Voces en el camino

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VOCES EN EL CAMINO

Paisaje y cosmología en las rutas del Inca

voices from the road Landscape and Cosmology on the Inca Trail

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contenido

index

presentación

Foreword

introducción

Introduction

parte 1 / Part 1

tawantinsuyu. El Imperio de los cuatro Suyus

Tawantinsuyu. The Empire of the four Suyus collasuyu. Voces en el Camino Collasuyu. Voices from the Road

parte 2 / Part 2

bibliografía

Bibliography

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Este libro permite dimensionar la magnitud de una de las obras más extraordinarias realizadas por el hombre preindustrial. El Camino del Inca o Camino Principal o Qhapaq Ñan, una red vial que abarca más de 5 mil kilómetros de longitud, sin contar multitudes de ramales y vías accesorias, fue construido por el imperio del Tawantinsuyu hace unos seis siglos. Hoy, de hecho, está siendo postulado para que la UNESCO lo declare Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Esta hazaña es solo un efecto de algo mucho más notable: los chancas, un pueblo aislado en la sierra del actual Perú, logró convertirse en el imperio más poderoso y extenso del continente, abarcando una enorme área, desde el sur de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, llegando hasta el noroeste argentino y el centro de Chile. Los imperios necesitan de fuertes organizaciones políticas, estructuras sociales rigurosas, economía pujante, burocracias eficientes, ejércitos profesionales y estables. Además, son indispensables estructuras ideológicas y de conocimiento, y tecnologías de comunicación en las que la transmisión de información y circulación de bienes y personas funcionen eficientemente. Un imperio debe tratar de aunar bajo su dominio a pueblos diferentes, con diversas lenguas, costumbres y cosmologías. Todo esto lo logró este pueblo en poco más de un siglo. Esta es la verdadera hazaña inca.

This book bears witness to the magnitude of one of the most extraordinary human endeavors of the preindustrial era. The Inca Trail, also known as the Main Andean Road or the Qhapaq Ñan, was a network of trails that spanned more than five thousand kilometers in length, not counting its countless branch trails and access paths. The Trail was built by the Inca Empire of Tawantinsuyu six centuries ago. Today, in fact, it is being nominated to become a UNESCO World Heritage Site.

This achievement is only one consequence of a much more notable one: the Chankas, an isolated people living in the mountains of what is now Peru, rose to become the largest and most powerful empire on the continent, ruling over an enormous area that stretched from Southern Colombia to Ecuador, Peru and Bolivia, and ultimately to Northwest Argentina and Central Chile. Empires require strong political organizations, robust social structures, thriving economies, efficient bureaucracies and manageable, professional armed forces. Also indispensible are frameworks for ideology and knowledge and communication networks in which information is transmitted and people and goods circulate efficiently. An Empire also must attempt to unite under a single dominion a variety of peoples with different languages, customs and cosmologies. The Incas accomplished all of this in little more than a century. This is their true achievement.

Foreword Presentación 5
presentación foreword
voices from the road VOCES EN EL CAMINO 6
El Chasqui según la ilustración del cronista indígena Guaman Poma de Ayala, 1614. Inca messenger or chasqui, as illustrated by indigenous chronicler Guaman Poma de Ayala, 1614.

Si bien el texto se refiere al camino y a la ruta emprendida por el Inca para conquistar la parte sur del Imperio o Collasuyu, pone adecuado énfasis en el contexto político, social, económico e ideológico en que se insertaba el Qhapaq Ñan dentro del Tawantinsuyu

De esta manera, caminamos durante el siglo XV con aquellos especialistas, ingenieros y militares que construían el camino para que el Inca Tupac Yupanqui iniciara la conquista de la parte sur del Imperio. Seguimos esta ruta que atraviesa tierras peligrosas, habitadas por los enemigos rebelados del altiplano, y por la gente Auca —“no civilizada”— que vivía en las selvas orientales. El viaje sigue a través de los gigantescos picos nevados de los Andes para internarnos en los valles fértiles de Chile y volver hacia el norte, atravesando los territorios más áridos e inhóspitos del planeta. En cada paso dejan la impronta de su dominio: someten por la fuerza a los que se les oponen o pactan alianzas con los jefes locales a los que agasajan con presentes y rodean de prestigio. Establecen el culto oficial al Sol y al Inca, un sistema económico de tributos en fuerza de trabajo y engrandecen su influencia imponiendo el uso de su lengua, el quechua. De esta manera establecen un nuevo orden, colocándose jerárquicamente sobre las antiguas estructuras políticas, religiosas y sociales regionales.

La hazaña inca dejó una fuerte impronta que perdura hasta hoy en todos estos territorios y su periferia. Lo que hoy denominamos lo “andino” es consecuencia de este fenómeno que subsiste en la música, tradición culinaria, usos del lenguaje y una multitud de características propias del sur del continente que nos identifica como una gran cultura expandida por el Inca, pero cuyas raíces se hunden en el pasado de los Andes.

Although this book refers to the Inca Trail and the route taken by the Inca leader in his conquest of Collasuyu, the Empire’s southern province, it also examines the political, social, economic and ideological role of the Qapaq Ñan within Tawantinsuyu

I therefore invite you to accompany those 15th Century experts, engineers, and soldiers who built the trail that allowed Inca Tupac Yupanqui to begin his conquest of the Empire’s southern province. Let us follow in their footsteps through the perilous land inhabited by the rebellious Altiplano people, the “auka” or “uncivilized” ones who lived in the eastern jungles. The journey continues past the giant snow-capped peaks of the Andes and into the fertile valleys of Chile, then returns north, crossing some of the most arid and inhospitable territory on the planet. At each step, the Incas left the mark of their dominion—subjugating by force all local leaders who opposed them and forging alliances with those who did not. The latter they showered with gifts and honored with prestige. The Incas also instituted official worship of the Sun and of the Inca himself and an economic system based on forced labor tribute, and expanded their influence by imposing their own Quechua language. In this way the Incas established a new order, positioning themselves above the region’s ancient social, political and religious structures.

The Incas left a great legacy, the imprint of which has endured to this day in all of their former territories and their surrounding areas. What we call the “Andean” region today is the result of this phenomenon, which lives on in the music, culinary traditions, language and a multitude of other aspects unique to the southern part of the continent that identify us as a great culture that was expanded by the Inca but has its roots planted firmly in the Andean past.

director del museo chileno de arte precolombino Santiago, octubre de 2011

Foreword Presentación 7
Vista panorámica del centro administrativo incaico de Catarpe, ubicado en la meseta que domina el valle del río en San Pedro de Atacama.
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Panoramic view of the Inca administrative center of Catarpe, loctated on a meseta overlooking the river valley of San Pedro de Atacama.

introducción

Los incas fueron uno de los numerosos grupos étnicos que habitaban la región de los Andes centrales en la época precolombina, y los únicos que lograron expandir sus fronteras a miles de kilómetros de su lugar de origen. El éxito de su rápida expansión se basó en el poder de su ejército, pero también en su gran capacidad de negociación y talento político. Aunque frecuentemente debieron recurrir a la fuerza de las armas protagonizando sangrientas confrontaciones bélicas, su estrategia se concentró en sus habilidades para establecer estrechas alianzas con las elites gobernantes de las provincias conquistadas, favoreciendo acuerdos pacíficos de sometimiento. La reciprocidad e intercambio de obsequios, de obligaciones mutuas y de servicios, así como la creación de lazos de parentesco a través del matrimonio, legitimaron esta forma de gobierno y aseguraron el florecimiento de una sólida estructura estatal y religiosa.

El Tawantinsuyu, considerado el imperio prehispánico más extenso del continente, alcanzó una enorme expansión territorial que abarcaba desde el sur de Colombia hasta Chile central, incluyendo partes de Ecuador, Perú, Bolivia y Ar-

The Inca were one of the many ethnic groups that inhabited the Central Andes in pre-Columbian times, and the only one that succeeded in expanding their territory thousands of kilometers from their place of origin. Their rapid expansion owed its success partly to the power of their military forces, but also to their incredible political talent and negotiating capacity. Although they often had to use force and instigated many a bloody battle, their strategy focused more on their ability to establish close ties with the ruling elites of the provinces they conquered and to obtain their peaceful submission to Inca rule. The use of reciprocity—giving gifts and providing services with a mutual obligation— and the forging of kinship ties through marriage legitimized this form of governance and ensured a flourishing state and religious structure.

Tawantinsuyu, the Inca Empire, was considered the most extensive pre-Hispanic empire on the continent and grew to cover a vast territory that extended from southern Columbia to Central Chile and included parts of Ecuador, Peru, Bolivia and Argentina. Keeping this territory integrated and under control required a trail network that was suitable for its large scale.

introduction Introduction Introducción 9

gentina. La integración y el control de este territorio requería de un sistema vial acorde con sus grandes dimensiones.

El camino del Inca, conocido en lengua quechua como Qhapaq Ñan (qhapaq: rey, señor, Inca; ñan: camino), era una red de caminos que se extendía a lo largo de 5 mil kilómetros bordeando la cordillera de los Andes. Más conocida como “Camino del Inca” o “Camino Real”, esta red articulaba vías y senderos muchas veces anteriores a los incas pero que, con la llegada del Imperio, fueron convirtiéndose en rutas formales gracias al aporte de mano de obra y de recursos que exigía el Estado incaico como tributo. Durante el siglo XV el Qhapaq Ñan llegó a constituirse en un sistema vial estatal que involucró un inmenso territorio articulado desde su corazón, la ciudad del Cusco, de norte a sur y de este a oeste.

La conservación de partes o segmentos de este sistema de caminos nos permite en la actualidad conocer no solo sus características y diversidades materiales, sino también comprender cómo el Imperio inca se fue expandiendo y estableciendo una organización estatal a gran escala. Los caminos del Inca nos ilustran la manera en que esta poderosa cultura precolombina organizó su aparato institucional y administrativo uniendo desde pequeños tambos hasta enormes centros administrativos. Entre sus derroteros se incluían chasquihuasis o postas para los chasquis o mensajeros, puestos de control en lugares estratégicos, depósitos de alimentos, adoratorios y otros lugares de importancia religiosa.

El Qhapaq Ñan fue un complejo y eficiente sistema de comunicación que posibilitó el desplazamiento de contingentes militares, de funcionarios, de procesiones religiosas, autoridades locales, mitayos e incluso comunidades enteras, conectando entre sí a las provincias, y a éstas con las principales y distantes cabeceras políticas, especialmente el Cusco.

The Inca Trail, known in the Quechua tongue as the Qhapaq Ñan (qhapaq: king, lord, Inca; ñan: road), was a network of trails that stretched 5,000 kilometers along the length of the Andes Mountains. Better known as the “Inca Trail” or “Royal Trail”, the network included many trails and paths that predated the Inca themselves but were transformed as the Empire expanded into official routes, thanks to the labor and materials that the Inca State demanded as tribute. By the 15th Century the Qhapaq Ñan had become a state-operated trail system that covered an immense territory that radiated from the heart of the Empire in the city of Cusco to the North, South, East and West.

Today, the portions or segments of this trail system that have withstood the test of time allow us to learn about its diverse features and materials and to understand how the Inca Empire expanded its territory and established a large-scale state apparatus. The trails of the Incas illustrate how this powerful pre-Columbian culture organized its institutional and administrative apparatus, uniting every part of it, from tiny way stations to enormous administrative centers. Its features include chasquihuasis, posts built for the Inca chasquis (messengers), as well as control posts in strategic locations, food deposits, shrines and other places of religious importance.

The Qhapaq Ñan was the foundation of a complex and efficient communication system that enabled the movement of military contingents, officials, religious processions, local authorities, tribute laborers (mitayos) and even entire communities and connected provinces to each other and to distant political headquarters, most notably Cusco.

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Diagram of different types of quipu used by the Incas, according to Guaman Poma de Ayala, 1614. Representación de uno de los diferentes tipos de quipu utilizado por los incas, según Guaman Poma de Ayala, 1614. Detalle de un quipu o sistema de registro con cuerdas y nudos (Museo Chileno de Arte Precolombino).
Introduction Introducción 11
Detail of a quipu or cord-and-knot recording system (Museo Chileno de Arte Precolombino).

Botellas tradicionales de la alfarería incaica, conocidas como aisanas (Museo Regional de Iquique).

Traditional Inca ceramic bottles, known as aisanas (Regional Museum of Iquique).

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La ciudad sagrada de Machu Picchu. Sacred city of Machu Picchu.

Pero también los caminos del Inca nos revelan aspectos culturales, cosmológicos y rituales que quedaron inscritos en el paisaje andino. En su recorrido por la sierra, selva, altiplano, valles y desiertos, el extenso territorio incorporado al Imperio presentaba una gran diversidad ecológica y climática, a la vez que una amplia heterogeneidad social y cultural. A través de esta diversidad podemos apreciar las diferentes formas de percibir e intervenir el espacio, no solo desde el prisma de la elite cusqueña gobernante, sino también desde la perspectiva de los habitantes de las provincias, quienes marcaron su propio sello distintivo en el paisaje sometido.

Las materialidades de los caminos y sus formas de irrumpir en el paisaje, la sacralización y la intervención ritual de los espacios en los que se desplegaban nos aproximan, a través de las páginas de este libro, a los significados que los incas otorgaron a su entorno y a comprender el pensamiento andino desde sus componentes míticos, simbólicos y ceremoniales. Los caminos en sí mismos expresan una forma de concebir y organizar el espacio, de dialogar y de imponerse al entorno, de jerarquizar y sacralizar ciertos lugares estableciendo la impronta del Estado, dando cuenta de lo que podríamos llamar una cartografía oral del Tawantinsuyu

Esta aproximación, sin embargo, carece de un relato, de una oralidad que provenga de sus propios protagonistas. ¿Cómo relataron los incas sus hazañas de conquista, la expansión del Imperio y la construcción de estos caminos? ¿Cómo expresaron desde su lenguaje simbólico su percepción de esa inusitada variedad geográfica, de paisajes y de contrastes? ¿Qué nos dicen del espacio y de los límites de esta cartografía?

Como todas las culturas, la incaica contaba con sus propias técnicas de escritura y de registro de la memoria utilizando distintos soportes materiales. Los

But the Inca trails also illuminate cultural, cosmological and ritual features that were inscribed onto the Andean landscape. Winding their way through the mountains, jungles, high plateaus, valleys and deserts of the vast territory incorporated into the Empire, the trails pass through a myriad of ecological and climatic zones and bear witness to a wide variety of societies and cultures. Through this diversity we can appreciate different ways of perceiving and interacting with the environment, looking not only through the lens of the ruling Cusco elite but also through the eyes of those living in outlying provinces, who left their own distinctive mark upon the conquered lands.

In the pages of this book, the physical features of the trails, the ways in which they interrupt the landscape, and their consecration and ritual intervention in the spaces through which they run will allow us to better understand the meanings with which the Incas invested their surroundings as well as the mythical, symbolic and ceremonial aspects of the Andean mindset. The trails themselves express a way of conceiving of and organizing space, of dialoguing with and imposing upon the environment, of establishing hierarchies and creating sacred places, of imprinting the mark of the State and recognizing what could be call an oral map of Tawantinsuyu

However, such an approach lacks a story, an oral narrative by the protagonists themselves. How did the Inca speak about their actions, their conquests, the expansion of the Empire and the building of these trails? How did they express in symbolic language their perception of those remarkably diverse geographies, landscapes and contrasts? What does their oral map tell us of the space and its borders?

Like all cultures, the Incas had their own writing and recording techniques, for which they employed a variety of different materials. In addition to the

Introduction Introducción 13

registros en nudos o quipus, los tejidos, la pintura, la cerámica, el arte rupestre, los bailes, la música, y la arquitectura en general, representaban medios de comunicación y nos dan cuenta de la importancia otorgada a la reproducción de los saberes y de las experiencias vividas por esta sociedad. Los quipus o sistemas de notación basados en cuerdas y nudos, eran el principal soporte de registro de la memoria incaica. En ellos se inscribía información administrativa y contable de productos y tributos, censos poblacionales, registros geográficos y un sinnúmero de datos estadísticos; pero también los quipus podían representar información de carácter narrativo. Ciertos acontecimientos relevantes o significativos eran registrados por los especialistas o quipucamayocs, que eran quienes sabían descifrarlos, y se almacenaban y mantenían cuidadosamente como verdaderas bibliotecas o archivos históricos, conteniendo y perpetuando una memoria ancestral. Sin embargo, hasta el momento, y en especial los llamados quipus narrativos, no han podido ser decodificados por los investigadores.

knotted recording devices, called quipus, the Inca used woven items, paintings, ceramics, rock art, dances, music and architecture to communicate, highlighting the importance the society placed on the production of knowledge and experience. The quipu was the primary medium used by the Inca to record their history, coded into information in cords and knots. On these instruments they recorded information about administrative and accounting matters such as production and tributes, population data from censuses, geographic information and countless other statistical data. But the quipus could also be used to tell stories. Important events were recorded by experts, called quipucamayocs, who knew how to encode and decode them and who stored and preserved them carefully like veritable libraries or historic archives, housing and carrying on the Inca’s collective ancestral memory. To date, however, researchers have not been able to successfully decode these instruments, especially the so-called narrative quipus

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Es en ese escenario donde adquieren especial potencia y significación las tradiciones orales rescatadas por los escritos y documentos coloniales que los españoles produjeron desde los inicios de la conquista. Es a través de esa oralidad transcrita que podemos aspirar, al menos en algunos casos, a escuchar las voces de quienes protagonizaron procesos de la envergadura alcanzada por estas sociedades. Paradójicamente, el registro escritural español que mediatizó, controló e incluso silenció en muchos casos estas voces, tendió al mismo tiempo a perpetuarlas. A esa oralidad que nos llega en fragmentos, se suma como un poderoso testimonio, mudo pero elocuente, la materialidad, también fragmentada, de los caminos, del paisaje, de la apropiación del entorno, de la sacralización de la naturaleza. Este libro es una invitación a pensar el mundo de los incas desde sus propios testimonios, desde su propia concepción de la historia y del tiempo, desde su percepción del espacio y del territorio permitiéndonos, tantos siglos después, vivenciar un pequeño viaje virtual a los confines del Tawantinsuyu.

It is in this context that the oral traditions recovered from chronicles and documents written by the Spanish in the early days of the Conquest acquire special power and meaning. Through this transcribed oral tradition we can hope, at least in some cases, to hear the voices of those who led the processes that resulted in such immense achievements. Paradoxically, the Spanish written record that mediated, controlled and in many cases even attempted to silence those voices also tended to disseminate them. And added to that piecemeal oral tradition is the mute but powerful and eloquent testimony of the material remains of the Inca, now also fragmented—their trails, landscapes, appropriation of the environment and consecration of nature. This book is an invitation to view the world of the Inca from the lens of their own testimony, their conception of history and time, their perception of space and territory, allowing us, so many centuries later, to experience a brief journey into the heart of Tawantinsuyu

Panorama of the Unpopulated Lands of Atacama.
Introduction Introducción 15
Vista panorámica del Despoblado de Atacama.
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Vano de forma trapezoidal característico de la arquitectura inca. Trapezoid opening typical of Inca architecture.

El libro se estructura en dos partes. La primera, Tawantinsuyu, el Imperio de los cuatro Suyus, nos lleva a explorar el pensamiento incaico respecto del espacio andino y, en particular en torno al Qhapaq Ñan y su organización simbólica de los territorios conquistados. A través de las tradiciones orales del Inca nos aproximaremos a su propia versión sobre la conquista y la expansión del Imperio.

La segunda parte, Collasuyu, Voces en el Camino, reproduce testimonios cusqueños sobre el recorrido épico de Tupac Inca Yupanqui, a quien se atribuye en la memoria incaica la conquista de la amplia región meridional del Imperio, el Collasuyu. Estos relatos se enriquecen con aquellos de los primeros españoles que recorrieron el Qhapaq Ñan, quienes desde su mirada y desde el pensamiento religioso propio del siglo XVI nos sumergen, a su vez, en espacios a veces tan mitificados y sacralizados como los de los propios incas.

Para diversificar y complementar la mirada del lector sobre aspectos más singulares de la cultura y sociedad incaica y en particular sobre su presencia en las provincias del Collasuyu, incluimos las crónicas visuales, con temáticas diversas y transversales al texto.

The book is divided into two parts. The first, Tawantinsuyu, Empire of the four Suyos, allows us to explore Inca ideas about the Andean environment, especially in regard to the Qhapaq Ñan and the symbolic organization of the conquered territories. Through their oral traditions we will discover the Inca’s own version of their conquests and the Empire’s expansion.

Part Two, Collasuyu, Voices from the Road, reproduces testimonies from Cusco about the epic journey of Tupac Inca Yupanqui, who is credited in Inca history with subjugating the vast southern region of the Empire, called Collasuyu. These testimonies and personal accounts are complemented by others left by the first Spaniards who traveled along the Qhapaq Ñan. From their own 16th Century personal and religious perspectives, these chroniclers immerse us in turn in spaces that are at times as mythologized and sacralized as those of the Inca themselves.

Lastly, the book includes a series of visual chronicles, which offer a more focused look at themes and topics mentioned in the text, in order to broaden the reader’s knowledge of more singular aspects of Inca culture and society, especially their presence in the provinces of Collasuyu

Introduction Introducción 17

tawantinsuyu

El Imperio de los cuatro Suyus

~ Parte 1 ~

tawantinsuyu

The Empire of the four Suyus

~ Part 1 ~

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El poblado de Turi, río Salado, Atacama. Settlement of Turi, Salado River, Atacama.

política y ritual

ritual and political expansion

Landscapes as spaces of power and objects of worship

El espacio geográfico ocupado por los incas abarcó la cordillera de los Andes, desde unos cientos de kilómetros al norte de Quito, la capital ecuatoriana, hasta el río Maipo, en la cuenca de Santiago en Chile y el valle de Uspallata al norte de la provincia de Mendoza en Argentina, cubriendo una longitud aproximada de 5 mil kilómetros de norte a sur. Este inmenso territorio estaba concebido y dividido, de acuerdo a un patrón tradicional andino de organización espacial, en cuatro grandes regiones o suyus, conformando el Tawantinsuyu (las cuatro partes), con su centro y capital en el Cusco. Cada una de estas regiones, de una gran diversidad geográfica y ecológica, abarcaba territorios distantes incorporando poblaciones de características culturales a veces muy diferentes.

Al noroeste del Cusco se ubicaba el Chinchaysuyu que incluía la costa y sierra del norte del Perú y el Ecuador. El Antisuyu se extendía hacia el noreste alcanzando las laderas orientales de los Andes y las altas cuencas del río Amazonas. El Cuntisuyu se encontraba hacia el sur y sudoeste del Cusco abarcando la costa centro sur peruana y Arequipa. Finalmente, el territorio del sudeste, que comprendía el lago Titicaca, la mayor parte de la actual

The geographical area occupied by the Incas took in the Andes Mountains, from a few hundred kilometers north of the present-day city of Quito, capital of Ecuador, southwards to the banks of the Maipo River, in the valley that holds the Chilean capital Santiago, and over to the Uspallata Valley in northern Mendoza Province in Argentina, stretching close to five thousand kilometers in total. This vast territory was divided up according to a traditional Andean pattern into four great regions or suyus, which together make Tawantinsuyu (“the four parts”), with the center and capital in Cusco. Each of these geographically and ecologically diverse regions stretched to include remote territories, which sometimes led to the inclusion of populations with very different cultural attributes into the Inca Empire.

To the northwest of Cusco was Chinchaysuyu, which covered the coasts and mountains of Northern Peru and Ecuador. Antisuyu extended northeast, reaching the eastern slopes of the Andes and the headwaters of the Amazon River. Cuntisuyu was located to the south and southwest of Cusco, taking in the central southern coast of Peru and Arequipa. Finally, the territory to the southeast, including Lake Titicaca, most of modern day Bolivia,

Los paisajes como espacios de poder y objetos de culto expansión
tawantinsuyu. The
the
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Empire of
four Suyus tawantinsuyu. El Imperio de los cuatro Suyus

Bolivia, el noroeste argentino y el norte y centro de Chile, correspondía al Collasuyu

El espacio habitado y la sacralización del paisaje eran referentes fundamentales en la percepción del entorno geográfico de las etnias andinas en general y de los incas en particular. La sorprendente variedad de accidentes topográficos fue transformada semiótica y culturalmente en deidades y mitos, que sirvieron para organizar y unificar aquellos lugares cada vez más distantes y distintos del Cusco.

Los incas extendieron sus fronteras a lo largo de la cordillera de los Andes, llegando a conformar un espacio de poder que incorporó a millones de personas de diferentes grupos étnicos y lingüísticos bajo un dominio político común. Esta nueva dimensión espacial y territorial se fue inscribiendo en el paisaje a través de dispositivos simbólicos que sustentaban el nuevo orden social, redibujando un espacio que hasta entonces había estado disgregado.

El espacio geográfico no es neutro; por el contrario, está plasmado de significaciones otorgadas por las sociedades y culturas que lo habitan. El espacio que frecuentan los seres humanos no está limitado al espectro de la observación, sino que suele estar acompañado de modelos idealizados con encantos y virtudes superiores al entorno familiar. Surgen entonces, por ejemplo, los mundos perfectos, libres de males y manchas; o los paraísos perdidos, la utopía y la tierra sin mal; también la edad de oro y otras idealizaciones temporales y espaciales.

En este sentido y quizás con el objeto de legitimar la conquista, los incas sacralizaron los espacios, creando un orden simbólico en el paisaje, otorgando a los elementos de la naturaleza y de la

Northwest Argentina, and North and Central Chile, was the region of Collasuyu

Inhabited spaces and the integration of the landscape with religious beliefs were central to how Andean peoples—and particularly the Inca— perceived the geographical environment. They transformed the surprisingly varied topography of the area semiotically and culturally in order to organize and unify territories that were ever more distant and different from Cusco.

The Incas extended their frontiers along the Andes Mountains, building a space of power that incorporated millions of people from different ethnic and linguistic groups into a single political dominion. This new spatial and territorial dimension was inscribed onto the landscape as symbols, reinforcing the new social order and delineating a space that had never before been unified.

Geographical space is not neutral; it is instilled with meaning by the societies and cultures that inhabit it. The space in which humans live is not limited to what the eye can see, but is often accompanied by frameworks with attractions and virtues that enhance the familiar surroundings. Thus emerge perfect worlds, free of the evils and blemishes of everyday reality; lost paradises, utopias and lands that are without sin; the golden age and other idealizations of time and space.

In the same way, perhaps as a way of legitimizing their conquest, the Incas invested certain spaces with sacred meaning, endowing the landscape with symbolic order and bestowing a particular

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Camino del Inca en el desierto de Atacama, trazado a través del despeje de piedras. Waka o centro ceremonial de Quenco, en las cercanías del Cusco. Inca trail of Atacama, made by clearing rocks from the route.
tawantinsuyu. The
of the
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Waka or ceremonial center of Quenco, near Cusco.
Empire
four
Suyus tawantinsuyu. El Imperio de los cuatro Suyus
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Camino de la Sierra en Santa Victoria, norte de Argentina. Kallanka de la provincia incaica de Tarapacá, Chile. Route of the mountains in Santa Victoria, Northern Argentina. Kallanka in the Inca province of Tarapacá, Chile.

topografía, como las montañas, ríos, manantiales, lagos, quebradas o pampas, una relevancia y una identidad particular. Esta creación social del espacio es una constante en las diferentes culturas, quienes crean una y otra vez el “centro del mundo”, reproduciendo esta imagen de mundo ideal en diferentes escalas y lugares.

