, Argentina. Comunicador social, poeta, escritor y gestor cultural. Fue docente de Comunicación y Psicología. Especialista en Recursos Humanos Organizacionales. Miembro de la Sociedad Argentina de Escritores y asociado de la Academia Argentina de Literatura Infantil y juvenil. Segundo Premio Nacional Paco Urondo, Argentina. Seleccionado para el Tomo XXV de Poesía Argentina Contemporánea (2019) y el Diccionario Biográfico “La Literatura infantil y Juvenil (1816—2018. Posee nueve obras publicadas e integra antologías en Argentina, Chile, Perú, Bolivia, México, Estados Unidos, entre otros. Libros recientes Después de la tristeza (2017), Todas las voces (2do Premio Paco Urondo (2018), Intemperies (2019), Final de batalla (2020), Voces de Tucumán (2021).

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ABUELA DE AGUA Y DE SOL (poesía) Ernesto Rojas Madre de mi madre que ha nacido en un siglo que empieza en la parte más lejana de mi historia. Mujer erguida como mástiles, álamo que acarician los astros, mujer de agua y de sol auténtico que nutrió el manantial tu silueta bajo la luna plateada de los campos. Con tu seño de guerrero, mujer casi hombre por la fuerza ha parido tu vientre bajo esas sombras violetas, arcoíris que nacen de las gotas de rocío junto al amor de los sauces que besan la tierra rojiza. Así llegó la que preparó el embrión para el agosto. Nido de canela y pan lleno de luciérnagas que alumbraron mi senda. Te recuerdo con sabiduría de maíz de silbidos errantes en la danza inmutable de la noche. Cuando duermen mis duendes y vienes a mí un torrente de misterios envuelve las viejas huellas que desandan mis pasos, como retornando a tus brazos de huracán que transmuta su fuego.

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JUAN CHÁVEZ ROJAS (Bolivia) Nació en Quillacollo, Cochabamba, Bolivia el 6 de abril de 1968. Abogado, escritor y docente universitario de grado y posgrado. Fue secretario de Partido de Arani y luego juez desde el 2002. Licenciado en Licenciado en Ciencias Jurídicas y Políticas de la UMSS. Realizó cursos de diplomado en Docencia Universitaria, Educación Superior, Derecho Procesal y Oralidad, Ciencias Penales; y posgrado en Derecho Penal. Magíster en Administración de Justicia. Juez Instructor de Tapacarí, Juez de Partido Mixto de Independencia y desde el 2007 hasta el 2018 Juez de Partido en lo Civil y Comercial de Quillacollo. Fue juez electoral de 2002 a 2013. Miembro de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Cochabamba y de Quillacollo Ocupó diversos cargos jurídicos en la Alcaldía de Quillacollo y jefe de Transparencia en el Gobierno Autónomo Municipal de Colcapirhua. Publicó ensayos y artículos en periódicos y revistas jurídicas. Forma parte de la Unión de Poetas y Escritores de Quillacollo y el Ateneo Jurídico de Quillacollo. Es coautor del libro Cuentos y poesías para el escenario (2021). Es autor de los Libros: Conflictos en contratos de servicios y la ausencia de normativa (2014), El mentefacto y el Código Procesal Civil (2015). 62


CABELLOS BLANCOS (poesía) Juan Chávez Rojas Recuerdo que cuando era niño, de vez en cuando visitaban la casa de mis padres, una pareja de señores con cabellos blancos. Llegaban con una sonrisa hermosa, traían mucho cariño y también me regalaban juguetes. Antes de todo siempre, pero siempre me abrazaban muy fuerte y me daban muchos besos hasta sacarme una carcajada. Me gustaba mucho mirar y tocar esos cabellos blancos. Mi abuelo llevaba cabello corto; en cambio, el de mi abuela era largo sus rostros llevaban arrugas. Sus ojos, expresaban mucho amor. Tenían una característica especial oían todo lo que les contaba no me cortaban mi palabra, no me callaban, sin importar que decía me escuchaban. Tenían mucha paciencia. Usaban todo el tiempo solo para mí. Cada vez que venían a visitarnos los veía más viejitos, muchas veces sentían dolores en su cuerpo; pero yo me encargaba que no les duela el alma 63


hacía que se sientan vivos, yo les daba mucho amor. Un día, mi madrecita lloraba sin consuelo corrí a abrazarla, no entendía lo que pasaba mis abuelos, llegaron a casa, esta vez, ya no caminaban los trajeron en cajones negros.

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MARÍA TERESA CASAS FIGUEROA (Colombia) Nació en Colombia. Administradora de empresas y poeta. Administradora de Empresas por la Universidad Santiago de Cali. Diplomada en la Escuela de Espiritualidad Edith Stein. Participó en talleres y conversatorios de poesía locales y regionales, así como en encuentros poéticos nacionales e internacionales: Bolivia, Panamá y Chile. Igualmente ha recibido menciones, reconocimientos y premios diversos en dichos certámenes literarios. Sus poemas también han sido incluidos en antologías y publicaciones periódicas nacionales e internacionales, físicas y virtuales. Libro de poesía: Un punto en la nada soy yo (2012), La hendidura del alma (2020).

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UN AGOSTO 23 PARA LOS BISABUELOS María Teresa Casas Figueroa Luís Carlos retoño nacido en primavera terrenal, bajo un cielo de sueños, sol, estrellas y vientos; con esperanzas de fragancias embriagaban sus momentos. Sus anhelos humildes con gran ambición descollarían hoy en recuerdos, los secretos de peregrino cultivados desde el amanecer, sus angustias de progreso son real testimonio de su dedicación. Con Cecilia marcó una huella en la tierra, tan profunda, clara y ejemplar que ninguna ola, ni tormenta podrá borrar. Momentos, hechos, reflejan sus horas de amor y su satisfacción moral que despliegan por doquier. Los días y las noches son tan claras para ellos, 66


porque solo llevan una valija de recuerdos con olor a amor e instantes de dulzura. Recuerdos que guardan en la mente, razones sin comentarios, experiencias de preguntas con respuestas y claridad que dieron a la noche. De la mano caminan por el cielo protegiendo con la sombra de sus cuerpos, su hogar; con ferviente deseo aferrándose con sus huellas. Son ellos, gratitud de enseñanza portento del futuro compañía y progreso y herencia para su descendencia.

