— 369 — que toda combinación química es imposible; en que las afinidades más poderosas parecen heridas de muerte; en que los ácidos más enérgicos, las más enérgicas bases, están en presencia como cuerpos inertes, y dijérase que así como el frío acababa con la vida, infunde una muerte especial en el mismo seno de las substancias inorgánicas; ¡la muerte de la inmovilidad! Prescindiendo de los procedimientos prácticos que Mr. Pictet y otros físicos han empleado para ob tener resultados tales y sin abandonar el terreno de la teoría, como antes anunciamos, puede demostrarse que hay modo de robar á un cuerpo indefinidamente su calor. Para hacernos comprender, sirvámonos de un ejemplo, ó, mejor dicho, de un símbolo bien cono cido de nuestros lectores. Si una masa de agua cae de un nivel superior á un nivel inferior y encuentra en su camino un re ceptor hidráulico, por ejemplo, una turbina, sabido es que desarrolla uu trabajo motor. Así, pues, el hecho de caer el agua de una cata rata, puede utilizarse para la creación de cierta ener gía industrial. Y después de haber obtenido esta fuerza cierto número de litros que estaban en el tramo más alto quedan en el tramo inferior. Pero el fenómeno podemos decir—empleando una 24