IV. Los protagonistas de la corrida Pasaron varios días. Una tarde el cielo se veía encapotado, la pañí, se hacía presente y ambientaba el diálogo que solían tener Jerónimo y el abuelo Manuel en la biblioteca. Era una lluvia muy fuerte acompañada de relámpagos, entonces Jerónimo se dirigió de manera muy franca y segura a su abuelo. –¡Abuelo, abuelo! ¿Ya escuchaste la tormenta? ¡Qué bravura, verdad! –Ay Jero, creo que cada día estás más chalado, es decir, te estás volviendo como yo, un loco enamorado de los toros. Así pasa, luego se aplica el lenguaje de la tauromaquia que vas conociendo a la vida, a todas las cosas que suceden. Eso es algo que distingue a los aficionados, nos une, nos identifica. Jerónimo sonreía y sus ojos brillaban. –Pues sí, me gusta mucho, abuelito, oye, ¿podemos platicar hoy de las personas que participan en la corrida? Las he visto, pero no sé bien como se le dice a cada una. –Sí, vamos a ver, tú sabes que los principales actores son el toro y el torero, pero además están todas las personas que trabajan en la organización de este festejo, son muchas: alguaciles, toreros, subalternos, picadores, monosabios, puntilleros. Jerónimo y el abuelo se estaban sensibilizando al ambiente mientras platicaban pues percibían los fuertes relámpagos que se escuchaban sobre la ciudad, era 32