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SUMARIO 202 EDITORIAL 04 Una vez más, le decimos que NO a las labranzas CIENCIA Y AGRO 06 Spoiler alert! La ciencia cada vez más a favor de la siembra directa
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INSTITUCIONAL 16 Dialogando para innovar
CIENCIA Y AGRO
MANEJO DEL SUELO
Spoiler alert! La ciencia cada vez más a favor de la siembra directa
26 Compactación de suelos: mejor prevenir que curar CULTIVOS INVERNALES 28 Sembrar colza para la realeza 32 El desafío es integrar CULTIVOS ESTIVALES 38 Maíz tardío: agendando la mejor fecha de secado de Vicia villosa PLAGAS Y ENFERMEDADES 44 Después de la tormenta, ¡las enfermedades! 48 Al combate de trips y arañuelas, los souvenirs de la seca COSECHA 52 Calibrando motores para cosechar más maíz AGTECH
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COSECHA
Calibrando motores para cosechar más maíz
60 El rottweiler de los silos bolsa MERCADOS 66 Anticipando los números de la gruesa MANEJO DE CAMINOS 76 Bioasfalto, un camino que debemos transitar GANADERÍA 82 Los 6 mandamientos de la siembra directa de pasturas 88 Nada se pierde, todo se transforma en abono para el suelo 98 El futuro del tambo en primera persona AGENDA 102 Eventos del mes
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MERCADOS
Anticipando los números de la gruesa
EDITORIAL Una vez más, le decimos que NO a las labranzas Nos preocupa el aumento de las labranzas y asumimos el desafío de ocuparnos de esta problemática siguiendo el mandato de nuestra institución. Hemos visto cómo avanzan las labores mecánicas, muchas veces de la mano de “nuevas herramientas” con viejos fundamentos, y que se “venden” como más inocuas para el suelo porque labran los primeros centímetros. Justamente estos primeros centímetros son los que tienen más vida y definen parámetros fundamentales como el intercambio gaseoso y la infiltración, entre otros. De hecho se afirma que el uso de estos implementos, supuestamente “inofensivos”, dejan rastrojo en superficie y hasta se argumenta que ¡no se sale del sistema se siembra directa!. Entendemos que detrás del crecimiento de las labores mecánicas hay un problema mucho más complejo. El productor tiene que hacer frente a diversos desafíos, algunos de ellos más puntuales, como las malezas resistentes y la compactación, por ejemplo. Pero también se suma la búsqueda de supuestas soluciones de corto plazo ante la falta de previsibilidad; la aparente intención de simplificar el sistema dado el poco tiempo disponible para la observación y la reflexión, por el tiempo que se desperdicia en la creciente burocracia; y la enorme presión tributaria que no permite margen de error para adaptar nuevos conceptos de la producción siempre viva, siempre verde que ya aprendimos y nos lleva a aferrarnos a prácticas ya superadas.
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La aparente “solución” de las labranzas, va en contra de la evolución del sistema productivo que necesita el planeta en varios aspectos. Su impacto negativo no se circunscribe a la salud química y física del suelo, sino que afecta además el microbioma y la atmósfera a través de la emisión de gases de efecto invernadero. Trae consigo más erosión y mineralización de la materia orgánica, con implicancias negativas en suelo y la liberación de carbono a la atmósfera. Afecta el ecosistema microbiano del suelo, trae de vuelta los barbechos con menos vida y menor actividad biológica, aumenta el consumo de combustible fósil, con el consecuente incremento de la huella de carbono, yendo a contramano del camino que tenemos que recorrer para mitigar el cambio climático, y dejar un mejor suelo y planeta para las generaciones venideras. La solución profunda y de largo plazo a todos estos desafíos, viene de la mano de la intensificación sustentable. Mantener los planteos productivos verdes y vivos la mayor cantidad de tiempo posible, mediante la rotación de cultivos de invierno y verano, con cultivos de servicios y sistemas agrícola-ganaderos integrados, donde estén dadas las condiciones para hacerlo. De esta manera, podremos controlar malezas desde el sistema, evitando y revirtiendo la compactación mediante los distintos sistemas radiculares. Asimismo, aumentaremos la captura de carbono a través de la fotosíntesis, ciclando en forma más activa los nutrientes del suelo, fijando biológicamente nitrógeno, todo esto a través de un microbioma en plenitud. A todos estos beneficios, se suma la baja en el uso de insumos externos.
Estamos convencidos de que las ventajas de estos sistemas son incontrastables. Por lo tanto, las preguntas que debemos hacernos son: ¿Por qué su nivel de adopción no crece cómo debería? ¿En qué situación estamos hoy? ¿Qué nivel de adopción hay? ¿Cómo se pueden adaptar a los distintos ambientes? ¿Cómo podemos difundir la información que ya tenemos? Necesitamos difundir y crear indicadores que permitan inferir el nivel de actividad de nuestro microbioma. Sin duda, estos sistemas más complejos requieren una mirada más holística y una observación más profunda, y tiempo para observar y preguntarse, tiempo para aprender.
Estamos ante una encrucijada. O volvemos a simplificar nuestros sistemas productivos o evolucionamos hacia una mirada más integral, más compleja, más biodiversa, emparentada con la naturaleza y su exquisita complejidad y sofisticación para equilibrar los biomas. Creemos en este camino de evolución y estamos dispuestos a recorrerlo, co-construyendo redes de conocimiento cada vez más interdisciplinarias, pensando también en soluciones globales para problemas globales que abarquen al suelo, al planeta y a las generaciones actuales y futuras.
Marcelo Torres, Vicepresidente Aapresid
EDITOR RESPONSABLE David Roggero DIRECTOR ADJUNTO PROSPECTIVA Ing. Nicolás Bronzovich
SUBDIRECTOR ADJUNTO PROSPECTIVA Ing. Paola Díaz
S TA F F REDACCIÓN Y EDICIÓN Ing. Rodrigo Rosso COLABORACIÓN Ing. Martín Rainaudo Ing. María Francovigh Ing. Matías D’Ortona Ing. Virginia Cerantola Ing. Segundo Fernández Páez Ing. Carla Biasutti Lic. María Cecilia Ginés Ing. Franco Bardeggia Ing. Eugenia Niccia Ing. Juan Cruz Tibaldi Rocío Belda Ing. Tomás Coyos Ing. Andrés Madias Ing. Florencia Accame Ing. Suyai Andrea Almirón Ing. Magalí Gutiérrez
GENERACIÓN DE RECURSOS Ing. Alejandro Clot Lic. Cristina Bowden Ing. Alejandro Fresneda Elizabeth Pereyra Guillermina Acuña COMUNICACIÓN Lic. Victoria Cappiello Dg. Matilde Gobbo Ing. Florencia Cappiello Lic. Lucía Ceccarelli Ing. Carolina Coronel GESTIÓN DE CONTENIDO Ing. María Eugenia Magnelli COORDINACIÓN DISEÑO REd de innovadores Dg. Matilde Gobbo MAQUETACIÓN Dg. Daiana Fiorenza
Dorrego 1639 Piso 2 Of. A Tel. 0341 426 0745/46 aapresid@aapresid.org.ar www.aapresid.org.ar La publicación de opiniones personales vertidas por colaboradores y entrevistados no implica que sean necesariamente compartidas por la dirección de Aapresid. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos sin autorización expresa del editor.
CIENCIA Y AGRO
Spoiler alert! La ciencia cada vez más a favor de la siembra directa Se suman nuevos argumentos científicos a favor de este sistema que prioriza la salud de un recurso clave como el suelo. Un repaso por las últimas publicaciones.
Los beneficios de la siembra directa son muy conocidos por los agricultores argentinos, básicamente por sus experiencias prácticas, y son confirmados por numerosas publicaciones científicas que salen a la luz año a año. En esta nota de Ciencia y Agro seleccionamos algunos de los últimos artículos publicados sobre el tema, que suman argumentos respecto a sus beneficios e invitan a implementar estas prácticas en los sistemas agroproductivos.
Por: Permingeat, H.
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Cuando se habla de labranza conservacionista se hace referencia a un sistema de prácticas agronómicas que incluyen labranza reducida o no labranza, cobertura orgánica permanente del suelo mediante la retención de residuos de cultivos y rotación de cultivos, incluidos los cultivos de servicio. Según el grado de influencia sobre el suelo (propiedades físicas), la labranza de conservación se divide en labranza reduci-
da, que tiene una cobertura de residuos de cultivos y menos perturbación del suelo en comparación con la labranza convencional (incluye la labranza reducida, el aflojamiento profundo o el subsolado), y sin labranza, que es una práctica de labranza sin alteración del suelo y con cobertura de residuos de cultivos (Zhang y col., 2021). La práctica intensiva de labranza convencional disminuye la materia orgánica del suelo y la fertilidad, altera los macroagregados y conduce a una mayor tasa de erosión en la mayoría de los suelos agrícolas. Esta intensa perturbación del suelo con su superficie desnuda a lo largo de toda la temporada de cultivo también provoca una alta evaporación y una condición seca del suelo para el crecimiento de los cultivos, lo que conlleva a su degradación y afecta las funciones del ecosistema.
Beneficios sobre los suelos Precisamente, uno de los beneficios de la siembra directa se vincula con las propiedades físicas de los suelos. Hati y col. (2021) observaron que la retención de residuos combinada con la fertilización nitrogenada en un sistema de siembra directa de largo plazo (50 años) mejora la formación y estabilidad de macroagregados de un suelo Vertisol. Los grandes macroagregados se forman por la unión de pequeños macroagregados y microagregados. Los principales aglutinantes son la materia orgánica, las raíces, hifas fúngicas y los productos microbianos. Los macroagregados no son tan estables como los microagregados, su tasa de rotación es más rápida y son más susceptibles a la alteración mecánica por la labranza. Los sistemas de siembra directa pueden promover la macroagregación al reducir la perturbación del suelo y aumentar la concentración de carbono orgánico en los ma-
croagregados. Por su parte, la fertilización con N puede aumentar la agregación del suelo a través de una mayor entrada de residuos de cultivos y biomasa de raíces en los sistemas del suelo. Esta fertilización con N también puede resultar en productos microbianos ricos en N que brindan un anclaje adicional del carbono orgánico nuevo a las superficies arcillosas y estabilizan ese carbono orgánico, lo que resulta en la formación y estabilización de nuevos agregados. Asimismo, una mayor adición de residuos aumenta la producción de biomasa vegetal (por ejemplo, a través de la retención de rastrojos, pero también a través de la fertilización con N) y puede mejorar la formación de macroagregados. Esto se debe a que los residuos de cultivos son fuente de C y energía para la actividad microbiana. Por lo tanto, el C orgánico recién agregado actúa como un centro de nucleación para la agre-
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gación y proporciona energía para que los microbios produzcan productos microbianos como agentes aglutinantes. La mayor formación de microagregados estables causada por la combinación de siembra directa, retención de rastrojos y fertilización con N, puede tener efectos importantes en las propiedades del suelo. Uno de ellos se da sobre las concentraciones de carbono, a partir de la formación de macroagregados estables que facilitan el atrapamiento de residuos en descomposición, lo que da como resultado un aumento de las concentraciones de C en el suelo. Además, las mejoras en la agregación del suelo influyen en la porosidad y la capacidad de retención de agua del suelo. La macroagregación (porosidad, >0,1 mm) mejora la infiltración de agua en la superficie del suelo y la aireación en la zona de raíces y reduce el anegamiento, que es fundamental para los Vertisoles de textura fina. Por lo tanto, las condiciones para el crecimiento de las plantas mejoran potencialmente, lo que aumenta la adición de residuos de plantas y, por lo tanto, la formación de nuevos macroagregados. Sin embargo, el efecto a largo plazo de la labranza, y el manejo del rastrojo y la fertilización en la retención de agua del suelo no está bien documentado para los sistemas subtropicales de secano donde el crecimiento (y el rendimiento) a menudo se determina por la cantidad de agua almacenada en el suelo. Por lo tanto, resulta clave comprender cómo los cambios en el manejo afectan la retención y el movimiento del agua del suelo en estos entornos; sobre todo si se tiene en cuenta que los cambios
en la retención del agua del suelo influyen en la capacidad de los cultivos para sostener el crecimiento durante las estaciones más secas. Estos autores encontraron que los tratamientos de aplicación de siembra directa, retención de residuos y fertilización con N produjeron los rendimientos más altos en este y otros suelos de la región. Por lo tanto, la adopción a largo plazo de estas prácticas podría mejorar la sostenibilidad del sistema de producción agrícola al aumentar los macroagregados grandes y la estabilidad de los agregados en la capa superficial, lo que contribuye a una estructura del suelo favorable, retención de agua y mejor aireación en Vertisoles (Hati y col., 2021). Zhang y col. (2021) analizaron un sistema rotacional de prácticas de labranza conservacionistas que incluyen siembra directa, pero también labranza vertical (subsolado). Partieron de la premisa de que la no-labranza como único sistema puede crear un suelo ácido y gradualmente compactado, con reducida mezcla de materia orgánica en las capas profundas del suelo. La labranza cero a largo plazo daría como resultado la acumulación de nutrientes en la superficie del suelo, la disminución del rendimiento de los cultivos o la compactación de la superficie del suelo. Además, frente a la ausencia de arado/cincel, también puede aumentar la densidad aparente del suelo anualmente, lo que reduce el espacio poroso y disminuye la absorción de nutrientes y agua por parte de las raíces. Los autores postulan que la labranza conservacionista (labranza reducida/subsolado) incorporada en el sistema de labranza cero podría aumentar el rendimiento de los cultivos y conservar más agua del suelo que los sistemas de labranza única. La combinación de diferentes prácticas de labranza en una rotación racional que se adapte al sistema de cultivo puede contrarrestar algunos defectos causados por las prácticas de monolabranza. Por lo tanto, la optimización
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Los tratamientos de aplicación de siembra directa, retención de residuos y fertilización con N produjeron los rendimientos más altos en este y otros suelos de la región
Agenda Aapresid Información para la toma de decisiones que el productor necesita, cuando la necesita.
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Algunas de las temáticas que pasaron y que se vienen: Cultivos de servicio • Pasturas y verdeos • Cosecha gruesa • Manejo de plagas • Cultivos de invierno • y de verano Siembra y fertilización • Ganadería • Agtech • Y mucho más…
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de las prácticas de labranza es esencial para la producción de cultivos en la agricultura de secano. En este sentido, se necesita un sistema de labranza conservacionista de rotación específico del sitio para mitigar los defectos de la labranza única. Simultáneamente, la rotación también puede deshacer muchos de los efectos positivos de los sistemas de labranza de conservación sobre las condiciones del suelo. La estructura del suelo y los nutrientes son dos indicadores importantes que deciden la calidad, función y salud del suelo. Botta y col. (2022) también hacen foco en las propiedades físicas del suelo en sistemas de siembra directa y discuten la compactación de suelos de la región pampeana y los rendimientos de soja. Según analizan, la alteración de la estructura del suelo por la compactación afecta las tasas de infiltración y la capacidad de almacenamiento de agua del suelo. Esto puede reducir la cantidad de agua potencialmente disponible para el cultivo durante la temporada de crecimiento y afectar la productividad del cultivo. La compactación del suelo puede aumentar el riesgo de erosión y escorrentía superficial (tasa de infiltración reducida), además de influir en el transporte de nutrientes y sedimentos a los cursos de agua y en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La compactación es una consecuencia del tráfico de equipos sobre el suelo que, a su vez, puede incidir en una disminución de rendimientos en el cultivo. A pesar de esto, el efecto de la compactación en la productividad de los cultivos depende del efecto estacional del clima,
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que es más significativo en los años secos. Los autores discuten un manejo controlado del tráfico en los campos para evitar la compactación del suelo, que incluye: minimización (carga reducida, presión de inflado de neumáticos reducida), remediación (labranza) y confinamiento (tráfico controlado). Según sostienen, algunas de estas opciones están disponibles y pueden ser implementadas por los productores de soja en Argentina. Por ejemplo, la agricultura de tráfico controlado (CTF) se aprobó con resultados satisfactorios en términos de respuesta del suelo y del cultivo, pero aún no se adoptó en la agricultura a escala comercial. Entre las barreras que frenan la adopción de CTF está la necesidad de modificar el equipo agrícola para adaptarse a las vías comunes y anchos de implementos. Los autores concluyen que las tasas de infiltración de agua disminuyeron significativamente con el aumento de la huella del tráfico (hasta un 35% en el tráfico aleatorio), lo que redujo el agua disponible para las plantas e influyó en el rendimiento de los cultivos. Los rendimientos de grano con tráfico cero fueron bastante consistentes entre años, pero aumentaron con el tráfico controlado (que se acercó progresivamente a los rendimientos logrados con tráfico cero) y disminuyeron en el tráfico aleatorio a tasas promedio de 33 y 29 kg/ha por año, respectivamente. Las diferencias de tratamiento en el rendimiento del grano se ampliaron en los años más secos en comparación con los años más húmedos, cuando el crecimiento y el rendimiento del cultivo estuvieron menos limitados por la disponibilidad de agua.
Las tasas de infiltración de agua disminuyeron significativamente con el aumento de la huella del tráfico (hasta un 35% en el tráfico aleatorio), lo que redujo el agua disponible para las plantas e influyó en el rendimiento de los cultivos.
Malezas y siembra directa La adopción de prácticas de siembra directa puede alterar la dinámica de la población de malezas, incluida la densidad y diversidad de especies, la riqueza y la distribución vertical de las semillas de malezas en el perfil del suelo, lo que eventualmente genera cambios de especies. Debido al buen contacto entre la semilla y el suelo, las malezas anuales de semillas pequeñas pueden germinar rápidamente en la superficie del suelo, lo que resulta en una mayor densidad de malezas en sistemas sin labranzas si se lo compara con la labranza convencional. Por su parte, la profundidad de semillas de malezas asociada con la labranza puede influir en la viabilidad de las semillas y en las densidades de las poblaciones. Por ejemplo, se describió que las semillas de
amaranto Palmeri que se enterraban a 10 cm de profundidad perdían su viabilidad en un 99,9% después de 4 años en un suelo franco arenoso. En sistemas de siembra directa, la mayoría de las semillas de malezas (90%) estaban presentes a una profundidad del suelo de 0 a 5 cm, mientras que en la labranza convencional solo se encuentra entre el 12 y el 27% de las semillas a esta profundidad. También se documentó que el sistema de siembra directa tiene semillas de malezas altamente germinables m–2 en los 5 cm superiores del suelo, que disminuyeron sustancialmente con el aumento de la profundidad del suelo (Govindasamy y col., 2021). En estas condiciones es claro que debe ajustarse el manejo de malezas con sistemas integrados que incluyan herbicidas, cultivos de servicio, rotación, etc.
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Labranza conservacionista, secuestro de carbono y degradación del suelo El artículo de Hussain y col. (2021) analiza el rol de las prácticas de labranza conservacionista sobre el secuestro de carbono y la degradación del suelo. Estos autores estudian el potencial de los suelos para secuestrar carbono y mitigar el efecto invernadero acelerado mediante la adopción de diferentes prácticas de manejo agrícola. Afirman que se podría secuestrar una cantidad significativa de carbono orgánico mediante la conversión de labranza convencional a labranza de conservación. Enfatizan en que el aspecto más importante de la agricultura de conservación es mejorar el crecimiento de las plantas y la salud del suelo sin dañar el medioambiente. En los procesos de mitigación y adaptación al cambio climático, la siembra directa es el método más ecológico entre las diferentes técnicas de labranza, ya que permite una intensificación sostenible de los cultivos para satisfacer las futuras demandas agrícolas. Aunque la labranza cero sugiere la ausencia de labranza, en realidad, se deben aplicar varios componentes a un sistema de agricultura para garantizar rendimientos mayores o iguales y un mejor desempeño ambiental que los sistemas de
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labranza convencionales. El sistema de cultivo sin labranza sostiene la salud del suelo y los ecosistemas, y se considera una estrategia eficaz para restaurar el suelo y secuestrar el C atmosférico. La siembra directa combinada con la retención de residuos de cultivos en el campo o el uso como mantillo retiene una porción muy significativa del CO2 atmosférico y aumenta la eficiencia en el uso del agua y los nutrientes. Bajo un sistema de agricultura de conservación, la rotación de cultivos también se muestra prometedora para restaurar el suelo y secuestrar C, porque contribuye a aumentar las tasas de acumulación de carbono orgánico en varias profundidades del suelo. Los autores destacan que la mayoría, sino todas, las prácticas de manejo agrícola que promueven el secuestro de carbono también mejoran la estabilidad de los agregados del suelo, la capacidad de retención de agua, la fertilidad del suelo y garantizan la seguridad alimentaria. Estos beneficios colaterales deberían servir como incentivos para una acción aumentada. La discusión sobre el potencial del secuestro de carbono del suelo seguirá siendo un puente hacia el futuro.
La discusión sobre el potencial del secuestro de carbono del suelo seguirá siendo un puente hacia el futuro.