La expansión territorial incaica y su consolidación en tan breve espacio de tiempo, que abarcó menos de un siglo, fue posible, entre otras cosas, gracias a la flexibilidad de las estrategias de dominación empleadas en cada lugar, y a la consecuente adopción o apropiación de los lugares sagrados de las poblaciones incorporadas al Tawantinsuyu

Cuando los incas ocuparon el territorio de los collas o aymaras en la región del Titicaca, adoptaron su historia como propia y modificaron el espacio combinando las concepciones religiosas de ambos pueblos. Asimismo el Cusco, más allá de su condición de ciudad central o sede del poder político, fue el centro del cosmos incaico, la zona sagrada por excelencia, la residencia de las wakas o lugares sacralizados de todo el Tawantinsuyu. Por ello, se preocuparon de reproducir en el vasto territorio y a menor escala, los lugares sagrados de la metrópoli, repitiendo en ellos los elementos básicos de la arquitectura y la disposición espacial de su capital.

Gran cantidad de signos, íconos, símbolos, se instituyeron en el paisaje con la finalidad de transmitir el mensaje de una unidad geopolítica, modelada en una serie de formas de ocupación espacial y arquitectónica: kallankas, hornacinas, columnas, apachetas, adoratorios de altura, morfologías estandarizadas de vasijas, textiles, ofrendas y ceremonias, entre otras materialidades que trascienden al lenguaje escrito y se vinculan con la oralidad.

identity and meaning upon natural and geographic features such as mountains, rivers, springs, lakes, streams, and plateaus. This social creation of space is observed in many different cultures that create and recreate the “centre of the world“, reproducing the image of an ideal world on different scales and in different places.

The Inca’s rapid expansion and consolidation of their territory, which took less than a century, was enabled in part by the flexible strategies of domination they used in different places. These included adopting or appropriating the sacred spaces of the peoples they incorporated into Tawantinsuyu

When the Incas occupied the territory of the Collas or Aymaras in the Titicaca region, they adopted these peoples’ history as their own, modifying the physical space and blending the religious ideas of both groups. Cusco itself was not only the Empire’s capital city and seat of political power, but was also the centre of the Inca cosmos, the most sacred zone, the home of the wakas or revered places of all Tawantinsuyu. The Incas therefore took pains across their vast territory to reproduce, on a smaller scale, the sacred places of this metropolis. Reiterated the basic architecture and spatial layout of the Inca capital.

Countless signs, icons, and symbols were embedded in the landscape in order to broadcast the message of a unified geopolitical. These were expressed in their architecture and the other forms of occupying space: thus, the Incas used kallankas (large rectangular structures), niches, columns, cairns, high altitude shrines, standardized ceramic vessels, textiles, offerings, ceremonies, and many other material forms to transcend written language and forge a link with oral tradition.

tawantinsuyu. The Empire of the four Suyus tawantinsuyu. El Imperio de los cuatro Suyus 25

Los habitantes de los lugares más distantes del Tawantinsuyu como pueden ser los actuales valles de Santiago, Mendoza o de Pasto, en Colombia, empezaron a recibir noticias de personas y lugares desconocidos, a ver circular productos exóticos o incorporar nuevas fiestas, rituales, ceremonias y lenguas nunca antes escuchadas. El nuevo orden político incaico generó un mundo convulsionado de permanentes cambios, donde una nueva dinámica social y espacial dejó sus huellas en el paisaje y en la memoria colectiva.

Under Inca rule, the inhabitants of the farthest reaches of Tawantinsuyu, in the valleys of what are now central Chile, Mendoza (Argentina), and Pasto (Colombia), began to receive news about unknown places and personages, to see exotic products for the first time, and to experience new festivals, rituals, ceremonies, and languages that had never been heard before. The new Inca political order produced a world convulsed with constant change, a new social and spatial dynamic that left its imprint on the landscape and on the collective memory of those inhabiting it.

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Fortaleza de Ollantaytambo, Cusco. Foretress of Ollantaytambo, Cusco.

Un panorama sumamente complejo y difícil de imaginar simultáneamente en los Andes, donde los incas intentaron inscribir una imagen refleja de sí mismos, ejerciendo el poder de múltiples formas, manipulando el espacio y la narrativa del paisaje a través de rituales como las ofrendas en las montañas (capacocha), controlando a las diversas comunidades y legitimando sus actos mediante reconstrucciones arquitectónicas y reconfiguraciones espaciales.

The result across the Andes was an extremely complex panorama almost beyond imagining, in which the Incas tried to create a mirror image of themselves by exercising power in multiple ways, manipulating the space and the narrative of the landscape through rituals such as mountain offerings (Capacocha), controlling a diverse array of communities, and legitimizing their actions by reproducing architectural forms and reconfiguring spaces.

Paisaje altiplánico, norte de Chile. Altiplano landscape, Northern Chile.
tawantinsuyu. The Empire of the four Suyus tawantinsuyu.
Imperio de los cuatro Suyus 27
El
The trunk route of Cuntisuyu, near the pass of Puquin. This stone surfaced trail was restored for the Qhapaq Ñan Project, Peru.
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Camino troncal del Cuntisuyu, cerca del abra de Puquin. Este camino empedrado fue restaurado por el Proyecto Qhapaq Ñan, Perú.

en el corazón del imperio

Cusco y el origen de los caminos

in the heart of the empire Cusco and the origin of the trails

En las tradiciones orales cusqueñas, el proceso de expansión del Imperio se inició, a gran escala, con la intervención de un personaje particularmente significativo en la memoria de los incas: Pachacuti Inca Yupanqui. Su nombre, Pachacuti, apela a un pensamiento mítico de profunda significación asociado a los ciclos de la historia que finalizan dando origen a nuevas épocas. Pachacuti es un evento o un proceso en el cual el mundo y el orden cósmico se invierten, dan un “vuelco” o se transforman radicalmente.

La memoria de los incas recuerda con especial énfasis el papel que jugó este soberano y lo describe como quien, previamente a iniciar la gran expansión, diseñó o volvió a diseñar la arquitectura del mundo. Este Inca encarna al héroe civilizador, al modelo político ejemplar, al gran “ordenador”, y es además, el arquetipo de la divinidad solar. Pachacuti Inca Yupanqui se enfrentó o más bien “desplazó” a su padre, el Inca Viracocha, que representaba a la antigua divinidad creadora del mismo nombre. Volvió a fundar la ciudad del Cusco y la organizó en los cuatro suyus, inaugurando el ciclo mítico del Tawantinsuyu bajo el patrocinio de Inti, el dios solar. Este Inca dio inicio a un nuevo tiempo primordial relacionado con la organización política y administrativa del Estado, con su expansión y con la construcción de sus caminos.

According to the Inca oral tradition, the large-scale expansion of the empire began with the actions of a single person who figured prominently in the Inca collective memory: Pachacuti Inca Yupanqui. The name Pachacuti carries great significance in mysticism, referring to ending periods in history that give rise to new eras. Pachacuti is thus an event or process in which the world and the cosmic order are inverted, flipped, or radically transformed.

Inca oral history emphasized the role that this sovereign played, describing him as the one who, before the great expansion, designed or redesigned the architecture of the world. This Inca incarnated the hero of civilization, the exemplary politician, the great “regulator”, and is also the archetype of the Sun God. Pachacuti Inca Yupanqui confronted, or rather “displaced” his father, the Inca Viracocha, who represented the old creation divinity of the same name. He re-founded the city of Cusco and organized it into the four suyus; he initiated the mythical age of Tawantinsuyu under the aegis of Inti, the Sun God. He gave rise to new era of the political and administrative organization of the State, along with its expansion and the construction of its vast trail network.

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Pachacuti Inca Yupanqui según Guaman Poma de Ayala, 1614. Tupac Inca Yupanqui según Guaman Poma de Ayala, 1614 Pachacuti Inca Yupanqui, according to Guaman Poma de Ayala, 1614. Tupac Inca Yupanqui according to Guaman Poma de Ayala, 1614.

Cuenta la tradición que Pachacuti Inca Yupanqui trazó nuevamente el diseño de la ciudad del Cusco. Mandó a hacer una maqueta de barro y luego convocó a todos los “principales” o autoridades y a los habitantes de la ciudad y les repartió sus tierras y viviendas. Días después, los principales del Cusco se reunieron y decidieron visitar al Inca y se sorprendieron al encontrarlo:

Legend has it that Pachacuti Inca Yupanqui laid out the new design for the city of Cusco. He commissioned a clay model and convened the “principals” or main authorities and the inhabitants of the city, and bestowed lands and homes upon them. Some days later the principals of Cusco met and decided to visit the Inca and were surprised to find him:

“…pintando y dibujando ciertos puentes y la manera que habían de tener y cómo habían de ser edificados; y así mismo dibujaba ciertos caminos que de un pueblo salían e iban a dar a aquellos puentes e ríos. Como esto fuese ajeno del entender de aquellos señores… le preguntaron ¿qué era aquello que así dibujaba? A los cuales respondió… ¿Qué es lo que me preguntais? Cuando sea tiempo yo os lo diré y mandaré que así se haga…

(Juan de Betanzos, 1551)

“… painting and drawing certain bridges and showing how they should look and how they were to be built; and he had also drawn certain trails that went out from a town to those bridges and rivers. As this was beyond the understanding of those gentlemen … they asked him what he was drawing. He answered them … “What is it that you ask me? When the time comes I shall tell you and send you to do it this way ...

(Juan de Betanzos, 1551)

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El Inca diseñó la cartografía de los cuatro Suyus a través del trazado de los caminos del Inca.

Los caminos del Inca simbolizan la presencia del poder y la autoridad estatal hasta en los más remotos confines del Imperio; pero también, reflejan una forma de organizar culturalmente el espacio geográfico, el espacio social y la representación del orden cósmico. Así lo expresan las tradiciones orales sobre la ubicación, organización y orientación de los caminos. Los relatos sobre los cuatro grandes caminos que nacían del Cusco nos remiten, una vez más, a la cuatripartición simbólica del mundo.

Thus did the Incas map out the four suyus by tracing the Inca trails.

The Inca trails symbolize the presence of the state’s power and authority in even the most distant corners of the Empire; but they also reflect the Inca culture’s way of organizing geographical and social space and representing the cosmic order. This is expressed in the oral history of the location, organization, and orientation of the trails. The stories about the four great trails that originate in Cusco returns time and again to the symbolic division of the world into four.

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The remains of the imposing Temple of the Sun or Coricancha were later used as the foundations of the colonial Santo Domingo monastery. Los restos del imponente Templo del Sol o Coricancha se convirtieron posteriormente en los cimientos del convento colonial de Santo Domingo.

Desde la plaza del Cusco, escribía el cronista Pedro Cieza de León en 1553:

The chronicler Pedro Cieza de León wrote from the plaza of Cusco in 1553:

“…salían cuatro caminos reales; en el que llamaban Chichasuyo se camina a las tierras de los llanos con toda la serranía, hasta las provincias de Quito y Pasto. Por el segundo camino, que nombran Condesuyo, entran las provincias que son subjetas a esta ciudad y a la de Arequipa. Por el tercero camino real, que tiene por nombre Andesuyo, se va a las provincias que caen en las faldas de los Andes y a algunos pueblos que están pasada la cordillera. En el último camino destos, que dicen Collasuyo, entran las provincias que llegan hasta Chile. De manera que, como en España los antiguos hacían división de toda ella por las provincias, así estos indios, para contar las que había en tierra tan grande, lo entendían por sus caminos... ”

“ there departed four royal trails: the one that was called Chichasuyo led to the land of the plains with all of the mountain ranges, all the way to the provinces of Quito and Pasto. By the second trail, which they called Condesuyo, one came to the provinces that are subject to this city and to Arequipa. By the third royal trail, which goes by the name of Andesuyo, one goes to the provinces that lie at the foot of the Andes and to some towns beyond the mountains. The last of these trails, which they call Collasuyo, goes to the provinces that extend to Chile. Thus, as the ancients in Spain divided everything up into provinces, here these Indians, in order to take account of everything that existed in this great land, made sense of them by their trails ”

Además de los relatos sobre los cuatro caminos del Cusco, destacan otras versiones que hablan de dos grandes caminos o arterias principales que recorrían longitudinalmente el territorio del Tawantinsuyu desde el sur de Colombia hasta el río Maule en Chile: el camino “de la Sierra”, que corría por el cordón montañoso de los Andes y el camino “de los Llanos”, por las tierras occidentales más bajas.

In addition to accounts of the four trails of Cusco, there are other notable versions that tell of two great trails or main arteries that ran the length of the territory of Tawantinsuyu from Southern Colombia to the Maule River in Chile: the trail “of the Mountains”, which ran along the Andes Mountains, and the trail “of the Plains”, passing through the western lowlands.

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Si bien estas dos grandes arterias existían, el Qhapaq Ñan era en realidad una compleja red vial de variada importancia, funcionalidad y jerarquía. En ese contexto, el Cusco fue un eje de irradiación y de concentración de todo un sistema vial que integraba y comunicaba a las provincias, a sus centros administrativos y ceremoniales y a las zonas de producción de los diferentes pisos ecológicos. Desde el centro de la ciudad se distribuían los caminos del Inca hacia los cuatro suyus, como una verdadera columna vertebral de la organización del Imperio.

Los cronistas de los siglos XVI y XVII señalan la existencia de varios caminos, a los que atribuyeron diferentes autorías según los distintos perío-

Although these two great arteries did exist, the Qhapaq Ñan actually was a complex network of major and minor trails with different functions and levels of importance. Cusco was the center point from which this network of trails radiated, connecting with and articulating the ‘provinces’, their administrative and ceremonial centers and areas of production in different ecological zones. Indeed, the Inca trails led from the city’s centre towards the four suyus, forming the backbone of the Empire’s transportation system.

The chroniclers of the 16th and 17th centuries mention the existence of several trails, which they attributed to different builders at different times and under different rulers. For instance, they

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el camino Ventanas interiores del Templo de Coricancha, en el Cusco. Interior windows of the Temple of Coricancha, in Cusco.

El Cusco y las cuatro partes del Imperio unidos por cuatro caminos. Esta ilustración de Martín de Murúa (1615), representa la mirada indígena sobre el orden del Tawantinsuyu, y sobre la organización cósmica del mundo andino. Con su centro en el Cusco, el espacio se divide en cuatro partes, las que a su vez se componen en dos pares de opuestos. Hacia el noreste (representado aquí en el extremo inferior izquierdo) el Chinchaysuyu. Su contrario, en el ángulo superior derecho es el Collasuyu. El Ande o Antisuyu y el Conde o Cuntisuyu representan los otros dos extremos orientados hacia el este y el oeste.

Cusco and the four sectors of the Empire, joined by the four routes. This 17th Century illustration represents the indigenous perspective on the ordering of Tawantinsuyu and on the cosmic organization of the Andean world. With its center at Cusco, space is divided into four parts, comprising two pairs of opposed sectors. To the northeast (shown here on the lower left) is Chinchaysuyu Its opposite, the upper right corner, is Collasuyu. Ande or Antisuyu and Conde or Cuntisuyu represent the other two extremes, oriented to the east and west.

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dos y gobernantes. Se reconocía, por ejemplo, un conjunto de caminos de la época de Pachacuti Inca Yupanqui y a otros de la de Tupac Inca. En el período español, el camino que más se utilizaba era el que se consideraba que había mandado a hacer Huayna Capac (padre de los incas Huascar y Atahualpa), que llegaba cerca del río Angasmayo en Colombia hasta algo más al sur de los valles centrales de Chile. En realidad, se trataba de un largo proceso de construcción, reparación y restauración cuyos principales artífices fueron Tupac Inca Yupanqui y Huayna Capac.

Sin duda, existió un sistema vial mucho más complejo de lo que nos relatan las crónicas más tradicionales, que superó con creces el esquema simbólico de los cuatro suyus, comunicando y articulando, a través de una red de caminos

recognized a number of trails from the period of Pachacuti Inca Yupanqui and others from the time of Tupac Inca. During the Spanish period the most widely used trail, which stretched from near the Angasmayo River in Colombia almost as far south as the central valleys of Chile, was thought to have been commissioned by Huayna Capac (father of Incas Huascar and Atahualpa). Actually, the trail network involved a long process of construction, repair, and restoration that was mainly undertaken during the rule of Tupac Inca Yupanqui and Huayna Capac.

A trail system of far greater complexity than that described by the most traditional chroniclers certainly existed, one that far surpassed the symbolic scheme of the four suyus and that connected and articulated all of Tawantinsuyu’s

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Northeast of Cusco, Tambo Machay, also known as the Baths of the Inca, was one of the wakas on the route to Antisuyu dedicated to the worship of water. Ubicado al noreste del Cusco, Tambo Machay, llamado también Los Baños del Inca, era una de las wakas del camino al Antisuyu dedicada al culto al agua.

locales, transversales y longitudinales, a todos los pueblos que conformaban el Tawantinsuyu. Existen documentos y memorias de los caciques principales de la jurisdicción del Cusco que dan cuenta de esta intrincada red vial, describiendo un sinnúmero de rutas solo en un radio de 150 kilómetros. Cada uno de estos caminos, además, tenía un nombre propio con el que era identificado y frecuentemente se bifurcaba o ramificaba más de una vez en su trayecto. En la actualidad solo pueden identificarse algunos de los caminos troncales o principales en las cercanías del Cusco, como es el caso del camino del Cuntisuyu.

El Qhapaq Ñan cumplía distintas funciones y sus caminos se trazaban, en ciertos casos, con objetivos específicos de tipo militar, administrativo o de comunicaciones. Pero aunque siempre revestía un carácter sagrado, existían ciertos caminos proyectados específicamente para recorridos rituales.

Aríbalo cusqueño, para el transporte y consumo de chicha (Museo Chileno de Arte Precolombino).

Globular flask from Cusco, for transporting and consuming chicha (Museo Chileno de Arte Precolombino).

settlements through a web of local transverse and longitudinal trails. Documents and reports from leading caciques in the Cusco district refer to this elaborate trail network, describing innumerable routes within a mere hundred-mile radius. Each of these trails had a name and often bifurcated or split more than once along its length. Today, only a few of the principal trails near Cusco can be identified, such as the trail of Cuntisuyu

The Qhapaq Ñan fulfilled different functions and its trails were sometimes laid out for more specific military, administrative, or communicative purposes. And although all of the trails were considered sacred, some were built specifically for ritual journeys.

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En la ruta del camino ritual de Chacán en Sacsayhuaman se pueden apreciar, en el margen izquierdo del río, los muros y plataformas que formaban parte de este recinto construido desde la roca viva.

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The ritual trail of Chacán at Sacsayhuaman provides a view of the walls and platforms of the complex hewn from the rock face on the left bank of the river.

los caminos rituales del valle del cusco

the ritual trails of the cusco valley

La geografía sagrada del Cusco representa uno de los sistemas simbólicos más complejos de las sociedades andinas. Se organizaba de acuerdo a la estructura de los llamados ceques, compuesta por unas 340 wakas o lugares sagrados, dispuestos en virtuales líneas rectas que se irradiaban desde el centro urbano hasta perderse en el horizonte. Los ceques estaban también agrupados en cuatro cuartos o suyus, delimitados por los cuatro caminos principales. El valle del Cusco se dividía, además, en dos mitades opuestas: Hanan Cusco, o Cusco Alto, y Hurin Cusco, o Cusco Bajo.

Una significativa variedad de lugares, espacios, objetos o construcciones tenía el valor sagrado de waka. Podía tratarse de accidentes naturales de la topografía, como cerros, quebradas, pampas, portezuelos o abras, cuevas, manantiales, ríos y lagunas, o bien edificaciones que podían ir desde pequeñas acumulaciones de piedras, hasta caminos, puentes y templos. Estas wakas se organizaban espacialmente en forma lineal, ordenando el espacio geográfico y visual con una determinada orientación. A lo largo de cada ceque había un número variable de sitios ceremoniales, los que

The sacred geography of Cusco is one of the most complex symbolic systems of any Andean society. It was organized into a series of imaginary lines known as ceques that connected the Incas’ sacred shrines, called ceques. The system included some 340 wakas arrayed along those lines, which emanated from the city center and stretched to the horizon. The ceques were also grouped into four quarters or suyus, delimited by the four principal trails. The Cusco Valley was also divided into two opposite halves: Hanan Cusco, or High Cusco, and Hurin Cusco, Low Cusco.

A significant variety of places, spaces, objects, and structures were endowed with the sacred value of waka. These included parts of the natural landscape such as mountains, streams, plains, mountain passes, caves, springs, rivers, and lakes; and structures, ranging from small rock cairns to trails, bridges or temples. These wakas were distributed along lines, lending order to the geographic and visual space through a given orientation. Along each ceque were a number of ceremonial sites that were

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Ritual trail to the mountain of Huanacauri; view from the south of the valley of Cusco. Camino ritual al cerro Huanacauri; vista desde el sur del valle del Cusco.

estaban conectados entre sí por un sistema de senderos o caminos rituales cuyo punto de partida era el Coricancha o Templo del Sol. Estos caminos y las wakas que integraban estaban bajo el cuidado, atención y mantenimiento de diferentes linajes de la ciudad, organizados de acuerdo a su jerarquía social.

interconnected by a system of paths or ritual trails, all of which originated at the Coricancha or Temple of the Sun. These trails, and the wakas that were to be found along them, were cared for, attended to, and maintained by different leading families of Cusco, according to social status.

el camino ritual coricancha – huanacauri

the coricancha – huanacauri ritual trail

Este camino era de suma importancia para los incas, porque Huanacauri era una montaña sagrada relacionada con la fundación de la ciudad del Cusco y con el origen de los incas. Por eso Huanacauri, situado al sudeste de la ciudad, era considerado la segunda waka más importante después de Coricancha. El recorrido de este camino abarcaba una parte de los ceques del Collasuyu e incluía, entre otras wakas, a la que era considerada la morada de Manco Capac, uno de los fundadores de la etnia incaica.

This trail was of great importance to the Incas, as Huanacauri was a sacred mountain associated with the founding of the city of Cusco and the origin of the Incas themselves. For this reason Huanacauri, located southeast of the city, was considered the second most important waka after Coricancha The route to the mountain took in some of the ceques of Collasuyu and passed by several wakas, including the resting place of Manco Capac, one of the founders of the Inca people.

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Vista del valle del Cusco desde Huanacauri. View of the valley of Cusco from Huanacauri.

Camino ritual de Chacán, dentro de Sacsayhuaman. En el costado inferior derecho, se puede apreciar un camino muy angosto construido en altura sobre piedra, que cruzaba el río y continuaba bordeando las andenerías de cultivos. Este recorrido se realizaba en procesión desde el Cusco para rendir culto a las fuentes de agua que alimentaban la ciudad.

Ritual trail of Chacán, within Sacsayhuaman. The lower right hand corner of the image shows a high, narrow trail built over stone, crossing the river and continuing alongside the agricultural terraces. This was the route of a procession from Cusco to pay homage to the city’s water sources.

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el camino ritual coricancha – chacán

the coricancha – chacán ritual trail

Este camino también tenía especial importancia porque estaba relacionado con el culto al agua. Cada año, los incas celebraban una ceremonia en la toma de agua que abastecía a la ciudad, para la cual transitaban por este camino desde el Coricancha, pasando por las wakas de Inticancha y Cusicancha. Esta última era considerada como el lugar donde nació Pachacuti Inca Yupanqui. El camino continuaba por un costado del gran complejo productivo y ceremonial de Sacsayhuaman, conformado por canchas y sistemas de andenería con sus respectivos canales de riego.

This trail also was considered special because it was related with the Incas’ water rituals. Each year, they held a ceremony at the water intake that supplied the city, walking along this trail from Coricancha, passing by the wakas of Inticancha and Cusicancha, which was believed to be the birthplace of Pachacuti Inca Yupanqui. The trail continued along one side of the great industrial and ceremonial complex of Sacsayhuaman, which consisted of agricultural terraces and an irrigation network.

Ritual trail from Cusco to Chacán on the route to Chinchaysuyu, on a sector located within Sacsayhuaman. Camino ritual de Cusco a Chacán en la ruta hacia el Chinchaysuyu, en un tramo ubicado al interior de Sacsayhuaman. tawantinsuyu. The Empire of the four Suyus
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tawantinsuyu. El Imperio de los cuatro Suyus

MAPA DEL IMPERIO INCA

Con su centro en el Cusco, el Tawantinsuyu o "Imperio de los Cuatro Suyus” se dividió, según un tradicional patrón andino de organización espacial, en cuatro grandes provincias: el Chinchaysuyu (hacia el norte), el Antisuyu (hacia el este), el Cuntisuyu (hacia el oeste) y el Collasuyu (hacia el sur).

With its center at Cusco, Tawantinsuyu, the "Empire of the Four Suyus” was divided into four large provinces, according to the traditional Andean way of organizing space: Chinchaysuyu (to the North) Antisuyu (to the East), Cuntisuyu (to the West) and Collasuyu (in the South).

Cuntisuyu Collasuyu
Antisuyu Bolivia Perú Argentina Chile Colombia Ecuador CUSCO
Chinchaysuyu

del Sol la expansión del imperio

mítico

del

Inca y

the empire expands

The mythical journey of the Inca and the Sun

Así como Pachacuti Inca Yupanqui encarnó un rol político y simbólico de gran importancia al poner nuevamente el mundo en “orden”, su sucesor Tupac Inca Yupanqui, destacó como un gran estratega político y militar y como el Inca que conquistó definitivamente al Collasuyu en toda su inmensa extensión y hasta sus confines meridionales. Guayna Capac, quien lo sucedió en el poder, hizo otro tanto, consolidando la conquista del Ecuador y estableciendo las fronteras septentrionales del Chinchaysuyu en Pasto, actual territorio colombiano.

Los españoles escucharon y transcribieron los relatos incas sobre estos procesos de conquista y, gracias a ello, podemos conocer cómo los incas narraban sus hazañas siempre asociando el avance del Imperio con la construcción o la extensión de sus caminos. Varios relatos incaicos registrados en la conquista refieren, más que a acontecimientos históricos, a recorridos míticos que asocian el desplazamiento del Inca con el circuito o desplazamiento anual del Sol. A través de estos relatos los dos grandes caminos —el de “la Sierra” al este y el de “los Llanos” al oeste— demarcan la ruta ritual del Inca y de Inti, y representan aspectos fundamentales de la cosmología de los fundadores del Imperio.

Just as Pachacuti Inca Yupanqui played a highly important political and symbolic role in the reorganization of the Inca world, his successor Tupac Inca Yupanqui was celebrated for being a great political and military strategist and the leader responsible for conquering the vast expanses of Collasuyu, to its southernmost reaches. Guayna Capac, who succeeded him, also made his mark with the conquest of Ecuador and the establishment of the northern Inca border of Chinchaysuyu near the modern day town of Pasto, Colombia.

The Spanish listened to the Incas’ tales of these conquests and wrote them down, and thanks to them we can hear the Incas’ own stories of their exploits—always associating the expansion of the Empire with the construction or extension of its trails. Many Inca stories of conquest and expansion refer less to historic events and more to mythical journeys that link the Inca advancement with the annual circuit of the Sun. Through these stories the two great trails—that of the Mountains in the East and the Plains in the West—delineate the ritual path of the Inca and the Inti and represent fundamental aspects of the cosmology of the founders of the Empire.