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CELINA VARGAS FUENTES (Bolivia) Nació en Oruro, Bolivia el 6 de junio de 1950. Profesora, compositora, poeta y narradora. Forma parte de la directiva de la UPEQ como secretaria de Hacienda (2012-2020). Fue distinguida por la Brigada Parlamentaria de Cochabamba como Maestra Meritoria del Estado Plurinacional de Bolivia. Sus escritos forman parte de varias Antologías nacionales e internacionales. Mencionada en el libro monumental: Historia de la literatura infantil y juvenil de Bolivia de Isabel Mesa Gisbert (2019). Ganadora del Primer lugar del concurso literario “Relatos Inéditos de Gente Grande en Tiempo de Pandemia”, en la categoría principiantes (2020). por lo que forma parte del libro, publicado por el periódico nacional Los Tiempos, titulado: Relatos inéditos de gente grande en tiempo de pandemia (2020). Libros. Poesía: Nostalgias (2006). Cuento: La ranita enamorada (2012, 2ª. ed. 2014), La travesía de Disky (2013, 2ª. ed. 2014 Kipus), El ratón hablador (2014), Anayde y las estrellas más otros cuentos (2015), El pez dorado (2016). Varios: Leyendas y otros cuentos (2019), Las Frutillas de Lucia (2018), Pinta mi cumpleaños (2018), Colorea mi granjita (2018) y “Leyendas y otros cuentos (2019). 68


CHARLANDO ENTRE ABUELITAS (cuento) Celina Vargas Fuentes

Una tarde cualquiera, entraron a la heladería, un grupo de abuelitas, alrededor de una mesa, dispuesta exclusivamente para ellas, por ser tan numerosas, las edades fluctuaban entre sesenta y setenta años, aunque algunas parecían pasar los ochenta años. Todas muy animadas en bulliciosa charla, se veían felices de estar en esa reunión. Lo que más me llamó la atención, fue cuando llegó la líder del grupo. Todas se pusieron de pie y casi gritando “¡Por fin estamos completas!” —Me olvidaba comentar que soy la cajera de la heladería MIKY—, ellas estaban cerca de donde me encontraba, así que pude escuchar y seguir la conversación de las señoras, era inevitable. No siempre se ve en esta heladería, una reunión tan numerosa de abuelitas. Todas pidieron sus helados de preferencia. A medida que se servían, entre chistes y muchas risas, una de ellas, empezó a preguntar en voz alta. Oigan chicas ¿Todas tenemos nietos, ¿verdad? Entonces hablemos como abuelitas que somos de nuestros nietos, sus travesuras, ocurrencias, cuanto los queremos, etc. Todas contestan, ¡Claro Mechi es un buen tema para hablar en este momento! Así, empezaron pidiendo o levantando la mano para hablar. Me gustaba como eran de organizadas y muy respetuosas entre ellas. La señora Teresa dijo: “Estoy muy feliz con mi nieto, es maravilloso, volvió a renacer

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mi corazón, alegrar mi vida e hizo que olvidara mis dolores”. Si tienes razón, —interrumpió Rosa—, también soy feliz de ser abuela, de una niña de un mes de nacida y estoy fascinada, de verla tan delicadita y bonita, ver sus gestos tan graciosos y a la vez, no sé por qué razón se pone a sonreír ¿Serán que sus ángeles la hacen reír? Y saben, me llena la vida, es un pedacito de cielo. Por eso digo que es el mejor regalo que podemos tener, todas nosotras, queridas amigas. —Claro, dijo Eva, con los nietitos se alarga la vida, y el corazón nuevamente palpita, al ver sus caritas angelicales, traviesos, bonachones y con cada ocurrencia, además son los hijos de nuestros hijos que tanto amamos, cómo no amarlos de verdad. Todas sonríen y aplauden. En su turno doña Claudia dijo, “mis nietos, me renovaron la esperanza de vivir, era un anhelo convertido en realidad. Quisiera decir tantas cosas mis amigas, pero sé que todas nosotras de alguna manera, sentimos lo mismo, ¿Verdad? A todas se las ve más nostálgicas”. Luego la señora Zulma, se levantó y dijo, “tienen razón, yo no podría vivir, sin su amor, sin sus besos sinceros de niña inocente, cuando ella me rodea el cuello con sus manitas chiquitas y suavecitas y me dice: Abuelita te quiero mucho, estos besos son para ti. Mi corazón se estremece ante tanto cariño”. Doña Alicia dijo, “miren amigas mías, yo creo que todas las abuelas y abuelos somos muy felices de compartir 70


con ellos, recibiendo sus caricias, besos, compartiendo sus travesuras, que nos recuerdan la etapa de nuestros hijos a esa edad, que quizá muchos de nosotros, no pudimos compartir con nuestros hijos por nuestro trabajo. Ahora es nuestra oportunidad de disfrutarlos. Eso es verdad, dijo Margarita, las abuelitas y abuelitos, somos las figuras más importantes en las vidas de nuestros nietos, ya que los hijos, muchas veces, los dejan a nuestro cuidado, mientras ellos tienen que ganar el sustento de la familia trabajando, para suplir las necesidades de sus hijos. Ahora dejen que hable Mary. Yo ¿Por qué? Preguntó Mary no muy contenta. Está bien. Ya que insisten hablaré, —se le nublaron los ojos, apenas conteniendo las lágrimas y todas le preguntaron qué le pasa— ¡Te sientes mal! ¿Dijimos algo que te molestara? No —dijo Mary— es que estoy muy triste y sola, yo amo a mis nietos igual que ustedes, pero ellos están tan lejos, que no disfruto al igual que ustedes la presencia de ellos. Cálmate —dijeron las demás— estamos contigo amiga, comprendemos tu dolor por la ausencia de tus nietos, quizá vengan para la navidad. Eso es muy difícil, ya que no tienen para los pasajes, el esposo no tiene trabajo, respondió. ¡Hay que pena —dicen todas las amigas—, se miran preguntándose ¿Ahora qué hacemos?, ¿Cómo ayudarla? Entre murmullos se escuchaba decir: “hay que hacer algo, ella me ayudo cuando no tenía que darles de comer a mis hijos. —En ese momento dice Mary— disculpen 71


