Michael Powell Juego de espera Prólogo de Miguel Marías Traducción de Antonio Iriarte Reino de Redonda, Barcelona, 2019 (segunda edición, 2020) 286 páginas, 21.00 €
La única guerra de verdad Por CARLOS BARBÁCHANO La frase que titula esta reseña pesa sobre la novela de principio a fin pero es incompleta, falta el atributo. «La única guerra de verdad –completémosla:– es la guerra civil..., entre vecinos y ciudadanos del mismo país..., amigos contra amigos, hermanos contra hermanos...», confiesa el viejo Sean Donohue, personaje clave en el relato. Irlanda, la santa Irlanda, inmersa como España, la católica España, en una de las guerras civiles más cruentas del pasado siglo. Juego de espera narra una emocionante historia de amor en la Irlanda posbélica, donde aún quedan y queman los rescoldos de la hoguera. Fue la única novela, que se sepa, del interesante, prolífico y versátil cineasta británico Michael Powell (1905-1990), autor de películas tan destacables como Las zapatillas rojas o Peeping Tom (El fotógrafo CUADERNOS HISPANOAMERICANOS
del pánico), por citar dos géneros tan distintos. La publicó en 1975 bajo el título A Waiting Game –«Estar a verlas venir», podríamos decir– y curiosamente en sus memorias autobiográficas, que aparecen pocos años después, no encontramos, como señala Miguel Marías en las líneas preliminares, ninguna mención a Irlanda ni a su novela, pese a estar dedicada a Frankie Reidy, irlandesa, quien fue su mujer durante cuarenta años. Un verdadero misterio, pues la novela es excelente y la intensa historia que en ella se narra parece reflejar asuntos muy personales. La acción se sitúa en 1952, el año en que John Ford realiza The Quiet Man (El hombre tranquilo), donde un maduro pero aún joven irlandés crecido en América, Sean Thornton (John Wayne), regresa al terruño
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