REFERENCIAS • Botta GF, Antille DL, Nardon GF, Rivero D, Bienvenido F, Contessotto EE, Ezquerra-Canalejo A, Ressia JM (2022). Zero and controlled traffic improved soil physical conditions and soybean yield under no-tillage. Soil & Tillage Research 215: 105235 20679 • Govindasamy P, Sarangi D, Provin T, Hons F, Bagavathiannan M. (2021). Thirty-six years of no-tillage regime altered weed population dynamics in soybean. Agronomy Journal, 113: 2926-2937 20383 • Hati KM, Jha P, Dalal RC, Jayaraman S, Dang YP, Kopittke PM, Kirchhof G, Menzies NW. (2021). 50 years of continuous no-tillage, stubble retention and nitrogen fertilization enhanced macro-aggregate formation and stabilization in a Vertisol. Soil & Tillage Research 214: 105163 20677 • Hussain S, Hussain S, Guo R, Sarwar M, Ren X, Krstic D, Aslam Z, Zulifqar U, Rauf A, Hano C and El-Esawi MA (2021). Carbon Sequestration to Avoid Soil Degradation: A Review on the Role of Conservation Tillage. Plants, 10: 2001 20669 • Zhang Y, Tan C, Wang R, Li J, Wang X. (2021). Conservation tillage rotation enhanced soil structure and soil nutrients in long-term dryland agriculture. European Journal of Agronomy 131: 126379 20576
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Dialogando para innovar En tres encuentros virtuales, destacados académicos, referentes y productores agropecuarios dieron su visión sobre los sistemas de producción en los biomas del Gran Chaco y los Cerrados, y sobre los desafíos futuros en un mundo que demanda cada vez más sustentabilidad en la producción de alimentos, fibras y energía.
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La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) con el apoyo de Land Innovation Fund (LIF) organizó los Land Innovation Dialogues, una tríada de eventos virtuales sobre “Innovación colaborativa y enfoque holístico para cadenas de soja y sistemas de producción sustentables”. Los encuentros, realizados en octubre, noviembre y diciembre, propusieron instalar una visión holística sobre el debate de la producción agropecuaria sustentable y poner en valor iniciativas innovadoras que ya se están implementando en la región, impulsadas por los múltiples actores de la cadena productiva. Hace más de 30 años, en Argentina se comenzó a implementar e impulsar un nuevo paradigma agrícola basado en el sistema de siembra directa, a través del cual se logra aumentar la productividad sin los efectos negativos inherentes a la labranza convencional. La adopción de siembra directa en nuestro país se extendió a múltiples provincias y llegó a superar el 90% de la superficie sembrada en la campaña 2019/20, promedio que se ha mantenido
durante al menos la última década. “Esto se logró gracias al emprendedurismo de los productores, los principales interesados en cuidar su principal recurso, el suelo, y quienes, a través del intercambio de experiencias y basándose en la ciencia, lograron adoptar este nuevo paradigma agrícola de cuidado y que se encuentra en mejora continua”, afirman desde Aapresid. Otro aspecto clave del sistema de siembra directa es la visión holística, donde el foco no se coloca en una problemática particular, sino que se observa al sistema productivo en su conjunto para identificar las mejores prácticas que contribuyen a la sustentabilidad: el cuidado de la salud y biodiversidad de los suelos, la rotación de cultivos y la eliminación de la monocultura, la aplicación racional de insumos, entre otras. En este sentido, problemáticas puntuales tales como la deforestación, la degradación de los paisajes y otras prácticas no sustentables, se abordan desde una perspectiva sistémica e integral, contemplando múltiples herramientas, tecnologías y actores.
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Dando inicio al ciclo de diálogos, Carlos E. Quintela (Director del LIF) destacó en la apertura que, ante un contexto complejo, las soluciones requieren de la ciencia y la innovación integrada con el productor agropecuario. Por su parte, David “Bachi” Roggero (presidente de Aapresid) agregó que el desafío reside en encontrar el máximo valor de los tres ejes de la sustentabilidad - económico-productivo, social y ambiental - para que el negocio de la soja y la
producción agropecuaria sean parte de la solución frente al cambio climático. Así se dio inicio a un rico intercambio a lo largo de tres encuentros, durante los cuales surgieron importantes reflexiones sobre cómo se aborda la sustentabilidad de la producción agrícola en la región, los desafíos que enfrentan los productores y las oportunidades que representa la coyuntura actual para el sector en general.
Acortando brechas entre productividad y protección del medio ambiente El primer encuentro del ciclo se centró en la mirada de los productores y de otros actores de la cadena sobre la producción agropecuaria sustentable, dando cuenta de cómo ser productivos y hacerlo de forma amigable con el medio ambiente es posible. Uno de los ejes abordados se focalizó en la producción agrícola en Brasil, particularmente en los estados de Mato Grosso, Bahía y Maranhao, territorios en parte comprendidos en el bioma de los Cerrados, y cómo la forma en que producen soja convierte a este cultivo en un vector de sustentabilidad. En 2020, Brasil ocupó el 5o lugar en el mundo como productor de granos, fibras y oleaginosas, produciendo más de 250 millones de toneladas. En el desarrollo de esta producción, los productores cumplen con regulaciones establecidas y aplican buenas prácticas para ser sustentables en su actividad. Desde el punto de vista legal, el nivel de regularización es muy alto: más del 65% del territorio rural de Brasil está registrado en el Cadastro Ambiental Rural, lo cual evidencia el amplio cumplimiento del 20% de reserva legal en fincas que exige el Código Forestal Brasileño. Este alto nivel de acatamiento también se ve reflejado en los proporciones de uso del suelo: según datos de EMBRAPA, el 30% de la superficie se destina a uso agrícola (en contraste con el 74% que utiliza EEUU y el 65% que utiliza Europa), y el 66% corresponde a áreas protegidas y preservadas (en contraste con el 20% en EEUU y 21% en Europa). Del total del área protegida en Brasil, el 33% de la misma pertenece a haciendas, es decir que
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hay más de 280 millones de hectáreas preservadas en el mundo rural. Desde el punto de vista de la productividad, en las últimas 20 campañas la producción de soja aumentó 213% mientras que el área sembrada lo hizo en una considerable menor proporción: 163%. Esto fue posible gracias a la adopción de tecnologías y buenas prácticas tales como la siembra directa, la rotación de cultivos, la integración con ganado, la cobertura de suelos con cultivos vivos, todo lo cual contribuye a elevar el secuestro de carbono, mejorar la fertilidad de los suelos, la infiltración y por ende la productividad. El desarrollo de prácticas sustentables estuvo fuertemente impulsado por el Estado brasileño desde los ‘70, promoviendo la inversión en I+D e implementando planes de fomento y crédito. Otro de los ejes centrales del encuentro fue el alto nivel de adopción de la agricultura de conservación en países del Cono Sur en general, y en Argentina en particular, como así también los factores que contribuyeron a esto. Se destacó cómo el protagonismo del productor, trabajando en conjunto con la ciencia y traccionando la innovación para desarrollar buenas prácticas, fue y sigue siendo clave en esta expansión. No obstante, la siembra directa por sí misma es condición necesaria pero no suficiente para desarrollar sistemas productivos sustentables. Se debe evolucionar con mejora continua y con una visión holística del sistema productivo, contemplando varios factores como el equilibrio entre la capacidad productiva, su integralidad y sus servicios ecológicos;
EL DOBLE DE NOVEDADES, EL DOBLE DE OPORTUNIDADES PARA ESTAR AHÍ. Se aproxima una Expoagro con el doble de ganas de ir, el doble de novedades para ver y el doble de oportunidades para aprovechar. Del 8 al 11 de marzo. Nos volvemos a encontrar, con el doble de motivos, en la Capital Nacional de los Agronegocios.
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el desarrollo socioeconómico de las comunidades asociadas; sistemas productivos silvopastoriles y rotaciones con siembra directa; producir realizando un diseño del paisaje para mantener corredores biológicos; todo mediado por la adopción de la dinámica de innovación colaborativa. Continuando con estos lineamientos, y poniendo el foco en cómo el involucramiento de privados es clave para ser exitosos en la conservación de biomas frágiles como el Gran Chaco, se identificó a los productores como parte de la solución del dilema producción-naturaleza. Los sistemas productivos en nuestra región, con todas las características que comprenden, demuestran que la conservación del medio ambiente y la producción de alimentos pueden ser compatibles, generando impactos positivos en el desarrollo
social y en la construcción de sistemas agroalimentarios eficientes y equilibrados. La región se posiciona como uno de los proveedores de alimentos más importantes en el mundo para satisfacer la demanda de una población creciente, especialmente de mercados emergentes como África y Asia. En este marco, tanto desde las perspectivas de actores de la cadena de soja de Argentina y de Brasil, se alentó a salir del dilema producción y naturaleza, brindando aportes sobre cómo abordar la problemática de la sustentabilidad con experiencia, con innovación y con mejora continua. Fomentar el conocimiento, la innovación y la digitalización de la agricultura nos va a permitir producir más y mejores alimentos, salir de la pobreza y el desempleo, protegiendo al medio ambiente en un contexto de cambio climático.
Innovación colaborativa y mejora continua en el camino de la recuperación Durante el segundo diálogo, las intervenciones mostraron cómo la visión holística de la producción sustentable se aplica a la producción agrícola en general y a la de soja en particular. Como marco introductorio al intercambio, se abordaron algunos ejes centrales del debate actual sobre deforestación y conversión, y el potencial que existe para recuperar ambientes degradados. Según datos de 2020, alrededor del 28% del Gran Chaco Argentino fue incorporado a la producción agropecuaria, correspondiendo el 72% a superficie sin transformar. En este sentido, no nos encontramos actualmente en una situación de “emergencia”, pero sí es imperativo trabajar en acciones que contribuyan a la sustentabilidad del bioma y a la protección de la biodiversidad, tales como el ordenamiento territorial y la recuperación de tierras degradadas. Lo que se necesita son buenas prácticas productivas y ambientales. Como ejemplo concreto del potencial que existe para recuperar tierras degradadas en el norte argentino, se presentó la labor de la empresa CUAECO, dedicada al manejo agroecológico de cultivos extensivos, y su enfoque en la implementación de tecnologías de procesos reemplazando a las tec-
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nologías de insumos. Con la incorporación de cultivos de servicios se logró recuperar la estructura de los suelos, la fertilidad química y la actividad biológica, usando menos herbicidas, fijando nitrógeno en el suelo, fijando agua de lluvias y logrando mejor infiltración. En conjunto, la implementación de buenas prácticas favoreció la resiliencia del ecosistema a los desequilibrios. Desde el punto de vista de la cadena de soja en su conjunto - integrada por instituciones de la ciencia y tecnología, asociaciones de productores, insumos, comercio, industria y servicios - se destacaron varios ejes que hacen a la sustentabilidad de la soja, no solo en origen sino también a lo largo de la cadena y el amplio abanico de subproductos que se elaboran. En este sentido, la soja no solo es alimento sino también energía, y la intensificación de su procesamiento no sólo agrega valor, sino que también contribuye a la protección del medio ambiente. Por ejemplo, la producción de biodiesel de soja en Argentina ha contribuido a reemplazar importaciones de gasoil, reduciendo la emisión de GEIs. Asimismo, las aplicaciones industriales de derivados de soja englobados en la “química verde” también evidencian las posibilida-
des que ofrece el cultivo, como por ejemplo la elaboración de lubricantes a base de soja en lugar de aquellos derivados del petróleo. Debemos aprovechar el arco de posibilidades que ofrece el principal producto exportable del país, creciendo de manera sustentable y sin dañar el medio ambiente. Sin dudas, estamos atravesando una coyuntura de importantes desequilibrios en lo ambiental, social y económico, y hay muchos aspectos por mejorar. No obstante, hay evidencia de que compatibilizar producción de alimentos y protección de la naturaleza, utilizando tecnologías de procesos y recorriendo el camino de la recuperación, es posible y se está haciendo. Avanzando en un ejemplo de sistema de trabajo concreto a través del cual se buscan respuestas a demandas concretas de productores preocupados por implementar prácticas sustentables, se presentó el Sistema Chacras, el programa de investigación y desarrollo de Aapresid. Aquí el eje central está puesto en la ciencia y la inno-
vación, donde los productores trabajan a la par con científicos para encontrar soluciones. Desarrollado en colaboración con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (organismo público argentino dedicado a la investigación en el agro), se trata de una metodología de trabajo enfocada en la innovación colaborativa para desarrollar tecnologías de procesos que respondan a problemas concretos, bajo condiciones reales de producción en diferentes ambientes. Las banderas del programa son el “protagonismo horizontal”, donde el productor trabaja al lado de la ciencia aportando su conocimiento empírico, y el “aprender produciendo”, siendo la mejor manera de transmitir y de adoptar el conocimiento que se va generando, premisas a partir de las cuales se desarrollan soluciones y se contribuye al desarrollo local de triple impacto: ambiental, empresarial y social. Haciendo un recorrido por algunas experiencias concretas, se ilustró el impacto que tiene este sistema de trabajo. La Chacra
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Bandera (al sureste de Santiago del Estero) se inició para dar respuesta al problema de malezas resistentes y luego, con la incorporación de cultivos de servicio, enfocó sus estudios a ajustar las rotaciones, la fertilidad, los balances de carbono y los niveles de napa freática. Actualmente Bandera es una de las zonas donde se desarrollan más cultivos de servicios, demostrando que el nivel de aprendizaje logrado fue muy significativo. La Chacra Pergamino (sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires) se centró en la evolución del carbono del suelo frente a distintos esquemas de rotación. A través de la intensificación sustentable, se logró aumentar la captura de carbono en suelos, incrementar sus niveles de materia orgánica y de biodiversidad, reducir las aplicaciones de herbicidas, y reducir las emisiones netas. Un dato no menor fue que, observando los márgenes brutos al final del ciclo, se comprobó que se puede cuidar el ambiente y ser rentables al mismo tiempo. En tercer lugar, la experiencia de la Chacra Valles Irrigados Norpatagónicos (VINPA) demostró cómo a través de la intervención humana positiva se logró desarrollar una produc-
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ción agropecuaria en una zona con suelos pobres en materia orgánica y 250 mm de precipitaciones al año. Tras 10 años de trabajo, hoy cuentan con excelentes índices productivos de grano y carne, habiendo logrado desarrollar un sistema productivo integrado de alta productividad donde la soja es un componente vital del sistema. El objetivo de contar estas experiencias fue mostrar cómo en distintas zonas del país encontramos evidencias concretas de que el eje del debate no debería estar en si el ser humano interviene o no en el medio ambiente, sino en cómo se produce esta intervención. Las experiencias de las Chacras demuestran que el trabajo conjunto de productores con científicos contribuye a mejorar las condiciones existentes. En este sentido, la interacción entre el compartir conocimiento generado, la visión tecnológica a través del intercambio con expertos y la formación de recursos humanos, genera un círculo virtuoso donde los resultados logran un nivel de abordaje de problemas que sería muy difícil de hacer de forma individual.
Las experiencias de las Chacras demuestran que el trabajo conjunto de productores con científicos contribuye a mejorar las condiciones existentes.
Certificaciones y trazabilidad: herramientas importantes aunque no suficientes Durante el tercer encuentro virtual se abordó la temática de certificaciones y trazabilidad de la producción, en tanto herramientas necesarias - aunque no suficientes - para alcanzar la sustentabilidad en la cadena de soja. En este sentido, desde la perspectiva de productores se destacó que certificar permite parametrizar, medir lo que se hace y llevar un seguimiento año tras año mediante registros e indicadores, todo lo cual conduce a la mejora continua y a agregar valor. Muchos productores ya implementan las acciones exigidas por las certificaciones por convicción, y no por obligación; el desafío está en que cuenten con la orientación y capacitación necesarias para poder cumplir con los requisitos para certificar. Un ejemplo en este sentido es la implementación de Agricultura Sustentable Certificada (ASC), certificación brindada por Aapresid y primer estándar argentino reconocido a nivel internacional a través de la plataforma Sustainability Map, lo cual per-
mite la venta de materia prima de origen sustentable a la Unión Europea. ASC es un sistema de gestión de la calidad que contempla buenas prácticas en los tres ejes de la sustentabilidad (ambientales, sociales y productivas), y cuenta con un sistema de créditos que constituyen un incentivo para los productores que certifican. Desde la mirada de la demanda europea de productos agropecuarios, se remarcó la prohibición vigente relativa a la colocación de commodities que estén unidos a la deforestación, siendo uno de los criterios deseados la soja libre de conversión. Esta exigencia requiere un 100% de trazabilidad y geolocalización de la producción, condición a la cual contribuyen con la evidencia necesaria los esquemas de certificación, tales como ASC. Está claro que las certificaciones son una gran herramienta que contribuye al desarrollo de una cadena de soja sustentable. No obstante, deben ir acompañadas del refuerzo de alianzas, de cooperación entre
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actores y de diálogo. El objetivo de esto es subsanar tensiones como las existentes entre las visiones Sur-Norte, productor-consumidor, sector privado-sector público y perspectivas de medio ambiente-desarrollo, y generar confianza entre todos los actores
de la cadena. Se deben buscar los caminos para compatibilizar los objetivos de producción y de conservación, involucrando a actores locales para que el desarrollo esté guiado de abajo hacia arriba.
El camino a seguir en la construcción de sistemas productivos sustentables: desafíos y oportunidades Una serie de hilos conductores subyacentes resaltaron, en distintos momentos del ciclo de charlas, algunas visiones compartidas en torno a los desafíos y oportunidades del sector agropecuario en la actualidad. Uno de los retos identificados es la necesidad de mejorar la comunicación sobre los sistemas productivos sustentables de nuestros países, es decir, cómo contar de forma efectiva a la sociedad - a nivel local y también internacional - sobre la manera en que se desenvuelve la actividad productiva en nuestra región y el impacto positivo que genera. Este desafío se vincula, a su vez, con la necesidad de generar evidencia y datos concretos y darlos a conocer, un aspecto cada vez más importante en la coyuntura actual donde las opiniones con escaso fundamento científico encuentran canales de visibilidad muy amplios. En este sentido, se destacó la oportunidad que existe hoy en día en el mundo para generar información sólida y concreta: el avance de desarrollos científicos y la posibilidad de medir impactos da lugar a la creación de mecanismos que permiten validar fehacientemente los servicios ambientales que brinda la producción de determinada materia prima. Comunicar y mostrar esto con transparencia conducirá a que los mercados acompañen. Otro eje de preocupación manifestado a lo largo de los diálogos es en torno a las exigencias del mercado internacional, particularmente las provenientes de la Unión Europea, las cuales pueden constituir una barrera para-arancelaria para países productores y exportadores de soja. No obstante, también se invitó a pensar este eje como una oportunidad para que Argentina se po-
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sicione, ya que la legislación que regula el suministro de materias primas comprende una calificación de riesgo, y en nuestro país la mayor parte de la soja que se exporta no proviene de zona de deforestación. Un aspecto fundamental y oportunidad para el sector agropecuario, aún más considerando la importancia estratégica del Cono Sur y sus niveles de producción, es comprender cómo la agricultura es parte de la solución y no del problema en relación a los desafíos planteados por el cambio climático. Se trata del único sector que puede ser sumidero de carbono: los sistemas de siembra directa y las reservas de vegetación activa no solo capturan carbono, sino que pueden generar créditos de carbono que se comercialicen con industrias que necesitan neutralizar sus emisiones. Sin duda, y como se ha mencionado a lo largo de los encuentros, hay muchos aspectos por mejorar, pero nuestra región sabe cómo aumentar la producción sustentable basados en ciencia, fortaleciendo los sistemas agroalimentarios y cuidando a la naturaleza. La forma de lograr esto y escalar el potencial de la agricultura como parte de la solución, es a través del protagonismo y compromiso del productor, y en el marco del diálogo. Involucrar a los productores en los debates y definiciones a nivel local y nacional en torno a políticas, a líneas de investigación, como en los debates internacionales relativos a los sistemas alimentarios y la sustentabilidad, es clave para alcanzar la implementación y diseminación efectivas de innovaciones sustentables aplicables a campo. Además, es necesario profundizar y multiplicar los espacios de encuentro y de diálo-
Se trata del único sector que puede ser sumidero de carbono: los sistemas de siembra directa y las reservas de vegetación activa no solo capturan carbono, sino que pueden generar créditos de carbono que se comercialicen con industrias que necesitan neutralizar sus emisiones.
go entre todos los actores que conforman la cadena productiva: la sustentabilidad no es un desafío individual sino colectivo. Culminando esta tríada de diálogos, se desprende la importancia de conocer las
visiones de los diferentes actores y de construir el diálogo para un plan de acción común en pos de una producción de soja y agropecuaria en general en el Gran Chaco y en los Cerrados que sea más sustentable, resiliente e inclusiva.
Panelistas invitados: Marcelo Torres (Aapresid), Ricardo Arioli Silva (productor rural de Mato Grosso), Luiz A. Pradella (productor rural de Bahía), Alejandro Brown (Fundación ProYungas), Gisela Introvini (FAPCEN), Rodolfo Rossi (ACSOJA), Cezar Rizzi (Campo Brasil), Jorge Adámoli (UBA, INTA, CONICET), Luis Zubizarreta (ACSOJA), Alejandro Cuadra (CUAECO), Rodolfo Gil (INTA-Aapresid),
Marcelo Arriola (Aapresid), Jorge Mazzieri (Aapresid), Pablo López Anido (Aapresid), Teddy Cotella (Aapresid), Daniel Kazimierski (TFA), Alexander Döring (FEFAC), Gabriel Delgado (IICA), Federico Trucco (BIOCERES), Wellington Andrade (APROSOJA MT) Los diálogos contaron con mensajes de bienvenida del Director de LIF, Carlos E.
Quintela, y del presidente de Aapresid, David Roggero, y fueron moderados por los siguientes miembros y/o directivos de Aapresid: María Beatriz “Pilu” Giraudo, Alejandro O’Donnell, María Augusta González, Edgard Ramírez, Paola Díaz y Pedro Vigneau. Manifestamos nuestro gran agradecimiento a todos por su colaboración para el desarrollo de los eventos.
