Por Oriol Pi de Cabanyes
La REPROBACIÓN de Xènius
Firmando Xènius como nombre de pluma, el joven d’Ors publicó entre 1906 y 1920 unas cuatro mil columnas en La Veu de Catalunya, portavoz de la Lliga Regionalista, el partido hegémónico del catalanismo de tradición católica. El Glosari, aquel conjunto de prosas entre ensayísticas, narrativas y hasta líricas, constituye una deslumbrante exhibición de ideas y referencias culturales y una seductora propuesta de enaltecimiento por la vía del saber. Convertido en intelectual orgánico de aquel reformismo europeizante con el pleno apoyo de Enrique Prat de la Riba –desde 1907 presidente de la Diputación de Barcelona y desde 1914 también de la Mancomunidad–, D’Ors estimuló y orientó en clave regeneracionista a una sociedad, la catalana, en plena Segunda Revolución Industrial, que iba recuperando su autoconciencia al compás de la modernidad. Impulsor y portaestandarte del novecentismo, aquel gran movimiento de ideas que él mismo lideró, D’Ors fue antes escritor y creador de opinión que secretario general del Institut d’Estudis Catalans (1910) o que director de Instrucción Pública de la Mancomunidad de Cataluña (1917). Ya en esta, su primera etapa, como luego en las sucesivas, Eugenio d’Ors fue siempre más un intelectual que un gestor cultural o político. Se ha considerado con razón que su posición de poder generó muchas más envidias que adhesiones cordiales, muchas más suspicacias que complicidades, muchas más reticencias que comprensiones, pero, para evaluar correctamente el «caso D’Ors», que lo alejaría de Cataluña a partir de los años veinte, hay que tener en cuenta el contexto en que desarrolló su labor de 379
CUADERNOS HISPANOAMERICANOS