Autora: Prof. Rosa Aguilera Limón Municipio: Ascensión de Guarayos, U.E. Residencial
Servidumbre Costumbrista.
Soy Nataly, vivo en Ascensión de Guarayos, bueno, vivía allá, ahora vivo en Santa Cruz. Tengo 8 años, mis padres se separaron por problemas de mayores. Mis hermanos mayores se enteraron de la separación y decidieron que cada uno se llevaría a uno de nosotros. Mi hermana mayor Julia, se llevó a Iris, mi hermanita de 6 años. Yo me fui con mi hermano Jesús y su esposa porque necesitaban que alguien les ayude a cuidar a su hija. Me fui tranquila porque siempre mi hermano fue bueno conmigo y yo quería mucho a mi sobrinita. Mi hermano le dijo a mi mamá que no se preocupe, que me va a cuidar bien y que no va a dejar que abandone la escuela. Ignacio, mi hermanito de 3 años, se quedó con mi mamá. Llegamos a la ciudad de Santa Cruz y me armaron una camita provisional en el suelo a lado de la cuna de mi sobrinita. Pero pasaron semanas y yo seguía en el suelo, la esposa de mi hermano se enojaba y le decía que no va a gastar una cama para mí, que ya era demasiado con darme la comida. Pero no entendía por qué se enojaba si yo hacía todo lo que me mandaba a hacer: barría el piso, lavaba los platos, lavaba la ropita de mi sobrina y también cuidaba a mi sobrina, incluso yo era la que le cambiaba los pañales.
ASCENSIÓN DE GUARAYOS
LA NIÑA QUE QUERÍA SER ALGUIEN EN LA VIDA
Siempre fui una niña callada, por eso cuando mi cuñada me grita yo no digo nada, me da miedo hasta llorar; cuando mi mamá me llama, igual no le digo nada. Siempre espero la noche, porque cuando llega mi hermano del trabajo me da abrazos a mí y a su hijita. Jesús siempre trae galletas para las dos, pero mi cuñada las esconde y nunca me invita nada, solo le da a su hijita. Un día mi hermana Julia pasó por la casa, pero no había nadie, estaba solo yo, pero no le pude abrir, porque la puerta estaba con candado y yo no tenía la llave. Me preguntó cómo estaba, le dije que bien, pero ella me miró y me preguntó si estaba bien, yo me puse a llorar y le dije que no. Le conté todo lo que pasaba con mi cuñada. Julia se enojó tanto y me dijo que iba a volver al otro día. Mi hermana volvió al día siguiente, era domingo, hablo con mi hermano y mi cuñada, yo estaba en el patio, de repente se pusieron a gritar, y mi hermana le reclamaba a Jesús por qué había permitido que su esposa me trate de esa manera. Julia recogió mis cosas y me llevó con ella a su casa. Extraño a mi sobrinita, pero estoy feliz porque ahora estoy otra vez con Iris y jugamos mucho y ya tengo tiempo para hacer mi tarea. En la casa de mi hermana todas aseamos la casa y nos ayudamos, pero no trabajo tanto como en la casa de mi hermano.
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