Un resto de Israel se salvará o volverá, esto se cumple en la fundación de la Iglesia Católica por Jesucristo en el siglo I año 33 después de Cristo, puesto que la igles ia Católica estuvo en sus inicios constituida por judíos convertidos al cristianismo católico y sus Apóstoles era judíos, lo mismo dice Pablo en Rom 9,27 […]. Solo un resto se salvará […]. Is 10,20-23: […]. Un resto volverá […]. Jesús rama del tronco de Jesé (padre del rey David), sobre Él Dios Hijo reposará el Espíritu de Dios y hará justicia a los débiles, conjuntamente, su Iglesia Católica se hará famosa. Is 11,1-5.10: Una rama saldrá del tronco de Jesé, un brote surgirá de sus raíces. Sobre él reposará el Espíritu de Yahvé, espíritu de sabiduría e inteligencia espíritu de prudencia y valentía, espíritu para conocer a Yahvé y para respetarlo, y para gobernar según sus preceptos. No juzgará por las apariencias ni se decidirá por lo que se dice, sino que hará justicia a los débiles y defenderá el derecho de los pobres del país. Su palabra derribará al opresor, el soplo de sus labios matará al malvado. Tendrá como cinturón la justicia, y la lealtad será el ceñidor de sus caderas. Aquel día la raíz de Jesé se levantará como una bandera para las naciones, los pueblos irán en su busca y su casa se hará famosa. Satanás es arrojado del Cielo Is 14, 12-15: ¿Cómo caíste desde el cielo, estrella brillante, hijo de la Aurora? […]. En tu corazón decías: “Subiré hasta el cielo y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios […], seré igual al Altísimo”. Más ¡ay!, has caído en las honduras del abismo, […].
Cuando se le dan las llaves a alguien en la cultura judía se le entrega el poder, este pasaje del Antiguo Testamento prefigura la entrega por Jesús de las llaves de su Reino a San Pedro, es decir, de su Iglesia Católica y al que se le da las llaves se le dice padre (papa). Is 22,19-22: Te destituiré de tu puesto y te quitaré tu cargo; Aquel día llamaré a mi servidor, a Eliaquim, hijo de Helcías. Le pasaré tu traje, le colocaré tu cinturón, y le confiaré tu cargo, y será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la familia de Judá. Pondré en sus manos la llave de la Casa de David; cuando él abra, nadie podrá cerrar, y cuando cierre, nadie podrá abrir.
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