Y de pronto, casi sin pensar, de manera completamente natural, penetré la imagen, sus múltiples lecturas, su paralelismo con los libros y las historias y un día, así nomás, nació una galería especializada en fotografía mexicana. Han pasado muchos años desde que di inicio a esta aventura extraña y fascinante que nació como un hijo no planeado para convertirse en el motor de la existencia. Desde siempre y a lo largo de ese trecho, es muy evidente el asombro que la fotografía mexicana despierta en toda aquella persona que la mira un poco más profundamente. La foto, como cualquier otra forma de arte, necesita de la participación del espectador—o lector, en el caso de los libros. Grandes fotógrafos mexicanos han documentado, desde el invento o descubrimiento de la fotografía, monumentos, costumbres, retratos, rituales, fantasías. Gracias a ellos y a ellas—pues es importantísimo mencionar a tantas y tantas mujeres que fueron grandes y muy reconocidas fotógrafas, dueñas de estudios y a quienes debemos trabajos de gran relevancia—tenemos la posibilidad de reconstruir una época de nuestro país. La fotografía es memoria. Nuestros recuerdos están, mayoritariamente, formados por narraciones y anécdotas contadas por nuestros padres y por la constancia visual de la imagen. La imagen es nostalgia, recuerdo, dolor, sueño, evocación. Nos devuelve una edad, una época, un momento olvidado y reconstruido gracias a que podemos pasar la yema del dedo sobre esa piedra, ese árbol, esa cara que hace tanto hemos dejado de ver. Nos permite mirar
sin perturbaciones, sin molestias, sin interrupciones. Así es como nos aprendemos la cara de aquel ser que estamos a punto de olvidar. La galería tiene esa vocación, una vocación de contar, de narrar historias desde aquellos que ya han dejado su impronta; los que están en plena creación; y los que inician con un nuevo discurso. Siempre de la mano de lo nuevo, buscando y encontrando lo que ha pasado, lo que está ocurriendo, lo que cada uno vive en este México rico, diverso, complicado, tan mexicano. Todos estos y estas grandes artistas forman el imaginario colectivo y la identidad desde su lugar, desde su experiencia y, con su infinito telar, forman un tejido teñido de añil que va contando nuestra historia.
Agenda de exposiciones: • 16 de marzo al 21 de mayo de 2022: Espacios Intermedios exposición de Paola Dávila e Ilán Rabchinskey en la sala principal. • 7 de abril al 18 de junio de 2022: M / D por Marianna Dellekamp, intervención en la biblioteca. • 2 de junio al 20 de agosto de 2022: Del acoso y digresión de Ana Blumenkron, Tania Bohórquez y Sylvana Burns; curaduría por Paola Dávila. • 8 de septiembre al 10 de diciembre de 2022: Exposición de Steve McCurry.