LA PARABITA TRABAJADORA Autor: Prof. José Quinta Pérez
ASCENSIÓN DE GUARAYOS
Municipio: Ascensión de Guarayos, U.E. Cristo Rey
Explotación sexual comercial
Había una vez en un bosque una parabita muy bonita, alegre y vivaracha, trabajaba diligentemente para ganarse sus pesitos, pero seguía estudiando. Sus papás eran muy mayores. Una mañana llegó la tía Parabona del otro lado del bosque, fue a visitarlos y todos la recibieron con mucho cariño. A la mamá paraba nunca le cayó muy bien su cuñada Parabona porque hablaba demasiado y era muy presumida. Empezó a hablar de lo bien que se vive cerca del pueblo y que hay mucho trabajo, que pagan tres veces más que en cualquier otro lugar. La parabita escuchó atentamente, eso de ganar tres veces más le interesaba mucho. Después de contar maravillas, Parabona le dijo a su hermano que, si él quería, ella la podía llevar al pueblo para conseguirle uno de esos trabajos millonarios. La parabita se alegró. El papá, confiando en su hermana mandó a su hija para que trabaje en uno de esos fabulosos trabajos. Parabita y Parabona llegaron al pueblo y la tía recogió a una lorita también y llevó a ambas a un bar. Parabona le dijo al dueño, -Estas es mi sobrina y esta chica, van a trabajar contigo-, El dueño le pagó un dinero por llevarlas a las dos muchachitas. Parabita veía a su tía una vez a la semana, cobraba el dinero que Parabita ganaba. Parabita se quedó a vivir en ese bar, apenas tenía una camita chica y dormía en un cuarto con cuatro chicas más. Trabajaba vendiendo bebida y el dueño le decía que tiene que ganar propina, que se deje tocar donde ellos quieran. Ella trabajaba toda la noche y todas las propinas se quedaban con el dueño. Parabita no veía ni un centavo. Las historias de la tía Parabona eran mentiras, Parabita no sabe cómo volver a su casa.
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