ENTORNO
po s c o n f li c to
“Tener una vida digna impide que se regrese a la guerra”
El director del Fondo de Cooperación de la Unión Europea para Colombia, Francisco García, asegura que más de 100.000 familias campesinas han transformado sus vidas y hecho productivo el campo. “Hace un poco más de 17 años me propusieron venir a trabajar a Colombia, más específicamente, al campo colombiano. En ese momento, el país
no era un destino en el que muchos europeos estuvieran interesados en venir, dada la situación del conflicto que conocíamos allí. Ahora, hemos podido ver un cambio, un cambio que traerá desarrollo y productividad a los colombianos”, asegura Francisco García, director del Fondo de la Unión Europea para la Paz en Colombia. Es así como desde hace 20 años el Fondo ha trabajado en la consolidación de una estrategia de renovación de la ruralidad colombiana, trabajando de la mano del gobierno y los campesinos. “El año pasado, los 19 países que conforman el fondo habíamos decidido retirarnos, terminar nuestra inversión de cerca de 20 años, pero cuando se firmaron los acuerdos de paz, hubo un cambio y decidimos seguir trabajando por Colombia”, afirmó. El Fondo decidió continuar con la inversión en el país trayendo una inyección de capital de 125 millones de euros, con los cuales se elaboran planes de reconstrucción de tejido social con los excombatientes de las Farc y proyectos productivos con los campesinos y habitantes de las zonas rurales del país. “Hemos apoyado proyectos en Caquetá, Guaviare, Nariño y Putumayo, especialmente con familias campesinas que por años se dedicaron a la producción de coca, ahora
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800.000 mujeres campesinas se han beneficiado con la inyección de capital del Fondo Europeo.
cuentan con cultivos de café, cacao, panela y frutas, gracias a nuestro apoyo, el cual brindamos a través del presupuesto gubernamental”, asegura García. El Fondo realiza anualmente una inversión que se refleja en el presupuesto colombiano. “Nosotros le entregamos ese dinero al gobierno colombiano que se encarga de enviarlo a los diferentes ministerios y entidades estatales y medimos nuestras inversiones en resultados”, añade. Y los resultados se han visto reflejados en importantes cifras. De acuerdo con el director de la entidad; 119.000 familias han sido beneficiadas en dos años a través de la formalización de la tierra, 14.000 de ellas son indígenas o afrocolombianos, 54.000 campesinos han recibido una vivienda nueva, 453 empresarios que antes estaban en la ilegalidad ahora cuentan con empresas legales, 340 micro negocios han recibido talleres y asesorías en tecnología, y se han creado más de 170 empresas nuevas. “Los beneficiados aseguran que se sienten mucho mejor que antes, en el caso de los campesinos que estaban dedicados al cultivo de coca, sienten una tranquilidad porque ya no viven en la ilegalidad, tener esa vida digna permite que no regrese la guerra de nuevo”, asegura García. Además de los campesinos beneficiados, el Fondo ha apoyado a los excombatientes de las Farc para que no regresen a la ilegalidad. “A través de varios proyectos, hemos entregado apoyos para la nueva cooperativa de las Farc,también hemos creado empresas nuevas con ellos e incluso tenemos un importante gurpo trabajando en capacitación para desminado. Ya los vemos hablando con los demás campesinos o incluso con los militares, algo que se pensaba imposible”, afirma el director. Para los próximos años, hay un gran interés de los miembros de la Unión Europea y del Fondo de seguir apoyando los proyectos en Colombia.