¡¿El gran plan de renovación de la aldea del Noble del Norte y su Esposa, el Ave de Rapiña?!
CAPÍTULO EXTRA 02
% LA FANTÁSTICA HISTORIA DE HADAS DE ERU Y ARU ~EDELGARD~
Tres años después de conocer a nuestro tío Ritzhard, durante el verano; mi hermanita, el abuelo, papá, Ritz el perro y yo, cuatro personas y un animal, fuimos a la Aldea de las Hadas. La abuela y mamá, otra vez se quedarían en casa. Obedecer a papá y el abuelo, así como ser buenas niñas. Eso fue lo que prometimos antes de irnos. Papá estaba preocupado sobre nuestra estadía a bordo del barco, pero eso fue innecesario. Mi hermanita leyó tranquilamente libros, mientras que yo dibujé. Después de dos días, finalmente llegamos a una pequeña ciudad portuaria. Me sorprendí que, aun cuando estábamos en verano, el clima fuera frío más que fresco. Me puse la ropa con mangas largas que trajimos de casa y subimos al carruaje. Una vez dentro, mi hermanita no podía tranquilizarse. Mientras contemplaba el paisaje, comentaba por todas partes. Tal y como el tío Ritzhard nos aseguró, los bosques de este país eran hermosos. Muy diferentes a los densos bosques de mi ciudad natal. Pudimos apreciar un bosque lleno de luz por primera vez. Leí que la mayor parte de este país consiste de bosques y lagos. Cuando le dije eso a mi hermanita, se alegró mucho, al punto de exclamar: —¡Cómo se esperaría del país de las hadas! Mi hermanita cree en las hadas; pero no había forma de evitarlo, después de todo, la raíz del problema era que el tío Ritzhard en verdad parecía un hada. Su cabello blanco brillaba de un tono plateado cuando recibía los rayos del sol. Mientras que sus ojos azules resplandecían como gemas y eran de un tono muy claro. Tenía unas pestañas tan largas que incluso podría hacer ruido cuando pestañeaba y su piel era blanca sin ninguna impureza. En conjunto, ostentaba una apariencia que parecía haber salido directamente de los cuentos de hadas. Tanto mi hermanita como yo estábamos fascinadas por él. Además, nuestro tío también sabía mucho sobre el bosque. En qué árboles podríamos encontrar miel, qué flores eran comestibles, cuáles hojas se podían usar para el té; nos enseñó muchas cosas.
- 125 -