Opinión
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BIEN COMÚN, AGENDA PARA LA POSPANDEMIA Paola Holguín Senadora de la República Centro Democrático
E
l Covid 19 se convirtió en un reto mundial, no sólo en el ámbito de la salud pública, sino también social, económico y político. Ante la pregunta de la agenda en la pospandemia, lo primero que quiero plantear es el gran reto para los liderazgos políticos, y ahí vale la pena recordar las Bienaventuranzas del político, propuestas por el Cardenal vietnamita François-Xavier Nguyễn Vãn Thuận “Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel. Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad. Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés. Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente.
El bien común nos permite un desarrollo humano humanizador, y así nos invita a superar los falsos dilemas que hoy nos plantean entre salud y economía; entre democracia y democraterismo; entre capitalismo salvaje y estatismo; entre seguridad y libertades; y entre medio ambiente y desarrollo” Bienaventurado el político que realiza la unidad. Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical. Bienaventurado el político que sabe escuchar. Bienaventurado el político que no tiene miedo”. Ahí están los valores que deben guiar los liderazgos del ahora, pero además está la respuesta a la base de la agenda política de la pospandemia: el bien común. Hoy necesitamos líderes que dirijan, den respuestas y generen esperanza; porque esta crisis exige verdad, no fundamentalismos y que nos comprometamos con el bien común, basado en la dignidad y la solidaridad. El bien común cuida y utiliza el conjunto de las instituciones que estructuran civil, política, económica y culturalmente la vida