Política y ciudadanos
Cultura
Redes sociales
Acuerdo de Escazú ¿Medioambiente versus trabajo?
Nos dejó Quino “El humor es crítica”
Cultura del cancelamiento Justicia por mano propia
Ciudad nueva años
URUGUAY | PARAGUAY Noviembre 2020 | Nº 11 | Año XL
Chiara Lubich y la Política Estados Unidos África
Se vende. Examen de representatividad ¿O no?
En un país azotado por la pandemia, los votantes eligen presidente, un tercio del senado y toda la cámara baja en una eleccion reñida y con previsiones de afluencia récord, después de una campaña con poca pasión, mucho dinero y pocos contenidos
Sumario Nº 11 Noviembre 2020 Año XL
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Ciudad nueva
Editorial Como producimos Ciudad nueva
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Revista mensual internacional editada por el Movimiento de los Focolares
Mens sana ¿Es posible transformar un hábito malo en uno bueno? Política ¿Sostenibilidad ambiental versus desarrollo económico? Sociedad Cultura de la cancelación: justicia por mano propia Sociedad Videojuegos, oportunidades y peligros
Propiedad de la Asociación Civil Ciudad Nueva Ciudad nueva en el mundo: 36 ediciones en 22 idiomas. Fundada en 1956 en Roma por Chiara Lubich, con la colaboración de Pasquale Foresi.
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FB Gabriela Pugliesi
Administración y redacción - Paraguay Independencia Nacional 1076 Asunción Teléfono: (021) 45 13 68 ciudadnueva@focolar.org.uy
Cultura Quino: “El humor es crítica”
Presidente: Santiago Mampel Director de redacción: Silvano Malini
Internacional ¿Opuestos de verdad?
Consejo de redacción: Lenys Alcaraz, Lidia Iglesias, Claudio Larrique, Alejandro Poirier, Eduardo Roland y Malena Siciliani
Zona de diálogo Algunas maneras de iluminar la “noche del diálogo”
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Marco Verch Professional Photographer
Cultura de la unidad La prioridad de las relaciones sociales Palabra de Vida Noviembre 2020 “Felices los afligidos, porque serán consolados”
Redactor responsable: Dr. Raúl Gamarra Santa Cruz Pablo de María 1032, Montevideo rgamarrasantacruz@gmail.com
Los contenidos textuales pueden reproducirse total o parcialmente citando la fuente: Ciudad nueva. Este número se cerró el 1 de noviembre de 2020.
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Especial Una trama de unidad y de carismas Focolares Un cambio personal cambia el entorno
Ciudad nueva También en:
www.ciudadnueva.focolar.org.uy Ciudad Nueva Uy Py
Vida sana Se aprende mejor jugando
28 Arte & espectáculo
@CiudadNuevaUyPy Centros de difusión - Mov. de los Focolares
Página treinta El amor, una gran sinfonía
Fotos de tapa: Phillip Goldsberry unsplash
Uruguay (Montevideo) * Pablo de María 1032 C.P. 11200. Tel. 2412 2863 * Palmar 2570 C.P. 11 600. Tel. 2708 9337 * Centro Mariápolis “El Pelícano”. Cno. Siete Cerros y Ruta 102 C.P. 12100. Tel. 2222 1356 Paraguay (Asunción) * Ygatimí 772. Tel. (021) 445390 * San José 447. Tel. (021) 213535 * Centro Mariápolis “María, Madre de la Humanidad” Urbanización Surubi-i - Ruta Camino hacia Limpio Mariano Roque Alonso. Tel. (021) 753 771
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Palabra vivida A mal tiempo buena cara
Ciudad Nueva
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Ciudad nueva - Noviembre 2020
En Uruguay
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Editorial
Como producimos Ciudad nueva Conversando con algunos lectores y amigos, con los que compartimos el propósito de contribuir a la construcción de una sociedad más justa y fraterna, hemos podido compartir cómo desarrollamos nuestro trabajo y cómo “producimos” Ciudad nueva. Otras personas nos han manifestado de una u otra manera el deseo de saber cómo ve la luz un número de la revista. Creemos entonces que puede ser de interés utilizar por una vez este espacio para comentarles en qué consiste nuestro trabajo. Ahora que Ciudad nueva no les está llegando a su casa en formato papel, en nuestras sedes de Montevideo y de Asunción ya no se ensobran, etiquetan, empaquetan y distribuyen las revistas por los métodos “tradicionales”. No obstante, el trabajo de la redacción no ha cambiado sustancialmente. Como todo producto periodístico, cada edición se comienza con la definición de los temas a desarrollar. Al cerrarse un número, el Consejo de Redacción (conformado por personas con experiencia periodística, vinculadas al periodismo o profesionales observadores de la realidad nacional e internacional), se reúne en videoconferencia para la selección de los contenidos de la siguiente edición de la revista. Procuramos tener muy en cuenta las sugerencias y comentarios de los lectores. La redacción de los textos puede estar a cargo del alguien del equipo o de otras personas que los miembros del grupo proponen y contactan para ese fin, según la temática a abordar. En todo caso, la confección de un artículo implica un trabajo de producción y redacción que, por su naturaleza, tiene que ser realizado (o, al menos, revisado) por un periodista o, en el caso de temas muy específicos, por un profesional del área interesada que tenga nociones de comunicación social.
pixabay
El primer paso en la preparación de un artículo se define como “producción”. Es la búsqueda de “fuentes” de “información primaria”. Se realizan consultas a personas (por varios medios), en la web o, cada vez más inusualmente, en bibliotecas u otros archivos físicos. Posteriormente se elabora la información obtenida. Se redacta el escrito, en el que los conceptos que las personas nos hayan transmitido se deberán mencionar indicando su procedencia. Las fuentes requieren siempre —y más en tiempos de gran proliferación de fake news— el control de su veracidad, que se realiza confrontándolas con otras que refieran el mismo tema o noticia. Una vez terminada la redacción de los artículos, se envían a quién se encarga de editarlos, que coloca títulos y copetes (la breve “introducción” que va debajo del título) según corresponda. El siguiente paso será enviarlo a quien efectúa la primera corrección general, de ortografía, tipeado, etc. Los textos corregidos, se enviarán a la diagramadora, que los coloca “en página”, ajustándo-
los a la estructura de la misma y ubicando las fotos pertinentes, con la información de su autor cuando corresponda y, si fuera el caso, una breve descripción (“leyenda de foto”). Una vez que textos y fotos están en su lugar, se realiza una segunda corrección, más de estilo, y así, hechos los últimos ajustes, la revista está lista para la imprenta o bien, como hacemos actualmente, para ser transformada en un archivo no modificable apto para la lectura y/o cargada en una plataforma online. En todo este proceso, cada persona involucrada procura cumplir de la mejor manera posible las tareas que les corresponden, pero lo que marca la diferencia es el amor recíproco que podamos plasmar en las relaciones de trabajo, aunque en el presente sean a distancia. Además de un clima laboral adecuado y agradable, eso permite que en el trabajo en sí y su fruto (la revista) se exprese realmente, al menos un poco, el carisma que le dio vida. Solo así Ciudad nueva puede contribuir a que el mundo sea cada vez más “nuevo”, justo y fraterno. Ciudad nueva - Noviembre 2020
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La columna de Gaspar Diálogo entre personas de diferentes convicciones
Acerca de
Envejecer (I)
Noviembre es mes en que recordamos el fallecimiento de Adán, nuestro gran amigo del diálogo. Y por eso escuchamos temas de Alfredo Zitarrosa. Música uruguaya, como a él le gustaba. Y pudimos ver Lucky, un film que sin dudas no conoció, pero que hubiera disfrutado. Lucky (2017) es una película dramática dirigida por John Carroll Lynch, protagonizada por Harry Dean Stanton en uno de sus últimos papeles antes de su muerte, el 15 de setiembre de 2017. La historia se centra en el viaje espiritual de un hombre ateo de 90 años. Habiendo sobrevivido más que sus contemporáneos, Lucky se encuentra en el tramo final de su vida, donde se verá impulsado a un viaje de autodescubrimiento cuyo objetivo final es la iluminación.
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Ciudad nueva - Noviembre 2020
Aunque la película recibió reseñas positivas de parte de la crítica y de la audiencia, no fue tan reconocida entre los asistentes aquel sábado de noviembre del año pasado. De hecho, en la página web Rotten Tomatoes, la película obtuvo una aprobación de 98 %, con una calificación de 7.9/10, mientras que de parte de nuestra audiencia tuvo una aprobación de 81 %, con una calificación de 4.1 en 5. En lo que parece un acontecer sencillo, se plantean temas profundos del ser añoso... La inevitabilidad del fin, y de lo que viene después (o no), expuesta con una misma sentencia por un gran vividor como el personaje ficticio de Lucky. Así es la vida a la hora de la muerte. “Hermosas arrugas; las tiene todas: las barras transversales de la frente, las patas de gallo, los pliegues amargos a
cada lado de la boca (…). Es un hombre de suerte; aunque uno lo vea de lejos, piensa que ha de haber sufrido y que es una persona que ha vivido”, escribió Jean-Paul Sartre en La náusea, paradigma de la concepción existencialista, en un párrafo que bien podría servir para definir al protagonista de esta película existencialista del maduro debutante en la dirección John Carroll Lynch, habitual actor, y escrita por otros dos guionistas debutantes, Drago Sumonja y Logan Sparks. Tres juguetones filósofos y estetas, cuatro si le unimos a Stanton, cinco si le sumamos a David Lynch, notable director aquí actor, que han compuesto una obra preciosa y profunda desde la más absoluta sencillez expositiva. Porque Lucky es al mismo tiempo western crepuscular de vaquero irredento, comedia surrealista en la que Lynch parece haber escrito sus propios diálogos (“El galápago planeaba su huida desde hacía días”), musical fronterizo de voz cavernosa y doliente, estética obra de arte alejada del naturalismo y drama de postulados filosóficos que supera cualquier moral. Una película sobre la esencialidad del espacio, de exquisita depuración narrativa, en la que pocas cosas ocurren cuando en realidad está ocurriendo todo, donde los días se añaden a los días, y donde tampoco hay fin. Envejecer es vivir. Comenzamos a envejecer desde el mismo momento de nacer... (continuará)
grupogaspar@gmail.com
*Valoración: Cinedebate
(Cinedebate del 16/11/19) Próxima columna: “Envejecer (II)”.
(3.95)
Mens sana
Comportamiento Sebas Revuelta
¿Es posible transformar un hábito malo en uno bueno?