tengo que ir al baño a lavarme la cara— te acompaño dijo Teresa. No te preocupes, quédate iré sola, no tardo. Ese fue el momento, en el que Eva dijo al grupo: “Miren no podemos dejar que Mary esté sola y sin sus nietos, tenemos que ayudarla a que ella viaje al encuentro de sus nietos e hija, no les parece?” La idea es buena, dijeron, pero cómo ¿con qué? Las que podamos daremos una cuota para el pasaje del avión y dinero en efectivo para sus gastos y alguna de nosotras, puede comprar un recuerdo para que lleve a sus nietos e hija. Eso sería una maravilla, estaría muy feliz, dijo otra. Yo puedo ayudar en eso, dijo Eva. Todas se pusieron muy felices al encontrar una solución, para que Mary viaje al encuentro de su única hija y nietos. Ese mismo momento fijaron la cuota que cada una debe dar para el viaje de Mary, amén de los recuerdos que comprará Eva y todas las que quieran comprar más recuerdos. Ella podría quedarse tres o cuatro meses con su familia de acuerdo a su tiempo y dinero. Cuando Mary regresa del baño, nota algo extraño en la mirada de sus amigas, todas risueñas, parecen todas felices por decir algo— ¡Que pasó en mi ausencia, Díganme ¿qué me están ocultando? Alina, la líder del grupo le dijo, Querida amiga escucha: “Entre todas decidimos que viajarás a ver a tu familia para la navidad. ¿No digas nada, no aceptaremos una negativa tuya, esto lo hacemos con mucho cariño entre todas, ¿verdad amigas?” ¡Sí! Contestaron con mucho entusiasmo —¿Qué, eso decidieron en mi ausencia? Estoy preocupada—.

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Tranquila amiga le dijo Alina, sabemos que tu hija y nietos no podrán venir para la navidad. Pero tu viajarás al encuentro de ellos a pasar la navidad con ellos y hasta quizás te quedes con ellos. Mary dijo: estoy sorprendida, pero no puedo, no tengo mucha plata. —No te preocupes, nosotras compraremos tus pasajes de ida y vuelta y también algunos regalos para tus nietos y tu hija. Ella lloraba de felicidad, sabiendo que tiene las amigas más nobles y cariñosas del planeta, solo atinó a decirles: Gracias, muchas gracias, un día quizá yo también les devuelva este esfuerzo y favor enorme que me hacen. Luego las abrazó a cada una de ellas llorando de agradecimiento. Todas de pie empezaron a aplaudir felices de ser útiles con el prójimo. Luego, varias preguntaron: ¿A quién le toca hablar? Alina, empezó diciendo: ¡Las felicito! nosotras las abuelitas somos personas magníficas, mágicas en la vida de nuestros nietos y también de nuestros hijos, somos también heroínas al igual que los héroes que existen en la vida, con ello pueden contar nuestros nietos. Tenemos paciencia, somos amables, consideradas, consentidoras, protectoras y un largo etcétera a favor de nuestros nietos, sabemos también educarlos con mucho amor y sabiduría por nuestra experiencia. En fin, somos maestras en la vida de esos tesoros que hoy podemos gozar compartiendo la vida con ellos, durante su crecimiento, hasta donde nos permita Dios, vivir cerca de ellos, darnos esa felicidad en las decadencias de nuestra existencia, mientras podamos seguiremos ayudando en su crecimiento, de este modo también los nietos nos rejuvenecen.

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Todas aplaudieron muy emocionadas y contentas de ser abuelas útiles en la vida. Todas se pusieron de pie para hacer un brindis de despedida. Zulma tomó la palabra y dijo: Quiero proponerles algo, hoy 26 de agosto instauremos el día de las abuelitas y nos reuniremos cada año en esta fecha, comunicándonos para definir el lugar de reunión, ¡Que les parece? Estoy de acuerdo — dijo Alina— y de este modo, todas las abuelitas festejaran un día como hoy. Todas estaban de acuerdo, comprometiéndose para el próximo encuentro. Alina, pasó a la caja a pagar la cuenta de lo consumido de todas ellas, era el gasto destinado para ese encuentro, en ese momento se me aproximó y dijo: —Hay señorita, tuvo mucha paciencia en escucharnos hablar de nuestros nietos, fue maravilloso para nosotras, ¿no cree? —Hoy tuve el privilegio de escuchar a tan selecto grupo, hablar de un tema tan bonito el de los nietos. Dios las bendiga por su bondad.

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OMAR VILLEGAS HERNÁNDEZ (Venezuela) Nació el 20 de junio de 1953, en Caracas, Venezuela. Promotor de la lectura, el teatro y la literatura, artista plástico y periodista cultural. Se mudó a la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara, Municipio Iribarren. Es promotor cultural y pertenece a la Asociación de Escritores del Estado Lara (ASELA). Actualmente es secretario General de ASELA. Es una persona que cree en la poesía y en el amor a la humanidad. Publicó sus poesías en periódico y revistas culturales. Aparece en las antologías: Los poetas le cantan a la ciudad, y Antología nacional de José Antonio Escalona. Es autor de los libros: —opúsculo de ocho poemas— Poemas de ediciones La Conversa del Pedagógico de Barquisimeto (2019) y Antología oculta (2020).

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MIS ABUELOS Omar Villegas Hernández Tuve un abuelo blanco, Rafael Hernández del Molino Tuve un abuelo negro. Dicen que de Coro Dicen que mi abuelo negro se vino a Barquisimeto Persiguiendo de amor a mi abuela blanca De querellas y pasiones vienen a mi memoria De tristezas y rabias a mis emociones De mi abuelo negro tengo huellas en la arena entre sal y yodo y vientos de mar.