Instituciones que nos acompañan
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MANEJO DE SUELO
Compactación de suelos: mejor prevenir que curar Hoy en día existen numerosas acciones que ayudan a prevenir o remediar la compactación de los suelos. Repasamos algunas prácticas de manejo sumamente útiles para que tengas en cuenta.
La estructura del suelo consiste en el ordenamiento de sus partículas (arena, arcillas, limo, materia orgánica) en forma de agregados, con la presencia de espacios vacíos o poros, tanto dentro como entre los agregados. Los poros tienen distintos tamaños y los macroporos en particular facilitan el drenaje rápido, la infiltración, la aireación y el crecimiento radical.
los macroporos, frente a la aplicación de un estrés o presión (por ejemplo tránsito de maquinaria o pisoteo animal).
La compactación es una de las principales modificaciones desfavorables de la estructura de los suelos bajo distintos sistemas de manejo. Se puede definir como un proceso de compresión del suelo en condiciones no saturadas de agua. Esto disminuye su volumen, a expensas de la pérdida de
Hay distintas variables para diagnosticar la existencia de procesos de compactación en los suelos, como la densidad aparente, infiltración y resistencia mecánica, y técnicas visuales sencillas para evaluar el estado de la estructura.
Todos estos efectos se ven incrementados por el tránsito de maquinaria pesada, especialmente cuando el suelo está húmedo; así como rotaciones simplificadas con predominio del cultivo de soja.
Acciones para prevenir o corregir la compactación
Por: Dra. Ing. Agr. Carina R. Alvarez Cátedra de Fertilidad y Fertilizantes, FAUBA.
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Se pueden realizar numerosas acciones o prácticas para prevenir o remediar la compactación. En general, resulta menos costoso, más sencillo y perdurable prevenir que corregir la compactación. En la Tabla 1 se detallan algunas medidas preventivas y de remediación de la compactación. Algunas actúan sobre el control de fuerza apli-
cada (estrés) y otras sobre la capacidad del suelo para resistirlo (capacidad portante). Medidas como ordenar el tránsito de cosecha descargando en cabecera o en calles intermedias, mostraron tener un importante impacto sobre el rendimiento en el tiempo. También sirve aumentar el ancho del neumático
para reducir la presión aplicada. En el caso de planteos mixtos, el manejo de la carga y el tiempo de pastoreo según la capacidad portante del suelo son las prácticas claves. Es esencial aplicar las prácticas de prevención y remediación siempre que sea posible. Por ejemplo, si podemos cosechar con un buen piso, aunque no sea siempre, y le sumamos la acción positiva de las raíces y biota, controlamos la presión de neumáticos y ordenamos parcialmente el tránsito, todo está a favor. La presencia de raíces disminuye la susceptibilidad del suelo a la compactación, pero también es un mecanismo de remediación natural o biológico. Los cultivos de servicios ofrecen numerosos beneficios para los sistemas productivos. Esto facilita su incorporación ya que se valora también la posibilidad de reducir costos. Por ejemplo, si hay leguminosas
se puede fijar nitrógeno y se disminuye el uso de herbicidas. Por su parte, la remediación mecánica (paratill, paraplow, cultivie, etc.) tiene un alto costo energético y baja perdurabilidad en el tiempo. Un trabajo de recopilación de ensayos en la región pampeana muestra una perdurabilidad de la práctica de 17 meses, y en algunas situaciones, se alcanza una compactación mayor que antes de usar el implemento. El pasaje de escarificadores deja al suelo con menos capacidad portante y más susceptible a ser compactado si las labores siguientes se realizan con el suelo húmedo. Por este motivo, es fundamental la aplicación de prácticas preventivas de compactación y nada mejor que apelar a mecanismos de agregación biológicos (raíces, macrofauna) para asegurar una buena calidad física del suelo que perdure en el tiempo.
Prevención Control de la fuerza aplicada
- Intensidad de tránsito: control de tránsito, peso de la máquina, número de pasadas. - Reducción de la presión ejercida por los neumáticos (extremo orugas). - Manejo de carga animal y tiempo de pastoreo.
Conocer los procesos involucrados en la compactación, sin dudas permite aplicar un conjunto de prácticas de manejo factibles
Capacidad portante del suelo
- Contenido hídrico del suelo. - Actividad biológica. - Materia orgánica.
en nuestros contextos productivos y así prevenir o revertir situaciones puntuales, y tender a un manejo sustentable de los suelos.
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CULTIVOS INVERNALES
Sembrar colza para la realeza La empresa Munira Foods apuesta por el cultivo de colza no solo para diversificar rotación, sino por su aporte a la curva de floración de sus campos para la producción apícola. Un cultivo que se siembra con un propósito distinto.
Por: Marcos Flesia (Regional Monte Cristo Aapresid)
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El cultivo de colza es una de las opciones de invierno que supo posicionarse como una alternativa de diversificación interesante. La empresa Munira Foods, dedicada a la producción de alimentos, también apuesta a la colza, aunque no solo para diversificar la rotación de producción de granos, sino para que ocupe un lugar estratégico en la curva de floración de sus campos.
Y es que la colza se tornó vital para ellas, las reinas de la empresa, que son las abejas. La colza les dio la posibilidad de aumentar el contenido proteico que ingresa a la colmena mediante el polen. Según destacan desde la empresa, son pocos los cultivos invernales que pueden proveer de néctar y polen al ecosistema.
Conociendo sobre su manejo San Carlos es el establecimiento donde funciona el centro de la empresa y está ubicado en la zona rural aledaña a la localidad de Río Primero, Córdoba, cuya latitud es -31.269175° y longitud -63.666900°. La precipitación anual en Río Primero ronda los 700 mm promedio, con inviernos secos y con una gran cantidad de heladas que contribuyen a tener una baja a nula floración en los meses invernales. El cultivo antecesor de la colza que sembraron en el año 2021, fue un silo de maíz en condición de riego. El lugar de siembra se pensó por el impacto en la física del suelo generado por el tránsito durante el picado de maíz. La presión radicular ejercida por este cultivo es una alternativa de solución a los efectos causados por los camiones en el suelo. El barbecho pre-siembra fue con Glifosato y sulfentrazone. El cultivo se fertilizó en es-
tadio de roseta para un objetivo de 3 toneladas por hectárea. Según contaron, el cultivo de colza fue sembrado a 17,5 cm utilizando cajón alfalfero. Vale recordar que se trata de un cultivo muy sensible a la profundidad de siembra por la simple razón de la uniformidad en la emergencia, que le garantiza una floración uniforme, sin generar complicaciones al momento de la cosecha. En esta oportunidad, la densidad de siembra fue de 6 kilogramos por hectárea, lo que les permitió lograr un correcto stand de plantas. La floración comenzó en el mes de agosto y se identificaron en el lote algunas zonas con anticipación a la floración, según el antecesor. Particularmente, en la zona donde hubo pérdida de máquina de trigo de la campaña anterior se observó un adelantamiento de la floración de diez días.
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En cuanto a plagas, el cultivo presentó pulgón y Plutella xylostella. Esto generó un desafío para la aplicación contra pulgón ya que al estar en Umbral de daño económico, era necesario controlarlo y al mismo tiempo debían preservar las abejas. Para esto, decidieron usar un producto de contacto de baja duración en el ambiente, para no generar mortandad de abejas, y lo aplicaron cuando la abeja ya estaba nuevamente en las colmenas. Para la cosecha utilizaron corte hilerado. Luego del secado natural, la cosecharon con su propia máquina cosechadora. La caída en las precipitaciones y los grandes calores de fin de ciclo generaron una disminución en los rendimientos esperados. Sin embargo, el cultivo de colza se tornó vital para las abejas. “La colza nos dio la posibilidad de aumentar el contenido proteico que ingresa a la colmena mediante el polen. Las abejas si solo son alimentadas con Hidratos de Carbono, salen a buscar proteína al exterior. Si no la encuentran la colmena desaparece”, señalaron.
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La curva floral propuesta por el equipo de Munira Foods adelanta 2 meses a la floración natural. Para ello, es fundamental trabajar en la dieta de las abejas durante el periodo invernal. Dicha dieta tiene que lograr un equilibrio entre hidratos de carbono y proteína, y al acercar proteína natural a las colmenas, favorecen el desarrollo de la cría. Desde la empresa, destacan la posibilidad también de generar un subproducto como es la venta directa de polen al consumidor. “Hoy estamos pensando en utilizar la colza como cultivo de servicio ecosistémico, implantando el cultivo de forma temprana para lograr floración rápidamente. De esta forma no disminuimos condición en la cámara de cría para prepararnos para pasar el invierno”, contaron. No solo es polen lo que ingresa a las colmenas sino que generan alrededor de 10 kg de miel unifloral de colza trazadas con el sistema de trazabilidad de la empresa, lo que les permite ofrecer productos premium su su marca.
Sobre Munira Foods El principal objetivo que persiguen en Munira Foods es la Recomposición Ecosistémica en el sentido amplio. Con el impulso de su creador, Julián Baldunciel, miembro de la Regional Aapresid Monte Cristo, la empresa trabaja sobre el ecosistema completo: la economía como base primaria de la sustentabilidad, el ambiente y la interacción de los diferentes agentes, con foco en las personas y la mejora de su calidad de vida. “Nuestro objetivo está en producir alimentos que lleguen directamente al consumidor y sean valorados por su alta calidad, los cuales están comercializados por Munira Foods”, contaron. Actualmente la empresa cuenta con un equipo de 12 personas de contratación directa, que combina jóvenes profesionales; personas sin capacitación previa, con ganas de desarrollarse; producción por ambientes combinada con las mejores prácticas de conservación y alto rendimiento; tecnología de procesos que garanticen una
mejora continua, la capacidad de gestionarlos de manera eficaz y la construcción de modelos que usen a la trazabilidad como método de certificación; y más de 12 actividades productivas que se proveen servicios entre sí. La interacción balanceada del ambiente es la clave de la empresa para potenciar el desarrollo y la mejora continua. La empresa combina múltiples herramientas tecnológicas, que junto a procesos de análisis individual o sitio específicos, les permite aumentar el nivel de conocimiento e información. El impacto ambiental y la captura de carbono son ejes fundamentales para el desenvolvimiento de la empresa. “El Carbono es positivo siempre y cuando forme parte de un ciclo, tenga continuidad y beneficie al ecosistema en el que está. El carbono como un número y sin interacción con los de su entorno NO genera beneficio”, entienden desde la empresa.
“El Carbono es positivo siempre y cuando forme parte de un ciclo, tenga continuidad y beneficie al ecosistema en el que está. El carbono como un número y sin interacción con los de su entorno NO genera beneficio”
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CULTIVOS INVERNALES
¡El desafío es integrar! Arveja, un cultivo que conjuga la agricultura y la ganadería
Por: Ing. María Eugenia Magnelli
Para conocer cómo se integra una leguminosa invernal como la arveja con la producción agrícola y ganadera, conversamos con Manuel Pereyra Iraola, de la Regional Aapresid Tandilia, para que nos cuente su experiencia
La región agroecológica y sus características edafoclimáticas “Tandil es un partido muy grande y por ende una región edafoclimática muy diversa asociada a sus suelos y sus relieves”, inició Manuel Pereyra Iraola (socio de Aapresid y miembro de la Regional Tandilia) al iniciar la conversación. Para describir el sitio dónde desarrolla la actividad agropecuaria, el socio de Aapresid diferenció dos regiones bien marcadas. La zona serrana, con suelos profundos, pendientes pronunciadas a suaves y excelente aptitud agrícola. Pero, el riesgo climático es mayor debido al corto periodo libre de heladas en las partes más bajas, y al estrés hídrico por menor infiltración en las posiciones altas del el paisaje o zonas de pendientes mayores al 3%. Predominan Argiudoles tipicos sin grandes limitaciones, salvo la profun-
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didad de tosca en algunos casos. La otra zona de Tandil es más tendida, con lomadas largas seguidas de bajos anegables, hacia Rauch, Ayacucho, Napaleofú. En general, son campos más templados, mixtos,
donde la integración con la producción bovina permite sacar mayor provecho a esas áreas ganaderas, que muchas veces tienen rasgos de halomorfismo o simplemente son hidromórficos.
¿Por qué arveja? Cuando le preguntamos al productor tandilense por qué eligió arveja, dijo inmediatamente “Decidí implantar Arveja como parte de una integración entre la ganadería y la agricultura”. Advirtió que en el campo donde llevan adelante un ensayo de la Regional Tandilia, la producción ganadera es de ciclo completo. Recibe la recría de otro establecimiento ubicado en el oeste. “Para terminar la recría tenemos instalado un feedlot que utilizamos para dar el sprint final o nivelar las distintas categorías durante el proceso de engorde”, manifestó. El socio de Aapresid subrayó que el objetivo buscado en la arveja es doble. Por un lado, está la cuestión agronómica, intensificar la rotación y balancear la relación
C/N. Respecto a este punto profundizó “La arveja nos permite incluir una leguminosa de invierno que nos entregue el lote en una fecha similar a una cebada temprana, pudiendo implantar un maíz con buen potencial y sin el problema del consumo de nitrógeno por el antecesor, como en el caso de la fina”. Por otro lado, está la producción ganadera “Nutricionalmente la idea es lograr un alimento con excelente balance Energía/Proteína”, indicó. Y agregó “Lo damos tal cual, sin quebrarla y es super palatable. Se reemplaza afrechillo de trigo, maíz, pero sobre todo cáscara de soja. Si la cáscara de soja tiene 12% de proteína, la arveja tiene 20-24% (amarillas un poco más que verde) y suma aproximadamente 2025% de energía”.
¿Cuándo comenzaron? Pereyra Iraola explicó que la Regional Aapresid Tandilia va a cumplir 4 años, por lo que la nutrida red de ensayos es diversa pero no antigua. Según aclaró, las primeras experiencias en arveja la iniciaron en la campaña en el 2020-21, en la cual evaluaron fechas de siembra y antecesores. Pero recién en la campaña 2021-22, comenzaron firmes con un Ensayo comparativo de rendimiento (ECR), en el que sembraron diferentes variedades invernales y primaverales, por ahora en un solo sitio. “Incluimos en el ensayo variedades invernales, que no están presentes en redes de la zona, y para nuestra sorpresa los resultados fueron espectaculares. Por supuesto la inclusión de variedades invernales requiere de trabajar con dos fechas de siembra diferentes, las primeras en mediados de junio y las primaverales a mediados de julio”, mencionó.
El socio de Aapresid dijo que en el primer año de experiencia evaluaron 7 variedades, algunas del semillero Bioseminis, “incluimos variedades de miembros de la regional para poder comparar lo que estamos usando (Reussite, una variedad amarilla primaveral). Para la campaña 22-23 el semillero Limagrain ya nos confirmó su participación con lo cual estaremos agrandando el porfolio testeado”, puntualizó.
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¿Cuáles fueron los principales desafíos y prácticas de manejo que debieron ajustar? El productor tandilense comentó que el manejo agronómico de arvejo es sencillo. En primer lugar, por la simple razón de que no se dispone de muchas herramientas de control de malezas en post emergencia. “La clave está en comenzar con el lote limpio, para eso podemos disponer de Imazetapir para el barbecho corto junto con el glifosato. Solo contaremos con el Metribuzin como rescate, con algún costo energético de detoxificación”, manifestó. Para evaluar distintos herbicidas pre emergentes, comentó que realizaron un ensayo en microparcelas dirigido por Carolina Maune (miembro del equipo técnico de ADMA). En el mismo, utilizaron principios activos que, en algún caso, no se encuentran registrados para arveja, como es el caso de Terbutrina. Según los resultados, no encontraron diferencias significativas entre los tratamientos evaluados, si bien la presión de malezas era muy baja en el arranque del cultivo.
Dando algunas claves a la hora de implantar el cultivo, subrayó la importancia de usar inoculantes específicos para arveja, y la necesidad de sembrar “muchos kilos” para alcanzar 85 a 100 pl/m². Una vez establecidas las plantas, el aspecto sanitario se vuelve prioritario. En ese sentido recomendó “Hay que realizar monitoreos periódicos por la agresividad, tanto de los pulgones como de los hongos. Particularmente Ascochyta, ataca todas las partes aéreas de la planta, hojas, tallos, pecíolos, vainas; los síntomas iniciales son pequeñas manchas necróticas en la inserción de las hojas o el tallo”. Para combatir las enfermedades, aplican fungicidas junto con fitoestimulantes con fosfitos de cobre. “Es importante evitar cualquier anegamiento, buscar suelos sueltos con buena infiltración, posiciones en el paisaje con escurrimiento”, puntualizó.
La clave es alcanzar entre 85 a 100 plantas/m²
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El socio de Aapresid explicó que sembraron arveja en un lote que venía de avena de cosecha. Advirtió evitar maíz como antecesor, dado que la mayor cobertura generada por los rastrojos complica la emergencia y la cantidad de plantas logradas. Respecto de la elección de variedades, se inclinan por Reussite. Es una arveja amarilla, con la cual han tenido muy buenos resultados, presenta alto potencial de rendimiento y lleva varios años en el mercado.
INVIERNO
PRIMAVERA
Rinde del lote
“La información generada en el ensayo irá definiendo la variedad elegida, justamente es el objetivo buscado”, aseguró. En la Tabla 1 se observan los resultados del ECR, en el que se destaca el desempeño de la variedad de ciclo invernal Baltrap. “Al igual que hacemos con el cultivo de trigo, siempre es recomendable diversificar ciclos, habrá que encontrar el % de participación ideal para nuestra zona entre invernales y primaverales”, reforzó.
Variedad
Kg/ha
Aviron
4250
Baltrap
5125
Curling
4125
Yaris
750
Arli1
2125
Kingfisher
2500
Reussite
3385
Tabla 1 Rendimiento alcanzado en las variedades estudiadas 2021/22
En cuanto a la cosecha, la realiza justo antes que la cebada, en general requiere de un desecado con Paraquat por la asincronía con la que se “entrega” el cultivo.
Arveja, divino alimento Pereyra Iraola dijo que actualmente la producción de arveja se destina principalmente a la alimentación ganadera. “Es súper palatable, a las vacas les encanta y la conversión en kilos es muy buena”, manifestó. Explicó que el grano tiene un nivel aceptable de almidón, reduciendo los volúmenes de maíz en la dieta. Además, no tiene grasas ni factores antinutricionales como la soja o el algodón. Reemplaza el pellet de soja y girasol o expeller, aunque se utiliza en mayor cantidad. Como se comentó ante-
riormente, el porcentaje de proteína ronda el 25%, el dato interesante es que se degrada muy fácilmente en el rumen. En la dieta se suministran entre 2 a 2,5 kg y se da tal cual. Es ideal para hacer creep feeding.
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Pensando en contratos comerciales para la siembra de arveja, aclaró que hasta el momento no ha hecho experiencia. No obstante, si los resultados en las variedades verdes se sostienen, podrían incluirlas en la rotación para diversificar el cultivo invernal. En ese sentido acotó, “Aviron, es una variedad invernal verde que rindió lo mismo que Baltrap (amarilla). Hace un tiempo se creía que las variedades amarillas rendían más que las verdes, pero con los nuevos desarrollos genéticos esto dejó de ser así”. Luego agregó “La comercialización de la arveja toma valor de referencia de la Bolsa de Comercio de Rosario, hace ya dos años publica precio, y sino de AFA. El mercado es cada vez más grande, disponiendo de negocios casi todo el año, sobre todo lejos de la cosecha”.
La arveja es súper palatable, a las vacas les encanta y la conversión en kilos es muy buena
Pros y contra del cultivo, según Manual Pereyra Iraola Ventajas Excelente alternativa para incluir en la rotación como especie de invierno
Pocas herramientas disponibles para el control de malezas
Por su condición de leguminosa, aporta nitrógenos al sistema mediante fijación biológica.
Muy sensible al anegamiento
Facilita la logística. La siembra se coordina junto con la fina, al igual que la cosecha.
Madurez despareja. Requiere estar atento a la integridad de la cosecha, manejando muy bien los tiempos entre el desecante y la cosecha.
Mayor rentabilidad. La cosecha anticipada de arveja permite implantar un maíz con buen potencial, obteniendo un margen de doble cultivo muy atractivo. Diversidad de usos del grano. Hoy la arveja es un precursor de los alimentos para mascotas por su nivel de proteína. Además de ser un excelente alimento para bovinos (feedlot), cerdos, e incluso humanos.
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Desventajas
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Vamos por más Antes de finalizar nuestra conversación con Manuel Pereyra Iraola, el socio de Aapresid destacó el rol proactivo de la Regional Tandilia en la búsqueda de herramientas que ayuden a potenciar el Sistema de Siembra Directa, siendo la intensificación de la rotación y su diversidad una premisa. En ese sentido reflexiona “La siembra de arveja, cultivos alternativos o el uso de cultivos de servicio, es algo que debemos potenciar y seguir investi-
gando, buscando nuevas especies o procesos que provean nuevos servicios”. Siguiendo con la lógica de integración agrícola – ganadera, camino abierto por la arveja, este año sembraron Poroto Mung bajo convenio sobre un lote de cebada, y otro sobre avena y trigo. “Sumamos alternativas que liberen temprano el lote, en marzo, y en los planteos mixtos nos permita ir a pasturas o verdeos sin un “descanso” por no en-
trar una soja de segunda, o incluso sembrar otra fina habiendo balanceado C/N con la leguminosa de verano”, subrayó. Y concluyó, “Antes de despedirme, quiero agradecer especialmente a Agustín Aranaga, nuestro sembrador y asistente que con enorme paciencia nos permite incluir ensayos en casi todos los cultivos, siempre con la mejor predisposición y seriedad”.
