LA FRAGUA. El flamenco desde La Isla de Camarón. Nº 16

Page 15

maría vargas

- DE APELLIDO FLAMENCO -

ezequiel benítez · quimeras del tiempo. ilus3

antonio canales · de tú a tú en la fragua

Nº 16 | Junio 2020

Revista LA FRAGUA

El flamenco desde La Isla de Camarón

ISSN

2444-5460

Depósito legal

CA15-2015

Redacción

info@lafraguadelaisla.com

Edita

La Fragua. Asociación Cultural

Flamenca

Diseño & Maquetación

DestinoEstudio

equipo de redacción

carlos rey | carmen mateos | lolo picardo | trysko | antonio mota | chico cárdenas | antonio jiménez cuenca

foto portada

juan luis monge

foto central maría araguz, la gafa

colaboradores

josé lamarca | antonio canales | eddie pons | gabriel urbina | ignacio escuín

| anna valls | manuel martín martín

| manuel bohórquez | estela zatania

| lucy ramírez malo | josé antonio

hernández guerrero | mª del carmen

garcía tejera | laura vital | maría luisa

vargas | inma caña | juan luis monge

| francisco urri |rafael barrios | julio cordero | paco barroso | pedro barrero | mari paz pérez | juan silva

» sumario « 04 editorial 05 arquitectura flamenca belén y gema 06 crónicas nacionales 08 el colmao flamenco el pregón de macandé 10 entrevista principal maría vargas 14 con camarón y con maría vargas 16 flamenco desde la isla de camarón 19 contexto flamenco 22 flamenco en imagen 26 los medios de comunicación en los orígenes del flamenco manuel martín martín 27 flamen´comic eddie pons 28 entrevista ezequiel benítez 30 planeta flamenco 32 desde la red 33 reencuentro con lamarca 34 fraguando letras 35 literatura y flamenco 36 con otro toque 38 sugerencias 40 el isleño ramón sartorio, el santolio manuel bohórquez 42 entrevista antonio canales 44 artículo estela zatania
1968 licy ramírez malo
45

no pudo ser

Se podría decir que el año fragüero comienza cuando el invierno da sus últimos suspiros de despedida y ya se huelen los aromas de la primavera, olvidados ya los excesos navideños y el derroche de ingenio de las coplas de carnaval. El aperitivo de la primavera flamenca de La Fragua suele ser la asamblea de socios; el primer plato, el fallo del Concurso de Letras y como plato principal, el Trasmallo, que cita a los flamencos la primera luna nueva de primavera. Pero la COVID-19 irrumpió y lo frenó todo. Debido a la declaración de estado de alarma, hubo que aplazar el fallo del jurado del Concurso de Letras Flamencas, un jurado formado este año por José Antonio Hernández Guerrero, Ana Lizana Díaz, Fermín Lobatón, María del Carmen García Tejera y Ezequiel Benítez.

Aplazada quedó también una programación flamenca ya cerrada que auguraba un Trasmallo muy especial, ya que este año, la Asociación había aprobado el nombramiento como socios de honor de cinco personalidades destacadas del flamenco: José María Velázquez-Gaztelu, Pepe Lamarca, Antonio Murciano, José Antonio Hernández Guerrero y Lela Fontao. Se esperaba contar con la presencia en La Isla de algunos de los homenajeados para un entrañable acto que tendría lugar en la Venta de Vargas.

Programadas quedaron también las actuaciones de Ezequiel Benítez con Paco León; David Nieto con Jesús Castilla y Jaime de La Isla; Joaquín de Sola con Rafael Chico, y Mawi con Adrián Trujillo y Carlos Llave. Se contaba también con un taller de castañuelas y compás que impartiría María José Coca con Daniel Ramírez y Jesuli

Carrillo, así como Flamenco en Barra, actividad que se estrenó con gran éxito en el Trasmallo 2019. El fotógrafo Jean Michel Rillon nos traería sus fotografías desde Nimes y la recién inaugurada Galería ERA tenía prevista para las mismas fechas una magnífica exposición de la obra del fotógrafo Pepe Lamarca.

Quedaba aprovechar la espera que nos facilitaba el confinamiento para dar forma y vida a este número 16 de la Revista La Fragua que tienen ustedes en sus manos. Hemos podido conversar con grandes artistas como Ezequiel Benítez, Antonio Canales y María Vargas, espléndida en la foto de portada que nos cede el fotógrafo isleño Juan Luis Monge, quien cubre también las páginas de A golpe de diafragma. Los tres nos han concedido suculentas entrevistas desde sus hogares. Contamos también con colaboradores articulistas como Manuel Martín Martín, Manuel Bohórquez, Estela Zatania, Carlos Rey, José Antonio Hernández Guerrero, María del Carmen García Tejera y Lucy Ramírez Malo. La fotógrafa chiclanera María Araguz ocupa nuestras páginas centrales. Y por supuesto, las secciones ya habituales de Eddie Pons, Antonio Canales, Gabriel Urbina, Antonio Mota, Lolo Picardo, Antonio Jiménez Cuenca y Juan Antonio Iglesias, Trysko.

Esperamos que la situación cambie pronto y nos permita retomar la actividad normal. Mientras tanto, disfruten de la lectura de este número 16. Tras esta primavera fragüera que no pudo ser, La Fragua espera ansiosa la llegada del verano.

.4 Nº 16 ∙ JUN 2020 › editorial
la primavera fragüera que

Belén y Gema

■ antonio canales | Hablar de estas dos maravillosas mujeres, máximas representantes del baile flamenco femenino actual, es todo un honor y una exaltación a la calidad, entrega y pasión de unas vidas, aunque aún muy jóvenes, llenas de maestría, solvencia y poderío. Ellas, desde muy pequeñas, han entregado sus días a la belleza del eterno arte sin condiciones, poniendo en el empeño sus cinco sentidos y todas sus energías e ilusiones. Se han consagrado al sacrificio supremo de las grandes heroínas de nuestro tiempo. Horas llenas de disciplina, sudor, trabajo incansable y viajes llenos de cansancio y soledades, haciendo con toda esta entrega crecer la semilla del talento que cada una de ellas posee.

Han contaminado y revolucionado el baile de mujer imprimiéndole fuerza y carácter, sin perder un atisbo de feminidad, dulzura y sensibilidad. Y podemos celebrar que, gracias a ellas, el baile flamenco hoy en día goza de una salud envidiable, con una técnica, modernidad y poderío jamás visto hasta el momento en el apartado de la mujer.

Son bailaoras del siglo XX que han podido admirar y estar acuñadas por las grandes pitonisas y faraonas de ese tiempo ya pasado, pero la explosión de sus artes y propuestas crecen y florecen en pleno siglo XXI. Debemos estar orgullosos de su compromiso y labor para con el baile y ayudar y aplaudir a estos fenómenos que no nacen todos los días y que son verdaderos tesoros para la cultura. Todos debemos contribuir a este milagro de mujeres únicas y luchadoras y genuinas, con nuestra más sentida admiración.

Era de esperar que dos caminos paralelos, aunque de lugares distintos y formas diferentes de ver el baile, acabasen juntas paseando de la mano por la gran avenida donde celebran los triunfos los grandes laureados de las artes. Y tenemos que brindar con emoción por la unión artística de estos dos titanes flamencos de nuestra actualidad.

¡Vaya mi más sentida admiración!

.5
› arquitectura flamenca
Nº 16 ∙ JUN 2020
Belén López y Gema Moneo.

FESTIVAL FLAMENCO DE JEREZ 2020

ción de público, el off festival y la aceptación en general por parte tanto de crítica como de público al festival jerezano, lo sitúan, como decíamos, en la órbita de los grandes acontecimientos mundiales en torno al mundo flamenco.

Debemos destacar el concierto del cantaor José Domínguez, el Cabrero, que sirvió de acto inaugural del festival en las Bodegas González Byass y que ha supuesto su retirada y despedida de los escenarios. Por otra parte, apuntar los ciclos de espectáculos que han integrado el programa con 20 estrenos absolutos en espacios escenográficos de relevancia como el Teatro Villamarta o el Refectorio de Los Claustros de Santo Domingo, pasando por la Sala Compañía, el Palacio de Villavicencio y la Sala Paúl. Y, por supuesto, la presencia de primeras figuras de calado internacional. Cabe destacar que se colgó el cartel de no hay billetes en los espectáculos de Antonio, el Pipa, Sara Baras, Manuel Liñán, Andrés Peña y Pilar Ogalla, el Ballet Nacional y la Gala Cádiz-Jerez.

Dieciséis días de flamenco continuado, del 21 de febrero al 7 de marzo de 2020, se ha celebrado el Festival Flamenco de Jerez, que en su 24 edición está completamente consolidado y cada año se espera como agua de mayo por la afición. Ha sabido Jerez situarse en una posición ventajosa en el circuito internacional de festivales flamencos, mostrando, en esta nueva edición, una programación extensa en la que la presencia de los artistas locales ha sobresalido por encima de la media. Pero para eso Jerez quiere, puede y sabe. Y, además, manda en el género.

La programación, su desarrollo, la calidad de los escenarios, la buena organización y la calidad de las producciones, el trato a los artistas, el trato a los medios y su cobertura, la idoneidad de la época, la participa-

En números absolutos, la 24 edición del certamen ha rozado los 21.000 espectadores en 45 espectáculos y con una ocupación de media del 90 %. A esto hay que sumar los más de 1.100 alumnos que han participado en la oferta formativa, procedentes de 40 países. Hay que añadir el ciclo de peñas flamencas de la ciudad, con una amplia programación y compatible con la participación en el resto de los eventos; además de las actividades complementarias realizadas en la Bodega San Ginés con charlas, presentaciones y coloquios entorno al hecho flamenco; y también la programación del off festival, desarrollada fundamentalmente en los distintos tabancos de la ciudad, destacando la Guarida del Ángel, con una programación amplísima, así como las noches del patio de Casa Anita en la céntrica calle Porvenir. En definitiva, un feliz festival que convierte a Jerez en punto de encuentro de aficionados, artistas y programadores e implica a otros sectores de la ciudad en sus actividades complementarias, con lo que supone de desarrollo socioeconómico para la ciudad. Desde aquí queremos felicitar la celebración de este certamen.

.6 › crónicas nacionales
Nº 16 ∙ JUN 2020

XXI BIENAL FLAMENCA DE SEVILLA 2020

A pesar de la crisis sanitaria provocada por la pandemia mundial del Covid-19, el Ayuntamiento de Sevilla, en principio, parece que mantendrá la programación de la XXI edición de la Bienal de Flamenco de Sevilla, que se celebrará entre el 4 de septiembre y el 4 de octubre de este año. Es decir, que, dentro de la reprogramación de la agenda cultural de la ciudad, aunque aún por terminar de cerrarse la programación íntegramente, la Bienal mantiene su mes de celebración ofreciendo una rica, extensa y variada programación artística. En este sentido, como pregonero ejercerá Manuel Herrera, que fue director de la Bienal en tres ediciones, y romperá el hielo de los espectáculos el estreno absoluto Al igual que tú, de la bailaora granadina Eva Yerbabuena. En el off-bienal se contará con las actividades paralelas de La Bienal Enciende Sevilla, una programación que se desarrollará en los escenarios de tablaos y peñas de la ciudad.

Ismael Alcina

en la plataforma escueladebajistas.com

El cartel que da imagen a esta nueva edición fue presentado en diciembre del año pasado, no exento de polémica, realizado en una performance en la que participaron Juana la del Pipa y Rocío Molina, sobre una obra pintada por la artista plástica oscense Lita Cabellut. El cartel es el resultado del baile de Rocío Molina, que deconstruyó la obra zapateando sobre el lienzo.

Para la inauguración de la Bienal, el genial guitarrista trianero Rafael Riqueni ha compuesto unas sevillanas para realizar con ellas, el próximo 4 de septiembre en el Parque de María Luisa de la capital andaluza, un baile colectivo –flashmob–, coreografiado por el bailaor trianero Antonio Canales y la bailaora gaditana María Moreno. Se puede ver en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?time_continue=52&v=-slLwXLD0t8&feature=emb_logo. Así que se podrá estudiar para que el día de la fecha anunciado pueda ser realizado a nivel colectivo de manera global, ya que la convocatoria se ha realizado al mundo entero. El flamenco como vehículo de tolerancia, convivencia y comunicación de los pueblos del mundo ¡Hasta la próxima Bienal!

El reconocido músico isleño, que ha colaborado con artistas flamencos de la talla de Jose Mercé, David Palomar, Mariana Cornejo, Rancapino o Rafael de Utrera, se estrena como docente digital en la prestigiosa plataforma de e-learning Escuela de Bajistas. El gaditano, afincado en Barcelona y que ejerce como docente en la Escuela de Artes en Vivo del Prat y en la Escuela Superior de Estudios Musicales del Taller de Músics,

ha transmitido a nuestra redacción su confianza en el nuevo proyecto Introducción al Bajo Flamenco de la mediática plataforma de habla hispana creada por el reconocido youtuber Miki Santamaría. Dirigido sobre todo a los bajistas que tengan interés en conocer y perfeccionar la técnica y el enfoque propios del flamenco, puede además resultarles útil para el desempeño de otros estilos. Este curso requiere de cierta experiencia previa con el bajo a nivel intermedio o avanzado. «Para mí, es un honor ser el primer colaborador de escueladebajistas.com y compartir mi humilde experiencia en un universo tan rico como es el flamenco», ha reconocido el virtuoso artista isleño.

.7 › crónicas nacionales
Nº 16 ∙ JUN 2020

El pregón de Macandé

antológico, un cante único, un grito por fandangos que mezclaba tercios de seguiriyas, soleá, tangos o bulerías; porque Gabriel Macandé era uno de esos flamencos irrepetibles, con cantes en extinción que no han tenido dupla en el flamenco.

«A la salida de Asturias, a la entrada en la montaña fabrico mis caramelos para venderlos en España. Si los quiere de menta yo los tengo de limón. Los tengo de Gaona, Belmonte y Vicente Pastor».

■ lolo picardo | Gabriel no era un cantaor profesional de flamenco, más bien diría que era un buen aficionado y que interpretaba el flamenco con más corazón que nadie; porque el flamenco es de sentimientos y de angustias, y de llantos... y de alegrías. Cada vez que cantaba, volvía loco a todos sus oyentes, pero cantaba para vender sus caramelos, no cantaba para ganarse la vida. Su bohemia no le permitía cantarle a cualquiera. El mismísimo coronel Sanjurjo, en Ceuta, se quedó con la cara partía con veinte duros en la mano porque no quiso cantarle. Y no le importó que a renglón seguido lo echasen de la ciudad, él era Macandé.

Gabriel Díaz Fernández nació en Cádiz a finales del siglo XIX. Nació gitano y pobre. Vivió de lo que pudo y acabó vendiendo los caramelos que él mismo fabricaba y que envolvía en estampas de toreros. Eso sí, cuando te lo vendía, te premiaba con un pregón

Macandé era la forma con que los gitanos extremeños llamaban a los locos y alguien, prediciendo lo que le pasaría a posteriori, adelantándose a lo que le depararía la vida, le ciñó el apodo. Porque la vida de Gabriel no fue fácil y a su inestabilidad emocional innata le siguieron los vaivenes de la vida. Sobre todo, cuando se casó con Encarnación, muda de nacimiento y que le dio otros tres hijos con el mismo problema vocal. Y al final, con 38 años, con una esquizofrenia galopante, la vista destrozada por un tracoma y la sífilis, que fue el regalo que recibió a su innegable afición por los prostíbulos, sus huesos fueron a dar a Capuchinos, que era el nombre de la congregación religiosa que regentaba el manicomio de Cádiz y que bebía las aguas del Atlántico, allá en el Campo del Sur de la capital gaditana.