El circuito
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El circuito anual del Sol representaba un conjunto de acontecimientos de profunda significación para los incas. El calendario cusqueño combinaba los ciclos solares (solsticios y equinoccios) con los meses y ciclos de la Luna (quilla, en quechua), y con la observación de los movimientos siderales. Estos ciclos astrales eran simbolizados como el recorrido que realizaba Inti (el Sol) durante el año andino. El solsticio es el momento en que el Sol llega a los puntos extremos, al norte o al sur, de su aparente movimiento con respecto a la línea ecuatorial. Es decir, el punto más septentrional o meridional donde sale y se pone en el transcurso de un año. A partir de ese momento, el Sol comienza a “devolverse” para completar su circuito. Esta fase del calendario andino es considerada, hasta la actualidad, como un período en que el Sol “se detiene” en el cielo para luego recomenzar su regreso. En la tradición oral incaica, como lo relata el cronista indígena Guaman Poma de Ayala, el solsticio, que puede abarcar algunos días, era simbolizado como aquel momento en que el Sol “se sentaba en su silla”, para luego comenzar a “caminar sin descansar” en sentido contrario. Es decir, desde su silla en el sur, el Sol “caminaba” de enero hasta junio por el oeste, hasta su “silla” en el norte, y de allí por el este, hasta su “silla” en el sur, describiendo una circunferencia en el sentido del reloj.

Estos mitos permitían explicar los calendarios productivos del año y la organización de las festividades religiosas del Estado inca, pero a la vez representaban el discurso político del dominio y de la expansión incaica por las regiones más extremas del Tawantinsuyu. Los procesos de conquista de nuevos territorios, la paulatina apropiación del espacio andino y de sus ambientes ecológicos tan diversos, eran pensados y relatados por los sabios del Imperio, los quipucamayoc, como el recorrido sacralizado que

The annual circuit of the Sun envelops several events of profound significance to the Incas, whose calendar combines the solar cycle of solstices and equinoxes with the months and cycle of the moon (quilla, in Quechua), and with astronomical observation. These astral cycles were symbolized by the journey made by Inti during the Andean yearly cycle. The solstice is the time when the sun’s apparent position in the sky is furthest from the equator; in other words, it is the southernmost (or northernmost) point at which the sun rises and sets during the year. At that time, the Sun begins to ‘return’ to its previous position, thus completing the cycle. Even today this phase of the Andean calendar is thought of as the time when the Sun stops in the sky before continuing with its return journey. In the Inca oral tradition, as related by the indigenous chronicler Guaman Poma de Ayala, the period of the solstice—which can cover several days—was characterized as the time when the Sun ‘sat down in its chair’ to then begin its ‘tireless trek’ in the opposite direction. That is, from its chair in the South, the Sun ‘walked’ to the West from January until June, reaching its chair in the North, and then journeyed eastwards back to its chair in the South, thus describing a circle in a clockwise direction.

These descriptions provided a rationale for the yearly agricultural calendar and the organization of the Inca State’s religious festivals, but they also represented the discourse of Inca political domination and expansion to the furthest reaches of Tawantinsuyu. The conquest of new territories and the gradual appropriation of the Andean space and its widely diverse ecological environments were envisioned and spoken of by the quipucamayoc, the elders of the Empire, as the sacred journey that the Inca rulers themselves undertook to conquer new provinces, always with Cusco as the origin and centre.

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La majestuosa ciudad de Chan Chan, capital del reino Chimú, fue conquistada por los incas e incorporada al Chinchaysuyu en el siglo XV.
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The majestic city of Chan Chan, capital of the Chimú kingdom, was conquered by the Incas and incorporated into Chinchaysuyu during the 15th Century.
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Camino Inca del norte de Argentina. Inca Trail in Northern Argentina.

los propios gobernantes incas, teniendo al Cusco como origen y centro, seguían al conquistar nuevas provincias.

Según estas tradiciones orales, el circuito de Tupac Inca Yupanqui, uno de los principales conquistadores incas y sucesor de Pachacuti, se inicia en el valle sagrado cuando envía a sus ejércitos en las cuatro direcciones de los suyus, tomando él personalmente el camino del Collasuyu. Saliendo del Cusco, el Inca comienza un itinerario por el este en dirección al Titicaca en la provincia de los collas o aymaras, desde donde continúa hacia el sur sometiendo los valles sudorientales de Bolivia (chichas), cerca de la frontera con la selva. Al igual que el trazado del camino “de la Sierra”, sigue por el oriente de los Andes hacia el sur. Luego atraviesa de este a oeste la cordillera y conquista los valles centrales de Chile. Desde allí “amojona” los límites meridionales del Imperio y recomienza su circuito por el oeste hacia el norte, hasta arribar y someter al valle de Copiapó. Se interna después por la travesía del gran Despoblado hasta la “provincia” de Atacama. Una vez allí, nuevamente divide a sus ejércitos en cuatro caminos, tomando él mismo el de los Lípez, hacia el altiplano sur de Bolivia, para finalmente volver victorioso a la capital del Cusco.

La memoria oral sobre el gobierno de Tupac Inca Yupanqui destacaba, entre sus múltiples hazañas, la construcción o creación de los caminos de la sierra y de los llanos en la región del Collasuyu, es decir hacia el sur del Cusco. A su sucesor, Guayna Capac, se atribuía un modelo similar, esta vez hacia el norte. Como señala el cronista Zárate, en 1555, este Inca había partido desde el Cusco con el objeto de conquistar la provincia de Quito, para lo cual se le construyó un camino por la cordillera y, a su regreso, otro por los llanos.

According to these oral histories, Tupac Inca Yupanqui, successor of Pachacuti and one of the leading Inca conquerors, began his circuit in the sacred valley when he sent his armies in the four directions of the suyus, taking for himself the path to Collasuyu. Departing Cusco, the Inca set off eastwards towards Titicaca, in the province of the Collas or Aymaras, from whence he continued southwards, subjugating the southeastern valleys of modern day Bolivia (Chichas), coming almost to the edge of the Amazon rainforest. Like the route followed by the Trail of the Mountains, he continued southward along the eastern side of the Andes. He then cut west over the mountains and conquered the central valleys of what is now Chile. There he marked the southern border of the Empire and continued his journey to the west and then northwards, conquering the valley of Copiapó. From there he journeyed across the great Unpopulated Lands to the ‘province’ of Atacama. There, he once again divided his army into four, personally leading one segment towards Lípez, in the southern Altiplano of Bolivia, and finally returned victorious to the capital of Cusco.

The oral history about the rule of Tupac Inca Yupanqui highlights, among his other feats, the construction or creation of both the mountain and plains trails in the region of Collasuyu, to the south of Cusco. A similar achievement is attributed to his successor, Guayna Capac, in this case to the north. In the words of the chronicler Zárate, in 1555, the latter Inca departed Cusco with the aim of conquering the province of Quito, building a trail through the mountains for that purpose and another trail through the plains on his return.

tawantinsuyu.
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tawantinsuyu. The Empire of the four Suyus
El Imperio de los cuatro Suyus

Estos recorridos de ida y vuelta por distintos caminos, estableciendo un circuito, recuerdan las ceremonias del Inti Raymi o Fiestas del Sol, en las que se efectuaban muchos sacrificios a las wakas de la región del Cusco al amanecer, al mediodía y al ocaso, y donde las procesiones seguían un itinerario circular en el que “iban por un camino y volvían por otro”. En ese sentido, los recorridos míticos de conquista de Tupac Inca Yupanqui en el “hemisferio sur” y de Guayna Capac, que parece simbolizar el “hemisferio norte”, reproducen los movimientos aparentes del Sol e inscriben en el espacio sometido el orden cósmico simbolizado a través de los caminos del Inca.

These return trips that involved taking different paths on the outward and return journeys, thus establishing a circuit, are reminiscent of the ceremonies of Inti Raymi, the Feast of the Sun. At these events, many sacrifices were made to the wakas in Cusco region at dawn, noon, and sunset, the processions following a circular route in which they ‘left by one path and returned by another’. In this regard, the legendary journeys of conquest made by Tupac Inca Yupanqui in the ‘southern hemisphere’ and Guayna Capac, who seemed to have symbolized the ‘northern hemisphere’, reproduced the apparent movement of the Sun and inscribed the cosmic order upon the spaces they conquered in the symbolism of the Inca Trail.

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Camino del borde oriental del Tawantinsuyu, norte de de Argentina. Trail at Eastern frontier of Tawantinsuyu, north of Argentina.
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Camino Inca en la región de Potosí, Bolivia. Inca Trail in the region of Potosí, Bolivia.

collasuyu

Voces en el Camino

~ Parte 2 ~

collasuyu

Voices from the Road

~ Part 1 ~

En el abra o portezuelo de La Raya, los incas establecieron una frontera simbólica con los collas. En la actualidad es el límite entre los departamentos peruanos de Puno y Cusco.

At the pass or gateway of La Raya, the Incas built a symbolic boundary between the Collas. This is currently the border between the Peruvian regions of Puno and Cusco.

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de vilcanota

the sacred frontier of vilcanota

The land of the Colla and the origin of the Incas

Uno de los más significativos límites territoriales establecidos durante la expansión incaica fue aquel de la zona de Vilcanota, frontera étnica y política que dividió la región del Cusco con el Collao. Tras su segunda conquista, al volver a someter a los pueblos del altiplano del Titicaca, Tupac Inca Yupanqui reafirmó la importancia simbólica y política de esta frontera. Según el cronista indígena Santa Cruz Pachacuti (1613):

One of the most significant territorial boundaries established during the Inca expansion was in the zone of Vilcanota, an ethnic and political border that divided the region of Cusco from that of Collao. After his second conquest of the Altiplano people of Titicaca, Tupac Inca Yupanqui reaffirmed the symbolic and political importance of this border. According to the indigenous chronicler Santa Cruz Pachacuti (1613):

“Topa Inca Yupanqui amojonó la región en memoria de las crueles guerras que se habían mantenido con los Collas, mandando a poner dos porras de oro y plata en Vilcanota.

“Topa Inca Yupanqui marked out the region in memory of the bloody wars they had engaged in with the Collas, and ordered the placement of two pots of gold and silver in Vilcanota.

La tierra de los collas y el origen de los Incas la frontera sagrada
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El Templo de Viracocha, importante divinidad andina e incaica, en la localidad de Raqchi, en el camino del Collasuyu The Temple of Viracocha, a major Andean and Inca divinity, at Raqchi, on the Collasuyu route.

A través del relato incaico podemos percibir cómo los circuitos simbólicos del Inca nos hablan no solo de su recorrido, sino también de los pueblos que somete y de las fronteras que el Inca va estableciendo. El derrotero del Inca es un recorrido en el que permanentemente se van estableciendo límites entre los espacios conquistados y por tanto “civilizados” y aquellos espacios “salvajes”, que quedan fuera del territorio del Tawantinsuyu

Luego de nombrar nuevos gobernadores y enviar sus ejércitos a las provincias de Cuntisuyu, Chinchaysuyu y Antisuyu, Tupac Inca Yupanqui salió desde el Cusco a la “provincia” del Collao, en el Collasuyu, a reducir una sublevación de los collas que se habían rebelado contra el Inca. El collao era el nombre genérico que los incas daban a la gran meseta del Titicaca, mientras que los collas, o el “reino de los collas” era uno de los varios reinos aymaras del altiplano que, con su capital Hatun Colla, ocupaban el borde norte del lago. Por su importancia demográfica y por ser los más cercanos al Cusco, fueron quienes le dieron el nombre genérico a esta gran región del Imperio, el Collasuyu. La relevancia cultural que tuvieron los reinos aymaras del Titicaca para los incas, se expresa en uno de los relatos de la mitología de los quechuas, que sitúa el origen de sus fundadores étnicos, Manco Capac y Mama Ocllo, en el lago Titicaca. De manera que este recorrido de Tupac Inca Yupanqui se inauguraba en un espacio geográfico de gran significación simbólica.

La laguna y la zona de Vilcanota tuvieron una inmensa importancia religiosa para los incas. Allí se encontraba el principal Templo de Viracocha y constituyó uno de los primeros hitos que señalaban, en la tradición oral incaica, el proceso expansivo de conquista política y ritual del Collasuyu

Through the narrative we can perceive how the Inca’s symbolic circuits tell us not only about his journey, but also about the peoples that he conquered and the borders he established as he went. In effect, the Inca conquest was an expedition in which borders were continually established between conquered spaces that were deemed to be “civilized”, and “savage” spaces that remained outside of the territory of Tawantinsuyu

After naming new rulers and sending their armies to the provinces of Cuntisuyu, Chinchaysuyu and Antisuyu, Tupac Inca Yupanqui left Cusco for the “province” of Collao, in Collasuyu, to subdue an uprising of Colla people who had rebelled against the Incas. Collao was the generic name the Incas had given to the large plateau of Titicaca, but the Colla, or the “Kingdom of the Colla” was one of several Altiplano Aymara kingdoms. The Colla people occupied the northern shore of Lake Titicaca, and their capital was Hatun Colla. Their large numbers and proximity to Cusco led the Incas to name this vast region of the Empire Collasuyu. The cultural importance of the Titicaca Aymara kingdoms to the Incas is expressed in the Quechua myth about the founding of that ethnic group by Manco Capac and Mama Ocllo, both natives of Lake Titicaca. Thus, the journey of Tupac Inca Yupanqui began in a geographic place of great symbolic significance.

The lake and the area of Vilcanota held great religious significance for the Incas. The main Temple of Viracocha was located there, and it was one of the first landmarks mentioned in the Inca oral tradition in the context of the political and ritual conquest and expansion of Collasuyu

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La importancia religiosa atribuida a esta zona se debía principalmente a sus características geográficas, ya que correspondía a una frontera natural. De la laguna nacían dos poderosos ríos que corrían hacia el Atlántico y hacia el Pacífico, produciéndose el divortio aquarum de las hoyas hidrográficas del río Amazonas y del lago Titicaca. Allí comenzaba la gran meseta altiplánica. De acuerdo a la mitología, éste era un punto de transición no solo geográfico y ecológico entre la sierra y el altiplano, sino también una frontera social y cultural que establecía la división simbólica entre el espacio de los agricultores de maíz (quechuas), y el de los agricultores de papas (aymaras o collas), menos “civilizados” desde la mirada imperial.

The religious importance of this zone is based first and foremost on its geographic features, as it comprises a natural boundary. Two great rivers flow out from the lake towards the Atlantic and Pacific oceans, respectively, generating a watershed between two hydrographic basins—that of Lake Titicaca and that of the Amazon River. It is here that the vast Altiplano or high plateau begins. According to legend, this was not only a transition point between the different geographies and ecologies of the mountains and the high plateau, but was also a social and cultural boundary that established a symbolic division between the land of corn growers (the Quechua people) and that of the potato growers (Aymara or Colla people), who the Incas viewed as “less civilized”.

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Chullpa of Sillustani, a funeral tower at the sacred cemetery of Hatun Colla, capital of the Colla kingdom at Lake Titicaca. Chullpa de Sillustani, torre funeraria del cementerio sagrado de Hatun Colla, capital del reino colla en el lago Titicaca.

El camino del Inca atravesaba el umbral de aquella frontera simbólica que se levantaba como una metáfora del espacio y de las sociedades. En sus cercanías, los incas edificaron un largo y sólido muro que atravesaba el camino real uniendo los cerros o cordilleras ubicados a ambos extremos. Como es frecuente en las fronteras andinas, este deslinde se estableció en un gran portezuelo, hoy llamado La Raya, que mantiene su condición de límite hasta la actualidad como punto fronterizo entre los departamentos peruanos de Puno y Cusco. Luego de cruentas batallas y de volver a someter a los collas, Tupac Inca Yupanqui continuó hacia el sur por el oriente de la cordillera de los Andes conquistando otros pueblos y comenzó una nueva campaña para someter a los chiriguanos, en los mismos bordes de la selva.

The Inca Trail crossed the threshold of that symbolic frontier, which stood as a metaphor for the spaces and societies that occupied either side. Nearby, the Incas erected a long, solid wall that crossed the “royal road”, joining the hills and mountains on either side. As is often the case with Andean borders, the marker was established on a great pass, now called “La Raya”, which even today serves as the dividing line between the Peruvian departments of Puno and Cusco. After several bloody battles, and the re-conquest of the Collas, Tupac Inca Yupanqui continued south on the eastern side of the Andes Mountains, subjugating other groups and ultimately beginning a new campaign to subdue the Chiriguano people, who lived at the edge of the jungle itself.

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La actual ciudad de Puno, a orillas del lago Titicaca. The modern city of Puno, on the shores of Lake Titicaca.

Tiawanaku ya estaba en ruinas en tiempos del Tawantinsuyu

Por su magnificencia y riqueza simbólica, los incas consideraron a los forjadores de esa antigua cultura como sus propios ancestros.

Tiawanaku was already in ruins at the time of Tawantinsuyu. Its magnificence and symbolic riches led the Incas to think of the creators of this ancient culture as their own ancestors.

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Santuario de cerro Amarillo. Sanctuary on the mountain of Amarillo.

hacia la frontera oriental del tawantinsuyu

to the eastern frontier of tawantinsuyu

El borde oriental del Tawantinsuyu se caracteriza por una tupida vegetación selvática y por abruptos relieves que anteceden a las interminables llanuras amazónicas y chaqueñas. Para los incas, ésta fue una zona apetecida pero indómita y desconocida. Prácticamente no hubo rincón en toda el área andina que no haya sido conquistada o pretendida por los cusqueños. Para ello, se valieron principalmente de alianzas y acuerdos pacíficos, pero también llegaron a protagonizar cruentas confrontaciones allí donde fueron rechazados. Por eso, uno de los grandes y permanentes conflictos para los incas fueron los habitantes del borde oriental, con quienes debieron librar múltiples batallas y efectuar numerosas negociaciones con mayor o menor éxito.

Las etnias selváticas poseían una forma de organización social sin la centralización y la jerarquización andina, lo que generó mayores dificultades para un sometimiento masivo. Esto condujo a un panorama bastante difícil para los incas puesto que estas regiones ofrecían gran cantidad de materias primas y productos altamente cotizados por las culturas andinas, no solo para el uso doméstico, como metales, maderas, miel y frutos, sino también para el consumo ritual o como elementos que otorgaban prestigio social. Entre ellos figuraban coloridas plumas de aves tropicales, pieles de jaguar, especies silvestres de coca, plantas medicinales y especies psicotrópicas, tales como el cebil y la ayahuasca.

The Eastern frontier of Tawantinsuyu was a region of dense jungle and rugged topography that gave way to the vast plains of the Amazon and Chaqueña regions. For the Incas, this was a very attractive yet unknown and untamable land. There was virtually no corner of the Andean region that had not been conquered or claimed by the people from Cusco. For the most part the Incas relied on making peaceful, but they also unleashed bloody attacks in places where their offer was refused. One of the greatest ongoing conflicts they engaged in was with the inhabitants of this eastern frontier region, with whom they battled and negotiated with varying degrees of success.

The jungle societies were not centrally organized and hierarchical like Andean societies, which made it very difficult to conquer them en masse. This presented a major challenge for the Incas, as these regions offered many raw materials and products that were highly prized in the Andes. Some were for everyday use, such as metals, wood, honey and nuts, but others were valued as ritual items and prestige goods. These included colorful tropical bird feathers, jaguar hides, wild coca plants, medicinal plants and psychotropic substances such as cebil and ayahuasca

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Una forma de acceso a tales recursos fue a través de la alianza con otras etnias que ya hubieran entablado contacto con los grupos orientales. Es el caso, por ejemplo, de la nación de los chichas del altiplano meridional de Bolivia, previamente conquistados por los incas, y que por su condición de grandes guerreros adquirieron un importante estatus social en el Tawantinsuyu. Entre otras actividades productivas, los chichas se incorporaron a los ejércitos del Inca como mitmakunas, es decir poblaciones trasladadas para el servicio del Estado, y se establecieron en los puestos de frontera para contener los avances de grupos guaraníes de la región, que azotaban esporádicamente la frontera oriental. Esta zona, correspondiente al borde noreste del Collasuyu se asociaba, desde la mirada geográfica y cultural incaica, al Antisuyu, es decir, la frontera selvática de las laderas orientales de los Andes, que en estas latitudes era denominada por los quechuas como El Chaco.

One way the Incas could obtain these resources was to enter into alliances with other ethnic groups that had already made contact with the peoples of the Eastern Jungle. The Chica people of the southern Altiplano region of Bolivia were a case in point: they had already been brought under Inca rule and their warriors, known for their imposing size, had attained high social status in Tawantinsuyu. Among other productive activities they engaged in, the Chica warriors served the Inca armies as mitmakunas—groups that were moved around at the State’s pleasure—establishing frontier outposts to control incursions by Guarani groups that occasionally raided the eastern borderlands. Culturally and geographically, this zone along the northeastern border of Collasuyu was known as Antisuyu by the Incas. It comprised the jungle frontier on the eastern slopes of the Andes and was also known as “El Chaco” among the Quechua people.

chaco, purun y auca runa ~ Los temibles chiriguanos

chaco, purun runa and auca runa ~ The dreaded Chiriguano

Los indígenas que habitaban el actual Chaco boliviano y argentino eran peyorativamente denominados chiriguanos por los incas y posteriormente serían también un dolor de cabeza para los conquistadores españoles. Los relatos de las primeras crónicas hispanas, aprendidos y escuchados de los propios incas, reflejan esta percepción de los guaraníes como un pueblo extremadamente “salvaje”:

The indigenous groups that inhabited the area known today as the Chaco region of Bolivia and Argentina were pejoratively called “Chiriguanos” by the Incas. These groups would later prove troublesome to the Spanish conquistadors. Accounts from the earliest Spanish chronicles, obtained from the Incas themselves, reflected their perception of the Guarani as an extremely “savage” people:

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Los ambientes selváticos y agrestes eran habitados, según la mirada de los incas, por poblaciones que pertenecían a generaciones antiguas o arcaicas.

From the Inca perspective, jungles and wilderness areas were inhabited by peoples who belonged to ancient or archaic times.

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La generación guerrera de los auca runa, desde la mirada del cronista indígena Guaman Poma de Ayala en 1614.

Auca runa from the perspective of indigenous chronicler Guaman Poma de Ayala en 1614.

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También había y hay al presente unos indios de guerra los cuales comen carne cruda y humana; llámanse Chiriguanaes y Caribes, los cuales tienen muy perversas costumbres y fealdades, y siempre en tiempo del Inga las tuvieron; y cuando alguno dellos enferma, aunque sea de los más familiares y amigos y parientes más cercanos, los matan, y muchas veces los comen, porque dicen que no conviene que con la enfermedad se corrompan las carnes; y lo mismo hacen con sus propias mujeres e hijos o hijas…

(Martín de Murúa, 1615)

Also there were and still are some warrior Indians who eat raw meat and human flesh; they go by the name of Chiriguanaes and Caribes, and they have many depraved and ugly customs, and they have had them since the time of the Inga [Inca]; and when one of them becomes ill, even an immediate family member, friend or close relative, they kill them, and very often eat them, because they say it is better not to let the disease corrupt the meat; and they do the same with their own women and sons or daughters …

(Martín de Murúa, 1615)

Por su condición de poblaciones de frontera y como era el caso de la mayoría de las culturas consideradas “distintas” por los incas, los chiriguanos fueron categorizados como purun y auca runa

Las culturas que no pertenecían al mundo del Inca y de sus aliados, eran consideradas como sociedades del pasado, correspondientes a edades o generaciones antiguas. Los purun y auca runa pertenecían a una época anterior a la era del Inca y al estado de “orden social” que ésta representaba. Pero no se trataba de generaciones extinguidas. Sus “restos” seguían coexistiendo con los tiempos incaicos y representaban a aquellos grupos humanos considerados como en estado “salvaje”. Estos mitos andinos simbolizaban las diferencias étnicas y culturales desde la perspectiva de las sociedades dominantes.

Like most cultures that the Incas considered “different”, and especially because they were frontier groups, the Chiriguanos were classified as purun runas and auca runa

Cultures that were not part of the world of the Incas and their allies were considered societies of the past, leftovers from ancient times or past generations. The purun runa and auca runa were thought to belong to an era before that of the Incas and the “social order” that they represented. They were not considered extinct societies. Their “remains” continued to exist during Inca times and were thought to represent humans in a “savage” state. These Andean myths addressed existing ethnic and cultural differences from the perspective of the dominant society.

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La adaptación de la ingeniería vial incaica a las condiciones extremadamente húmedas de esta región, permitió la conservación de caminos y escalinatas de piedra.

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The Incas adapted the engineering of their trail network for this region’s heavy rainfall, building rock stairways and paths that survive to this day.
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En el caso de los incas, este discurso se proyectaba especialmente hacia aquellos grupos que se encontraban en los márgenes o en los “límites del mundo”, es decir, del Tawantinsuyu Los purun runa eran quienes procedían de un tiempo muy antiguo, de cuando aún no había Sol. Generalmente vivían de la caza y recolección, más que de la agricultura. Políticamente, se trataba de quienes no tenían “ley ni rey”, es decir, que no estaban sometidos a un gobierno central. Por su parte, los auca runa eran de un tiempo posterior, pero marcado por el desorden, la guerra y la ingobernabilidad.

La toponimia chacu (chaco), estaba también asociada a estas diferencias. Aludía a la idea de desorden, de formas distintas de subsistencia, de “inferioridad” étnica y de marginalidad; al concepto de frontera cultural y geográfica. De allí que la región conocida como El Chaco, en las selvas orientales de Bolivia y del norte de Argentina, fuera la que designara a este territorio de frontera simbólica, ecológica y social. Sus habitantes, los chiriguanos, nunca llegaron a ser sometidos por el Tawantinsuyu

Sin embargo, aunque desde las voces incas y desde los escritos españoles se haya insistido en que éste fue un espacio de permanentes confrontaciones, las investigaciones arqueológicas han revelado la existencia de una serie de sitios y caminos vinculados al Tawantinsuyu, sugiriendo una frontera más permeable y dinámica que defensiva o militar. La explotación minera, la construcción de terrazas de cultivo, de pequeños poblados y centros administrativos, de lugares ceremoniales y de una red de caminos construidos y adaptados a este abrupto y húmedo territorio, son testimonio de una “convivencia” mayor a la que establecen los relatos épicos incaicos, señalando un vínculo más estrecho entre el mundo del altiplano andino y el de la selva.

In the case of the Incas, this discourse was projected especially onto groups that lived on the margins or the “edge of the world”, meaning on the edge of Tawantinsuyu. The purun runa, then, were considered people from an ancient time, before the birth of the Sun. They usually lived by hunting and gathering rather than by farming. Politically, they were groups that had “neither law nor king”, meaning that they were not ruled by a central government. The auca runa were thought to be from a later time, but one plagued by disorder, war and ungovernability.

The place name Chacu (Chaco) was associated with these different groups, and alluded to the idea of disorder, of different modes of subsistence, ethnic “inferiority” and marginality; it contained the concept of the cultural and geographic frontier. Thus the region known as El Chaco, in the eastern jungles of Bolivia and Northern Argentina, referred to a symbolic, ecological and social frontier land. Its inhabitants, the Chiriguanos, never came under the rule of Tawantinsuyu

However, although the Incas’ own voices and accounts left by the Spanish describe the region as an arena of ongoing confrontation, archeological investigations have uncovered a series of sites and roads associated with Tawantinsuyu, suggesting that the frontier was more permeable and fluid and not simply defensive or military. Mining operations, agricultural terraces, small settlements and administrative centers, ceremonial sites and a network of roads built and adapted to this rugged, tropical territory all bear witness to a greater degree of “coexistence” than that conveyed in the epic Inca narratives, pointing to a closer linkage between the world of the Andean Altiplano and that of the jungle.

