Edición 69

Page 24

S

egún el personalismo o humanismo, el Estado (y por consiguiente el Derecho) -lo mismo que la ciencia, la técnica, el arte, etc.- tendrá sentido como un medio puesto al servicio de la personalidad humana (de las personalidades humanas individuales, que son las únicas auténticas), como un instrumento para la realización de los fines de ésta, como un alimento para el espíritu de los hombres (individuales), para que en él puedan encarnar los valores que le están destinados. Lo cual podría expresarse, parafraseando unas palabras bíblicas relativas al sábado: «el Estado por causa del hombre fue hecho» y no viceversa. No es que la tesis personalista niegue que en la cultura, en el Derecho y la colectividad, encarnen valores muy importantes; sino que lo que sostiene sencillamente es que esos valores que plasman en la cultura y en el Estado, aun siendo de mucha elevación, son inferiores a los valores que se realizan en la conciencia individual. Por el contrario, el transpersonalismo afirma que en el hombre encarna valores tan solo en cuanto es parte del Estado o vehículo de los productos objetivados de la cultura; es decir, que el hombre individual, en tanto que tal, carece de una dignidad propia, y que tan solo viene en cuestión valorativamente cuando sirva de modo efectivo a unos fines transpersonales del Estado (gloria, poder, conquista, etc.) o de las obras objetivadas de la cultura. El transpersonalismo puede adoptar dos formas, según que coloque en el pináculo de la jerarquía a los valores que encarnan en las obras objetivas de cultura (forma culturalista, según la cual no sólo la persona individual sino también la sociedad quedarían subordinadas a esos valores); o que entronice, como supremos, los valores que residen en Estado (transpersonalismo político). Será preciso insistir todavía algo más en la caracterización de cada una de esas dos posturas antitéticas e inconciliables. Para el transpersonalismo político, que considera como supremos los valores que se realizan en la colectividad, resulta que el individuo aparece como un mero producto efímero de escasa o nula importancia. Un sinnúmero de individuos vienen a nutrir las filas de la colectividad y después desaparecen de ella; y están en ella tan solo para ser soportes y agentes de una supuesta vida superior de la «totalidad»; de manera que desde el punto de vista de los valores, el individuo no viene en cuestión, pues es considerado únicamente como materia de las formaciones colectivas superiores. Según la tesis transpersonalista, tendrían importancia tan solo los fines de la colectividad y el proceso de ésta; y el individuo únicamente adquirirla valor en la medida en que sirviera a ese proceso y a los fines de la «totalidad». Se ha llegado a decir, por la concepción transpersonalista, que la colectividad debe tolerar tan solo a aquellos individuos cuya conducta se ajusta totalmente a los fines de ella, debiendo destruir a los disidentes y a los inservibles (que es lo que hacen por ejemplo los Estados totalitarios -bolchevismo, fascismo, nacional-socialismo-). Esta concepción inhumana ha tratado algunas veces de buscar apoyo en una vieja teoría metafísica o más

Pág. 24

El transper

bien mística, según la cual la división de la humanidad en seres individuales sería algo secundario y la individualización representarla un estadio imperfecto, de manera que el destino superior del hombre consistiría en retornar a la substancia común, mediante su entera consagración a la totalidad. Frente a esa concepción transpersonalista, propia de tiempos primitivos y reverdecida hoy en los procesos de desindividualización de los Estados totalitarios (en la URSS, en Italia, en Alemania, etc.), se ha opuesto la conciencia madura del individuo, fundándose en esta sencilla y evidente consideración: ¿cómo puede consagrarse el individuo a fines que no son suyos? Para que los fines de la colectividad tengan sentido legitimo ante el individuo, será preciso que, por lo menos, sean también a la vez fines suyos de él. Tan solo el individuo es capaz de proponerse fines y de actuar para realizarlos, porque tan solo él tiene conciencia. La colectividad debe respetar los fines del individuo; y debe estar formada de tal suerte que ella sea un medio para dichos fines individuales. El individuo con sus fines debe ser afirmado en la colectividad; pues, de lo contrario, él no podría afirmar la colectividad. La colectividad se da por razón y motivo de los individuos; no puede ni debe ser nada más que el modus vivendi de los individuos. La colectividad es algo que necesita indispensablemente el individuo para su propia vida. Sin una vida propia de los individuos, en la que encarnen los valores éticos de la personalidad -que son los supremos- la colectividad carece de sentido y de justificación. La colectividad es un instrumento, es un aparato para el individuo. La colectividad no vive, en el puro y auténtico sentido de esta palabra; sino que quienes viven son los individuos. Y éstos necesitan, para su vida propia, la colectividad, la cual debe funcionar como un instrumento o aparato destinado tan solo a facilitar a los hombres el desarrollo de su existencia individual y su perfeccionamiento. Para orientarse certeramente en materia de Estimativa Jurídica -y por tanto de Filosofía política- urge cobrar clara conciencia de que la oposición primaria, radical e irreductible es la que media inzanjablemente entre personalismo y transpersonalismo. Las demás oposiciones -por ejemplo la que se dé entre individualismo y socialismoson secundarias y no radicales. Pues el individualismo y el socialismo (humanista) coinciden ambos en un fondo personalista, a saber: en considerar que el Estado y el Derecho deben estar al servicio de los valores del hombre; y divergen tan solo en cuanto a los medios que estiman conducentes para la realización de ese fin.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook

