3.1.1 Abrir, cerrar, volver a abrir, estar, charlar... La instalación que surgió como producto final de este proyecto no pretende ser nada más que una invitación a que las personas se den un momento para conectarse con un relato, bajo una suerte de cercanía e intimidad, honrando a quien ha contado esa historia, y creando un espacio de comunicación, en el que puedan darse la oportunidad de ingresar en la cotidianidad de los testimonios y quizás reflejarse en las narraciones que escuchan. Propuse un espacio (Fig. 29 y 30) en el que a través de los testimonios, las piezas audiovisuales y los objetos tridimensionales, fuera posible vislumbrar a un grupo humano que resistió los períodos de violencia y se sobrepuso a ellos, gracias a sus prácticas cotidianas y a su compartir constante en comunidad. Figura 29 Primeros bocetos de la Instalación Trujillo, una historia por contar. Conforme avanzaba en el reconocimiento del territorio y tenía más y más conversaciones con los Trujillenses, más sentía la necesidad de que el espacio final tuviera un caracter íntimo y de recogimiento. Además y por pedido propio de los testimonios, las historias que salieran a la luz serían de preferencia anónimas, para que no hubiera juicio sobre la narración. Fuente: Elaboración propia.