Mi abuelo blanco, peón en casa de Daniela Ortiz alto, isleño, de machete y garabato en ristre cortando la estancia de los días y apartando la nostalgia en noches de velas encendidas. Viudo de luna, uno, Mártir al Sol, el otro los glorificó en la hazaña del vivir héroes, quizás de los infortunios queridos abuelos: los tengo como estrellas del firmamento infinito

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MIS ABUELAS (poesía) Omar Villegas Hernández

Tengo una abuela morena: Petra Lucena de Quíbor Tengo una abuela blanca: Adela Villegas de Trujillo Las tengo en narraciones confidentes de lunas llenas, de orfandad es y Sol eclipsado de misterios de fiebre amarilla, delirante y mudanza obligan. Una: sierva de gleba Otra: dueña de posada Las tengo en mis recuerdos de fatalidades y apremios de reciedumbre y débil partida. Petra del molino, en el catre tiritando su estrella Adela de la Plazuela, en nube viajera marcando su huida. Las adoro en mis imaginaciones en cuentos de aparecidos y espantos en la noche febril y en la aurora radiante. Las tengo eternamente como a vida continuada como a valle florido como a montaña florida. Las tengo: Abuelas

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JAIME EDGAR SALINAS REQUE (Bolivia) Nació el 3 de febrero de 1947, en Tarija, Bolivia. Poeta, ensayista y gestor cultural. Estudió Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales en la Universidad Técnica de Oruro. Fue docente de materias del área social y francés en varios colegios y universidades. Ocupó varios cargos ejecutivos en diferentes instituciones culturales, folklóricas y de servicio social. En la actualidad desempeña el cargo de director del prestigioso instituto CATEC-Tarija. Es miembro y secretario de la Casa Patrimonial Edmundo Torrejón Jurado de Tarija y miembro activo y fundador del PEN Tarija. Publicó muchos artículos y poesía sobre diferentes temas en periódicos y revistas nacionales. Participa asiduamente en eventos virtuales literarios. Sus poesías forman parte de libros digitales: Poesías, cuentos y ensayos sobre el maestro (2021), Solsticio de invierno. Poesías, cuentos y ensayos (2021), Cuentos y poesías en tiempo de pandemia (2021), Gala poética internacional el mar boliviano (2ª ed., 2021).

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JOVEN ABUELO (poesía) Jaime Edgar Salinas Reque No hay corazón que se canse de amar, ni ser humano que deje de soñar cuando los años le otorgan el título de abuelo. Cada jornada poco a poco, cada mañana a su tiempo, suman los días y se alejan más de la juventud, Los hijos se apartan uno tras otro, se vuelven aves, vuelan más alto solos y aprenden a hacer nidos con sendos polluelos.

Todos seremos un día abuelos y reaprenderemos arrullar a los nietos, jugaremos con ellos, 79


cantaremos para ellos, veremos de nuevo el principio de la vida, Aprenderemos A soñar diferente, sin ser otra persona, el límite de nuestro espacio es el todo y la nada no existe. Acosaremos al tiempo, no dejaremos que él nos encuentre, por lo menos, lo haremos esperar una fracción de espacio.

La potencia humana no termina nunca, si estamos conscientes de su retardación, hasta encontrar el triunfo oculto en algún recodo. Como abuelos, empezaremos a pintar canas, a mostrar surcos, a ser más serenos, pero nunca dejaremos 80


de ser padres y mostraremos siempre un rostro alegre. Podremos repartir consejos, podremos compartir juegos, las caminatas con los nietos los hijos y los amigos serán siempre un espectáculo permanente. Las fiestas, las comilonas y las reuniones continuarán, como siempre, junto a los cumpleaños de cada cual y si hay que cantar ritmo y melodía habrá que juntar.

La vida del abuelo solo cambia de nombre, ayer niño, luego joven más tarde señor, hoy abuelo; pero es el mismo hombre. Seremos abuelos y esperaremos el mañana con las mismas ganas de ayer y cuando la vejez llegue ni sentiremos su presencia, el ejercicio nos mantendrá ocupados. 81


Llevaremos en el alma el sentimiento pegado al ser humano mantendremos el amor como el primer día. ¡Nunca seremos viejos!

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BEATRIZ BASCOPÉ ARAGÓN (Bolivia) Nació 24 de diciembre de 1940, en La Paz, Bolivia. Radica en Quillacollo. Fue profesora de varias instituciones educativas de Cochabamba. Poeta, narradora, crítica literaria y gran declamadora. Sonetista de prestigio internacional. Fue vicepresidente de la UPEQ. Autora de libros de poesía, cuento, novela corta y teatro. Su obra se halla en varias antologías de poesías del país. Es coautora Antología poética al pie de la colina N.º 1 (2000), Antología poética al pie de la colina N.º 2 (2001) Antología comentada de la poesía boliviana (2010), Antología poética al pie de la colina N.º 3 (2011), Antología de cuentos al pie de la colina No 1 (2012a), Antología Universal del Soneto de Amor. Sonetos del siglo XIII al siglo XXI (2012b), Mitos y leyendas populares de Bolivia. Antología (2015), Lo insólito de los cuentos (2016), y Leyendas y cuentos populares de Bolivia (2018), Poesías y cuentos para el escenario (2021). Es autora de los libros: Sueños, tristezas y alegrías —poesía, cuento, teatro y noveleta— (2011), Su majestad: el soneto y su corte (2013), Desgranando versos (2ª ed. 2014), Una lágrima y otros cuentos (2da. ed. 2014), Sueños de juventud —poesía— (2015), Obra poética (2016).

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PASO IMPLACABLE Beatriz Bascopé Aragón Querer detener al viento, al tiempo querer detener, es vano todo intento, ellos siempre han de vencer. ¿Qué es el ser humano en el mundo? Una pieza en el tablero, es su existir pasajero, y su dolor tan profundo. Son muy dichosos los años, en la bella juventud, pero ¡ay! los desengaños, abruman en senectud. En su rincón el anciano, espera la voluntad, que alguien tienda su mano, siguiera por caridad. Cada arruga de su piel, de lágrima son las huellas, lágrimas que tienen hiel, pero fulgen como estrellas. Pasan los meses, los días, es la carga más pesada, tiene la espalda encorvada, sus manos siempre tan frías. 84


Siente profundos dolores, en su cuerpo macilento, pero calla por temores, de oír “es puro cuento”. Y así soporta esa suerte, aceptando el cruel destino, recorriendo su camino, hasta que llegue la muerte…

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MARÍA NIEVES ESPADA RIVAS (Bolivia) Nació el 5 de agosto de 1942, en Oruro, Bolivia. Desde los dos años vive en Quillacollo, Cochabamba, Bolivia. Cosmetóloga, poeta bilingüe (castellano y quechua), narradora y gestora cultural. Publicó artículos y poemas en periódicos y semanarios del departamento. Es cofundadora de la UPEQ. Fue vicepresidenta de la UPEA. Actual secretaria de Actas de la UPEQ. Coautora de la Antología poética al pie de la colina N.º 1 (2000), Antología poética al pie de la colina N.º 2 (2001) Antología comentada de la poesía boliviana (2010), Antología poética al pie de la colina N.º 3 (2011), Antología de cuentos al pie de la colina No 1 (2012a), Antología Universal del Soneto de Amor. Sonetos del siglo XIII al siglo XXI (2012b), Mitos y leyendas populares de Bolivia. Antología (2015), Lo insólito de los cuentos (2016), Leyendas y cuentos populares de Bolivia (2018), Poesías y cuentos para el escenario (2021) y La gala poética internacional el mar boliviano (2021). Autora de los siguientes libros. Narrativa: Ráfagas en el tiempo (2009). Poesía: Despertar, sentir, amar (2005), Lluvia de versos (2006), Dorada primavera (2014), Trazos de existencia (2015).