Cada vez que termino de comer siento la necesidad de ingerir algo dulce. No es un hábito muy saludable dado que en poco tiempo podría engordar entre 5 y 6 kg sin darme cuenta. Me salva el tener el hábito adquirido de correr tres días por semana. (Un lector) Hay multitud de malos hábitos que vamos adquiriendo y que luego resulta difícil “soltar”. Yo no fumo ni bebo, pero reconozco tener hábitos poco recomendables: consulto el móvil cada diez minutos, como si mi vida fuera en ello, siento la necesidad de estar conectado al mundo continuamente (especialmente al deportivo, he de admitir), dejo los platos sin fregar a la noche (es mucho más agradable levantarse y que todo esté limpio y recogido... pero en fin), me muerdo las uñas (cuando me pongo nervioso), etc. Podría seguir, pero tampoco es cuestión de desmoralizarse uno mismo. ¿Es posible transformar un hábito malo en uno bueno? Recientemente pude terminar el libro
de Charles Duhigg titulado El poder de los hábitos. Duhigg indica que hay tres puntos clave en un hábito (sea bueno o malo): la señal que dispara el hábito, lo que hace que se desencadene la realización de una acción; la rutina, o sea, realizar el hábito en sí; la recompensa, es decir, lo bien que nos sentimos tras realizar la rutina. Un ejemplo de hábito bueno podría ser este: suena la alarma a las 6.30 hs, me levanto y salgo a correr. La alarma es la señal (también ayuda el tener la ropa de correr preparada). La rutina es correr y la recompensa es lo bien que me siento después. Un ejemplo de hábito malo podría ser: termino de comer y siento el deseo de ingerir algo dulce. Esa es la señal, el momento en el que mi cuerpo me pide algo dulce, normalmente chocolate. La rutina sería ir a la despensa a por él y la recompensa es que siento el placer de comer un buen dulce. Duhigg afirma que lo más importante es saber identificar las señales que dispa-
ran un hábito. Hecho esto, el escollo más importante estará salvado, pues ya somos conscientes de que se va a disparar una rutina. Normalmente los hábitos son acciones que realizo casi de manera inconsciente, para bien o para mal. Ahora bien, una vez que soy consciente, el objetivo es reemplazar los malos hábitos por los buenos. Al principio costará, y alguna vez no lo conseguiremos, pero poco a poco nos iremos acostumbrando a la nueva rutina. Por ejemplo, ahora, cuando siento el deseo de comer algo dulce tras el almuerzo, me doy cuenta, soy consciente y voy a lavarme los dientes. La sensación de frescor que deja el dentífrico hace que desaparezca mi ansia por el chocolate. Como todo en la vida, creo firmemente que el mejor camino es el ir poco a poco, partido a partido, como diría un director técnico de fútbol, pues si uno intenta adquirir o cambiar veinte hábitos de golpe, lo normal es que fracase. Cuando he intentado adquirir varios hábitos a la vez (meditar por la mañana, hacer Pilates, llevar un diario, llamar a un amigo todos los días...) no me ha ido bien, he aguantado pocos días. Es mejor transformar o iniciar un hábito a la vez, poner todo el foco y la energía en esa nueva y buena rutina, una vez consolidado, pasar al siguiente. “Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, es un hábito”, decía Aristóteles. Y tú ¿tienes malos hábitos? ¿Vamos a intenrar cambiarlos? ¡Suerte!. Ciudad nueva - Noviembre 2020
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Política
Debates Miguel Niño Sandoval (desde Colombia)
Acuerdo de Escazú
¿Sostenibilidad ambiental versus desarrollo económico? El Acuerdo de Escazú para el acceso a la justicia medioambiental y la participación ciudadana fue negociado por la mayoría de los Gobiernos de América Latina y el Caribe y fue suscrito por 23 países. En la mayoría de los Estados donde se puso a consideración para su ratificación se ha generado un complejo debate, como es el caso de Paraguay. En este artículo analizamos el documento
Después de un proceso de negociación que se inició formalmente en el año 2012 en la Conferencia Río+20 con una declaración sobre la aplicación de principios acerca del medioambiente y el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe, se adoptó un acuerdo multilateral que busca garantizar la efectiva implementación de una serie de derechos vinculados a la relación naturaleza-ciudadanía. Se trata de asegurar el acceso a la información, a la participación pública y a la justicia en materia medioambiental. El “Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe”, se conoce como Acuerdo de Escazú, por la localidad de Costa Rica donde fue firmado, por 23 países, el 4 de marzo de 2018. El documento estuvo a disposición de los restantes 10 países de la región, para su posible firma, en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York hasta el 26 de septiembre de 2020, y estará sujeto a la ratificación de los Estados firmantes. Para que entre en vigencia, se necesita que los Legislativos de al menos 11 países lo aprueben. Hasta la fecha, lo hicieron los Parlamentos de 10 países (en orden de ratificación: Guyana, Uruguay, Bolivia, San Cristóbal y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Nicara-
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gua, Antigua y Barbuda, Panamá, Ecuador y Argentina). En Paraguay (el posible onceavo) el Gobierno remitió el 6 de junio de 2019 un pedido de tratamiento al Senado que desatató un debate político y ciudadano que ha provocado el retiro del proyecto de ley en diciembre. Sin querer detenernos en esa discusión, procedemos a analizar el Acuerdo. Los objetivos El Acuerdo pretende garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información medioambiental, a la participación pública en los procesos de toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos medioambientales, así como la creación y el fortalecimiento de la cooperación, contribuyendo a la protección del derecho de cada persona de las generaciones presentes y futuras a vivir en un entorno sano y con un desarrollo sostenible. Importancia Se trata del primer instrumento vinculante para garantizar la democracia medioambiental en nuestra región. Además de promover los derechos al acceso a la información, participación ciudadana y justicia, el acuerdo busca proteger a los defensores del
medioambiente. El documento es un instrumento poderoso para prevenir conflictos, para que las decisiones se adopten de manera informada, participativa e inclusiva y para mejorar la transparencia. Es un instrumento jurídico pionero en materia de protección de la ecología, pero también es un tratado de derechos humanos, ya que varios de los principios fueron confirmados desde una perspectiva de esos derechos humanos por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH). Escazú y los trabajadores En estos tiempos de transformaciones que están modificando las relaciones sociales y laborales, los mecanismos que podrían regular el modelo productivo vigente son imprescindibles para controlar, limitar y prohibir el avance de prácticas de saqueo y destrucción de la naturaleza con graves consecuencias ambientales y sociales. Es el caso de la minera Vale, multinacional brasileña que, como consecuencia de la rotura del dique de contención que almacenaba los residuos de las plantas de tratamiento minero, en enero de 2019, fue responsable de 150 muertos y 182 desaparecidos. Además, dejó el río Paraopeba contaminado y un pueblo arrasado. Es uno de los numerosos accidentes ambien-
tales motivados por el afán de ganancias sin límites sin importar los riesgos.
magnitud o afrontar una crisis de catastróficas consecuencias.
La falsa opción entre medioambiente y trabajo Durante mucho tiempo, la relación entre medioambiente y trabajo fue considerada una relación conflictiva. La generación de empleo estuvo asociada a grandes empresas industriales que tenían un fuerte impacto ambiental y la normativa correspondiente, que limitaba los sistemas productivos y, como consecuencia, producía desempleo. Pero la realidad nos muestra un siglo XXI donde la economía neoliberal ha generado altas tasas de desempleo, una degradación ecológica cada vez mayor y un nivel de contaminación atmosférica que pone en riesgo la supervivencia del planeta. Hay conciencia de que el “medioambiente de trabajo” y el medioambiente en general son dos caras de una misma moneda. Se acepta que la contaminación no tiene fronteras y que, ante una situación de riesgo, las consecuencias serán gravosas para los trabajadores, la población y el medioambiente. Es por eso necesario promover una mirada integral para la defensa del derecho a la salud en el trabajo y de un entorno saludable. Nadie debería ir a trabajar con la amenaza de no regresar sano y salvo a su casa, así como nadie debería intoxicarse o temer por su vida y la de su familia por vivir cerca de una determinada planta industrial. El lema escogido por la Confederación Sindical Internacional, “Sin planeta no hay trabajo”, ilustra con claridad el dilema al que se enfrenta el mundo: afrontar cambios estructurales de enorme
Participación ciudadana El proceso de participación debería tener carácter transversal, trans-sectorial, interdisciplinario y multidimensional. Se debe facilitar la información de calidad, la formación sobre el tratado en general, sobre las formas de participación y el acceso a la justicia. El Acuerdo de Escazú se caracteriza por contar con un componente operativo
que establece concretamente medidas para garantizar los derechos de acceso, pero al día de hoy, es muy poco conocido. Por eso debe ser prioritaria la difusión y la capacitación de los trabajadores y de los militantes sociales y ambientales sobre los derechos de acceso, no solo desde lo consagrado en el Acuerdo sino a partir de la concepción de estos como derechos fundamentales y humanos para así exigir el respeto y la mejora de los mecanismos disponibles para garantizarlos.
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Sociedad
Comportamiento en las redes sociales Cibele Lana (desde Brasil)
Cultura de la cancelación: justicia por mano propia La indignación ante comportamientos o hechos escandalosos que alcanzan notoriedad genera un nuevo activismo inspirado en el boicot y que llega al linchamiento público virtual, retrotrayendo comportamientos humanos antiguos y gregarios Si todavía no oyó hablar de la “cultura de la cancelación”, puede ser que en breve oiga hablar de ella. En Brasil ya pasó muchas veces. Uno de los casos más sonados fue el de la influencer Gabriela Pugliesi, que cuenta con más de 4 millones de seguidores. En plena pandemia y sin respetar las recomendaciones de salud, a finales de abril decidió dar una fiesta en casa con algunos amigos y publicó fotos del momento en las redes sociales. Internet no le perdonó. Posts con duras críticas se viralizaron y las personas comenzaron a mencionar a las empresas que la patrocinaban para que se manifestaran sobre lo ocurrido. La página web HuffPost Brasil estima que cerca de 10 marcas cancelaron sus contratos con ella y Forbes Brasil evaluó que los perjuicios comerciales a Pugliesi pudieron haber llegado a aproximada-
mente 500 mil dólares. O sea, Pugliesi fue “cancelada”. La influenciadora intentó pedir disculpas pero no tuvo éxito y acabó cerrando el perfil en Instagram (lo recuperó el 20 de julio, y acumulaba una pérdida de casi 200 mil seguidores). “Cancelar” una marca o una persona pública significa exponer una actitud prejuiciosa o perjudicial en Internet y solicitar a la comunidad digital que comparta el contenido hasta que se “viralice” y provoque perjuicios comerciales a la marca o a la personas en cuestión. Según el profesor y especialista en comportamiento del consumidor de la Escuela Superior de Propaganda y Marketing (ESPM), Fabio Mariano Borges, el objetivo de la cancelación es anular comercialmente una persona o marca. “Si no fuera comercialmente, no tendría sentido”.
Catholic Church England and Wales flickr
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Ciudad nueva - Noviembre 2020
Distorsiones El activismo “digital” surgió con buenas intenciones, pero últimamente es blanco de diversas polémicas por sus desvirtuaciones. En otro caso reciente en Estados Unidos, un inspector de estructuras subterráneas de la ciudad de San Diego, Emmanuel Cafferty, fue fotografiado con la mano fuera de la ventana de su camioneta supuestamente haciendo una señal racista usual en el movimiento supremacista blanco. La foto fue posteada en Twitter y su empresa fue marcada (la marca era visible en la camioneta) y el autor del post solicitó que la comunidad viralizara el contenido y “cancelara” a Cafferty y a la empresa. La rápida repercusión del caso hizo que el hombre suspendido dos horas después y perdiera el empleo después de unos días, aparte de ser “linchado” en las redes sociales. Sucedió que Cafferty ni siquiera sabía que su hábito de alargar los dedos y crujirlos mientras manejaba se podía confundir con un símbolo racista. “Es tan extraño como, en 20 segundos, un hombre con un celular y una cuenta en Twitter puede dejar mi mundo de cabeza para bajo. Sin causa, sin prueba”, dijo en una entrevista a BBC News, red británica de noticias. “Es una vuelta a la época de los justicieros. El linchamiento siempre va ser desproporcionado al caso, dice Borges, para quien, en el medio digital, cancelación y linchamiento se acaban mezclando. “La cancelación comenzó para exponer una opinión inaceptable ante la opinión publica, y para que eso fun-
cionara como un aprendizaje para la sociedad. Pero está generando un patrullaje y no aprendizaje”, complementa. Causas La “cancelación”, continua el profesor, es un ejemplo clásico de cómo estamos acostumbrados a buscar solucionar en la esfera privada lo que es de competencia de la esfera pública. “Cuando entendemos que las instituciones no van a defendernos, vamos a lo seguro: colocamos cámaras, pagamos un guardia... ¿verdad? Eso refleja que estamos acostumbrados a solucionar todo en la esfera privada sin transferir la responsabilidad de hacerlo a quien de hecho tiene que ocuparse del asunto”. En este y en otros casos, el juicio no pasó por una averiguación ni por un debate y no fue llevado hasta las autoridades para que pudieran actuar conforme la ley. Internet decidió hacer justicia por mano propia. Al enterarse de estos hechos, muy probablemente usted reflexionó que, a pesar de que la “cultura de la cancelación”, es exclusiva del ambiente digital, el comportamiento humano que la desencadena no lo es. El boicot, el linchamiento y la exposición en los medios de comunicación también hicieron “estragos” en casos famosos como el de la Escola Base del barrio Aclimação, de San Pablo, en Brasil (hasta hoy tema de estudio de facultades y seminarios de derecho, periodismo, psicología, psiquiatría y ciencias sociales como ejemplo de calumnia, difamación, injuria y daños morales); el escándalo que envolvió a Bill Clinton y a Mónica Lewinsky o el que más recientemente involucró al cardenal australiano George Pell, quien pasó más de 400 días en prisión por abusos contra menores de los que fue absuelto unánimemente sólo en tercera instancia (por la Corte Suprema) tras confirmar las dudas acerca de las pruebas presentadas, calificadas como “extrañas” e “imposibles” por los defensores. Se trata de casos que se globalizaron y por los que tiempo después explotó el escándalo. La diferencia ahora radica en la velocidad con la que las redes sociales amplifican las consecuencias de hechos así.