Articles inside

Los pequeños relatos parnasianos

2min
pages 168-169

Poesía

14min
pages 146-155

Nuevo Espacio: Sonetos por Tomás Guillén

2min
page 156

Letras de Música por MªDoloresVelasco

3min
pages 138-139

La Guia del Parnaso por María José Pérez Legáz

4min
pages 136-137

La Biblioteca Parnasiana

2min
pages 144-145

Letras en primera persona

13min
pages 132-135

Los Collages de Karyn por Kary Huberman

1min
pages 130-131

“Inspiración” por Elisa Samovich

1min
page 129

Nuevo espacio. Suplemento LP

1min
pages 126-127

La Fotografia en Letras de Parnaso

1min
pages 124-125

La vida es Arte, es Arte es Vida por Trinidad Romero

0
page 128

Viajando a través del Arte por Javier Sánchez Páramo

2min
page 121

Memorias de Egipto por Javier Sánchez Páramo

3min
page 120

Bolivia por Heberto Arduz Ruiz

5min
pages 116-117

Uruguay por Rafal Motaniz

4min
pages 118-119

Rumaníapor Madalina E. Iliescu

5min
pages 114-115

México por Guadalupe Vera

4min
pages 112-113

Bahrein por Carmen Salvá del Corral

3min
pages 110-111

Argentina por Aline Bruzas

1min
page 105

Cuba

7min
pages 106-107

Italia por Elisabetta Bagli

5min
pages 108-109

Crimen y Cultura por Jero Crespí

2min
pages 102-103

“La cuenva, el cuadro azulado de Armando Reverón”por Peregrina Varela

2min
page 104

Sorolla. Tormento y devoción

8min
pages 94-97

APEU: Mary Carmen Antuñano

3min
pages 100-101

Fundación Botín. Convocatoria de Artes Plásticas

3min
pages 98-99

Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España

20min
pages 88-93

Letras de Cine por Carmen Salvá del Corral

4min
pages 86-87

“El espíritu burges en Sastre” por A. Urdaneta

5min
pages 84-85

Nuestras recomendaciones... por Jero Crespí

3min
pages 80-81

Teatro “Castelvines y monteses. Amor y alegria verso a verso” por José Miguel Vila

3min
pages 82-83

Frases, pensamientos y reflexiones por Juan Miguel Yribarren

1min
page 75

Las 10 consignas de la piratería por Javier Pellicer

7min
pages 76-79

Ventana de Letras por M. de Ordoñana

13min
pages 72-74

“Yo vivo en la jungla más grande del mundo” por Márcia Batista Ramos...................40 “A propósito del seminario Lenguaje y Pensamiento” por Hugo Álvarez

20min
pages 46-53

“Jesuitas y estudiantes españoles en la Bolonia...” por Julian Gómez de Maya

15min
pages 64-67

“Cojeando por el camino de la eternidad”por Manuel Ballester

5min
pages 62-63

“Medio siglo con Borges” por Heberto Arduz Ruiz

4min
pages 54-55

“Escritores fantasmas, escritores por encargo...” por Ivette Duran Calderón

14min
pages 56-61

Entrevista a Rafael Pardo. Sacerdote

7min
pages 42-45

“Borges, desde el bando de la sombra....”, por Alejo Urdaneta

11min
pages 39-41

“Adward Morgan Forster. Aspectos de la novela”por Manu de Ordoñana

20min
pages 34-38

Del 50 por Manuel de San Juan

2min
page 33

Del 27 por Rosa María Costa

3min
page 32

Del 98 por Isabel Llaneras

3min
page 31

Literatura viva por Victorino Polo

4min
page 27

Nosotros, los griegos por Pedro Hernández Verdú

6min
pages 28-29

Al viento de Teo Revilla

3min
page 26

“El transpersonalismo” por A. Urdaneta

9min
pages 24-25

Letras: En el Presente y Futuro de la Historia por J.M. Yribaren

4min
pages 22-23

Entusiasmo por la Realidad por Manuel Ballester

3min
pages 16-17

De puño y letra por Juan Tomás Frutos

2min
page 10

Parnaso: Del Pensar y del Sentir por Isabel Llaneras

1min
page 20

Comprometidos con y por la libertad de Cuba por Tomás, Ballester y Pellicer

6min
pages 12-15

Editorial

1min
page 3

De Parnaso, sin acuse de recibo por Miguel Adrover Caldentey

2min
page 21

Comentarios Fotografia edición anterior

0
page 9

Haikus de Juan A. Pellicer y Reflexiones

1min
page 7
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.