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LOS ABUELOS (poesía) María Nieves Espada Rivas Madres… padres… de mis padres, mis queridos abuelitos, llenos de amor y experiencia, que la vida les brindó. Recordando desde la infancia su trato de amor paciente, de los queridos abuelos se nos enternece el alma. Abuelitos y abuelitas ¡jamás los olvidaremos! Cada instante de la vida recuerdos sus enseñanzas. Dios bendiga a los abuelos, los padres de nuestros padres ¡paciencia y sabiduría!... ¡empleaban para sus nietos!

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ROBERTO ÁGREDA MALDONADO (Bolivia) Nació el 29 de abril de 1966, Quillacollo, Cochabamba, Bolivia. Abogado, pedagogo, cientista social, escritor, crítico literario, antólogo y editor boliviano. Magíster en Docencia Universitaria. Doctor (Ph. D.) en Ciencias de la Educación. Docente de grado y posgrado de Universidad Mayor de San Simón (UMSS). Paspresidente de la Unión de Poetas y Escritores de Quillacollo (2000-2020). Es integrante de Escritores Unidos (ESUN), formó parte de la Directiva. Libros de literatura. Lexicografía: Diccionario de Literatura y ciencias afines (2014). Poesía: Susurros de versos — poesías de 1991 a 2015— (2ª ed., 2016). Cuento: Lo inevitable y otros cuentos (2013). Novela: Dos niños en la incertidumbre (2016). Antología: Antología Comentada de la Poesía Boliviana —con ESUN y UPEQ— (2010), Cien escritores bolivianos (2017). Editor de libros digitales: Gala poética internacional el mar boliviano (2ª ed., 2021), Poesías, cuentos y ensayos sobre el libro (2021), Cuentos y poesías en tiempo de pandemia (1ª y 2ª ed. 2021), Poesías, cuentos y ensayos sobre el maestro (2021), Aportes de Vigotsky a la pedagogía (2021), Solsticio de invierno. Poesías, cuentos y ensayos (2021), La muerte desde un enfoque inter y multidisciplinario. Hacia una terapia psicosocial y cultural (2021), 88


LA GRANDEZA DE LOS ABUELOS (poesía) Roberto Ágreda Maldonado

Un niño se hizo adolescente, luego joven, más después adulto y finalmente, adulto mayor. Fue un niño bello, juguetón e inquieto; de adolescente se enamoró, conoció el amor y también sufrió decepciones en la vida. Cuando joven se destacó en la lucha por los ideales de justicia e igualdad, no pudo ser un realizador. De adulto, decidió ser padre, hizo lo mejor que pudo, él no puede decir que fue el mejor padre. Pasó el tiempo y sus hijos le hicieron abuelo, renació en él, el amor a la humanidad. Cuánta ternura por sus nietos, les lee poesías, anécdotas y les narra historias épicas. 89


Cuánta sabiduría vierte en sus pláticas filosóficas, pedagógicas y literarias. La grandeza de los abuelos, se halla en las palabras más humildes y de gran profundidad que se reparte en palabras y versos. Las abuelas y los abuelos son seres de mucha experiencia y conocimiento que nos obsequian cuando respondemos a sus gratas presencias. No sabemos la grandeza de los abuelos sino les damos la oportunidad de compartir su riqueza social e histórica. La grandeza de los abuelos es un vuelo de aves multicolores, que hicieron la casa que habitamos, la formación, el trabajo que tenemos y la alegría de nuestros hijos.

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ISRAEL OMAR VENEROS MONTAÑO (Bolivia) Nació 18 de septiembre de 1976, en Cochabamba, Bolivia. Abogado, poeta, narrador y gestor cultural. Profesional inquieto y apasionado de la literatura universal. Realiza actividades culturales con jóvenes. Forma parte de la directica de la Unión de Poetas y Escritores de Quillacollo (UPEQ) 2020-2022. Sus poesías forman parten de los siguientes libros digitales: Gala poética internacional el mar boliviano (2ª ed., 2021), Poesías, cuentos y ensayos sobre el libro (2021), Cuentos y poesías en tiempo de pandemia (1ª y 2ª ed. 2021), Poesías, cuentos y ensayos sobre el maestro (2021), Solsticio de invierno. Poesías, cuentos y ensayos (2021), Es coautor del libro de la UPEQ: Poesías y cuentos para el escenario (2021). Es autor del Libro: Laberintitis (2020).

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INFINITOS RECUERDOS (poesía) Israel Omar veneros Montaño

Abuela invierno, partiste hace mucho, junto a la lejana estación, te despedí con los ojos tristes, desbordantes de ausencia. La vida no fue fácil, a veces quisiera, ponerme en tus zapatos, ver si logro salir adelante, a pesar del milenio, no conseguí olvidarte, atesoró en la memoria, el invaluable recuerdo, como una segunda madre. La peineta recorría, tus cabellos plateados, plagados de estrellas y cometas, surcaban hasta perderse, en el infinito adorable, de tu cabecita. Tu cabecita a veces, se confundía con la mía, brindándome aliento. Recuerdo la piel marchita, tus manos, como corteza áspera, de árboles que abrazo, con fuerza, 92


cuando salgo a pasear, por el bosque. No me basta, con llevar flores, al cementerio, visitar tu frío nicho, pero me consuela, el hecho de saber, que estuvimos juntos, hasta el último aliento. Aprovechando esta ocasión, te doy gracias, por tu sincera compañía, todo lo que me brindaste, en esta vida.

