Lima afroperuana: historia de los africanos y afrodescendientes
de este monasterio incorporaron el color morado distintivo y el culto a la Virgen de la Nube, muy popular en Quito. La primera procesión masiva fue después del terremoto de 1746 que destruyó Lima y el Callao. Recién en el siglo XX, el Señor de los Milagros se convirtió en culto nacional. Según observó Stokes, el porcentaje de afroperuanos en el culto disminuyó, produciéndose un “blanqueamiento” y “refinamiento” en el culto morado. Se construyó un local para la hermandad y se organizó a las cuadrillas. El 29 de octubre de 1921 el presidente Augusto B. Leguía participó en la procesión. Al año siguiente, inauguró las andas de plata y entregó unas ofrendas florales junto con el arzobispo Emilio Lissón. A partir de esa fecha, presidentes democráticos y dictadores han saludado al Señor de los Milagros. Hoy en día, el culto morado es un símbolo de Lima y el Perú, y reúne, en cada una de sus procesiones, a multitud de personas. La procesión se repite en Nueva York, Santiago de Chile, Córdoba, Milán, Múnich y otras ciudades más, gracias a los miles de inmigrantes peruanos.
Música: de la zamacueca a la marinera Diversos estudiosos como Tompkins, Vásquez, Feldman, Rocca y Rohner coinciden en señalar que la música afroperuana 66
es producto de un complejo proceso de asimilación y preservación de patrones y ritmos musicales que se dio en nuestro territorio a partir de la experiencia colonial. No sabemos cómo sonaba la música practicada por los primeros africanos ni cómo bailaban, pues las referencias son muy