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Camino

se desplaza sobre los

de neblina, en

que pastizales el filo de la serranía. Esta vía une el cerro sagrado Amarillo con la cumbre del cerro metalífero Fundición.
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A trail over the cloudbanked pastures on the mountain ridge. This route unites the sacred mountain of Amarillo with the summit of the mountain of Fundición, noted for its mines.
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un paisaje de frontera

a landscape from a frontier

La serranía de Calilegua se localiza en los departamentos Valle Grande y Ledesma en los actuales límites argentino-bolivianos. Se inserta en el último cordón montañoso andino que se enfrenta a la extensa llanura chaqueña. Estas montañas constituyen una barrera orográfica que cautiva los vientos húmedos del Atlántico dando lugar a una franja selvática denominada comúnmente “yungas”. El relieve de la serranía, dominado por los cerros Amarillo (3.600 m) y Hermoso (3.500 m), alterna cumbres, mesetas de altura y estrechos valles. La zona se identifica por su notable biodiversidad y su gradiente altitudinal demarca cuatro pisos ecológicos muy diferenciados. En su base, la selva pedemontana de bosques tropicales se extiende hasta los 700 metros. Más arriba, la selva montana de laderas abarca hasta los 1.500 metros, recibiendo altísimas precipitaciones pluviales. Sobre este nivel y hasta los 3 mil metros, se encuentran los bosques montanos, de escarpado relieve, llamados también “bosques nublados”. Finalmente, por encima de los 3 mil metros, los pastizales de neblina coronan un abrupto territorio montañoso cuyas cumbres sobresalen por sobre las nubes.

Algunas de estas montañas selváticas fueron transformadas en santuarios de altura, como es el caso del cerro Amarillo, que alberga un prominente espacio ceremonial compuesto por un conjunto de siete plataformas distribuidas sobre el filo, construidas con espesos y elevados muros de pirca. A escasos 4 kilómetros al sur se localiza otro santuario sobre la cumbre del cerro Hermoso.

El dominio visual que se alcanza en la localización particularmente extrema de las plataformas del cerro Amarillo, dispuestas sobre el borde de un

The Calilegua range is located in the departments of Valle Grande and Ledesma, on the presentday Bolivia-Argentina border. It is part of the last mountain chain before the Andes give way to the vast Chaqueña plain. These mountains act as an orographic barrier that captures the humid winds from the Atlantic Ocean, producing a stretch of jungle that is commonly called “Yungas”. The landscape here is dominated by the peaks of Amarillo (3600 m) and Hermoso (3500 m), its soaring peaks alternating with high plateaus and narrow valleys. The area boasts outstanding biodiversity and an altitude gain that envelops four very distinct ecological strata. At its base, the piedmont tropical forest extends up to 700 meters above sea level. Further up, the montane hillside jungle extends up to 1500 meters, and receives extremely high precipitation. The montane forest, also called the “cloud forest”, covers the steep slopes above this altitude up to 3000 meters. Lastly, above 3000 meters the high-altitude grasslands lay like a garland upon this rugged land of mountains, the summits of which rise above the clouds.

The Incas transformed some of these jungle-covered mountains into high-altitude shrines. One of them is Cerro Amarillo, which contains an outstanding ceremonial complex consisting of seven platforms distributed along a mountain ridge and built of thick, elevated dry stone walls. Another shrine is found just four kilometers south, on the summit of Cerro Hermoso.

The commanding view from the Cerro Amarillo platforms, which are situated on the edge of a deep, cloud-covered precipice, expresses the Incas’ ritual

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La abrupta gradiente altitudinal determina importantes diferencias en

The sharp altitude gradient determines significant differences in rainforest ecological environments.

los pisos ecológicos selváticos. Plataformas del santuario de cerro Amarillo.
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Platforms of the sanctuary on the mountain of Amarillo. collasuyu. Voices from the Road collasuyu. Voces en el Camino

La metalurgia fue uno de los principales intereses de los incas en el borde selvático oriental, como se aprecia en estas piezas de estilo incaico halladas en sitios arqueológicos de la región.

Metallurgy was one of the main activities of the Incas on the eastern, rainforest edge of their territory, as shown by these Inca-style pieces found in the region’s archeological sites.

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Amarillo, el cerro sagrado de los incas. Amarillo, the sacred mountain of the Incas.

profundo precipicio y frente a densas masas de nubes, es una expresión de que los incas se encontraban en un proceso de conquista ritual de este indómito espacio. Creando lugares e hitos sagrados, buscaban el dominio del nuevo ambiente, de sus recursos y de sus habitantes.

Estos espacios rituales están asociados a otros puntos de carácter productivo, como yacimientos mineros y lugares de cultivo. Los sitios e instalaciones se encuentran integrados entre sí por senderos y caminos empedrados y con escalinatas que conforman una red que recorría la serranía de Calilegua y se conectaba al norte con un ramal del Qhapaq Ñan. Los múltiples recursos económicos del área explican la energía invertida por el Tawantinsuyu en su expansión meridional en donde, una vez más, podemos apreciar una voluntad de apropiación simbólica de ese espacio a través del establecimiento de santuarios y de redes de caminos.

De acuerdo al relato de Juan de Betanzos, luego de enfrentarse y dar batalla a los chiriguanos, Tupac Inca Yupanqui continuó hacia el sur por la llanura chacopampeana, hacia la tierra de los zuríes:

conquest of this indomitable space. Indeed, the Incas created such sacred spaces and landmarks to exert control over new environments, their resources and inhabitants.

These ritual spaces are associated with other sites that were built for productive purposes, such as mining operations and agricultural fields, and all were connected to each other by a network of trails, stone paths and staircases that ran through the Calilegua range and joined up in the north with a branch of the Qhapaq Ñan. The many economic resources available in the area explain the energy that the Empire of Tawantinsuyu invested in expanding southward, where again we see the expressions of the Incas’ desire to symbolically appropriate spaces by establishing shrines and trail networks.

According to an account written by Juan de Betanzos, after coming upon the Chiriguanos and engaging them in battle, Tupac Inca Yupanqui continued southward across the Chacopampeana plain toward the land of the “Zuri” people:

“Tuvo noticia de la provincia de los zuríes y mandó encaminar su campo para allá y como a ellos llegasen, tuvo con ellos su batalla y reencuentro e al fin los venció y sujetó (…) La gran provincia es de grandes montañas y tierras donde hay muchas avestruces y la más ropa que los naturales desta provincia visten es de pluma de aquellos avestruces.

(Juan de Betanzos, 1551)

He received word about the province of the Zuríes and sent his troops, which, upon arriving, engaged them in battle twice, finally defeating them and subjugating them (…) This great province is a land of high mountains and is populated by many ostriches, and the clothing of the people there consists of little more than the feathers of those ostriches.

(Juan de Betanzos, 1551)

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Samaipata, el principal centro ceremonial incaico de la vertiente oriental andina. Se puede observar la roca labrada y las bases de lo que fue una imponente kallanka de 75 metros de largo.

Samaipata, the main Inca ceremonial center of the eastern slopes of the Andes. The carved stone and bases of a significant kallanka, 75 meters or 250 feet long, can be made out.

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El nombre zuríes proviene de zuri, el pequeño avestruz andino. Estas poblaciones, también vistas como purun runa, habitaban la actual región argentina de Santiago del Estero. El Inca, luego de vencerlos, continuó bordeando las fronteras orientales hasta alcanzar el Río de la Plata, desde donde decide torcer su rumbo y cruzar hacia Chile. El relato de Betanzos no nos entrega mayores detalles de las hazañas del Inca en un territorio de tal relevancia para el Tawantinsuyu como lo fueron las quebradas y valles orientales de la cordillera de los Andes.

Se estima que la presencia inca en estas vastas regiones del noroeste argentino se fue desarrollando entre los siglos XIV y XV. Es decir, bajo sucesivos gobernantes, los incas habrían ido conquistando territorios y poblaciones correspondientes a las actuales provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan y parte de Tucumán y de Santiago del Estero. Sin embargo, si siguiéramos literalmente lo que nos relatan los cronistas del

The name “Zuri” is taken from the word “Suri”, the name for the small Andean ostrich. These peoples, who were also considered purun runa, lived in what is now the Argentinean region of Santiago del Estero. After defeating them, the Inca continued along the eastern frontier until reaching Río de la Plata, from whence he decided to change course and head in the direction of Chile. Betanzos’ account, however, gives no further details of his exploits in the valleys and ravines of the Eastern Andes Mountains, a territory that was highly important to Tawantinsuyu

It is believed that the Incas were present in these vast regions of Northwest Argentina in the 14th and 15th centuries. In other words, under successive rulers the Incas conquered territories and peoples in the present-day provinces of Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan and parts of Tucumán, as well as Santiago del Estero. However, if we take literally the accounts left by the chroniclers of Tawantinsuyu itself, we would have to believe

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Tawantinsuyu, deberíamos asumir, por ejemplo, que los héroes principales de nuestros relatos, Pachacuti Inca Yupanqui y Tupac Inca Yupanqui, habrían vivido y gobernado más de cien años para poder cubrir todas las hazañas que la memoria de las elites cusqueñas les atribuye. La historia mítica y la memoria política, constantemente reinterpretada por los sucesivos linajes incas que asumían el poder, permitía ajustar o situar en un tiempo impreciso, de pasado y de presente, simultáneo y cíclico, todos estos procesos de conquista. Resulta interesante, sin la intención de desprendernos de la lectura de nuestras fuentes de origen, detenernos brevemente en algunos aportes de la arqueología regional de las últimas décadas.

that the main figures of this period—Pachacuti Inca Yupanqui and Tupac Inca Yupanqui—lived and ruled for more than a hundred years in order to have accomplished all the deeds attributed to them by the nobles of Cusco. In fact, history and political memory were often reinterpreted by later generations of incas as they rose to power, allowing them to situate and even adjust past and present events and simultaneous and cyclical acts of conquest within a timeframe that was imprecise. In this context, it can be useful to examine some contributions from regional archeology from the past few decades, while not distancing ourselves too much from our original sources.

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To the south of the Chaco forests, lower rainfall established the eastern edge of Calchaquí as a new frontier landscape.
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Hacia el sur de la selva chaqueña, la disminución de las lluvias configura al borde oriental calchaquí como un nuevo paisaje de frontera.
Camino

La ciudadela de Shincal Una arquitectura políticamente correcta

The citadel of Shincal ~ Politically correct architecture

En la medida en que el Imperio se expandía y se alejaba de su centro político y ceremonial, buena parte de su reconocida monumentalidad tendía a disminuir, a adaptarse, y en ciertos casos, a mimetizarse con el entorno geográfico y cultural. Esto podría ser un reflejo de la flexibilidad de las estrategias de dominación de los incas, sobre todo en aquellos territorios más alejados de la metrópoli. Sin embargo y simultáneamente, la elite dominante del Cusco no transaba al momento de imponer ciertos patrones estéticos y arquitectónicos que reafirmaran el carácter no solo funcional, sino también poderosamente simbólico del dominio imperial.

As the Inca Empire expanded ever farther from its political and ceremonial center, its remarkable monumental character tended to decline, change and sometimes adopt features of the cultural and geographic surroundings. This could reflect the flexibility of the Incas’ domination strategies, especially in territories that were furthest removed from the capital. At the same time, however, the ruling elite of Cusco refused to compromise on the required use of certain aesthetic and architectural patterns that reaffirmed not only the functions of imperial domination but also powerfully symbolized it.

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El ushnu The ushnu

Ubicada en la provincia de Catamarca, en las cercanías del actual pueblo de Londres de Quinmivil, Shincal se encuentra en una meseta rodeada de cerros en el margen izquierdo del río Simbolar. No solo fue un importante centro administrativo y ceremonial del noroeste argentino, sino también una verdadera ciudadela inca. La zona propiamente urbana abarca más de 20 hectáreas cuyos edificios y viviendas albergaban a unos 800 habitantes. Seguramente su trazado fue diseñado por arquitectos e ingenieros provenientes del Cusco que reprodujeron, aunque en menor escala, la clásica estructura y organización urbana de la capital del Tawantinsuyu

Contaba con un ushnu o plataforma construida en piedra, donde se realizaban actividades administrativas y judiciales. Era también un centro ceremonial y podía, además, ser utilizado como oráculo. Sus clásicas kallankas, o grandes recintos rectangulares, respondían a necesidades diversas tales como centros de almacenamiento y de producción de textiles o como viviendas de funcionarios importantes. Estos edificios se distribuían alrededor

Located in the province of Catamarca, near the modern day town of Londres de Quinmivil in Northeastern Argentina, Shincal is sited on a rounded hilltop plateau on the left bank of the Simbolar River. More than a major administrative and ceremonial center for the region, it was also a true Inca citadel. The area is completely urbanized and covers around 20 hectares, with buildings and homes for some 800 inhabitants. Its layout was almost certainly designed by architects and engineers from Cusco, who created a smaller scale copy of the classic urban layout and structures found in the capital of Tawantinsuyu.

The center featured an ushnu, a raised stone platform used for administrative purposes such as court proceedings, but also for oracles and ceremonies. Its classical kallankas, great rectangular spaces, served a wide range of needs, being used for storage, textile production or as the residences of important officials. These buildings were distributed around a central plaza or aukaipata, which was

Escalera de acceso a la plataforma ceremonial.
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Stairway leading to the ceremonial platform.

El trazado de Shincal fue diseñado por arquitectos e ingenieros incas que reprodujeron la clásica estructura y organización urbana de la capital del Tawantinsuyu

Shincal’s urban layout was designed by Inca architects and engineers who reproduced the classic urban structures and spatial organization of the capital of Tawantinsuyu

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de una plaza central o aukaipata, que era un lugar público ceremonial y de encuentro entre las autoridades incas y las autoridades y habitantes locales. En el entorno se encuentran dos plataformas construidas en dos cerros ubicados al oriente y al occidente de la plaza. Sus imponentes escalinatas de acceso parecen haber sido destinadas a rituales agrícolas y posiblemente también al culto solar durante las principales festividades estatales que se realizaban en los solsticios de invierno y de verano.

Al llegar los incas a la región, sometieron en forma relativamente rápida a los cacicazgos locales diaguitas y calchaquíes, integrándolos a su sistema. Estos pueblos ya trabajaban las minas metalíferas de oro, plata, cobre y estaño de las sierras de Quinmivil y de Belén, cuya explotación, junto con la industria textil, fue reorganizada por los incas en beneficio del Estado. Como capital provincial, Shincal fue un centro de recaudación de tributo y de redistribución de bienes, y su influencia parece haber abarcado parte de Catamarca, de Tucumán y de Salta. Como cada pueblo y ciudad del Imperio, estuvo conectada al Qhapaq Ñan, lo que permitía su fluida comunicación con la capital cusqueña y con las regiones más distantes del Tawantinsuyu

Luego de la invasión española, Shincal volvió a ser ocupada. En 1558, Juan Pérez de Zurita fundó la ciudad de Londres de Quinmivil utilizando los muros incas originales y el acueducto urbano. Sin embargo, con el inicio de las prolongadas rebeliones calchaquíes, la ciudad debió ser abandonada y refundada aguas abajo.

used as a public ceremonial space and as a meeting place for Inca authorities and local inhabitants. Nearby were the sites of two platforms, built on hills located to the east and west of the plaza. The imposing stairways leading up these platforms seem to have been designed for agricultural rituals, and perhaps also for Sun worship during the State’s main religious festivals, held at the summer and winter solstices.

When the Incas arrived in the region, they quickly subjugated the local Diaguita and Calchaquí rulers, integrating them into their own system as nobles. These groups were already engaged in gold, silver, copper, and tin mining in the highlands of Quinmivil and Belén, and both mining and textile production were reorganized by the Incas for the benefit of their state. As the provincial capital, Shincal was the center for taxation and the redistribution of goods, over an area that apparently included part of Catamarca, Tucumán, and Salta. Like every other town and city in the Empire it was connected to the Qhapaq Ñan, allowing rapid communication with the most distant regions of Tawantinsuyu and with the capital of Cusco.

Shincal was occupied once again after the Spanish invasion. In 1558 Juan Pérez de Zurita founded the city of Londres de Quinmivil, making use of the original Inca wall and the urban water supply system. However, after prolonged resistance from the Calchaquí, the old town was abandoned and a new city was founded downriver.

Tupus o prendedores de oro incaicos (Museo Arqueológico de La Serena).
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Golden Inca tupus or brooches (La Serena Archeological Museum).
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Ruta
de acceso al monte Aconcagua desde el este.
Route leading to Mount Aconcagua from the east.

re-crossing the andes

The Maipo Valley and the southern frontier of Tawantinsuyu

Una vez sometidos los zuríes a su jurisdicción, Tupac Inca Yupanqui continuó hacia el sur por el borde oriental hasta alcanzar las nacientes del Río de la Plata. Sin embargo, decidió no adentrarse en esas regiones, sino que desde allí, desde “las espaldas de Chile” y desde donde “el Sol sale”, se dirigió con su ejército al poniente atravesando la ancha y majestuosa cordillera de los Andes:

Once the Zuri within his jurisdiction had been overcome, Tupac Inca Yupanqui continued to the south along the eastern side of the Andes until reaching the headwaters of the Río de la Plata. However, he decided not to penetrate this region further; rather, from here, from “the backside of Chile”, the place where “the Sun rises”, he directed his army to the west, across the wide, majestic Andes Mountains:

“…y tomando la mano derecha ansi como iba pasó los puertos y cordilleras de nieve y montañas altas sujetando y conquistando todo lo que ansi por delante hallaba e ansi llegó a la provincia de Chile y halló en ella gente muy belicosa y muy rica y próspera de oro e habido con ellos su reencuentro sujetólos y como ya los tuviese pacíficos preguntó que de dónde había habido tanta riqueza de oro…

(Juan de Betanzos, 1551)

“… and turning to the right, he went up through the mountain passes, the snowy ranges and the high peaks, taking control of and conquering everything he encountered on his way, and thus arrived in the province of Chile, and found there a warrior people, very rich and prosperous, with much gold, and after fighting and overcoming them asked where they had obtained such a wealth of gold …

(Juan de Betanzos, 1551)

El valle del Maipo y la frontera sur del Tawantinsuyu remontando los andes
” ”
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Sin duda, los incas avanzaron más al sur del valle del Maipo, pero su control político y militar no logró ser realmente estable y su presencia solo consistió en puestos defensivos. En efecto, algo más al sur de Santiago, se iniciaba un espacio de frontera no solo geopolítica, sino también con fuertes componentes simbólicos y culturales, como puede apreciarse por los restos arqueológicos y por las tradiciones orales incas.

Cuando los incas llegaron a los valles centrales de Chile se encontraron con un desafío de proporciones hacia el sur. La tradición señala que Tupac Inca envió desde aquí a sus capitanes a reconocer la zona del río Maule. Una vez de regreso, éstos “dijéronle que era un río ancho y poblado en partes de alguna gente”, pero el Inca decidió que ya era hora de comenzar el retorno puesto que:

Of course, the Incas did advance further south than the Maipo Valley, but their political and military control was always tenuous beyond that point, and their presence consisted of defensive positions only. In effect, the lands just south of Santiago were a frontier land of not only geopolitical but cultural and symbolic importance, as archeological remains and Inca oral tradition itself attest to.

When the Incas came to the central valleys of Chile they encountered strong resistance to the south. As usual, Tupac Inca sent his captains to scout out the land beyond— the Maule River region to the south. Upon their return, they told him that the region had a wide river and was populated in parts by some groups of people”, but the Incas decided that its was time to go home, as:

“había mucho tiempo que habían salido de la ciudad del Cusco y que ya habían visto lo que hasta allí había, que le parecía que de allí se debían devolver.

(Juan de Betanzos, 1551)

“a lot of time had passed since they had left the city of Cusco and since they had already seen what there was there, it seemed best to return home.

El valle del río Maipo sería, finalmente, la frontera sur del Tawantinsuyu. Y como toda frontera de importancia, debía legitimarse y revestirse de sacralidad. Es así como encontramos, en pleno valle central de Chile, la frontera simbólica elegida por los incas. El cronista español Gerónimo de Vivar describe con cierta prolijidad los límites del territorio conquistado, donde la naturaleza y quienes la habitaban establecían, una vez más, los límites de la cartografía incaica. Hacia el sur de la llamada Angostura de Paine se iniciaba la provincia de los purun auca:

In the end, the Maipo Valley was to be the last southern border of Tawantinsuyu. And like all major borders, it had to be officially established and consecrated. Thus we find in the middle of Chile’s Central Valley the symbolic boundary chosen by the Inca ruler. The Spanish chronicler Gerónimo de Vivar describes at some length the threshold of the conquered territory, where nature and the local inhabitants established once more the limits of the Incas’ reach. The narrow pass called “Angostura de Paine” marked the beginning of the province of the purun auca:

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” ”
Uspallata, al norte de la provincia de Mendoza, fue el límite sur del Tawantinsuyu en la actual Argentina. Tambillo inca en Punta de Vacas, en la ruta hacia Chile. Uspallata, in what is now northern Mendoza Province, was the southern limit of Tawantinsuyu
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Inca Tambillo (messenger rest stop) at Punta de Vacas, on the route to Chile. collasuyu. Voices from the Road collasuyu. Voces en el Camino

…está esta provincia de los poromocaes que comienza de siete leguas de la çiudad de Santiago que es una angostura y ansi la llaman los españoles… y aquí llegaron los yngas quando vinieron a conquistar esta tierra. Y de aquí adelante no pasaron. Y en una sierra de una parte de [la] angostura hacia la cordillera toparon una boca y cueva, la qual está hoy dia y estará. Y della sale viento y aun bien rezzio. Y como los yngas lo vieron fueron muy contentos, porque decían que avian hallado ‘guayra huasi’ ques como si [se] dijese ‘la casa del viento’. Y alli poblaron un pueblo… ”

(Gerónimo de Vivar, 1558)

“… is the province of the poromocaes [purun auca] which begins seven leagues from the city of Santiago, which is an “angostura”, as the Spanish call it … and the Incas arrived here when they came to conquer these lands. And they got no further. And on a mountain within the pass they came to an opening and cave, which is still there today and always will be. And from it the wind blows very strongly. And the Incas saw this place and were very happy, because they said they had discovered ‘guayra huasi’ which means ‘the house of the wind’. And there they established a town … ”

(Gerónimo de Vivar, 1558)

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El cordón montañoso de la Angostura, que mantiene su nombre hasta la actualidad, se ubica a unos 56 kilómetros al sur de la ciudad de Santiago y constituye la divisoria de aguas de las cuencas del río Maipo por el norte y del Cachapoal por el sur, uniendo la cordillera de los Andes y la de la Costa.

Es sumamente interesante la relación entre la tradición oral, mediatizada por la mirada española del siglo XVI, con lo que aporta la arqueología regional, que señala a esta zona como un espacio de límite, no solo estatal, sino también previo a la llegada del Inca. El cordón montañoso de Angostura era la zona límite de la denominada Cultura Aconcagua.

The Angostura range, which retains its name today, is located about 56 kilometers south of the city of Santiago and is the dividing line between two water basins— the Maipo River basin in the north, and Cachapoal in the south, running between the Andes and Coastal mountain ranges.

It is interesting to decipher the relationship between oral tradition, mediated by the 16thCentury Spanish perspective, and the contributions of regional archeology, which indicates that the zone was a frontier space not only during Inca times but also before. For instance, the Angostura chain was also the southern boundary of the ancient Aconcagua Culture.

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La Angostura de Paine. Angostura de Paine.

El pueblo y lugares sagrados mencionados por el cronista Vivar habrían correspondido al límite meridional de un efectivo dominio político incaico en la zona, establecido y sustentado en estrategias de alianza con las poblaciones locales. Se trata de las ruinas de Chada, ubicadas sobre un desfiladero desde el cual se obtiene una excelente vista de las rutas de acceso y circulación. Al oeste, por la falda de la cordillera, pasaba el camino incaico. Hacia el este, en el cerro Challay, se encuentra lo que parece haber sido la boca y cueva Huayra Huasi, que consiste en dos cavernas ubicadas en cada uno de sus extremos y que son visibles desde las ruinas del pueblo. El sitio de Chada presenta un trazado arquitectónico complejo y manifiesta la coexistencia de grupos diaguitas procedentes del norte como mitmakunas del Inca, con poblaciones locales de la Cultura Aconcagua. En este sentido, las tradiciones orales y la arqueología parecen dialogar, señalando esta combinación de espacios sagrados, políticos y sociales.

The people and sacred places mentioned by the chronicler Vivar corresponded to the southernmost limit of effective Inca political control of the zone, which was established and maintained through a strategy of alliances with local populations. Though now in ruins, Chada was one such place. It is located on a narrow pass with a sweeping view of access and transit routes. To the west, the Inca Trail passed by at the foot of the mountains. To the east, on Cerro Challay, is what appears to have been the opening and cave of Huayra Huasi, which consists of two caverns located on opposite sides of the mountain and visible from the ruins of the town. The site of Chada has a complex architectural plan and displays evidence that Diaguita groups from the north lived here as mitmakunas of the Incas alongside local residents of the Aconcagua Culture. Here, oral traditions and archeology seem to be in dialogue, pointing to a combination of sacred, political and social spaces.

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Vasijas de origen incaico y local en Chile central (Museo Regional de Rancagua). Inca and local vessels from Central Chile (Regional Museum of Rancagua).

Al sur de la Angostura de Paine, en el Cerro Grande de La Compañía, conocido también como Cerro del Inga, está el asentamiento más meridional del Tawantinsuyu. Es un sitio fortificado que controla visualmente una extensa área de la región.

To the south of the Angostura de Paine, on the mountain of Cerro Grande de La Compañía, also known as Cerro del Inga, the Inca built the southernmost settlement of Tawantinsuyu. This is a fortified site that affords a commanding view of the surrounding area.

La sacralización de este paisaje le otorga una especial valorización como espacio simbólico. La Angostura, que albergaba “la casa del viento recio”, denotaba una determinada manera de concebir, organizar y ritualizar el entorno natural. Es muy sugerente la semejanza que existía entre este lugar sagrado de los confines del Tawantinsuyu con uno de los sitios ceremoniales del sistema de ceques del valle del Cusco donde, según cuenta décadas más tarde el sacerdote jesuita Bernabé Cobo, había una waka en el camino del Collasuyu denominada Huayra, que era una quebrada en una angostura donde, según contaban, se metía el viento, y cuando soplaban “recios vientos”, los incas le hacían ofrendas y sacrificios.

Como en el corazón del Imperio, la organización ritual del espacio conquistado en las provincias

The consecration of this landscape gives it a special symbolic value. The Angostura pass, which contains “the house of strong wind”, illustrates a particular way of envisioning, organizing and ritualizing the natural environment. It is very interesting to note the link between this sacred place, within the boundaries of Tawantinsuyu, and a certain ceremonial site in the Cusco Valley. As the Jesuit priest Bernabé Cobo reported decades after this period, there was a waka on the Collasuyu trail called Huayra, located in a ravine within a narrow pass where the wind blew through, so the story goes, and when the “howling winds” blew, the Incas made offerings and sacrifices there.

The ritual organization of conquered space in the provinces seems to have been modeled after the model established in the heart of the Empire.

