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Escritores fantasmas, escritores escritores negros o negros de la litera
¿H
asta qué punto es ético presentar como propio el trabajo de otro, aunque se obtenga su consentimiento? Al ser un ardid legal, ¿no deja de ser ardid?
Cabe aclarar, que éste puede ser contratado tanto por una persona, como por un grupo o empresa.
El escritor argentino Julio Cortázar escribió en uno de sus cuentos: …//“las palabras podían ser vendidas pero nunca compradas, por más absurdo que parezca”, yo creo que ambos ejemplos podrían o deberían aplicarse a la literatura. El criminal es el que paga al escritor fantasma y firma el libro, no el pobre hombre que luego de quemarse los ojos para aprender el oficio de escritor tiene que trabajar por 1 euro la hora (o 100, me da igual) para una persona que está engañando a todo el mundo. Es que me parece despreciable y aberrante que una persona pague para decir que ha escrito un libro. El éxito —es mi opinión— está sobrevalorado./ SAVONAROLA/IVDUCA
Los llamados escritores fantasmas, escritores por encargo, escritores sin firma, escritores negros o negros de la literatura adquitieron gran popularidad en el mundo debido a los actuales medios de comunicación y al apogeo de las nuevas tecnologías, las cuales coadyuvan a que se haya vuelto una práctica conocida y recurrente. De hecho, se ha convertido en una de las actividades freelance más demandadas, por lo que frecuentemente se encuentran via online ofertas de este tipo de trabajo y de empresas dedicadas exclusivamente a proveer estos servicios, incluyendo asesoramiento legal.
Siendo benevolentes, y aceptando tal actividad u oficio como un “medio de subsistencia”, no se le puede quitar su mérito si escribe muy bien, tanto o mejor que un autor de reconocida trayectoria. En ese entendido, un escritor fantasma, escritor negro o escritor por encargo es, sin duda, un escritor profesional contratado, legal y voluntariamente autorizado con consentimiento, de muto proprio (voz latina), para redactar un texto en cualquier género o subgénero literario, que verse sobre un determinado tema —incluyendo material académico, empresarial, discursos, ponencias y artículos—, y/o asimismo, acompañar al escritor contratante durante el proceso de escritura, corregir, perfeccionar o editar la obra concertada cediendo sus derechos intelectuales y comprometiéndose a permanecer en el anonimato.
No es lo mismo un Escritor Fantasma, que un Fantasma Escritor Escritor fantasma (ghostwriter nombre original en inglés) es el nombre de esta actividad, que ha sido fuente de inspiración para libros y películas, tal es el caso de la película del mismo nombre producida por Roman Polanski el año: 2010 —cuya sinopsis cuenta que un escritor acepta a regañadientes terminar las memorias del antiguo primer ministro británico Adam Lang, después de que la persona que lo estaba haciendo, muriera en un accidente. El escritor acepta trabajar en el proyecto. Sin embargo, al día siguiente de llegar, su cliente, el ministro, es acusado de crímenes de guerra—. En líneas precedentes, decíamos que “fantasma escritor” (ghostwriter es su nombre original en inglés, aunque su traducción literal no es la correcta, el nombre debió ser: The ghost who writes) nombre de una serie de televisión producida por la Children’s Television Workshop y la BBC, transmitida en los Estados Unidos entre 1992 y 1995 por Discovery Kids en América Latina.