¡Hay equipo! Manuel Pereyra Iraola (frente derecha), junto a Javier Kitrosser (ATR Regional Aapresid Tandilia) y Agustín Aranga (Sembrador).
AGRADECIMIENTO
Queremos agradecer especialmente a Manuel Pereyra Iraola por su gran entusiasmo y excelente predisposición para realizar esta nota.
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CULTIVOS ESTIVALES
Maíz tardío: agendando la mejor fecha de secado de Vicia villosa En una campaña con escasez de lluvias, la disponibilidad de agua es clave para la determinación del rendimiento. ¿Cómo incide la fecha de secado del cultivo de servicio antecesor y la fertilización nitrogenada?
Por: Federico Zorza¹ y Andrés Madias² ¹ Regional Pergamino-Colón Aapresid. ² Sistema Chacras Aapresid.
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En las últimas campañas, la Regional Pergamino-Colón de Aapresid generó mucha información respecto a la producción de maíz tardío sobre cultivos de servicio (CS) de Vicia villosa. Datos generados en la Chacra Pergamino, tanto en ensayos como en lotes de producción, muestran variabilidad en el comportamiento del maíz sobre este CS, según la campaña, el ambiente y el manejo del CS.
La disponibilidad de agua para la siembra de maíz y la dinámica en la oferta de nitrógeno son factores claves en la determinación del rendimiento de este cultivo. Para conocer más al respecto, desde la Regional y la Chacra se propusieron estudiar el efecto de la fecha de secado del CS de Vicia villosa y la fertilización nitrogenada sobre el cultivo de maíz tardío.
Materiales y métodos Durante la campaña 2020/21 se instalaron tres ensayos en campos pertenecientes a miembros de la Regional Pergamino-Colón, en los establecimientos Las Parvas (LP) en Carmen de Areco - Bs. As, La Oración (LO) en Salto - Bs. As., y San Nicolás (SN) en Uranga - Santa Fe. Los mismos se realizaron sobre lotes que en esta campaña tuvieron una secuencia de Vicia villosa como cultivo de servicio seguida por maíz tardío.
Las fechas de secado evaluadas (cinco) fueron 1/10, 15/10, 1/11, 15/11 y 1/12; y la fertilización con N del maíz se manejó con dos niveles: 0 y 150 kg N aplicados ha-¹, utilizando urea incorporada. El diseño utilizado fue en bloques completos con dos repeticiones. La Vicia villosa fue sembrada en todos los casos durante la primera quincena de mayo y la descripción del manejo en cada sitio se describe en la Tabla 1. El maíz tardío fue sembrado el 7, 8 y 17 de diciembre en LO, LP y SN, respectivamente.
Los factores que se evaluaron fueron dos: la fecha de secado de Vicia villosa y la fertilización con nitrógeno (N) en maíz tardío.
Establecimiento
Fecha de siembra
Densidad
Espaciamiento
Fertilización
(kg semilla ha-¹)
(cm)
(kg ha-¹)
Las Parvas
9/5
20
17,5
45 MAP
La Oración
15/5
16
19,0
50 SPT
San Nicolás
5/5
18
17,5
-
En cada fecha de secado de Vicia villosa se determinó la producción de biomasa, mediante cortes al ras del suelo en dos sectores de 1 m² dentro de cada parcela. Al momento de la siembra del cultivo de maíz, se determinó el contenido de agua útil en el perfil hasta 1,5 m de profundidad. Al momento de cosecha, se determinó rendimiento del cultivo de maíz y humedad de grano, para su posterior corrección a hu-
Tabla 1 Manejo del cultivo de Vicia villosa en cada uno de los sitios.
medad comercial (14,5 %). Adicionalmente, se determinaron N de nitratos a 0-60 cm el 15/11, en V6, en R1 y en madurez fisiológica, aunque estos datos no se muestran en este informe. El análisis de datos se realizó mediante ANOVA y regresiones lineales simples, utilizando el software estadístico Infostat (Di Rienzo et al., 2020).
AUSPICIA Resultados y discusión Producción de biomasa de Vicia villosa La producción de biomasa aérea de Vicia villosa varió entre 2900 y 10150 kg MS ha-¹ (Figura 1). Estas producciones se lograron con lluvias de entre 80 y 371 mm durante el ciclo de crecimiento, según el establecimiento y la fecha se secado (Figura 2). En todos los sitios el atraso en la fecha de secado permitió una mayor acumulación de biomasa, especialmente en LO y LP. En SN
las menores precipitaciones ocurridas en septiembre y noviembre, respecto a LO y LP, podrían haber limitado el incremento de la producción de biomasa con el atraso en la fecha de secado (Figura 1). Vanzolini et al. (2010) reportaron el impacto del atraso en la fecha de secado sobre la producción de biomasa de Vicia villosa.
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Figura 1 Producción de biomasa de Vicia villosa para cada fecha de secado en cada establecimiento.
Figura 2 Lluvias mensuales en cada establecimiento.
Agua útil a la siembra del maíz tardío El agua útil disponible a la siembra del cultivo de maíz varió entre 114 y 286 mm (Figura 3). Los mayores niveles de agua útil se encontraron sobre las fechas de secado más tempranas (1/10 y 15/10). Cabe destacar que en LP las fechas de secado del 1/11 y 15/11
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no mostraron reducción en el contenido de agua útil respecto a fechas de secado más tempranas, posiblemente favorecidas por las lluvias de octubre (118 mm) y noviembre (74 mm) (Figura 2).
Rendimiento de maíz tardío El rendimiento promedio de maíz fue de 5583, 7460 y 11589 kg ha-¹ para SN, LO y LP, respectivamente (Figura 4). En los tres sitios se encontró efecto significativo de la fecha de secado y de la aplicación de N (p<0,01), mientras que la interacción fecha de secado x N solo fue significativa en LO. La fecha de secado de Vicia villosa fue determinante del rendimiento en los tres sitios. Las fechas de secado del 15/11 y del 1/12 tuvieron un impacto significativo en el rendimiento en los tres sitios respecto a fechas más tempranas; en SN la fecha de secado del 1/11 también tuvo un impacto negativo en rendimiento respecto a fechas de secado previas. Estos resultados se pueden explicar en parte por el impacto de la fecha de secado sobre la disponibilidad de agua útil a la siembra del maíz (Figura 3), en una campaña donde las lluvias durante el ciclo fueron escasas (323, 385 y 520 mm de diciembre a abril para LO, LP y SN, respectiva-
mente), especialmente durante febrero donde el cultivo de maíz tardío ubica gran parte de su período crítico (7 a 52 mm; Figura 2).
Figura 3 Agua útil a la siembra del maíz en cada sitio según la fecha de secado de Vicia villosa.
Asimismo, se encontró respuesta a la fertilización nitrogenada en maíz tardío sobre Vicia villosa. Esta respuesta fue en promedio de 810 y 944 kg ha-¹ en SN y LP, respectivamente, y no se modificó la respuesta según la fecha de secado de la Vicia villosa. Por otro lado, en LO esta respuesta varió entre 737 y 4639 kg ha-¹, y las mayores respuestas se obtuvieron en las fechas de secado más tempranas de Vicia villosa, posiblemente por la mejor disponibilidad hídrica y el menor aporte de N de la Vicia villosa cuando se secó temprano (Figuras 1 y 3). Estos resultados difieren de los encontrados por Enrico et al. (2020) quienes sugieren la ausencia de respuesta a la fertilización con N en maíz tardío cuando es antecedido por Vicia villosa inoculada.
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Las Parvas
Rendimiento (kg ha-1)
La Oración
San Nicolas
15000
15000
15000
12000
12000
12000
9000
9000
9000
6000
6000
6000
3000 0
FS: p<0,001 N: p<0,001 FSxN: p<0,05; DMS=1950 kg.ha-1
1/10
15/10
1/11
15/11
Fecha de secado de vicia
La disponibilidad de agua útil a la siembra de maíz mostró una relación lineal y positiva con el rendimiento (Figura 5). Esto mostró la importancia de un correcto manejo de la fecha de secado del cultivo de servicio en función de la disponibilidad de agua en el suelo y las probabilidades de recarga según la zona y el pronóstico para
3000 1/12
0
3000
FS: p<0,001; DMS: 528 kg.ha-1 N: p<0,001; DMS: 334 kg.ha-1 FS x N: p=0,62
1/10
15/10
1/11
15/11
1/12
0
Fecha de secado de vicia
un determinado año. La fertilización con N permitió una mayor eficiencia en el uso del agua almacenada en el suelo al momento de la siembra respecto a los maíces no fertilizados (44 vs. 39 kg grano por cada mm de agua útil almacenado) (Figura 5).
Sin N Con N
FS: p<0,001; DMS: 769 kg.ha-1 N: p<0,01; DMS: 486 kg.ha-1 FS x N: p=0,67
1/10
15/10
1/11
15/11
1/12
Fecha de secado de vicia
Figura 4 Rendimiento de maíz sin (―) y con (- -) fertilización nitrogenada en cada fecha de secado de Vicia villosa en La Oración, Las Parvas y San Nicolás. FS significa fecha de secado y N significa nitrógeno.
Figura 5 Relación entre agua útil a la siembra y rendimiento para maíz tardío sin y con fertilización nitrogenada.
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Consideraciones finales
La fecha de secado es una herramienta para regular la disponibilidad de agua útil a la siembra de maíz.
En una campaña con escasez de lluvias durante el período crítico, la disponibilidad de agua fue relevante para la determinación del rendimiento.
AGRADECIMIENTOS Se encontró respuesta a la fertilización nitrogenada en maíz antecedido por Vicia villosa.
Es necesario continuar los estudios para definir criterios tanto para el secado de Vicia villosa como para la fertilización con N en planteos de maíz tardío sobre este cultivo de servicio; e incluir en el análisis otros factores como el control de malezas en las diferentes fechas de secado.
A la Regional Pergamino-Colón por la financiación del trabajo y a Agro Uranga SA, Agropecuaria El Jaguel SA y Agritest SRL por la conducción de los sitios experimentales.
REFERENCIAS • Di Rienzo J.A., Casanoves F., Balzarini M.G., Gonzalez L., Tablada M., Robledo C.W. InfoStat versión 2020. Centro de Transferencia InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. URL http://www.infostat.com.ar • Enrico, JM., Piccinetti, CF., Barraco, MR., Agosti, MB., Eclesia, RP., Salvagiotti, F., 2020. Biological nitrogen fixation in field pea and vetch: Response to inoculation and residual effect on maize in the Pampean region. European Journal of Agronomy, 115, 126016. • Vanzolini, J., Galantini, J., Agamennoni, R., Martinez, J. M., Reinoso, O., 2010. Efectos del momento de secado de un cultivo de cobertura de Vicia villosa Roth. sobre su acumulación de biomasa y su contenido de N. En el Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo (Vol. 22, No. 2010, pp. 05-06).
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PLAGAS Y ENFERMEDADES
Después de la tormenta, ¡las enfermedades! Luego de las tan esperadas lluvias, las condiciones se predisponen para favorecer el desarrollo de las enfermedades en soja. Conocé las principales características para identificarlas y las recomendaciones de manejo para evitar pérdidas indeseadas.
NOS ACOMPAÑAN
Las enfermedades en el cultivo de soja son una limitante y, según las condiciones ambientales predisponentes, pueden llegar a generar daños importantes en el rendimiento. Para los productores socios de Aapresid, las principales enfermedades a las que tuvieron que hacerles frente en la pasada campaña fueron, en orden descendente: Septoria glycines, Cercospora kikuchii y Cercospora sojina, comúnmente conocidas como mancha marrón, tizón de la hoja y mancha ojo de rana, respectivamente. Además, en promedio a nivel país, un 68% de los productores aplicaron fungicidas foliares, mayormente del tipo de Triazol+Estrobilurina. Estas tres enfermedades integran el grupo de las denominadas enfermedades de fin de ciclo (EFC). Aunque la mayoría de los patógenos responsables de las EFC poseen un periodo de incubación y latencia larga, muestran sus síntomas y signos al final del ciclo del cultivo, en los estadios reproductivos, de ahí su denominación.
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Por otro lado, los hongos causales de las EFC son necrotróficos (sobreviven en tejido muerto), por lo que la fuente inicial de inóculo pueden ser las semillas afectadas o el rastrojo infectado de años anteriores. En este último caso, se dispersa principalmente por el salpicado de las gotas de lluvia o el viento. Otra característica en común de estas tres enfermedades es que afectan principalmente a la superficie foliar, generando pérdida de masa fotosintéticamente activa y pudiendo llegar a provocar pérdidas de rendimientos del 10%, según datos locales. En la actual campaña, el inicio del ciclo del cultivo se atravesó mayormente con falta de agua, lo que lentificó el desarrollo foliar. Ahora, luego de las tan esperadas lluvias y con altas temperaturas, las condiciones se predisponen para el desarrollo de estas enfermedades, por lo que es primordial cuidar la masa foliar presente.
Mancha Marrón Agente causal: Septoria glycines Síntomas y signos: Aunque es típicamente una enfermedad foliar, puede ocasionalmente afectar tallos, vainas y semillas. Se puede manifestar durante todo el ciclo del cultivo, pero se generaliza en los estadíos reproductivos intermedios o avanzados, a partir de R5-6. Los síntomas se observan en formas de manchas de color marrón, irregulares, inicialmente pequeñas, que luego se unen cubriendo grandes áreas de la hoja. La característica principal para identificar esta enfermedad y diferenciarla de otras, es la presencia de área clorótica que rodea a las manchas. La enfermedad avanza desde las hojas inferiores hacia las superiores, las cuales se caen y pueden causar una importante defoliación. Condiciones predisponentes: Temperaturas medias diarias mayores a 21º C y alta humedad ambiental son condiciones que favorecen el desarrollo de la enfermedad y provocan la esporulación del hongo. El mayor espaciamiento entre surcos y las precipitaciones fuertes, favorece el salpicado y la dispersión del hongo, desde los rastrojos infectados hacia las hojas inferiores.
Foto 1 Mancha Marrón (Septoria glycines)
Tizón de la hoja Agente causal: Cercospora kikuchii Síntomas y signos: Las hojas superiores presentan coloraciones púrpura-rojizas (como respuesta a una toxina que produce el patógeno que se activa con la luz solar) y lesiones irregulares que comúnmente forman áreas necróticas. También se observan éstas coloraciones en los tallos, y necrosis en las nervaduras y en los pecíolos que permanecen adheridos al tallo. El progreso temporal de este patógeno se incrementa hacia R3. Las infecciones más severas pueden afectar las vainas y las semillas. Como consecuencia del ataque de la enfermedad, se produce una defoliación que comienza desde las hojas superiores. Condiciones predisponentes: Temperaturas entre 28-30º C y largos períodos de humedad favorecen el desarrollo de la enfermedad.
Foto 2 Tizón de la hoja (Cercospora kikuchii)
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Mancha Ojo de Rana (MOR) Agente causal: Cercospora sojina Síntomas y signos: Los síntomas típicos de la mancha ojo de rana (MOR) son lesiones principalmente en hojas, con formas circulares a angulares, centro claro y borde oscuro que se tornan beige pálido y sobre las que se forman conidios libres de color pardo oscuro. Los síntomas muchas veces se confunden con el quemado, por fitotoxicidad, de los fitosanitarios utilizados. Puede presentarse también en estadios vegetativos, por lo que no es una EFC exclusiva. Condiciones predisponentes: De las enfermedades de final de ciclo, la “mancha ojo de rana” es la que requiere mayor temperatura y humedad; temperaturas mínimas por encima de 20º C, lluvias abundantes, rocío y humedad relativa superior a 90%.
Foto 3 MOR (Cercospora sojina).
Manejo Para el manejo de estas enfermedades, se recomienda:
Siembra de variedades tolerantes (mancha marrón y tizón) o resistentes (MOR), en caso de ser posible.
Monitoreo periódico, para determinar la presencia de la enfermedad. Manejo de la distancia entre surcos según lo recomendado para la variedad utilizada. Rotación de cultivos, para disminuir la carga de inóculo inicial. Uso de curasemillas, que protegen al cultivo en instancias iniciales. Uso de semillas libres del patógeno.
Uso de fungicidas foliares.
Ahora bien, ¿cuándo aplicar? El largo periodo de latencia y la manifestación de los síntomas en estadios avanzados del cultivo, hasta aún después del periodo crítico (R3-R5.5) donde las EFC ya hicieron su daño, dificulta la determinación del momento oportuno para el control químico. Asimismo, hay poca información que relacione los valores cuantificados visualmente de incidencia de las enfermedades con el momento oportuno de aplicación. Por ello, las recomendaciones actuales señalan que para tomar la decisión de
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aplicar, se deben tener en cuenta tanto el nivel de presión de la enfermedad como el estadío del cultivo y tener presentes todos los aspectos que pueden incidir en el famoso triángulo de la enfermedad patógeno-hospedante-ambiente (rotación, cultivar, precipitaciones, sistema de labranza, variedad, potencial productivo, etc.). Según especialistas, la variable que más explica la eficiencia de la aplicación es el valor de las precipitaciones ocurridas en-
tre R3 y R5, recomendando la aplicación si se acumulan 50-60 mm (en eventos de al menos 7 mm). Por otra parte, siguiendo un pronóstico preciso, se podría tomar la decisión de aplicar previo a la ocurrencia de las precipitaciones, aunque puede ser más riesgoso. En el caso de acertar, los beneficios serían mayores ya que se observan mejores resultados al anticiparse a la aplicación. En conclusión, con ambiente lluvioso entre R3 y R5 y síntomas de presencia de EFC en el lote, habrá respuesta positiva a la aplicación del fungicida. En el caso de mancha marrón, que habitualmente se presenta primero entre las
EFC, una alternativa de decisión práctica, propone evaluar la incidencia según el % de la altura de la planta que cuenta con síntomas y decidir la aplicación de control cuando se alcanza un 20-25% de altura con síntomas de la enfermedad. Los activos más utilizados y recomendados para este control son las mezclas de triazoles y estrobilurinas, ya que por medio de la combinación de sus características se logran acciones preventivas, curativas y erradicantes de las enfermedades; y por otro lado, se reduce el riesgo de aparición de cepas resistentes.
REFERENCIAS • M. Pastore, L. Couretot, A. Samoiloff, G. Magnone, H. Russian, M. Labatte.; Momentos oportunos de control con fungicidas de enfermedades de final de ciclo en soja. • M. Carmona; Enfermedades de fin de ciclo y roya asiática de la soja Un análisis de sus daños y el uso estratégico de fungicidas. • M. Carmona; Diez claves sencillas para conocer mejor el manejo químico de las enfermedades de fin de ciclo de la soja • F. Satua; Sensibilidad y resistencia a fungicidas de Cercospora kikuchii, agente causal del tizón de la hoja y mancha púrpura de la semilla de la soja.
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PLAGAS Y ENFERMEDADES
Al combate de trips y arañuelas, los souvenirs de la seca Martín Marzetti pasó por el formato renovado de Agenda Aapresid y dejó consejos sobre qué hacer (y qué no) para controlar a estos insectos protagonistas de una campaña complicada.
Las condiciones de extrema sequía y elevadas temperaturas ocurridas durante esta campaña hicieron estragos en el campo, derrumbaron los techos de rendimiento y provocaron daños en algunos casos irreversibles sobre los cultivos. Hace unas semanas, en gran parte de la región núcleo llegaron las tan esperadas lluvias y algunos lotes lograron revertir parcialmente su situación crítica. Sin embargo, y fundamentalmente donde las lluvias no llegaron, quedaron amenazas que se vieron favorecidas por este escenario climático, entre ellas trips y arañuelas. Estos insectos han aparecido prácticamente en toda el área agrícola central haciendo temblar a las pocas hojas que quedan, ya que provocan graves daños en su capacidad fotosintética y en casos severos su caída prematura. Agenda Aapresid, ahora con formato totalmente renovado para acompañar diariamente al productor, en la edición del 9 de febrero conversó con Martín Marzetti (asesor privado y ex Gerente del programa REM de Aapresid) quien brindó recomendaciones de manejo para controlar a estas plagas. A continuación, su experiencia en primera persona.
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Foto 1 Trips, existen varias especies, entre ellas Frankliniella schultzei, Thrips tabaci y Caliothrips phaseoli.
¿Cuál es el panorama general de plagas y cuáles tomaron protagonismo en esta campaña particular? En la zona núcleo veníamos con trips y arañuelas como protagonistas y algo de oruga bolillera. Luego, con las lluvias recientes se sumaron enfermedades como mancha marrón (Septoria glycines). Por ello, en algunos lotes estamos haciendo aplicaciones mezclando fungicidas con acaricidas, situación excepcional ya que estas plagas que no son muy frecuentes juntas. En los años Niña siempre se ve mucha heterogeneidad aún en una misma zona por-
que las lluvias son bastante irregulares y se detectan grandes diferencias a una corta distancia, e incluso lotes muy cercanos. Por ello, si bien el nivel de daño de trips y arañuelas se ve a nivel generalizado en los lotes, el grado de afección depende del tipo suelo, el estado del cultivo y la fecha de siembra, que genera situaciones muy diferentes para el cultivo y lleva a tomar decisiones según cada caso. Estos años pasan factura en los suelos de menor aptitud, lo que en años húmedos se disimula un poco.
Foto 2 Arañuela roja (Tetranychus sp.).
