Artista Invitado
La comedia del arte en la pintura de Alirio Sánchez José Gregorio Noroño
A
lirio Sánchez (1962), artista falconiano, Premio Regional de Artes Plásticas 2010, ha expresado que cuando pinta espera que el espectador se conecte con su trabajo, se deje llevar por lo que la obra le transmite, y así poder generar en su interior su propia historia. Considero que así debe ser, que cada espectador debe tomar la iniciativa de dialogar con la obra de arte, escudriñarla, interpretarla, recrearla; lo que le permite ir más allá de la idea, de la intención conceptual o temática desarrollada por el artista. Si bien conozco la obra de Alirio desde hace 26 años –aunque él anda en el mundo del arte desde hace 40 años–, en mi caso, como investigador y crítico de arte, no quise acercarme a él para indagar cuál es su intención artística en sus trabajos recientes; he preferido interrogar la obra y no buscar pistas en el autor. Claro está que los conocimientos previos que poseo sobre el artista y su obra condicionan mi actual apreciación. Su actual producción visual, aunque con otros ingredientes plásticos, iconográficos y compositivos, no deja de estar construida sobre la base que sostiene su poética visual, entendiéndose ésta como ideas, temas, conceptos, teorías e imaginario. En la pintura de Alirio Sánchez la figura femenina ha sido su leitmotiv, su tema central, recurrente, cuya imagen aparece de manera incesante entre follajes, entre
una profusa vegetación. A sus mujeres las vemos sumergidas, fusionadas, mimetizadas con la naturaleza; esa que resultó impactante, alucinante, mágica, indomable e innombrable para los primeros conquistadores europeos, quienes la vieron “como la exuberante proliferación de lo desconocido, donde el hombre, metamorfoseado, brota como un elemento más”, como dice Víctor Bravo en su libro Terrores de fin de milenio: del orden de la utopía a las representaciones del caos (1999). Tales características de la naturaleza americana, real, mágica, insólita y maravillosa, donde sus habitantes conviven
ensamblados en ella, ha sido un referente constante en el creador latinoamericano, quien lo ha reflejado en toda su literatura y artes visuales. Alirio Sánchez es uno de esos artistas que ha bebido de esas fuentes, de la literatura real maravillosa y del realismo mágico, que abordan lo insólito, lo irracional, lo exuberante, lo inverosímil, onírico y fantástico, categorías constantes en nuestro ser y hacer latinoamericano. Si bien antes las figuras femeninas de Alirio aparecían entre follajes, habitando solitarios espacios naturales, construidas con una pincelada suelta, espontánea, lírica, y de colores telúricos (marrones,
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