esa apertura sin reserva a tus encantos, hizo qué al encontrarte, sea feliz, cambiando el rostro amargo de los hechos, pudiendo ver sol radiante en lluvia plena, árboles enamorados bailando merengue con el viento, y a falta de luz eléctrica, recurrir a la luz de la luna o el brillo gratuito de las estrellas para hacer de una noche oscura y sombría, una noche de calidad, una noche romántica, o una noche de sosiego iluminada por la generosidad de las alturas. Pero la poesía me dio mucho más, cuando me interné en ella, en la poesía breve, la completa, la poesía lírica, la épica, la costumbrista, en sus diferentes estilos, la empecé a amar sin medidas y así, en esa semántica de tus páginas, soy feliz.
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