¿Qué recomendaciones se pueden hacer para su manejo? Trips y arañuelas son plagas que aparecen desde el estrato inferior y van subiendo en la planta, por lo tanto, el criterio de manejo es bastante similar a una enfermedad. Es decir, se recomienda ir evaluando la situación particular
del cultivo y el pronóstico de precipitaciones para definir cómo proceder en cada caso. En cultivos que están más estresados se debe reforzar su cuidado para preservar REVISTA AAPRESID
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Foto 3 Cultivo de soja con daño provocado por arañuela. Para arañuela el principio activo recomendado es la Abamectina, mientras que para trips, insecticidas reguladores del crecimiento (IGR). En el caso de que además de trips y arañuelas se sumen chinches, una opción para su control es Bifentrín.
las pocas hojas que quedan, monitoreando el nivel de plaga en el lote y haciendo seguimiento del cultivo y su fenología. Si un lote está en V4 otro está en R2, la decisión es muy diferente ya que el primero tendrá más capacidad de recuperarse mientras que el último está llegando al período crítico.
Por otro lado, si dan lluvias frecuentes, uno quizás frena las aplicaciones esperando a ver cómo queda el cultivo después de las precipitaciones, y si no se dan las lluvias, es conveniente hacer las aplicaciones porque son plagas que crecen rápidamente con condiciones de altas temperaturas y baja humedad.
¿Si fuera necesario hacer aplicaciones, cuáles son los principios activos más utilizados? Para arañuela no existen demasiadas alternativas, lo más frecuente y conocido es la Abamectina. En cuanto a trips, lo que más usamos son insecticidas reguladores del crecimiento (IGR) o algún Neonicotinoide, que lo que hacen no es controlar lo que hay en el momento sino evitar las próximas generaciones. Bifentrín es otro activo que se puede usar tanto en arañuela como trips, aunque no tienen residualidad. Más bien se utilizan, por ejemplo, cuando también hay chinches para reducir su población, con el riesgo de que si las
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condiciones no mejoran a las semanas veremos reinfecciones. Según qué otra plaga acompañe a las arañuelas y trips, se puede evaluar de mezclar otros productos. Lo que no hay que hacer nunca es agregar piretroides (excepto Bifentrín) porque en el caso de arañuelas en vez de controlarlas favorece su reproducción al provocar un cambio hormonal que hace que aumente la tasa reproductiva del insecto y vamos a tener reinfección más temprana que si no hubiéramos hecho la aplicación.
Trips y arañuelas son plagas que aparecen desde el estrato inferior y van subiendo en la planta, por lo tanto, el criterio de manejo es bastante similar a una enfermedad. Es decir, se recomienda ir evaluando la situación particular del cultivo y el pronóstico de precipitaciones
Consideraciones finales Los años secos son los más difíciles de manejar plagas y “muchas veces se terminan realizando aplicaciones erráticas porque llegamos tarde cuando las poblaciones de insectos ya son muy grandes”, señaló Marzeti. Sumado a esto, cuando el cultivo está más desarrollado no es fácil “llegar abajo con el control químico”. Por ello, es
importante la calidad de la aplicación para llegar al blanco. “En estos años mi criterio es no dejar pasar, porque cuanto más nos demoramos más difícil y erráticas son las aplicaciones”, cerró el profesional. Agenda Aapresid, información que hace rendir tus campañas.
“muchas veces se terminan realizando aplicaciones erráticas porque llegamos tarde cuando las poblaciones de insectos ya son muy grandes”
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COSECHA
Calibrando motores para cosechar más maíz Se aproxima otra cosecha de maíz, con un clima que complejizó todo. Momento de revisar algunos puntos para ajustar la recolección, el almacenamiento y planificar la comercialización.
Por: Santiago Tourn¹ ; Diego de la Torre¹; Ignacio Erreguerena¹; Hernán Pannaggio1; Pedro Platz¹; José Peiretti²; Víctor Merani³; Matilde Mur³; Juan Manuel Vázquez³; Luciano Larrieu³; Facundo Guillino³. ¹ Unidad Integrada Balcarce, FCA UNMdP-INTA. ² INTA Salta. ³ FCAyF, Universidad Nacional de La Plata.
Más de 7 millones de hectáreas de maíz (aproximadamente 50% tardío) esperan ser cosechadas este año en la región Pampeana (Bolsa de Cereales de Buenos Aires). Esto significa que se deben recolectar, potencialmente, 60 millones de toneladas de grano y gran parte se almacenará para aprovechar mejores oportunidades de comercialización.
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En general y sobre todo para maíz tardío, el momento de madurez fisiológica ocurre a mediados de otoño cuando las temperaturas medias descienden, aumenta la humedad relativa del ambiente y los eventos de precipitación son frecuentes. Todo esto atenta contra el secado natural del grano (lo hace lento) y retrasa la cosecha del cultivo ( junio-julio-agosto, según región), fecha en que las condiciones para hacerlo se alejan de las óptimas. Así, aumenta la probabilidad de daños por insectos, inva-
sión y desarrollo de hongos en los granos y se demoran los controles de malezas. A todo esto, se suman las condiciones de estrés calórico y sequía que sufrió gran parte de la superficie sembrada. Por lo tanto, es clave trabajar en los procesos involucrados en la recolección y almacenamiento de los granos para lograr una alta eficiencia del sistema, es decir, más cantidad de granos y mantener durante más tiempo su calidad.
Cosecha de maíz Los últimos reportes meteorológicos pronostican una alta probabilidad de un otoño-invierno normal/húmedo, por lo tanto, se esperarían algunos contratiempos por anegamientos de lotes y/o temporales extendidos. Gran parte de los cultivos se desarrollarán con menor porte que años anteriores, crecimiento y desarrollo desparejo y, en consecuencia, rendimientos más bajos. Bajo estas condiciones, las espigas pueden ser finas y con diámetros desuniformes, lo que genera mayor complejidad al momento de regular el cabezal maicero. Además, los cultivos desparejos y/o con déficit hídrico y nutricional son más susceptibles al vuelco. Por lo tanto, si se espera que baje la humedad del grano para recolectarlo, aumentan notablemente otras fuentes de pérdidas naturales como espigas desprendidas o plantas caídas que el cabezal no puede recolectar. A partir de relevamientos de pérdidas cosecha realizados en el centro y sur Buenos Aires y La Pampa, se detalla la Figura 1 la distribución de pérdidas
de de en de
maíz promedio, antes y después de ajustar la máquina. Las pérdidas promedio en esta zona son un 30% menores a las registradas a nivel país. El 65% ocurren por cabezal y 35% por cola de la máquina cosechadora. Antes del ajuste de la cosechadora (situación que se observaba al llegar al lote), las pérdidas alcanzaron un valor de 130 kg/ ha y se distribuyeron de manera similar al promedio (Figura 1). En la mayoría de los casos, el ajuste de los sistemas de la cosechadora logró disminuir las pérdidas, y el efecto fue mayor en las pérdidas por cabezal, dónde la reducción registró aproximadamente un 50%. Estos valores de pérdida son independientes del rendimiento y el estado del cultivo, pero pueden ser mayores en cultivos desuniformes y con problemas de vuelco. Cómo recomendación general, el ajuste de la cosechadora para cada condición de cultivo puede asegurar recuperar una cantidad importante de grano que de otra forma quedaría en el suelo.
El ajuste de la cosechadora para cada condición de cultivo puede asegurar recuperar una cantidad importante de grano que de otra forma quedaría en el suelo.
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Cabezal
Pérdida de grano (kg/ha)
140
Cola (Trilla-Limp-Sep)
130
120
104
100
41
80
36
80
31
60 40
68
89 49
20 0
Promedio
En una serie de ensayos realizados en Balcarce, se evaluó la eficiencia de cosecha de un cultivo de maíz tardío en una
Variable
Antes Ajuste
cosecha temprana y en una tardía. En la Tabla 1 se presenta un resumen de los resultados. Cosecha tardía (05/08/17)
Cosecha temprana (22/06/17)
Rendimiento
10.8 t ha-¹
Plantas Volcadas
----------------%-------------------
Transversales
3,5
3.0
Longitudinales
1,0
1,7
Recolectadas
31,3%
0,0%
Pérdidas
54
Despues Ajuste
---------------- kg ha-¹ ---------------
Naturales (Espigas caídas y no captadas)
75,5
125,1
Cabezal
100,0
77,0
Cola
57,3
52,0
Totales
232,8
254,1
Humedad grano %
20
21,0
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Figura 1 Distribución de pérdidas de cosecha de maíz promedio, antes y después de ajustar la cosechadora. n=80.
Tabla 1 Resumen de ensayos de evaluación de eficiencia de cosecha de maíz tardío cosechado tempranamente y de manera tardía. Case 7120, cabezal De Grande DGM, maíz Dekalb 670.
En este trabajo se observó que hubo similar proporción de plantas volcadas transversal y longitudinalmente entre momentos de cosecha. Sin embargo, la eficiencia de recolección de plantas volcadas fue mayor en la cosecha temprana. En la cosecha tardía no se recuperó ninguna de las plantas volcadas. En ese momento, las plantas se presentaban con tallos muy quebradizos y las volcadas estaban muy cercanas al suelo. Esta situación podría deberse a que, durante los 44 días que pasaron entre momentos de cosecha, las raíces se debilitaran por la propia descomposición. Asimismo, las condiciones de viento
y las precipitaciones que ocurrieron en ese periodo pudieron haber perjudicado el anclaje de las plantas. Las pérdidas por cabezal resultaron menores en la cosecha tardía, quizás por una posible variación de velocidad en las pruebas que pudo haber generado mejor eficiencia en la situación menos apta de cosecha. En cuanto a las pérdidas por cosechadora, fueron similares en los dos momentos de cosecha. La captación de las espigas y la regulación de los sistemas de la cosechadora son puntos clave en la cosecha de maíz.
Consideraciones para la configuración de la cosechadora ¿Cuáles son las claves para lograr una correcta captación de las espigas? Ajustar correctamente la velocidad de avance de la máquina con la velocidad de las cadenas alzadoras y los rolos destroncadores. Una mala relación de velocidad puede hacer que las espigas se caigan al ser tocadas por las cadenas alzadoras o que la planta sea cortada al final del recorrido del cabezal e ingrese exceso de material no grano a los sistemas internos de la cosechadora. Es importante que el productor o contratista cuente con engranajes que permitan bajar la revoluciones del eje de mando de las cajas espigadoras, para poder adecuarla a bajas velocidades de avance del cabezal.
Mantenimiento del cabezal maicero. Esto es, por un lado, estrías de rolos espigadores en buen estado; si están gastados y los tallos son pequeños, se reducirá su capacidad de captación y espigado, lo que redunda en pérdidas por caída de espigas en el momento de la captación o el cortado de plantas. Por otro lado, correcto funcionamiento de la regulación de chapas espigadoras; si están fijas o trabadas es poco probable que se produzca una correcta captación de las espigas. Asimismo, el uso de válvulas de goma evita la caída de las espigas captadas, que suelen deslizarse sobre las cadenas alzadoras.
Foto: Pérdidas frecuentes por cabezal.
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¿Cómo lograr una adecuada regulación de los sistemas de la cosechadora? Si se logra regular el cabezal, se evitarán excesos de ingreso de material no grano al sistema de trilla y separación. Esto facilitará la trilla y evitará la sobrecarga de paja en la separación y aumentará las pérdidas por cola.
Sobre el mantenimiento, es importante chequear el buen estado de las muelas de trilla, como así también los batidores. Evitar rellenar con electrodos. Se recomienda su renovación para lograr mejores resultados y facilitar un correcto desgrane; los efectos también favorecerán la cosecha de soja, sorgo y girasol.
En el caso de trabajar con una cosechadora convencional es muy importante mantener forrado el cilindro de trilla (entre los batidores) con las chapas que suelen venir de fábrica.
Foto: Es clave medir el desempeño de la cosechadora para lograr la máxima eficiencia en la cosecha.
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La regulación de la luz del cilindro-cóncavo, como regla general, debe ser: a) en las cosechadoras convencionales, semejante al diámetro promedio de las espigas en su sector de ingreso y al diámetro de los marlos en el sector de expulsión de dicho cóncavo; b) en las axiales, se mantiene en su sector medio el diámetro de las espigas (promedio) y se le restan unos 5 o 6 mm para generar acción de trilla.
En lo que respecta a las revoluciones de cilindro de trilla o rotor axial, probar trabajar entre 450 y 350 rpm, en la medida que comencemos con humedad, y luego disminuir durante la campaña.
En las cosechadoras con sistema axial, en el sector separación, mantener una luz de unos 35 mm entre las muelas o púas removedores para todos los cultivos.
Calidad del grano de maíz tardío Se presume que la calidad de comercialización de los granos de maíz se deteriora cuanto más tiempo permanece la espiga en la planta. Uno de los factores de deterioro que disminuiría la calidad comercial del grano sería el aumento del tiempo de exposición de los granos a posibles ataques de patógenos fúngicos y/o, en caso de que ya están establecidos, se favorece su desarrollo e invasión. Además, de acuerdo a las condiciones ambientales y el tipo de hongo, se pueden acumular micotoxinas que causan intoxicaciones agudas, subagudas o crónicas a las personas o ganado que consume el grano contaminado. En los mismos momentos en que se analizó la eficiencia de cosecha temprana y tardía de maíz (Tabla 1), se evaluó la presencia de hongos de importancia agronómica en las espigas. En estos relevamientos se
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observó preponderancia de los hongos del género Fusarium y Aspergillus en ambas muestras (100 y 50% de incidencia final). En general hubo un aumento variable de la incidencia de los hongos observados entre la cosecha temprana y la cosecha tardía. Esto estaría relacionado con la mayor exposición de las espigas en la cosecha tardía (Figura 2) al inóculo de estos microorganismos y al tiempo de desarrollo. Cabe destacar que se observó una importante incidencia (55%) de F. verticillioides que, junto con algunas especies de Aspergillus (A. flavus, A. niger, entre otras), producen toxinas perjudiciales para el ganado. Dentro del género Fusarium se observó la presencia de la especie F. graminearum, capaz de producir la toxina deoxynivalenol perjudicial para el consumo humano (de la Torre et al. 2020).
Cosecha Temprana
Se observó una importante incidencia (55%) de F. verticillioides que, junto con algunas especies de Aspergillus (A. flavus, A. niger, entre otras), producen toxinas perjudiciales para el ganado.
Cosecha Tardía
Incidencia (%)
50 40 30 20 10 0
Fusarium spp. Apergillus sp.
Stenocarpella Ustilago maydis Fusarium maydis verticillioides
Figura 2 Incidencia de hongos en muestra de espigas en una cosecha temprana y en una cosecha tardía (Erreguerena I, inédito).
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Malezas en maíces tempranos y tardíos La demora en la cosecha de un cultivo de maíz suele favorecer el incremento de la densidad y tamaño de malezas de ciclo otoño-invernal. Esta condición, sumado a que parte de las malezas más pequeñas (en emergencia) podrían ser cubiertas por los residuos de cosecha, afecta directamente el éxito de la aplicación de herbicidas tanto de cobertura total o dirigidas, lo que genera un aumento de los costos de producción por repetir aplicaciones.
cha (Tabla 1), se evaluó, entre otras cosas, la densidad de malezas, su estado de desarrollo y se determinó la riqueza de especies (cantidad). En ambos lotes de maíz se observó una densidad de malezas similar (Figura 3). Sin embargo, en el lote de cosecha tardía se cuantificaron más especies (15 vs. 11) y con un estado de crecimiento y desarrollo más avanzado que el observado en las especies presentes en el lote de cosecha temprana.
En los mismos momentos en los que se hizo el relevamiento de eficiencia de cose-
Densidad (malezas m-2)
120 100 80 60
40 20 0
Cosecha temprana
Figura 3 Densidad de malezas m-2 en un lote de maíz de cosecha temprana y tardía en Balcarce, campaña 2016-2017 (de la Torre et al. 2020).
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Desde el punto de vista del manejo de malezas, la demora en la cosecha del cultivo de maíz dificulta su control debido a su mayor crecimiento y desarrollo. Dicha situación empuja al productor y/o profesional a definir una estrategia de control
Cosecha tardía
diferente entre ambos sistemas. En el caso de utilizar herbicidas, posiblemente se seleccionen distintos ingredientes activos y se utilicen mayores dosis en los lotes de cosecha tardía para lograr un buen control de malezas.
Secado en silo con aire natural de maíces tardíos Adicionalmente a las determinaciones mencionadas se evaluó la eficiencia de un silo secador de INTA. Este sistema de secado consiste en un silo con piso plano perforado equipado con un ventilador de gran caudal (1,5 m3/min.t) y un calentador, capaz de elevar la temperatura del aire de 4 a 5° C, para controlar su humedad relativa. Tanto el ventilador como el calentador funcionan con energía eléctrica (trifásica) y están controlados por un software desarrollado por INTA. El lote cosechado de forma temprana en el partido de Balcarce pertenece a un pequeño productor equipado con un silo secador INTA de 300 tn de capacidad. En este ensayo se logró secar el maíz desde 20% de contenido de humedad a 15 % en aproximadamente un mes. El consumo energético total fue de 23.108 Kwh, con
un costo aproximado de 1,5 dólares por tonelada y por punto (tarifa eléctrica local 2017), sin contar amortizaciones y movimientos. El costo variable de secar puede variar sustancialmente así como las condiciones climáticas de cara a la campaña, la condición del grano y la tarifa eléctrica. Por otra parte, el grano del lote que se cosechó de forma tardía también requirió secado. En este caso se entregó a un acopio con los descuentos por mermas y acondicionamiento correspondientes. Es decir que a pesar de postergar su cosecha con la esperanza de que el grano se seque naturalmente, esto no sucedió por lo que implicó un doble perjuicio. A los costos de acondicionar el grano se suman también las dificultades para la cosecha, el aumento de la carga fúngica sobre los granos y un costo extra para controlar las malezas.
A los costos de acondicionar el grano se suman también las dificultades para la cosecha, el aumento de la carga fúngica sobre los granos y un costo extra para controlar las malezas.
Conclusiones generales
La cosecha temprana del cultivo de maíz puede ser una ventaja dado que es posible que las plantas sean poco susceptibles al vuelco, lo que favorece la recolección de las espigas y disminuye las pérdidas por espigas no captadas. Asimismo, se disminuiría la incidencia de hongos en los granos y se liberaría antes el lote, para así planificar un control oportuno de malezas. Un sistema de secado en silo con aire natural o baja temperatura es un muy buen complemento para una cosecha temprana de maíz. Le permite al productor tener un mayor control sobre la fecha de cosecha y los costos de acondicionamiento.
Si las condiciones ambientales y/o comerciales extienden el momento de cosecha de maíz tardío, se deben contemplar pérdidas adicionales de cantidad y calidad de grano y posibles controles extra de malezas. Por lo tanto, previendo una situación de este tipo se deberá trabajar sobre la cosechadora para que trabaje de la manera más eficiente posible, explorar híbridos con baja susceptibilidad a vuelco y a ataque fúngico, y ajustar correctamente las dosis y la pulverizadora para lograr un control eficiente de las malezas.
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AGTECH
El rottweiler de los silos bolsa Martín Cordasco, fundador y CEO de Wiagro, nos cuenta sobre esta AgTech que combina la tecnología digital y el interés por disminuir las pérdidas de alimentos.
Por: Ing. María Eugenia Magnelli.
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Argentina es líder mundial en almacenamiento de granos en silo bolsa, de hecho la mitad de la producción del país se guarda en el campo bajo este sistema. Pero, ¿controlamos los bolsones mientras quedan en el campo? A la hora de implantar un cultivo, seleccionamos meticulosamente el paquete tecnológico que más se ajuste a la oferta ambiental y permita potenciar el rendimiento. Tenemos especial cuidado al elegir la genética, la fecha de siembra óptima, la nutrición adecuada, no le quitamos el ojo a las plagas y enfermedades y seguimos bien
de cerca el lote hasta el momento oportuno de cosecha. Luego de su recolección, el grano se conserva en silo bolsa hasta su uso y/o comercialización. A partir de ese momento, ya nos quedamos tranquilos. El producto fruto de nuestro esfuerzo, tiempo y dinero ya está embolsado en el campo. Pero, “¿quién tiene 60 mil U$S desprotegidos?”, disparó Martín Cordasco, fundador y CEO de la firma Wiagro. Y agregó: “Vimos que la poscosecha estaba poco tecnificada. Después de producir un cultivo, el grano queda en un silo bolsa sin más”
Por: Ing. Agr. María Eugenia Magnelli
De la idea a la acción Vinculando la digitalización de la agricultura y el interés por disminuir las pérdidas de alimentos, el empresario unió sus dos pasiones para desarrollar soluciones tecnológicas en poscosecha basadas en AgTech. Se trata de nada más ni nada menos que “cuidar” los granos almacenados en silos bolsa, cubriendo un segmento inexistente. Trabajo que presentó en su tesis final de ingeniería y por el que recibió varios premios a nivel nacional. Con la inquietud de vivir de sus ideas, Cordasco junto a sus compañeros de trabajo y amigos, Ulises Mickelsen y Ariel Ismirlian -ambos fundadores de Wiagro-, comenzaron a transitar el camino de emprender, buscando financiamiento y sorteando los inconvenientes típicos de una nueva iniciativa. “El ecosistema AgTech es muy solidario y abierto. En el rubro tecnológico nos ayudamos entre todos, compartimos experiencias y le buscamos la vuelta para producir tecnología en un país con las características que tiene Argentina”, aseveró. En ese recorrido, transformaron una idea en una empresa. Wiagro desarrolla soluciones tecnológicas para el sector agropecuario y la agroindustria, para que sus clientes puedan acceder a la información del estado de sus activos en forma remota. REVISTA AAPRESID
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Los servicios Uno de sus productos estrella es el “Smart Silobag”. Se trata de un sensor que permite monitorear el estado de conservación de los granos dentro del silo bolsa en tiempo real. Esta tecnología permite medir parámetros de humedad, temperatura y dióxido de carbono (Imagen 1). Sobre las prestaciones del sensor, el empresario explicó: “La utilización del sensor es muy sencilla. Es autoinstalable (Imagen 2) y no requiere de
personal especializado para su colocación. Se dispone un dispositivo cada 10 metros (Imagen 3) en el silo bolsa y es ubicable por el GPS incorporado (Imagen 4)”. Y agregó: “Es reutilizable, se retira cuando se desarma el silo y se puede volver a emplear en la próxima campaña, sólo hay que cambiarle las pilas cada 12 meses, ya que tiene una vida útil mayor a 5 años”.