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PAMELA KAREN MEDRANO MOSCOSO (Bolivia) Nació 23 de mayo de 1985, en Cochabamba, Bolivia. Poetisa, cantante, dramaturga y activista política. Licenciada en Sociología. Realizó cursos de danza, música y teatro. Participó en varios eventos culturales de danza, teatro, declamación en los últimos cursos del colegio. En la Universidad participó en actividades cinematográficas (2010-2014) con Convenio de la Carrera de Comunicación Social en Artes escénicas y Artísticas. Fue Secretaría de Género Generacional en el Centro de estudiantes de la Carrera de Sociología los años (2007-2008), en la Universidad Mayor de San Simón. Actualmente se dedica al trabajo social en instituciones como Federación de Adultos Mayores (FEDEAMCO) y entidades Cívicas como la Federación de Juntas Vecinales de Cochabamba (FEDJUVE). Es integrante de la Unión de Poetas y Escritores de Quillacollo (UPEQ). Sus poemas y cuentos forman parte de los libros digitales: Gala poética internacional el mar boliviano de la UPEQ (2ª ed., 2021), cuentos y poesías en tiempo de pandemia (2ª ed., 2021). Es coautora del libro físico de la UPEQ: Poesías y cuentos para el escenario (2021).

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AVENTURA CON EL ABUELO (poesía) Pamela Karen Medrano Moscoso Abuelo… recuerdo esa sonrisa, tan picarona, llena de vida. Remonto con la memoria, tiempos de dictadura, marcados años del ayer, de dolor y pobreza, decías que lo mejor de aquellos días, era galopar con burros y caballos, pesquisando fuentes de agua, en cantaritos de barro, a distancias lejanas. Lección de aprendizaje, desde la edad tierna, prepararnos muy de madrugada, en las labores cotidianas, hasta que caiga el día. Abuelo… siempre endulzabas la vida, con muchos chocolates y caricias, nos recordabas el hecho de disfrutar, un pedazo de pan con la familia, lo más preciado de la vida. Nos sentábamos noches, en el sillón viejo de la sala, 95


contando historias idílicas, con la abuela, recordando épocas, de gobiernos militares, que desestabilizaron la economía, existían aun, indulgentes ciudadanos, que abrigaban esperanza hacia el progreso, se tornaban muchos brazos caídos. Las horas no parecían pasar… percibía el sonido de su voz, trascendía todas las paredes viejas del dormitorio, dibujaban su grandiosa astucia, narrando cuentos en solo segundos de mucha atención, y llegado el momento, Mama Naty, nos llamaba para ir a la cama.

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NORMA MAYORGA (Bolivia) Nació el 17 de julio 1950, en La Paz, Bolivia. Profesora de Literatura, Asesora Pedagógica, poeta, narradora y ensayista. Realizó un curso de administración escolar en Osaka Japón (2003). Representó a Bolivia en el Forum de la Palabra en Barcelona (mayo 2004) como parte del Comité Escritores en Prisión del PEN Bolivia. Fue secretaria general del PEN Bolivia (2003-2004). Y vicepresidenta el Comité de Literatura Infantil y Juvenil Cochabamba (1995-1996). Cofundadora de Escritores Unidos (ESUN). Actual presidenta de ESUN. Por su trabajo pedagógico y literario ha recibido varias distinciones departamentales y nacionales. Sus poemas y cuentos forman parte de importantes antologías nacionales e internacionales. Poesía: Camino de cardos (2006). Cuento infantil: Un Dragón en Sipe Sipe (2016), Es un Bóxer mi Doctor (2ª ed., 2017), El Gusano Turista (2017). Antología: Azul Infinito — antología poética en coautoría con Gonzalo Montero— (2018). Cuentos y poesías: Bajaron las nubes (2009). Cuento: Entre el terror y el amor (2018).

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ABUELA1 (poesía) Norma Mayorga

Crecí al calor de tus cuentos y picardías en los trenes que cantaban las leyendas de Arpita. Abuela, tierra de cuentos legendarios cantos, juegos y costumbres. Recuerdas abuela, cuando entre molles y eucaliptos el eco de la montaña repetía tus refranes cuando cabalgaba el abuelo desafiando a los vientos que bordeaban la laguna cuando tunas y algarrobos endulzaban nuestras tardes de limpiar el sembradío. Queda en acequias y huertos tu pensamiento quechua, tu palabra dura y breve

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Poesía del libro: Camino de Cardos (2006) de Norma Mayorga.

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vencedora de ciclones. Abuela: Hermana del tiempo. Labraste tu imagen día tras día en espejos tras espejos. Vuélvete abuela y mírate en mí

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TERESA KUBBER ROMÁN (Bolivia) Nació el 20 de agosto 1948, en Roboré, Santa Cruz, Bolivia. Maestra de literatura y lenguaje por el Instituto Normal Superior Simón Bolívar de la ciudad de La Paz. Maestra Budista del CHAN y ZEN. Reside en San Diego, California. Ganadora del primer premio de Literatura latinoamericana en el Estado de Nueva Jersey. Publicó en el junte literario dirigido por los escritores Clemente Soto Vélez (Portorriqueño) y Rafael Catala (cubano) Junto al escritor portorriqueño José Luis Colón Santiago —conocido como Wiso— (+), publicaron las revistas "Fretezer" y "Piel de kantuta".

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EL ABUELO ALEMAN (cuento) Teresa Kubber Román Vivía en Fráncfort (Alemania). El gobierno boliviano le invito para realizar topografías e inspeccionar los aviones de carga. Guillermo Kubber, que así se llamaba llegó a la ciudad de La Paz. Le impresionó la altura y le llamó mucho la atención las cholitas con sus brillantes polleras que vendían verduras. ¡Mucho frío! —dijo el gringo. —Seguiré a Cochabamba y luego a Santa Cruz de la Sierra. Su punto consistía en llegar a la frontera Quijarro (Bolivia)-Corumbá (Brasil). Allí se encontraban los otros ingenieros. A su regreso quiso conocer un pueblo que le llamaban "Perla del Oriente: Roboré, le comentaron que ese nombre significaba "Piedra redonda”, en lenguaje chiquitano. Se encantó y allí quedó prendado de doña Mariana. Se casaron, y tuvieron tres hijos varones y una hermosa niña. Pasaron los años. Los pobladores le decían: —Sr. Kubber, por favor arrégleme el carro, la bicicleta, la radio etc. Muy respetado y querido. Pero su gobierno, lo llamo de vuelta. El gringo acongojado, dejó de reír, de cantar, de tomar cafecito con cuñape'. De gringo se pasó a camba. Entro a su cuarto: Su sombrero, gabardina y su escopeta colgados en la pared.

