PRÓL O G O
Un mundo fascinante Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro y el corazón afuera. Y cuando se tienen dos hijos se tienen todos los hijos de la tierra… Andrés Eloy Blanco Los hijos infinitos Ella ama con todo su corazón el mundo del toreo, tal vez por eso, su vida es una tarde de sol, claveles encendidos y serpentinas al vuelo color de rosa y amarillo. Ella, todo lo hace desde la perspectiva de un ruedo imaginario. Me ha dicho que muchas cosas que están escritas en este libro son experiencias vividas con Julián y Santiago, sus hijos, a los que les ha inculcado un profundo amor por la tauromaquia. Es más, el inicio del libro es un hecho real relacionado con uno de ellos. Un día, el mayor iba en el autobús escolar y se suscitó una anécdota parecida a lo que acontece en los primeros párrafos del relato que prologan estos renglones –sobra decir que todo escritor saca parte de sus historias de su propio inventario 7