FB Gabriela Pugliesi
Es necesario recordar que generalmente no es la herramienta la “culpable” de tales episodios, sino el comportamiento humano, que solo “se muda” del medio físico al digital. El “efecto manada”, por ejemplo, puede explicar la viralización desproporcional en casos de linchamiento en Internet. “Si estoy en un shopping y todo el mundo corre, también yo correré. Si está todo el mundo está ‘cancelando’ a alguien, yo necesito sentir pertenencia, entonces entro en el grupo y así pienso que voy a tener algún tipo de beneficio”, explica el psicólogo Yuri Busin. Sin contar que, históricamente, las personas disfrutan de tener la razón, y eso también incentiva un comportamiento de juzgamiento público. “Ejercer un juzgamiento es una situación confortable de poder”, completa el psicólogo. Consecuencias Entonces, lo que se inició con una buena intención de atacar a marcas y a personalidades públicas por injusticias sociales o de otra índole, tomó proporciones inesperadas, se mezcló con comportamientos como el linchamiento, el boicot y el cyberbullying, generan-
do efectos colaterales muy lejanos a un aprendizaje. En un nivel personal, las “víctimas” de una cancelación en Internet, aunque hayan efectivamente cometido errores, pueden sufrir innecesariamente depresión, ansiedad y fobias, entre otros trastornos. Para la sociedad como un todo, prácticas como esta alejan cada vez más la empatía de nuestros círculos sociales y, sobre todo, sofocan cualquier posibilidad de debate sobre las temáticas que realmente importan en estos casos, como el racismo, la intolerancia, el machismo, el elitismo, la homofobia, la violencia, las fake news, etc. Como resume muy bien el profesor Busin, “no hay debate cuando la sentencia ya fue dada”. Y si al final podemos sacar algo de bueno de la cultura la cancelación, probablemente es que estamos aprendiendo que las redes sociales son ambientes públicos. “La cancelación comienza a enseñar a las personas que ese espacio no es suyo, y que cada uno postea lo que quiere. Existe una responsabilidad sobre lo que cada uno dice. Internet es una extensión de la vida, pero es una extensión mediática. Eso lo estamos aprendiendo sólo ahora”, concluye el psicólogo. Ciudad nueva - Noviembre 2020
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Sociedad
Tendencias / 2 María Belén Galeano
Videojuegos, oportunidades y peligros Segunda y última parte del análisis de un fenómeno en crecimiento en el universo juvenil, que se practica incluso profesionalmente en edad temprana. Como toda herramienta dotada de grandes potencialidades, es preciso utilizarla de forma responsable Como vimos en la anterior entrega, los videojuegos conllevan beneficios en áreas como el desarrollo de habilidades motrices y la rehabilitación, la recreación, la socialización, la inclusión e, incluso, en el aprendizaje. Sin embargo, no desconocemos los potenciales peligros, como la adicción y el fomento del sedentarismo. Al igual que otros expertos en procesos cognitivos, la experta en gamificación1, Mariela Agüero, distingue la delgada línea entre el beneficio y la adicción en el reconocimiento de los objetivos, la carga horaria del juego y la incidencia negativa en las funciones sociales y en las necesidades fisiológicas como alimentación inadecuada y falta de sueño.
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Estudios científicos y tesis sobre condicionantes genéticos, nutricionales y ambientales en el desarrollo, arrojan la conclusión que niños con obesidad dedican más horas de juego que niños con sobrepeso y peso norma. El juego sería de todos modos una de las variables, y no una causa determinante del sedentarismo o el sobrepeso, aunque resultados similares podrían darse en jugadores adultos. Es sabido que el sedentarismo aumenta las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo II. Teniendo en cuenta esta problemática, entrenadores conscientes de la importancia de la actividad física para la resistencia y salud física y mental como
Takahiro Nakano incluyen ejercicio físico en sus rutinas de entrenamiento para las competencias. También son una opción los videojuegos “activos”, que implican mucho más movimiento pues se suelen jugar parados, y las acciones del avatar están sincronizados con los movimientos y del jugador a través de sensores. Es el caso de partidas deportivas en consolas Nintendo o juegos de baile como Just Dance, recomendados por la Organización Mundial de la Salud para mantener constancia en actividades físicas y como alternativas a otras actividades durante épocas de cuarentena. Violencia Entre las décadas de los 80 y de los 90, con el auge de las películas de artes marciales comenzaron a surgir videojuegos de violencia extrema. Street Fighter todavía seguía una línea tradicional de entretenimiento, con la novedad de que los jugadores competían entre sí y ya no más con la computadora (quizá el primer paso hacia los teams de e-games). Pero fue el videojuego estadounidense Mortal Kombat el que extremó, al punto de casi normalizar, imágenes explícitas de violencia. Desde la desarrolladora Midway, en Chicago, los mismos creadores admitieron no haber previs-
Los e-sports
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to siquiera la posibilidad de una controversia, en el empeño de hacer atractivo un producto. En los 90, la violencia física gráfica y la violencia hacia la mujer a través de explícitas conductas misóginas llevaron, al menos, a poner límites a los videojuegos violentos. En Estados Unidos se resolvió catalogar los videojuegos según sean aptos o no a cierta edad. Esta acción concreta también instó a cuestionar a los creadores lo que inyectarían a la audiencia y a cuestionar a los consumidores sobre el contenido adquirido. La mujer en los videojuegos Hasta hoy, imágenes de mujeres se usan en videojuegos en función al consumo masculino, sexualizando al género, haciéndolo secundario o un elemento más de la interfase. Varios proyectos atienden la necesidad de cambiar esta realidad, tan vigente en el entorno virtual como en el material, con la diferencia de que tenemos mucho más poder de incidencia en entornos virtuales. Desde la inclusión de personajes femeninos en Street Fighter -el primer videojuego que incluyó a una mujer sumamente hábil en artes marcialespaulatinamente surgieron otras propuestas, que van hasta Missing, un videojuego que impone conciencia sobre la situa-
El término (también escrito esports) es el apócope de “electronic sports” que indica los videojuegos en los que varios jugadores compiten de forma individual o con sus teams (equipos) a un nivel completamente profesional ante un público presencial y online que en los eventos de gran envergadura alcanza los cientos de miles de espectadores. Como en todo deporte, el objetivo es superarse y ser los mejores en el juego que les apasiona, escalando en el ranking hasta ser campeones en equipo. Además, al igual que los deportistas profesionales, los e-games son su -importante- ingreso económico. Los teams a menudo tienen un entrenador y una rutina de preparación física y mental, que garantizan no sólo el óptimo rendimiento sino también la salud de los competidores. Los e-sports han crecido como tendencia en todo el mundo. Pero muchos organismos deportivos no lo consideran oficialmente como deporte. Esta forma lúdica, además de entretener y contribuir al desarrollo cognitivo, es también una entrada económica que no discrimina ciertas discapacidades motoras. Se pro-
ción de millones de mujeres y niñas en el trabajo y la explotación sexual, pretendiendo contribuir a liberar a mujeres y niñas reales de la condena hegemónica a ser un objeto sexualizado de consumo. En conclusión Al igual que otros pensadores, el filósofo e historiador argentino Enrique Dussel, en su visión de la tecnología estipuló que ella, junto con la ciencia, es una herramienta indispensable para el desarrollo de los países, con un valor más concreto que abstracto. A cada “pasito” de tecnología, nace un nuevo poder, un nuevo derecho y una nueva responsabilidad. Los videojuegos son una arista más de la convergencia de la tecnología, la ciencia, el arte y nuestra propia humanidad.
yecta que para el 2022, las ganancias de los e-sports alcanzarían los 1.790 millones de dólares. El 28 de febrero de 2019 fue fundada en Montevideo la Asociación Esports de Uruguay (AESU) con el fin de que los juegos online sean reconocidos oficialmente como deporte, y así, los cientos de jugadores de Uruguay encuentren posibilidades profesionales en el área en su propio país, sin que la única alternativa sea marcharse al extranjero para desarrollarse en una modalidad deportiva de constante expansión a nivel mundial. Por su parte, el 20 de mayo de 2020, la Cámara de Diputados de Paraguay dio media sanción al proyecto de ley que establece que los videojuegos en línea sean considerados actividad deportiva debido a la competencia y a su impacto social y económico. Los promotores de la ley resaltaron que la actividad tiene la ventaja de no detenerse por ninguna pandemia y que, mientras no exista una legislación al respecto, no se podrá promover la representación paraguaya en torneos internacionales.
Podemos crearlos y aprenderlos. Al crearlos, podemos establecer las mismas reglas hegemónicas que rigen la materialidad, o aprovechar el potencial para mejorar nuestro sentido de justicia. Al aprenderlos, podemos decidir qué tomar, qué evitar, qué tolerar y qué mejorar de ellos. Las ventajas que nos brinda adentrarnos y dar una oportunidad a alguno de los infinitos mundos posibles son inmensas. Mientras tanto, superar nuestras creaciones y no ser superados por ellas es una responsabilidad solamente humana, cuyo ejercicio es prueba de que podemos trascender. La gamificación o ludificación es una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo.
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Cultura
Un argentino universal Santiago Mampel y Quique Figueroa
Quino: “El humor es crítica” Recordar al historietista y humorista Joaquín Lavado (Quino), recientemente fallecido, no es un acto de homenaje sino de sanación. Nos acercamos a su figura y a su obra con un fragmento de una entrevista de los años 70, cuando todavía dibujaba la tira Mafalda
Joaquín Salvador Lavado Tejón nace en Mendoza el domingo 17 de julio de 1932. Desde el vamos lo llaman Quino, para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, pintor que lo ayuda a descubrir su vocación de caricaturista. Estudia en la Escuela de Bellas Artes pero en 1949 la abandona, un poco aburrido de dibujar ánforas y yesos, para dedicarse al dibujo de historietas y al humor. Se traslada a Buenos Aires en busca de un editor dispuesto a publicar sus dibujos, pero pasa tres años de vacas flacas. “El día que publiqué mi primera página –dijo recordando su debut en el semanario Esto es, de Buenos Aires– pasé el momento más feliz de mi vida”. Fue en 1954. En 1963, aparece su primer libro de humor, Mundo Quino. Mafalda, la pequeña de pelo negro que odia la sopa e interpela al mundo de los adultos, se publica por primera vez el 29 de setiembre 1964 en el semanario Primera Plana de Buenos Aires. Para encontrar al Quino de carne y hueso, nada mejor que recurrir a sus propias palabras. Para eso compartimos un fragmento de la entrevista titulada “Humor vs angustia” que la edición argentina de Ciudad nueva publicó en el año 1971, cuando el artista abrió las puertas de su propia casa a Luis María Maisonave para hablar de sus inquietudes, contradicciones, angustias y anhelos.
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-En sus tiras se advierte insistentemente un trasfondo de pesimismo. ¿Es que usted también es pesimista? Sí, sí, sí… seguramente. Amargado, pesimista y todo lo que le quiera agregar a eso. -¿Quién tiene la culpa de las miserias del mundo, el hombre o las estructuras? Lo que pasa es que durante toda la historia el hombre trata de explotar al hombre, como si fuera su condición natural. -Pero también trata de darse. Están las dos cosas mezcladas: el científico que consume la vida en crear una medicina y el que gasta la vida en crear una bomba. -Pero en el plano personal uno puede elegir entre darse o explotar al otro... A nivel personal, con uno mismo sí, eso es indudable. -¿A usted le parece que los diarios expresan la realidad? Expresan la mitad de la realidad. -¿Con qué personaje se identifica más? Cuando leo el diario me identifico con Mafalda directamente. Esas reacciones
de bronca ante lo que ocurre. Si no me identifico con Felipe y Miguelito. -No hay dudas de que estos son los más poetas e idealistas pero también a veces se presentan con bastantes traumas. Sí, sí, los tengo bastantes. -¿Cómo definiría usted a Mafalda? Lo que pasa es que es la menos definida de todos. Es la que más me cuesta hacer. No es como Manolito o Susanita que tienen constantes. El mismo Felipe ya sabe lo que piensa de la escuela y de los deberes. -Estoy seguro que su oficio no es tomar el pelo sino lo que usted pretende es criticar. Pero esta crítica ¿para qué sirve? Yo creo que el humorismo es crítica.
