CRÓNICA
Las enseñanzas más importantes
E
ran las diez de la mañana, ese
Como cualquier día bajé las esca-
día se me había hecho un poco
leras y caminé tres cuadradas hasta
tarde para ir a la escuela; sin em-
el metro. El sol me pegaba directa-
bargo, decidí emprender mi cami-
mente a los ojos desde que salí de mi
no hacia la preparatoria. Debía ir
edificio. Lo peor es que llevaba una
desde mi casa, ubicada al sur de
chamarra, como si estuviéramos en
la ciudad, hasta la Universidad La
pleno invierno; además, me acerca-
Salle; recorrí siete estaciones, des-
ba a, literalmente, el infierno naranja
de Coyoacán hasta Patriotismo.
segmentado en vagones. 55