Autora: Prof. Elba Uño Alvarado Municipio: Camargo, U.E. Nazareth
Reducción a esclavitud o estado análogo
En un lugar muy lejano y escondido de Chuquisaca vivía una familia humilde que tuvo muchos hijos, el señor Jacinto se dedicaba a la agricultura, económicamente, no podía sustentarse, por tal motivo, decidió que sus hijos mayores debían trabajar. Desde muy temprano, les pagaban un porcentaje mínimo a algunos en los trabajos comunitarios, pero era un porcentaje mínimo o algunas veces trabajaban por un plato de comida. Cuando su hija cumplió sus 13 años llegó una de sus comadres que vivía en la ciudad, al ver que los hijos de su compadre sufrían le propuso llevársela a la niña Camila para que le ayude en su casa.
CAMARGO
MI ADOLESCENCIA LEJOS DE MI HOGAR
Don Jacinto estaba pensando si debía aceptar hasta que esta comadre le dijo que le iba a dar todas las comodidades a Camilita y un sueldo, entonces sus padres decidieron que se fuera a la ciudad. Como era su comadre le enviaron con toda la confianza. Al pasar los días Camila se sentía triste ya empezaba a extrañar a su familia y no se sentía bien porque la forma de vida era muy distinta a todas sus costumbres, además recibía malos tratos por parte de su madrina. Un día, Camila fue al mercado a comprar frutas y verduras que le mandó a comprar su patrona, cuando estaba de regreso a casa se encontró con una señora que le ofreció trabajo con un sueldo más elevado, en ese momento Camila pensó que estaría mejor con esa señora ya que ella se expresaba muy amablemente, en cambio su madrina solo le gritaba y la empujaba. Camila aceptó la propuesta y quedaron de encontrarse en una plazuela cercana a la casa de su madrina. Por fin Camila sintió que su suerte cambiaría con su nueva patrona y se escapó de la casa de su madrina sin dejar ninguna nota, tenía miedo de que le pegue y le diga que no se va a ir. La señora Juana, su nueva patrona, la esperaba con una movilidad de último modelo. Subida en tal auto, Camila pensó todo el trayecto que con la plata que ganaría en ese lugar podría ir a visitarla sus padres y hermanos que tanto extrañaba. Cuando llegaron a la nueva casa, grande fue la sorpresa de Camila de oír todas las órdenes de la señora Juana, empezó a trabajar como ayudante de cocina en un restaurante. Se levantaba a las 4 de la mañana a lavar y pelar las papas y las cebollas, durante el día ayudaba a cocinar, lavaba las ollas, los platos, los vasos, todo el servicio sucio que todo el tiempo volvía a quedar sucio, cuando el restaurante
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