Un chiste que hable bien de algo no le hace gracia a nadie. -Sin embargo, hay chistes suyos que no hablan mal de nadie y son extraordinarios. Es que se trata de una especie de humor absurdo. -¿Le cuesta la coherencia de su personaje? Me cuesta mucho. -¿No corre el peligro de que la revolucionaria Mafalda lo aburguese a Quino? Sí. Inclusive ya me lo han dicho en algunas críticas. -¿A dónde le parece que se orienta la humanidad?
Es difícil... Depende de la inteligencia que se use en este momento. Estamos en un punto bastante límite. De seguir así me parece que vamos muy mal. -¿Por dónde tendría que ir? Por lo menos por una lucha por conservase como especie. Pero tengo mis dudas, porque el hombre se siente mucho el conquistador de la Tierra y los conquistadores han terminado todos enemigos del hombre. Por otra parte no se encuentra bien en la tierra, porque es como si la razón lo hubiera enloquecido. Habrá que ver la aventura espacial en qué termina. -¿Cuáles les parece las personas más realizadas, las que quieren cambiar el mundo o las que quieren dejar todos como está?
Eh, no, la pregunta es elemental. -¿Entonces usted es un optimista? Claro, por supuesto, un idealista. -Si en el mundo desaparecieran todas las injusticias, las miserias etc. ¿Qué haría Mafalda? No tendría sentido. -Entonces si las cosas anduvieran bien usted se quedaría sin trabajo. Sí. Creo que me dedicaría a la pintura. Pero lamentablemente creo que tengo tema para rato. El estilo más rendidor del humorismo es el de criticar. Es el tipo de humor que me siento comprometido a hacer. Si hago otro tipo de humor en las revistas me muestran qué es lo que se vende y me demuestran que este otro humor no corre por ninguna parte. Ciudad nueva - Noviembre 2020
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Cultura
Un argentino universal Santiago Mampel y Quique Figueroa
-¿Qué estilo le produce más satisfacción? El de la creación pura, inventando situaciones y no haciendo referencia a las que la gente conoce. Hay un tipo de humor que hago de vez en cuando pero yo tampoco sé lo que quiere decir. -El humor negro que usted ha cultivado tiene mucho de eso. ¿Cómo se explica el humor negro? Es un problema mío ante la muerte. Como la muerte me angustia mucho, una manera de aliviar la angustia es tomármela en broma. -Parecería que su actitud ante la muerte es idéntica a la que toma Mafalda frente a los problemas an-
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gustiantes de la vida. ¿No es una elegante escapada por la tangente que no admite el presente, no se cierra ante el futuro y se da el lujo de decir que aquí no hay nada con lo que valga la pena comprometerse? Me lo he planteado muchas veces, pero siento que es lo que hay que hacer en este momento. -¿Le parece positivo recalcar en lo negativo? Es que hay una tendencia a venderle a la gente una visión rosada del mundo por televisión, cine, música popular… que lo considero más nocivo todavía. -¿Qué piensa usted del amor? Que es una cosa complicadísima. Ex-
presa solo una parte de la humanidad. Es como perseguir la felicidad continuamente, o querer vivir siempre. El amor es una utopía, que vale la pena vivirla, pero no olvidando que existe el no amor. Quino se anticipó a su tiempo abordando lo trascendente cotidiano para desvelarse y desvelarnos el gran drama de la conciencia del hombre moderno, que tiene que competir para ganarse la vida y, a la vez, sobrellevar la existencia disponiendo de información inmediata de las tragedias que nos conmueven y los desastres que nos rodean. El buen Quino siempre nos dejó pensando. Un saludable hábito a ejercer desde el humor.
Otra mirada
Gebé y Doblevé
Ecología y economía ____________________________________________________________________________
Las Seychelles canjean parte de su deuda externa para proteger los océanos Las Islas Seychelles, un archípielado ubicado a 1.600 km de la costa de África oriental, es un paraíso ecológico, cuna de algunos de los últimos arrecifes de coral del mundo y de miles de especies en peligro de extinción. De su rico patrimonio natural depende la economía de la esta nación que tiene menos de 100.000 habitantes, y que sufrió un duro golpe cuando, en el 2008, tuvo que ser “rescatada” por el Fondo Monetario Internacional al no poder cumplir con los pagos de su deuda externa. Además, el impacto del cambio climático, la contaminación marítima causada por los plásticos y la pesca masiva amenazan fuertemente el ecosistema, ocasionando la pérdida de más arrecifes, la erosión costera y mayor vulneración ante inundaciones. Todo esta situación movió el Gobierno a emprender una carrera por la preservación del medioambiente, a través de un acuerdo con una empresa conservacionista estadounidense firmó el canje de parte de su deuda externa con el compromiso de invertir en la protección de los océanos. Transcurridos cinco años de ese acuerdo, Seychelles ha logrado pasar de proteger el 0.04% de sus aguas na-
cionales al 30 %, ha restringido la explotación petrolera y la pesca masiva. El plan se enmarca en los principios de la llamada economía azul, que aboga por emular los ecosistemas naturales, su comportamiento y cómo apro-
vechan cada recurso sin generar desperdicios y trasladar este proceso a los de creación de bienes y servicios para hacerlos más eficientes y responsables con el medioambiente. BBC Future Ciudad nueva - Noviembre 2020
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Internacional
Estados Unidos Charles Camosy (desde Estados Unidos)*
¿Opuestos de verdad? En el mes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el escritor y profesor universitario Charles Camosy reflexiona sobre ciertos cambios en la forma en que la ciudadanía observa la realidad política, y ve luces de esperanza en un país aparentemente dividido y polarizado Es muy valioso pensar en la unidad de los opuestos. Lo he intentado en mi trabajo y en el activismo, de diversas formas, y la metodología tesis-antítesis-síntesis resulta de gran ayuda. Aliento a mis alumnos a utilizarla siempre que puedan. Sin embargo, existe también un peligro: adoptar esta actitud a veces nos puede llevar a aceptar cosas como opuestas con demasiada rapidez, cuando, en los hechos, no son para nada opuestas. Por lo general no soy un gran fanático de la filosofía descontructivista posmoderna (ni de las ramificaciones que produjo, que dominan tantos aspectos de la academia hoy en día). Pero un gran regalo que ésta nos dio es el escepticismo ante el pensamiento binario. Con demasiada frecuencia esta manera de pensar acepta una visión de la realidad que nos limita artificialmente y nos hace pasar por alto y perdernos realidades importantes y, a menudo, muy bellas. Si todo lo que se puede ver es el día y la noche, entonces se perderán el atardecer y el amanecer -tiempos en los que todavía no es de día ni es de noche, y en los que el crepúsculo nos revela una belleza que no puede ser vista ni en la oscuridad ni a la luz brillante del sol-. Comúnmente, el problema del pensamiento binario es que no sólo provoca que pasemos por alto realidades bellas, sino que también no nos permite comprender bien las dimensiones de las estructuras que se describen. Dos áreas de muestra Por ejemplo, ¿cómo se utiliza la categoría binaria religioso/secular para provocar controversias? La utilizamos todo el tiempo, pero es una yuxtaposición que no ayuda a comprender la forma en que los valores últimos o trascendentales funcionan en nuestra cultura.
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Las afirmaciones religiosas y seculares sobre el bien no se oponen entre sí en absoluto, pero la categoría binaria religioso/secular se utiliza a menudo como oposición en nuestro discurso público para marginalizar a otros con quienes estoy en desacuerdo. ¿No les gusta algo que hacen los católicos o los musulmanes? Califíquenlo de “religioso” como opuesto a “secular”... y de ahí comiencen el discurso. ¿No les gusta algo que hacen nuestros compañeros de religión? Desestímelo como algo “secular” y así podrán eliminarlo de la conversación. Existen otros dos opuestos que contribuyen a extender los niveles intensos de polarización de los que se habla en Estados Unidos. Es difícil imaginar un mejor ejemplo de esta clase de polarización en ese país que el debate sobre el aborto. Con casi medio siglo de desarrollo, se lo describe correctamente como nuestra “segunda guerra civil” -una guerra fría civil-. Pero si encuadramos el discurso sobre el aborto como una contienda de “nosotros contra ellos” “pro-vida versus pro-libre-elección” no comprendemos para nada la profunda complejidad del tema en sí mismo -y de lo que la gente cree al respecto-. Cuando en las encuestas se brinda la opción de elegir, la gran mayoría dice estar tanto en favor de la vida como en favor de la libre elección. La encuestadora Gallup formula trimestralmente la pregunta: “¿Usted piensa que el aborto tendría que ser legal en toda circunstancia, legal sólo bajo ciertas circunstancias, o ilegal en toda circunstancia?”, y también “¿Usted se considera pro-vida o pro-libre-elección?” Dadas las visiones complejas y multifacéticas que las personas tienen sobre el tema, la pregunta misma
ni siquiera tiene sentido. Y establece una falsa oposición binaria que nos coloca en el medio de esa segunda guerra (fría) civil que mencionábamos. Sobre los partidos políticos Finalmente, hablemos de la polarización derecha/izquierda en la política de Estados Unidos: republicanos y demócratas. Otra vez, esta oposición binaria es poco feliz en distintos niveles (en nuestra vida personal, en el contexto de la pertenencia a una comunidad religiosa, en nuestras políticas locales y nacionales, etc.) y, a la larga, nos lleva a definirnos a nosotros mismos no por la comunión entre nosotros, sino por la oposición entre nosotros. Cada vez más, la gente considera que no hay un candidato aceptable y vota por detener al candidato o al partido que detesta en vez de apoyar al que prefiere. Aunque es terrible tal como parece, esto nos da dos informaciones muy significativas que llegan directo al corazón de la preocupación por sobreponernos a los obstáculos de la polarización intensa. La primera es que los estadounidenses, cuando se les da las oportunidades estructurales de hacerlo, no consideran que están en una guerra cultural entre demócratas y republicanos. Hace tan solo 10 años, el 34 % de los estadounidenses se identificaba como independiente, pero hoy ese guarismo es 44 % (el porcentaje más alto en los 75 años de la encuesta). Como contraste, la encuesta sólo encontró que el 27 % se identifica como demócrata y el 26 % como republicano. Más aún, en 2018, un importante estudio de afiliación política en Estados Unidos, llamado Tribus escondidas halló algo similar. Como lo expresó el New York Ti-
mes, el estudio encontró que la mayoría de las personas “no mira su vida a través de un lente político, y cuando tiene opiniones políticas, éstas son mucho menos rígidas que las de las ‘tribus’ ortodoxas más comprometidas ideológicamente” (fundamentalmente, de los militantes de los partidos). De hecho, dos tercios de los estadounidenses pertenecen a lo que el estudio describe como “mayoría exhausta”. Sus miembros “comparten la sensación de fatiga ante la conversación nacional polarizada, la buena disposición a ser flexibles en sus puntos de vista políticos, y la falta de voz en la conversación nacional”. Los medios de comunicación, los políticos, los grupos de presión y los recaudadores de fondos se benefician de que la cultura política estadounidense sea vista como un desastre polarizado entre demócratas y republicanos: lo pueden utilizar para beneficiarse en sus intereses personales y recaudar mucho dinero de donantes enojados. Esta es una de las razones importantes por las que el Congreso –no todo el pueblo estadounidense– está más polarizado hoy que en cualquier otro momento desde después de la Guerra Civil. Sin embargo, esto no refleja para nada dónde está el país realmente en estos momentos. Los estadounidenses “de a pie” no están para nada polarizados. De hecho, la segunda información buena es que nos estamos dando cuenta de esta realidad. Sin importar lo que uno piense sobre Donald Trump, su victoria de 2016 marcó que ya se viene dando una realineación importante. Los partidos cambian sus opiniones en temas fundamentales con tanta frecuencia que ya no resulta claro siquiera qué es un demócrata o un republicano. El columnista del Washington Post, Eugene Robinson, hace poco lo expresó así: “Mi opinión es que el eje tradicional izquierda/derecha, progresista/conservador, demócrata/republicano que nos resulta tan familiar ya no es un esquema válido para la opinión política estadounidense. Y creo que ninguno de los dos partidos tiene la más pálida idea de cómo se ve el nuevo diagrama”.