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Sus zapatos café inmaculados, al lado de una brújula "Made in Germany". Ese día se fue. Sin embargo. Todo brillaba y olía a Guillermo Kubber. Mi abuelo de bigotes, suspensores y cabellos blancos, andará en su bella Fráncfort, y por la casa de Goethe, atravesando el puente, con los cantos de Carlos Gardel. Sigo esperando a mi abuelo, que me dijo "Volveré pronto Yaric. Cuida tu muñeca y tú Kantuta". ¡Tocan a la puerta! Abro ¡Oh! es mi abuelo Kubber de regreso de Alemania.

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RUTH MIROSLAVA RIVAS MARISCAL (Bolivia) Nació en Cochabamba, Bolivia el 27 de octubre de 1956. Escritora, poeta y traductora del idioma español a la quechua boliviana. Hija del escritor Luis Rivas Alcocer. Sus poemas han sido seleccionados e incorporados a varias antologías nacionales e internacionales de poesía. Logró varios premios internacionales de poesía. Forma parte de varias instituciones culturales, entre ellas de Escritores Unidos, Escritores Independientes de Bolivia y del PEN Santa Cruz. Participa de encuentros literarios virtuales y presenciales. Libros. Poesía: Pentagrama en mi piel (2018). Fábula: Fabulas de Esopo Quechua—Castellano (2019). Cuento: Cuento para niños. Lombrita y Mama tierra (2020).

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LAS MANOS DE MI ABUELITA (poesía) Ruth Miroslava Rivas Mariscal La niña que llevo dentro acurruca en los recuerdos impetuosas emociones diluyendo mis sentidos. Busco palabras muy suaves como tus manos de seda con las cuentas del rosario madrugadas alabando. Tardes de pura alquimia tu voz querida y lejana recitándome poesía evocando siempre a Bécquer. Lúdicas agujas e hilo jugando entre los dedos bordan en blanco lienzo con rayos de luz de luna. ¡Ay! mi abuelita Adrianita con tus manos en el piano esculpiste en mi memoria limpia melodía ¡casta! ¡El apego queda en mi alma, soy la niña que te mira!

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JOSÉ EDWIN LORA RIOJA (Bolivia) Nació el 8 de septiembre de 1977, en Oruro, Bolivia, pero vive en Quillacollo desde hace varias décadas. Abogado, poeta, músico y gestor cultural. Estudió primaria en la escuela “Daniel Salamanca” y segundaria en el colegio “Juan XXIII” y educación superior en la carrera de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Mayor de San Simón. Realizó el curso de Maestría en Derecho Constitucional, FUNDES, Universidad Técnica del Oriente. Participó en los concursos de poesía en los años 2002, 2003 y 2004; obtuvo el primer lugar los dos primeros años y el segundo lugar el tercer año. Ocupó cargos en el municipio de Quillacollo. Actualmente es asesor legal en el Viceministerio de Tierras de Bolivia. Forma parte de la UPEQ y del Ateneo Jurídico de Quillacollo. Sus poemas forman parte de los libros digitales: Gala poética internacional el mar boliviano (2ª ed., 2021) y Poesías, cuentos y ensayos sobre el maestro (2021) editado por Roberto Ágreda Maldonado. Es autor del libro de poesía: El otro rostro del espejo (2003),

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MI TATA (poesía) José Edwin Lora Rioja Enclenque, débil, solo… Ese no es mi abuelo. Salir cada domingo, todavía con la pelota bajo el brazo. ¡Ese es él! ¡Él que se monta la bici, y bamboleando regresa, quién sabe de dónde o quién sabe con quién, o quién sabe con qué; pero que llega montado, llega! No derrama una lágrima, según él, ya se le acabaron. Pero esta para dar una palabra oportuna, aunque sea una palabrota, esta. Él que compara un mono con un gallo y un conejo, Para terminar, alabando al Marcelo. Ese es el abuelo, más pícaro que mis hijos y más sabio que todos juntos. Él que le da lo mismo vestir de playera o ponerse un traje fino. Lo que importa es estar vestidos. Ese es mi irreverente abuelo. Él que todavía, recuerda con empute a mi padre, 106


que se fue primero, y aun lo odia por ello. Él que no duerme, porque espera a la muerte con paciencia y templanza. 92 es mucho, dice con resignación. ¡Él es mi abuelo!

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RODOLFO CLODOMIRO SIÑANI PAZ (Bolivia)

Nació el 16 de julio de 1938 en La Paz, Bolivia. Antropólogo, municipalista y poeta boliviano. Exiliado político por lo que residió en Suecia de 1976 a 1986. De retorno en Bolivia fue director de cultura del Gobierno Autónomo Municipal de Punata en varias oportunidades. LIBROS. Ensayo: Los intelectuales, su mundo y su época (2009), Nociones de Derecho Municipal (2010), Pensamiento y conciencia en la revolución plurinacional —editor y compilador— (2011). Poesía: Apuntes poéticos (1978), Cantos para amar y rebelarse (1982) y Poema épico. Autobiografía en verso libre —Libro digital— (2021).

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LOS MOLLES Rodolfo Siñani Paz Se salvaron de la extinción del medioambiente y la catástrofe de la sociedad. Vivian casi clandestinos observando los cambios de la vida y en la vida, desde la ventana de un antiguo edificio de jubilados rentistas. El rediseño del Estado, de sus usos y costumbres, ocupaba preferencia en la lista de los derechos y deberes. Ella, con más de 70 abriles, alegre y de convicciones justicieras. Él, octogenario enterrador de amigos y camaradas que ya se fueron, miraban a través de la vidriera el movimiento social de la gente y la rutina de sus nietos y amiguitos que jugaban alrededor de los molles del viejo parque. Todos enmascarados con la nueva prenda de vestir: Barbijo. 109


He ahí la diferencia y curiosidad del momento.