Era incuestionable el amor que Manolo Caracol profesaba por Cádiz, no en vano era tataranieto del Planeta, que es el primer cantaor flamenco del que se tiene referencia y era originario de la Tacita de Plata. Para Caracol, la provincia de Cádiz era siempre fuente de inspiración y cada vez que podía, salía de la Alameda de Hércules, de su Sevilla natal, para robar cantes, estilos o arte, en cualquier esquina, en cualquier venta o tablao gaditano.

Una noche de Cabiria, que es como llamaban en el Colmao a esas noches diferente a otras noches, donde pasa todo lo que no pasa en otras ocasiones; una noche de luna, de esas en que el satélite de la Tierra

.8
Nº 16 ∙ JUN 2020
«Magandé, tensa el puño derecho. A la guitarra Carlos Motoya. Archivo de Blas Vega»

El pregón de Macandé

muestra su lado más luminoso y levanta voluntades, cambia ánimos o destapa conciencias, el irrepetible Manolo Caracol arribó en el local repleto de gente. El Chato y Alonso Farina daban una lección de arte a unos cabales en el reservaíto de la derecha, mientras que el resto de clientes se arremolinaban en la puerta para comprobar qué se cocía dentro. Caracol agarró pronto la botella de Botaina, ese amontillado de Jerez que le levantaba las tapaeras del sentío y convenció a su amigo Juan Vargas para que cogiera el coche y lo llevara a ver a Macandé al manicomio de Capuchinos, que con la luna, el loco se inspiraba y ese espectáculo no se daba en ningún sitio.

Y Juan, que trataba a Manolo Caracol como si fuese su hermano, cogió el coche, metió a Caracol, a Melchor, a el Chato y a Alonso Farina y se dirigieron a Cádiz a eso de las cinco de la mañana, buscando los melismas de Macandé. Y allí en el Campo del Sur, con la grandiosa luna reflejándose en el mar de Cádiz, Caracol pidió a Melchor el de Marchena que le tocara por seguirillas, que iba a despertar a Gabriel, que iba a tentar las entrañas de Macandé. Con la cejilla en el cuatro y con una farseta que buscaba inspirar a Manuel, Melchor recostado sobre la pared del manicomio miraba a las ventanas de la institución Capuchina. Caracol le mandaba un llanto flamenco a Macandé y esperaba su contestación. Un tercio, otro tercio, flamenco con mayúsculas en las calles de Cádiz. Y Gabriel Macandé despertó y vio a sus flamencos, escuchó su cante. Miró a la luna y soltó su grito. Esos sonidos negros que residen en el último rincón del alma salieron aquella noche a la luz de la luna. Caracol y su gente se daban cachetadas, se jalaban de la camisa por lo que estaban escuchando aquella noche. Aquellos sonidos no eran normales y esa inspiración había que beberla por lo menos una vez al año.

Gabriel murió en Capuchinos, desde su reja sentía el agua del océano en su cara, olía la salitre, pero no se curó. Y su alma salía a menudo de aquella celda en forma de cante para que aficionados como Caracol, Pericón, Juan Vargas, La Perla... renovaran su amor a lo jondo, amaran más al flamenco. Porque nadie ha cantado nunca como Macandé, nadie, nadie.

Díaz Fernández, Francisco Gabriel. Gabriel Macandé. Cádiz, 9.VI.1897 – 4.XII.1947. Cantaor flamenco.

La primera parte de su vida transcurre en los dos barrios gaditanos de mayor tradición flamenca, puesto que nace en La Viña y se traslada a Santa María durante su juventud. Sus padres, Francisco Díaz Fernández y Josefa Fernández Heredia, ambos gitanos de Cádiz, eran aficionados al cante, al igual que su hermano mayor, Juan, que fue bailaor profesional con el nombre artístico del Feo de Cádiz, mientras que el segundo de los hermanos, Sebastián, fue cantaor aficionado.

A Francisco Gabriel Díaz Fernández se le llamó Macandé por su carácter raro, taciturno, tímido, misántropo, ya que, para algunos gitanos, tiene el significado de “loco”. A raíz de llevar el cantaor el apodo, el término se extendió bastante en expresiones como “estás Macandé” o “estás más loco que Macandé”.

La pobreza familiar obliga a Gabriel Macandé a trabajar desde la misma infancia. Así, se dedica a la venta ambulante de caramelos en la plaza de las Flores de Cádiz y, con ocasión de ferias y fiestas, por toda la provincia e incluso por la parte oriental de la provincia de Málaga, oficio que mantuvo toda la vida.

Para anunciar su mercancía, creó un pregón que comenzaba con aires asturianos y concluía con tonos de siguiriya, soleá, tangos o bulerías. Esta pieza musical tan singular es lo que popularizó la figura del buhonero.

Algunos cantaores de la siguiente generación, como José Reyes el Negro y Agujetas el Viejo, lo conservaron en su repertorio y lo dieron a conocer. Aparte de su pregón, hacía otros cantes, sobre todo martinetes, siguiriyas, soleares y fandangos. Este cante por fandangos es el que actualmente más se recuerda, gracias a las grabaciones de Ángel de Álora y Flores el Gaditano, y, más recientemente, José Monge Cruz, Camarón de la Isla, ya que Gabriel Macandé, a pesar de que tuvo ofertas de la casa Odeón, no llegó a dejar sus cantes en discos. Casi siempre cantó para sus amigos en reuniones privadas(...)

.9
Nº 16 ∙ JUN 2020
Fuente: Real Academia de la Historia

MARÍA VARGAS, DE APELLIDO FLAMENCO

■ antonio mota | Durante este tiempo de confinamiento nacional, hemos disfrutado de una charla con una cantaora de sabor añejo, cantaora completa, de las de antes, de las de siempre, de la época dorada del flamenco. Entrañable, amable, atenta, cariñosa, la tata de todos. Detrás de ese personaje maternal, nos encontramos con un huracán de compás, con una leyenda viva del cante, de fuerza, garra y genio gitano.

Con poco más de cinco años, cantaba por soleá y seguiriyas y, en poco tiempo, era conocida por los aficionados de Sanlúcar y Jerez. De la mano de su padre, su maestro, conocería a Caracol, quien le abrió la puerta que le llevó a toda una vida de éxitos y flamenco por todas partes del mundo.

Gracias al alcance de tecla del que disponemos en Internet, hemos oído durante días la voz y la obra de esta artista sanluqueña, oír su voz acompañada de grandes guitarras, Paco Cepero, Manolo Sanlúcar, Manuel Morao, Paco de Lucía… es todo un aliciente que nos aumenta más aún si cabe las ganas de compartir con ella una tarde.

Con ganas de materializarlo todo en un video que nos dejara un testimonio gráfico de esta entrevista, la dichosa pandemia histórica que estamos viviendo nos lo ha impedido. Sin embargo, contactamos telefónicamente con quien es hoy una de las últimas figuras vivas de aquella época dorada. Apodada «La Reina del Cante Gitano», aquella niña precoz que encandilara al de Canasteros, hoy es una artista en su madurez que nos sorprende cuando habla y cada vez que sube a un escenario

¿Cuándo fue la primera vez que sube a un escenario?

Muy chica, mi padre me llevaba de arriba para abajo. Yo tenía metidos en el cuerpo los cantes de mi padre. La primera vez canté delante de la Virgen de los Dolores una saeta desde un balcón, tenía nueve años, y aquello fue muy nombrado en Sanlúcar. Empezaron a llamarme a fiestas en las bodegas de Sanlúcar, a concursos… y de Jerez también. El primer festival donde me di a conocer fue en el teatro Villamarta de Jerez, en el homenaje a Javier Molina y Manuel Torres, tendría yo unos once o doce años. Y ese mismo año, me dieron el premio del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.

¿Qué referentes artísticos ha tenido?

He admirado a mucha gente, es difícil responderte. Desde chica mi ídolo era Caracol. Pero también estaba Pastora, Mairena, Terremoto, Chocolate, uf…

Me acuerdo de que Pastora me examinó cuando examinaban a los artistas para ser profesional, eso ya no se lleva. Iba yo con calcetines. Allí estaban Pastora, el Pinto, Juan Talega, Mairena y no me acuerdo quién más. El famoso carnet de artista era un pase profesional. Allí me pusieron delante de todos ellos cantando siete u ocho cantes, malagueñas, soleás, seguiriyas, yo que sé. Lo recuerdo con mucho cariño.

.10
Nº 16 ∙ JUN 2020
paco barroso María Vargas en la Bienal de Cante de Jerez 2019

Ha compartido escenarios con los más grandes del flamenco. ¿Cómo se llevaba eso?

He vivido la época dorada del flamenco. Jerez me lanzó artísticamente. El Villamarta, La Bulería, me ha dado muchísimo. Pero fue Caracol, que me escuchó en la Venta de Vargas de La Isla, quien me dio la oportunidad. En uno de los cuartitos que hay allí, estaba Caracol, yo estaba en una fiesta, con mi padre al lado, y me escucho. Caracol le preguntó a María, la mujer de Juan Vargas, que quién era la niña que cantaba. «Esa es Mariquita Vargas, que ha salido hace poco y no veas la que está formando». Me lo presentaron aquel día, con mi padre al lado (se ríe mientras lo cuenta), no me dejaba ni a sol ni a sombra.

Entonces me dijo que le gustaba como cantaba y que iba a abrir un tablao, Los Canasteros, y que cuando inaugurara, me llamaría. Yo loca de contenta, pero tardó en llamar mucho y yo desesperada hasta que llegó el día. Y me fui para Madrid, sería el año sesenta y dos. Estuve en Canasteros muchos años, con la flor y nata de la época, La Perla, Terremoto, Sordera, Bambino, Gaspar de Utrera, La Chaqueta, Cepero, el no va más, un escándalo.

Me casé y luego estuve un tiempo con mi niña, pero nunca me aparté del todo. Fíjate que embarazada, tuve una tournée por Alemania con Camarón, Paco de Lucía, Cepero, Orillo… un montón. Tuvimos una anécdota graciosa. Pasé las fatigas de la muerte. Después de la última actuación y de la última comida, nos íbamos, y en un ascensor de cinco nos metimos ocho. Aquello se quedo entre dos pisos, dos horas estuvimos allí, que fatiga. Yo mirando por el cristalito porque me ahogaba. Como estaba en alemán, no entendimos lo que ponía en el cartelito, lo de cinco personas, a quien se le ocurre. Hasta que vinieron a sacarnos los bomberos, partieron el tabique y todo. Todavía le tengo claustrofobia a los ascensores.

Hemos encontrado un cartel de una velada organizada por la Peña La Perla de Cádiz en el teatro Pemán. El elenco de artista que aparece es de primerísima fila. ¿Qué recuerda de aquello?.

Aquello fue una tournée que hicimos con el Gordito de Triana, mi prima La Perla… Los festivales de antes duraban hasta las seis o las siete de la mañana y la gente no se cansaban. Eran figuras buenas, las mejores de la época. Aquel día, estuvo Camarón, Tomate, el Beni, Pansequito, La Paquera, Alfonso de Gaspar, Carmen La Jara, El Niño Jero, El Niño de los Rizos, los Farrucos, Manuela Carrasco..., siempre muchos artistas, los mejores, ya te digo.

Siempre he sentido mucho respeto por mis compañeros y sé que ellos me admiraban; empecé dando fuerte y ellos me seguían.

Encontramos en Rito y geografía del cante, serie de TVE, a una joven María Vargas, a Manolo Sanlúcar y a José María Velázquez-Gaztelu, dirigiendo el programa. Corría el año 1972.

Desde que me fui a Madrid con José María, he hecho muchas cosas. He ido a Francia con él y con Cepero. Nos conocimos en Canasteros. Y hemos estado en muchos festivales de Andalucía. Me llamaba Pulpón y me daban permiso en los Canasteros para ir a los festivales.

¿En qué ha cambiado el flamenco, el de ayer y el de hoy?

Se ha evolucionado mucho, pero recuperar aquella época dorada es muy difícil. De mi época, casi que la que queda soy yo. Es normal que salga gente nueva. Entonces eran otras formas, los compañeros estaban más unidos. Ahora todo va con la revolución de estos tiempos. Aunque también están saliendo hoy gente buena.

22 LPs: María Vargas; Cante Flamenco; Fiesta con María Vargas; Reina del canto gitano; Copa Jerez; María Vargas y la guitarra de Paco de Lucía; Ríos de primavera… Hoy, que no se venden discos, ¿el flamenco se adapta a nuevas formas?

Hoy cuesta más trabajo hacer una grabación. Antes, tú firmabas un contrato de tres años con una casa y estabas grabando con ella. Si no venía otra casa que te

.11.11 › entrevista » maría vargas, de apellido flamenco
Nº 16 ∙ JUN 2020
«Siempre he sentido mucho respeto por mis compañeros y sé que ellos me admiraban; empecé dando fuerte y ellos me seguían»
Una joven María Vargas con El Chocolate y Antonio Mairena archivo maría vargas

convenía más y pedías carta de libertad para grabar con otra casa. La forma de grabación de antes y ahora no tienen nada que ver. Yo he grabado Ríos de primavera, que me produjeron Alejandro Sanz y Pedro Miguel Herrero, que me hicieron los temas. Y ahora, si te equivocas, no pasa nada, se graba desde ahí para adelante y luego hacen lo que quieren. Y el que grabé con Paco de Lucía, embarazada de ocho meses y medio de mi niña, lo hicimos en dos tardes. Entonces había ese calor entre nosotros, aquello era como una fiesta, no la frialdad de ahora con tanto mecanismo, que hasta las palmas se ponen. Tengo ganas de hacer un disco en directo, grabar con tu gente en directo, hacerlo con el calor de la gente.

No estaría mal un disco suyo en directo en la Venta de Vargas.

Estaría bien, ¡ojalá!. Este año era mi resurgir otra vez, pero el virus este nos ha dejado todo parado.

Hay que mirar los dineros para hacer el disco, pero me apetece un disco con lo que estoy haciendo ahora y con los cantes míos, ahora, mientras la voz me responde. Hacer un disco bueno con guitarristas y palmeros buenos para que quede para la historia. Eso es lo que me gustaría conseguir, porque lo demás, los premios y las distinciones que me dan, lo estoy disfrutando. Cuando me muera, para qué quiero nada.

Vemos en la carrera de María Vargas muchísimos premios y distinciones: Placa de Oro de Philips, Catedrática del Cante Gitano, Premio Copa Jerez al Cante por Bulerías, y queda pendiente el aplazado homenaje del día 1 de abril, Medalla de Oro al Mérito de las BBAA,

pero ¿cómo recuerda el premio Leyenda del Flamenco que le otorgó la Venta de Vargas?

Me hizo mucha ilusión la plaza que me dedicaron en mi pueblo. Todos por una cosa o por otra, siempre se agradecen.

Para el de las Bellas Artes, me llamaron para decirme que me iban a dar la medalla, «Soy la secretaria del ministro de Cultura», y me pasó con el ministro Guirao, y yo pensando para mí: «¿qué hago yo hablando con un ministro?». Pero bien el hombre, estaba bien enterado de quién era yo. Estaba todo preparado para el 1 de abril y de momento todo aplazado por el bicho este que ha venido.

¿Y el de la Leyenda del Flamenco?

Ese te iba a comentar. Fue antes del de la medalla y me lo dio la Venta de Vargas. Fue una noche muy bonita, me sentí muy a gusto. Me hizo mucha ilusión que la Venta de Vargas, que me dio un empujón con Caracol para ir a Madrid, que ahora se acordara de mí para este premio. Cuando me lo dijo mi sobrina Mari, que vive en La Isla, me dio mucha alegría: «Tata, que la Venta de Vargas te va a llamar para un premio que te van a dar», mucha ilusión. Y ahí tengo el trofeo con Camarón de la Leyenda del Flamenco.