The National Guard
Dónde estamos hoy En mi libro Resisting Throwaway Culture (“Resistiendo la cultura desechable”) tomé esto como un lugar esperanzador en donde estar. Es un tiempo para estar tranquilo, para rezar, para desconectarse de las instituciones y de los marcos que nos hacen volver a encuadres antiguos y pasados de moda. La gente está buscando algo nuevo, alternativas a marcos obsoletos y antagonistas. Durante mucho tiempo, “la derecha” se enfocó en un tipo de enfoque libertario de “no meterse” en la economía, pero cada vez hay más conservadores que comprenden que el gobierno tiene que jugar un rol esencial si es que hay que poner la economía al servicio de los seres humanos, y, especialmente, de las familias. Aquí tienen un ejemplo típico: durante el reciente debate sobre la reforma tributaria, los que se inclinaban hacia lo libertario dijeron que querían que el gobierno dejara de “seleccionar los ganadores y los perdedores” de las políticas tributarias en forma arbitraria… pero un gran número de electores conservadores se opuso y, por el contrario, dio mayor impulso a créditos impositivos para niños y para adopciones, una política fiscal que no penalice los matrimonios, etc. Además, existe un nuevo apoyo desde “la derecha” a iniciativas como la licencia paga por familia, el subsidio para el cuidado de los niños y de los adultos enfermos
en el hogar… y otros programas dirigidos a la dignidad de la persona humana, especialmente de la familia. Por otra parte, “la izquierda” ahora se preocupa de mantener los trabajos manufactureros, considera también el impacto negativo de la globalización y por lo tanto propone iniciativas que apoyen la producción nacional. La exposición individual y la experiencia de la pandemia también aportan un resultado más diferenciado: una mayoría bipartidaria de votantes registrados apoya enérgicamente las administraciones estatales que multan o encarcelan a personas que no lleven barbijos en público (como lo muestra una encuesta realizada en el mes de julio). Las complejas experiencias de vida de las personas no encajan con facilidad en un sistema de valores binario. De hecho, podría decirse de muchos millones de personas más que políticamente caben en un “espacio para quienes no hay un espacio”, y que este grupo podría ser aún más grande si facilitáramos una complejidad política mayor. En resumidas cuentas: la situación en Estados Unidas es muy esperanzadora para la recepción de nuevas ideas que parecían impensables tan solo cinco o diez años atrás. *El autor es profesor adjunto de bioética en la Universidad Fordham de Nueva York. Traducción gentileza de Amanda Zamuner. Ciudad nueva - Noviembre 2020
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Zona de diálogo
Capítulo 35
Algunas maneras de iluminar la “noche del diálogo” Graduado en Economía y Ciencias políticas, desde 1990 formaba parte del grupo de diálogo con personas de convicciones no religiosas en Zagreb. Hombre del diálogo y fidelidad al patrimonio de Chiara Lubich, Faruk Redzepagic nació en Montenegro y creció junto a su abuelo, un sabio musulmán que dejó una impronta fundamental en su vida, educándolo en la fe y en la cultura islámica. Faruk murió el 29 de setiembre de 2010. Una vida para el diálogo. A continuación, un breve testimonio suyo acerca de su experiencia en el diálogo. Aquello que ha permanecido en mi vida como un milagro increíble es el don de la fe, una cosa que simplemente no comprendo. En cada amigo mío creyente encuentro un hombre infinitamente profundo, abierto y acogedor, pero que yo no comprendo. No comprendo la fe; puedo leer la literatura, entrar en la historia, hacer el análisis científico, conozco las metodologías, pero no comprendo al creyente. Tengo necesidad de ayuda para comprender a quien cree, que pone su vida en las manos de un Dios y dice: “Dios, me abandono a ti”. Entrega su vida, la cosa más preciosa que tiene, la única cosa que tiene, ¡no tiene nada más! La fe no puede explicar racionalmente si Dios existe o no. Es un don que el hombre reconoce, comprende y, siguiéndolo, avanza. A través de este don se desarrolla como músico, escultor, pintor, desarrolla su fe tornándose siempre más consciente. Vivir según la propia convicción significa que, cuanto yo comprendo a mi
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amigo creyente, él es para mí el valor más grande. Él es este valor, aquel hombre que piensa de ese modo, hace de ese modo, que yo no comprendo. Él es el valor más grande y cuando vive según la propia convicción, se me hace cercano. Se acerca a mí también por otro motivo: no se puede salvar a la humanidad con utopías, y nosotros debemos enfrentar desafíos terribles a los cuales puedo contraponerme si valoro mi fe, consciente de que la debo vivir. Tengo necesidad de los católicos en sentido pleno, de los cristianos en sentido pleno, de los musulmanes en sen-
tido pleno, conscientes de sí mismos y de la fe propia, convencidos de los propios principios morales, de la corrección de la propia visión, tengo necesidad de personas así para aliarme con ellas. Lo que podemos hacer por nosotros mismos, como hombres, es luchar por esta fuerte idea moral, sabiendo que es el mayor valor para el hombre que está sentado frente a nosotros, que vive con nosotros, trabaja, piensa, es feo, hermoso, rico, pobre, sabe, no sabe, pero todo esto es ese hombre que es el valor absolutamente más grande.
Cultura de la unidad
Claves para la convivencia / 28 Jesús Morán
La prioridad de las relaciones sociales
La crisis de la democracia en Occidente ha llevado a varios académicos a plantear la hipótesis de la llegada de una era “posdemocrática”, con consecuencias incalculables y ciertamente no positivas. Adrian Pabst, profesor alemán de teoría política en la Universidad de Kent, reaccionó a esta conjetura afirmando que, si bien la misma contiene elementos que captan el elemento crítico del sistema democrático, no le acierta al problema subyacente. Este consistiría, en cambio, en profundizar en la realidad política actual para reconocer las amenazas reales a la democracia. Que a su juicio son tres: la irrupción de una nueva oligarquía (élites partidarias, burocráticas y económicas), el nacimiento del populismo demagógico y el riesgo de la anarquía. Todo ello, a expensas de los lazos sociales que, en esta perspectiva, se debilitan drásticamente.
Creo que el análisis de Pabst es básicamente lúcido. Hoy nos enfrentamos a una especie de “despotismo democrático” (son palabras suyas) que se alimenta de manipulaciones sutiles pero eficaces, sobre todo a través del control de los medios de comunicación de masa, donde la mentira reina sin contrapesos, evidenciando la reducción a los mínimos históricos de la ética en la gestión de la “casa común”. De ahí el desconcierto de los ciudadanos de a pie, la creciente desconfianza en el sistema representativo y el consiguiente déficit de participación social. Todo el mundo intenta refugiarse, lo mejor que puede, en su pequeño espacio doméstico, dejando el espacio público libre para la acción de grupos cada vez más extremistas y radicales. A todo esto hay que sumarle la carencia de visión histórica -que nos hace sentir parte de una tradición cargada de valores
trabajosamente conquistados a lo largo del tiempo- como resultado de un sistema educativo basado enteramente en el valor de la eficiencia y la competitividad. Por no hablar de la sospecha que recae cada vez con más fuerza sobre la magistratura, es decir, sobre la estructura jurídica de las sociedades democráticas, provocando una sensación de desconcierto que llega a la consternación, sobre todo cuando se constata que quienes cultivan la corrupción casi siempre logran salirse con la suya. Al final de su artículo, Pabst cita al académico de filosofia política francés, Pierre Manent, para quien el hombre democrático “es el hombre más libre que haya existido jamás y, al mismo tiempo, el más domesticado”. Ciertamente, como dice el politólogo alemán, para salvar la democracia es necesario superar el liberalismo estricto y apuntar a un “gobierno mixto” (no oligárquico). Pero, en mi opinión, aún más decisivo es lo que él mismo señala cuando afirma que “la supremacía del Estado y del mercado sobre la asociación humana puede conducir a un sistema democrático que instila un sentido de ‘servidumbre voluntaria’”. Aquí está el quid de la cuestión: fortalecer la asociación humana. ¿Cómo hacerlo? Creo que esta meta requiere un proyecto educativo de alto nivel, profundo y universal, con bases antropológicas y éticas claras y convincentes. Estamos muy lejos de un horizonte de este tipo, pero es urgente avanzar en esta dirección. En última instancia, se trata de “radicalizar” (en el sentido de “ir a la raíz”) la democracia, superando la supremacía de la política. Debemos partir de abajo y de lo primero: las relaciones sociales fundadas en la dignidad de la persona humana y de los pueblos. Política en sentido estricto viene después. Este invierno, el intendente de una ciudad europea -hombre joven, franco, servicial y generoso- que goza de un gran consenso entre sus conciudadanos, me confesó que el secreto de su éxito radica en que no es un político, sino un simple administrador de relaciones sociales. Lo que intenta hacer manteniendo firme el principio de la supremacía de la persona. Ciudad nueva - Noviembre 2020
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Palabra de Vida
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“Felices los afligidos, porque serán consolados”
(Mateo 5, 5)
Vladimir Pustovit flickr
¿Quién no ha llorado nunca en su vida? Y ¿quién no se ha cruzado con personas cuyo sufrimiento rebosa a través de las lágrimas? Hoy, cuando los medios de comunicación traen a nuestras casas imágenes de todo el mundo, corremos el peligro de acostumbrarnos, de endurecer el corazón ante una corriente de dolor que puede llegar a arrollarnos. También Jesús lloró1 y conoció el llanto de su pueblo, víctima de la ocupación extranjera. Muchos enfermos, pobres, viudas, huérfanos, marginados y pecadores acudían a Él para escuchar su Palabra sanadora y ser curados en el cuerpo y en el alma. En el Evangelio de Mateo, Jesús es el Mesías que cumple las promesas de Dios a Israel, y por eso anuncia: “Felices los afligidos, porque serán consolados” .Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados”. Jesús no es indiferente a nuestras tribulaciones, y se implica personalmente en curar nuestro corazón de la dureza del egoísmo, en colmar nuestra soledad y dar fuerza a nuestra acción. Así dice Chiara Lubich en su comentario a esta misma Palabra del Evangelio: “Con estas palabras su-
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yas, Jesús no quiere llevar a quien es infeliz una simple resignación, prometiéndole a cambio una recompensa futura. Él piensa también en el presente. Su Reino, en efecto, ya está aquí, aunque no de manera definitiva. Está presente en Jesús, el cual, al resucitar de una muerte sufrida con la mayor aflicción, venció a la muerte. Y está presente también en nosotros, en nuestro corazón de cristianos. Dios está en nosotros. La Trinidad ha hecho su morada en nosotros. Así pues, la bienaventuranza anunciada por Jesús puede hacerse realidad ya desde ahora. […] Los sufrimientos pueden perdurar, pero hay un nuevo vigor que nos ayuda a llevar las pruebas de la vida y a ayudar a los demás en sus penas, a superarlas, a verlas como Él las vio y las aceptó: como medio de redención”2. Siguiendo las enseñanzas de Jesús, podemos aprender a ser, los unos para los otros, testigos e instrumentos del amor tierno y creativo del Padre. Es el nacimiento de un mundo nuevo, que sana desde la raíz la convivencia humana y atrae la presencia de Dios entre los hombres, fuente inagotable de consuelo para
enjugar toda lágrima. Lena y Philippe, de Líbano, compartieron así su experiencia con los amigos de su comunidad eclesial: “¡Muchas gracias por sus saludos! Estamos bien y procuramos estar atentos para no exponernos al virus. Sin embargo, como estamos en primera fila en “Parrainage Liban” (una acción de apoyo a familias necesitadas), no siempre podemos quedarnos en casa; salimos cada dos días más o menos para proveer a las urgencias de varias familias: dinero, ropa, comida, medicamentos, etc. Ya antes del covid, la situación económica del país era muy dura, y ahora empeoró, como en todo el mundo. Pero la Providencia no nos falla: su más reciente manifestación llegó la semana pasada de un libanés que vive en el exterior. Envió recursos para poder asegurar una comida completa, tres días a la semana, para doce familias durante todo un mes. Una hermosa confirmación del amor de Dios, que no se deja vencer en generosidad”. Letizia Magri 1 2
Cf. Jn 11, 35; Lc 19, 41. Palabra de vida, noviembre de 1981.
