Primera carta a los Corintios (1Co)
Esta carta fue escrita en el año 55 siglo I d.C, del mismo modo, en Corintios los cristianos católicos provenían tantos de los judíos como de los paganos, por otro lado, San Pablo trata en este escrito de evitar las divisiones y aboga por la unidad del cuerpo de Jesús, es decir, de su Iglesia Católica, como también hace referencia al combate contra el paganismo. Se debe terminar con las divisiones dentro de la Iglesia Católica 1Co 1,10-13: Les ruego, hermanos, en nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, que se pongan todos de acuerdo y terminen con las divisiones, que encuentren un mismo modo de pensar y los mismos criterios. […] uno dice: “Yo soy de Pablo”, y otro: “Yo soy de Apolo”, o “Yo soy de Cefas”, o “Yo soy de Cristo”. ¿Quieren dividir a Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por ustedes? ¿O fueron bautizados en el nombre de Pablo? La cruz es poder de Dios y señal de Cristo 1Co 1,18: Porque el lenguaje de la cruz resulta una locura para los que se pierden; pero para los que se salvan, para nosotros, es poder de Dios. 1Co: 1,22-26: Mientras los judíos piden milagros y los griegos buscan el saber, nosotros proclamamos a un Mesías crucificado: para los judíos ¡qué escándalo! Y para los griegos ¡qué locura! Pero para los que Dios ha llamado, judíos o griegos, este Mesías es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues las locuras de Dios tienen más sabiduría que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.
Nadie puede quitar el fundamento que es Jesucristo
1Co 3,11: El fundamento ya está puesto y nadie puede poner otro, porque el fundamento es Jesucristo. Aquí San Pablo habla que el fuego probará todo, si la prueba resiste el fuego ira al Cielo, si no lo resiste, se salvará, pero con sufrimiento, es decir, no sin pasar por el fuego, sufrie ndo en el estado del Purgatorio.
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