El Bicentenario, una fiesta a la cual no hemos sido invitadxs escribe: Manuel Nieves1
A pocos días de estar de fiesta por los doscientos años de la proclamación de la independencia del yugo español, en el Perú, se rinden homenajes a todo lo que se refiere a la falsa libertad, heteronormada, condicionada a los poderes de facto, con un Poder Judicial que nos da la espalda, un Sistema de Salud que nos margina y, ni qué hablar, un Sistema de Educación selectivo, es como vivir en una dimensión virtual, esas que aparecen en las series y películas de moda. Existimos solo cuando nos matan. El Estado no garantiza que las comunidades de minorías sexuales tengan los mismos derechos que el grueso de los pobladores, no garantiza la igualdad de condiciones, ¿entonces, qué haremos? Una gran estrategia es empoderarnos en nuestro desempeño, en lo que hacemos en nuestro día a día, en hacer un trabajo reluciente, en esmerarnos en brillar. ¡Un momento! ¿Es necesario hacer todo esto? ¿Es necesario demostrar ser mejores personas solo para que la sociedad y la autoridad nos regalen, cual migaja de pan, una cuota de igualdad que a la larga solo servirá para reforzar la ineficacia de un Estado que no es para todos? Si bien es cierto, que la comunidad LGTBI, en esta última década, ha tomado calles y plazas, ya sea exigiendo sus derechos, celebrando su orgullo o siendo parte de alguna otra exigencia comunitaria, no ha logrado nada propio, que no sea la visibilidad y la «unión» de sus bases. A falta de una agenda común, que trascienda la visibilidad que nos vuelve orgullosos y que se celebra anualmente, entiendo que no tenemos un plan público para poder colocar una agenda plural que comprenda todas las siglas LGTBIQ+, construyendo estrategias verdaderas, no solo con políticos, sino con la ciudadanía misma. La importancia del Estado a través de sus políticas públicas, la verdadera inclusión va llegar con la exigencia de nuestros derechos, no solo como un saludo a la bandera, sino como una verdadera y eficiente manera de tomar en cuenta las necesidades de millones de peruanos y peruanas, que se sienten excluidos a un sistema que los oprime, y repito nuevamente: nos mata. Con el Congreso de Keiko Fujimori nos detuvimos cinco años, la mafia fujimontesinista no solo llevó en su lista congresistas homofóbicos, sino también misóginos, poniendo en riesgo los derechos adquiridos de las mujeres, quienes, por estrategia, deberían ser nuestras principales aliadas para arrancarle al Estado nuestros derechos, porque ambos nos encontramos en carencias legislativas que nos ponen en calidad de ciudadanos de quinta clase.
Manuel Nieves (Tarapoto, 1977) es Ingeniero de Sistemas, Gestor Cultural, Asesor en Incidencia Política LGTBI y Políticas Públicas, Conferencista, Docente Universitario, Escritor y Poeta. Actualmente cursa la maestría en Escritura Creativa en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado Rimary, cuentos y poesía (2003), Encantos, narraciones breves (2010), y El último color (2021). 1
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