Palabra vivida
A mal tiempo, buena cara Charlotte: “Hace unos meses, en una reunión aparentemente de rutina con mi jefe, éste me informó de su decisión de prescindir de mis servicios. Me quedé desconcertada. No tenía ni una sospecha de que esto fuera a suceder; la empresa nos había comunicado poco antes que nadie sería despedido durante la pandemia. La del despedido era una experiencia nueva para mí. Pensar en las necesidades de nuestra familia -como las facturas que había que pagar, una hipoteca, etc.- me daba ganas de llorar. No puedo explicar lo deprimida e inútil que me sentía. Pensaba a menudo en el grito de Jesús en la cruz: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’ (Mateo 27, 46). La sensación de inseguridad me afectaaba mucho. Después del trauma inicial, sentí la necesidad de confiar en que Dios cuidaría de mi familia. Junto a mi marido Mario, procurábamos mostrar una actitud positiva, incluso en el rostro, ante nuestras hijas, y las alentamos a unirse a nosotros en la oración y en la confianza. Lo último que queríamos era hacerlas sentir inseguras. Les explicamos la situación y les dijimos en tono jocoso que las compras en Amazon tendrían que esperar. Sin embargo, hacer frente al desempleo no fue fácil. Me despertaba todas las mañanas pensando: ‘Quizás hoy reciba buenas noticias sobre un empleo para mí’. Pero a medida que pasaban los días, la falta de respuestas afectaba cada vez más mi confianza. Teníamos planes de remodelar nuestro sótano y construir un patio de concreto pero tuvimos que posponer todo. El estrés también me estaba volviendo hipersensible. A veces, Mario me decía algo que yo malinterpretaba, lo cual provocaba desunión”.
Mario: “Lidiar con la pérdida del trabajo de Charlotte fue algo nuevo para los dos. Hacía todo lo posible para apoyar a Charlotte y estar allí para ella y nuestras hijas. Pero tenía que levantarme muy temprano para ir a trabajar todo el día y volvía a casa cansado. Me di cuenta de que existía la percepción de que no estaba contribuyendo lo suficiente a nuestra vida familiar, y esto fue un dolor para mí. Una noche, cuando llegué a casa, tenía mucha hambre. De inmediato, le pregunté a Charlotte qué había para cenar. Ella entendió mal mi pregunta y pensó que esperaba encontrar la cena lista y servida. Esa no era mi intención; pero entendí que tenía que amar más y mejor, y ser consciente de su sensibilidad, sobre todo en ese período difícil. La ‘Palabra de vida’ me ayudó a practicar el amor concreto. Esa noche, nos reconciliamos y volvimos a comprometernos a comenzar de nuevo y vivir en amor mutuo”. Charlotte: “No nos sentimos solos. Los demás miembros de la comunidad de los Focolares estaban con nosotros apoyándonos y rezando por mi trabajo. Apenas supieron que me habían despedido, muchos llamaron para darme ánimo, y nos sentimos bendecidos por contar con oídos atentos y empáticos. Una persona incluso nos visitó y nos trajo un regalo de productos frescos”. Mario: “El mayor desafío fue financiero, pero seguimos tratando de mantener el amor mutuo entre nosotros y la confianza en la promesa de Dios de que Él nos cuidaría siempre. Juntos tomamos decisiones financieras y encontramos solucio-
Shelley Wiart pixabay
nes, decidiendo dónde ahorrar y cómo administrar sabiamente nuestro dinero. Las promesas del Evangelio se hicieron realidad. Un día recibimos la aprobación de un alivio temporal en la cuota escolar de las niñas, así como para los pagos de nuestra hipoteca. Incluso los plazos de los préstamos estudiantiles de Charlotte se pospusieron debido al Covid. Cuando la comunidad nos ofreció un apoyo financiero, sentimos que el amor en nuestra familia más grande era real. Recordábamos a los primeros cristianos, que lo ponían todo en común. Después de hablar en familia, sentimos que, frente a Dios, teníamos todo lo que necesitábamos”. Charlotte: “Este descanso forzoso me dio la oportunidad de revisar mi trayectoria, actualizar mi currículum, reforzar las habilidades que tengo (y aprender nuevas) y pensar en mis experiencias profesionales, con todo lo que había aprendido en los últimos 13 años. Después de varias entrevistas, me ofrecieron un trabajo. ¡Qué alegría! Me sumé a mi nueva empresa el 17 de agosto, que también fue nuestro 16º aniversario de bodas. Continuamos nuestro viaje juntos, agradecidos de tener familiares y amigos que nos apoyan. Charlotte y Mario D’Sa (Washington, Estados Unidos) Ciudad nueva - Noviembre 2020
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Especial
Centenario Chiara Lubich 1920-2020 Fabio Ciardi
Una trama de unidad y de carismas Desde los inicios de los Focolares, religiosos y religiosas de muchas congregaciones adhirieron al carisma de la unidad de Chiara Lubich. Publicamos una breve semblanza del primero de ellos y el testimonio de una religiosa colombiana El 1° de agostó murió y partió para el paraíso el padre Bonaventura Marinelli, a los 100 años. Habiendo vivido en Trento, en el convento de los Capuchinos, de 1942 a 1946, como estudiante de teología y joven religioso, fue, como le gustaba decir, un “testigo ocular, pero a distancia” de los comienzos del Movimiento de los Focolares. A distancia, porque en aquellos años no les permitían muchas vinculaciones. Sin embargo, fue testigo ocular porque vio cómo vivían estas extraordinarias terciarias franciscanas. “Después del bombardeo de 1944”, relató en una larga conversación, “teníamos a Chiara y a sus compañeras siempre a la vista. Venían a misa, que no se celebraba en la iglesia, porque había sido destruida por el bombardeo, sino en la sacristía, que era pequeña y estábamos muy cerca. Recuerdo que me impresionaban cada vez más. Por naturaleza soy bastante tímido y me cuesta establecer relaciones, pero recuerdo que, a partir de 1943, cuando durante el verano salíamos a pe-
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dir la caridad, se me hacía cada vez más fácil conocer a las familias, a la gente, a los niños, etc. Esta nueva forma de vida no me venía por mi naturaleza sino por la vida que veía en Chiara y sus compañeras. “En 1946, mis superiores me enviaron a una universidad en Suiza”, recuerda. Ya tenía un año de ser sacerdote. Así comenzó una correspondencia que permitió a Chiara comunicarle lo que vivía en ese período. Gracias al padre Buenaventura tenemos hoy un patrimonio inestimable de escritos, algunos muy conocidos, como la carta del 30 de marzo de 1948, en la que Chiara le confiaba: “El libro de Luz que el Señor escribe en mi alma tiene dos aspectos: una página luminosa de misterioso amor: la Unidad. Una página luminosa de misterioso dolor: Jesús abandonado”. Estas cartas dan testimonio de la profunda relación que pronto se estableció entre ambos. Chiara le escribió el 11 de mayo de 1948: “Su carta me confirmó la idea que yo me había hecho de su alma, muy amada por el Señor, y quisiera en un momento, en un instante, donarle todo lo que tengo, todo lo que
Dios ha construido en mí aprovechando mi nada, mi debilidad, mi miseria. (…) Lo que quiero escribirle hoy es que la unidad que Dios ha realizado, no debemos romperla. (…) San Francisco no quedará satisfecho hasta que usted no lo reviva y lo haga revivir en sus hermanos y hermanas. Comience. Lo logrará”. Y el 8 de septiembre: “Cuánta alegría me ha dado su carta. Jesús está allí”. Recuerdo la alegría cuando se encontraban y con qué normalidad hablaban en dialecto trentino… eran coetáneos, pero él se sentía como un discípulo con su madre. En una de las primeras cartas Chiara simplemente firmó “s.m.”, que Bonaventura inmediatamente interpretó como “su madre”. Le respondió firmando “s.f.” (“suo figlio” -su hijo), y Chiara también lo entendió. Una focolarina recuerda que Chiara, saludándolo en el 2000, le dijo “¡Mi primer hijo religioso!”. Bonaventura tuvo una larga vida, en la que fue profesor de Sagrada Escritura, traductor de comentarios bíblicos del alemán, y tuvo importantes cargos en su orden: provincial, formador, definidor general... Luego Chiara solicitó a las autoridades de Buenaventura que él pudiese dirigir el Centro Internacional de Espiritualidad para Religiosos en Castel Gandolfo (Roma) y en Loppiano, la ciudadela de los Focolares en Italia. Tímido y de extraordinaria humildad, supo dar testimonio sin ostentación y con sinceridad de su vocación franciscana y del aporte que recibió a través del carisma de la unidad que Chiara le había transmitido. “Era un verdadero niño
evangélico, en la sabiduría y simplicidad de su vida”, escribió un compañero de su congregación. No faltan los recuerdos personales, empezando por cuando, en 1978 fuimos juntos a Canadá, durante un mes entero, para animar una escuela de formación para religiosos. Entre otras cosas, en mi diario, el 10 de noviembre de 1999, cuando ya nos había dejado para una nueva tarea, escribí sobre una de sus visitas: “Llega Bonaventura, y hay clima de fiesta, como siempre”. Me llamó la atención, ese “como siempre”. Pero quizás el momento más hermoso fue el 18 de marzo de 2008, cuando asistimos juntos al funeral de Chiara en Roma en la Basílica de San Pablo Extramuros. Al final de la celebración me pidió que lo acompañara al ataúd, rompiendo el estricto protocolo. Ya era anciano y le costaba arrodillarse, pero cuando llegó al ataúd se arrodilló, lo abrazó y lo besó. Entonces también yo me arrodillé para besar el ataúd (pero no es la expresión correcta… era besar a Chiara). Fue como si se rompiera un dique: todos empezaron a rodear el ataúd y a besarlo… Pero el gesto de Buenaventura permanecerá como el gesto único de un hijo auténticamente franciscano que reconocía en Chiara también a su madre en el carisma de la unidad. Una trama de unidad, clara, sin confusiones y límpida: Francisco de Asís y su carisma, su primera vocación y el carisma de la unidad, la vocación que lo ayudaba a focalizar la mirada en su padre Francisco y en ser generador de unidad con sus hermanos y con todos. También a mí me quería. En una de sus últimas cartas me escribió: “Te recuerdo y siempre te recordaré con gratitud y espero volver a tener la alegría de encontrarte personalmente. Esta mañana te encomendé de manera especial a san Francisco. ¡Un abrazo!”.