Imagen 1 Información del silo y registros de Temperatura, CO² y Humedad del grano registradas por el sensor.
Imagen 2 Así de fácil se instala el sensor en el silo bolsa
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Imagen 3 Cada 10 metros de distancia se ubican los dispositivos
Imagen 4 Reporte de la información y geolocalización de los silos bolsas
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De esta manera, el silo bolsa es monitoreado permanentemente. Compatible con cualquier dispositivo, el usuario recibe reportes periódicos vía email y Telegram. Además, alerta de forma inmediata si hay desplazamiento de granos o roturas del bolsón, lo que permite actuar de manera rápida si hay rajaduras realizadas por algún animal o vandalismo, y así evitar pérdidas. “Uno de nuestros clientes recibió un mensaje instantáneo por detección de movimiento del silo bolsa, y a simple vista no se observaban daños. Ocurrió que el bolsón se había rajado en la parte inferior que estaba en contacto con el suelo. Gracias a ese aviso, se pudo resolver rápidamente el problema y evitó grandes pérdidas del grano almacenado”, ejemplificó.
Imagen 5 Instalación de sensores en barcazas
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Los dispositivos tienen conectividad satelital, por lo que se pueden utilizar en cualquier parte del mundo, hasta en los sitios más remotos. En plena pandemia cerraron acuerdos en Mato Grosso y están en tratativas para expandirse en Ucrania y Australia. El alcance de los desarrollos de Wiagro no se limitan sólo a los silos bolsa. “Smart Barge” es un dispositivo con las mismas prestaciones descritas anteriormente, pero en este caso, monitorea en tiempo real el estado de los granos transportados en barcazas, permitiendo saber en todo el trayecto cuál es el estado de conservación de los granos (Imagen 5). “Realizamos acuerdos con Paraguay, uno de los principales países de transporte fluvial en barcazas”, contó el empresario.
Asimismo, están trabajando en desarrollos de tecnología digital para silos convencionales para prevenir, por ejemplo, puntos calientes. El CEO de Wiagro comentó que también ofrecen el servicio de BlockChain sobre los granos almacenados. “La tokenización de los granos permite tener trazabilidad de los mismos y además se puede vincular con seguros o certificaciones”, indicó.
Entre sus principales clientes se encuentran Cargill, Bioceres, Molinos agro, Salentein, Liag, AgroCheck, entre otros. Siendo consciente de la cantidad de aplicaciones y AgTech disponibles en el mercado, el empresario comentó que escuchan mucho a los productores para poder integrar sus servicios con otros sistemas de gestión agropecuario y así, facilitarles el camino. “Atender a nuestros clientes es nuestra prioridad”, puntualizó.
El compromiso y el futuro “Un tercio de la comida que se produce va a la basura, el 30% del agua va a la basura. Debemos cuidar el ambiente y los recursos naturales. Tenemos que ser conscientes de los alimentos que se desperdician y la adopción de tecnologías digitales son una
herramienta para reducir las pérdidas. Ese es nuestro compromiso. La digitalización es un proceso lento en el agro, pero se acelera con el recambio generacional y es imparable”, concluyó Cordasco.
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MERCADOS
Anticipando los números de la gruesa A días de que comience la cosecha gruesa, consultores financieros repasan todos los condimentos que tuvo la campaña 21/22 y te cuentan las perspectivas de mercado que están viendo.
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La planificación de la campaña 21/22 comenzó en medio de un contexto macro sumamente volátil con rebrotes de COVID19 y aparición de nuevas cepas que amenazan la actividad industrial a nivel mundial. A este panorama, se le sumó una crisis energética que impactó directamente en los precios de los fertilizantes y otros insumos esenciales para la producción. Para poner en números el impacto: el promedio del costo de la urea en 2020 fue de 390 u$s/tn
y desde febrero de 2021, ese costo aumentó exponencialmente a valores en torno a los 700 u$s/tn en mayo, 800 u$s/tn en octubre y 1000 u$s/tn en diciembre. Respecto al impacto en la rentabilidad del maíz, la relación insumo/producto (urea/maíz) en septiembre de 2020 fue de 2,66 y en septiembre de 2021 fue de 4,09, por lo tanto ese mayor costo se traduce directamente en una menor rentabilidad (Figura 1).
Pero las altas temperaturas y la falta de precipitaciones no solo se dieron en el he-
HIT CONSULTANT
Figura 1 Relación insumo-producto desde septiembre de 2020 hasta enero de 2022. Elaboración propia, Hit Consultant.
De la sequía al exceso de lluvias La sequía ocurrida en el verano del hemisferio norte, disparó las cotizaciones de los principales commodities agrícolas pero, en términos relativos, Estados Unidos logró concretar una muy buena campaña de soja (producción de 120 Mtn, con un stock final en enero cercano a los 9.52 Mtns vs. 6.97 Mtns en la campaña 20/21) y de maíz (producción ajustada en 384 Mtns y stock final a enero en 39.11Mtns vs 31.41 Mtns en la campaña 20/21).
Por: Ing. Agr. Lucas Grajales y CPN Estefanía Cerione
misferio norte, sino también en nuestra región. De esta manera, el mercado climático sudamericano hizo que los precios llegasen a niveles vertiginosos pero a costa de ajustes importantes en la producción. En el caso de Argentina, la Bolsa de Comercio de Rosario estima una producción de 40 Mtns de soja (45 Mtns según estimaciones previas) y 48 Mtns de maíz (56 Mtns según estimaciones previas). En la Figura 2 se puede ver el estado de los cultivos en términos porcentuales y la condición hídrica al 27 de enero, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. REVISTA AAPRESID
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Figura 2 Condición de los cultivos a nivel nacional y condición hídrica. Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
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En el caso de Brasil, la Companhia Nacional de Abastecimento (CONAB) estima una producción de soja de 139 Mtn (144 Mtns según estimaciones previas) y 112.9 Mtns de maíz (117 Mtns según estimaciones previas). Incluso hay operadores privados que indican que el ajuste en la producción brasileña podría ser mayor debido a que los estados más afectados por la sequía (Mato Grosso do sul, Paraná, Santa Catarina, São Paulo y Rio Gran-
de do Sul) producen cerca del 40% de la soja en ese país. Paraguay es el otro país golpeado por La Niña, donde se estiman pérdidas de 4 Mtn de soja. A este escenario climático complejo, el fin de semana del 22 de enero se sumó la llegada de lluvias en exceso, sobre todo en algunas zonas productivas como el centro de Buenos Aires y centro de Brasil.
Mercados financieros mundiales Desde marzo de 2020, los índices de inflación se dispararon en el mundo en pleno contexto de pandemia. A modo de ejemplo, Estados Unidos tiene una inflación interanual del 7% (lo normal en ese país se encuentra cerca del 2%), Alemania 6% (la mayor en 29 años), España 5.6% (la mayor en 30 años), Japón 1.7% (históricamente tuvieron deflación) y así, se puede seguir enumerando la lista de países preocupados por la inflación. Obviamente, en esa lista se puede incluir a Argentina, que terminó el 2021 con una inflación mayor al 50%. La pregunta que surge es, ¿cómo esta variable inflacionaria puede jugar en los mercados granarios? En el caso de Estados Unidos, Jerome Powell, presidente la Reserva Federal (FED), implementó políticas de estímulo a la economía desde el inicio de la pandemia y sumó inyección de dólares para mantener el nivel de consumo,
lo que favoreció entre otras cuestiones a la cotización de commodities agrícolas. Pero esta estrategia comenzó a cambiar de dirección desde el mes de noviembre, con las políticas de subas de tasas y disminución del “tapering”. Asimismo y hasta el momento, la inflación no se encuentra controlada. En un discurso que el presidente de la FED brindó el pasado 26 de enero, mencionó que no seguirá ajustando las tasas hasta marzo. Como si esto fuese poco, al contexto mundial se suma la tensión entre Rusia y Ucrania, principalmente por el potencial acercamiento de Ucrania a la OTAN. Y la pregunta que surge es: ¿hasta qué punto Vladimir Putin está dispuesto a subir la temperatura en este conflicto? La respuesta no es irrelevante, ya que los fondos de especulación pueden hacer su lectura y jugar en las cotizaciones.
¿Y Argentina? Además del ajuste en las estimaciones de producción que ya mencionamos, se suma la política económica sin una dirección clara, en un contexto de negociaciones con el FMI (con discursos cruzados entre los gobernantes) y llegando a las fechas de vencimiento. Todo esto impactó en el riesgo país que muestra una escalada sin freno y con una brecha cambiaria en torno al 110%. Todas estas variables tornan difíciles las decisiones a tomar. Además, se suma que el gobierno, en cabeza de Roberto Feletti, se-
cretario de Comercio Interior de la Nación, busca avanzar con el Fideicomiso para trigo y maíz que en resumidas cuentas, busca recaudar 150 millones de dólares al año para subvencionar el precio interno. ¿Y de dónde saldrán esos dólares? Del precio que percibe el empresario agrícola. Sobre la gestión agropecuaria, en la Figura 3 se muestra la planificación económica de un cliente de Hit Consultant, de la zona núcleo, realizada en abril de 2020 para maíz y soja.
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Maíz Temprano Rendimientos
Tn/ha
10.00
12.00
13.00
Precio 04/22 (28/04/21)
U$/Tn
189.00
189.00
189.00
Ingreso Bruto
U$/ha
1890.00
2268.00
2457.00
Gtos. Comercialización
15%
283.50
340.20
368.55
Costos Fijos
U$/ha
660.00
660.00
660.00
Costo Cosecha
U$/ha
132.30
158.76
171.99
Costos Fijos+Variables
U$/ha
1075.80
1158.96
1200.54
Arrendamiento
U$/ha
569.70
569.70
569.70
Margen Neto
U$/ha
244.50
539.34
686.76
Rentabilidad
15%
31%
39%
Precio de indiferencia (U$/Tn)
164.55
144.06
136.17
Rendimiento de indiferencia (Tn/ha) Precio objetivo (25 %R) (U$/Tn)
8.30 210.00
175.00
165.00
Soja 1ra
70
Rendimientos
Tn/ha
4.00
4.50
5.00
Precio 04/22 (28/04/21)
U$/Tn
316.50
316.50
316.50
Ingreso Bruto
U$/ha
1266.00
1424.25
1582.50
Gtos. Comercialización
15%
126.60
142.43
158.25
Costos Fijos
U$/ha
345.00
345.00
345.00
Costo Cosecha
U$/ha
94.95
106.82
118.69
Costos Fijos+Variables
U$/ha
566.55
594.24
621.94
Arrendamiento
U$/ha
569.70
569.70
569.70
Margen Neto
U$/ha
129.75
260.31
390.86
Rentabilidad
11%
22%
33%
Precio de indiferencia (U$/Tn)
284.06
258.65
238.33
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Figura 3 Planificación económica realizada en abril de 2020 para maíz y soja.
El mensaje que tiene que quedar claro es que una buena planificación con objetivos cuantificables y alcanzables, es in-
dispensable para la toma de decisiones. Veamos y refresquemos algunos conceptos claves:
1 Precio de indiferencia: es el precio en el que teniendo en cuenta el rendimiento objetivo, la rentabilidad es cero. Por lo tanto, es un punto de quiebre.
2 Rendimiento de indiferencia: es el rendimiento que debe lograr el productor para que la rentabilidad sea cero al precio disponible en la planificación. También es un punto de quiebre visto desde la productividad y recordando que la ecuación base es PxQ.
3 Precio objetivo: es el precio que se debe cubrir para lograr la rentabilidad objetivo planificada. Este precio no siempre es alcanzable en los mercados porque depende del rendimiento objetivo para lograr esa rentabilidad.
Con estos tres conceptos claros, resulta más fácil armar un tablero de control y disparar distintas estrategias para llegar al objetivo. Luego se discute qué estrategia se acomoda mejor al contexto o a las necesidades específicas. En la actualidad, hay abundante información y está dispo-
nible, pero sin una planificación económica-financiera, las decisiones pueden llegar a tomarse con subjetividad. Hay que tener en claro que un precio no es malo ni bueno, sino que se debe correlacionar con la planificación y el objetivo de rentabilidad (Figura 4).
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BENEFICIO PARA SOCIOS AAPRESID REVISTA AAPRESID
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Figura 4 Evolución del precio en MATBAROFEX de la posición SOJ.ROS/ MAY22 y MAI.ROS/ABR22.
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En contextos volátiles como el que estamos transitando en la campaña 21/22, es esencial tomar coberturas de precio independientemente de la estrategia que se siga. En años secos, en caso de no tener en claro la estimación de productividad y 1
2
3
producción, el mercado brinda herramientas para cubrir el riesgo precio sin comprometer mercadería. A continuación, un breve repaso de las principales herramientas que se pueden tomar del mercado:
Contratos futuros: contratos estandarizados que se negocian en mercados institucionalizados y en los que dos partes se comprometen a intercambiar un activo en una fecha pactada a un precio pactado. La garantía de cumplimiento se logra a través de una cámara compensadora.
Opciones: contratos estandarizados en los que una parte asume un derecho y la contraparte, una obligación. Se puede hacer una analogía con un seguro, tipos de opciones: a. PUT otorga un derecho a vender un instrumento subyacente a un determi nado precio hasta una fecha. Instrumento para fijar un PISO de precio. b. CALL otorga un derecho a comprar un instrumento subyacente a un deter minado precio hasta una fecha. Instrumento para fijar un TECHO de precio.
Forward: es un compromiso entre privados de comprar o vender un activo a un precio determinado con una fecha de entrega determinada. No es un contrato que está estandarizado y es extrabursátil.
El trazado de las estrategias depende del contexto y expectativas de comportamiento del mercado. Por ejemplo, si se espera que el mercado se comporte a la baja, se pueden fijar pisos de precio a través de la compra de contratos PUT (sin garantía de entrega y abierto a la suba) o hacer un contrato forward con su compromiso de entrega y sin quedar abierto a la suba. Pero también se pueden combinar distintos instrumentos para otorgar flexibilidad a las estrategias, por ejemplo: contrato forward con compra de contratos CALL para tener el piso de precio con compromiso de entrega, pero quedar abierto a capturar subas con la valorización de la prima pagada por la opción. Por último, las variables a seguir de cerca por su potencial impacto generalizado en los mercados son:
Clima en Sudamérica y producción en Brasil, Paraguay y Argentina: hay que esperar el informe del USDA de febrero, que se publica el miércoles 9 de febrero a las 14:00 hs. A priori, se esperan ajustes de mayor magnitud en Brasil. Conflicto entre Rusia y Ucrania: a esperar la postura de Vladimir Putin sobre el costo que está dispuesto a asumir. Inflación en el mundo, políticas monetarias para su control: la FED ya indicó que hasta marzo no seguirán subiendo las tasas. En ese mes se verá a cuánto se ajustan las tasas para controlar la inflación. Dinámica de importaciones por parte de China: como dato real, el gigante asiático viene incumpliendo con el compromiso de importaciones que asumió Xi Jinping.
Sin embargo, el USDA sigue manteniendo las estimaciones de importaciones de 100 Mtn y 26 Mtns para soja y maíz, respectivamente. Políticas económicas en Argentina: es de público conocimiento que ante la no aprobación del presupuesto 2022 y las facultades tributarias que este contenía, los derechos de exportación (retenciones) vencieron el 31/12/2021 y comenzaron a ser inconstitucionales. Es de vital importancia seguir de cerca lo que va a suceder con el fideicomiso que busca instalar Feletti porque impactará de lleno en el precio de los cereales (maíz y trigo) a nivel local. Además, hay que seguir a los cupos de equilibrio que implementó el gobierno nacional para maíz y trigo que agregan incertidumbre en un contexto de por sí ya es demasiado incierto.
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Miércoles de
Agenda Aapresid
NOS ACOMPAÑAN
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¿Qué es AGENDA? Un ciclo de charlas e intercambio que aborda los temas de la campaña, con la mirada puesta en los sistemas de producción y con información para la toma de decisiones que el productor necesita, cuando la necesita.
Formato descontracturado
Tecnología e innovación
Entrevistas mano a mano
Participación de especialistas para responder todas tus consultas
Intercambio
No precisa pre-inscripción
Debate en vivo
Es abierto a todo el público
Algunas temáticas que pasaron y que se vienen: Cultivos de servicio
Campos alquilados
Pasturas y verdeos para cada ambiente
Bioeconomía
Cosecha gruesa
Maíz tardío
Manejo de malezas
Asociativismo, integración ‘agro-porcina’
Manejo de colza
Agtech
Siembra y fertilización
Agregado de valor
Cultivos de invierno
Palpitando la campaña de maíz 21/22
Ganadería: Genética y sanidad
Manejo en maíz por región
Estrategias de financiamiento, gestión y proyección
Manejo en girasol por región
¿Todavía no te sumaste? ¡Este miércoles te vamos a estar esperando! www.aapresid.org.ar/eventos
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MANEJO DE CAMINOS
Bioasfalto, un camino que debemos transitar El manejo sustentable de los caminos rurales es una iniciativa que gana cada vez más kilómetros. Charlamos con sus impulsores para conocer más detalles de la propuesta.
Por: Ing. Agr. María Eugenia Magnelli
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Los caminos son un elemento más del paisaje en la ruralidad, nos comunican. Pero, ¿acaso ese paisaje no se observa totalmente degradado y se contrapone al manejo que realizamos en nuestros campos? ¿realmente nos comunican?.
más avezado. Son un verdadero dolor de cabeza cuando tenemos que entrar maquinaria al campo, sacar la cosecha o simplemente llevar a nuestros hijos a la escuela. Quedamos incomunicados y a merced de que pronto se reparen.
Transitamos cientos de kilómetros por vías comunales/municipales en distintas regiones del país y la postal se repite en todos lados en mayor o menor medida. Encontramos caminos de tierra hundidos 1 o 2 metros respecto del nivel original y los alambrados aparecen colgados por la cantidad de material perdido. Cuando llueve se vuelven intransitables y se transforman en canales que conducen el agua. El lodo y las tremendas huellas que quedan, representan un gran desafío hasta para el conductor
Cuando vemos los discos y la motoniveladora llevando a cabo las remociones de cuneta a cuneta y abovedados nos ponemos contentos. Cuanto más “marrones” y cunetas en “V” más pronunciadas, mejor. No obstante, ese estado “mejorado” se mantiene en el mejor de los casos, hasta las siguientes precipitaciones y todo vuelve a empezar. Resulta evidente que el manejo que le estamos dando a nuestros caminos rurales no logra el mantenimiento, ni mucho menos, mejoras.
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Imagen 1 Superior: Manejo Convencional (MC) Camino marrón con laboreos cuneta/ cuneta. Inferior: Camino en proceso de manejo sustentable (MS) porque aún no comenzó el agregado gradual de materiales.
Propuesta que no deja huella Frente a este escenario, con el interés por lo ambiental y por aportar alternativas superadoras con prospectiva para mejorar, el Ing. Agr. Daniel Costa (Peyrano, Santa Fe) desarrolló una propuesta para el manejo sustentable de caminos. A mediados de 2018, dicha propuesta llegó a manos del Ing. Civil Carlos Casali, quien se desempeñaba como Jefe de Zona 6 Rosario de la Dirección Provincial de Vialidad de Santa Fe, que no dudó en comenzar a difundirla e implementarla, principalmente en su zona. “Combinamos las bases agronómicas subrayadas por Daniel con la ingeniería civil y la experiencia en vialidad. Convocamos a un grupo de profesionales, el proyecto tomó forma y fue presentado a las autoridades
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provinciales”, contó Casali. Y agregó: “En la Provincia de Santa Fe hay 60 mil kilómetros de caminos rurales, que fueron manejados con el modelo tradicional, basados en la remoción de suelos, borrar huellas y abovedar (en forma de “V” que es más erosivo) para que el agua escurra y se sequen las calzadas rápidamente, no hay cobertura vegetal ni banquinas, el ancho es variable y el mantenimiento de las veredas quedan a merced de cada productor frentista”. Por su parte, el Ing. Costa disparó: “No fuimos capaces de ver lo que pasaba tranqueras afuera. Venimos haciendo lo mismo para mantener nuestros caminos y, con esa falsa idea, generamos lo contrario y los deterioramos. Llamamos mantenimiento a
la degradación. Si se someten estas prácticas (realizadas consecutivamente en los últimos 60 años, como mínimo) a una evaluación de impacto ambiental, seguramente no pasarán el examen”.