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El Capitán del Inca Apo Camac luchando con los de Arauco, acuarela de Martín de Murúa, 1598. Inca Captain Apo Camac fighting the Arauco, watercolor by Martín de Murúa, 1598.

parece estar replicando el modelo cusqueño. La Angostura del viento señalaba un hito o un límite en el proceso de expansión incaica. Era en la Angostura, según señalaba Vivar, donde se iniciaba la “provincia de los poromocaes”, “promaucaes” o purun auca, clasificación social o “étnica” que, como sabemos, los incas utilizaban para definir a aquellos pueblos y espacios geográficos aún no sometidos al “orden” político y cultural del Tawantinsuyu

La apropiación o la creación de nuevos sitios sagrados para que las provincias adoraran era una práctica muy común. Así lo indicaría el caso de Huayra Huasi, en los confines simbólicos de la expansión incaica al momento de la llegada de los españoles, como parece indicarlo más al norte la gran waka del volcán Aconcagua.

The ‘Angostura’ of the wind was a milestone or a limit to the process of Inca expansion. It was in the ‘Angostura’, according to Vivar, where the “province of the poromocaes’ began (as already mentioned, ‘poromocaes’ or purun auca were a social or “ethnic” designation that the Incas used for those peoples and geographic places that had not yet been subordinated to the “political and cultural order” of Tawantinsuyu).

The appropriation and creation of new sacred sites for worship in the provinces was common Inca practice, and the site of Huayra Huasi, established within the symbolic limits of the Inca expansion at the time of the Spanish arrival, is a case in point. The same practice also seems to apply to the great waka on Mount Aconcagua, located further north.

Cerámica de estilo Diaguita – Inca, procedente de Coquimbo (Museo Arqueológico de La Serena). Diaguita – Inca style ceramics from Coquimbo (La Serena Archeological Museum).
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El Aconcagua imperando en la cordillera de los Andes. The Aconcagua towering over the Andes Mountains.

monte aconcagua

Capacocha y alianzas

mount aconcagua

The Capacocha ceremony and political alliances

Geográficamente, el amplio valle del Aconcagua corresponde a una zona de transición ecológica y climática entre una región irrigada por sucesivos ríos de mediano caudal con otra hacia el norte que comienza a ser predominantemente árida, conocida como Norte Chico. En el cordón cordillerano ubicado al oriente y coronando las cumbres nevadas de la región, el monte Aconcagua se levanta sobre la cabecera del valle con sus casi 7 mil metros de altitud, y se erige como la más alta cumbre de la cordillera de los Andes. En su contrafuerte sudoeste y a 5.300 metros sobre el nivel del mar se encontró en 1985 el enterratorio de un niño acompañado de un ajuar funerario característico del ceremonial y ofrendas incas denominado capacocha

La capacocha o sacrificio a las wakas era una de las ceremonias más importantes del Tawantinsuyu Este ceremonial implicaba un largo proceso que comenzaba con el traslado, desde las distintas provincias, hacia el Cusco, de ofrendas destinadas al sacrificio en honor al Inca. Estas ofrendas consistían en bienes u objetos de alto valor cultural y económico y, solo eventualmente, en personas —niños y niñas o adolescentes— que eran transportados a la ciudad sagrada por grandes comitivas encabezadas por los caciques y elites locales.

Geographically, the broad Aconcagua Valley is a transition zone between two ecologies—one that is watered by several moderately large rivers and another, further north, that is the beginning of a predominantly arid region known as the Norte Chico. Towering above the snow-capped peaks of the mountain chain located east of the valley, Mount Aconcagua rises up from the valley floor to an altitude of close to 7000 meters above sea level. It is the highest peak in the Andes range. In 1985, on the southwest buttress at 5300 meters above sea level, a burial chamber was discovered with a boy inside, accompanied by grave goods that are typically found associated with the Inca Capacocha ceremony.

The Capacocha, the sacrifice to the wakas, was one of the most important ceremonies in all of Tawantinsuyu. The ceremony was a lengthy affair and began with a collection of offerings being sent from different provinces to Cusco for the ritual sacrifice in honor of the Inca. The offerings consisted of goods or objects with cultural or economic value, though later the Incas began to sacrifice boys, girls and adolescents, who were accompanied to the sacred city by large retinues led by local chiefs and elites.

políticas
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En el Cusco se realizaban suntuosos festejos y banquetes y se celebraba un ceremonial a las divinidades y a las grandes wakas metropolitanas, a las que se sacrificaba una parte de las ofrendas, y las restantes se enviaban nuevamente a las respectivas provincias. Se iniciaba entonces el recorrido de regreso, a veces por miles de kilómetros, hacia los diferentes destinos. Cada conjunto de ofrendas iba destinada a una waka en particular cuyo ceremonial y cuidado estaba a cargo de “sacerdotes” o especialistas del culto.

La capacocha de mayor envergadura se realizaban solo en ciertas ocasiones, por ejemplo, al iniciarse el gobierno de cada Inca o cuando su salud o su poder estaba en riesgo; al iniciarse una nueva campaña de conquista o para apaciguar a las wakas al producirse una catástrofe de cualquier índole. Existían capacochas de diferente jerarquía y objetivos y, entre ellas, el sacrificio humano se restringía a situaciones muy especiales que así lo ameritaran.

In Cusco, elaborate celebrations and feasts were held, along with a special rite to honor the deities and the major wakas in the city, where some of the offerings were left. The rest were sent back to the respective provinces in processions that sometimes covered thousands of kilometers. Each group of offerings was sent to a particular waka under the care of special “priests” or religious specialists, who also performed the ceremony at the destination.

Large-scale Capacocha were held only on very special occasions such as when a new Inca was invested, or when the current Inca’s health or power was threatened. They were also performed at the beginning of a new campaign of conquest or to appease the wakas after a natural disaster. There were different kinds of Capacocha ceremonies, each with its own level and purpose. Among these, human sacrifice was reserved for very special occasions.

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Detail of a ceremonial site at Tambo Machay, near Cusco, a site of processions and offerings. Detalle del sitio ceremonial de Tambo Machay, cercano al Cusco, al que se realizaban procesiones y ofrendas.

En el centro ceremonial de Pachacamac en la costa central del Perú, los incas construyeron un Templo al Sol. Por sus anchos caminos de acceso se realizaban multitudinarias procesiones y se ofrendaban bienes de alto valor; en ocasiones, seres humanos.

In the ceremonial center of Pachacamac on the central Peruvian coast, the Incas built a Temple to the Sun. Its wide entryways were used for large processions, and the offerings made included valuable goods and sometimes even humans.

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La capacocha legitimaba la dominación cusqueña y la integración religiosa, económica y política del Tawantinsuyu. En especial las que incluían sacrificios humanos, cumplían un rol importante en la intermediación entre el mundo de lo divino y el de los poderes políticos. Los niños o adolescentes ofrendados a las wakas se convertían en oráculos que “hablaban”, como intermediarios entre las divinidades y el Inca. Cada oráculo era regularmente consultado sobre los siguientes períodos productivos y ciclos agrícolas. Pero también informaba respecto a las condiciones políticas que pudieran producirse en las provincias. En ese sentido, la capacocha era un ritual que inauguraba y renovaba la relación política entre el Inca y las autoridades regionales. De hecho, cuando había sacrificios humanos, los muchachos o muchachas ofrendados solían pertenecer a los linajes de los gobernantes locales. A cambio de ello, el Inca otorgaba un mayor reconocimiento a su autoridad.

The Capacocha ceremonies legitimized Inca domination and fostered the religious, economic and political integration of Tawantinsuyu. Those that involved human sacrifice played an especially important role in forging a link between the divine world and living political authorities. The children and adolescents offered to the wakas became oracles who acted as intermediaries between the gods and the Inca leaders. Oracles were consulted regularly at the beginning of the growing season or production cycle. But they also gave advice about political conditions in the provinces. In that context, the Capacocha ritual established and renewed the political relationship between the Incas and local authorities. In fact, in ceremonies involving human sacrifice, the girls or boys offered frequently belonged to a local ruler’s own kinship line. In exchange for this sacrifice, the Incas offered greater recognition of the local leader’s authority.

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Adorno de plata y piedra junto con herramientas de trabajo fabricadas en cobre encontradas en el valle del Aconcagua. Silver and stone ornament with copper tools, found in the Aconcagua Valley.

Pequeñas figuras humanas y de camélidos elaboradas en plata y mullu que se ofrendaban en el ceremonial de la Capacocha (Museo Arqueológico de La Serena).

Small figurines of humans and camelids made of silver and mullu shell were offered during the Capacocha ceremony (Museo Arqueológico de La Serena).

collasuyu.
from the Road collasuyu.
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Voices
Voces en el Camino

La waka del Aconcagua

The waka of Aconcagua

La capacocha era un acto fundacional que instauraba un nuevo sitio sagrado, y el monte Aconcagua parece haber sido elegido con este objeto ya que respondía a varios de los requisitos necesarios para una waka de esa importancia. Se trata del nevado más alto de la región, desde cuya cumbre se domina con la vista un gran territorio, incluso la costa, y que da origen a un río que alimenta el valle y desemboca en el mar, cualidad muy estimada por los incas. Incluso, si el monte Aconcagua había sido anteriormente objeto de culto, se reproducía la estrategia

The Capacocha was the act of consecrating a new ritual site, and Mount Aconcagua seems to have been chosen as the site of this ceremony because it embodied many of the characteristics of a waka of importance. It is the highest mountain in the region, with a view from its snow-capped summit that stretches across a vast territory, even to the coast. From its slopes there flows a river that waters the valley and runs down to the sea, a feature of great significance to the Incas. Assuming that Mount Aconcagua was already an object of worship among

Aunque eran más frecuentes las capacochas sin ofrendas humanas, el sacrificio de niños era una práctica arraigada entre los incas y sellaba un pacto político y ritual con las elites de las provincias (Martín de Murúa, 1598).

Although most Capacocha ceremonies did not involve the sacrifice of humans, the sacrifice of children was a deeply rooted practice among the Incas and was used to seal political and ritual pacts with the elites from outlying provinces (Martín de Murúa, 1598).

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incaica de incorporar esta waka al panteón oficial otorgándole un rango de mayor jerarquía.

La instauración de una waka principal o estatal coronando esta provincia tenía varias connotaciones. Por una parte, el sacrificio de un niño inauguraba un oráculo, una entidad sagrada que intermediaría entre las divinidades, el poder del Inca y los poderes locales. A la llegada de los primeros españoles el valle del río Aconcagua era gobernado por el cacique Michimalonco, un importante aliado del Inca, posiblemente emparentado con el linaje al que había pertenecido el niño ofrendado. Por otra parte, como acto fundacional, la ceremonia de capacocha implicaba la imposición de un nuevo “nombre” a la waka elegida por los incas, por lo que no deja de ser sugerente que, entre las principales wakas de las cercanías del Cusco, estuviera la de Ancocagua, en la que se hacían numerosas ofrendas de capacocha. En este caso, una vez más, la posible réplica de un topónimo y waka de gran importancia en la región central del Imperio, otorgaba al santuario de este monte una significación de primer orden.

local peoples, its investment as a waka reflects the common Inca strategy of incorporating local sacred sites into their official pantheon in order to increase their value.

The consecration of a principal or official waka at the pinnacle of the province would have signified in several different ways. First, the sacrifice of a child inaugurated an oracle, a sacred entity that acted as a go-between among the gods, Inca authorities, and local elites. When the Spaniards first arrived, the Aconcagua Valley was ruled by Cacique Michimalonco, a major ally of the Incas who may have been a blood relation of the child sacrificed to the mountain. The Capacocha ceremony itself would have served the function of giving a new name to the waka, one chosen by the Incas; it is probably no coincidence that one of the main wakas near Cusco, and a site of many Capacocha offerings, was known as Ancocagua. Once again, the name of a place and of a highly important waka at the heart of the Empire may have been used here, in its more distant reaches, to invest this shrine with great significance.

El monte Aconcagua oculto tras las nubes.
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Mount Aconcagua shrouded in clouds.
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Los nuevos aliados del Inca el

valle de copayapu

the copayapu valley

New allies for the Incas

Una vez llegado al valle de Copiapó, proveniente del sur, Tupac Inca Yupanqui congregó a las autoridades étnicas y mediante mercedes y regalos, selló con ellos un pacto de lealtad y de sometimiento político. Probablemente durante un acto ceremonial, el Inca señaló a sus nuevos aliados cómo debían servirlo y cómo debían tributar, poniendo especial atención al potencial minero de esta región. Como testimonio de estas atractivas riquezas se yergue Viña del Cerro, centro metalúrgico incaico donde se producía cobre y bronce.

Upon reaching the Copiapó Valley from the south, Tupac Inca Yupanqui called together the leaders of local ethnic groups and gave them gifts, obliging them to enter into a pact in which they agreed to political submission and loyalty to the empire. The Inca probably held a ceremony to seal the terms of this relationship, which included service to the Empire and payment of tribute, with special attention paid to the region’s rich mining resources. Viña del Cerro, an ancient Inca metallurgical center that produced copper and bronze, stands as a testament to these riches.

Viña del Cerro. This image shows the smelting furnaces and a large area that served as housing for those working in metal production. Ushnu of Viña del Cerro. Viña del Cerro. Aquí se pueden apreciar los hornos de fundición y un gran recinto que servía como vivienda para quienes trabajaban en las actividades metalúrgicas. Ushnu de Viña del Cerro.
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Fue en Copiapó donde el Inca recabó la información necesaria y reclutó a sus guías para poder aventurarse hacia el norte por el Gran Despoblado de Atacama:

It was in Copiapó that the Inca gathered the necessary information and recruited guides for venturing north, into the ‘Great Unpopulated Lands’ of Atacama:

“..supo que había de allí a Atacama grandes despoblados y tierras de arenales y faltas de agua y como en tal despoblado había unos jaguelles de muy poca agua (…) y como tuviese esta nueva y razón desto mandó luego que los naturales de aquellas provincias se partiesen la más cantidad de gente que dellos allí había y que fuesen a la provincia de Atacama por que le dijeron que era gente guerrera y que llevasen sus armas y que fuesen abriendo los jagueyes y haciendo muy grandes lagunas de aguas en ellos para que ansi sus gentes pasasen…

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Serranías cercanas al valle de Copiapó. Mountain chain near the Copiapó Valley.

... they knew that in the direction of Atacama was a great uninhabited region and sandy wastelands and a lack of water and as in the uninhabited lands there were some pools with very little water (…) and as he had these news, because of this he sent the natives of those provinces to depart, with as many people as there were there, for the province of Atacama, because he was told that they were a warlike people, and [he ordered them to] …take their weapons and open up the pools to make large bodies of water there to allow his people to pass through …

Se inauguraba así una nueva ruta del Inca por uno de los territorios más difíciles de todo el Tawantinsuyu, el Gran Despoblado.

In this way, Tupac Inca Yupanqui opened a new route through one of the harshest territories of all of Tawantinsuyu, El Gran Despoblado.

” collasuyu. Voices from the Road collasuyu. Voces en el Camino 107

Copayapu

Sementeras de turquesas y fundición de metales

Copayapu ~ Turquoise gardens and metal foundries

Copayapu, el nombre que dieron los incas a este amplio y frondoso valle, significa en lengua quechua “sementera de turquesas”. Este nombre funde en una sola expresión el valor otorgado a la región por sus importantes recursos agrícolas y mineros. Dentro de estos últimos, la turquesa, que es el resultado de una compleja aleación natural de cobre con otros metales, era altamente cotizada por los incas que la explotaron con especial esmero en la mina El Salvador, ubicada a más de 200 kilómetros al norte de Copiapó. Conocida como la Mina de las Turquesas, esta veta se encontraba en la ruta incaica del Despoblado de Atacama y, no obstante que se trataba de un yacimiento particularmente pródigo en mineral de cobre de alta ley, los incas privilegiaron también la explotación de este recurso de intenso color azul verdoso con el propósito de elaborar objetos y joyas de gran valor estético, ritual o de prestigio social, como las “chaquiras” de collares y brazaletes.

The Incas named this broad, lush valley Copayapu, a Quechua term meaning “turquoise garden”. The name fuses into a single expression the value bestowed on the region for its agricultural and mineral resources. Among the minerals found here, the copper compound turquoise was highly valued by the Incas, who took a particular interest in the El Salvador mine that was located some 200 kilometers north of Copiapó. Known as the Turquoise Mine, the deposit is located on the Inca Trail through the Atacama Desert, and although it is not a particularly rich source of copper, the Incas valued the deep color of the turquoise highly. They used the stone to craft beautiful jewelry and other artifacts as ritual and prestige goods; these included chaquiras (beads) that were used to make necklaces and bracelets.

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Mineral de turquesa y cuentas de collar de diferentes piedras preciosas. Hacha de bronce encontrada en el valle de Copiapó. Bronze axe found in the Copiapó Valley. Turquoise ore and necklace beads made of semi precious stones. Typical Inca depilation tweezers. Típica pinza incaica de depilación.

El cobre fue también un mineral de explotación a gran escala en la región, como lo prueba la construcción de un centro de fundición de metales en Viña del Cerro, en la cuenca alta del valle de Copiapó, único sitio metalúrgico incaico que se conoce en Chile.

El establecimiento de Viña del Cerro contiene una kancha, clásica estructura arquitectónica incaica, que consta de un espacio rectangular amurallado de grandes proporciones en cuyo interior existen tres recintos con vanos abiertos al patio mayor, que probablemente servían de habitaciones para quienes desempeñaban el turno de la mita. Se encuentra también en este amplio recinto, un ushnu o plataforma ceremonial donde se practicaba la ritualidad oficial del Estado y se administraba justicia.

A un costado del recinto principal se ubican tres hileras de huayras u hornos de fundición de estructura circular. La energía utilizada por la tecnología metalúrgica incaica provenía principalmente del viento (huayra en quechua) y, por esa razón, este centro fue instalado en un lugar particularmente ventoso. Probablemente las paredes tenían agujeros para que circulara en su interior el aire necesario para generar altas temperaturas para la fusión del mineral. Al parecer, el metal producido en Viña del Cerro no era elaborado allí sino en centros especializados que eran controlados por los incas en las regiones trasandinas.

The Incas also operated large scale copper mining in the region, as shown from their construction of a smelting complex in the upper Copiapó Valley and the installations at Viña del Cerro, the only Inca metallurgical site known in Chile.

The establishment of Viña del Cerro contains a kancha, a classic Inca architectural structure consisting of a large rectangular walled enclosure containing three rooms opening onto an interior courtyard. The rooms probably housed mita tribute laborers. This complex also contains an ushnu, a ceremonial platform used for official state rituals and for the administration of justice.

Located on one side of the main complex were three rows of huayras, circular smelting furnaces. The Incas made extensive use of wind power (huayra in Quechua) in their metallurgical operations, and these facilities were therefore located at a very windy site. The walls probably contained holes to allow the wind to blow in enough air to create the high temperatures needed for smelting. Metal produced at Viña del Cerro seems not to have been crafted into finished goods there, but rather was transported to specialized manufacturing centers operated by the Incas in the trans-Andean regions.

La kancha de Viña del Cerro.
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The kancha at Viña del Cerro.

El Despoblado de Atacama corresponde a una de las zonas más áridas del planeta.

The ‘Unpopulated Lands’ of Atacama are one of the most arid areas on the planet.

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el despoblado de atacama

the ‘unpopulated lands’ of the atacama

Esta ruta, que los españoles llamaron del Gran Despoblado, atravesaba la región más árida del desierto de Atacama y se extendía por unos 500 kilómetros desde el norte del valle de Copiapó hasta el borde sur del salar de Atacama. El llamado Despoblado de Atacama es el territorio más árido e inhóspito de la región desértica del norte chileno. Si bien este territorio fue considerado desde el siglo XVI como una extensa frontera natural, improductiva e inhabitable, desde la percepción andina adquiría otras valoraciones. El Despoblado fue un espacio no solo recorrido, sino también ocupado y explotado por las poblaciones indígenas desde tiempos muy anteriores a los incas. Posteriormente, el trazado del camino incaico, que atravesaba longitudinalmente el territorio, implementó una vía de circulación y comunicaciones y facilitó la explotación minera y la caza de fauna silvestre, especialmente de la vicuña. La toponimia de origen quechua que aún sobrevive, la infraestructura logística de la ruta (tambos y tambillos o chasquihuasis), las sayhuas o columnas de piedra que demarcaban el camino y la presencia de centros ceremoniales en las cumbres andinas de su entorno, manifiestan la intencional “apropiación” incaica de ese espacio y ese paisaje aparentemente “vacío”.

This route, which the Spanish called “Gran Despoblado” (the Great Unpopulated Lands), traversed the most arid part of the Atacama Desert. It extended for some 500 kilometers, from the northern end of the Copiapó Valley to the southern edge of the Atacama Salt Flat. This outback region is the most arid and inhospitable part of Chile’s northern desert region. From the 16th Century, Europeans perceived the region as a vast natural barrier, unproductive and uninhabitable; but from the Andean perspective it appeared quite different. Indeed, from ancient times, well before the arrival of the Incas, the indigenous peoples of the Andes saw the ‘Despoblado’ as a place that could not only be traveled through, but also occupied and exploited. Later, the Inca Trail, which crossed the territory from north to south, was built not only in response to the need for a roadway to move people and allow communication, but also to facilitate mining operations and hunting of wild species, especially the vicuña. The Quechua place names that remain in the region, the logistical infrastructure along the trail (tambos or way stations, and chasquihuasis or Inca messenger posts), the sayhuas or stone columns that functioned as trail markers, and the presence of ceremonial centers on the surrounding Andean summits all expressed the Incas’s intentional appropriation of the space and of this apparently “empty” land.

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La travesía de Tupac Inca Yupanqui por esta región, de acuerdo al relato de Juan de Betanzos, permitió a los cusqueños abrirse paso hacia el norte y consolidar su dominio en nuevos territorios, especialmente en éste que por sus difíciles condiciones geográficas y climáticas requería de mayores esfuerzos. Los indígenas de Copiapó, luego de sellar una alianza política con el Inca, lo guiaron y enseñaron a atravesar el Gran Despoblado distribuyendo a su ejército en grupos pequeños para que a su paso no fueran agotando los pocos recursos disponibles.

En otra versión, Garcilaso de la Vega nos cuenta que el Inca envió a sus corredores o chasquis acompañados de indios atacameños, antiguos conocedores del desierto, para que los guiaran.

According to the account written by Juan de Betanzos, Tupac Inca Yupanqui’s crossing of this region allowed the group from Cusco to blaze a trail to the north and conquer new regions. It was especially useful here, where the challenging geography and harsh climate required a much greater effort. The indigenous people of Copiapó, after allying themselves politically with the Incas, guided them and taught them how to cross the Great Unpopulated Region by dividing their army into small groups so as not to exhaust the meager resources available.

In a different version, Garcilaso de la Vega recounts that the Inca sent his messengers or chasquis accompanied by native Atacameño guides, because of the latter’s intimate knowledge of the desert.

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Una tumba en el desierto. A tomb in the desert. El tambo de Peine.
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The tambo of Peine.

El trazado de la ruta del Despoblado requería de un conocimiento cabal del territorio y sus recursos, así como de la aplicación de ciertas técnicas de desplazamiento ya implementadas por las poblaciones locales. Éstas debieron proporcionar, además, la mano de obra necesaria para la habilitación del camino estatal y de su infraestructura vial (chasquihuasis, refugios, hitos demarcadores, entre otros). A pesar de las posibilidades limitadas para el movimiento de grandes contingentes, esto permitió que el camino del Despoblado se instaurara como una ruta oficial de comunicaciones y de control de la circulación de bienes y recursos, especialmente de la tributación proveniente de las regiones inmediatas y de las provincias de Chile.

De esta manera, el camino del Inca cumplía un rol fundamental en las comunicaciones administrativas del Imperio, en la circulación de todo tipo de bienes, en la explotación minera y en el acceso a re-

Similarly, establishing the route through the Unpopulated Lands would not have been possible without the ancestral expertise of local inhabitants, both their intimate knowledge of the territory and its resources and the special techniques required to travel through it. Local populations also had to provide the labor needed to build the imperial trail network and its infrastructure (chasquihuasis, shelters, trail markers, and so on). Despite the limited possibilities for moving large troop contingents in this arid region, these efforts allowed the trail through the Unpopulated Lands to become the official route for communications and for transporting goods and materials, especially tribute goods from nearby lands and from the Incacontrolled provinces in Chile.

Thus, the Inca Trail played a central role in facilitating official communications, circulating goods of all kinds, enabling mining operations and providing

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A landscape of immense beauty, but bleak for those who are not familiar with the desert. Un paisaje de inmensa belleza aunque desolador para quienes no están familiarizados con el desierto.

cursos faunísticos. Pero también el camino a través del Despoblado ejercía un rol particularmente importante en la articulación, enlace y acceso a sitios rituales —incluso a importantes complejos ceremoniales—. El territorio del Despoblado fue incorporado a un espacio simbólico mayor y a los relatos de las hazañas del Inca, incluyéndose en la organización u orden cósmico y astral que gobernaba el espacio del Tawantinsuyu:

access to wild game. But it also played a crucial role in articulating, connecting and providing access to ritual sites, including major ceremonial complexes. This incorporated the outback territory into a larger symbolic space and into accounts of Inca history that established the cosmic order that governed the territory of Tawantinsuyu:

…y en su camino pasaron grandes trabajos y dificultades por aquellos desiertos, dejando señales por donde pasaban para no perder el camino cuando volviesen. Y también porque los que los siguiesen supiesen por dónde iban. Así fueron yendo y viniendo como hormigas, trayendo relación de lo descubierto y llevando bastimento, que era lo que más habían menester. Con esta diligencia y trabajo horadaron ochenta leguas de despoblado, que hay desde Atacama a Copayapu...

(Inca Garcilaso de la Vega, 1604)

… and on the way they passed by great works and challenges in those deserts, leaving signs where they passed to prevent them from losing their way on their return. And also so that those who followed would know where they went. Thus, they moved back and forth like ants, bringing tales of their discoveries and carrying supplies, which was what they most needed. Through their efforts and labor they penetrated eighty leagues of the unpopulated lands, between Atacama and Copayapu ...

Los relatos incaicos y posteriores sobre esta gran ruta del Despoblado ilustran un itinerario marcado por acontecimientos o situaciones excepcionales. Las descripciones sobre sus escasos manantiales, aguadas o arroyos adquieren ribetes a veces mágicos, o incluso milagrosos. Podemos explorar el camino Inca del Despoblado desde nuestras propias percepciones de ese paisaje aparentemente vacío, pero también conocer su derrotero recuperando fragmentos de memorias andinas y españolas sobre este inmenso y temible territorio.

The stories from Inca times and later describing the opening of the great route through the Unpopulated Lands describe a time marked by exceptional events. In these accounts, the region’s few freshwater springs, pools and streams acquire a magical, sometimes even miraculous, quality. While we can explore the Inca Trail through our own perceptions of this apparently empty landscape, it is also possible to explore it by recovering the fragments of indigenous and Spanish reports about this immense and formidable territory.

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(Inca Garcilaso de la Vega, 1604)

El recorrido que se inicia a partir del valle de Copiapó hacia el norte va introduciéndose, paulatina pero dramáticamente, en un extenso y estéril desierto que, al alcanzar su primera aguada importante, nos regala con la tenue frescura del valle del Chañar.

