MAQUILLAJE ARRUGAS, FALTA DE LUMINOSIDAD, OJERAS, MANCHAS O SEQUEDAD SE ACENTÚAN A MEDIDA QUE CUMPLIMOS AÑOS. EL ROSTRO CAMBIA PERO... TAMBIÉN DEBE HACERLO EL MODO DE MAQUILLARNOS?
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efinitivamente sí. Aunque hay quienes a los 50 se ven estupendas enseñando rodillas y escote, hay mujeres que a pesar de sumar muchas primaveras no renuncian a un rouge atrevido. Por encima de todo está la libertad de cada mujer a ser lo que quiere ser, pero si hablamos de lo que más favorece, es otro tema.
CAMBIOS DE LA EDAD Al igual que cambiamos la forma de vestir, el color del pelo o el peinado, algo muy parecido sucede con nuestro maquillaje. El lienzo sobre el que pintamos ya no es el mismo de antes sino que se ha vuelto más rugoso, fino, con pliegues visibles en ciertas zonas, por lo que tenemos que buscar nuevas formas, tonos y texturas de maquillaje, teniendo en cuenta las nuevas necesidades del rostro. No hay reglas, como no hay dos pieles iguales, pero deberíamos adecuar nuestra forma de maquillarnos a la edad para conseguir esa belleza natural de la que tanto se habla.
MENOS ES MÁS A partir de los 40 enfocaremos el maquillaje a recuperar el frescor del rostro y a cubrir los efectos del paso del tiempo. Pero cuidado con convertirlo en un simple trabajo de “restauración”, porque es mucho más que eso. Una vez
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hechas las correcciones necesarias, hay que disfrutar el cambio que producen unas pestañas negras, el efecto ahumado de los tonos grises y unos labios naturales o profundamente ciruela.
LOS DETALLES Los expertos proclaman que hay que prestar especial atención
a la zona de los ojos porque nuestros ángulos empiezan a ser descendentes y lo primero es trabajar para cambiar la expresión de la mirada. Los productos que utilizamos tampoco deben ser los mismos de hace unos años. Tenemos que utilizar fondos