Caminos más transitables y sustentables Con el objetivo de estabilizar la zona de camino y aumentar significativamente la seguridad vial y transitabilidad, en 2018 se pusieron en marcha decididas acciones para difundir e implementar la propuesta sustentable en varios municipios y comunas de la Provincia de Santa Fe. El pilar fundamental de la iniciativa es no realizar remociones masivas, frecuentes y rutinarias, menos aún como últimas labores, porque generan una caída abrupta de la densidad del suelo (se infla), semejante a un pasaje de discos, cincel y rastras de dientes en la labranza convencional en el campo. El “piso” en los campos mejoró sustancialmente a partir de la implementación del sistema de siembra directa (no remociones). “En la Comuna de Chañar Ladeado utilizamos gomas para compactar el suelo”, indicó el asesor Ing. Civil Mario Bosio. “En el acondicionamiento tradicional, se retira material de los caminos y en el peor de los casos aflora la napa, lo que complica aún
más la situación. Nuestra propuesta consiste en hacer bacheo y rellenar con material pétreo, escorias, escombro molido, tierra proveniente de obras, etc.”, dijo Casali. Y Costa añadió: “Dejamos que prosperen especies perennes, el gramón mayormente, cubre de manera rápida y se convierte en un bioasfalto”. “Reemplazamos la maquinaria vial pesada por cortadora de pasto, herramienta indispensable”, acotó Casali. Otra acción es dejar empastar las cunetas y las banquinas para estabilizar los suelos, aumentar la infiltración y la conductividad hídrica, la transpiración, captar agua en origen, restar aportes a las zonas bajas, disminuir la velocidad del agua, y así mermar el arrastre de sedimentos, principal causa de que los caminos estén cada vez más deprimidos (Imagen 2). Al respecto, Bosio se refirió a los canales de desagüe de los campos y planteó el desafío de apoyar proyectos hídricos e hidráulicos para que el agua circule por dónde va la cuenca y ese sea su destino final.
Imagen 2 Antes (izq.) y después (der.) de implementar un manejo sustentable de caminos rurales. Suelo desnudo vs. cunetas y banquinas empastadas.
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Por último, pero no menos importante, es propiciar las veredas verdes con vegetación espontánea (Imagen 3). No deben ser fumigados por los productores frentistas de manera masiva tipo “ya que está”, copiando los tratamientos dentro del lote, sino con intervenciones puntuales y dife-
Imagen 3 Manejo sustentable; preservación de la vegetación espontánea y de biorefugios (izq.) vs. Manejo convencional; tratamiento "ya que está" aplicamos herbicida en las veredas, alambrados y banquinas (der.).
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renciadas. “Estas áreas entre cunetas y alambrados constituyen corredores de biodiversidad, son biorefugios que consumen agua y fijan el suelo”, subrayó Mario Monti, de Rufino, Santa Fe, hoy tesorero de la Asociación Argentina de Caminos Rurales Sustentables (AACRuS).
Costa explicó que los cambios por el manejo sustentable de los caminos rurales son inmediatos, se ven ni bien comienza a verdear la vegetación. Otro punto a favor es la reducción de gastos en mantenimiento vial, ya sea por ahorro de combustible, costos de amortización, entre otros. “Las comunas que lo implementaron disminuyeron hasta un 60% los gastos. Ese ahorro se puede utilizar para comprar material de relleno. Además, la idea es reemplazar el concepto de gasto por inversión”, reforzó Casali. Acebal, Arequito, Arteaga, Bustinza, Chabás, Chañar Ladeado, General Gelly, Godoy, Luis Palacios y Villa Eloísa, son algunas Comunas de la Provincia de Santa Fe que están aplicando el manejo sustentable de caminos rurales.
Para concluir, el Ing. Costa reflexionó: “Debemos dejar atrás prácticas muy arraigadas. Tenemos que cambiar las ideas y las acciones, tal como pasamos de la labranza convencional a la siembra directa”. Monti añadió: “Tenemos la posibilidad de tomar una actitud colaborativa, de ganar-ganar entre el sector productivo y los gobiernos. Podemos mejorar la gestión de los recursos, implementando buenas prácticas y ordenamiento territorial. Deseamos que esto trascienda a las personas y perdure en el tiempo”. “En distintos niveles hay que darse cuenta de que hay una forma sustentable de acondicionar los caminos. Debemos alentar la conectividad, el arraigo y las inversiones en las zonas rurales. Las propuestas de AACRuS, van en este sentido”, cerró Costa.
Asociación Argentina de Caminos Rurales Sustentables AACRuS es una Organización sin fines de lucro integrada por una red de actores vinculados a los caminos rurales como Oficinas gubernamentales, Municipios y Comunas, Organizaciones de productores y de profesionales, productores y profesionales independientes, universidades e instituciones educativas que comparten el interés de lograr una red de caminos rurales transitables mediante prácticas sostenibles. En el inicio, los ingenieros Carlos Casali y Daniel Costa fueron recorriendo distintas localidades para analizar la
situación y dar charlas sobre la propuesta de caminos rurales sustentables. Con el correr del tiempo, en ese transitar, se fueron incorporando más personas interesadas, ya sea para implementar la iniciativa o para sumar conocimiento, y entre ellos están Mario Bosio y Mario Monti. Ello escaló hasta la constitución de AACRuS (inscripción en trámite). Para este año, están planificadas distintas recorridas, charlas, jornadas y eventos en diferentes comunas, para seguir difundiendo las bases del proyecto y compartir los resultados.
Conoce más: https://www.caminosruralessustentables.com.ar/
AGRADECIMIENTO
Agradecemos especialmente a Carlos Casali, Daniel Costa, Mario Bosio y Mario Monti por su generosidad y excelente predisposición para realizar esta nota.
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GANADERÍA
Los 6 mandamientos de la siembra directa de pasturas Desde la planificación hasta el primer pastoreo, pasando por la elección correcta de los lotes, especies, cultivares y equipos para lograr una siembra directa exitosa.
Por: Dr. Ing. Agr. José Martín Jáuregui Profesor Adjunto- Cátedra Forrajes (FCA, UNL)
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Los recursos forrajeros perennes son la base alimenticia de los sistemas ganaderos del país. De hecho, del total de alimento consumido por un novillo o vaquillona en todo su ciclo productivo (gestación hasta faena), el consumo total de grano no excede el 10% de la energía total. Esto se debe, entre otras razones, al bajo costo de las pasturas en relación a otros recursos (Tabla 1).
Para lograr pasturas que persistan en el tiempo y generen una adecuada provisión (cantidad y calidad) de alimento para nuestros animales, es crucial comenzar con una buena implantación. La planificación de la siembra se debe empezar con, al menos, un año de anticipación. A continuación se detallan los pasos para una siembra directa exitosa.
Recurso
Producción anual Costo Kg MS Costo MS cose- Costo FINAL Costo Mcal Costo PB Ef cosecha (kg MS/ha) ($) chada (U$$) (U$$) (U$$/Mcal EM) (U$$/kg PB)
Ryegrass anual (silaje)
10000
9,50
90%
$ 0,10
$ 0,12
$ 0,05
$ 0,99
Ryegrass anual (pastoreo)
6000
7,25
65%
$ 0,10
$ 0,10
$ 0,04
$ 0,87
Alfalfa silaje (genética antigua)
10000
13,54
90%
$ 0,14
$ 0,17
$ 0,08
$ 1,13
Alfalfa pastoreo (genética antigua)
10000
5,13
60%
$ 0,08
$ 0,08
$ 0,03
$ 0,53
Alfalfa silaje (genética premium)
14000
10,69
90%
$ 0,11
$ 0,13
$ 0,06
$ 0,89
Alfalfa pastoreo (genética premium)
14000
5,02
65%
$ 0,07
$ 0,07
$ 0,03
$ 0,48
Silaje maíz
12000
10,58
90%
$ 0,11
$ 0,13
$ 0,06
$ 1,66
Silaje sorgo
10000
8,52
90%
$ 0,09
$ 0,11
$ 0,05
$ 1,33
Grano maíz
23,85
95%
$ 0,24
$ 0,28
$ 0,09
$ 3,54
Expeller soja
42,49
95%
$ 0,42
$ 0,50
$ 0,16
$ 1,20
Balanceado 15% PB
22,37
95%
$ 0,22
$ 0,27
$ 0,09
$ 1,77
01
Elegir el mejor lote
El cultivo antecesor definirá el nivel de rastrojo previo, el momento en que se libera el lote y el consumo de agua, entre otras cuestiones. Para una siembra directa es importante priorizar lotes que vengan de silos tempranos (maíz- sorgo) o de cultivos de cosecha de invierno (trigo) o verano tempranos (sorgo). Lotes que se liberan temprano permiten recargar de agua el perfil y dan lugar a una siembra temprana que facilita un ingreso rápido al primer pastoreo.
En caso de que sean lotes de cosecha, se recomienda remover el rastrojo (por ejemplo, haciendo rollos) para poder hacer una siembra directa. Si se busca convertir praderas naturales en pasturas, hay que pasar previamente por 2 años de cultivos anuales para eliminar malezas de difícil control como la gramilla.
Tabla 1 Costo del kg de materia seca (MS), energía (MCal EM) y proteína bruta (PB) producidas y consumidas. Los recursos ensilados incluyen un 20% adicional sobre el precio por el costo del suministro. Los valores cosechados están expresados en dólares americanos al tipo de cambio oficial (Enero 2022: $106,5). Todos los valores calculados incluyen el costo del alquiler de la tierra (80 litros de leche/ha/mes). Para el caso de los cultivos anuales, se computa solo medio año de alquiler.
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Analizar el suelo
Antes de la siembra, es esencial realizar un análisis de suelo para planificar correctamente los requerimientos de fertilización y enmiendas. Los parámetros químicos básicos a revisar son:
a
b
pH: para alfalfa debe estar entre 6-7. Las gramíneas y otras leguminosas pueden tolerar pH 's diferentes (desde más alcalinos hasta más ácidos).
Fósforo (P): los niveles de P óptimos para gramíneas y leguminosas son de 15 y 25 ppm, respectivamente. Si el nivel del suelo está por debajo, la respuesta será favorable si se le agrega este nutriente (Figura 1).
c
Calcio (Ca): es un nutriente esencial y su incorporación depende del nivel de pH del suelo. Es importante tener en cuenta que la alfalfa realiza una importante extracción de este elemento, y esta situación reduce el pH.
d
Azufre (S): para alcanzar potenciales en alfalfa, por ejemplo, se requieren casi 15 ppm. Para gramíneas el requerimiento es similar.
e
Nitrógeno (N): si estamos sembrando gramíneas, la incorporación de N a la siembra puede ser una vía para lograr una rápida emergencia. Es importante no superar los 50 kg de N sobre la línea (100 de Urea aproximadamente) para reducir el riesgo de toxicidad.
Figura 1 Umbrales entre el rendimiento relativo (RR) y el contenido de Fósforo Bray (P) en suelos de Balcarce (Bs. As.). Extraído de Marino & Echeverría (2018).
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Controlar malezas
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Un control exhaustivo de las malezas en presiembra permite un óptimo desarrollo de las pasturas. También es posible controlar algunas malezas que escapan a ese primer control con herbicidas post-emer-
gentes, teniendo en cuenta que se pueden aplicar a partir de la 3er hoja trifoliada en leguminosas y a partir de la 3er hoja en gramíneas.
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Elegir las especies y cultivares correctos
Cambiar el ambiente es mucho más difícil (y costoso) que buscar la/s especie/s y variedades que se adapten mejor a él (Figura 2). La idea es que el ambiente “trabaje
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para nosotros” y no al revés. También es importante elegir semillas de calidad, certificadas, con un adecuado valor cultural y un rápido y vigoroso crecimiento inicial.
Figura 2 Especies recomendadas según la topografía y el tipo de suelo para situaciones de (a) napa profunda y (b) napa somera. Adaptado de Castaño (INTA).
Elegir y regular la sembradora
A pesar de que en Argentina no existen sembradoras específicas de pasturas (las máquinas que se usan para sembrar pasturas son sembradoras de grano fino adaptadas), es
posible tomar algunos recaudos para asegurar que la sembradora esté adecuada para sembrar pasturas. Así, al momento de elegir una sembradora hay que verificar:
Que posea cajón alfalfero si se van a sembrar leguminosas o especies de semillas pequeñas como Falaris.
Que siembre a la menor distancia posible entre líneas (17,5 m o menos). Si esto no fuera posible, evaluar la siembra doble (cruzada, entre 45-90°).
Que permita remover las ruedas tapadoras o bien sacarle la tensión a los resortes.
Que incorpore al final una cola de castor (Foto 1) o rueda pisagrano (Foto 2) para asegurar el contacto suelo-semilla.
El día de la siembra, asegurarse de:
a
Regular densidad: no hay que confiarse en tablas provistas por el fabricante ya que el desgaste de la máquina y la variación en el tamaño y peso de semillas comerciales lo hace impreciso. Lo correcto es calibrar la sembradora para sembrar la densidad adecuada. La calibración puede hacerse de manera estática (con la sembradora parada) o dinámica (con la sembradora en marcha), colocando bolsitas en varias boquillas de la sembradora y pesando las semillas que caen en su interior después de recorrer una distancia conocida. El método dinámico es el ideal.
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b
Verificar profundidad: la profundidad de siembra de la mayoría de las pasturas no debe exceder los 1-1,5 cm. Esta profundidad puede ser mayor si se utiliza el método de siembra “Marrón” en el que se remueven las ruedas tapadoras. Esto es así porque al remover las tapadoras, no se incorpora tierra por encima de la semilla y se puede sembrar más profundo buscando, por ejemplo, más humedad (Foto 3).
c
Verificar que la semilla corra adecuadamente: las mangueras de caída de semilla deberán estar en buenas condiciones de mantenimiento. También es deseable que la caída sea recta y que la manguera no tenga recovecos o curvas que dificulten la caída.
Foto 1: Cola de castor.
d
Velocidad de avance: Lo ideal es mantener una velocidad no mayor a 5-6 km/h para lograr una adecuada distribución de la semilla y evitar “saltos” que puedan perjudicar la profundidad de siembra.
Foto 2: Rueda pisagrano.
Foto 3: Imagen de una siembra directa de Agropiro sobre rastrojo de sorgo utilizando el sistema de siembra “Marrón” (Surco abierto).
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Verificar la eficiencia de siembra
Entre los 60-90 días desde la siembra, se recomienda verificar la eficiencia de implantación para poder tomar decisiones importantes como la posible resiembra, co-
Ef.Implantación (%) =
rroborar el desempeño y corregir procesos a futuro en caso de ser necesario. Para estimarla, se utilizan las siguientes ecuaciones:
plántulas nacidas/m² * 100 semillas viables sembradas / m²
Semillas viables/m² =
kg/ha * Valor cultural (%) Peso de mil semillas (grs)
¿Cuándo hacer el primer pastoreo? Elegir el momento correcto para el primer pastoreo es esencial para lograr una buena
estructura y producción de la pastura. Veamos algunos consejos:
a
Gramíneas y consociadas sin Alfalfa: iniciar el primer pastoreo cuando las plantas tengan, en promedio, 3 hojas. El objetivo es “despuntar” la pastura, para que adopte una estructura más postrada y cubra rápidamente el entresurco. Se recomienda utilizar categorías livianas que permanezcan poco en el lote y nunca ingresar con piso húmedo o encharcado. También es importante verificar el anclaje de las plantas previo al ingreso (probar si las plantas se arrancan al tirar de ellas con la mano).
b
Alfalfas puras: para esta especie sembrada pura se recomienda demorar el primer ingreso lo más posible. Esto se debe a que el período de implantación es crítico para que pueda desarrollar adecuadamente su órgano más importante: las raíces. Esto asegura una mayor persistencia y producción en el largo plazo. Lo ideal es esperar hasta que el cultivo alcance una acumulación de 3-4 toneladas de materia seca.
c
Alfalfas consociadas: aquí es importante buscar un equilibrio entre el manejo de las gramíneas puras y las alfalfas puras. Se sugiere demorar la entrada al primer pastoreo lo más posible, pero al mismo tiempo evitar sombreado excesivo de las gramíneas. Si comienza un sombreado o competencia, hay que ingresar a pastorear.
La siembra directa bien implementada es una excelente manera de conservar y mejorar la fertilidad y las propiedades físicas de nuestros suelos. A pesar de que el clima puede comprometer nuestro éxito, proto-
colizar la siembra y poner en juego todo el paquete de soluciones tecnológicas y agronómicas disponibles aumentará significativamente las posibilidades de éxito.
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GANADERÍA
Nada se pierde, todo se transforma en abono para el suelo La gestión de residuos de feedlot representa un desafío y, al mismo tiempo, una oportunidad para incrementar la productividad de los cultivos y mejorar la fertilidad de los suelos.
Por: Ing. (M.Sc) Marianela Diez¹ y Ing. (M.Sc) Mirian Barraco EEA INTA Gral Villegas ¹diez.marianelainta.gob.ar
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Foto 1 Gestión Ambiental en Feedlot
La intensificación de los sistemas ganaderos de engorde a corral (feedlot) presenta el desafío de incorporar tecnologías que garanticen reducir al mínimo sus posibles impactos ambientales. El grupo de Gestión Ambiental en Feedlot (GAF) es un proyecto interdisciplinario, integrado por las EEA INTA Anguil y General Villegas, el Grupo de Acción Ganadero Región CREA Oeste Arenoso, asesores privados en temas específicos y nueve empresas feedoloteras (Foto 1), que apunta a llenar los vacíos de información relativos a la gestión ambiental en sistemas intensivos de engorde a corral en el Noroeste bonaerense. Una de las principales líneas de investigación del grupo es el manejo, valorización y utilización de los residuos (estiércol y purines) con fines agronómicos, entre otras. El espectro de sitios y condiciones de suelos que abarca es muy amplio y va desde sitios más arenosos (hapludoles énticos y típico
más al sur) hasta hapludoles thapto árgicos, con presencia de tosca al metro de profundidad. Los establecimientos también presentan un amplio rango de carga animal instantánea que va de 450 a 12000 cabezas al año. Los residuos de feedlot bovino, compuestos por estiércol y materiales utilizados como piso en los corrales de encierro, fueron reconocidos como una fuente importante de nitrógeno (N) y fósforo (P), entre otros nutrientes, además de contribuir a mantener o incrementar la fertilidad de los suelos por el aporte de materia orgánica (MO). Una alternativa para la correcta gestión de la fracción sólida de los desechos es su aplicación como abono en suelos destinados a la producción de cultivos para grano o silaje, que retornarán como alimentos al corral de encierre, operando en un esquema circular de transferencia de nutrientes dentro de la empresa agropecua-
ria. Este manejo es conocido como “uso agronómico de estiércol”. El manejo tradicional del estiércol consiste en el barrido de corrales y la confección de pilas o trincheras a la intemperie durante un lapso de tiempo variable hasta su aplicación al lote (Foto 2). En algunos casos también se implementa un volteo o mezclado del material en dicho período (Foto 3), proceso que se conoce como compostaje. Se trata de un proceso aerobio que combina fases mesófilas (15 a 45 °C) y termófilas (45 a 70 °C) para conseguir un producto de alto valor y seguro para el medioambiente, capaz de devolver nutrientes y MO al suelo. Este tipo de tratamiento asegura la reducción de patógenos y de semillas de malezas, reducción de volumen y humedad y la aparición de problemas asociados a la estabilidad de sustancias orgánicas fácilmente degradables.
Foto 2 Manejo tradicional del estiércol. Barrido de corrales y la confección de pilas o trincheras a la intemperie hasta su aplicación en el lote.
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Foto 3 Volteo o mezclado del material, conocido como “compostaje”
En los últimos años hubo un amplio interés en el uso de enmiendas orgánicas en suelos agrícolas como sustituto parcial o total de fertilizantes inorgánicos, con el fin de
reducir costos (evitando la compra de fertilizantes minerales), reciclar desechos e incrementar la MO en los suelos.
Pautas para el armado de pilas de estiércol Previo al armado de las pilas hay que tener en cuenta las condiciones del sitio y del lugar:
Seleccionar un lugar de baja permeabilidad, elevado y con buen drenaje.
El material se debe distribuir en capas para lograr una mayor evaporación y mantener así una correcta aerobiosis (presencia de oxígeno) y el menor nivel de humedad posible.
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Si no se cuenta con un removedor (Foto 4), se aconseja voltear con pala el material al menos dos veces previo a la aplicación al suelo, para favorecer la actividad de microorganismos aerobios. Esto permite una mayor degradación de la MO y eliminación de patógenos y malezas por incremento de temperatura de la pila, siempre y cuando el porcentaje de humedad se encuentre entre 40-60 %.
Foto 4 Removedor de material
Relación Grano-Planta
Pautas para un correcto muestreo de pilas de estiércol
Por ser un material muy heterogéneo en su composición (ya sea por diferente origen o porcentaje de suelo mezclado, tiempo de apilamiento, exposición a la atmósfera, etc.) se requiere extraer la mayor cantidad de sub muestras posibles a lo largo de la pila.
Las submuestras se deben extraer aproximadamente a 50 cm desde la superficie de la pila hacia el centro. Hay que evitar extraer la muestra en la parte superficial ya que generalmente presenta menor humedad y/o diferente calidad que el resto de la pila.
Se recomienda como mínimo la extracción de 10 submuestras por cada 5 metros de pila. Preferentemente entre 15-20 submuestras (Foto 5).
Cada submuestra extraída se colocará en un recipiente para un correcto mezclado y cuarteo.
En lo posible usar un calador de acero de 2-3 cm de diámetro, si no pala.
Identificar adecuadamente la muestra con número de pila, fecha de muestreo, lote, etc.
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Foto 3 Muestreo de las pilas de estiércol
Una vez finalizado el muestreo, el paso siguiente es el análisis de calidad del material. Para ello contamos con determinaciones “básicas” como porcentaje de materia seca, pH, conductividad eléctrica, MO, ni-
trógeno total y fósforo total. Mientras que otras determinaciones como capacidad de intercambio catiónico, azufre, calcio, potasio, sodio, magnesio o metales pesados permiten un análisis más integral.
