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Adictos online: expertos advierten sobre la dependencia que generan las redes sociales El teléfono móvil está cambiando la forma cómo nos relacionamos. No obstante, en niños y adolescentes se han percibido una serie de trastornos psicológicos vinculados a la hiperconexión. Por Juan Paulo Roldán
María José tiene 12 años y es adicta al Instagram. Su madre Pamela, está preocupada porque desde que tiene acceso a esta red ha descuidado sus estudios y también ha tenido problemas con otros adolescentes, a quienes ha contactado por esta vía para realizar bromas. Como una medida radical, recientemente su madre le quitó el teléfono móvil y comenzaron a ir juntas al psicólogo. Además, Pamela abrió Instagram para monitorear a quién sigue su hija. Un día, estando sola, María José encontró un teléfono antiguo en la casa y como pudo lo habilitó para seguir interactuando por esta red. Los trastornos vinculados a las redes sociales son más comunes de lo que uno piensa. No es extraño ver diariamente a jóvenes o adolescentes imbuidos en el celular, varias horas al día, en la sala de clases o en el transporte público. El mundo gira en torno a esa pequeña pantalla y pareciera que nada de lo que hay fuera de ella pudiese llamar más la atención. Sin embargo, una conducta adictiva se percibe cuando hay complicaciones en la vida de la persona, como la pérdida de 10
A nivel escolar, en Francia por ejemplo se ha llevado a prohibir el uso del teléfono celular en la sala de clases. En Chile, algunos establecimientos disponen de un mueble para guardar los aparatos móviles. En términos generales, son iniciativas puntuales que no responden a políticas estructurales y se vinculan más a una generalización del riesgo que conlleva esta tecnología. En el ámbito laboral en Chile no existen mayores limitaciones sobre el uso de las redes. Sin embargo, el profesor Rodríguez advierte que a nivel internacional, diversos estudios han advertido que la hiperconectividad deriva en problemas atencionales severos y baja en la productividad. “Estar permanentemente conectados con un dispositivo móvil implica que debemos dividir la capacidad de concentración y atención. Eso atenta contra nuestra productividad. Hay estudios que proponen que uno puede perder hasta el 40% de la productividad por estar conectados de manera permanente. En Chile todavía no tenemos políticas transversales asociadas a esto”, señala. EL IMPACTO DE LAS REDES SOCIALES EN LAS COMUNICACIONES
control sobre el juego o una disminución progresiva en las horas de sueño por estar conectados. De acuerdo al académico de la Escuela de Psicología de la PUCV, Felipe Rodríguez, paulatinamente en nuestro país, los trastornos sobre la dependencia a las redes sociales se están pesquisando a nivel clínico. En efecto, no es extraño que en más de un aspecto se aborde un contenido asociado a la hiperconectividad y a la necesidad de respuesta inmediata por medio de la tecnología. “En la infancia se están realizando tratamientos para la rehabilitación en el ámbito de las redes sociales, incluso hoy en día puede considerarse una adicción, así como hace algunos años estaba la adicción a los videojuegos. Hoy se ven niños o adolescentes con cuadros bastante similares desde la sintomatología clínica, jóvenes que se desconectan porque viajan y empiezan a experimentar sintomatología somática, ideas obsesivas y vinculadas con esta idea de tener que estar conectados siempre”, advierte.
Todo indica que las redes sociales llegaron para quedarse. Su origen se remonta al nacimiento de la web 2.0 o web Social en 2005, que cambia la idea de internet como un medio de comunicación tradicional donde se subían noticias para ser leídas y se abre a la generación de contenidos por todo tipo de personas, lo que obviamente democratiza el modelo informativo. No obstante, el mayor cambio llegó con la masificación del teléfono inteligente conectado a internet. En 2017, la cantidad de móviles superó a la población mundial, lo que no había ocurrido antes en la historia de las telecomunicaciones. Sin ir tan lejos, en Chile hay 24 millones de teléfonos celulares para una población de 17 millones de personas. Al respecto, el académico de la Escuela de Periodismo, Daniel Jiménez, ha analizado el impacto de la masificación de esta tecnología y cómo ha afectado a la evolución de las comunicaciones. “Hoy no podemos desligar el uso de las redes sociales de los teléfonos móviles. Todo el consumo se vincula con multiplataformas y es evidentemente móvil. Eso modifica el escenario de creación de contenidos,