«Jerez me lanzó artísticamente. El Villamarta, La Bulería, me ha dado muchísimo. Pero fue Caracol, que me escuchó en la Venta de Vargas de La Isla, quien me dio la oportunidad»

¿Con qué artistas de La Isla convivió artísticamente?

Como te dije, mucho con Camarón, pero también de chico en alguna fiesta en la Venta de Vargas. Pero don-

.12 Nº 16 ∙ JUN 2020 › entrevista » maría vargas, de apellido flamenco
Con David Jenssen, el Fugitivo, en Madrid Junto al escultor Antonio Mota el día que se le concedió la distinción Leyenda del Flamenco. Venta de Vargas. julio cordero archivo maría vargas

de más en Madrid, donde lo veía más veces, y también con el Chato, trabajé muchos años con él en Las Brujas. Ya luego conocí a mi marido y me casé, estando en Las Brujas.

«Tengo ganas de hacer un disco en directo, grabar con tu gente en directo, hacerlo con el calor de la gente»

¿Quién fue Antonio Gallardo?

Mi tío Antonio Gallardo, lo más grande que he tenido, el que me hacía los temas de mis primeros discos, y toda la vida. Me hizo el disco que grabé con los Moraos, con Manuel y con Juan. Fue como un segundo padre, me hacía mis fotos artísticas, todo, ya te digo, todo lo hacía él. Yo soy la tata de todos los Gallardo, de todos. Una persona muy importante en mi carrera. Como mi padre, que cantaba, fue mi maestro y yo canto lo que él me enseño. Aunque no cantaba profesionalmente, pero lo hacía muy bien. En mi familia, profesionales, mi tío abuelo El Nitri, mi prima Aurora Vargas y mi prima Cristobalina Suárez.

¿Hay cante gitano y cante payo?

Lo que yo digo es que el cante de los gitanos es gitano, porque tenemos pellizco, garra y arranque. Pero no quiere decir que no existan payos que lo hagan bien.

¿Cómo se mantiene un artista?

A mí no me faltó nunca el trabajo, el que me gustaba. Y, aunque mi marido trabajaba bien y a mí no me hacía falta, siempre he trabajado y he viajado por todas partes haciendo lo que me gusta.

De momento, gracias a Dios, sigo haciendo lo que me gusta y estoy fuerte en el cante y muy contenta y agradecida de verme bien cantando. En el último festival de Jerez, tuve críticas fenomenales y canté muy bien… antes del bichito este (suspira entrecortada).

¿Proyectos de futuro después de este confinamiento por el coronavirus?

Bueno, tengo aplazadas unas pocas de cosas. En la Venta de Vargas, teníamos fecha, en Casa Patas en Madrid también. En septiembre, un festival en Miami y, no sé cuando será, pero también esta aplazado lo de el premio de las Bellas Artes.

María, muchas gracias por atendernos. Un abrazo. Gracias a ustedes, a la gente de la revista. Un abrazo, Paco.

.13 Nº 16 ∙ JUN 2020 › entrevista »
de apellido flamenco
maría vargas,
María Vargas en la Bienal de Cante de Jerez 2019 rafael barrios

con camarón

PRODUCTOR DE CAMARÓN EN PARÍS

La pasión por Camarón me llevó a Sevilla en 1986 con la intención de preparar su presentación en París. Allí me encontré con Pulpón (su representante) con el que ya había tratado en 1983. Le pedí que me pusiera en contacto con él, lo llamó y le anunció mi proyecto. Camarón quiso conocerme y me fui para La Línea.

Desde el primer momento, hubo simpatía y connivencia entre nosotros. Me recibió en su casa y me presentó a su familia; los niños aún lucían los vendajes de un accidente de coche. Naturalmente, estuvo encantado con la idea de actuar tres días en el Cirque d´Hiver de París. Camarón me explicó que sus ausencias de algunos festivales en los que estaba anunciado se debían a que a veces lo programaban sin que él se enterase, otras sin su consentimiento, sin llegar a un acuerdo, únicamente para atraer al público con su nombre.

Llamamos a Pulpón para anunciarle nuestro acuerdo. Este, para celebrarlo, nos invitó a una corrida en Sevilla, citándonos en la puerta principal de la Maestranza. Camarón estaba en forma y para

allá nos fuimos con un amigo suyo. Acabábamos de conocernos y me pasó las llaves de su Mercedes, pues a él le habían retirado su carnet. Pulpón nos esperaba con las entradas en la mano y allí mismo, mientras toreaba Curro Romero, ultimamos los detalles del contrato para los conciertos de Camarón en París. Estos se celebraron en mayo del 87 y fueron un triunfo. La sala estaba que ardía. La habían caldeado Carmen Ledesma, Rocío Loreto, Quique Paredes, Jarillo de Triana y Aurora Vargas, que actuaron en la primera parte. El público estaba a gusto y esperaba ansioso a Camarón. Eran parisinos en su mayoría, pero también había españoles y una nutrida y vistosa representación de la comunidad gitano-española del sur de Francia.

La prensa y la televisión francesas le dedicaron sus portadas y titulares, presentándolo como el mito vivo del flamenco, ídolo de gitanos y payos.

(Extraído del texto de presentación del disco de Camarón París 1987). Canal flamenco YouTube: Miguel Vallecillo Mata Instagram: imagesmiguelvm y miguelmedik

Nº 16 ∙ JUN 2020 .14

... y con maría vargas

En Sanlúcar somos como cinco cantaoras, y tanto Encarnación Marín, la Sayago como María Vargas son como nuestras matriarcas del cante sanluqueño. Encarnación ya murió y ahora es María nuestro referente, nuestro espejo, tenemos mucha vinculación con ella. Es una persona muy entrañable, muy cariñosa. Tenemos un grupo de WhatsApp las seis, y ella nos comparte sus cositas, sus actuaciones, los platos que cocina… está sembrá. Nos apoya mucho a todas y siempre está pendiente de lo que hacemos, de nuestra trayectoria. María es una mujer muy humilde y sencilla. Como artista, ha sido un referente de la mujer cantaora gaditana. En mi disco hay un tema que se llama Mujeres de sal, y María es una de ellas, por derecho propio. Para mí, María como artista fue una de las grandes figuras femeninas del cante. Contemporánea de La Perla, La Sayago, La Paquera… Estuvo un tiempo retirada y ahora que lo ha retomado está más feliz que nunca. María necesita de su cante, necesita cantar, ella es feliz cantando.

Ahora le están llegando muchos más reconocimientos, de lo cual yo me alegro muchísimo porque se lo merece, por pedazo de artista, pedazo de mujer, de maestra y de persona. Ella nos llama mis niñas y para nosotras ella es la tata Vargas. Siempre está pendiente de todas nosotras.

María marcó un hito en su época, con una impronta y una manera de cantar muy de nosotros, muy de Cádiz y los Puertos, tan personal… La mujer más guapa de to el flamenco, porque ¡había que verla con veinte años! Ella nos manda muchas fotos de la época, por eso lo sé. Nos hace participe de su vida diaria y de lo que fue su trayectoria, de la gente de la que se rodeo y con la que compartió escenario. Fue una grande de la época y lo sigue siendo.

En las reuniones familiares lo pasábamos estupendamente. Quitando que hubiera una comunión, un bautizo, o algo así, más bien coincidíamos todos en verano y alguna Semana Santa. Esas eran las fechas más o menos en las que nos solíamos reunir. Recuerdo un año muy especial. Vino hasta mi tía de Toledo con sus hijas, las niñas del Puerto, las de Jerez… En el patio de mi abuelo, eso fue mortal. Hubo cante, hubo baile… de to. Creo que iba Morao como guitarrista con mi tía María. Fue un fin de semana memorable.

Recuerdo también un año que nos fuimos mi hermana Maleni y yo al Rocío, en el autobús y sin sitio donde dormir. Teníamos que llevarnos caseta de campaña. Total, que cuando llegamos, ni mi hermana se había acordado de cogerla ni yo. Pero en la entrada de la ermita, nos encontramos a mi tío, el marido de mi tía María, y en seguida nos llevó para la casa. A mi tía, en cuanto nos vio entrar, no veas la alegría que le dio, se le llenaba la boca hablando de sus sobrinas. Así que esa noche también fue mortal. Mi hermana le cantó unas sevillanas muy bonitas y a ella se le saltaron las lágrimas. Esa noche fue una juerga de no parar. Al final terminamos cantando chirigotas, porque allí había muchos extranjeros que en su vida habían escuchado carnavales. Así terminó la noche, las sevillanas se acabaron.

Una cosa que le gusta mucho a mi tía es la cocina. Le encanta cocinar. Te hace de to. Nunca se harta. Lo que pasa es que no sabe cocinar para pocos. Hace comida pa un regimiento. En eso se parece a mi madre. Ella está sola en Jerez, hace un potaje o un dulce y al final tiene que repartirlo entre los amigos. Y como persona… un diez.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .15
Laura Vital Cantaora María Luisa Vargas Sobrina de María Vargas

Tres décadas de Festival Flamenco en

Nimes

La 30 edición del Festival Flamenco de Nimes ha transcurrido con plena efervescencia de público entregado a los espectáculos. Un buen tiempo atmosférico fue la tónica de todos los días, lo que permitió disfrutar de un buen festival. Se inauguró el festival el 9 de enero con la exposición del gran fotógrafo argentino Pepe Lamarca Encuentro entre dos. Una producción de fotos de variados artistas flamencos, pero en los que destaca la relación cómplice de Camarón de La Isla y Paco de Lucía. Una exposición luminosa con fecha de finalización el 2 de febrero en el Museo de Cultura Taurina Henriette et Claude Viallat, junto a la explanada del Coliseo.

A partir de aquí, fueron 14 espectáculos de primer nivel desarrollados en 10 días, del 9 al 19 de enero, en varios espacios escénicos de la ciudad. El principal de ellos, el Teatro Bernadette Lafont, en pleno corazón de la ciudad, que en estos días acoge a la afición flamenca de toda Francia y de un gran número de países, ya que el Festival Flamenco de Nimes es referente internacional desde hace años. Además, la Sala Odeon, el Auditorio La Paloma, el Museo de la Romanité y el Cine Le Sémaphore, sitios excepcionales donde escuchar y ver buen flamenco. Porque esta edición ha contado con una excelente programación en la que ha participado la Compañía de Rafael Estévez y Valeriano Paños, David Lagos y Mariola Membrives, Tomás de Perrate con Alfredo Lagos, Patricia Guerrero, Israel Galván, la excelente guitarrista del Puerto de Santa María Antonia Jiménez, Rocío Molina con Rafael Riqueni, Joselito Acedo, Mayte Martín, Eduardo Guerrero, Amir Elsaffar, Gema Caballero con Javier Patiño y Tomatito, que sustituyó a Vicente Amigo por problemas en el último momento.

En la programación denominada Alrededor del Festival, una programación paralela al eje central del programa, habría que destacar las proyecciones de fotografía flamenca en la fachada de la Maison Carrée, antiguo templo romano que preside la almendra central de la ciudad; además de conferencias y

entrevistas en directo, la mayoría en el ambigú del teatro Bernadette Lafont. En este espacio, ha tenido especial presencia el periodista gaditano José María Velázquez-Gaztelu, con cuatro participaciones entre las que cabe destacar la conferencia que dictó sobre La guitarra flamenca en la serie «Rito y geografía del cante» o su entrevista con la joven periodista Silvia Calado y el cierre del ciclo, donde entrevistó a Pepe Linares, personaje ilustre de Nimes, fundador del festival tres décadas atrás. Debemos destacar el reestreno de Bodas de sangre, Carmen y El amor brujo. Y sobre todo, la excepcional velada flamenca que protagonizaron Rafael Riqueni y Rocío Molina en la Sala Odeón, en la que el público estuvo sobrecogido de emoción ante tanta belleza. Igualmente en el hall del teatro se expuso, durante todo el periodo del festival, la obra del artista plástico Alain Clément, autor del cartel del festival expuesto en estas páginas. El mundo educativo escolar también ha tenido su hueco con Poétika, una obra flamenca adaptada por Chely la Torito y Nino García para los más pequeños.

Insistimos en que ha sido una muy acertada celebración de treinta cumpleaños, donde el festival tiene una proyección muy potente a escala internacional y está considerado como uno de los mejores escaparates del flamenco a nivel europeo.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .16 › flamenco desde la isla de camarón

■ el off festival flamenco de la isla en nimes | Con el cartel anunciador de la mano del escultor isleño Antonio Mota, se presentó el festival en Radio La Isla el día 9 de enero y ha tenido una duración hasta el 17 del mismo mes. Los espacios han sido lugares emblemáticos de Nimes. Así, en el bar Le Prolé se presentaron cortos de Antonio Mota y la exposición fotográfica colectiva de nuestra amiga Carmen Mateos y nuestro amigo Juan Silva, en la cual también participó el prestigioso fotógrafo nimense Jean Michel Rillon. Los artistas isleños Jesús Castilla al cante y Adriano Lozano a la guitarra tuvieron en el Off Festival una intervención destacada, ya que realizaron cuatro conciertos que fueron extraordinariamente bien recibidos por el público. Dos de ellos en el centenario bar Le Prolé, así como en el Espacio Les Amies de Pablo Romero, peña taurina de gran solera en la ciudad, y en la Bodega du Poète. Además, contaron con una actuación extra en el restaurante Casablanca, donde realizaron una breve presentación de sus poderes artísticos. Por su parte, nuestra gran amiga Inma Caña, en Chez Moynot de Espace Resturation du Prolé, impartió un taller de cocina isleña, donde enseñó a elaborar las famosas tortillitas de camarones. El público asistente pudo hacer sus propias tortillitas para poste-

riormente degustarlas. El fragüero isleño Ricardo de Castro, DJ Salitre, puso su música en dos sesiones, una en el taller de cocina isleña y otra como fin de fiesta en la Bodega du Poète. Una acogida estupenda donde se cantó y bailó hasta altas horas. Por último, también como representación isleña, pudimos disfrutar de las flamencas fotos del buen amigo fotógrafo y fragüero Ignacio Escuín, que expuso su serie Artistas de La Isla en la Librairie-Galerie L’Itinéraire, junto al coliseo Las Arenas. No podemos olvidar, para concluir, que Eddie Pons, amigo y colaborador de esta revista, proyectó su divertida serie animada Flamen’comic, disfrutando esa misma noche de la compañía de baile nimense Las Inas de Cuenca, dirigida por Cristina Serrano.

Un festival Oficial y Off digno de recuerdo en su treinta aniversario. Lo prometido es deuda, y volvimos a celebrar el ritual flamenco en Nimes en esta edición tan señalada. Desde aquí, solo podemos agradecer la gran acogida que todos los años nos dispensan y desearles otros treinta años, como mínimo, de grandes éxitos flamencos. Gracias, amigos.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .17 › flamenco desde la isla de camarón
Miembros del equipo de redacción de La Fragua, Pepa Palacio y Pepe Lamarca.

Jesús Carrillo: sobrao de compás

Jesús Carrillo es compás, y no era para menos. Fue una de las cualidades que heredó de su padre, Nicolás Carrillo, que de compás estaba sobrado e inculcaba a su cuadrilla de cargadores del Nazareno. De arte también rebosaba y su profesora de baile, Mari Lola Aparicio, tuvo el honor de iniciarlo en el flamenco, al que llegó como terapia para recuperar movilidad en su brazo derecho y que a posteriori sería su medio de vida. De la escuela flamenca en la Escalerilla, pasó a perfeccionar su baile en la Escuela Tronío, que dirige magistralmente Verónica y Virginia Vélez. Allí se incorpora de lleno al trabajo de estas dos artistas isleñas y llega a formar parte del Cuadro de la Peña Camarón de La Isla, actuando en diversos puntos de España. Con los años, empieza su carrera en solitario y desarrolla su flamenco por el mundo: Corea del Sur, Alemania, Suiza, Emiratos Árabes Unidos, Japón, donde sigue viajando ahora con su propia compañía.

