Un buen trabajo
CUENTO
María Antuña
—E
rnesto, él te quiere ver en
un botón con la letra “B” que juraría
su oficina —la asistente
nunca haber visto en todo el tiem-
le avisó por teléfono. Se levantó un
po que llevaba trabajando. Una gota
poco sorprendido. ¿Qué había hecho
de sudor aguardaba en la frente de
mal?, de pronto pensó que hasta aquí
Ernesto, sus manos rozaban su pan-
había llegado en este trabajo. Tocó
talón, la puerta se abrió. Avanzó has-
la puerta y él salió, siempre con una
ta adentrarse en un pasillo largo con
sonrisa en la cara.
muchas puertas en ambos lados.
—Mi querido Ernesto, ven ven…
—Ernesto, te llamé porque quiero
—lo palmeó en la espalda y lo con-
ascenderte de puesto —Ernesto to-
dujo hasta un ascensor, presionó
sió varias veces en señal de absoluta 27