EVENTOS
Mayores y diversidad sexual en Málaga:
silencios, memoria y orgullo Cuando hablamos de “diversidad sexual” y “diversidad de género”, nos referimos a la pluralidad de maneras que tenemos los seres humanos para vivir nuestra afectividad, nuestra sexualidad, nuestros vínculos íntimos y nuestro género (masculino, femenino u otro). Vivencias que nos acompañan en todas las edades. “A lo mejor dentro de 30 años tenemos otra realidad, pero hoy lo que vemos es una doble dificultad en el envejecimiento de las personas homosexuales y transexuales: una por ser mayor, en un mundo en donde prima lo joven, y otra por pertenecer a estos colectivos: mayor aislamiento social y menores redes familiares, porque a lo mejor no se han casado y no tienen hijos. Y todo esto está incidiendo de manera negativa en su envejecimiento: hay depresiones e índices de suicidio muy grandes en este colectivo. Muere mucha gente sola en su casa. Y luego está la dificultad cultural de integrarse en residencias: al afrontar tener que ir a una residencia, se plantean tener que volver al disimulo, a un temor a no ser comprendidos”. “En aquella época, estas personas no tenían nada y estaban criminalizadas, estaban perseguidas, tenían que esconderse como criminales en bares que tenían la puerta cerrada…”. “Se promueven hábitos saludables, ocupación positiva del tiempo libre… pero nada que tenga que ver con la sexualidad de las personas mayores. Y yo me pregunto: si una pareja de hombres o de mujeres quiere ir a una residencia, ¿qué pasa?”. Estas citas, que provienen de profesionales participantes en el primer estudio sobre diversidad sexual promovido por el Ayuntamiento de Málaga, nos hablan de las dificultades experimentadas por las personas homosexuales y transexuales que hoy son mayores. Desigualdades y silencios que encuentran su mejor antídoto en la reivindicación de la memoria y el orgullo.
SILENCIOS. En general, a las personas mayores se las des-sexualiza, como si por el hecho de envejecer dejasen de tener cuerpos, deseos y relaciones. La diversidad de sus sexualidades y maneras de ser ha estado habitualmente ausente de las políticas de mayores, de los medios de comunicación, de la vida cultural y del ámbito asociativo. Además, al haber vivido tiempos en los que la homosexualidad estaba perseguida, en muchos casos han acumulado dificultades múltiples: biografías marcadas por la clandestinidad, la discriminación y por un injusto sentimiento de vergüenza; aislamiento; ausencia de espacios públicos en los que sentirse seguras para expresar su amor o su personalidad... MEMORIA. Estas personas han sido artífices, sin embargo, de la progresiva conquista de derechos y libertades de la que hoy gozamos. Y Málaga, en concreto, fue uno de los lugares pioneros en la reivindicación de la diversidad sexual. Ya en 1977 se dio a conocer en Torremolinos el primer colectivo de liberación homosexual de Andalucía y uno de los primeros en toda España: la Unión Democrática de Homosexuales de Málaga. En aquellos años, también, las primeras personas transexuales empezaban a ser visibles en nuestra ciudad, con los costes que esto implicó para ellas, cotidianamente insultadas y violentadas. ORGULLO. Pese a tantas dificultades, aquella generación de mujeres y hombres protagonizó el logro de la visibilidad y de los derechos civiles, iluminándonos el camino hacia nuevas formas de vivir, amar y movilizarnos socialmente. Por ello, resulta inexcusable reconocer hoy con orgullo sus aportaciones a nuestra convivencia. Además, es urgente que abracemos la diversidad en los espacios y políticas de mayores para facilitar que esta pluralidad de afectos e identidades, tan propia del ser humano, pueda vivirse de manera abierta, igualitaria y sin disimulos a cualquier edad. Desde la alegría, la libertad y el enriquecimiento mutuos. Luis Puche y Pepa Acosta
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