OPINIÓN 54
NO A LA EUTANASIA
María del Rosario Guerra Senadora de la República Centro Democrático
“Desde el Congreso de la República seguiré diciéndole NO a la eutanasia, pero, además, continuaré impulsando iniciativas como la “Objeción de Conciencia”
N
uevamente la Corte Constitucional, usurpando funciones legislativas, se extralimita en sus decisiones, esta vez impulsando una cultura de muerte con la práctica de la eutanasia. No contentos con tomar decisiones favoreciendo el aborto, hecho que transgrede el derecho a la vida del no nacido y la dignidad de la mujer, hoy amplían los casos donde se puede practicar, sin que se penalice, lo que ellos llaman “morir dignamente”. Legalizan matar al enfermo, al que padece una enfermedad terminal o aquel que sufre una enfermedad dolorosa, aunque no sea terminal, sin darle siquiera la oportunidad de paliar y vencer el dolor recibiendo atención médica avanzada y de alta calidad para mejorar su calidad de vida y la de sus familiares. Estamos frente a una decisión gravísima. A la Corte no solo se le volvió costumbre legislar, apartándose de la separación de poderes, sino que parece olvidar que la vida es un derecho consagrado en el artículo 11 de la Constitución y que, por ende, es su deber protegerla y garantizarla, no vulnerarla como lo hace en este caso, escudados en lo que llaman “dignidad humana”. Esa complacencia de algunos de los magistrados a favor de la eutanasia se tenga o no una enfermedad ter-