Pero la inquietud de este joven no acaba con la interpretación del flamenco. Acaba de fundar su propia empresa, Producciones Carrillo, con sede en la calle Santo Entierro de La Isla. Nace con muchas ganas de triunfar y con la ilusión de elevar la calidad del fla-

Verónica de la Vega en SIMOF2020

Verónica Gutiérrez Acosta es Verónica de la Vega, empresaria cañaílla dedicada a la moda. Su apellido de guerra es la fusión de la primera sílaba de su nombre con la G y la A de sus dos apellidos. Su firma se centra en la moda femenina casual, cóctel, noche y «mis flamencas, rama con la que disfruto cada año». 5 ediciones ya en el Salón Internacional de la Moda Flamenca SIMOF con colecciones de alta costura de moda flamenca. Ropa y complementos, como los de su línea Lobaroque (loco Barroco). Ha vestido a artistas de la talla de Mar Flores, La Sole, Mala Rodríguez, Paz Santana y Niña Pastori, con quien colaboró en su disco Raíces, además de colaboraciones para Canal Sur.

Llegar a SIMOF supuso mucho esfuerzo. Lo veía inalcanzable: «… pero cuando te forjas un buen equipo y trabajas fuerte, se llega. Ya son cinco las colecciones, 2016 Esencia; 2017 La leyenda del tiempo; 2018 Flamencas armadas; 2019 Revolución; 2020 Indestructible. Esta última, paradójicamente, nos ha llevado al COVID-19. Cuando te mueve el amor por lo que haces te sientes indestructible. No sabemos qué va a pasar después de todo esto, no sé si SIMOF seguirá el mismo formato el año que viene, pero bueno Indestructible nos va a dar para mucho. Siempre presento la imagen

menco de La Isla, con ganas de crear escenarios de calidad flamenca en nuestra ciudad. En menos de un año, este isleño ha conseguido crear una gran cita de academias de baile en nuestra ciudad, Pueblo & Arte Andaluz, Noches con Arte en la Venta de Vargas y diversos espectáculos flamencos que le contratan de diferentes negocios hosteleros, peñas y asociaciones flamencas de toda la provincia. La COVID-19 nos ha hecho perdernos esa gran obra flamenca que se iba a estrenar en nuestro Teatro de Las Cortes, llamada Fragua, con Jesús Castilla como primera figura, y que seguramente sea programada en los próximos meses. Desde La Fragua, te deseamos muchos éxitos, Jesús.

en formato flamenco y quiero que tengan un look con guiños del sur, que se puedan poner para la calle. Al margen de las pasarelas, trabajamos para que la colección siga al uso de lo que nos podemos poner día a día». Internacionalmente, el impacto de SIMOF es brutal; un escaparate al que asisten todos los años revistas y blogueros y es portada anual del New York Times. Le ha permitido tener y mantener muchos clientes fuera de España. Tras la importante inversión económica que supone colocar una colección flamenca en SIMOF, ve el futuro con un cierto tinte gris y mucha incertidumbre, pero «… nos buscaremos las mañas para que este tinte gris se vuelva del color del arcoíris, para que todo salga bien». Durante el confinamiento, trabaja más desde su casa, desde la web y desde su blog, con un equipo de cinco personas. Mucha suerte, Verónica, a ti y a tu equipo.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .18 › flamenco desde la isla de camarón
escuín
ignacio
ignacio escuín

Contexto flamenco

Sapiencia flamenca

■ carlos rey · presidente de la fragua | Es evidente que los cauces y formas de aprendizaje del flamenco han evolucionado con el tiempo. Sin embargo, este hecho no tiene por qué generar controversia con respecto a la pérdida de autenticidad de un arte popular que, durante demasiado tiempo, vivió ajeno al mundo académico.

Es importante conocer y reconocer los orígenes, ponerlos en valor y respetarlos. Saber de dónde venimos nos despeja el camino para saber a dónde queremos ir, pero también nos engrandece el incorporar a nuestro particular acervo artístico nuevas maneras de asimilación y transmisión.

Con fundamento dice Rancapino que «el flamenco se escribe con faltas de ortografía», y seguramente no le faltaba razón a Pepe Marchena cuando afirmaba que «para cantar bien flamenco, hay que tener los

pantalones rotos». No hacían otra cosa que describir sus propias vivencias, el mundo que les tocó vivir.

Una mirada distinta, y no por ello contradictoria, aporta Rocío Márquez cuando nos contaba en el anterior número de La Fragua que «el conocimiento me ha dado libertad»; o Laura Vital cuanto imparte sus clases de cante en el conservatorio.

El puente de unión de ambas visiones lo forman Paco de Lucía y Camarón de La Isla, que, sabiendo de sus orígenes y orgullosos de ello, no permitieron que el peso de la tradición limitara sus ansias de experimentar, de aprender, de crecer.

Y es que la sabiduría es prudente, pero insaciable, y la pureza no es otra cosa que la ausencia de complejos y prejuicios.

La importancia del compás

■ maría del carmen garcía tejera y josé antonio hernández guerrero | Sobre el origen de los cantes se han propuesto diferentes teorías. Unos autores afirman que nace de la expresividad del sentimiento sexual, como una manifestación del cortejo amoroso. Otros defienden que, inicialmente, servía para estimular y para organizar el trabajo colectivo, para aliviar el cansancio y distraer el aburrimiento. No faltan quienes explican que es una manera de imitar las melodías de las aves cantoras, y son muchos los que piensan que, simplemente, son formas de acompañar los movimientos de la naturaleza y los ritmos biológicos humanos. Todos sabemos que los principales órganos corporales -corazón, cerebro, pulmones, hígado, riñones- se mueven rítmica-

mente. En mi opinión, los cantes son los resultados de estos y de otros factores que, como el baile, las melodías y la poesía, nacen y se desarrollan unidos y entremezclados.

Estamos de acuerdo, sin embargo, en que el origen común está en el ritmo -sí, en el compás- que, como es sabido, es la ley que regula toda la energía cósmica y el desarrollo de la vida. Recuerden que Apuleyo, el escritor romano más importante del siglo II, afirmó que «La naturaleza se mueve a ritmo»: Movet musica mundus. Los neurólogos actuales enseñan que la mente y la conducta humanas se asemejan a una danza mágica.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .19 › contexto flamenco

a golpe de diafragma

Nº 16 ∙ JUN 2020 .20
Alonso Rancapino en la Venta de Vargas María Terremoto en la Venta de Vargas Homenaje a Rancapino en el teatro Lope de Vega de Sevilla en 2013 Niña Pastori en la isleña Plaza del Rey Detalle de la mano del cantaor Jesús Castilla

diafragma

.21 Nº 16 ∙ JUN 2020
por juan luis monge David Palomar en la isleña Plaza del Rey Pedro el Granaíno en la Venta de Vargas David Nieto en la Casa de la Cultura Manuel Molina Detalle de La Fragua de los Monge

■ antonio mota | Desde mi más temprana dedicación al dibujo, he tenido presente a Gustave Doré. De chaval, copiaba sus ilustraciones del Quijote. Cierto que siendo adolescente ni sabía, ni me importaba, quién era el autor de esos fantásticos dibujo que venían en aquel libro.

viajes por españa

Posiblemente El ingeniosos hidalgo don Quijote de la Mancha sea la obra que más se conozca, entre tantos maravillosos grabados y dibujos que nos dejó. No sería justo dejar de señalar La Biblia o La divina comedia, entre otras muchas.

Doré nace en 1832 y muere en 1883. Aunque francés, llego a tener una gran vinculación con España, viviendo y viajando muchos años por nuestro país. Como consecuencia de uno de estos viajes, recorrió España junto con el barón Charles Davillier, ilustrando unas crónicas sobre la vida y la sociedad en las capitales españolas. Fue en 1862 cuando se fragua Viajes por España. Su obra plasma magistralmente escenas populares del flamenco, baile, cante y toque, ventas de la época, cafés cantantes, barrios de Andalucía, músicos callejeros, etc. Todo forma parte de su fotográfica mirada convertida en dibujos.

Davillier nos introduce magistralmente con sus textos en ese apasionante viaje por España. Me llama especialmente la atención su ruta por Andalucía. Pero permítanme que sea chovinista, que lo soy, y haga especial mención de su paso por tierras gaditanas, aquí una cita textual:

«Las improbae gaditanae, como las llama Marcial, ya eran célebres en el mundo entero por sus danzas y por su destreza en hacer repiquetear la baetica crusmata, que no era otra cosa que las modernas castañuelas, y que todavía sirven de obligado acompañamiento en el ole gaditano, ese danza tan completamente andaluza. La orgullosa Sevilla es bella, pero Cádiz, que se alza en lejana costa, es aún más atractiva».

La lectura nos sorprende y sitúa en aquella época. La sociedad bien descrita en textos de Daviller y en imágenes de Doré nos enseña como eran sus ropas e indumentarias, los oficios, los paisajes, las fiestas, los toros, la pobreza, los pedigüeños, los ajusticiamientos, la aristocracia…

Podemos imaginar cómo sería una fiesta en una taberna de la baja Andalucía, después de una exitosa corrida de Francisco Montes, Paquiro, chiclanero ilustre de la época. Nos inunda de romanticismo la visión de esos grabados de Doré. Torpe de mí, ansiaba encontrar un texto que me llevara a la venta Eritaña (Venta de Vargas hoy), pero en 1863 aún quedaban unos cuarenta años para su apertura. Se dice que a finales del XIX ya existía una venta en dicho lugar, pero hasta 1924 no la regentan Catalina Pérez y Juan Vargas. Claro está, cambiaron el nombre por el actual.

Disculpen que el romanticismo de la lectura de Daviller me lleve a divagar en otro tipo de imágenes no plásticas, pero sí flamencas. La imagen que estos dos exitosos to-

Nº 16 ∙ JUN 2020 .22 › flamenco en imagen
Desde este rincón, queremos mostrar aquellas manifestaciones plásticas de artistas que en su obra sienten el flamenco: pinturas, esculturas, fotografías...
01 dibujo 02
dibujo

mos de viaje nos dan del siglo XIX es verdaderamente inspiradora.

No debo dejar de reconocer el mérito a Davillier, aristócrata hispanista, por ser el responsable e ideólogo de las crónicas de estos dos geniales tomos. Pero me centraré en las imágenes de Doré.

En todos estos grabados, sin dejar de lado su magistral ejecución, es el baile lo que toma protagonismo, lo que nos hace pensar que el cante y toque se forjaban alrededor de la danza. Es curioso el concepto tribal del baile en todas las culturas.

El dibujo 1 nos muestra una fiesta de la época, documento que muestra las indumentarias y las modas del momento. Por otro lado, hombres y mujeres danzan y repiquetean con sus baetica crusmata. Un señor porta un violín, tan de moda en nuestros días. Se ven mayores, jóvenes y niños que disfrutan del espectáculo.

El dibujo 2 es diferente. Nos encontramos una arquitectura de lujosas columnas y personajes distinguidos, todo selecto, incluso un señor con bandeja sirve la mesa. Las vestimentas de los caballeros son airosas, excepto la del guitarrista. Las señoras visten todas sus mejores galas mientras disfrutan de un espectáculo de baile, guitarra y panderetas.

En el dibujo 3, vemos a una mujer sobre una mesa bailando con una pandereta en la mano, mientras uno de los personajes toca la guitarra. El resto de personajes son hombres y aparecen vasos en la mesa, lo que da a entender que la impronta representa algún lugar donde se pagaban las compañías. En el dibujo 1, no encontramos botellas ni elementos que nos indiquen que pudiera ser un ambiente tabernero, también la diversidad de edades.

María AraGuz, la Gafa

• Fotógrafa

Dos pasiones, la música y la fotografía, se unen en la labor de esta chiclanera afincada en Sevilla. «Yo es que hago fotos escuchando música», afirma María. Este es su viaje personal, de concierto en concierto, disfrutando de la música en vivo, de la proximidad con los músicos y con su cámara al hombro… todo un sueño para ella. La web chalaura.com, su cuaderno de viaje. En ella está gran parte de su trabajo fotográfico. No solo flamenco, pero sí mucho flamenco: Pastora Galván, Mayte Martín, Capullo de Jerez, Antonio Canales, entre otros artistas, han pasado por su cámara. Imágenes de gran vivacidad, con movimiento, muy coloristas, incluso podríamos decir imágenes sonoras. Como la que nos presenta en las páginas centrales de este número:

Según los grabados elegidos, el flamenco no entiende de clases sociales.

Como último apunte a mis observaciones, decir que los personajes de Doré saben escuchar. Todos callados y atentos, observen. Ahí lo dejo.

.23 › flamenco en imagen
Gustave Doré- Ch. Daviller. Viaje por España. Anjana Ediciones. Madrid 1982. I.S.B.N. 84-85991-04-4
* dibujo 03 Nº 16 ∙ JUN 2020
Pastora Galván con Juana la del Pipa en un intensísimo momento de su espectáculo Identidades durante una Bienal pasada. Casi se escuchan los jaleos.

■ manuel martín martín · crítico flamenco de el mundo | Para conocer el impacto social del flamenco, habría que remontarse a la prensa de la segunda mitad del siglo XVIII y siglo XIX con aquellas publicaciones que han despejado innumerables incógnitas sobre el género. Y el primer dato a retener es el aviso en forma de cartel anunciando un baile de gitanos, fechado a 9 días de julio de 1701 y fijado “En la Venta de El Caparrós a media legua de Lebrija”.

A partir de ahí, es la prensa madrileña la que mayor información aporta a la investigación. Por ejemplo, el Diario de Madrid publica ‘El polo del contrabandista’ (1805) y la ‘caña dulce’ (1812), y en 1824 encontramos en el Diario de Cádiz la referencia más antigua del Polo de Tobalo.

Ya en diciembre de 1842, tanto el diario madrileño

El Heraldo como el barcelonés El Constitucional, publicaron ‘Un baile en Triana’, la primera entrega de las ‘Escenas Andaluzas’ de Serafín Estébanez Calderón, libro que vio la luz en 1847, año en que el diario gaditano El Andaluz publicaba una sección dedicada a coplas flamencas.

Aunque por aquellas calendas son contadas las noticias favorables a lo jondo, incluso se decía que las coplas flamencas estaban “escritas en un lenguaje bárbaro y con falta de decencia y moral”, el sevillano El Regalo de Andalucía se declaraba en 1851 partidario de la difusión del género popular andaluz.

Y es que el flamenco ya traspasaba las fronteras de Andalucía, lo que explica que tomara plaza en Madrid fuera del género teatral, tal y como el 8 de junio de 1847 lo recoge El Clamor Público, que se hace eco de la presencia del “célebre cantante del género gitano Lázaro Quintana” Monge, sobrino materno de El Planeta, primero anunciado como cantador de canciones del género gitano y después como “cantante flamenco”.

Es, empero, El Eco de Cartagena el que incluye en diciembre de 1884 la actuación de Trinidad Huertas ‘La Cuenca’, Juan Breva y Paco de Lucena. El periódico sevillano El Alabardero habla de la llegada de Juan Breva a Sevilla. Y sin abandonar al Breva, recordar cómo mientras los periódicos sevillanos El Español y El Porvenir aseguraban en 1885 la muerte del veleño, el malagueño Málaga Cómica y el sevillano El Tribuno, desmentían el bulo, dado que falleció en 1918.

Un tanto de lo mismo ocurrió ese año con motivo de la muerte de El Canario en los diarios El Progreso y el ya citado El Porvenir, con lo que algunos aprovecharon para emporcar el flamenco. Menos mal que Eduardo del Palacio se erige en La Ilustración Española y Americana en el primer periodista que se ocupó del flamenco con propósito de reconocer y divulgar sus méritos artísticos y musicales.

