HERBERT MOROTE
que elegía al presidente de la república, dejando a éste con un poder “bastante recortado”. Sin embargo esta constitución reconocía la separación de poderes, en poder Legislativo, Judicial y Ejecutivo. Mucho se ha criticado también que al Poder Ejecutivo no se le otorgase la iniciativa de proponer leyes. Lo que sí es importante es que el premonitorio artículo 74º estableciese que: “El ejercicio del Poder Ejecutivo nunca puede ser vitalicio y mucho menos hereditario. Dura el oficio de Presidente cuatro años: y no podrá recaer en el mismo individuo, sino pasados otros cuatro años”. 4. “LOS PERSAS” DEL CONGRESO NONATO La convocatoria a unas nuevas elecciones debió hacerse el día en que el Congreso Constituyente se autodisolvió el 10 de marzo de 1825, pero Bolívar no tenía prisa alguna. Él y su Consejo de Gobierno se encargaban de hacer y deshacer en el Perú. Fue el 20 de mayo, pasados cuatro días de que hubiese convocado la Asamblea del Alto Perú, cuando Bolívar, apoyándose en el sistema electoral aprobado por San Martín, ordenó elecciones para un Congreso General que debía instalarse el 10 de febrero del año 1826. El Libertador hizo algunos cambios del número de diputados que debían enviar cada provincia, fue así como se aumentaron en siete los 79 diputados que tenía la anterior legislatura. Eso debía tener alguna importancia que se nos escapa, pero lo que sí fue un atropello enorme fue que la representación de la provincia de Maynas quedara eliminada. De este modo Bolívar daba por sentado que la provincia peruana pertenecía a Colombia. Como no había ninguna institución del Estado, digamos Senado o Poder Judicial independiente, ni tampoco formación política que se le opusiera, la convocatoria del Libertador no trajo mayores protestas ni reparos. La votación se realizó a través de colegios electorales en cada parroquia. Éstos, según su número de habitantes, eligieron delegados al colegio electoral provincial, y allí se eligieron a los diputados que debían representarlos en el congreso. A pesar del trabajo de intimidación de los prefectos, muchos candidatos opositores a la dictadura fueron elegidos. Bolívar no esperaba tal reacción y ordenó a su Consejo de Gobierno que “autorice” a la sumisa Corte Suprema que él nombró, a examinar, calificar y resolver lo concerniente a los diputados electos. La Corte Suprema usó todas las argucias posibles para eliminar a los diputados cuya simpatía hacia Bolívar era dudosa, aún así algunos precavidos diputados electos, como los de Arequipa, vinieron con todos los papeles en orden a fin de no crear el más mínimo reparo de los jueces. Al ver que se filtraban potenciales opositores, Bolívar se dio cuenta que esos hombres eran un obstáculo para su Presidencia Vitalicia. Además eran un peligro 202
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