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DELIO ALCARAZ MASÍAS (Bolivia) Nació el 20 de septiembre de 1958 en la Villa Imperial de Potosí, Bolivia. Profesor, escritor de literatura infantil, articulista e investigador. Trabajó en el periódico “El Siglo” como diagramador y redactor del suplemento infantil “Chilquilín” y “Literario”. Integra el Comité de Literatura Infantil Juvenil de la Sociedad Boliviana de Escritores. Fue coordinación del área literaria del IV Festival Internacional de la Cultura Potosí — Sucre; en cuyo evento se reorganizó la Sociedad Boliviana de Escritores y Poetas de Bolivia (SODESBO), del que fue su primer secretario fundador. Es autor y compilador de más de 20 publicaciones. Libros: Destellos de literatura infantojuvenil (2003), Potosí. Tradiciones y leyendas (2005), Monumentos religiosos. Patrimonio de Potosí (2006), Valores y virtudes. Relatos y pensamientos (2008), Potosí. Patrimonio natural y cultural de la humanidad (2009), Potosí. Crónicas de la Colonia (2010), Cochabamba. Tradiciones, leyendas, mitos y cuentos populares (2010), Bolivia mítica (2015), Potosí. Patrimonio del mundo (2020).

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EL MENDIGO DESCONOCIDO2 Delio Alcaraz Masías

Unos días antes del desastre de Tapacarí en el que los ríos que le circundan por las intensas lluvias caídas aumentaron tanto su caudal que sus aguas hicieron desaparecer gran parte del pueblo llegó a ésta un hombre muy castigado por la dureza de la vida; tenía la tez pálida, demasiada flaqueza, ojos encendidos y pelo erizado. Vestía un traje andrajoso con las ropas rasgadas y sucias; su presencia era tan horrible que todos lo miraban con desprecio y miedo. Nadie supo de dónde vino y cuál era su nombre, sólo lo vieron mendigar en el pueblo pidiendo comida y cobijo. En actitud sumisa e inofensiva, se le vio vagar por las calles hurgando basureros o en algunos casos comiendo las sobras de los hacendados más ricos. Días antes de la fatal inundación un grupo de potentados se habían reunido en una de las haciendas, una de las más ricas, en el que no se había escatimado esfuerzo alguno en ofrecer a la selecta concurrencia los manjares más apetecidos y costosos de los alrededores. Este afligido mendigo, como era su costumbre, se animó a tocar las puertas de la mansión y solicitar unos mendrugos de la opípara comida. 2

Pág. 170 del libro Tradiciones, leyendas, mitos y cuentos populares (2010) de Delio Alcaraz Masías publicado por el Grupo Editorial Kipus. 112


Aproximándose a la puerta, pide por amor a Dios, pero como nadie le responde, entreabre la puerta y entra a la sala principal; al ver la cantidad de alimentos que había sobre ella, no se anima a levantarse sin el permiso del dueño de casa. Momento en que el anfitrión, en franca conversación con los invitados traspone la puerta y al ver al mendigo cerca a la mesa en actitud de tomar los alimentos, sale a su encuentro junto a sus sirvientes, dispuestos a darle una lección por su atrevimiento. Éste al ver la actitud iracunda del dueño de casa, pese a su esfuerzo en la fuga, no llega lejos pues los parciales del dueño de la hacienda le alcanzan y dan una reverenda tunda que un poco más y lo matan. Maltrecho con las ropas hechas jirones, arrastrándose llega al dintel de una puerta, donde se acurruca en espera de su muerte. Pero Dios es grande, en eso una buena mujer que pasa por el sector, tiene compasión de su estado; ayudado por algunos vecinos lleva al mendigo a su casa para curar sus heridas y darle alimento para que el mismo se recupere de su lamentable estado. Poco tiempo después el ermitaño, muy agradecido por el noble gesto de la mujer, le dice a la mujer: “Lo que has hecho es algo muy grandioso y tendrás una recompensa, agarra a tu familia y coge tus pertenencias y vete de la población sin mirar atrás”, haciéndole entrega luego de una pequeña bolsa con la estricta recomendación de no abrirla hasta que él se haya marchado. 113


La señora queda intrigada por las palabras del mendigo y más aún por la forma como éste las había dicho, ya que nunca se le había oído hablar ni actuar así. No toma en cuenta las advertencias por ser para ella algo sin importancia. En tanto, el cielo se cubre de sendos nubarrones y la caída de unas gotas de lluvia, presagian que la misma va a ser fuerte. En efecto la tormenta no cesa y el pánico comienza a sentirse por el miedo de la crecida de los ríos. Así pues, sucede a las pocas horas del hecho, los dos ríos que circundan la población se desbordaron de tal manera que causaron pavor a toda la población; porque las aguas bajaron con tal ímpetu que se llevaron todo lo que encontraron a su paso; la hacienda del potentado no fue la excepción, llegando el agua lo arruinó de tal suerte que después que pasó el estrago no se supo dónde estaban los cimientos. Se dice que las aguas turbulentas de los ríos hicieron desaparecer gran parte de las construcciones del pueblo antiguo incluyendo el templo que fue arrastrado completamente. La mujer piadosa se salvó milagrosamente junto a su familia, pero perdió casi todas sus pertenencias, menos algunos objetos personales donde se encontraba la bolsa del mendigo, que al abrirla descubrieron una gran 114


cantidad de pepitas de oro que les sirvió para paliar su situación. Aquel anciano mendigo, era Dios que se había transformado en un ermitaño para probar los sentimientos de la gente. Tapacarí, 1996

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Fuente: Iván Mallón

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COLOFÓN La primera edición de este libro digital, Inolvidables abuelos. Poesías, cuentos y ensayos de homenaje, se terminó de diseñar hoy martes 24 de agosto de 2021, en Quillacollo, Cochabamba, Bolivia.

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Nuestros ancianos, son parte de nuestra propia historia como humanidad; que la comprensión de lo que han sido, nos permita crear en su presente vivido, una relación interior satisfactoria, tanto para ellos, como para nosotros. Este tributo, es un homenaje a los abuelos del mundo, cuyas huellas profundas nos han constituido, en el eterno devenir del tiempo. María del Rosario Aquím Chávez Docente de grado y posgrado UMSA

El libro Inolvidables abuelos. Poesías y cuentos de homenaje, es un rosal de estilos y palabras tejidas con las ajugas de esperanza por mejores días de los abuelos, quienes siempre nos acompañan, con la fortaleza de soportar las derrotas y también para celebrar el éxito, como parte de la vida cotidiana y universal. Roberto Ágreda Maldonado Docente de grado y posgrado UMSS

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