Setting out northward from the Copiapó Valley, we begin a slow but dramatic journey into a vast, sterile desert that rewards us with a slight drop in temperature as we reach their first major water source in the Chañar Valley.

el pequeño y amable valle del chañar

the tiny, welcoming chañar valley

El valle del Chañar, conocido en la actualidad como Finca de Chañaral, era un primer hito de la ruta provisto de recursos de agua y de forraje. El cronista Gerónimo de Vivar, que cruzó el Despoblado en dirección a Chile hacia 1548, describe este lugar como un punto importante del camino incaico que unía las provincias de Chile con las del Perú:

The Chañar Valley, known today as “Finca de Chañaral”, was the first place on the route that had a supply of water and pastureland. Chronicler Gerónimo de Vivar, who crossed the Unpopulated Lands in the direction of Chile around 1548, described the place as a major landmark along the Inca Trail that joined the provinces of Chile with those of Peru:

“En este vallecito tenían poblados los ingas, señores del Cusco y del Perú, cuando eran señores de estas provincias de Chile, y los que estaban en este valle registraban el tributo que por allí pasaba, oro y turquesas y otras cosas que traían de estas provincias de Chile, y vivían aquí solo para este efecto. ”

(Gerónimo de Vivar, 1558)

In this little valley, the Incas, the lords of Cusco and Peru, had settlements, when they were the rulers of the provinces of Chile, and those who lived in this valley recorded the tribute that passed through there, gold and turquoise and other things that they brought from the provinces of Chile, and they lived there only for that purpose. ”

(Gerónimo de Vivar, 1558)

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Se trata de un pequeño oasis con agua y recursos propios, en el cauce de la hoya hidrográfica de Chañaral Alto. Lamentablemente, por las ocupaciones posteriores, no quedan vestigios del sitio incaico desde donde se controlaba la ruta del tributo, también conocida como la “ruta de la turquesa”.

Hacia el norte del Chañar se iniciaba una extenuante travesía de muchas jornadas de camino con altísimas temperaturas en el día y vientos gélidos durante la noche:

The valley was a small oasis with freshwater and other natural resources and was fed by the waters of the Upper Chañaral basin. Unfortunately, later occupations erased all traces of the site from which the Incas’ controlled the tribute route, also known as the “turquoise route”.

North of Chañar marked the beginning of an exhausting traverse that lasted many days, with extremely high temperatures in the daytime and frigid winds at night:

“Los que pasan en este tiempo de invierno, españoles o indios, que de frío o de hambre o de sed mueren. ”

(Vivar, 1558)

“Those who came through here in winter, Spaniards or Indians, die from cold, or hunger or thirst. ”

(Vivar, 1558)

The Finca Chañaral ravine. Excavations on the wall in the lower portion of the photograph showed evidence of Inca occupation.
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La quebrada de Finca Chañaral. Abajo se aprecia un muro donde las excavaciones arrojaron evidencia de ocupación inca.

Por estas razones, desde la mirada de los españoles, esta amplia región del camino del Inca era conocida como “el despoblado e infernal camino de Atacama”. Según el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo (1557), la ruta que iba siguiendo los escasos arroyos o manantiales naturales, o los pozos cavados sobre la marcha para hacer brotar de ellos algo de agua, iba señalando un itinerario especialmente hostil:

Because of this, the Spanish knew this vast segment of the Inca Trail as “the unpopulated and infernal trail of Atacama”. According to chronicler Gonzalo Fernández de Oviedo (1557), the route, which passed by the few streams and freshwater springs, as well as pools dug out during the march to find water below the surface, made for an extremely harsh journey:

Una ruta ferozmente desértica, salpicada de jagüeyes de “agua gruesa”, o de jagüeyes salados, o “cenagosos”, hediondos, viscosos, sucios. Un castigo, una condena de la Divina Providencia… ”

It was a route through the deep desert, dotted with pools of “thick water”, salty or “boggy” water, and those with stinking, viscous or dirty water. It was a punishment, a sentence handed down by Divine Providence … ”

La descripción de Pedro Mariño de Lobera, también nos sumerge en un espacio y una atmósfera de estas características extremas:

The description given by Pedro Mariño de Lobera also plunges us into this extreme environment and atmosphere:

“Son tan ásperos y fríos los vientos de los mas lugares deste despoblado, que acontece arrimarse el caminante a una peña y quedarse helado y yerto en pié por muchos años, que parece estar vivo… ”

(Pedro Mariño de Lobera, 1595)

The winds are so harsh and cold in most of this uninhabited land that the traveler could end up standing against a rock, rigid and frozen for many years, and appear to be alive … ”

(Pedro Mariño de Lobera, 1595)

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El cronista Vivar describe al valle del Chañar y a sus misteriosas aguas como “un valle chico con poca agua clara y dulce que Dios fue servido de darla allí. Parece cosa milagrosa, porque no tiene sitio para manar ni venir de parte alguna…” (Gerónimo de Vivar, 1558).

The chronicler Vivar describes the Chañar Valley and its mysterious waters as “a small valley with a little clear and water creek that God was willing to give out there. It seems a thing of miracles, because there is no place to which it pours, nor a site from whence it flows …” (Gerónimo de Vivar, 1558).

Las refrescantes hojas del árbol del chañar.

The refreshing leaves of the Chañar.

La importancia que tuvo este valle por sus recursos de agua, forraje y fauna silvestre quedó registrada en las paredes rocosas de su entorno.

The significance of this valley—its water, forage, and wildlife—was left engraved on the region’s rock walls.

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el tambo de la sal y el río burlador

tambo de la sal and the “tricky” river

Aproximadamente unos 30 kilómetros hacia el norte del valle del Chañar se encontraba el siguiente tambo del camino inca. Este lugar fue descrito con algún detalle por los españoles por sus características peculiares y por sus condiciones particularmente inhóspitas. En especial por el “engaño” o “burla” que el arroyo o río de la Sal —afluente cordillerano del río Salado de Chañaral— producía a quienes, luego de una larga travesía por el Despoblado, se acercaban a sus aguas con la esperanza de calmar la sed. Así lo ilustra Vivar al relatar el paso de Pedro de Valdivia y su ejército:

Approximately 30 kilometers north of the Chañar Valley is the second tambo (way station) of this segment of the Inca Trail. The place was described in some detail in Spanish texts due to its peculiar, inhospitable nature: the river—which is an affluent of the Salado River of Chañaral that flows down from the mountains and is also referred to as ‘Sal Creek’—is a “trick”, a “joke” played on those who arrive here after an arduous journey through the desert lands and come down to the water to quench their thirst. Vivar describes the river in his account of Pedro de Valdivia’s passage through the area:

…allegaron más adelante a otro río pequeño, aunque las bajadas tiene agrias y el valle de media legua de ancho (…) Es el agua clarísima, procede de las nieves (…) Es tierra muy estéril, sequísima y salada. Es cosa admirable que en tanto que esta agua corre, es clara como he dicho, y tomada en vaso de plata o de barro sacándola de su corriente, se cuaja y se hace tan blanca como el papel…

(Gerónimo de Vivar, 1558)

... further on, they arrived at another small river, although the descent was rough and the valley a half league wide (…) The water was transparent, flowing down from the snow (…) The land is barren, extremely dry and salty. It is incredible that while the water is running, it is clear as I have said, but removing it from the current and scooping it into a silver or clay cup, it thickens and turns white as paper …

(Gerónimo de Vivar, 1558)

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El tambo del río de la Sal.
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The tambo (way station) on the Salado River.
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“Cuando llegamos a este río, habiendo pasado tanta cantidad de tierra y falta de agua, fuimos toda la gente a recebir algún refresco. Y como los caballos allegaron deseosos de beber, pusieron los hocicos en el agua, y viendo que en el gusto era salada, salieron fuera. Y todas aquellas gotas de agua que en los pelos de las barbas se les quedaban, en aquel momento, antes que se les cayesen en tierra, se le cuajaba y hacía sal… Y viendo los españoles que el agua que les traían para beber se les cuajaba en el jarro de la mano a la boca, recibían pena por la falta que había traído y que las jornadas pasadas y en las que esperaban caminar. ”

(Gerónimo de Vivar, 1558)

When we arrived at this river, having crossed so far over land without water, we all went down to take a refreshing drink. And as the horses came down also wishing to drink, they put their snouts in the water, and seeing that the taste was salty, they took them out. And all of those drops of water that remained on the hairs of their snouts at that time, before falling to the ground, solidified and turned to salt … and the Spaniards saw that the water that was brought to them for drinking solidified in the pitcher before they could drink it, they lamented the lack of water here, and all the days they had been without it, and all the days of marching still ahead of them. ”

(Gerónimo de Vivar, 1558)

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El río de la Sal. The Sal River.

la montaña de doña inés

the mountain of doña inés

Unos 30 kilómetros hacia el norte del río de la Sal se encuentran las quebradas de Doña Inés y Doña Inés Chica, en la actual provincia de Chañaral (Tercera Región de Chile), correspondientes al sistema u hoya hidrográfica de Pan de Azúcar, que desemboca en el mar. Esta última proviene de un profundo cañón en cuyas nacientes brotan varios “ojos de agua” o manantiales dando origen a la aguada de Doña Inés, que alimenta las abundantes vegas de ese sector. Sus aguas nacen del volcán Doña Inés, que con sus 5.075 metros de altitud, es la cumbre más alta de la zona y también es la fuente de irrigación de otras quebradas vecinas. El camino del Inca en esta región iba uniendo diferentes quebradas a través de su clásico trazado en línea recta en un sentido norte sur. Aparentemente, no pasaba por la parte alta de Doña Inés, sino que por la quebrada

Some 30 kilometers north of the Salado River in the present-day province of Chañaral (Chile’s Region III) are two ravines, Doña Inés and Doña Inés Chica, which are part of Pan de Azúcar water basin that drains into the Pacific Ocean. The creek flowing through the latter comes from a deep canyon, at the head of which there are several freshwater spring-fed pools that feed into the Doña Inés creek and water the lush mountain meadows in that sector. The creek’s source is the Doña Inés Volcano, which at 5075 meters above sea level is the highest peak in the area and also the source of water for other nearby creeks. The Inca Trail in this region ran from ravine to ravine, following its classic straitline trajectory from north to south. Apparently, it did not pass through the upper part of Doña Inés but went via the Doña Inés Chica ravine, through

El volcán Doña Inés.
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Doña Inés Volcano.

de Doña Inés Chica, un sector de muy escasa irrigación y prácticamente desprovisto de pastos. Es allí, entonces, donde se materializa el relato español que da origen a su toponimia actual:

an area with little water and practically no grass in it. This was the setting for the events of the Spanish story that gave the place its current name:

“No dejaré de decir, como estando el ejército en cierto paraje a punto de perecer por falta de agua, congojándose una señora que ba con el jeneral llamada doña Ines Juarez, natural de Placencia y casada en Málaga, mujer de mucha cristiandad y edificación de nuestros soldados, mandó a un indio cabar la tierra en el asiento donde ella estaba, y habiendo ahondado cosa de una vara, salió al punto agua tan en abundancia, que todo el ejército se satisfizo, dando gracias a Dios por tal misericordia. Y no paró en esto su magnificencia porque hasta hoy conserva el manantial para toda jente la cual testifica ser el agua de la mejor que han bebido la del Jaguey de doña Inés, que así se le quedó por nombre.

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(Pedro Mariño de Lobera, 1595) El primer poblado construido por los españoles en el oasis de Peine, en el borde norte del Despoblado, se erigió sobre antiguas ocupaciones atacameñas e incaicas. The first settlement built by the Spanish at the oasis of Peine, on the northern rim of the ‘Despoblado’ (Unpopulated Lands), was constructed on top of ancient Atacameña and Inca occupations.

“I cannot but mention that, with the army fully stopped and on the verge of perishing for lack of water, a woman accompanying the general, called Doña Ines Juarez, from Placencia and married in Málaga, a very Christian woman and an example to our soldiers, sent a native to dig into the ground underneath where she had been sitting, and after making a hole one ‘vara’ deep in the ground, water emerged in such abundance that the entire army had enough to drink, giving thanks to God for his great mercy. And His’ magnificence did not end there, for that spring still flows today so that all can drink and testify that the pool of Doña Inés is the best water they have ever tasted, and that is how it got its name.

Al ir recogiendo los relatos hispanos sobre la ruta del Despoblado, nos encontramos con un espacio en el que se producen acontecimientos muy especiales. Un pequeño valle cuya agua clara y dulce parece no manar “de parte alguna”…; un río inútil cuyas aguas se cuajan en sal “de la mano a la boca”; y luego, un manantial que brota por una intervención milagrosa. Son hitos del camino que van configurando un espacio donde lo extraordinario resulta, sin embargo, verosímil.

Estas primeras relaciones sobre la ruta incaica del Despoblado, son la expresión de un proceso de creación de toda una tradición oral española sobre el desierto de Atacama.

No deja de ser especialmente significativo que este lugar resignificado y sacralizado por la tradición oral española, “el manantial de Doña Inés”, esté asociado a un volcán en cuya cumbre hay un santuario de altura incaico. Es posible que nuevamente nos encontremos con la “superposición” de un relato cristiano sobre mitos o creencias de origen prehispánico, fenómeno recurrente en los Andes. Es posible, incluso, que ello responda a

In collecting stories about the route through the Unpopulated Lands, we have found places in which some very special events have occurred: A small valley whose clear, fresh water seems to flow “from nowhere”, a useless river whose waters thicken into salt “between cup and lip”; and lastly, waters that bubbles up miraculously by divine intervention. Over time, these landmarks on the Inca Trail configured a space in which the impossible is possible.

These early Spanish stories of the route through the Unpopulated Lands reflect a process of resignification of Spanish oral tradition related to the Atacama Desert.

Even more significantly, the place sanctified in the Spanish oral tradition as “the spring of Doña Inés” is associated with a volcano on the summit of which is an Inca shrine. It is possible that, yet again, we are seeing the “superpositioning” of a Christian story on pre-Hispanic myths and beliefs, which was common practice in the Andes. It is even possible that this practice was part of a policy of evangelization that sought to “replace” the divinities associated with certain hills and mountains with the image

(Pedro Mariño de Lobera, 1595)
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una estrategia desarrollada por la política evangelizadora, que promovió que ciertas divinidades asociadas a cerros y montañas fueran “reemplazadas” por la imagen o el concepto de la Virgen María, como se dio, por ejemplo, en el caso del Cerro Rico de Potosí. Los padres agustinos insistieron astutamente en representar plástica y verbalmente a la principal imagen femenina del culto católico como una montaña. Algo así pudo haber sucedido con la tradición recogida por el cronista Pedro Mariño de Lobera sobre el episodio que dio origen al mito de Doña Inés. En todo caso, en la actualidad los habitantes de la región denominan al volcán y a los manantiales y quebradas asociadas como “Santa Inés”.

Hacia el norte de Doña Inés, luego de atravesar algunas quebradas, el camino continuaba el ascenso por un extenso plano inclinado hasta alcanzar la gran quebrada de El Chaco, a una altura aproximada de 2.700 metros sobre el nivel del mar. Ascendía posteriormente rumbo al norte bordeabando los 3 mil metros por la falda occidental de la cordillera de Domeyko, hasta alcanzar el portezuelo de Vaquillas sobre los 4 mil metros de altura. Esta zona corresponde, sin duda, a una muy importante región de transición ecológica y climática. El cordón de Domeyko, al que pertenece el portezuelo de Vaquillas y que hasta entonces venía cubriendo el flanco oriental del paisaje, anteponiéndose a la cordillera de los Andes, comienza ahora a invertir su orientación respecto del camino, abriéndose paso hacia el oeste, desde donde irá acompañando a la ruta en sentido norte sur hasta alcanzar la cuenca del salar de Atacama. Por su parte, la cordillera andina volverá a tomar posesión del paisaje oriental con sus altas e imponentes cumbres montañosas.

or concept of the Virgin Mary, as was the case, for example, with Cerro Rico in Potosí. The Augustinian fathers, astutely insisted on representing Mary, the main female icon of the Catholic Church, as a mountain in both word and image. Something similar could have been operating in chronicler Pedro Mariño de Lobera’s story of the origin of the Doña Inés spring. In any case, the region’s modern day inhabitants call the volcano and the springs and creeks associated with it “Saint Inés”.

To the north of Doña Inés the trail passed through several more ravines then continued its ascent to meet the vast plain that slopes upward to the great ravine of El Chaco, at an altitude of approximately 2700 meters above sea level. Later, it ascended northward to around 3000 meters, running along the western slopes of the Domeyko Range until reaching the Vaquillas Pass, more than 4000 meters high. The area is clearly a major transition zone between different ecologies and climates. The Domeyko Range, which contains the Vaquillas Pass and has up to now occupied the eastern flank of the landscape, highlighted against the backdrop of the Andes Mountains, begins now to invert its direction in relation to the trail, moving westward. From there it will accompany the north–south route until it reaches the basin of the Atacama Salt Flat. For their part, the Andes will once more dominate the view to the East with their awe-inspiring high peaks.

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Trail bordering the Atacama Salt Flat. Columna o sayhua de los caminos incas del desierto. Camino que bordea el salar de Atacama.
collasuyu. Voices from the Road collasuyu. Voces en el Camino 127
Stone column or sayhua on the Inca Trail through the desert.

Las sayhuas del Inca

El lenguaje de los caminos

The Inca sayhuas ~ The language of the roads

Los incas dejaban señales en sus caminos, especialmente en los espacios desérticos donde éstos podían prácticamente desaparecer ante la vista de los caminantes o mimetizarse con el suelo pedregoso. Sin embargo, esas señales eran mucho más que signos viales. Las sayhuas o tupus, como se las llamaba en quechua, eran pequeñas columnas que se levantaban a ambos costados del camino y que a veces conformaban una línea de cuatro o más hitos de piedra que lo atravesaban perpendicularmente. Las sayhuas parecen haber cumplido diferentes funciones. Por una parte, medían distancias o las “leguas del Inca”; por otra, podían delimitar fronteras territoriales y también espacios rituales. Pero, además, el nombre sayhua

The Incas left ‘signs’ along their roads, particularly in desert lands where the path could disappear or blend into the stony ground. However, their signs were much more than signposts. The sayhuas or tupus, as they are known in Quechua, were small columns built on both sides of the trail, sometimes forming a line of four or more standing stone waypoints. Sayhuas seem to have fulfilled a number of functions. First, they measured distances in so-called “Inca leagues”; they could also mark territorial boundaries and ritual spaces. However, the word sayhua also refers to the astronomical columns in Cusco that the Incas used to measure

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Los amojonadores y constructores de sayhuas eran funcionarios de importante rango, Guaman Poma de Ayala, 1614. The individuals who built the trail markers and sayhuas were considered high-ranking members of Inca society, Guaman Poma de Ayala, 1614.

se aplicaba también a las columnas astronómicas del Cusco que los incas utilizaban para medir los movimientos del sol, calcular la llegada de solsticios y equinoccios y elaborar el complejo calendario del Imperio. Las sayhuas del Cusco cumplían una importante función ritual que las vinculaba muy directamente con Inti, la divinidad solar. Cuando el sol pasaba por el cenit, y por sobre las columnas sin dejar sombra, se decía que “se sentaba” sobre ellas, momento que era celebrado con ceremonias y festejos. Por esa razón, las columnas del valle sagrado fueron destruidas por los sacerdotes españoles en las campañas contra las idolatrías indígenas. Probablemente su pervivencia hasta la actualidad en los caminos del Inca y muy especialmente en el Despoblado de Atacama se deba a la escasa circulación de españoles por esas rutas a partir del momento en que se inauguraron las vías marítimas.

Asociadas a sistemas de deslinde de espacios, de medición de distancias y, posiblemente también de medición del tiempo y de los movimientos astrales, las columnas del camino del Inca parecen contener una profunda carga de significados. Nos hablan de una ruta impregnada de señales y nos sugieren un apasionante, pero hasta hoy enigmático, lenguaje vial.

the movements of the Sun to calculate the arrival of solstices and equinoxes and draw up the empire’s complex calendar. The sayhuas of Cusco played an important ritual function that linked them directly to Inti, the Sun god. When the Sun passed its zenith, and the shadows of the columns shrank to nothing, Inti was said to be seated on them, and this time was celebrated with ceremonies and feasting. For this reason the columns of the sacred valley were destroyed by Spanish priests in their campaigns against indigenous pagan beliefs. They have probably remained alongside Inca trails, particularly in the great Unpopulated Lands of Atacama, because these trails were used little by the Spanish once sea routes had been opened.

Used to mark territories, to measure distances, and perhaps also to measure time and the movements of the stars, the stone columns of the Inca Trail seem to be heavily weighted with meaning. They speak to us of a route that is permeated with signs, suggesting a vibrant, but still enigmatic, language of the road.

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Sayhuas del Qhapaq Ñan de Lasana, en el río Loa. Sayhuas of the Qhapaq Ñan near Lasana, on the Loa River.
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La frontera de Vaquillas. The Vaquillas frontier.

cruzando el umbral de vaquillas

Hacia el corazón del Despoblado

crossing the vaquillas threshold Into the heart of the ‘Unpopulated Lands’

Una vez en el portezuelo, se inaugura hacia el norte un espacio y un paisaje notablemente diferente. Hasta esa altura, la sequedad del ambiente se veía aplacada en alguna medida por un sistema de quebradas y hoyas hidrográficas que regaban con sus aguas intermitentes las faldas cordilleranas en un sentido este-oeste pudiendo favorecer el acceso a vegas o pastizales más altos con relativa frecuencia. Ahora, cruzando Domeyko por Vaquillas, entramos a la gran cuenca del salar de Punta Negra y al corazón del Despoblado. Desde el portezuelo se abre hacia el norte una amplia meseta cuyas alturas promedian los 4 mil metros. Al noreste, el imponente volcán Llullaillaco domina toda la cordillera andina y el paisaje general de la cuenca; es aquí donde se registran las condiciones más duras de la travesía. En general, la meseta supera los 4 mil metros y está muy expuesta a los fuertes y fríos vientos que soplan durante el día y a las gélidas temperaturas de la noche. Desde el portezuelo, que se aprecia como un amplio umbral señalado en sus extremos por pequeñas y arenosas colinas, el camino del Inca desciende por una suave pendiente y dibuja un recto trazado durante unos 20 kilómetros. No obstante sus condiciones extremas éste es uno de los tramos con mayor densidad de restos arqueológicos de todo el trayecto, entre otros, refugios y paravientos asociados a actividades de caza, pastoreo y tráfico caravanero.

The pass to the north marks the beginning of a notably different landscape and space. Up to this point, the aridity of the environment had been offset somewhat by a system of ravines and water basins that irrigated the foothills with their seasonal eastto-west flows, providing access to many upland meadows and grasslands. Now, crossing the Domeyko Range over the Vaquillas Pass, we enter into the great basin of the Punta Negra salt flat and the heart of the Unpopulated Lands. The pass leads to a broad meseta to the north, with an average altitude greater than 4000 meters above sea level. Northeast, the imposing Llullaillaco Volcano towers above the Andean skyline and the landscape of the basin. This is the harshest part of the journey. The meseta remains generally above 4000 meters and is very exposed to the strong, frigid daytime winds and freezing nighttime temperatures. From the pass, which looks like a broad doorway with small, sandy hills on either side, the Inca Trail descends down a gentle slope and runs in a straight line for some 20 kilometers. Despite the harsh conditions here, this segment of the trail boasts one of the highest concentrations of archeological remains in the entire Inca Trail system, including refuges and wind shelters associated with hunting activities, herding and caravan traffic, among other things.

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Aquí, a escasos kilómetros del inicio del descenso desde el portezuelo de Vaquillas, es donde se encuentran las sayhuas o columnas del camino inca que, según las crónicas del siglo XVI, señalaban una importante frontera:

Here, just a few kilometers beyond the Vaquillas Pass, are a series of sayhuas or stone columns that mark an important border, according to 16th Century chronicles:

Están en este valle los mojones altos y grandes que dividían las provincias de Chile de las del Perú en tiempo de los Ingas, y en medio de él un arroyo pequeño que se dice Auchillulca, que quiere decir “muy mentiroso”, porque a ciertas horas del día llega el agua del al camino real del Inga, a causa de que se hiela en su nacimiento y solo corre cuando hay sol. ”

(Juan López de Velasco, 1574)

“There are in this valley large, high markers that divided the provinces of Chile from those of Peru during Inca times, and in the middle of it, a small stream that is called Auchillulca, which means “big liar”, because the water only reaches the Royal Inca Trail at certain times of the day, because it freezes at its source and only flows when the sun shines. ”

(Juan López de Velasco, 1574)

¿Qué podía significar esta “frontera” en pleno Despoblado de Atacama y en medio “de la nada”? ¿Qué relación podía tener con ella un río “mentiroso” que solo corría con el sol?

What could this “border” be, in the heart of the Unpopulated Atacama and in the middle of nowhere? What relation could it have with a “big liar” river that only flows when the sun shines?

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Vista desde el norte de las sayhuas del portezuelo de Vaquillas, umbral simbólico y fuertemente sacralizado por los incas. La erosión, sin embargo, no permite visualizar el camino en la actualidad.

View from the north sayhuas of Vaquillas Pass, a symbolic threshold that was very sacred to the Incas. Today, however, erosion has rendered the trail invisible.

Cercanías de Vaquillas, Despoblado de Atacama.
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Near Vaquillas, in the Unpopulated Lands of Atacama.

anchallullac, el río mentiroso

anchallullac, the “lying” river

Ubicada a unos 38 kilómetros al sur de Vaquillas, la actual quebrada de Río Frío, siguiente hito del camino, alberga un estero de exiguo caudal pero de aguas permanentes y de buena calidad. Se trata de un profundo cañón tributario de la cordillera de Domeyko, que se extiende por unos cuantos kilómetros hasta que sus aguas se sumergen alimentando subterráneamente al salar de Punta Negra. El cauce de este riachuelo va en sentido inclinado oeste-este, a diferencia de todas las fuentes de aguas permanentes del Despoblado, que lo hacen en sentido contrario. Por estas características tan especiales, Río Frío adquirió una jerarquía simbólica y mítica de gran importancia en la geografía sagrada del Despoblado de Atacama. Su nombre en quechua y las historias narradas por los españoles que por allí pasaron, nos expresan la gran

Located some 38 kilometers south of Vaquillas, the Río Frío ravine, the next milestone on the road, contains a creek that is tiny but has good quality water year-round. This deep canyon holds a tributary of the Domeyko Range that flows for several kilometers until its waters go underground to feed the Punta Negra Salt Flat. The creek runs west to east, unlike all the other year-round water sources in the Unpopulated Lands, which flow east to west. Because of this unique quality, Río Frío acquired an important symbolic and mythical status in the sacred geography of the Unpopulated Lands of the Atacama. Its Quechua name, and the stories told by the Spanish who passed by here, attest to the great significance this watercourse

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Quebrada de Río Frío. Al fondo el volcán Llullaillaco. Río Frío ravine, with Llullaillaco Volcano in the background.

Anchallullac, hoy Río Frío.

relevancia que llegó a tener para los incas. Aunque para los cristianos estas historias paganas no tuvieran credibilidad, nos relatan diferentes versiones sobre este pequeño río, el Anchallullac o “Muy Mentiroso”.

Según cuenta Gerónimo de Vivar, se trataba de un río tan pequeño, que se pasaba “de un salto”. Sin embargo, durante el día comenzaba de pronto a correr “con grande furia” y haciendo mucho ruido. Al ponerse el sol, sin embargo, éste dejaba de correr porque el frío congelaba las nacientes de sus aguas. “Este río se seca de tal manera —agrega Vivar— [que] dicen los indios, que mal lo entienden, que se vuelve el agua arriba, a la contra de como ha corrido. Por tanto le llaman los indios Anchallulla, que quiere decir gran mentiroso”. Ante el asombro del cronista, los indígenas pensaban que éste era un río que en la noche, “se devolvía sobre su curso”.

Anchallullac, today the Frío River.

held for the Incas. Although Christians of the time were not convinced by such ‘pagan’ stories, they told their own stories about this little river, the Anchallullac or “Big Liar”.