“¿Y por qué no comienza usted?” Me llamo sor Myriam Rubio y pertenezco desde hace 50 años a la Congregación de Hermanas de Bethania, una comunidad nacida en El Salvador. Conocí el Movimiento de los Focolares hace unos 42 años, cuando el primer grupo de focolarinas llegó a Colombia. Un sacerdote que trabajaba en el colegio nos invitó a asistir a una reunión al Focolar con otras religiosas. Me encantó el calor humano que sentí desde que me abrieron la puerta. Lo que hablaron, y todos los testimonios, me parecieron espectaculares. Regresé a los 15 días, con el firme deseo de cambiar de congregación, pues este Movimiento me parecía justo lo que yo necesitaba. Hablé con una focolarina, que en ese momento se encargaba de las religiosas, manifestándole mi deseo. La pregunta no se hizo esperar: ¿Por qué quiere cambiar?” Respondí: “En mi comunidad no siento que estemos trabajando en el amor al prójimo, en la unidad, como lo he sentido aquí”. Ella con mucho acierto me dijo: “¿Y por qué no comienza usted a hacerlo?” Me quedé fría… yo pensaba que esto era cuestión de la superiora. Al oír su respuesta sentí ganas de llorar y ella me dijo: “Vamos a comenzar. Yo le ayudo”. Y así fue, empecé a poner en práctica el Evangelio, a mirar al otro con ojos nuevos y cada semana había una tarea que yo trataba de hacer concretamente. Mi superiora se dio cuenta de mi cambio, y en una visita de la Madre General se lo dijo. Así que fui enviada a Bolivia. Era para fundar un colegio que nos daba la diócesis de Oruro. Con mi entusiasmo corrí al Foco-
lar para comentar mi traslado y preguntar la nueva dirección del Focolar, que suponía estaría en la ciudad de La Paz. Pero ¡oh sorpresa!, allí no habían llegado todavía. Me sentí con el ánimo en el suelo… pero la respuesta fue: ¿Por qué no comienza usted? Nosotros le ayudamos…”. Así fue. Son muchísimas las experiencias de esos tiempos. Pero lo más importante es que la unidad era el complemento de mi carisma de Bethania, que es el “amor en la oración, como María, y amor en la acción como Marta”. Dos carismas que se unen y se entrelazan entre sí para formar una red mucho más fuerte. No ha sido fácil, creo que soy muy apasionada con lo que hago y eso a veces me trae problemas… pero la edad, la experiencia el trabajo por la unidad y el Espíritu Santo, del cual soy muy amante, me ayudan a seguir viendo a mis hermanas con ojos nuevos, amar por primero, amar a todas, a fortalecerme en la oración y a trabajar sin pereza pensando que es por Él, haciendo de la mejor manera lo que me han encomendado. Con toda humildad debo decir que este ideal me llevó a prestar el servicio como Regional en cuatro periodos, en distintas fechas, y a ser Rectora de colegios por muchos años. Hoy estoy retirada de los cargos por cuestiones de salud. Sigo ayudando en la Pastoral del colegio y en todo lo que pueda. Lo más importante es hacer la voluntad de Dios en cualquier trabajo por humilde que sea y ser ese puente de unión en mi comunidad. Todo para la Gloria de Dios en Bethania. Myriam Rubio
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Testimonio
Hacia “La economía de Francisco” Cristian Varela
Un cambio personal cambia el entorno Experiencias y emprendimientos que dicen que es posible un nuevo orden para la economía y la empresa
Ya es de noche, y estoy a punto de comenzar otro trabajo antes de regresar a casa, cuando inesperadamente me encuentro con María Gloria, la Hermana Ruby, Lila e Inés. Inmediatamente percibo esa pureza, esa luz en la mirada que
nace de haber sufrido y luchado sin nunca rendirse... y haber también ayudado a otros a hacer lo mismo. Una resiliencia que se siente en el aire con solo estar cerca. Me siento pequeño, muy pequeño. Al punto de querer “quitarme las sandalias”
El proyecto Storytelling Con el objetivo de dar visibilidad a diferentes proyectos, emprendimientos, empresas e iniciativas que están cambiando la economía hacia un nuevo modelo inclusivo y sostenible, nació el proyecto Storytelling. Consiste en generar redes, inspiración y nueva creatividad.
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Destinatarios: proyectos, emprendimientos e iniciativas que participen en una de las doce Aldeas de la Economía de Francisco ubicadas en distintos lugares del mundo. Si formas parte de una iniciativa así o te interesa iniciar un equipo de storytelling local, escribinos a storytellingprojecteof@gmail.com.
para tratar de entrar en esa relación “en puntas de pie”. Gloria tiene 57 años y cuando tenía 33 conoció al padre Emiro, que acababa de regresar a Colombia después de una experiencia en el centro de testimonio y formación de Loppiano. Esa vivencia le había dejado un gran deseo de encarnar el ideal de la unidad, que había cambiado su vida. A continuación a raiz de un gesto que él tuvo se logró transformar un cultivo precario de café en una empresa comunitaria inspirada en la Economía de Comunión: la ACEDECO PADEVI. Es esta empresa la que le da a María Gloria la oportunidad de salir de una situación de pobreza producida por el hecho de no poseer tierras y no recibir un pago justo por la recolección del café. Padre Emiro pone sus tierras a disposición. En ellas, con un grupo de vecinos co-
menzaron a criar pollos y a cultivar cebollas. “Lo más hermoso que recuerdo es la Palabra de Vida. A veces había diferencias entre nosotros, pero la Palabra de Vida llegaba siempre puntualmente y nos ayudó a mantener esto que ahora es nuestra empresa”, cuenta María Gloria. En ese momento, en esa área, solo había dos personas que daban trabajo, y eran los dueños de la mayor parte de la tierra. Pagaban menos de lo que debían y explotaban a los trabajadores. Yesid, hijo de María Gloria, siempre había vivido esa situación. Gloria le dijo: “Estudiaste, sabes cómo usar la computadora. Ayúdame a presentar este proyecto”. Él aceptó, pero con una condición: “solo si diversificamos nuestros productos”. Hoy, sus actividades son: el cultivo de café, la cría industrial de pollos, cerdos y peces y una huerta orgánico con una gran diversidad de productos. “Nos estamos desarrollando de manera de respetar el medio ambiente. Aprovechamos al máximo los residuos generados durante la producción. Los trabajamos para que puedan reutilizarse”, subraya Yesid. Tuve la alegría de conocer a María Gloria personalmente y de recorrer junto a acompañada por su hija, a la hermana Ruby, Lila y su nuera, la muestra SCiC en el Polo Lionello Bonfanti. Se trata de un viaje experiencial donde se presentan diferentes escenarios y economías (economía social, civil y de comunión) dando voz a los protagonistas, a través de videos, gráficos e imágenes. Me agradecieron por
las explicaciones que les brindé. “Soy yo quien debe escucharlas. Ustedes están ahí, generando vida nueva, nuevas oportunidades, cambiando la economía, la sociedad...”, les dije desde el corazón. “Somos un cuerpo”, respondió Ruby, “cuando encendiste las luces de la muestra, inmediatamente sentí la presencia de Dios... Aquí Dios actúa”, concluyó. Y de hecho es así. Me sorprendo cada vez, con cada grupo. Ya sea de chicos, de jóvenes o de adultos. De Italia o de cualquier parte del mundo (¡y pasaron tantos!). Más de 800 jóvenes de distintas escuelas de toda Italia visitaron la muestra. Con ellos realizamos talleres sobre innovación y transformación social, consumo democrático y nuevas economías. Soy testigo de la transformación en sus miradas hacia la realidad, de sentir la esperanza brotando en ellos, el deseo de comprometerse a cambiar las reglas del juego. “Lo que yo comprendo de la Economía de Francisco es que no solamente a nivel material actúan las cosas sino que tenemos la necesidad de encontrar la esencia”, sentenció María cuando le pregunté qué pensaba del evento convocado por el Papa. “Necesitamos una espiritualidad que nos ayude a salir de nuestro confort. Si salimos de nuestra zona de confort y nos abrimos a cosas nuevas, podemos orientar nuestras familias y comunidades a algo más espléndido. A la esencia del ser humano. Buscar lo valioso que es cada uno y el respeto que nos debemos manifestar sin distinguir color o nacionalidad. Un
El evento Del 19 al 21 de noviembre se desarrollará de manera virtual el evento convocado por el Papa bajo el nombre “Economía de Francisco”, en alusión al santo de Asís. Será un espacio, preparado a nivel regional y local desde hace meses, donde, según explica la web francescoeconomy.org, “jóvenes economistas y emprendedores de todo el mundo, en diálogo con figuras internacionales de renobre, debatirán temáticas, propuestas y perspectivas” para una economía que beneficie realmente el desarrollo integral de las personas.
entendimiento mutuo para colaborar más unos con otros y con más desprendimiento”, concluye. “Solamente en la medida en que juntemos nuestras diversidades y nuestras dificultades, podremos generar desarrollo”, afirma con decisión Yesid. Pienso que es éste nuestro mayor desafío, cambiar nuestra mirada sobre la realidad (enriquecerla, complejizarla, junto a otros) para después sí transformarla. Experiencias como ésta nos muestran que es posible.
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Vida sana
Neurociencia y aprendizaje
Susana P. Gaytan*
Jugando se aprende mejor Una niña abre su libro por primera vez. Observa unos signos misteriosos. Su maestro los está dibujando muy grandes en la pizarra y dice: “¡Es la letra A!”. Acaba de iniciarse en la apasionante aventura (o el duro trabajo) de aprender a leer. Todo depende de un cerebro asombrado y de una mente curiosa. Asombro y curiosidad empujan al ser humano a buscar el sentido de todo lo que lo rodea. Y a aprender. Aunque esta capacidad de aprender es máxima durante la infancia, no tiene por qué detenerse a largo del resto de la vida, pues el cerebro es un órgano que sigue formándose permanentemente. Unas neuronas unidas a otras, a través de sinapsis, establecen y modulan circuitos: es lo que se denomina plasticidad neuronal. Desde una humilde babosa al ganador de un Nobel, todos los animales comparten esa capacidad innata de asociar un cambio externo (estímulo) a una modificación interna de sus circuitos neuronales (respuesta), que se traduce en un nuevo comportamiento (o sea la conducta aprendida). Así, la persistencia de ciertos estímulos provocará que se potencien algunas sinapsis,
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mientras que otras se debilitan. Aprender es, por tanto, una característica inherente a la naturaleza de los sistemas nerviosos. Cómo aprende nuestro cerebro La estructura relacionada con consolidar el aprendizaje en el cerebro es el hipocampo, ayudado por densas conexiones establecidas por otra estructura, la amígdala, que lo unen al hipotálamo y amplias áreas corticales. Esto permite que haya una fuerte conexión entre lo que emociona y lo aprendido. Pero no basta con saber algo, sino que también hay que poder utilizarlo. En esta tarea resulta fundamental el lóbulo medio temporal, activo cuando se memorizan cosas. Por otra parte, la corteza prefrontral ventromedial predice cuándo será necesaria esa información. Ahora bien, nada se consigue si no se desea. De este último requisito se encarga un centro de recompensa y placer: el núcleo accumbens. De él dependen la motivación, la capacidad de logro y la planificación. Con todo esto el cerebro está preparado para adquirir, continuamente, nue-
vos conocimientos y habilidades que resultan imprescindibles para adaptarse a un medio cambiante y disfrutar con ello. La clave está en cómo lo hará. ¿Sufrir o jugar? Desde el principio los investigadores asociaron el esfuerzo (y hasta el sufrimiento) con el aprendizaje. Se trataba de pautas derivadas de la exposición a estímulos de los que habría que huir (clásicamente denominado “aprendizaje por aversión”). Sin embargo, los mecanismos de recompensa también mostraron, muy pronto, su eficacia para conseguir conocer el mundo y conectar al individuo con
él. Aquí donde aparece el valor adaptativo del juego. Existen muchas evidencias de que el juego es una pieza fundamental durante el crecimiento, sobre todo en primates. De hecho, no es casual que las etapas más juguetonas (infancia y juventud) coincidan con las fases de mayor desarrollo encefálico y formación de conexiones (sinaptogénesis). Jugar tiene un costo, por lo que si se mantiene es por los beneficios evolutivos que conlleva. El juego nutre todos los aspectos madurativos y constituye la base para el éxito en la obtención de habilidades cognitivas, sociales, físicas y emocionales. Además, ¡es muy divertido! Aprender jugando permite repetir (entrenar) pautas que se perfeccionan mientras se estimulan los circuitos neurales de recompensa. Por ejemplo, en algunas comunidades de chimpancés se han visto sujetos que cuidan piedras o pequeñas ramas a modo de muñecas, mientras otros grupos se incordian y pelean entre ellos. Lo interesante es que, aunque la conducta lúdica recuerde a la conducta auténtica, quienes la llevan a cabo de alguna manera saben que no está sucediendo de verdad. Para ello cuentan con señales comunes centradas en poner “cara de juego”. En ella, la posición
de la boca es fundamental. Tanto, que no solo la reconocen los primates sino también otros grupos animales. Estos juegos permiten gestionar tensiones y perfeccionar conductas de cuidado, apaciguamiento o jerárquicas. Jugar es la base de comportamientos sociales más complejos como la cooperación (con la empatía que ello requiere). También se ha propuesto que el juego podría fomentar la creatividad y hasta la cultura, lo que explicaría lo ocurrido entre macacos en Japón, donde se han difundido estrategias manipulativas más allá de la comunidad original. En definitiva, jugar es un modo muy eficaz de aprendizaje con el que explorar el mundo y experimentar con situaciones de la vida real sin peligro. Hasta en el Quijote se afirma que “la letra con sangre entra”, pero la neurociencia nos aporta muchos datos sobre cómo se aprende en realidad. Si bien es cierto que se puede aprender del dolor, no lo es menos que también enseña lo que divierte. Muy probablemente, con mucho más éxito. *La autora, española, es profesora titular de Fisiología en la Universidad de Sevilla. Este artículo fue publicado originalmente en la edición española del portal periodístico The Conversation (theconversation.com) Ciudad nueva - Noviembre 2020
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Arte & Espectáculo
por Claudio Larrique
Cine �������������������������������������������������������������������������������������������������������������
El jinete (The Rider) Estados Unidos, 2017. Drama, western. Dirección: Chloé Zhao. Con Brady Jandreau, Lilly Jandreau, Tim Jandreau, Lane Scott y Cat Clifford. 1 h 45’ +13 años La directora china Chloé Zhao dirige este íntimo e inspirador retrato, una película en donde los personajes existen fuera de la ficción y viven sus propias vidas en la pantalla. Basada en hechos reales, El jinete cuenta la historia de Brady, un jinete de rodeo que sufre un grave accidente en la cabeza que le imposibilita volver a montar. Brady pasa los días en compañía de su familia y sus amigos, anhelando el día en que pueda regresar a los rodeos. Las personas en las que esta cinta está basada actúan como ellos mismos en la película, algo muy inusual pero que construye un hermoso trabajo. No hay un solo momento en El jinete que se sienta forzado o fuera de lugar. La cámara de Zhao sabe con exactitud donde ubicarse para no
ser intrusiva, de modo que nos sumergimos por completo la historia de Brady. Con un estilo que roza el formato documental, entramos y salimos de la película intactos, pero con los sentimientos que evoca marcados en lo profundo del corazón.