Hay que destacar también la publicación El Cante, de la que, de diciembre de 1886 a enero de 1887, se editaron en Sevilla cinco números gracias a la afición de Fructuoso Carpena, por lo que deducimos que los citados aportaron noticias de especial relevancia para historiar este arte, siendo sobre todo los diarios madrileños los de mayor asistencia al género, como La Iberia, diario liberal; La Correspondencia de España, diario político de noticias; El País, diario republicano; La Discusión, diario democrático de la tarde; Gil Blas, diario político-satírico, o El Globo, diario político, científico y literario.

Andalucía, por su parte, participó, entre otros, con Asta Regia, de Jerez; El Guadalete, El Comercio y Diario Mercantil, de Cádiz; Ecos del Guadalevín, de Ronda; La Unión Mercantil, El Correo de Andalucía y El Avisador Malagueño, de Málaga; La Crónica Meridional, de Almería; La Libertad, de Granada, y El Tribuno y El Cronista, de Sevilla.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .26
los medios de comunicación en los orígenes del flamenco
juan moya
Nº 16 ∙ JUN 2020 .27

EZEQUIEL BENÍTEZ

■ antonio jiménez cuenca | Culminó Ezequiel Benítez su trilogía Quimeras del tiempo. El cantaor jerezano hace entrega del tercer volumen cumpliendo su propósito de plasmar como real lo quimérico. Al título genérico de la trilogía le ha ido sumando subtítulos ajustadísimos a sus intenciones. El primero, de 2015, fue Mi cante, presentado en la Bienal de Sevilla al año siguiente; el segundo, de 2018, llevó por título Recuer2, y este tercero, realizado a finales del año pasado, Ilus3. Con caracteres alfanuméricos, ha querido reforzar la idea de tríptico y dar de camino justo sitio al mundo flamenco que constituye su universo personal. En este último recupera, al igual que en los anteriores y en su particular versión, voces de artistas que dejaron para la eternidad estilos y cantes de absoluta actualidad, pero desconocidos para gran parte de la afición. Un trabajo de recuperación y de respeto que refrenda el entusiasmo y querencia por un arte a todas luces grande. Quimeras del Tiempo. Ilus3, una música con renuevos de modernidad en la voz joven del consagrado cantaor Ezequiel Benítez.

Por fin concluye su trilogía Quimeras del tiempo, ¿qué sensación le queda después de la obra acabada?

Pues la verdad que mucha felicidad, porque he podido culminar esta obra y miro hacia tras y veo tantas imágenes de momentos vividos con esta Trilogía. Ha sido un camino duro, pero una dureza que amo y, además, me sigue haciendo muy feliz.

¿En quién o en qué se ha inspirado para realizar Ilus3? ¿Nos puede hablar sobre esta nueva obra?

Ilus3 me ha inspirado el amor que le tengo al flamenco, no hay más, amor y dedicación. Me he movido mucho

preguntando, llamando, investigando, etc…

Esta obra pienso que ha sido la más elaborada, un lujo de ser grabada casi en el 90 por ciento en mi estudio de grabación personal. Entonces he podido hacer y deshacer con mi compañero Paco León e ir creando ideas que se me ocurrían, y él me entendía a la perfección; y así las íbamos plasmando. Pero han sido muchas horas de darle vueltas a este Ilus3. Estoy muy contento.

¿Qué considera esencial de la misma?

No perder nunca el mensaje ni la flamenquería. Podemos comprobar que en la trilogía juega con los títulos de los volúmenes, ¿cómo llega a ellos?

Cuando decidimos hacer la trilogía, dejamos el titulo siempre de Quimeras del tiempo y jugamos con los subtítulos. Creo que ha sido muy original y bonito este juego porque dar con un nombre no es nada fácil, estaban los santitos con nosotros.

A diferencia de los anteriores, que se rodeó de un buen nutrido grupo de guitarristas, en esta ocasión solo le acompaña el excelente guitarrista portuense Paco León, ¿cuál ha sido el motivo?

Pues bueno, Paco León, desde hace ya varios años, está siendo mi guitarrista habitual, y sé su capacidad de creación y me gusta su sonido, su discurso flamenco y sus formas. Cuando pensé en Ilus3, lo vi claro y se lo propuse, hacer este trabajo juntos. Siempre que hago proyectos nuevos me guío de mi intuición.

.28 Nº 16 ∙ JUN 2020
de presentación
Quimeras del tiempo. Ilus3 francisco urri Concierto

Ha dado un repaso a aquellos artistas que dejaron una clara incidencia sobre el cante actual pero que han sido, en muchos casos, injustamente olvidados. ¿Cuántos más quedan durmiendo el sueño de los justos y le hubiera gustado incluir en su trilogía? ¿Daría para una trilogía más?

Ufff, en el flamenco queda tanto por hacer. Yo he podido rescatar o los que estaban más cerca de mi mundo flamenco o los que en el camino aparecían, pero el flamenco es tan grande y hay tanto por hacer que podría hacer muchas más antologías. Yo estoy abierto a que las organizaciones me ofrezcan cosas.

¿Cómo realiza la selección de los estilos o de los artistas? Y las letras, ¿son también clásicas o son escritas expresamente para la obra?

Cuando elijo un artista, nunca me voy para lo que conocen los aficionados. Investigo más cosas hasta que doy con algo no oído, original y que puedo defender bien. Luego, también rescatamos cantes y le hacemos la obra encima, no solo en letra, sino en mejora de las formas interpretativas, porque no todo lo que dejaron es bueno. Los artistas, algunos cantaban bien, pero no pellizcaban bien o no vocalizaban. En eso hemos puesto mucho cuido, por ejemplo, en que el mensaje llegue pronto y, por supuesto, dejar volar mi yo interior.

¿Nos puede dar una pincelada sobre Alfredo Benítez?

Es mi padre y podría decir de él tantas cosas. Pero los que lo conocen bien se pueden solo acercar a lo que es capaz de hacer. El flamenco le debe tanto, ha ayudado a tanta gente, ha producido discos, han venido a casa tantos y tantos artistas a pedirle ayuda. Podría escribir un libro solo de actos que ha hecho por amor al flamenco, y eso es lo que he mamado de él. Ha hecho tanto bien al flamenco que está media España cantando sus letras y nadie lo sabe. Solo te digo que para mí es mi ángel.

¿Tiene pensado realizar un acto o dar un concierto presentado la trilogía completa?

Sí, es posible. Pretendemos hacerlo el 10 de julio en el Alcázar de Jerez. Me hace muchísima ilusión porque participa un elenco artístico muy fuerte y quiero presentar lo mejor de cada Quimeras.

Vemos que tiene predicamento en su tierra, es decir, que Jerez como artista lo considera y lo trata bien ¿se siente profeta en su tierra?

Siento que la gente me tiene cariño y me respeta, tanto los viejos de mi tierra como mis compañeros artistas. Yo les doy mi cariño siempre, me gusta ser así, porque todos nos necesitamos. Jerez me trata muy bien.

En estos tiempos tan difíciles con la pandemia que sufrimos del coronavirus, ¿cree que situaciones como esta inciden en la creatividad de los artistas? ¿Puede ser motivador para innovar sobre la forma de transmisión del arte, nuevas formas de expresión o para la creación de nuevas letras?

Bueno, todo depende de la capacidad creadora y trabajadora del artista. Hay gente inquieta y otra cómoda. Yo no puedo parar. Ya estoy pensando en los festivales de verano, que tengo cerrados, para agradar al público. Este tiempo de confinamiento provocado por la pandemia me ha servido para reflexionar e incluso he aprendido a tocar hasta el ukelele.

Ya se sabe, Ezequiel, que cuando se está celebrando un evento se está pensando y, en muchas ocasiones, programando el próximo. ¿Nos puede contar algo sobre sus nuevos proyectos?

Ahora quiero disfrutar de Ilus3 y de la Trilogía, tenemos ya muchos festivales cerrados y quiero que la gente disfrute tanto como he disfrutado yo. Mi cabeza no para, pero intento calmarla. Pero sí es verdad que me están llamando para muchos proyectos.

Muchas gracias y mucha suerte, amigo.

.29 Nº 16 ∙ JUN 2020 › entrevista » ezequiel benítez

Mr. Neel Mohan, de la India a Casa Anita en Jerez de la Frontera

El Sr. Neel bucea en su pasado de infancia y juventud cuando vagabundea por las calles de Jerez. Reconoce a sus primos, tías, amigos y amigas de la India, pero aquí, en el territorio de los albarizones, especialmente en el barrio de Santiago, o en la Cruz Vieja al lado de Villapanés, en el barrio de San Miguel, donde descubre caras familiares en las gitanas jóvenes y en los gitanos viejos. Su viaje, casi de un mundo entero, va de Nueva Delhi a Londres y de Londres a Jerez de la Frontera. De profesión médico cirujano, especialista en Traumatología Infantil, no dudó en realizar su sueño de inaugurar clínica nueva en la calle Porvenir, en el número 5 de la capital del fino. Una casa francesa del diecinueve, bautizada con el nombre de su madre Anita, que ha rehabilitado con el esfuerzo de su trabajo. Y como tiene conexión genética por herencia histórica y quedó herido de amor con la impronta flamenca de la tierra, no pierde ocasión para reunir en su casa a un buen puñado de aficionados jerezanos y celebrar con flamenco el arte de la vida.

¿Por qué Jerez?

Porque Jerez es una casualidad o el destino. Con 25 o 26 años, hice mi primera visita a España, a Bilbao y a Madrid. Y me parecían ciudades parecidas a otras ciudades europeas. Mi amigo y compañero, Alfonso Queipo de Llano Temboury, y sus padres, Enrique y Mari Paz, me acogieron en Málaga. Posteriormente, el destino me llevó a conocer al gran arquitecto don Rafael Manzano en Sevilla. Me enamoré de Andalucía. Un día, por casualidad, Cristina, la hermana de mi amigo Alfonso de Málaga, me invitó a Jerez para la Feria del Caballo. Era 2006. Me pasé dos meses en Jerez yo solo. Un día, en la Parra Vieja había un grupo de hombres mayores, entre 65 y 85 años. No había mucha comida, si alguna bebida, no eran ricos, y estuvieron horas cantando sin parar. Una soleá, y aplaudían, y otro cante y otro y otro. Y yo pensé, si Dios me da la gracia de llegar a los 80 años, yo quiero

estar aquí con ellos, porque están disfrutando más que viendo mil veces la televisión.

¿La música flamenca era familiar para usted?

Sí, porque no había ningún instrumento, solo la voz. Los gitanos llevaron un arte y lo conservaron en sus familias, en sus casas, sus fiestas. En la India pasa lo mismo, hay una música para tocar en los escenarios y otra de las familias. Mi maestro de música en la India era pobre y tenía solo una habitación donde dormían siete personas. Trabajaba en una empresa textil y fue despedido y empezó a ejercer de maestro de música. Nos sentábamos en el suelo, yo con once años y él con setenta y tantos. Cuando se aprende así, no tiene nada que ver con el conservatorio. A veces nos pasábamos tres o cuatro horas cantando. Cuando escuché el cante flamenco puro de Jerez, me evocó estos recuerdos de la infancia.

.30
por antonio jiménez cuenca
Nº 16 ∙ JUN 2020
antonio jiménez cuenca

¿Qué representa y qué sentido, en su opinión, tiene el flamenco?

En mi opinión, hay muchos tipos de flamenco. Un flamenco de grandes escenarios, un flamenco para turistas y otro tipo de flamenco para disfrutar con amigos en una plaza o un bar por la noche. Pero sobre todo me gusta mucho el flamenco de la casa, o el que se hace cuando se trabaja, por ejemplo, en la fragua. Ese cante no tiene decoración, para mí, es el cante puro y es el que me gusta, porque, aunque se tenga poca voz, tiene las notas más puras que yo he escuchado. Para mí, eso es una joya que toca mi corazón.

A pesar de tener su clínica de Traumatología Infantil aquí en el centro de Jerez, no quiere perder la ocasión de realizar algunas veladas de cante. ¿Es así?

Sí, soy amigo de la familia Terremoto. La pena es que Fernando Terremoto hijo murió un año antes de que yo conociera a sus hermanas Juana y Luisa. También a la familia de Manuel Valencia, que creo que es un guitarrista con arte no solo para los escenarios, además es un gran compositor. En su obra, hay muchos paisajes. En el patio de Casa Anita hay una acústica muy buena. Algunos amigos artistas, como David Carpio y Felipa del Moreno, han hecho pruebas de sonido y estaban sorprendidos de la sonoridad. Además, ya hemos realizado algunos conciertos, durante el pasado Festival de Jerez, contando con Antonio Malena, Juana la del Pipa, Luis, el Zambo, Luis Moneo, Ana Crisman, Luis, el Mono y Anabel Rosado.

¿Se lo plantea como un posible negocio?

No, no. Me he gastado todos los ahorros que tenía en rehabilitar esta casa, y desde luego, hacer algunos conciertos de flamenco no me va a resarcir. Si lo hago es por amor al arte. Quizás solo ayude a pagar los gastos de mantenimiento (risas).

¿Cuál es su cante preferido?

Seguiriyas, martinetes, saetas, nana y el cante despacio. Es interesante que Fernando Terremoto, padre de María, pueda cantar bulerías con una velocidad muy rápida. La bulería es un palo que todo el mundo puede cantar en cualquier ciudad. Pero cuando sube la velocidad, como cuando la cantaba Fernando Terremoto, es maravilloso. De todas formas, yo prefiero el cante jondo y el tipo de palos que se canta despacio.

¿Y su artista preferido de Jerez?

Eso es muy difícil, como preguntarle a un padre cuál es su hijo preferido. Hay muchos, por ejemplo, en mujer Tía Juana, también Felipa, Dolores Agujeta,

Tomasa, la Macanita, María Terremoto. En hombres la familia Terremoto, Vicente Soto, Luis y Juan Moneo, el Torta, Luis el Zambo. Y hay muchos jóvenes como David Carpio o Jesús Méndez... Espero que me disculpen si he olvidado a algunos. Pero, sobre todo, me tengo que acordar de Manuel Valencia, que para mí es mi mano derecha. Mira, yo conozco más cantaores que cirujanos, ¿no? La cirugía es mi trabajo y la música es mi vida.

¿Se ve jubilado y asentado en Jerez?

Cuando tenía 40 años, tenía un sueño, que era jubilarme aquí, pero mi madre me insistía en que tengo que trabajar porque estoy casado y tengo un hijo de 6 añitos. Pero cuando termine mis responsabilidades, quiero estar aquí y mi madre también lo quiere. Aunque sea humor negro, yo quiero morir en el kilómetro 4 de Jerez, que es donde está el cementerio (risas). En realidad, he restaurado esta casa para que quede para la ciudad, no para mí, yo me moriré, pero la casa quedará en Jerez, como el flamenco.

Casa Anita

■ pedro barrero ortega | Quería Jerez una calle como las de París, y esta fue la calle del Porvenir. En ella, unos franceses llegados a mediados del siglo XIX construyeron dos casas para sus hijos, una de las cuales, la nº 5, ha sido rehabilitada recientemente. Los arquitectos Rafael Manzano y Pedro Barrero han dirigido las obras. Se piensa que sigue las trazas del círculo de Charles Garnier, autor de la Ópera de París. Cuenta con dos plantas y un ático de menor ocupación que las inferiores. Su fachada es ecléctica con decoración afrancesada, en la que debieron participar artesanos de aquellas tierras. La casa se organiza en torno a tres patios. El principal, de más digna arquitectura, presenta arquerías sobre columnas de mármol en su planta baja, resueltas de fundición en la superior. En el patio trasero, se ha descubierto un aljibe, con bóveda de cañón, construido como el resto de los muros de la casa con piedra procedente de la sierra de San Cristóbal. La escalera se sitúa de forma distinta a como se resuelve habitualmente en los patios andaluces, en los que suele ocupar uno de sus ángulos. Su propietario decidió llamarla Casa Anita, en honor a su madre, el día de la inauguración celebrada el sábado 20 de abril de 2019 a la que asistí. Aquella noche primaveral, no llovía más que el eco del cielo de Jerez. Se oían, en el patio, los suspiros de sus aires flamencos

.31
› planeta flamenco
pedro barrero ortega
Nº 16 ∙ JUN 2020
Imagen de Baco en la decoración de la puerta de entrada a Casa Anita.