According to Gerónimo de Vivar, the river was so small that it could be crossed “in a single bound”. Nevertheless, during the day it began to flow “with great fury” and was very noisy. When the sun set, however, the river dried up because the cold froze the water at its source. “This river dries in such a way—writes Vivar— [that] the natives mistakenly say that the water returns upstream, in the opposite direction in which it flowed down. For this reason the natives call it the Anchallulla, which means ‘big liar’”. To the chronicler’s amazement, the natives thought that at night the river “flowed back along its course”.

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Diferentes versiones españolas agregaban nuevos y a veces contradictorios contenidos a esta tradición. Para algunos era un río que corría solo de día, mientras que para otros lo hacía únicamente de noche. Había quienes señalaban que, al ponerse el sol, el río Mentiroso hacía crecer su caudal a tal punto y con tal violencia que muchos incautos habían perecido ahogados bajo el cielo nocturno. Otros aseguraban que el río Anchallullac crecía o menguaba según los movimientos de la luna, o al contrario, sostenían que su tamaño aumentaba según la posición del sol en el cielo. Diferentes versiones recogidas, posiblemente de distintos relatos, pero todas referidas a un mismo acontecimiento mítico: el estrecho vínculo entre el río terrestre y el movimiento de los astros en el cielo.

mayu, el río celeste

mayu, the celestial river

Mayu (río, en lengua quechua), el río del cielo, es uno de los mitos más relevantes en la cosmología y en la organización del espacio y del tiempo calendárico cusqueño. Mayu, la Vía Láctea en la mitología occidental, es una gran franja luminosa que atraviesa la bóveda del cielo, siguiendo un rumbo inclinado norte-sur. Los incas y en general las culturas andinas hasta la actualidad, perciben a Mayu como un angosto arroyo de estrellas que fluye y se desplaza por el cielo nocturno hasta sumergirse en el horizonte. Cada noche el río renace desde el mismo lugar y vuelve nuevamente a circular como si durante la luz del día se hubiera devuelto sobre su curso.

La Vía Láctea contiene un conjunto de constelaciones negras o manchas oscuras, en las que las culturas andinas distinguieron diferentes entidades

Spanish versions of the story added new and sometimes contradictory details. For some, it was a river that ran only in daytime, while for others it flowed only at night. There were those who said that after the sun set, the Mentiroso River carried so much rushing water that many heedless people had drowned in its waters under the night sky. Others affirmed that the Anchallullac increased or decreased its flow according to the lunar cycle, while still others maintained that its size changed with the position of the sun in the sky. Many different versions of the story have been collected, possibly from different stories altogether, but all refer to a mythical connection between this river on Earth and the movement of heavenly bodies.

With a name that means ‘river’ in the Quechua language, Mayu, the river of the heavens, is the subject of one of the seminal myths of the Inca cosmology and organization of space and time. Mayu—the Milky Way in Western mythology—is a broad band of light that crosses the vault of the sky in a line from north to south. The Incas, along with most other Andean cultures throughout history, envisioned Mayu as a narrow stream of stars that flowed across the night sky and eventually into the horizon. Every night the river would be reborn from the same place and return once again to flow anew, as though it had flowed back along its course during the day.

The Milky Way also contains a group of “black constellations” or dark spots that Andean cultures believed held sacred entities. Among these was

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sagradas. Entre ellas, la Yakana, la llama celeste que camina en el río y que durante la noche bebe el agua de los manantiales y del mar para evitar que el océano inunde la tierra e impedir los diluvios y los desbordes de los ríos. La Yakana, además, asegura el equilibrio de los ciclos del agua y de la fertilidad en la tierra. Recoge el agua del océano para luego devolverla a las montañas a través de las lluvias y nieves para que éstas, a su vez, hagan nacer los ríos que riegan y nutren la tierra. En ese sentido, Mayu, la lluvia, los ríos, la fertilidad y las montañas y grandes nevados, representaban un conjunto de componentes simbólicos estrechamente asociados con el culto ancestral al agua. Estas asociaciones nos permiten comprender el vínculo que debió existir entre Anchallullac, el río “Muy Mentiroso” y el volcán Llullaillaco, el gran soberano de este territorio, la gran waka y santuario incaico, cuyo nombre en quechua se traduce también como “Aguas Mentirosas”.

Yakana, the heavenly llama that walks on the river and during the night drinks the water from the springs and the sea to prevent the ocean from flooding the land, to prevent landslides and to prevent rivers from overflowing their banks. Yakana also ensures that balance is maintained in the cycles of water and agriculture. He collects water from the ocean to return it to the mountains through the rain and snow, so that these elements can in turn give birth to the rivers that water and nourish the land. In that sense, Mayu, the rain, the rivers, fertility, high mountains and snow-capped peaks represented a set of symbolic elements closely associated with ancient water worship. These associations help us to understand the link that must have existed between the Anchallullac or “Big Liar” River, and the Llullaillaco Volcano, the sovereign of this territory, great waka spirit and Inca sanctuary, whose name in Quechua means “Lying Waters”.

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La Vía Láctea. Río en Caligasta. The Milky Way. River at Caligasta. Voces en el Camino

Algo más al norte del río Mentiroso, en el portezuelo de Vaquillas, los incas establecieron una frontera. En efecto, aunque no se percibe un marcado cambio ecológico, en esta amplia región se produce un significativo cambio en el sistema climático que regula los patrones estacionales de las lluvias a través de Sudamérica. La región del Llullaillaco se sitúa justamente en el espacio de transición entre el régimen de lluvias tropicales de verano, conocido como “invierno altiplánico” o “boliviano”, que se produce entre los meses de diciembre y marzo, y el de precipitaciones extratropicales de invierno o “invierno chileno” que se presenta de junio a septiembre. Esta frontera natural divide las regiones de dominio de las lluvias de verano, hacia el noreste, y de la pluviosidad de invierno hacia el sudoeste a través de una franja o línea virtual que llega a abarcar desde el sudeste argentino hasta el noroeste del Perú.

A little further north of the Mentiroso River, at the Vaquillas Pass, the Incas established a border. There is, however, a marked difference in the weather that is not simply local but is caused by the opposing influences of two large-scale climate systems that regulate seasonal rainfall patterns across South America. The region of Llullaillaco is situated precisely on the dividing line between these two zones: the zone of tropical summer rains known as the “Altiplano winter” or “Bolivian winter”, which fall from December to March each year, and the zone of extra-tropical winter rains or “Chilean winter” rains, which fall from June to September. This natural boundary therefore divides the region of summer rains in the northeast from that of winter rains in the southwest by an imaginary line or band that runs from Southeast Argentina to Northwest Peru.

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El Llullaillaco desde su ladera este, en territorio argentino. Llullaillaco Volcano seen from its eastern flank, in Argentinean territory.

Desde esta mirada, es posible interpretar la importancia y significación otorgada por los incas a esta zona del Despoblado de Atacama. Los relatos míticos asociados al culto a los astros celestes y al culto al agua, los santuarios en las altas cumbres, el portezuelo de Vaquillas y las columnas que señalaban las fronteras del Inca, parecen hablarnos de los límites de un territorio de transición que no solo involucraba un cambio hacia diferentes condiciones ecológicas, sino, ante todo, una inversión del tiempo de las lluvias, una inversión del tiempo calendárico, de sus rituales asociados, de sus organización productiva y del discurso cosmológico del Estado incaico.

Es frecuente, por otra parte, que la toponimia cusqueña, que ordena y categoriza el espacio y las sociedades, se replique en diferentes lugares, especialmente en la denominación de los espacios de frontera. La región del “Gran Chaco”, por ejemplo, designaba también un territorio de frontera ecológica y social en las selvas orientales de Argentina y Bolivia. Es sugerente que el hito siguiente del camino inca hacia el sur de la frontera del río Mentiroso, del volcán Llullaillaco y de las columnas de Vaquillas, responda también al nombre de quebrada de El Chaco.

With this information in mind, it is understandable why the Incas placed such importance on this part of the Unpopulated Lands of Atacama. The mythical stories associated with the worship of heavenly bodies and of water, the high mountain shrines, the Vaquillas Pass and the stone columns that marked the Imperial borders speak to us of a territorial transition space that not only represented a change in ecological conditions but, more importantly, reflected multiple inversions—of the rainy seasons, the yearly calendar and its associated rituals, the organization of production and the cosmological discourse of the Inca State.

It was common for the Incas to replicate place names in different places, especially in border regions, as place names were used to organize and categorize Inca-ruled space and societies. The Gran Chaco region, for example, was another ecological and social frontier, this time with the eastern jungles of Argentina and Bolivia. It is interesting that the next landmark on the Inca Trail south of the Mentiroso River, Llullaillaco Volcano and the stone columns of the Vaquillas Pass—the El Chaco ravine—goes by the same name.

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Vista desde el portezuelo del Inca durante el ascenso al santuario de la cumbre del volcán. View from the Inca Pass in route to the shrine on the volcano’s summit.

llullaillaco, la waka imperial

El volcán más imponente de todo ese territorio, que con sus 6.739 metros de altitud es uno de los más altos de Sudamérica, se conoce como “Llullaillaco”, nombre de origen quechua que significa “Aguas Mentirosas”. Ubicado en pleno corazón del Despoblado, domina el espacio visual de la vecina quebrada de Río Frío, ubicada al sudeste del macizo, y de la gran cuenca del salar de Punta Negra, por la que continúa hacia el sur el camino del Inca. El Llullaillaco contiene en su cumbre uno de los más importantes santuarios incaicos del Collasuyu, tanto por la magnitud de sus ofrendas, como por la altura en que se encuentra. Las ofrendas del Llullaillaco incluyen tres cuerpos humanos que otorgan a esta capacocha una especial jerarquía.

En este entorno de montañas y paisajes que fueron considerados deidades, la figura del volcán Llullaillaco se destaca notablemente. Se podría decir que el Llullaillaco fue el techo del Tawantinsuyu, el punto más alto que haya conquistado el Inca en su proceso de expansión territorial. En la cumbre del Llullaillaco, como también a diferentes alturas del macizo, se encuentra un gran complejo arqueológico que incluye diferentes tipos de instalaciones vinculadas a actividades logísticas y rituales. A escasos metros de su cumbre, en el sector más protegido que aprovecha un promontorio de máxima visibilidad del entorno geográfico, se ubica una plataforma o terraza en cuyo interior se encontraron tres tumbas correspondientes a un niño y una niña pequeños, y a una adolescente, acompañados de sus respectivos ajuares funerarios.

The most important volcano in this territory is also, at 6739 meters above sea level, one of the highest peaks in all of South America. It goes by the name of “Llullaillaco”, a Quechua word meaning “Lying Waters”. Located in the heart of the Unpopulated Lands, the volcano dominates the landscape of the nearby Río Frío ravine to the southwest and hangs above the great basin of the Punta Negra Salt Flat, through which the Inca Trail continues its southward course. The summit of Llullaillaco contains one of the most important Inca shrines in all of Collasuyu, in terms of both the richness of its offerings and the altitude at which it is situated. The offerings at Llullaillaco include three human bodies, which make the Capacocha ceremony performed here a very special case.

In this land where mountains and other geographic features are worshipped as deities, the Llullaillaco Volcano holds a special place. It could be said that Llullaillaco was the roof of Tawantinsuyu, the highest point conquered by the Incas’ in their territorial expansion. Its summit and slopes contain a large archeological complex that includes different types logistical and ritual installations. A few meters from the summit itself, on a protected promontory with a commanding view of the surrounding landscape, there is a platform or terrace with three tombs inside, containing a young boy, a young girl and an adolescent girl, respectively, each accompanied by an array of grave goods.

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llullaillaco, the imperial waka

En algún momento durante el siglo XV, hombres, mujeres y niños ascendieron esta elevada montaña con un propósito religioso. Esta empresa, sin duda, debió representar un desafío humano de gran porte. De hecho, la construcción de caminos y de recintos habitacionales distribuidos desde su base hasta la cumbre cobró algunas vidas, como lo sugiere la presencia de un cementerio con numerosos cuerpos enterrados, ubicado al pie de su ladera oriental. Desprovistos de ajuares y de la preparación especial que se solía dar a los muertos, estos enterratorios parecen haber correspondido a trabajadores al servicio del Estado inca, que no pudieron soportar las duras inclemencias de la montaña.

Transcurrieron cinco siglos hasta que otros seres humanos llegasen a superar la cota alcanzada por los incas. El camino arqueológico que conduce a la cima se ubica sobre la ladera oriental y su construcción es simple, pero denota un profundo conocimiento del terreno, pues está trazado por los sectores más firmes de la montaña, adaptándose a sus irregularidades. Justamente, esta elección es la que permitió su duración y que se pueda observar hasta hoy pese a los siglos transcurridos y a las rigurosas condiciones del terreno.

At some point in the 15th Century, a group of men, women and children climbed up this very high mountain on a litúrgico mission that would have been a challenging human endeavor in any era. In fact, the construction of the roads and dwellings found between the base and the summit did cost some lives, as a cemetery with several graves found at the foot of the eastern face suggests. As these bodies were buried without grave goods and the special preparations common to Inca ritual burials, it is believed that they were laborers serving the State who could not withstand the harsh conditions on the mountain.

It would be another five centuries before any other humans would reach the altitude that the Incas’ reached on Llullaillaco. The ancient trail to the summit ascends up the eastern slope and is basic in its construction, but it reflects an intimate knowledge of the terrain, as it follows the safest route up the mountain and takes account of its irregular features. Indeed, the choice of route is precisely what has allowed the trail to survive in recognizable form today, despite the centuries that have passed and the harsh conditions on the mountain.

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El volcán Llullaillaco en el Despoblado de Atacama. The Llullaillaco Volcano in the Unpopulated Lands of Atacama. Remains of a stone structure by the route to the summit of Llullaillaco.
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Restos de una estructura de piedra emplazada en el camino hacia la cumbre del Llullaillaco.

El ajuar de los niños del Llullaillaco

The grave goods of the children of Llullaillaco

En el interior de una plataforma rectangular de 1 por 6 metros, a una profundidad de casi 2 metros, en la cima de una de las montañas más altas de América, los arqueólogos excavaron y extrajeron los cuerpos congelados de tres niños. Junto a ellos hallaron más de un centenar de pequeños objetos que conformaban un surtido y vistoso ajuar que fue ofrendado por los incas cinco siglos atrás.

La materia prima de las ofrendas es muy variada y procede de lugares muy diversos. Se trata de fibra vegetal, fibra animal, madera, metal (oro y plata), concha marina, pieles y cueros, plumas, cerámica, textiles, huesos, hojas, semillas, granos, harina y carne disecada o charqui.

Las ofrendas en miniatura que acompañaban a los niños fueron realizadas con materiales distintos,

On the summit of one of the highest mountains in the Western Hemisphere, inside a rectangular platform measuring 1 by 6 meters, at a depth of about 2 meters, archaeologists found the frozen bodies of three children. Lying next to them were over a hundred small items, a diverse and fascinating offering made by the Incas more than five centuries ago.

These grave goods included a variety of materials that had come from a wide range of locations; there were plant fibers, animal fibers, wood, metal (gold and silver), seashells, animal skins, leather, feathers, ceramics, textiles, bone, leaf, grains, flour, and dried meat.

The miniature offerings left alongside the children were made from a variety of materials obtained

Como era frecuente en las ofrendas de capacochas, en el Llullaillaco se encontraron platos de cerámica finamente decorada y miniaturas de plata como esta llamita (Museo de Arqueología de Alta Montaña, Salta).

Capachoca offerings typically included objects such these finely decorated ceramic plates and gold llama figurine, found among the offerings of Llullaillaco (Museo de Arqueología de Alta Montaña, Salta).

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A pocos metros de la cumbre del Llullaillaco, se encuentran estos dos recintos en los que fueron preparados los niños para luego ser enterrados en la plataforma rectangular que se observa en la parte superior de la fotografía.

cada uno de ellos proveniente de diferentes ambientes del extenso Tawantinsuyu. La confección y disposición de los objetos ponen en relieve los principales elementos de la cosmovisión inca, que fue fielmente reproducida en todos los lugares donde se realizó un ritual de la capacocha

El oro y la plata fueron importantes elementos en las ceremonias religiosas y políticas de los incas. Los objetos metálicos en miniatura que conforman el ajuar de los niños del Llullaillaco, dan cuenta de la importancia que tuvieron estos materiales, ligados de manera íntima a la tierra y representando a deidades celestiales como el Sol y la Luna.

from different ecological regions of the vast empire of Tawantinsuyu. The manufacture and arrangement of the items highlights key elements of the Inca cosmic vision, faithfully reproduced wherever the Capacocha ritual was performed.

Gold and silver played a central role in the Incas’ religious and political ceremonies, and the miniature figures found among the grave goods of the children of Llullaillaco bear witness to the importance of these metals, which for the Incas were closely linked to the earth and represented the celestial deities of the Sun and the Moon.

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Very close to the summit of Llullaillaco are two spaces where the children were prepared for burial in the rectangular platform seen in the upper part of the photograph.

Las plumas cumplieron un importante rol simbólico y religioso en las ofrendas formando parte de los tocados de los niños y de las estatuillas, destacándose los colores rojo, amarillo y blanco. Algunas chuspas o bolsitas de lana, con hojas de coca en su interior, estaban forradas con plumas rojas.

Los tejidos finos, llamados cumbi, eran confeccionados en las Aclla Huasi o Casa de las Escogidas, y representaban una ofrenda de gran jerarquía en el mundo inca. Llama la atención la delicadeza del trabajo en los textiles que visten a las pequeñas estatuillas, como también los colores rojo, amarillo y blanco que se repiten en la mayoría de los enterratorios.

El mullu o spondylus (Spondylus princeps) es un molusco marino que se encuentra en las costas cálidas del Ecuador. Los incas consideraban estas conchas como “hijas” del océano y las relacionaban con los rituales de la lluvia y la fertilidad. Con este material, que consideraban más valioso que el oro, se realizaban adornos y figurillas para las ofrendas religiosas.

Los pequeños objetos de cerámica que integraban el ajuar femenino están decorados con motivos geométricos, característicos y estandarizados por

Feathers also played a great symbolic and religious role among the offerings. Here they were used in the children’s headdresses and in the figurines, with a preference for red, yellow, and white ones. Red feathers also lined several small woolen pouches called chuspas that were found with coca leaves inside.

The tomb’s fine textiles, known as cumbi, were woven at the Aclla Huasi or House of the Chosen Ones, and represented an offering of immense value in the Inca world. Special mention should be made of the fine work on the textiles that clothed the figurines and the repeated use of the colors red, yellow, and white in most tombs.

The mullu or Spondylus (Spondylus princeps) is a marine mollusk found in the warm seas off Ecuador. The Incas thought of these shells as the daughters of the ocean, and used them in rituals relating to rain and fertility. From these shells, which they valued more highly than gold, they made decorations and figurines for religious offerings.

The small ceramic items found among the girl’s grave goods are decorated with geometric motifs, a characteristic feature of Inca design that was standardized throughout the Empire. The ceramic

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Estatuilla femenina confeccionada en plata, con penacho de plumas y ataviada con tejidos de intensos colores (Museo de Arqueología de Alta Montaña, Salta). Silver female figurine with feather plume, dressed in brightly colored fabric (Museo de Arqueología de Alta Montaña, Salta).

los incas en todo el territorio que ocuparon. Los ceramios eran ofrendados de a pares, reflejo de la organización dual que regía en todos los planos del mundo social de los incas.

La madera está presente en las ofrendas a través de una cuchara y keros o vasos labrados con motivos geométricos que los incas reprodujeron en todo el Tawantinsuyu. Algunos elementos de cestería como una esterilla y una “bolsa” tejida con fibras vegetales, fueron seguramente utilizados durante el largo viaje desde el Cusco al Llullaillaco.

Cada uno de los objetos que formaban parte del ajuar de estos niños tuvo un profundo significado del cual sabemos muy poco. Fueron manufacturados con sumo detalle y cuidado por personas especialmente dedicadas a confeccionar las ofrendas para sus deidades. En la distribución de las ofrendas y cuerpos al interior de una plataforma rectangular como la del Llullaillaco, quedó la última evidencia material de un complejo ritual ancestral.

offerings are made in pairs, reflecting the duality that existed at all levels of Inca society.

A number of offerings are made of wood, including a spoon and keros cup that is carved with the same geometric motifs that the Incas reproduced throughout Tawantinsuyu. Basketwork is also represented, in a wicker mat and a bag woven from plant fibers; these were almost certainly used during the journey from Cusco to Llullaillaco.

Each item contained in the array of grave goods accompanying these children would have held great meaning, though little of it is understood today. These goods were crafted with great care and skill by individuals specially employed to create offerings for the gods. The arrangement of offerings and bodies inside a rectangular platform such as that of Llullaillaco is the last remaining evidence of an ancient and complex ritual.

Estatuilla masculina en oro que, al igual que su compañera, está vestida con textil de cumbi (Museo de Arqueología de Alta Montaña, Salta).
Visual Chronicles
Visuales 147
Gold male figurine that, like its companion, is dressed in cumbi textiles (Museo de Arqueología de Alta Montaña, Salta).
Crónicas
voices from the road voces en el camino 148
Inca way station Tambo de Peine. Tambo de Peine.

la conquista de atacama

the conquest of atacama

La ruta del Inca sigue hacia el norte, bordeando la cuenca del salar de Punta Negra y continúa remontando portezuelos y oscilando en alturas promedio de 3 mil metros. En aguada de Puquios, ubicada a 3.700 metros de altura, encontramos un nuevo tambo incaico con una fuente de agua de vertiente de buena calidad. De allí a la siguiente fuente de esas características, en el oasis de Tilomonte, distan 75 kilómetros.

Finalmente, el camino alcanza la cuenca siguiente, que inaugura un nuevo paisaje con el extenso salar de Atacama. El primer pequeño oasis que deja apreciar su verdor desde la distancia es el de Tilomonte, y unos kilómetros más adelante el oasis y pueblo de Peine confirman al caminante que lo peor de la ruta se ha dejado atrás. Bordeando el salar por su borde oriental, esta parte de la ruta adquiere especial significación porque el camino cruza la línea del trópico de Capricornio, es decir, la línea imaginaria que señala el punto más austral de la salida y la puesta de sol en el año. En ese momento, el solsticio de diciembre marca el inicio del verano en el hemisferio sur. Este hecho, bien conocido por los habitantes locales, no pudo haber escapado a los incas y a sus complejos conocimientos astronómicos. Según la tradición oral,

The Inca Trail continued northward, bordering the basin of the Punta Negra Salt Flat and continuing up through several passes to an altitude of around 3000 meters above sea level. At the Puquios spring, situated at 3700 meters, we find a new Inca tambo with a good quality freshwater spring. It is another 75 kilometers along the trail from this point to the next spring of similar quality, at the oasis of Tilomonte.

Finally, the trail reaches the following basin and a new landscape—the vast Atacama Salt Flat. The first small oasis, whose greenery can be distinguished from a distance, is Tilomonte, followed a few kilometers later by the oasis and town of Peine, which signal to the traveler that the worst part of the journey is over. Running along the eastern edge of the salt flat, this part of the route is especially significant, as it is here that the Inca Trail crosses the Tropic of Capricorn, the imaginary line that indicates the southernmost latitude at which the sun appears directly overhead. This occurrence at the December solstice each year marks the beginning of summer in the Southern Hemisphere, and is celebrated by the local inhabitants. It is likely that the Incas, with their intimate astronomical knowledge, were also aware of its significance.

collasuyu. Voices from the Road collasuyu. Voces en el Camino 149

por aquí pasó Tupac Inca Yupanqui a su regreso de Chile tras haber sorteado el camino del Despoblado. Cruzando la línea de Capricornio continuó luego para inaugurar, hacia el norte, los principales centros administrativos del Imperio en Atacama: Catarpe en el valle del río San Pedro y Turi, en la región del río Salado.

En San Pedro de Atacama y sus alrededores habitaba una población principalmente agricultora y ganadera. Los oasis del salar eran, en ese entonces, el centro de una activa red de intercambios interregionales hacia la costa del Pacífico y hacia el otro lado de la cordillera. El Imperio inca estableció su centro político y administrativo en Catarpe, ubicado estratégicamente en una meseta sobre los márgenes del río San Pedro, desde donde controló una de las principales fuentes de agua de los oasis atacameños, como también la circulación y tráfico de caravanas por estas rutas.

According to oral tradition, Tupac Inca Yupanqui passed by this place on his return from Chile soon after having negotiated the journey through the Unpopulated Lands. Crossing the Tropic, he continued northward to establish the Empire’s main administrative centers in the Atacama region: Catarpe, in the San Pedro River valley, and Turi, in the Salado River region.

The people that lived in and around San Pedro de Atacama were mainly farmers and herders. In those days, the salt flat oases were hubs for a lively interregional trading network that extended to the Pacific coast and to the eastern side of the Andes Mountains. The Inca Empire established its political and administrative center at Catarpe, situated strategically on a meseta on the banks of the San Pedro River, and from there controlled one of the main sources of water for the Atacama oases, as well as the circulation of goods and caravan

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Sign marking the Tropic of Capricorn. Small piles of stones used in rituals can be seen nearby. Señal que actualmente indica el cruce de la línea del trópico. En los alrededores se pueden observar pequeños apilamientos de piedra de uso ritual.

Desde allí los funcionarios estatales organizaban la mita agrícola y minera. En Catarpe se realizaban también importantes eventos sociales y ceremoniales, como los grandes banquetes que ofrecían las autoridades Incas para los gobernantes y las poblaciones locales, que reafirmaban las alianzas políticas y las obligaciones hacia el Estado. En Atacama la minería del cobre y sus derivados fue el recurso más apetecido por el Inca. Gracias a la antigua tradición minera local, se contó con mano de obra especializada para la explotación de yacimientos como Chuquicamata, San Bartolo y Conchi.

Como en otras regiones, la administración imperial no siempre fue ejercida directa o exclusivamente por funcionarios cusqueños; también participaron otros pueblos aliados del Inca que se habían relacionado anteriormente con las sociedades conquistadas, como fue el caso de los chichas del noroeste argentino.

traffic along these routes. From this vantage point the Inca officials organized agricultural and mining mita (tribute laborers) and supervised metallurgical operations. At Catarpe they also held important social events and ceremonies, as well as great banquets in which the Inca authorities hosted local rulers and residents, reaffirming their political alliance with and obligation to the Inca State. But the resource most prized by the Inca in the Atacama region was copper, in all its forms. Thanks to the ancient local mining tradition, skilled labor was available to develop deposits such as Chuquicamata, San Bartolo and Conchi.

As in other regions, the Empire was not always directly or exclusively administrated by Inca officials from Cusco; allies of the Inca who were members of previously conquered societies also participated in this work. This was the case with the Chica people of Northwest Argentina.

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The Inca Trail at Peine, in the Atacama Salt Flat. El camino del Inca en Peine, salar de Atacama.

La influencia cultural y simbólica del Tawantinsuyu en Atacama se manifiesta en la incorporación de formas cerámicas típicamente incaicas. Sin embargo, la tradicional coloración monócroma y las técnicas de confección mantuvieron el sello local (Museo Arqueológico de San Pedro de Atacama).

The cultural and symbolic influence of Tawantinsuyu in the Atacama is expressed through the incorporation of characteristic Inca ceramic forms. However, the traditional manufacturing techniques and the monochrome color scheme maintained the local tradition (Museo Arqueológico de San Pedro de Atacama).

El lado oriental del volcán Licancabur, donde a unos 4 mil metros de altura se encuentra un centro ceremonial incaico.

The eastern side of the Licancabur Volcano, where an Inca ceremonial site is located at an altitude of around 4000 meters (13,000 feet).

