NAVEGACIÓN AÉREA
Siempre ambicionó el hombre la conquista del espacio; bajar al fondo de los mares y cruzar sus mis teriosos senos; subir á las transparentes esferas at mosféricas y recorrer sus anchuras azuladas; nadar bajo las olas ó volar sobre las nubes. Realizar, en suma, lo imposible, porque lo impo sible es lo único que nos atrae, lo único que aviva el deseo. En cambio, lo posible, es prosáico y es ruin. Ir en dos pies por el mundo, ¿qué mérito tiene? Esto lo hace cualquiera, y los cuadrúpedos hacen mucho más: precisamente el doble, porque van en cuatro. Parece que la Naturaleza sólo puso á disposición del ser humano la superficie del planeta, tan llena de valles y montes, pedruscos y matorrales, para que el rey de lo creado, á cada paso tropezase; y que, en