TÍTULO

DESDE LA RED

■ juan antonio iglesias, trysko | En 1930, en Jerez, de madre serrana y padre de los Puertos, nace un gitanillo achocolatado: Antonio de la Santísima Trinidad Núñez Montoya, alias Chocolate.

“Chocolate - Ritos y Geografía del cante flamenco - puro, jondo y gitano”

De pequeño se traslada a Sevilla, al Porvenir, donde echó su niñez cazando pajaritos y jugando al futbol. Sus primeros fandangos, los canta en la Puerta de la Carne pasando la gorrilla y fraguándose como cantaor junto al Bizco Amate, quien le sacaba los cuartos al chiquillo hasta que este espabiló. En la Alameda, en un ambiente licencioso, comienza a copiarle los cantes en los reservados a los ya eminentes Caracol, Vallejo o los Pavones. Casado con Rosa Montoya, hermana del bailaor Farruco, viajó por el mundo con las compañías de Manuel Morao y Lola Flores, fraguándose en los sesenta como solista en festivales y dejando un fructífero legado y una carrera plagada de reconocimientos.

En esta estampa costumbrista, José María Velázquez-Gaztelu nos muestra a un Chocolate entre los suyos, que nos deleita con una serie de naturales:

7’18”. En el primer lerele nos enseña el metal del que está hecha su afinada voz, su resonancia nasal que roza el armónico.

Ay, más bonita no la he visto (7’53-7’57”): plantea el primer verso directo y valiente, quebrando el cante en la última palabra, caracoleao.

Y la pintan los pintores (8’00”): se queda en un ¡ay! bilabiado, sentido e íntimo.

Yo ¡Dios mío de mi alma! más bonita no la he visto (8’09”-8’17”): repite el primer verso incidiendo preciso en la nota de apoyo.

Sin pintura ni colores (8’19-8’23”): verso de transición que deja en alto para tomar aire.

Lavá con agua del grífo con la que riego mis flores (8’24-8’43”) pellizca el grífo (8’26”), comienza una sucesión de melismas y remata con el estómago y sin aliento.

.32.32
DE BÚSQUEDA
la fragua Nº 16 ∙ JUN 2020

■ juan antonio iglesias, trysko | En la fotografía que nos proporciona Lamarca para esta edición, vemos el retrato en tres cuartos o americano de un gitano elegante, algo engolado, como si se tratara de un aristócrata de los cañí, y que se agarra firmemente a una silla de enea como un soberbio gallo al tejado de un gallinero. Su mirada desde las alturas, solemne y severa, se enmarca en una cabeza tortuguil de labios apretados que asoma en un robusto torso enchaquetado con pañuelo de seda replanchado y estampado con motivos florales. Las dimensiones de su anillo de oro denotan el natural aprecio de los de la luneta al preciado metal. Están ustedes ante Rafael Romero, el Gallina (apelativo del que renegaba y que es fruto de la mala fe de un marqués). Aunque su padre, tratante de ganado y guitarrista en ferias, no quería que se dedicara al flamenco, su profunda afición a la materia lo llevaría a empezar su trayectoria profesional a los 12 años. Aupado por la multitud, comenzó cantándole a los santos en procesión y, más tarde, a dedicarse al baile y al cante de atrás en los cuarenta de los colmaos madrileños de Villa Rosa y Los Gabrieles, ingresando después en el Tablao Zambra, donde junto a Pericón de Cádiz, Manolo Vargas, Juan Varea, Pepe, el Culata y Perico el del Lunar escribieron páginas memorables del cante grande. De la mano del guitarrista jerezano, afiló los cantes y grabó para Hispavox: alboreás, tonás, peteneras, y seguiriyas en la primera Antología del cante flamenco de Hispavox, bajo el sello francés Ducretet Thomson. El prístino manantial del que han bebido puristas y profanos. Era un cantaor largo, rítmico, de voz afillada y gitana, cuya caña de Chacón, su mirabrás y sus cantes de madrugá (tarantas) lo elevaron al Olimpo del flamenco. Más que el Gallina se merece el sobrenombre de el Gallo.

.33.33

Nº 16 ∙ JUN 2020

de José María Gómez Valero y David Eloy Rodríguez

Alegrías

Que yo conozco los nombres de todas esas barquillas, y en una cualquiera de ellas contigo me perdería.

No te vayas de mi vera. Vamos juntos a contar esas estrellas que brillan en las olitas del mar.

¿Quién querría ir al espacio, a conocer la galaxia? Si tú estás aquí a mi lado, eso sí que tiene gracia.

Las horitas que pasamos las guardo en el corazón. El cafelito que hiciste ya nunca se me olvidó.

Cada mañana yo quiero tropezarme con la falda que dejaste por el suelo.

Tangos

A ti yo te amo lo mismo que quiero a la libertá. Ni pido cuentas a nadie, ni me dejo controlá.

Querías que fuera tuya, yo no quiero ser de nadie, como un pájaro que vuela por los caminos del aire.

Contigo no tengo miedo a lo que traiga el destino, contigo quiero ir andando poquito a poco el camino.

Cada noche que yo paso enredaíta en tus besos se me olvidan las palabras y todos los pensamientos.

Por los jardines del tiempo somos niñas asombradas que van haciendo recuento de frutas dulces y amargas.

Seguiriyas

Sobre el campanario la vieja veleta esperando que un viento diferente de nuevo la mueva.

Todo lo que empieza un día se acaba. A golpes tú querías convencerme de cuánto me amabas.

Detrás de ti siempre, comiendo en tu mano, como una triste sombra yo tenía los ojos cerrados.

Mujer luchadora, mujer invisible, en el corazón del mundo se escucha tu canto invencible.

Ya no tengo miedo, sólo me das pena. Huyo de ti porque me está esperando una vida nueva.

Fandangos

Aguanta, corazón mío, resiste a este temporal, que un tiempo nuevo vendrá y lograremos vivirlo en paz y con libertá.

Al caló de la candela nos juntamos los cabales. Contando nuestras verdades y cantando nuestras penas, espantamos soledades.

Que de horarios no dependa lo que tenga que venir, ni los pasos ni el sentir, que los días nos sorprendan riéndonos del porvenir.

No siegues con tu guadaña, mala muerte traicionera, lo que nace en primavera. Lo que ese pájaro canta que dure la vida entera.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .34
fraguando letras
❧ ❧ ❧ ❧
Cantes del amar adentro 2019
premio federico garcía lorca

■ gabriel urbina | La literatura y el flamenco nacieron con un mismo deseo: tenderle una trampa al tiempo, contar historias que no mueran para que nosotros, mortales, acariciemos ese instante eterno que sentimos cuando hacemos nuestras las historias que otros vivieron o soñaron. Por eso, el flamenco y la literatura se enamoraron en el primer encuentro (amor a primera vista, o a primer oído), un día lejano al que nadie ha sabido ponerle fecha. Sin embargo, hoy quiero escribir sobre el primer beso que se dieron, porque ese sí ha quedado grabado en una estrofa métrica concreta: el romance, con versos de ocho sílabas que nos acompañan a compás desde la Edad Media, rimando en los pares con la misma cadencia con la que abrazan la orilla las olas del mar.

Si bien es cierto que son varias las teorías sobre el origen de esa estrofa literaria, la de mayor peso es la teoría neotradicionalista, con investigadores de la talla de Milá i Fontanals o Menéndez Pidal, que defienden que los romances surgen como fragmentos desgajados de los cantares de gesta. Así, un juglar iría cantando y recitando por las plazas poemas épicos, y el pueblo iba memorizando y eternizando los fragmentos que más le gustaban, repitiéndolos y modificándolos de generación en generación, hasta fraguar la estructura y la lengua que presentan hoy día en sus diferentes versiones.

Esa estrofa, que está en los comienzos de nuestra literatura y se fue adaptando a los diferentes territorios de la península, dejó en Andalucía el romance popular andaluz, que sería la semilla de la que nació el flamenco, germinando en el cante jondo de tonás, alboreás, martinetes, soleares, seguiriyas, saetas o nanas que nos acompañan en la actualidad. El romance flamenco se conoce también como corridos, corridas, carretillas o deciduras (nombres que, como señala José Blas Vega en su Diccionario Flamenco, se le daría en Andalucía por la forma de cantarse: seguida y monorrítmica), y comenzaría siendo entonado sin apenas acompañamiento musical («a palo seco»), imitando la forma en que los juglares lo representaban en las plazas. Sería poco a poco, con el tiempo, cuando el romance flamenco se dejó acompañar de guitarra a ritmo de bulería por soleá, de caña o de alboreá.

De esta forma, si uno escucha a los hermanos Alonso y Juana del Cepillo, de El Puerto de Santa María,

entonando a dos voces los romances del ciclo carolingio (centrados en Carlomagno, Roldán y Roncesvalles), uno puede sentir esos ecos que aletean desde un pasado remoto, de garganta en garganta, llenando plazas, corrales y patios de vecinos a lo largo de los siglos. En esas interpretaciones, grabadas para la Magna Antología del Cante Flamenco de Hispavox, uno siente, además, la magia de la tradición oral, en la que la fuerza de la memoria desvanece los muros que levantan la falta de recursos y formación, las dificultades para leer o escribir (privilegio de unos pocos hasta no hace tanto tiempo).

Como vemos, el romance nació y creció de forma oral, contado y cantado por juglares en las plazas y por abuelas en las casas. Llevamos tantos siglos escuchando esa estrofa en la voz de nuestros mayores que nos suena tan familiar como los pasos de un amigo o el acento de un hermano. Hay especialistas, como Saavedra Molina, que destacan esa atracción especial que nuestra lengua siente por el verso de ocho sílabas, al que se adapta como un guante el habla y el oído de los hispanohablantes. Los romances, gracias a la tradición oral, desafían las leyes del tiempo y el espacio, bebiendo el elixir de la eterna juventud para traernos al presente esas historias de amores y desamores, de victorias y derrotas, de sueños y soledad que llevan agitando el alma humana desde el principio de los tiempos.

Ya sea a través de narraciones medievales, con ese halo de leyenda que rodea a cada personaje y acontecimiento (Bernardo del Carpio, Durandarte, Conde Sol…), usando los acentos míticos de las historias bíblicas (Romance de Thamar y Amnón) o pintando de luto un paisaje onírico (Romance de la pena negra), los romances, literarios y flamencos, siguen hablándonos en un presente atemporal, en un aquí y ahora perpetuos, y los sentimos tan cercanos como los sentían nuestros antepasados hace unas décadas, dos siglos o setecientos años. Este tesoro está tan vivo en nuestro acervo cultural que sus latidos siguen batiendo con fuerza en la voz de Antonio Mairena, Camarón o Manuel Montoya. Basta escuchar hipnotizado a El Negro del Puerto narrando el Romance de Bernardo el Carpio o dejarse invadir por el «Verde, que te quiero verde», del Romance sonámbulo de Lorca, para volver a sentir ese primer beso, lejano y reciente, que el flamenco y la literatura se dieron un día sentados en esta estrofa.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .35 › literatura & flamenco
Romance el primer beso entre la literatura y el flamenco

La Toná

Juanelo Landón nació en La Isla, el 5 de febrero de 1810, el mismo día en que murió su padre defendiendo la ciudad, tras el sitio que empezó a sufrir la Bahía de Cádiz por parte de las fuerzas de ocupación francesa. Así que Juanelillo tuvo una infancia pobre y austera, aunque a la vez alegre y libre, tremendamente libre.

Su paso por la escuela fue efímero, el suficiente para aprender las cuatro reglas y a leer y escribir. Maduró pronto y rápidamente agudizó el ingenio para afrontar el día a día, y poder ayudar a su madre en la supervivencia diaria que suponía cada salida del sol.

La única herencia que recibió fue una navaja rutilante y afilada, con empuñadura de plata y las iniciales de su padre grabadas: J.L. También una voz laína para el cante, y su talento prodigioso para improvisar letras por cualquier palo flamenco.

Sin oficio estable, lo mismo se buscaba la vida trabajando en las salinas, que en la huerta Valdomero. Y cantando, siempre cantando:

«Qué dolor del salinero que por un jornal trabaja. Las manos llenas de grietas y la pena metía en el alma».

«Por la madre mía la vida yo daría. Que no me falte, Dios mío, que no me falte en la vida».

Frecuentaba el güichi de Tancredo, donde lo único que despachaban era un vino de pirriaque, tan turbio y avinagrado que los dos primeros vasos había que bebérselos de un trago, para engañar al gañote y así disfrutar del tercero, que rápidamente se subía a la cabeza. A pesar del viejo cartel sepia de «Prohibido el cante», Juanelo Landón se arrancaba por soleá o por bulerías según los ánimos del día, a lo que los parroquianos y el propio Tancredo no ponían ninguna pega, sino más bien lo contrario, se quedaban absortos con ese cante que salía de lo más profundo de sus entrañas.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .36
› con otro toque
mari paz pérez

Por soleá:

«Sin padre me he criao. Qué desgraciaíto he sido por no tenerlo a mi lao».

Por bulerías:

«Báilame por bulerías que solo con mirarte me alegras el día.»

Jamás pensó Juanelo que su suerte cambiaría un día de frío invierno. La noche anterior, la juerga donde Tancredo se alargó hasta altas horas de la madrugada. Dos señoritos corrieron con los gastos, ya que venían con ganas de fiesta y de escuchar al de La Isla cantar. Landón salió con una melopea considerable, casi a las claras del día. Cuando llegó a su casa, echó en falta su navaja, no la encontraba, pero la borrachera y el cansancio vencieron a su primer intento de volverse a buscarla.

Tuvo un sueño extraño. Se vio rodeado de rocas y cómo una de ellas se le venía encima. De repente, unos bruscos golpes en la puerta lo despertaron de la pesadilla. No podía creerlo, no sabía si estaba aún soñando o lo que veía era real. La guardia entró de malas maneras en su humilde casa. El de mayor rango se dirigió a él y le dijo sin contemplaciones: «Juanelo Landón, queda detenido por asesinato». Y acto seguido le engrilletó las manos y se lo llevaron.

Ya en el calabozo, tras su insistencia en decir que no había hecho nada, le pasaron el diario de la mañana. La noticia ocupaba la portada, y aún confundido empezó a leer:

«Asesinado el político liberal Don Gonzalo Marco de Abadías, el día de ayer en La Isla. Se le encontró en una de las calles del popular barrio de las Callejuelas, con un puñal en el pecho. La navaja tenía grabadas las iniciales J.L. en su empuñadura de plata. Ha sido detenido el cantaor Juanelo Londón, dueño del cuchillo, y al que se le vio por última vez con el conocido político…»

Nada pudo hacer Juanelo para demostrar su inocencia el día del juicio, aunque muchos años después conocería la verdad. El otro señorito que acompañaba al político el día de la juerga era un infiltrado francés que tenía el encargo de matar al liberal. Pero en ese momento, nada ni nadie le salvó de una condena a cadena perpetua y trabajo forzado en el Penal de Cuatro Torres de La Carraca, en su misma ciudad.

A los pocos días del juicio, lo trasladaron a unos barracones cerca de la playa de Camposoto. Había

multitud de hombres en su misma situación, presos que parecía que tendrían el mismo destino.

Sin pensarlo dos veces, Juanelo se arrancó por toná consiguiendo un silencio sepulcral, tanto en los reos como en los guardias.

«A ciento cincuenta hombres nos llevan a La Carraca. Nos llevan a currelá, a sacar piedras del agua».