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Ciertos rasgos arquitectónicos del centro administrativo de Catarpe corresponden a patrones constructivos y urbanos cusqueños. Entre ellos destaca la plaza o aukaipata, que operaba como un lugar público para ceremonias y encuentros entre las autoridades incas y habitantes locales.

A su alrededor destacan también edificaciones del tipo kallanka, es decir, construcciones utilizadas para actividades políticas y religiosas de carácter más privado. El conjunto y organización de los edificios principales mantiene ciertos patrones de orientación espacial claramente incaicos, como la ubicación de las plazas, que muestra una distribución y un alineamiento prácticamente idéntico a la del Coricancha o Templo del Sol en el Cusco.

Certain architectural features at the administrative center of Catarpe reiterated the constructions and urban design of Cusco. The plaza or aukaipata was a notable example; it operated as a public place for ceremonies and meetings between Inca authorities and local inhabitants.

Around the plaza were other buildings such as kallanka, rectangular structures used for more private political and religious activities. The type and layout of the city’s main buildings followed spatial patterns that were clearly Inca. The distribution and alignment of public squares, for example, was virtually identical to that of Coricancha, the Temple of the Sun, in Cusco.

los incas en turi

the incas of turi

La población con la que se encontraron los incas en la región atacameña del río Salado estaba formada por habitantes de origen local y por gente llegada unos siglos antes desde Lípez, en el altiplano boliviano. Vivían en diversas aldeas, subsistiendo de la crianza de llamas, del cultivo de maíz, papas, quínoa y otros productos agrícolas y del intercambio de productos con otras regiones. Los incas instalaron su centro administrativo en la

The people that the Inca encountered in the Salado River region of the Atacama included local natives and others who had arrived a few centuries before from Lípez, on the Bolivian Altiplano. They lived in villages, subsisting on llama herding and the cultivation of corn, potatoes, quinoa and other crops and engaging in trade with groups from other regions. The Inca installed their administrative center in the upper part of the old

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parte más alta del viejo pukara de Turi y desde allí gobernaron a las poblaciones de la zona. Interesados en los recursos mineros locales, reorganizaron la producción agrícola y ganadera para adecuarla a las necesidades del Estado cusqueño. Aumentaron enormemente las andenerías, y al pie del cerro Paniri desarrollaron un gran complejo agrícola, dotado de extensas áreas de cultivo. La gran vega de Turi, en tanto, se destinó a alimentar a los rebaños estatales. La intensificación de la agricultura y la ganadería sirvió para abastecer de alimentos y otros artículos a los mineros locales que trabajaban para el Estado en yacimientos como Cerro Verde, cerca de Caspana.

Aunque la conquista incaica pudo haber sido difícil en un comienzo, una vez que el Inca selló una alianza con los jefes locales, esta zona se convirtió en una pieza vital para el dominio cusqueño de toda la región.

Cuando el Imperio asumió el control de Turi en el siglo XV, los incas se instalaron sobre el espacio que hasta entonces había sido el más sagrado del poblado. Turi fue el principal centro administrativo incaico de la cuenca del río Loa. Construyeron la plaza y la kallanka —edificada sobre grandes cimientos de piedra y gruesos muros de adobe—, que fueron la sede desde donde los incas gobernaron a la población y sus alrededores. Como en Catarpe, para retribuir el trabajo de los agricultores, pastores y mineros locales, los funcionarios estatales los convocaban periódicamente para agasajarlos con regalos, comidas y chicha. De esta manera, el Inca se aseguraba de que los comuneros siguieran ejerciendo sus mitas o turnos laborales.

pukara (fort) of Turi, and from there they ruled the different groups in the zone. Interested in local mining resources, they reorganized agricultural and livestock production to suit the needs of the State. They greatly expanded the terraces and at the foot of Cerro Paniri they installed a large agricultural complex with extensive growing fields. The great pasture of Turi, meanwhile, was used to feed the State herds. The intensification of agriculture and herding provided food and other goods for the miners who worked for the Inca State at mines such as Cerro Verde, close to Caspana.

Although the Inca conquest of this region presented its challenges at first, once alliances were made with local chiefs the zone became vital to the Incas’ domination of the entire region.

When the Empire took control of Turi in the 15th Century, the Inca installed themselves in the most sacred place in the town. Turi was the main Inca administrative center in the Loa River basin, and it was here that they built the plaza and the kallanka—upon great stone foundations and with thick adobe walls—that served as the headquarters from which the Inca ruled over the people and the territory. As in Catarpe, to compensate local farmers, herders and miners, the Inca officials honored them regularly with gifts, banquets and chicha, a fermented beverage, thereby ensuring that the members of the community continued to perform their mitas or work terms.

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Los caminos incas del río Salado.
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The Inca trails of the Salado River.
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El poblado de Turi y la kallanka inca. The settlement of Turi and the Inca kallanka Camino que se dirige hacia Cerro Verde, mineral de cobre explotado por los incas.
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Trail running towards Cerro Verde, a copper mine that was operated by the Incas.

el qhapaq ñan en el alto loa

the qhapaq ñan in the upper loa valley

El interés de los incas por esta zona residía en su fabulosa riqueza minera. En la sierra que limita el valle del río Loa por el oeste se encuentran los yacimientos de cobre de Chuquicamata, Conchi Viejo, El Abra y Collahuasi, todos los cuales habían sido explotados por las poblaciones locales desde tiempos remotos. Empleando a esos mineros y su milenaria tecnología, los incas reorganizaron la explotación de los yacimientos, intensificando la producción de óxidos de cobre, así como de turquesa, oro y otros minerales asociados a las vetas cupríferas.

The Incas’ interest in this zone centered on its legendary mining resources. The mountains that bordered the Loa River Valley on the west contained the copper deposits of Chuquicamata, Conchi Viejo, El Abra and Collahuasi, all of which had been worked by local communities since ancient times. Employing the miners’ skills and technology, the Inca reorganized the mining works, intensifying the production of copper oxides, as well as turquoise, gold and other minerals associated with these copper deposits.

Implementos para la explotación minera. Hacha y capachos para el transporte del mineral (Museo Chileno de Arte Precolombino).

Mining tools. Axe and baskets for carrying ore (Museo Chileno de Arte Precolombino).

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Los accidentes naturales que dificultaban la construcción y mantenimiento de los caminos se resolvían aplicando técnicas combinadas de ingeniería local e incaica.

Geographical features that make trail construction and maintenance difficult were overcome through the combined use of local

engineering techniques.

Inca Trail at Alto Loa, typically oriented towards the “guardian” peaks of the region. and Inca
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Camino inca del Alto Loa, como siempre orientado hacia los cerros tutelares de la región.
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There are still some well-preserved segments of Qhapaq Ñan in the Alto Loa district. The small Inca tambo of Incahuasi, located beside the Loa River ravine, was built in the 15th Century by the Incas and later restored and used as a mail station and lodging house. El Qhapaq Ñan del Alto Loa aún mantiene segmentos bien conservados. El pequeño tambo incaico de Incahuasi, ubicado a un costado de la quebrada del río Loa, fue construido en el siglo XV por los incas y posteriormente se rehabilitó como posta de correo y alojamiento.

La construcción del Qhapaq Ñan del Alto Loa tuvo como finalidad primordial proveer una ruta de acceso a los recursos mineros de la zona y de salida de la producción hacia otras regiones del Tawantinsuyu, en especial cobre, oro y turquesa. Este camino, uno de los mejor conservados de la región, continuó siendo utilizado con posterioridad y hasta tiempos relativamente recientes por arrieros, caravanas de llamas y recuas de mulas, hasta caer prácticamente en desuso después de la inauguración del ferrocarril de Antofagasta a Bolivia.

Capachos para el transporte del mineral (Museo Chileno de Arte Precolombino).

Baskets for transporting ore (Museo Chileno de Arte Precolombino).

The Qhapaq Ñan was constructed in the Upper Loa Valley primarily to provide a route for accessing the mining resources in the area and transporting the minerals produced—notably copper, gold and turquoise—to other regions of Tawantinsuyu. This trail, one of the most well-preserved in the region, continued to be used after the fall of the Empire by cattle drivers, llama caravans and mule trains until falling virtually out of use after the rail line from was opened.

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Los Chasquis

El vuelo del gavilán

The Chasquis ~ The flight of the hawk

“[Tupac Inca Yupanqui] dio orden cómo por todos estos caminos hubiese chasques para saber con brevedad todo lo que pasase y hubiese, y sabíalo con toda brevedad, que en quince días, y menos, venían desde Chile y desde Quito a esta gran ciudad.

(Martín de Murúa, 1615)

“[Tupac Inca Yupanqui] gave an order that chasques should run all of these trails so as to find out quickly what was happening and what there was there, and report back to him immediately, and so in fifteen days, even less, they arrived from Chile and from Quito to that great city.

(Martín de Murúa, 1615)

Una estructura imperial de la envergadura del Tawantinsuyu requería de un sistema de comunicaciones rápido, eficiente y bien organizado. La institución de los chasquis o mensajeros del Inca aseguraba la circulación de la información desde y hasta los más apartados confines del territorio. Grandes corredores y con una especial capacidad de adaptación a ambientes ecológicos diversos y a veces muy adversos, los chasquis eran jóvenes previamente seleccionados por su potencial de velocidad y resistencia.

An empire the size of Tawantinsuyu required a fast, efficient, and well-organized communications system. The Inca messengers, called chasquis, facilitated the sending and receiving of information to and from the far corners of Inca territory. The chasquis were young men handpicked for their speed and stamina, gifted runners with a remarkable ability to adapt to a wide range of conditions, some extremely harsh.

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Aunque la tradición de los chasquis había existido en los Andes con anterioridad, con los incas se desarrolló a gran escala. Como apoyo logístico existían, cada ciertos trechos de camino, chasquihuasis o casas de chasquis, que operaban como estaciones de descanso y de relevo. Siempre abastecidas de agua y alimentos, estas pequeñas viviendas acogían a quienes llegaban exhaustos a su destino, como también a quienes debían permanecer durante días en lugares apartados, esperando el arribo de nuevos correos.

Although chasquis had existed in the Andes before, it was the Incas that used them on a large scale. As logistical support, certain stretches of the trail featured chasquihuasis or chasqui houses, which functioned as way stations and rest stops. Always stocked with food and water, these small houses welcomed exhausted runners and others who had to remain in distant lands for many days, awaiting the arrival of new messages.

The chasqui or Inca messenger, as seen by Martín de Murúa, 1615. Inca Trails and chaquihuasis (messenger rest stops) in the 16th Century (Martín de Murúa, 1598). El chasqui o mensajero del Inca según Martín de Murúa, 1615. Caminos del Inca y chaquihuasis en el siglo XVI. (Martín de Murúa, 1598).
Visual Chronicles Crónicas Visuales 165

“Estaban estos chasquis puestos en cada topo, que es legua y media, en dos casillas, donde estaban cuatro indios. Estos se proveían y mudaban por meses, de cada comarca y corrían con el recaudo que se les daba a toda furia, hasta dallo al otro chasqui que siempre estaba apercibido y en vela los que habían de correr, corrían entre día y noche a 50 leguas, con ser tierra la más de ella asperísima. ”

(José de Acosta, 1590)

“There were these chasquis placed at every topo, which is a league and a half, in two small houses, where there were four Indians. These lived and moved around for months, from region to region, and ran with the message given them at lightning speed, until they passed it on to another chasqui who was always waiting to run, they ran day and night 50 leagues, over the roughest ground.

(José de Acosta, 1590)

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Chasquihuasi en el camino del Alto Loa. Chasquihuasi (Messenger way station) on the Inca Trail at Alto Loa.

Los chasquis desarrollaron diferentes técnicas para optimizar el tiempo de recepción y de memorización de los mensajes orales que recibían y que debían transmitir. Quien llegaba corriendo venía anunciando el mensaje a grandes voces, de manera que al encontrarse con su sucesor en el recorrido, no perdieran un tiempo valioso. En ocasiones, alcanzaban a correr juntos un trecho hasta que el mensaje fuera claramente comprendido y memorizado por quien asumía el siguiente trayecto. Frecuentemente hacían uso del pututu o caracola de mar, con la cual anunciaban su llegada a un nuevo puesto, alertando con anticipación al turno siguiente.

Guaman Poma de Ayala, en 1614, comparaba el recorrido de los chasquis con el vuelo de un gavilán, y agregaba que solían usar un penacho de plumas blancas en la cabeza para asegurarse de ser vistos desde lejos por el siguiente mensajero.

La ruta del Despoblado de Atacama, fue la vía más directa de comunicación entre el Cusco y Chile. Es posible que las columnas o sayhuas distribuidas en el camino estuvieran también relacionadas con el sistema de correos y hayan sido de gran utilidad para la orientación, medición u organización de los recorridos.

Durante los primeros años de la conquista, los correos indígenas superaron con creces las posibilidades de las comunicaciones españolas. En 1541, por ejemplo, los integrantes del Cabildo de Santiago, inquietos por tener noticias sobre los acontecimientos del Perú, debieron interceptar a dos chasquis enviados por los caciques de Copiapó al valle del Aconcagua para entregar a Michimalonco la información que, a su vez, habían recibido de otros dos mensajeros del cacique de Atacama, que habían atravesado el Despoblado en solo siete días.

The chasquis developed a number of techniques to move messages faster and to memorize the spoken messages that they received and had to pass on. The arriving chasqui would shout out the message, so as not to waste precious time on meeting his replacement on the trail. They sometimes ran a stretch side by side until the runner for the next leg had fully understood the message. They often used a pututu seashell to announce the arrival of a runner, giving the replacement warning of his upcoming shift.

Guaman Poma de Ayala, in 1614, compared the running of chasquis with the flight of a hawk, adding that they would wear a plume of white feathers on their heads in order to ensure that they were seen from far away by the next messenger.

The trail across the Unpopulated Lands of Atacama, was the most direct route between Cusco and Chile. The stone columns or sayhuas placed along this route may have been part of the messenger system, as they could have been very useful in orienting, measuring, and/or organizing messengers’ routes.

During the early years of the Spanish conquest, this indigenous messenger system was far more effective than the communications of the Spaniards. For instance, in 1541 the members of Santiago’s Cabildo council, concerned about news they had received from Peru, decided to intercept two chasquis that had been sent by the Caciques of Copiapó to Michimalonco in the Aconcagua Valley. The messengers had been sent to deliver news from the Cacique of Atacama, which they had received from two other messengers who had crossed the desert in just seven days.

Visual Chronicles Crónicas Visuales 167
Inca Trail in the far north of Chile. El camino del Inca en el extremo norte de Chile.

tupac inca yupanqui y los cuatro caminos que nacen de atacama

tupac inca yupanqui and the four routes from the atacama

Según cuenta la tradición oral, luego de su llegada a los oasis de Atacama y de someter a la población local, Tupac Inca Yupanqui realizó un nuevo recorrido ritual, dividiendo a su gente por cuatro caminos, como lo había hecho al iniciarse este gran circuito desde el Cusco. Un escuadrón fue enviado hacia el norte, “por el camino de los llanos y por costa a costa de la mar” hasta la provincia de Arequipa. El segundo ejército se dirigió por una ruta nororiente por el el altiplano hacia la provincia de Carangas y luego a la de Aullagas, en el lago Poopó. Una tercera división fue enviada hacia el este, rumbo a la puna de Jujuy y de allí a “las provincias de los Chichas”, con dirección al importante santuario de Paucar Ushnu, quien había muerto durante la guerra de conquista de esa nación. Finalmente, el inca eligió para sí un cuarto camino, hacia la vecina provincia de Lípez, en el extremo sur del altiplano boliviano.

Esta tradición oral reproduce los elementos arquetípicos, simbólicos y rituales con los que nos hemos encontrado durante todo este recorrido. En su desplazamiento, el Inca va dibujando o configurando en el espacio terrestre un recorrido que es la réplica de un circuito celeste.

Oral history recounts that after arriving at the Atacama oasis and subjugating the local population, Tupac Inca Yupanqui undertook a new ritual journey, dividing his forces into four groups and sending them along four different roads, as he had done when he began his great circular route from Cusco. One squadron was sent to the north, “on the road through the plains and from seacoast to seacoast” to the province of Arequipa. The second army went by the Northeast Altiplano route to the province of Carangas and then that of Aullagas, at Lago Poopó. A third division was sent to the East toward the highlands of Jujuy, and from there to “the provinces of the Chichas” in the direction of the shrine to Paucar Ushnu, who had been killed in battle during the conquest of that nation. Lastly, the Inca chose for himself a fourth road, towards the neighboring province of Lipez, in the far south of the Bolivian Altiplano.

This oral tradition reproduces the archetypal, symbolic and ritual elements that we have encountered throughout the Inca’s journey. As he traveled, the Inca traced on the landscape an outline that replicated the celestial circuit.

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Pero, ¿por qué el Inca decide trazar su camino hacia el altiplano de Lípez? Lípez, un territorio que, al igual que todos aquellos por donde se desplazó en este viaje cósmico, representa también los confines desolados de una tierra que también ha hecho fama por sus duras condiciones y gélidas temperaturas, considerada como una tierra “pobre” y de muy escasos recursos:

But, why did the Inca choose to journey to the Altiplano of Lipez? Like many of the places he had visited on this cosmic journey, Lipez represented the desolate confines of a land renowned for its harsh conditions and freezing temperatures, and was considered a resource-poor land:

…y ansí caminó por sus jornadas y vino a dar a una provincia que llaman Llipi, en la cual provincia halló que la gente della era pobre de comidas y los mantenimientos della eran quínoa tostada… e algunas papas y los edificios de sus casas eran cubiertos con unos palos fofos que son corazones de unas espinas de madera muy liviana y muy ruin y las casas pequeñas y bajas y gente muy ruin…

(Juan de Betanzos, 1551)

… and thus he walked many days and finally came to a province they call Llipi, where he discovered that the people there had little food and lived mainly off toasted quinoa … and some potatoes, and their dwellings were covered with some meager sticks that are the inner part of very light spiny wood, and very wretched and the houses were small and low-ceilinged, and the people were very wretched … ”

(Juan de Betanzos, 1551)

Nuevamente entramos a un territorio de frontera cultural. Nuevamente Tupac Inca Yupanqui elige los espacios de límite. Sin embargo, esta región tenía una riqueza muy singular, una minería que sería considerada por los españoles como de baja ley, pero que para los incas resultaba particularmente atractiva, puesto que ofrecía materias primas de alta calidad para la confección de pigmentos o pinturas. Por esa razón, el Inca “mandó que le tributasen de aquellos colores”, y luego continuó su viaje por aquella “tierra muy estéril de aguas y comidas y tierra rasa y sin monte, y todo lo demás della salitrales”.

Once again we enter a land that is a cultural frontier. Once again Tupac Inca Yupanqui chooses the border space. Nevertheless, this region had a unique quality that made it valuable to the Inca: mining deposits that the Spanish considered lowgrade, but that were particularly attractive to the Incas, as they offered high quality raw material for manufacturing pigments or paints. For this reason, the Inca “commanded that they pay tribute in those colors”, and then continued his journey through that “land quite devoid of water and food and open country without hills, or anything else in that salty land”.

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Se puede apreciar en esta imagen cómo sobreviven retazos del Qhapaq Ñan, ante la abrupta interrupción de los actuales caminos vehiculares.

El llamado camino de los Llanos, era en realidad una ruta ascendente y descendente según las necesidades de la geografía y la distribución de los asentamientos del Estado. En su ruta a Arequipa el camino y su red asociada unían puntos como este establecimiento de Incaguano, cerca de Isluga. Se encuentra allí la kallanka mejor conservada en territorio chileno.

The ‘Llanos Trail’ was in fact a route that rose and fell according to the layout of the land and the distribution of Inca settlements. On the way to Arequipa the main trail and its branch network connected points such as the establishment of Incaguano, near Isluga. This is the site of the best-preserved kallanka (rectangular stone structure) in Chile.

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As the image shows, some segments of the Qhapaq Ñan have survived despite being interrupted by modern roadways.
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La localidad de Yavi, en la Puna de Jujuy. Yavi, on the Puna de Jujuy.

Finalmente el Inca llegó a la provincia de los Charcas, a la que sometió rápidamente luego de saber que “eran señores que poseían mucha plata”. Preguntándoles de donde la obtenían, le contestaron sus nuevos súbditos que de un cerro llamado Porco. Este mineral sería posteriormente explotado intensamente por los españoles junto con la célebre mina de plata del vecino Cerro Rico de Potosí. El Inca, entonces, ordenó que esas provincias le tributaran en plata.

Partiendo de aquella provincia de los Charcas —continúa Betanzos—, Tupac Inca Yupanqui “salió a un sitio que llaman Paria y allí mandó edificar un tambo”.

La ruta del Inca continuaba ahora por tierras prósperas y ricas en metales de oro y plata. Luego de someter al tributo estatal a la población de Chuquiabo, actual capital boliviana de La Paz, Tupac

Finally the Inca arrived at the province of Charcas, which he conquered rapidly fter learning that they “were men who possessed a lot of silver”. Asking them where they had obtained it, his new subjects answered that it was form a mountain called Porco. This mineral would later be mined intensely by the Spanish along with the celebrated silver mine at the neighboring mountain Cerro Rico de Potosí. The Inca then ordered these provinces to pay tribute in silver.

Departing that province of the Charcas—continues

Betanzos—Tupac Inca Yupanqui “went out to a site they call Paria and commanded that a tambo be built there”.

After this, the Inca Trail continued through prosperous lands rich in gold and silver. After forcing tribute upon the population of Chuquiabo, which is now the Bolivian capital of La Paz, Tupac Inca set out again

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Un paisaje sobrecogedor. Lagunas y salares de Lípez. Awe-inspiring scenery. Lakes and salt flats of Lípez.

Inca retomó el rumbo al lago Titicaca, regresando, una vez más, a los orígenes míticos de sus ancestros. En Hatun Colla se reunió finalmente con los restantes tres ejércitos que había separado en Atacama los que, luego de importantes batallas, habían consolidado sus conquistas y se dirigían hacia el Inca acompañados de los caciques y señores de todos los pueblos y provincias que habían sometido. El Inca y su gran comitiva iniciaron entonces su regreso victorioso a la ciudad del Cusco llevando consigo muchas riquezas y los trofeos de un inmenso territorio conquistado. Desde que Tupac Inca Yupanqui saliera a castigar a los de Collasuyu, hasta su retorno a la ciudad sagrada, habían pasado siete largos años.

in the direction of Lake Titicaca, returning once more to the mythical birthplace of his ancestors. At Hatun Colla he met up finally with his remaining three armies from whom he had separated in the Atacama. These groups had engaged in large battles and had subjugated several groups to Inca rule, and they came to meet the Inca accompanied by local chiefs and nobles of all of the peoples and provinces through which they had passed. The Inca and his great entourage then began their victorious return to the city of Cusco, taking with them many riches and trophies from the immense territory they had conquered. From the time that Tupac Inca Yupanqui had left to punish the people of Collasuyu to his return to the sacred city, seven long years had passed.

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Luego de dividir a sus ejércitos, el Inca eligió el camino hacia la provincia de Lípez, en el salar de Uyuni. After dividing his armies, the Inca set out with his troops for the province of Lípez, in the Uyuni Salt Flat.
collasuyu. Voices from the Road collasuyu. Voces en el Camino 175
Camino inca en la región de Potosí (Chullpacasa). Inca trail near Potosí (Chullpacasa).

Paria llegó a ser un importante centro administrativo y ceremonial del Tawantinsuyu, puesto que allí se recaudaba el tributo proveniente de distintas provincias del Collasuyu. Ubicada al sur del lago Poopó y cercana a las ricas minas de plata de Porco, esta instalación contaba con cerca de setenta edificios organizados con el clásico ordenamiento urbano incaico, entre los cuales destaca esta formidable kallanka

Paria became a major administrative and ceremonial center of Tawantinsuyu, as it was here that taxes were levied from the different provinces of Collasuyu. Located to the south of Lake Poopó and near the rich silver mines of Porco, the installation included almost 70 buildings laid out in the classic arrangement of an Inca urban center, among them this striking kallanka

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Los editores agradecen especialmente la colaboración de las siguientes personas e instituciones:

Carlos Aldunate, Director del Museo Chileno de Arte Precolombino

Elena Cruz, Directora de proyectos de la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile

Christian Vitry, Proyecto Qhapaq Ñan, Salta, Argentina

Donato Amado, Instituto Nacional de Cultura del Cusco, Perú

Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo, R.P. Gustavo

Le Paige, San Pedro de Atacama, Chile

Museo Arqueológico de La Serena, Chile

Museo de Arqueología de Alta Montaña, Salta, Argentina

Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago, Chile

Museo Regional de Atacama, Copiapó, Chile

VoCES En CAmino, Paisaje y cosmología en las rutas del inca Primera edición 2011

© BICE Inversiones

© Ocho Libros Editores

© Corporación del Patrimonio Cultural de Chile

Primera edición impresa en los talleres de World Color S.A. Impreso en Chile / Printed in Chile

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio impreso, electrónico y/o digital, sin la expresa autorización de los propietarios del copyright. Edición limitada. Prohibida su venta.

Proyecto acogido a la Ley de Donaciones Culturales con el patrocinio de la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile y el auspicio de BICE Inversiones.

Ley de Donaciones Culturales

EDICIÓN, DISEÑO Y PRODUCCIÓN / OCHO LIBROS EDITORES

Director editorial / Gonzalo Badal

Investigación y edición general / Cecilia Sanhueza Coordinador de proyecto / Patricio Olavarría

Gerenta de producción / Sandra Gaete

Directora de arte y diseño / Jenny Abud

Diseño editorial / Mercedes Lincoñir

Corrector de textos / Edison Pérez

Postproducción de imágenes / Gustavo Navarrete Supervisión de imprenta / Carlos Altamirano

TEXTOS

Cecilia Sanhueza, Universidad Católica del Norte, San Pedro de Atacama, Chile. Christian Vitry, Proyecto Qhapaq Ñan, Salta, Argentina. Donato Amado, Instituto Nacional de Cultura del Cusco, Perú.

FOTOGRAFÍAS

Fotógrafo principal / Fernando maldonado 2, 8, 11, 12 (arriba), 20, 37, 62-63, 85, 92, 93, 95, 96, 101, 104, 108 (abajo a la derecha), 109, 148, 152-153, 154 (arriba), 157, 158, 159, 160, 162 (abajo), 163, 168, 171 (abajo). Fotógrafos invitados / Carole Sinclaire 12 (abajo), 16, 23 (abajo), 26, 32, 34, 36, 49, 56, 58, 59, 61, 82, 83, 84, 86, 89, 98, 99, 103, 137, 172, 173. Christian Vitry 14-15, 24 (arriba), 50, 52, 80, 81, 106-107, 114, 119 (arriba y abajo a la izquierda), 122, 127 (arriba), 129, 138-139, 140, 142, 143, 144, 145, 146, 147, 150-151. Carlos González 23 (arriba). José Berenguer 24 (abajo), 110, 127 (abajo), 161, 162 (arriba), 166. marinka núñez 27, 108 (arriba a la derecha), 113, 124. Donato Amado 28, 38, 40, 42-43, 44, 45. Pablo Cruz 53, 64, 67, 70, 71, 73, 75, 76, 78, 79, 174, 175, 176-177. nicolás Ruano 90-91. maría Teresa Plaza 100. Raúl molina 112, 123, 134, 135. michel Rivera 117, 119 (abajo a la derecha), 121. Flora Vilches 130, 133. Gonzalo Pimentel 154 (abajo), 171 (arriba).

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