Pocos largometrajes son tan devastadoramente realistas como El jinete, una obra maestra del cine contemporáneo. Maximiliano Núñez (Excelente)
Libro ������������������������������������������������������������������������������������������������������������
Natalia Ginzburg, una escritora familiar Había nacido en la ciudad siciliana de Palermo en 1916, donde se habían instalado un tiempo sus padres, intelectuales de origen triestino (en el norte de Italia). Su apellido de soltera era Levi. Su padre era un profesor universitario, un librepensador de origen judío; su madre era de tradición
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católica. Cuando tenía tres años la familia se trasladó a Turín, y su padre continuó con la cátedra de anatomía. Sufrió la censura y la persecución por sus posiciones anti-fascistas. Natalia mantuvo siempre el apellido de su primer marido, Leone, de origen ruso judío, activo en política, profesor de literatura y gran traductor de los autores rusos al italiano. Fue uno de los fundadores de la prestigiosa editorial Einaudi, donde Natalia trató intensamente a Italo Calvino y Cesare Pavese, entro otros escritores. Su marido fue asesinado por militares alemanes en una cárcel de Roma. Tenían tres hijos. Uno de ellos es el famoso historiador Carlo Ginzburg. Ella decía que dos grandes dolores en su vida fueron la muerte de Leone y el suicidio de Pavese. Natalia, que había trabajado para Pier Paolo Pasolini en El Evangelio según san Mateo, en el papel de María Magdalena, murió en Roma en octubre de 1991. Ejerció como diputada por el Partido Comunista. Era familiar de la neuróloga Premio Nobel, Rita Levi Montalcini. Repartió su vida entre Turín y Roma. Su libro más conocido se titula Léxico familiar, donde relata muchas anécdotas de su vida y sostiene que cada familia tiene su propio lenguaje. Escribe: “Somos cinco hermanos. Vivimos en distintas ciudades y algunos en el extranjero, pero no solemos escribir-
nos. Cuando nos vemos, podemos estar indiferentes o distraídos los unos de los otros, pero basta que uno de nosotros diga una palabra, una frase, una de aquellas antiguas frases que hemos oído y repetido infinidad de veces en nuestra infancia, para volver a recuperar de pronto nuestra antigua relación y nuestra infancia y juventud, unidas indisolublemente a aquellas frases, a aquellas palabras”. O “ ‘Ginzburg es un hombre’ dijo mi madre, ‘cultísimo y muy inteligente, y hace unas bellísimas traducciones del ruso’. ‘Pero es muy feo’, dijo mi padre. ‘Ya se sabe, los judíos son todos feos’. ‘¿Y tú?’, le preguntó mi madre, ‘¿Tú no eres judío?’. ‘De hecho yo también soy feo’, respondió mi padre”. Y en otra página: “Leone... su capacidad de escuchar era inmensa. Sabía escuchar a los demás con gran atención, incluso cuando estaba profundamente ensimismado pensando en sí mismo. Su verdadera pasión era la política. Sin embargo, además de esta vocación, fundamental para él, tenía otras pasiones: la poesía, la filología y la historia”. Dos obras de Natalia que vale la pena no perder son Querido Miguel y la pieza teatral Me casé por alegría. José María Poirier (Una autora para descubrir)
Cine �������������������������������������������������������������������������������������������������������������
La asistente (The Assistant) Estados Unidos, 2020. Drama. Dirección: Kitty Green. Con Julia Garner, Matthew Macfadyen y Makenzie Leigh. 87 minutos. Apta para mayores de 13 años.
Este poderoso largometraje retrata con exactitud las condiciones laborales que enfrenta una joven mujer en un ambiente tóxico. Se inspira en los testimonios de personas que trabajaron para el magnate Harvey Weinstein, quien fue acusado y sentenciado por violación, acoso y abuso sexuales que cometió en un periodo aproximado de treinta años. La película es una crónica de 24 horas en la vida de Jane, una introvertida joven que tiene la aspiración de convertirse en una productora de Hollywood
El silencio juega un papel elemental en La asistente, puesto que, con la excepción del principio y el final, la cinta transcurre justamente en un silencio tenso y sutil, que acusa y denuncia todo lo que no somos capaces de ver y escuchar. La razón por la que esta es una de las mejores películas de este año no reside solo en su calidad técnica y su estética, sino también en su relevancia social. Jane les pone rostro a miles de mujeres alrededor del mundo que callan por miedo a represalias o perder sus empleos. Y en el caso de que hablen, cabe la posibilidad de que sus denuncias no sean escuchadas con propiedad, o peor. Es una situación angustiosa, pero real. Solo cuando llega el final
y que en ese momento se desempeña como asistente para un poderoso hombre en la industria del cine.
de la cinta, nos damos cuenta de que ése es su verdadero impacto. M.N. (Excelente)
Música ����������������������������������������������������������������������������������������������������������
Rough and Rowdy Ways Bob Dylan / Columbia Records / 2020 En Ciudad nueva del pasado junio comentamos el lanzamiento de dos canciones inéditas del trovador estadounidense Premio Nobel de Literatura 2016: la kilométrica y aclamada por la crítica “Murder Most Foul” y “I Contain Multitudes”, amada por el público y por muchos colegas y admiradores. Como se sospechaba, era el preludio de una nueva joya de Dylan: el doble CD Rough and Rowdy Ways (“Maneras ásperas y ruidosas”, en una traducción libre). Además, fue su regreso a la creación pura, después de varios discos de relecturas personales de clásicos de la música de Estados Unidos. Sin que le importen el Covid, el alternarse de las modas musicales y de toda otras mutaciones, el viejo Bob -soplará 80 velitas en mayo- pocas semanas después sacó del horno una nueva obra maestra que marca el regreso del bardo a sus andanzas de autor que “cocina” con maestría sirviéndose de la historia, de la sociología, de la poesía y de la dramaturgia. Son diez tracks que rebosan alusiones, citas, flujos de consciencia y refencias autobiográficas, entre la que se destaca la mencionada Murder Most Foul, en la que el asesinato de John Kennedy es telón de fondo, la metáfora y el pretexto para lanzar granadas sobre las averías del presente. Pero también el resto es notable y nos habla
de la extraordinariedad de un artista, Pero el resto también es notable y nos habla de la naturaleza extraordinaria de un artista que es tan gruñón en su vida privada como brillante en sus obras. Además del Nobel, los estantes de de Dylan lucen un Oscar y un Globo de Oro, un Pulitzer, una docena de Grammys, la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos y la Legión de Honor francesa. El que acaba de lanzar es su disco número 39, al que se suman una infinidad de antologías, de grabaciones en vivo y quién sabe cuántas covers. Un gigante que ha sido precursor y maestro de una gran parte de los mejores compositores hoy en la plaza. El único capaz de escalar hasta lo más alto de los ranking de ventas durante seis décadas seguidas: nadie lo había logrado nunca. Sin embargo, Dylan no es solo el buque insignia de la subcultura del rock; porque lo que ha sido y sigue siendo lo certifica como una de las voces más originales e inspiradas de los últimos
60 años, capaz de trascender incluso su sus raíces folk-blues tan localmente estadounidense para producir frutos universalmente apreciados más allá del tiempo y de su propio ser. Así son los genios. Y aunque estas palabras parecen hechas para un epitafio, es imposible no desearles -y desearnos a nosotros- que sigan fluyendo muchas maravillas más de esa pluma y de esa voz. Franz Coriasco (Obra maestra madura) Ciudad nueva - Noviembre 2020
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Espiritualidad Sonia Vargas Andrade
El amor, una gran sinfonía
En estos tiempos tan difíciles, cuando experimentamos una fuerte impotencia frente a la injusticia, la precariedad de nuestros sistemas de salud, la inestabilidad laboral, la vulnerabilidad de los procedimientos burocráticos que protegen a la tercera edad, podemos tener tres reacciones: una impetuosa, que nos lanza a realizar voluntariados donde sea necesario; otra apática o de crítica, que ve un horizonte negro y se queda en el análisis de las consecuencias por las cuales hemos
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llegado a este dramático momento, y una tercera, que toma conciencia de que en la vida tenemos solo el presente y en ese presente hay alguien para amar. Es una de las claves del carisma de Chiara. Pareciera simple, hasta casi superfluo; sin embargo, requiere una tensión rítmica constante. Debo tomar conciencia de que soy un instrumento que forma una parte indispensable de una gran sinfonía universal y en mo-
A pesar de la enorme generosidad de cada uno, intuíamos que era necesario algo más para librar de la miseria a una sociedad, y se comprendíamos que quizás no era ésta la finalidad inmediata por la que el Señor nos había impulsado a la caridad concreta. Más tarde nos pareció comprender que Él nos había orientado en esa dirección por un motivo muy concreto: con la caridad, viviendo la caridad, se comprenden mejor las cosas del Cielo y Dios puede iluminar a las almas con mayor libertad. Y fue quizás ese amor concreto lo que nos hizo comprender más tarde que nuestro corazón tenía que dirigirse no solo a los pobres, sino a todos los hombres sin distinción alguna. (…) Dios nos pedía no solo el amor a los pobres, sino también el amor al prójimo, cualquiera que fuese, como uno se ama a sí mismo. (…) Esto era el cristianismo y esto era también la vida, porque nunca como en el ejercicio constante de esta caridad para con quien pasa a nuestro lado –pobre o rico, blanco o negro– se comprende hasta qué punto son verdaderas las palabras de san Juan: “Hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos” (1 Juan 3, 14). Chiara Lubich
mentos como los que estamos viviendo no puedo permitirme desafinar, porque es justamente el amor la única posibilidad de pasar “de la muerte a la vida”. No es importante lo que hago sino cómo lo hago. Los invito a leer todo el escrito de Chiara, del cual he tomado solo algunas líneas, titulado “El mandamiento nuevo”1. Lubich, Chiara. Escritos espirituales, volumen III. Ciudad Nueva editorial, Madrid, 1998. Págs. 35-46. 1
Un hecho en fotos
Pocos paraguayos saben que en Paraguay existen deliciosos hongos silvestres comestibles, que los pueblos indígenas solían consumir. En América Latina, desde hace años vemos como cocineros y científicos unen fuerzas para estudiar las propiedades de frutos, plantas, hojas, frutas y verduras nativas e incorporarlas a la cultura gastronómica local. La bióloga Michelle Campi y el chef Alejandro Servián trabajaron más de un año en este libro recientemente lanzado a la venta. Se trata de la primera guía de hongos silvestres comestibles del Paraguay, que compila ilustraciones y descripciones científicas de 20 especies de hongos comestibles que se pueden encontrar a lo largo del territorio nacional en estado salvaje. El texto también cuenta con recetas e ideas acerca de cómo cocinarlos. “Existe un profundo desconocimiento de la existencia de estos hongos, aunque en el pasado hayan sido ampliamente consumidos por los pueblos nativos”, explicaron los autores. “La idea de este libro es rescatar parte de ese conocimiento avanzando en esta relación recíproca que une a científicos y cocineros, para expandir las fronteras de nuestra cocina mirando tierra adentro”. Jazmín Gómez Fleitas, diario ABC Color (El libro puede adquirirse en Paraguay por los canales de venta de la Editorial Ciudad Nueva o por la página Fungi Paraguay en Facebook)
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