Fue tanta la conmoción que causó el cante, que por un largo tiempo nadie abrió la boca. Hasta que llegó la orden. Se escucho una voz que decía: «Vayan subiendo a los carros, vamos pa La Carraca».

La toná se hizo tan popular que muchas noches después de un largo y duro día de trabajo acarreando piedras, los compañeros de Landón le decían: «Juanelo, cántate la toná, la nuestra».

En 1881, treinta y cinco años después de la muerte de Juanelo Landón en el Penal de Cuatro Torres de La Carraca, el padre de los hermanos Machado, conocido en el mundo literario como Demófilo, recopiló letras y canciones populares en su conocida obra Colección de cantes flamencos. Estaba ordenado por palos y destacaba el escritor que todos los cantes eran anónimos. El libro se abría con las tonás. La primera de todas decía:

«A ceinto cincuenta hombres nos llevan a La Carraca. Nos llevan a currelá, a sacar piedras del agua».

Y así vivió, cantó y murió el cantaor isleño Juanelo Landón, en el más estricto anonimato.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .37 › con otro toque

Noctámbulo

Tito Lara.

Cuando un disco se graba en directo mimando cada elemento con cariño, el resultado no puede ser otro que una obra de arte. El guitarrista isleño Tito Lara conjuga el mejor jazz de la vieja escuela gaditana (Alcina, Villoslada, Sainz ) con el flamenco de matriz más clásica: la herencia fallana. El matiz vocal lo aporta Raquel Ortiz (Mónica) versátil y conmovedora. Un trabajo de una sencillez emotiva y un lirismo simbólico sobre el acto de la creación en libertad, un autorretrato en cuerda generoso y mestizo.

Por dos vereas iguales

Guadiana.

Para resaltar la voz arenosa y rozada del pacense, su nuevo disco Por dos vereas iguales se viste a la antigua usanza, sin artificios ni ediciones. Guiado a la sonanta por el motrileño Carlos de Jacoba y acompasado al cajón por el Piraña, con las palmas de Los Mellis. Un homenaje a los cantes en desuso (levanticas, caña) sin dejar de lado su predilección por los cantes extremeños (jaleos) que supone un giro diametral a los anteriores Jaleo o Sonakai.

Una realidad diferente

Antonio Lizana

El cada vez más internacional, Antonio Lizana nos presenta Una realidad diferente. Grabado bajo la dirección del baterista austro-iraní Shayan Fathi y del pianista salmantino Dani García Diego, el disco nos ofrece un sinuoso y rico universo de ritmos, amalgamados con criterio, que sigue una narrativa fabulosa de la que emana su gratitud vital. El saxo-cantaor gaditano, que ha contado con la colaboración de la sublime vocalista Becca Stevens en su Carry you y de Josemi Carmona en Vida pasajera, reinventa el garrotín a través del R&B y nos premia con unas seguiriyas en 5/8: Me cambiaron los tiempos. Un álbum que nace libre de etiquetas volando en los aires de un flamenco diferente.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .38 › sugerencias

Hodierno

David Lagos.

Jerez siempre sorprende con el flamenco más directo que caracteriza a su ambiente gitano y, también cómo no, con su flamenco construido sobre la admiración por las escuelas clásicas como la de don Antonio Chacón, creador de estilos tan hodiernos, tan actuales, como sus granaínas o malagueñas. De eso va el último trabajo de David Lagos, que nos presenta una actualización de la tradición cantaora, en diálogo con los sonidos electrónicos y la música contemporánea. En colaboración con el productor Daniel Muñoz Artomático, que pone los sonidos electrónicos, el saxo de Juan Jiménez y la guitarra flamenca de Alfredo Lagos. Una recreación poderosa de estilos que nos ofrece, romance, cantiñas, malagueñas, caña, livianas, soleá, mariana, tangos y pregón. El trabajo se estrenó en directo en la Bienal de Flamenco de Sevilla 2018, siendo destacado por la crítica como una puerta abierta del flamenco a nuevos públicos desde la vanguardia del cante.

Tomás Pavón

Colección Carlos Martín Ballester.

Con prólogo de José María Velázquez-Gaztelu, se presentó el tercer volumen de la Colección de Carlos Martín Ballester. Los anteriores fueron dedicados a los jerezanos don Antonio Chacón y Manuel Torres. Un libro + CD que glosa la figura y obra de Tomás Pavón. El que fuera célebre hermano de Pastora, la Niña de los Peines, la cual será objeto de la próxima entrega. El príncipe de la Alameda de Hércules sevillana, a decir del flamencólogo Manuel Bohórquez, dejó para la historia 23 cantes, de momento, de una factura inmejorable. De momento, porque el coleccionista flamencólogo Carlos Martín Ballester ha sido capaz de localizar un nuevo registro que permanecía reposando en los discos de pizarra del olvido. Se combina el conocimiento cabal de su figura junto al análisis de su obra musical realizada por las solventes plumas de Ramón Soler Díaz, que se encarga de analizar los estilos cantaores, Norberto Torres Cortés, aportando información sobre la guitarra de acompañamiento, y José Manuel Gamboa, que aborda la dimensión humana. El propio Carlos Martín Ballester también contribuye haciendo un desglose biográfico de su histórica figura. Representa este volumen el estudio y conocimiento de la figura de Tomás Pavón que podemos casi dar por definitivo. Obligatorio en las estanterías flamencas..

Camarón.

Sete González.

La leyenda del genio

La biografía ilustrada del mayor icono del flamenco. El mito de Camarón ya tiene su libro ilustrado y, para ello, la editorial Lunwerg, de apellido Planeta, ha contado con uno de los mejores ilustradores que podía encontrar, un skater, amante de la vida de Camarón y por supuesto un dibujante excepcional, Sete González. Todas estas máximas han derivado en este magnífico libro, donde se puede seguir la trayectoria de Camarón, desde sus inicios en el barrio de las Callejuelas de La Isla de San Fernando, sus primeros cantes en la mítica Venta de Vargas o el posterior despunte en el tablao madrileño de Torrebermeja. Una magnífica manera de comprender la vida del mayor exponente del flamenco de todos los tiempos.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .39 › sugerencias

El isleño Ramón Sartorio, el Santolio

En los doscientos años de su nacimiento

■ manuel bohórquez · crítico de flamenco y columnista de el correo de andalucía | Aunque le apodaron El Santolio, en los periódicos sevillanos apareció siempre como Ramón Sartorio, que así se llamaba. Exactamente, Sartorio González, cantaor y bailaor bolero de San Fernando (1820), que con poco más de veinte años andaba ya por Sevilla buscándose la vida como cantaor y bailaor en las academias de Manuel y Miguel de la Barrera, y el Maestro Félix Moreno. Sartorio fue de los primeros profesionales de nuestro arte en la capital andaluza, comenzando a destacar con los sevillanos Silverio, Enrique Prado, José Lorente, José García, el portuense José Perea, el Cuervo Sanluqueño y el alcalareño José Ordóñez Juraco entre otros.

Curiosamente ninguno era gitano, luego es destacable el hecho de que a mediados del XIX, a pesar de la época hermética de la que hablaba Antonio Mairena, ya hubiera ese grado de profesionalidad entre los intérpretes gachés, actuando en academias, salas de baile y teatros, como cantaores de Manuela Perea La Nena, Petra Cámara y Amparo Álvarez La Campanera, además de los citados Miguel y Manuel de la Barrera, que como ya aclaré hace años no eran hermanos –ni siquiera primos-, a pesar de que siempre se referían a ellos como los hermanos de la Barrera. En realidad, los célebres hermanos boleros eran Miguelito y Cayetano de la Barrera y Quintana.

De Ramón Sartorio es la primera vez que se escribe con datos biográficos fiables y contrastados. Algo publiqué en 2016, aunque solo un avance. En 1991, Salvador Aleo Zuazo (Flamencos de la Isla en el recuerdo), lo intentó pero solo se refirió a él como El Santolio y no ofreció ningún dato biográfico:

Entre los aficionados de la Isla, a los que hemos consultado, ninguno de ellos ha podido informarnos de los antecedentes familiares o artísticos de este flamenco. Solamente uno nos decía que, en su niñez, había escuchado a un hombre que iba cantando por los caminos y que se ufanaba porque su tarareo era una imitación de los cantes de El Santolio. Este aficionado, cantaor después, no le prestaría ninguna atención a lo que el caminante cantaba y bien que lo lamentó con el tiempo.

En el Diccionario Enciclopédico (1996), se nos dice lo siguiente:

santolio, el | San Fernando (Cádiz), siglo XIX. Cantaor y bailaor. Su trayectoria artística se desarrolló en

Sevilla y entre sus actuaciones figuraron las llevadas a cabo, en 1851, en la academia de baile de Manuel de la Barrera, donde se le anunciaba como “el afamado cantador y bailador, interpretando estilos folclóricos y flamencos.

sevillano de adopción | Lo más probable es que llegara a Sevilla a finales de los cuarenta, cuando ya había mucha actividad en las academias de baile. Al parecer, el cañaílla era un especialista en los aires festeros, en los juguetillos gaditanos, como cantaor de cuadro, y se lo rifaban los maestros y las maestras de la escuela bolera. Hizo enseguida muy buena amistad con Silverio Franconeti, una vez que el gran cantaor abandonó Morón de la Frontera para instalarse definitivamente en la capital, donde ya se podía ganar dinero cantando o bailando. Cuando Sartorio llegó eran ya muy conocidas, La Nena, Petra Cámara y La Campanera, las protegidas de los Barrera y el Maestro Félix Moreno, que vivió casi siempre en la calle Rodo, donde hoy está el tablao El Arenal.

El isleño encontró cobijo en el ambiente y en 1951 hay ya constancia de que cantaba en la academia de Manuel de la Barrera. Sevilla era en aquella época una ciudad de fama por sus buenos teatros, como el Principal y el San Fernando, este de nueva creación, y donde la zarzuela y la ópera causaban furor entre los sevillanos. Por tanto, era un buen momento para afincarse en la capital andaluza, que con Málaga eran las dos ciudades más ricas y prósperas de la región. Por tanto, que ni pintadas para vivir en ellas, en este caso Sevilla, y echar raíces.

Sin embargo, a mediados de los cincuenta hubo una crisis teatral en Sevilla y la gente dejó de ir en masa a los teatros, que no era barato, acercándose a otro tipo de espectáculos como la zarzuela o el circo. En 1858, montó circo en la ciudad el famoso Price, lo que hizo que algunos teatros fueran a la quiebra, como el San Fernando, en 1859, y se viera obligado a apostar más por la zarzuela que por la ópera. Fue una oportunidad para los músicos que se dedicaban al género andaluz porque podían pillar algo en ese otro género musical, y porque las academias empezaron a tener más clientela. Ahí es donde Sartorio vio la posibilidad de echar raíces y de vivir exclusivamente de este arte. Era profesional. De hecho, en algún padrón rezaba como Bolero.

Así anunciaban los periódicos de la época los espectáculos en los que participaba nuestro protagonista. Miracielos fue un bailaor destacado de aquellos años, apareciendo en los padrones como artista. Y respecto al

Nº 16 ∙ JUN 2020 .40 ›
el isleño ramón sartorio, el santolio

Cuervo, hubo dos, uno de Triana y otro de Sanlúcar de Barrameda, de los que nos vamos a ocupar en esta serie a lo largo del año.

salón de oriente | Gran concierto de baile y canto esta noche, por los cantadores Sartorius, Miracielos y El Cuervo, en unión de las mejores boleras de esta capital, entre ellas doña Amparo Álvarez (La Campanera). Principiará a las diez y concluirá a las tres y media. Los carteles darán más pormenores. 1862.

En la siguiente noticia aparece Miracielos como cantador, y es que era algo normal en aquella época. Un caso parecido a Sartorio, que cantaba y bailaba y en las dos facetas tenía prestigio:

bailes del país | Para los bailes de jaleo habrá varios cantaores y bailaores de los de más fama, entre ellos el muy aplaudido joven José Castro conocido por Miracielos, la incomparable Dolores Moreno, Ramón Sartorio y otros varios. 1864.

Miren cómo en la siguiente gacetilla se reconoce a Sartorio como “el más célebre para estos juguetes”, o sea, en el cante festero. Y aparece con él el Quiqui, otro cantaor y bailaor:

salón oriente | Calle Trajano. Su director don Manuel de la Barrera, pone en conocimiento de los aficionados que desde el sábado 26 darán principio las fiestas del país, asistiendo las mejores boleras con los trajes verdaderos andaluces y las aficionadas para los de jaleos con los trajes llamados macarenos y los boleros y aficionados vestirán el de currito; el director acompañará en las seguidillas y malagueñas a doña Amparo Álvarez (La Campanera) y tocará la guitarra el afamado Enrique Prado, que también cantará las malagueñas y danzas con varios tonos: La Campanera bailará el jaleo haciendo las suertes de capear y matar el toro, cantándolo Ramón Sartorio, el más célebre para estos juguetes, y bailar jaleos de todas clases. El divertido bailador y cantador Quiqui, cantará y acompañará a Dolores Moreno y otras, que tanto gustan en el jaleo, y de este modo alternarán los bailes del país con los de jaleos y canto de todas clases, repitiéndose todo cuanto al público le agrade, no dejando de trabajar todos hasta que se retire la concurrencia. Cada media hora habrá quince minutos de descanso. 1865.

Es la primera noticia en la prensa de la época, que sepamos, en la que aparecen juntos Sartorio y Silverio. Tras regresar de Sudamérica, el señor Franconeti ya actuaba en Sevilla y pensaba en dirigir cafés, primero uno en Amor de Dios, cercano a la Alameda, el primer Café de Silverio, luego en la calle Tarifa asociado al Burrero, y más tarde, en 1881, el suyo propio en la calle Rosario. También aparece el Sevillano, que no era otro que Francisco Hidalgo Monge El Sevillano, Paco el Gandul o Paco Botas.

gran baile del país y cantos y bailes flamencos | En los salones de Oriente, calle Trajano, habrá esta noche, al que asisten las mejores boleras, los cantadores Silverio, Sartorio y el Sevillano y los tocadores de guitarra el Gaditano y Calderón. Dará principio a las nueve y media, hasta la hora del encierro. (29 de septiembre) 1866.

En esta noticia ya aparece Manuel Caro Cuéllar, Carito de Jerez, seguramente el primero, o de los primeros artistas jerezanos que desembarcaron en Sevilla y que ya no se fueron. Una gran figura de la época totalmente olvidada en su tierra.

salón oriente | Asistirán nueve boleras y dos alumnas de las mejores de esta capital, entre ellas la primera bailarina La Campanera, y los cantadores Ramón Sartorio, Carito, José Lorente y otro, con gitanas y bailadores para los de jaleo. 1867.

En esta última noticia, para no cansar, aparece junto a La Campanera y Juan el Malagueño:

salón titulado el recreo | Esta noche a las siete y media tendrá lugar una fiesta extraordinaria de baile de sociedad, alternando con los del país y cantos andaluces, a beneficio de los repartidores Manuel Peinado y José Alemán. La orquesta será dirigida por el profesor de cornetín don Eulogio Vila; tomando parte en los bailes la primera bailarina La Campanera, y los cantadores Juan el Malagueño, Ramón Sartorio, José García y otros. 1867.

Estas noticias de las actuaciones de Sartorio ya las recogió José Luis Ortiz Nuevo en su estupendo libro ¿Se sabe algo?, de 1990, obra imprescindible en la mejor biblioteca flamenca.

una vida sentimental agitada | El artista isleño tuvo una vida sentimental un tanto agitada. Sabemos que tuvo hijos con dos mujeres distintas, Salud Lengo Cordero, sevillana, con la que tuvo una hija cuando vivía en Santa Catalina, en cuya parroquia fue bautizada la niña. Y unos veinte años después tuvo otra hija con Amalia Algaba Bejarano, Sevillana de San Marcos, Julia, que fue apadrinada por Silverio Franconeti, lo que demuestra su buena relación con el gran cantaor y empresario. Esta niña nació el 16 de febrero de 1870 en el número 135 de la calle Palmas, hoy Jesús del Gran Poder.

