Botox: cuando menos, es más En primer lugar, quisiera que hagamos un viaje muy por arriba de todas las técnicas que tenemos para tratar el envejecimiento. De un tiempo a esta parte encontré las palabras justas para lo que hacemos en la clínica Florencia Duarte con las pacientes que se nos acercan: prevenir, desacelerar y revertir el paso del tiempo. En este concepto, entran todas las edades, las que quieren envejecer mejor, las que ya empezaron el proceso y quieren ir más lento, y las que ya tienen algunos aspectos que deberíamos intentar revertir. Para ello se utiliza tecnología especializada y tratamientos médicos
que tratan calidad de piel, flacidez, manchas y arrugas. Siempre le damos mucha importancia a la consulta diagnóstica, donde evaluamos aspectos físicos y emocionales de la paciente y juntas armamos un tratamiento que se ajuste a las expectativas y presupuesto de cada una. Es muy importante que logremos ver qué emociones le genera a la paciente y trabajar desde ese lugar, logrando cambios que impacten a nivel emocional y físico. Me gustaría detenerme, antes de entrar en el botox, en la paciente que se acerca. En los últimos años pude darme cuenta cómo se transformó
el mercado y tener más claro quién se acerca a la consulta. Las pacientes que más llaman mi atención son las jóvenes menores de 30, que son muy exigentes, están muy informadas y quieren hacer rendir los tratamientos que se empiezan a hacer con el fin de prevenir. Tienen un cuidado domiciliario muy completo, se protegen del sol y están muy pendientes de los cambios que surgen en su piel. Las pacientes entre 30 y 40 años, que ya están en el carril de desacelerar, son un poco más audaces que las que tienen más de 40, pero no están tan informadas como las menores de 30. Están abiertas a cuidarse y van rompiendo muchos prejuicios y
# 44 • JUNIO 2022 • Pág 23
Por Dra. Florencia Duarte