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uando decidí ser guía de turismo, lo hice convencida de que iba a disfrutar mucho de esta profesión, por el trato con la gente, por explicar todo el patrimonio de mi Región y por centrarme en un campo por el que siempre he sentido auténtica devoción, como es el de la historia. De eso hace ya 25 años y sigo sintiendo la misma pasión que al principio.
pero los nombres que se les dieron en origen fueron otros, conocidos desde hace dos milenios y que nos describió el historiador Polibio como Arx Asdrubalis, en honor al fundador de la ciudad, Asdrúbal el Bello; Cronos, por el dios del tiempo, de los calendarios y de las cosechas; Aletes, héroe local convertido en deidad; Hefesto, dios de la forja, del fuego y de los metales, muy importante por las minas de plata, hierro y plomo de toda la sierra de Cartagena y Un guía tiene que estar continuamente preparándo- La Unión y Esculapio, dios de la medicina y de los rituales se porque siempre hay un nuevo museo que explicar, un de curación. nuevo yacimiento puesto en valor o un nuevo itinerario que llevar a cabo, y nunca falta en un grupo el visitante En cuatro de estas curioso o interesado que pregunta contantemente “y esto cinco colinas se levanque es”. tó un templo dedicado a cada uno de estos dioses, dejando el del Arx Asdrubalis como lugar donde se edificó el Foro de la Colonia de Carthago Nova, quedando en la parte superior un templo construido en el siglo III a.c. y dedicado a la diosa siria Atargatis, como diosa de la fertilidad, madre de la primera reina de Babilonia y representada como la primera sirena de la historia. A pocos metros de éste se levantó un nuevo templo probablemente dedicado a Venus, diosa de la belleza y el amor y casada con HefesSin lugar a dudas, lo que más atrae a los visitantes es to. cuando explicamos cómo vivían los habitantes de la antigua Carthago Nova hace 2.000 años, cuáles eran sus costumbres, dónde vivían, cómo se divertían y su relación con los dioses y sus cultos religiosos. Tengo la suerte de vivir y trabajar en una ciudad muy rica en patrimonio arqueológio, como es Cartagena, donde los cartagineses levantaron su imperio en el siglo III a.c. y donde la antigua Roma fijó sus ojos para convertirla en una de las ciudades más prósperas y ricas del Imperio.
Desde la antigüedad a Carthago Nova se la ha conocido como “La Pequeña Roma” por tener cinco pequeñas colinas en el interior de la ciudad. En la actualidad nosotros conocemos esas colinas con los nombres de Molinete, Monte Sacro, San José, Despeñaperros y Concepción,