Composición química del estiércol La composición química del estiércol es muy variable (Tabla 1), principalmente la fracción de N orgánico y el potencial mineralizable. Por este motivo es clave analizar su calidad química y nutricional para ajustar las dosis a aplicar según las necesidades y requerimientos del cultivo. Desde la generación de excretas en corrales, limpieza, extracción, estabilización y aplicación del estiércol al suelo ocurren pérdidas de nutrientes y humedad que se deben tener en cuenta.
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Independientemente del manejo de estiércol que se realice en el establecimiento (fresco, apilado, compostado), existen materiales que pueden aportar 2,6 g; 7,6 g y 23 g de N por kg de estiércol y 1,6 g; 4,5 g y 9,1 g de P por kg de estiércol (Tabla 1). Por ser un material muy variable en su composición se recomienda que el muestreo y posterior análisis de calidad de estiércol se realice lo más próximo al día de la aplicación al suelo para que sea más representativo.
n=30
pH
CE dS m-¹
MS %
MO
Nt
Pt
Promedio
8,74
10,88
63,58
14,55
0,75
0,45
Min
5,6
0,7
13
4,21
0,26
0,16
Max
9,9
27,7
94
65
2,3
0,91
CE=conductividad eléctrica; MS=materia seca; MO=materia orgánica; Nt=nitrógeno total; Pt= fósforo total; n= número de muestras analizadas.
Tabla 1 Valor promedio, mínimo y máximo de propiedades químicas de estiércol de distinto procesamiento (apilado, crudo sin estabilización, compostado). (Fuente: Grupo GAF).
No todos los nutrientes presentes en el estiércol están disponibles para el cultivo, ¿por qué? Al comparar fuentes orgánicas vs. fuentes minerales, observamos que su composición es diferente. No es lo mismo el aporte de N de una tonelada de urea como fuente mineral nitrogenada que el aporte de una tonelada de estiércol como fuente orgánica. Es decir, una tonelada de urea aporta 4600 kg N ha-1, mientras que una tonelada de estiércol sólo 53 kg N ha-1. Por otro lado, cuando se aplica estiércol al suelo no todos los nutrientes son asimilables inmediatamente por las plantas. Para el caso del N el proceso es más complejo. Las plantas sólo pueden utilizar aquella fracción que se encuentra en forma mineral, y dado que el estiércol contiene formas minerales y orgánicas, se necesita que se mineralice la fracción orgánica para que las plantas puedan asimilarlo. Se estima que del N presente en el estiércol sólo estará disponible entre un 25-30% el primer año de aplicación, entre 40-45% durante el segundo año de aplicación, y el resto al tercer año. Como la mineralización es un proceso continuo que se produce durante todo el año y los cultivos agrícolas sólo utilizan el N mineral en 5-6 meses, aquel N que se mineralice fuera de los períodos en los que puede ser aprovechado por las plantas, sufrirá pérdidas.
Por otra parte, la demanda de N por parte de los cultivos varía durante el ciclo (siendo baja en los primeros estadíos y con aumento exponencial a partir de 40-50 días desde la emergencia). Por lo tanto, la eficiencia de utilización del N del estiércol es baja. Entre los factores que la afectan, se encuentran la forma, las condiciones y época de aplicación, y el tipo de cultivo. Además, la incorporación del estiércol en el suelo aumenta la disponibilidad de N al primer año de uso con respecto a si es aplicado en superficie. Por lo tanto, debemos minimizar las pérdidas de N (lixiviación, volatilización y desnitrificación) para lograr una mayor eficiencia y aprovechamiento del mismo por parte de los cultivos. El fósforo, en cambio, está disponible casi en su totalidad el primer año de aplicado el material dado que está presente en un 90% como fósforo inorgánico. A su vez, es un nutriente poco móvil, poco susceptible a ser lixiviado, pero puede incrementar su tasa de migración cuando el suelo excede las posibilidades de absorción y retención de nutrientes. Las fertilizaciones recurrentes con estiércol incrementan significativamente los niveles de este nutriente por lo que se recomienda testar su disponibilidad previa a la aplicación de estiércol.
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Experiencias de uso agronómico de estiércol en el Noroeste bonaerense En el año 2017, el GAF comenzó a evaluar distintas estrategias de uso de estiércol apilado y/o compostado sobre los cultivos y propiedades de suelo bajo distintas escalas de estudio: lote y parcela. A escala de parcela, aplicaciones bienales (años 2017 y 2019) de 10 y 20 t ha-1 de estiércol compostado (EC) de forma anticipada (60 días previo a la siembra del cultivo) y al momento de la siembra sobre una rotación cebada-maíz-maíz-soja, combinadas con diferentes dosis de N inorgánico (urea), incrementaron la producción de materia seca (PMS, tabla 2) y producción de grano (PG, Figura 1) de los cultivos evaluados, principalmente en el período 2019-2020. Sobre la PMS de cebada (año 2017), al primer año de aplicación del EC, no hubo efecto de las dosis. En cambio, en el cultivo de maíz su-
cesor sí hubo efecto del agregado de EC y del N inorgánico sobre la PMS (Tabla 2). Dicho incremento fue del 6,5% y 22% para 10 y 20 t ha-1 respecto al tratamiento sin compost, mientras que el agregado de N como urea permitió un incremento del 79% respecto del tratamiento sin N. En la aplicación de 2019, el agregado de 20 t ha-1 produjo un 20% más de grano, mientras que la dosis de 10 t ha-1 no difirió del tratamiento control (Figura 1). Por otro lado, el aporte de N mineral incrementó la PG hasta la dosis de 120 kg N ha-1, indicando la necesidad del aporte de esta fuente mineral independientemente del agregado de estiércol. En el cultivo de soja posterior se observó un efecto residual de la aplicación de 20 t ha-1 estiércol (4,6 t ha-1 de soja versus 3,9 t ha-1 en los tratamientos de 0 y 10 t ha-1.
2017-2018 CULTIVO
EC (t ha-¹)
N (kg ha-¹)
EC x N
0
10
20
EED
P
0
80
EED
P
Cebada
17,13
16,4
17,4
813
Ns
16,2
17,7
406
ns
Maíz
10,8B
11,5A
13,2A
454
ns
8,5B
15,2A
394
ns
2019-2020
Maíz
0
10
20
EED
P
0
60
120
180
EED
P
26,6C
28,9B
31,2A
1187
**
25,3B
29,1A
30,4A
30,7A
1371
ns
** P ≤ 0,01; * P ≤ 0,05; ns= no significativo. EED: error estándar de las diferencias entre medias.
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Tabla 2 Producción de materia seca (t ha-1) de la rotación cebada –maíz (período 2017-2018) y maíz (período 2019-2020) en función a la dosis de estiércol compostado (EC; 0, 10 y 20 t ha-1) combinadas con dosis de N (0 y 80 o 0, 60, 120 y 180 kg ha-1 para los ciclos 2017-2018 y 2019-2020, respectivamente). Letras distintas indican diferencias significativas (P ≤ 0,05)
18
A
16
PG ( t ha-1 )
14
B
B
B
12
AB
A
A
10 8 6
4 2 0 0
10
20
0
Dosis de EC (t ha-1)
Luego de la cosecha de los cultivos se estudiaron variables de suelo en dos profundidades (0-10 cm y 10-20 cm). El principal efecto del agregado de EC se observó sobre el contenido de fósforo extractable (Pe, Tabla 3), mientras que las demás propiedades no fueron modificadas desde el período 2017 al 2021 (pH; conductividad eléctrica, N total, materia orgánica, Ca, Mg, K, Na, CIC). A los 263 días de la primera aplicación de EC (cosecha de maíz), los tratamientos de 10 y 20 t ha-1 incrementaron de manera similar los contenidos de Pe. Mientras que en la evaluación realizada luego de 210 días desde la segunda aplicación de EC,
60
120
180
Dosis de N (kg ha-1)
los tratamientos de 10 y 20 t ha-1 de EC incrementaron un 30% y 187% los niveles de Pe respecto al testigo sin compost. La diferencia entre tratamientos se mantuvo luego de la cosecha del cultivo de soja posterior. Los mayores efectos se observan en la capa de 0-10 cm de suelo, debido a la escasa movilidad de este nutriente. En este estudio no se observaron modificaciones en otras propiedades de suelo, sin embargo se recomienda el monitoreo de propiedades químicas, físicas y biológicas de suelo en aquellos sitios en los que se utilizan dosis de estiércol altas y frecuentes.
Figura 1 Producción de grano de maíz correspondiente al período 2019-2020 en función a las dosis de estiércol compostado (EC; 0, 10 y 20 t ha-1) combinadas con dosis de N (0, 60, 120 y 180 kg ha-1). Letras distintas indican diferencias significativas dentro de compost o de N (P ≤ 0,05).
Tabla 3 Contenido de fósforo extractable (Pe, ppm) en 0-10 cm y 10-20 cm de profundidad (Prof.) de suelo luego de la cosecha del cultivo de maíz según dosis de EC (0, 10 y 20 t ha-1) y períodos (20172018 y 2019-2020). Letras distintas indican diferencias entre dosis dentro de cada profundidad de suelo y período (P < 0,05).
Dosis de EC (t ha-1) Prof (cm)
Período
Cultivo
0-10 2017-2018 0-10
2021
0
10
20
15,2 B
27,7 A
27,07 A
2,5
*
9,7
10,0
11,3
0,8
ns
19,7 B
25,6 B
56,6 A
3,3
*
10,5
9,9
20,4
4,8
ns
8,7 B
12,5 B
27,0 A
1,9
**
Maíz tardío
10-20 0-20
P
Cebada-maíz tardío
10-20 2019-2020
EED
soja
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niveles nutricionales presentes en el suelo. En la campaña 2020-2021 (con precipitaciones por debajo de los valores históricos), no se observaron incrementos significativos por el agregado de estiércol en dos lotes con secuencia trigo-soja (Figura 2), aunque se sigue evaluando por si se observan efectos a largo plazo
La mayoría de las empresas de feedlot que integran el GAF y en las que se realizan estos experimentos, aplican estiércol con distinto procesamiento a escala de lote. La dosis promedio de estiércol que se maneja en la zona varía entre 20-25 t ha-1, aunque depende del análisis de calidad de estiércol, el requerimiento nutricional del cultivo y los 4500
4165
3993
3807
4000
4274
Rto grano (kg ha-1)
3500
Trigo
3000
Soja
2500 2000 1500 1000 500 0 Testigo
Trigo
4500 4000
14 t ha-1
3700
4023
4044
4015
Rto grano (kg ha-1)
3500 3000 2500 2000 1500 1000 500 0 0
En suelo, la variable principal que se afectó por el agregado de estiércol fue el contenido de Pe en ambas profundidades de suelo monitoreadas (Figura 3). Los incrementos
96
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10
dosis (t ha-1)
20
40
fueron significativos y del orden del 75, 141 y 232% (sin estiércol) para 0-10 cm y de 17, 62 y 71% para 10-20 cm, respecto a dosis 0.
Figura 2 Rendimiento de grano en rotación trigosoja a escala de lote aplicando distintas dosis de estiércol apilado sin compostar: testigo (sin estiércol), 10, 14, 20 y 40 t ha-1.
50
0-10
45 40
34,35 AB
Pe (mg kg - 1)
35 30
24,925 CB
25
20 15 10 5
47,2 A
10-20
14,225 C 4,6 c
5,4 cb
7,85 a
7,45 ab
0
0
10
20
Dosis de estiércol sin remoción (t ha
Sobre estas experiencias también se analizan propiedades físicas (infiltración, dureza y estabilidad de agregados) y biológicas (respiración microbiana, nitrógeno anaeróbico, carbono orgánico particulado) a distintas profundidades de suelo. Esta información es escasa por lo que resulta relevante monitorear dichas propiedades y generar información para el sector en el corto-mediano plazo.
Independientemente de la escala de estudio que se aborde, la aplicación de estiércol de distinto procesamiento no sólo contribuye a incrementar la productividad de los cultivos sino también a mejorar la fertilidad de los suelos por el aporte de materia orgánica y nutrientes claves para lograr sistemas ganaderos más sustentables.
40 - 1)
Figura 3 Contenido de fósforo extractable (Pe, mg kg) de suelo en 0-10 y 10-20 cm para dosis 0 (sin estiércol), 10, 20 y 40 t ha de estiércol apilado sin compostar. Letras distintas indican diferencias entre dosis dentro de cada profundidad de suelo y período (P < 0,05).
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GANADERÍA
Nada se pierde, todo se transforma en abono para el suelo Dialogamos con dos productores tamberos: Cristian Guillermon de la zona de Villa María, Córdoba y Cristian Chiavassa de la localidad de Carlos Pellegrini, Santa Fe. Dos empresas y una misma visión.
Foto 1 Gestión Ambiental en Feedlot
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Establecimiento Guillermon Cristian Guillermon es Socio Aapresid y productor tambero. “El Establecimiento Guillermon es una empresa familiar ubicada a 65 kilómetros hacia el sur de Villa María, Córdoba. Es una zona tambera que los últimos años ha evolucionado hacia la agricultura”, comentó. El establecimiento tiene 500 ha de las cuales 300 se dedican a la agricultura. Hacen soja, maíz y el resto se destina al tambo que es de ciclo completo. “El tambo no tiene automatización en la infraestructura y trabajamos con sistema pastoril con suplementación de silo y balanceado” especificó. Producen 3 mil litros diarios en dos ordeñes que se entregan a una oficina regional. El rodeo está compuesto por 110 vacas en ordeñe, un rodeo de vacas secas, una guachera colectiva y el rodeo de cría. “Las hembras tienen como destino el mismo tambo y los machos son recriados y se venden para engorde. El servicio es con toros a campo y continuo”, detalló. “Este año la sequía ha tenido un impacto muy importante sobre todo desde el 21 de
diciembre. Los maíces de primera generalmente los destinamos para granos, pero este año van directamente a picado. Tenemos la expectativa de que los maíces de segunda se desarrollen bien”, señaló Guillermon. Sobre el panorama actual, el socio de Aapresid explicó que el tambo funciona los 365 días del año y requiere una planificación continua. “La siembra directa nos ayudó a simplificar la parte agrícola, pero para la parte ganadera notamos que nos falta más información para ser más eficientes en la planificación de la cadena forrajera”. Con respecto a la perspectiva de crecimiento de la producción, comentó que lo que venden es leche fluida y que cualquier productor primario tiene claro que, si se queda produciendo durante tres años la misma cantidad, probablemente desaparezca. “Con el cambio tecnológico esa dinámica es cada vez es más rápida”, puntualizó. Sobre las líneas de crédito existentes, especificó que el tambo interactúa con herramientas que están pensadas para la agricultura donde los tiempos son diferentes y eso puede limitar el acceso. “Además, cada tambo es una casa, con su lógica y su cultura entonces hay que evaluarlo dentro de los números de cada empresa”, concluyó. A nivel regional, observó que se ven cada vez quedan menos tambos, pero los que quedan se especializan más. “El tambo es una fuente de trabajo y negocios que contribuyen al bienestar social de la región”, remató.
Grupo Chiavassa “Somos la cuarta generación de productores lecheros, pero recién mi padre nos propuso a los hermanos de asociarnos. De esta forma podemos ganar en escala para tener mayor eficiencia”, explicó Cristian Chiavassa, director de la empresa. Hoy en día trabajan 1700 ha, 970 son propias y el resto alquiladas. Hacen 450 ha de soja, 750 de maíz y el resto alfalfa. Ordeñan 1450 animales promedio al año con 50.000 litros y una media de 36-37 litros por vaca por día. “En los últimos diez años aumentamos más de un 200
% el volumen de leche producida, un 120 % en la cantidad de animales, y generamos 114 % más de empleo. Todo eso lo hicimos solamente con un 20% más de superficie. Esto demuestra que hoy en día los productores tenemos la capacidad de producir más y de manera más sustentable”, señaló. Con respecto a las principales innovaciones tecnológicas que han incorporado, Chiavassa detalló que con un crédito de la línea Fontar compraron una sala rotatiREVISTA AAPRESID
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va que les permite contar con información en tiempo real y poder tomar mejores decisiones. “Después experimentamos con los collares de rumia y para mí esa fue la tecnología más disruptiva que incorporó el establecimiento. Tuvo impacto inmediato en las tasas de preñez, pasamos del 15% al 28 %, automáticamente el rodeo convierte mejor el alimento a leche y se empiezan a generar más terneras que generan más reposición de vaquillonas. Por otro lado, aumenta la cantidad de animales en ordeñe y también es posible detectar antes los animales enfermos y darles mejor atención”, remarcó. Otra tecnología que adoptaron son los galpones con cama de compost, que tienen un área donde las vacas están bajo techo, el estiércol y la orina del animal se mezclan con algún subproducto (ellos usan cáscara de maní). “El efluente lo convertimos en un abono orgánico que lo usamos para fertilizar los campos donde después producimos el alimento de nuestros animales”, indicó. Hoy en día estiman que van a reemplazar la fertilización de 350 ha, entre el semi-líquido y el compost. Sobre la sequía de este momento, Chiavassa detalló que una de sus reglas es tener un
100
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stock de forrajes de 16 meses, ya que siempre contemplan la posibilidad de no poder sembrar el maíz de primera y en ese caso la idea es hacer maíz de segunda. “En esta zona solemos tener rindes de 18.000 kilos de materia seca en silo de maíz, y este año lo que llevamos picado rindió 15.000 kilos, asique la merma no fue tan significativa.” Especificó que la estrategia es tener más superficie de la que necesitan picar, y ante una eventualidad se pica todo el maíz sembrado y/o salen a comprar el grano fuera. Con respecto a medidas para mitigar el estrés calórico, el empresario comentó que tienen tres ordeñes diarios y llevan las vacas 45 minutos antes al corral de espera donde se refrescan y se duchan. “Veníamos muy bien, produciendo 37,5 litros por vaca. Nunca habíamos tenido esas producciones en verano. Los collares de actividad de rumia también nos permiten monitorear el nivel de jadeo de los animales, que es un indicador de condiciones de estrés”. Pero con la ola de calor, tuvimos un problema de suministro eléctrico y por cuatro días tuvimos inconvenientes de abastecimiento de agua (para la bebida y para el duchado). De 52 mil litros de leche por día pasamos a 42 mil litros, por lo que esos días perdimos el 25% de la facturación del tambo”, relató.
“Veníamos muy bien, produciendo 37,5 litros por vaca. Nunca habíamos tenido esas producciones en verano. Los collares de actividad de rumia también nos permiten monitorear el nivel de jadeo de los animales, que es un indicador de condiciones de estrés”.
El arraigo de la gente tenemos ningún sistema de automatización, la gente cobra más importancia. Acá en la zona hay muchas personas capacitadas, pero adaptarlos y saberlos motivar es fundamental”. Agregó que la infraestructura en caminos rurales y telecomunicaciones es importante. “Parece algo menor, pero tener señal en el campo es clave. La lechería es una cadena que involucra a mucha gente y fortalece el arraigo asique todas las medidas que mejoren la distribución de beneficios permiten que la actividad sea más atractiva”.
Chiavassa detalló que la escala les ha permitido tener más especificidad de trabajo y estandarizar los procesos. “Implementamos horario corrido para los ordeñadores, tratamos de mejorar el tema de los francos y tener una estructura y un ambiente laboral cómodos. Solemos poner premios en función de rendimiento. También un lugar modernizado y el desafío tecnológico hacen que el trabajo sea más atractivo que hacer tareas rutinarias”, enfatizó.
¿Vale integrarse? “En la zona hay diferentes experiencias de integración: para vender o para enfrentar inversiones y dar valor agregado al producto. No hay una receta, es una cuestión tener una oportunidad de negocio que realmente sea beneficioso para todos”, relató Guillermon. Chiavassa reconoció que en un principio le tenían miedo a la integración vertical. “Como productores primarios somos grandes, pero si industrializamos la leche hay
que competir con la industria láctea que tienen grandes escalas y son muy eficientes. Lo que sí tratamos de hacer es crear valor para que las industrias que nos compren nos paguen mejor lo que producimos. Ahora estamos diversificando nuestra producción con soja, maíz, alfalfa y agregándole valor a eso. Además, estamos en un proceso asociativo integrado de cerdos para engorde de lechones”, comentó.
¿Cómo ven la demanda a futuro? “El consumidor está informado y es mucho más exigente. Hoy la industria no nos exige nada, pero nos estamos preparando para cuando eso llegue y tenga un valor”, manifestó Guillermon y agregó que si incorporar trazabilidad y diferenciación genera una mejora de los beneficios nadie va a estar en contra. “En el corto plazo hay alternativas, pero hay que evaluar la viabilidad ya para la empresa la economía manda. La lechería es una cadena compleja y requiere de un acuerdo de los diferentes eslabones como para que realmente eso sea un aporte de valor”, concluyó.
Por su parte Chiavassa indicó que a nivel global hay mucha oferta de alternativas a la proteína animal. “Los ataques a nuestro sector son sobre la falta de bienestar animal, carbono neutro y el valor nutricional de nuestro alimento. Tenemos que tomar esos puntos y ver cómo transformamos nuestro sistema productivo. Creo que hay oportunidades para certificar la producción primaria y que una industria saque esa línea de productos. Estas demandas empiezan a ser de nicho, pero creo que van a ir aumentando con el tiempo”, finalizó.
“En el corto plazo hay alternativas, pero hay que evaluar la viabilidad ya para la empresa la economía manda..."
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