La buena nueva
Aún no eran las siete cuando sonó el teléfono. Estaba en la parada del ómnibus. Has ganado una beca de creación, dijo la voz. La parada llena de gente que zumbaba y miraba a los relojes. Felicidades, dijo la voz. He ganado, pensé. Es la primera vez en mucho tiempo que gano algo, pensé. El ómnibus se detuvo frente a nosotros. La gente comenzó a aglomerarse para subir. He ganado, pensé. El camino me pareció interminable. En casa está mi marido. He ganado la beca en el extranjero, le digo. Un abrazo giratorio. Mis piernas flotando en el aire de la sala. Ojalá pudiéramos salir a celebrarlo, dice. Pero yo no necesito más festejos que esta alegría de tenerlo cerca de mí. Cómo fue tu día, pregunto. Mal, responde. No me dieron el trabajo, otro llegó antes. No te preocupes, digo. En realidad, me alegra que no te lo hayan dado. Luego de la demolición del museo de arte contemporáneo todo ha sido más difícil. 75