Pág. 54
Medio siglo
U
na de mis hijas me hizo llegar, como obsequio, el libro cuyo título no es otro que el del presente artículo. Me introduje en la lectura de la obra de Mario Vargas Llosa, quien efectuó sucesivos análisis en torno al escritor argentino Jorge Luis Borges y, cuál fácil rompecabezas, lúdicamente arma sobre comentarios que publicó a partir de 1981 hasta 2018, y relee capítulos de la obra, a fin de redondear criterios y trazar no sólo el perfil de Jorge Luis, si no la silueta de su producción como poeta, cuentista y ensayista. La primera edición del libro salió en abril de 2020, bajo el sello de Alfaguara.
dejó, incluso con un vestido lila sobre su cama. ¡Qué hermosa actitud filial! Merced al contenido de esta obra los lectores lograrán conocer algunos pasajes de la existencia de Jorge Luis, su carácter, creencias, fobias y reacciones ante los desafíos que toda vida humana entraña; aunque otra información biográfica adicional, necesaria por cierto, la tomé de diferentes fuentes bibliográficas.
En la entrevista inicial que recoge el autor, declara Borges que si tuviera que elegir a un solo autor francés y desBajo la forma de confidencia, Vargas Llosa escribe: “He cartar a todos los demás, aunque no admite razones funsido bastante inconstante con mis pasiones literarias de dadas para este obligado tamiz, reconoce que escogería a adolescencia, muchos de los que fueron mis modelos ahoGustavo Flaubert. ra se me caen de las manos cuando intento releerlos, entre ellos el propio Sartre. Pero, en cambio, Borges, esa pasión Ante la pregunta acerca de cuál de los géneros que secreta y pecadora, nunca se desdibujó”. En el mismo pácultivó es de su preferencia, contesta que en realidad él rrafo sostiene que al releer volvió a maravillarse, debido sólo publicó poesía en prosa. Muy cierta esta aseveración, a la elegancia y limpieza de la prosa. Y de modo rotundo ya que la impronta de alta distinción que caracteriza las afirma: “una prosa que se paladea, palabra a palabra, como expresiones borgianas conforman una indiscutible obra un manjar”. A raíz de su creciente ceguera, Borges se conpoética, al igual que se diría de Flaubert, agrego a cuenta y sideró un sedentario rodeado de libros y, pasada más de riesgo propio. media vida, desde sus 55 años de edad quedó incapacitado para valerse por sí mismo, a causa de una enfermeEl entrevistador más adelante se informa que la persodad congénita que años antes afectó a su progenitor. En na que más lo impresionó en la vida a Jorge Luis, fue su una oportunidad manifestó que daría cualquier cosa por madre; y relata que, después del fallecimiento de Leonor recuperar la vista y que, igual, no saldría de su departaAcevedo Suárez (1975), impositiva protectora del vástago, mento. “Muchas cosas he leído y pocas he vivido”, fue su dispuso él que en el modesto departamento que ocupaba dolorosa conclusión. en Buenos Aires se mantuviera intacto el dormitorio que