Poco pudo disfrutar de su hija, porque el célebre cantador y bailador murió ese mismo año, viviendo en el mismo domicilio, con 50 años de edad y por causa de hemoptisis. En concreto, el 21 de noviembre. Fue enterrado al día siguiente en el Cementerio de San Fernando de Sevilla. Así acabó sus días este isleño, que había nacido un 1 de mayo de 1820 en la tierra de El Fillo, aunque catorce años después. Fue hijo de don Rafael Sartorio y doña Francisca González. Doscientos años hace que nació, y en San Fernando sin enterarse.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .41 › el isleño ramón sartorio, el santolio

CANALES de tú a tú en La Fragua

■ lolo picardo | Decir Canales en el mundo del flamenco es decir único, porque hay pocos artistas que puedan parecerse al bailaor trianero. Pero la personalidad de este artista sobrepasa todos los límites, inunda todos los pilares flamencos, llena de arte los corazones. Antonio no es famoso, es popular, es nuestro y dada su cercanía a la Bahía de Cádiz, hemos descubierto una persona increíble, con unos conocimientos de flamenco y de la vida magistrales.

Antonio Gómez de los Reyes, Antonio Canales, nace en 1961 en el Corral de la Saramaya, en plena calle Castilla, que está enclavada en el corazón de su querida Triana. Con familiares de sentimientos flamencos y con su esencia trianera, pronto se fue inclinando hacia la danza, tomando clases y marchándose a Madrid con 17 años, para buscar su destino. Ha bailado en los mejores escenarios nacionales e internacionales, ha recibido los mejores premios que se le puede dar a un artista flamenco, ha sido actor, productor, presentador de televisión, escritor, influencer en las redes. Como anécdota, habría que contar que también trabajó como estampador de las míticas vajillas de la fábrica de La Cartuja, donde su padre, encargado de un departamento, lo metió a trabajar con catorce años. ¿A qué flamenco no le gustaría comer en una de estas vajillas que ha decorado Antonio?

Hoy ha atendido a La Fragua desde su confinamiento en su casa de Madrid, debido a la COVID-19.

Buenas, Antonio Canales, un honor entrevistarte para La Fragua, donde también tienes tu sitio con esos maravillosos artículos que nos escribes en Arquitectura Flamenca y donde además profesas perfectamente el papel de Socio de Honor que te otorgó hace algunos años la asociación con el mismo nombre que edita esta revista.

Naciste en un lugar marcado en oro en la historia del flamenco, Triana. ¿Crees que influye la cuna para ser un buen artista?

Por supuesto que, para un bailaor, es primordial haber nacido en un lugar donde el flamenco sea su seña más señera. Y, claro está, en este caso, Triana fue la mejor cuna que pude tener, ya que es uno de los lugares de más enjundia y tradición para este nuestro arte eterno. Jugar con el hilo musical de los cantes que salían de las fraguas y los tornos de los alfareros, escuchar las nanas de mi madre y mis tías hasta caer rendido en el sueño y vivir esas fiestas que envuelven el barrio de Triana es una ventaja muy grande.

Mamá Pastora es muy grande. ¿Qué hay de ella en tu arte?

Todo, todo; es todo. Por ella soy artista. Fue mi primera maestra y modelo a seguir, y aún sigue enseñándome cada día. Es una fuente inagotable de flamencura y arte. Una verdadera madre coraje y una bailaora de ensueño. El espejo donde me miro.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .42
ignacio escuín

De los premios y distinciones con los que han premiado tu arte, ¿Cuál es el que miras y se te saltan las lagrimas?

Son muchos, y cada uno tiene un sentido muy especial para mí. Pero quizás cuando me nombraron Trianero del Año, fue algo que jamás podré olvidar.

Antonio, has viajado por todo el mundo llevando el flamenco, llevando nuestra cultura. ¿Cómo entienden el flamenco internacionalmente?

El lenguaje del flamenco no tiene fronteras, por ello hoy en día es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Pero lo es por derecho propio desde hace muchísimos años. Y en muchos países, como Francia, Estados Unidos y sobretodo Japón, es una tradición arraigada y muy estimada y valorada por todos. Hoy en día, ya no se puede dar gato por liebre.

Vemos a un Antonio volcado en las redes sociales. ¿Tantos amigos tienes?

En las redes, cuando se trata de páginas oficiales y grupos de trabajo, más que amigos son aliados. Pero en mis redes sociales personales, sí dispongo de muchísimos conocidos y amigos muy queridos. Es el patio de vecinos de nuestro siglo XXI.

Eres muy polifacético, has hecho de todo. ¿Tu día tiene más de 24 horas?

Creo que sí, necesitaría al menos doce horas más. Porque, ciertamente, algunos días estoy escribiendo noticias del día anterior aún. A veces soy un culo inquieto y mis días no tienen horas ni límites. Mi vocación es el flamenco y ella es el alimento de mi alma.

Ahora me gustaría preguntarte por el flamenco actual. ¿Cómo lo ves? ¿Hay futuro? ¿Se nos ha ido de las manos?

El flamenco está en su mejor momento. Nunca en su historia gozó de más difusión, variedad, frescura, técnica y buen hacer. Lo que ocurre es que no todo lo que vemos y llaman flamenco lo es. Hay que tener mucho cuido de no confundir la fusión con la confusión. Seguro que en otros tiempos ha habido artistas irrepetibles y que no volverán a nacer, pero tú me preguntas por el flamenco en general, y ningún tiempo pasado fue mejor.

¿Está el flamenco andaluz en buenas manos?

A.C. Si nos referimos a los intérpretes, está en las mejores, pero si nos referimos a la cultura y administraciones, tristemente está en las peores.

¿Se siente usted querido por el público?

¡Totalmente! Es mi público y es mi gente. No puedes pretender ser del gusto de todos, para gusto hay colores. Soy Premio Nacional y Personaje Ilustre Andaluz. Pero lo más especial es que soy un artista del pueblo, querido por su gente. No soy famoso; ese eslogan tiene caducidad, soy popular, este otro no muere nunca y vive siempre en los corazones que me vieron alguna vez bailar.

El Ballet Andaluz, los andaluces, añoran a un Canales director. ¿Cuándo podremos disfrutar de este binomio?

Yo he puesto todo de mi parte para que así pudiera ser, y en esta ocasión me he comprometido con todas las de la ley. Mas parece ser que a los políticos de turno no les interesa que el arte del flamenco disponga de la libertad necesaria para su buen crecimiento. Esperemos que las injusticias y corruptelas que en esta ocasión han ensombrecido el nombramiento de la dirección fallida, puedan salir a la luz y se haga justicia.

En La Isla no podremos olvidar esa coreografía que creo para conmemorar el 25 aniversario del fallecimiento de Camarón. ¿Cómo se sintió creándola y bailándola junto al mismísimo Puente Zuazo, el emblema de la ciudad de San Fernando?

Aquel día fue un momento único e inolvidable, y nuestra Isla y muchísimos puntos del planeta se vistieron de gala para conmemorar el 25 aniversario de la partida eterna de nuestro Camarón de La Isla.

Muchas veces crucé con José paseando ese Puente de Zuazo camino de Puerto Real, y cuando lo crucé en aquella ocasión lleno de niños y de personas, algunas en sillas de ruedas, cantando y bailando ilusionados, fue de una emoción difícil de explicar. Ese día siempre lo guardaré como un tesoro en mi corazón. Viva La Isla de San Fernando. Vive siempre, Camarón nuestro.

Sabemos que ama Cádiz, La Isla. ¿Qué nos podría contar de esta tierra?

Esa es la tierra de la sal y de los vientos. La verdadera cuna de los dragones antiguos que permitieron que hoy en día nos llamemos Península Ibérica. Esas benditas tierras son las pestañas hermosas de África y la corona radiante de Europa. Allí quisiera que algún día, descansen mis huesos cerca de La Bahía.

En Cádiz, y sobre todo en La Isla, aprendí los «Antiguos Arcanos» secretos del flamenco. Esos que son invisibles a casi todos los mortales. Y solo les son revelados a los que se pueden transformar en Cañaíllas Reales en las noches de luna llena.

Nº 16 ∙ JUN 2020 .43 › entrevista » antonio canales

¿Hay machismo en el flamenco?

■ estela zatania · crítica de flamenco · jefa de contenidos en deflamenco.com | En los últimos años, peñas, festivales y revistas me han encargado numerosos artículos y conferencias acerca de la mujer en el flamenco. El feminismo está de moda, pero pienso que la primera cuestión que debemos afrontar es ¿qué diferencias existen, si es que alguna, entre las mujeres y los hombres en su forma de interpretar y entender el flamenco?

Hay más bailaoras que bailaores, y mujeres guitarristas, un número que no pasa de anecdótico. Pero, por motivos sociológicos, siempre ha habido más cantaores que cantaoras: en la lista de nóminas de 1984 del representante don Antonio Pulpón, figuran los nombres de 85 cantaores frente a 14 cantaoras.

Sin embargo, me parece obvio que, hablando de cante, podemos descartar diferencias puramente fisiológicas: las mujeres tenemos un registro de voz más alto que el del hombre. Normalmente, tres o cuatro semitonos separan la voz femenina de la masculina, sin que esto influya en la carga emotiva o la expresividad de una y otro.

El maestro Antonio Mairena llegó a decir: «Opino que Juan Talega tenía razón, decía una y mil veces que las mujeres, ninguna daba los veinticuatro quilates por seguiriyas, porque tal cante no sonaba bien más que en los hombres, o sea, es un cante puramente varonil». No obstante, fue admirador incondicional de La Niña de los Peines, gran seguiriyera, o de la Tía Anica, la Periñaca, a la que presentó a la afición en su Antología del cante flamenco y cante gitano (1965).

¿Es el flamenco un arte machista? Muchas mujeres dirían que sí, y citan versos como: Mi marío me ha

pegao/porque quiere de le haga/papitas con bacalao. Cantada por fiesta, es una letra que provoca risas, a pesar de la escena tan nefasta que pinta. Creo que se podría obviar este tipo de contenido sin dañar el tejido flamenco donde siempre se había encumbrado a la mujer, fuese madre, esposa o Virgen. Hay sinfín de versos que incluyen «Mare de mi alma», pero no recuerdo ninguno que diga «Pare de mi alma».

En la etapa pre flamenca de primeros del siglo XIX, la mujer tenía una presencia en aquel repertorio folclórico de danzas y canciones interpretadas de forma colectiva, o de aires alegres sin la intensidad del arte jondo. Con la individualización que llegó con el flamenco, los ambientes de mal vivir de los cafés cantantes, tabancos y tabernas, y un público masculino, ya no encajaba la presencia de mujeres. Por costumbre, la mujer decente casada no salía de casa, no tenía acceso a las reuniones, ni tenía una relevancia pública y estaba a la sombra del hombre.

A lo largo de la historia, grandes cantaoras han creado estilos que ahora llevan sus nombres. Son destacables La Andonda, María Borrico, Mercé, la Serneta, La Trini de Málaga o la Peñaranda de Cartagena entre muchas otras. El flamenco del siglo XX quedó enriquecido con su majestad La Niña de los Peines, además de La Perla de Cádiz, las inolvidables Fernanda y Bernarda de Utrera o la gran Paquera de Jerez. A partir de la década de los ochenta del siglo pasado, la participación de las mujeres dejó de ser una rareza, mucho menos una vergüenza. Son todas personajes que definen el cante y nos recuerdan que, sin la aportación de la mujer, al flamenco le faltaría una pieza fundamental de su dimensión.

.44 Nº 16 ∙ JUN 2020 ?
› artículo » estela zatania

■ licy ramírez malo | La foto se fecha en 1968 y el evento que motivó la instantánea fue la visita del obispo de Cádiz a uno de los colegios de San Fernando. El bragado monseñor, Antonio Añoveros, tenía una inclinación a la agitación que llegó a provocar la mayor crisis iglesia-estado del franquismo. Sus escritos levantaban polvaredas: el hacinamiento de la vivienda en Cádiz (patios de vecinos), o las precarias condiciones de los habitantes del campo de la provincia. Entre encíclicas y pastorales, al obispo debía gustarle la cultura popular y aprovechaba para dejarse ver. Nos convocaron a un grupo de niñas a bailar tanguillos para que apreciara las dotes de sus párvulas diocesanas. La visita del ilustre personaje queda en una nebulosa de la infancia. Quiero recordar la alegría del prelado, su risa abierta al vernos bailar tan pequeñas, graciosas y desvergonzadas. Desde una tarima en alto nos contempló, besó, abrazó y repartió chucherías, como un rey mago. Este es mi primer recuerdo relacionado con el baile.

En 1968 se inauguraba en extramuros de Cádiz la Barriada de La Paz. De allí venía tres días por semana a La Isla mi señorita de baile al colegio, por esta razón nos exhibieron ante el obispo. Los locales públicos colgaban el cartel de “se prohíbe el cante” y las sevillanas eran patrimonio inmaterial de Sevilla o zonas limítrofes. Lo autorizado eran los grupos de folklore con los que el régimen iniciaba la apertura exterior. En Cádiz, el baile popular empieza por tanguillos, pasa por El olé de la Curra y los Panaderos flamencos, y conquista rápido alegrías y caracoles. La señorita de baile Mari Paz, María de la Paz Juliá Ceballos, pertenecía al Grupo de Coros y Danzas de la Cátedra Adolfo de Castro del Ayuntamiento de Cádiz. Recorrió escenarios de países europeos incluidos los del telón

de acero y antigua URSS. Sabía bailar todo, todo, todo. Controlaba la bata de cola, la escuela bolera, los bailes de puntera y zapatilla, conocía las cuatro posturas del ballet, el mantón, el abanico, era gaditana y, como consecuencia, flamenca. Se acompañaba incansablemente con unas castañuelas de olivo indispensables cuando le fallaba la voz. Enseñaba a bailar en dos grandes colegios femeninos de San Fernando. Formó cuerpo y espíritu de varias promociones de chicas sembrando la afición flamenca. Nos hacía llevar un palo de fregona a sus clases. Como comienzo, mientras tomaba un cafelito en un termo, movíamos el palo hacia delante y detrás sin doblar codos trabajando juego de hombros y fuerza. Después manos, rotación completa de muñecas dentro-fuera. Para no enloquecer en un estruendo de taconazos éramos niñas haciendo el golpe, golpe, tacón, puntera… con zapatos “gorila” de suela de goma. Educaba el oído en ritmos, tiempos y compases con sólo la ayuda de sus palmas. Nos corregía expresiones y posturas afectadas enseñando un flamenco elegante, simétrico y armonizado, de exportación. Para suprimir el miedo escénico, nos subía al escenario en fin de curso. Siempre fui tímida, me infundió un gran respeto por el baile a la vez que también me transmitió el gusto por la disciplina: primero se calienta, cuando la profesora habla nadie mueve los pies, las castañuelas en su funda, para mover caderas las piernas separadas en la medida justa, el giro de muñecas siempre lento, para el equilibrio, si no hay barra, una mano a la pared y se repite tanto como sea necesario hasta eliminar errores. En una época en la que el flamenco se disfrutaba en ambientes elitistas, tablaos o fuera de nuestras fronteras, esta mujer, de gran estilo y sabiduría, plantó una discreta semilla en un territorio privado.

.45 Nº 16 ∙ JUN 2020
1968 › 1968 » licy ramírez malo
De izda. a dcha, arriba: Lucía González, Pilar Foncubierta, Mª Paz González, Oliva Fernández, Mª Carmen Lobete; abajo: Lourdes Calderón, Adoración García-Guaita, ¿?, Emilia Jiménez y Licy Ramírez

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.