OPINIÓN 122
LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD
John Jairo Bermúdez Representante a la Cámara por Antioquia Centro Democrático
T
odo inició el domingo 11 de julio en San Antonio de los Baños, un pequeño municipio localizado a unos 30 kilómetros de La Habana y conocido localmente como “La Capital del Humor” en donde estalló la primera manifestación en contra del régimen castrista, que luego se fue expandiendo por toda la isla. El planeta entero se sorprendió ante estos hechos que no se presentaban en Cuba desde 1994, año en el que se registró el famoso “Maleconazo” en donde miles de cubanos salieron a las calles de La Habana a protestar por primera vez desde 1959 por situaciones similares a las de hoy: una economía precaria y escasez de alimentos y medicinas. La crisis generada por la pandemia no ha sido ajena para ningún país latinoamericano, en Cuba se presentaron los primeros casos en marzo de 2020, tres turistas italianos los primeros contagios detectados. Hoy son cerca de 240 mil los infectados y más de 1.500 los fallecidos a los que el Gobierno cubano no ha sabido atender. Al mal manejo de la pandemia se suma la falta de medicina, alimentos y los constantes cortes de energía que parecen ser los detonantes que enfurecieron a los resignados cubanos opositores al régimen para que salieran a las calles desde todos los rincones de la isla a pedir “libertad” y “el fin de la dictadura”. En contraste con la situación que atraviesa el país, el régimen cubano días antes anunciaba Abdala, la vacuna cubana contra el Covid-19. Como algo espontáneo y no premeditado califican los expertos en Cuba a estas manifestaciones que surgen de la insatisfacción popular represada durante muchos años desde el inicio de la revolución, consecuencia de un pésimo modelo económico y el embargo de Estados Unidos a la isla.
