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CORREDORES
POEMA
Renacer
VENTANALES • UNIVERSIDAD CASA GRANDE • AÑO X No 17
Escribo estas palabras desde la penumbra de las madrugadas de esta época, pensando en quiénes quedan para respirar las mañanas y en aquellos que se marcharon sin previo aviso, sujetando la mano a quienes alguna vez amaron. Dejo que mi voz retumbe en tu boca y en la de ella, y en la de él, y en la de todos aquellos que siguen de pie y escuchan su propia voz y no temen dejarla ir, con la única intención que termine su camino en cualquier corazón. Abrazo mi presencia, la dejo libre del albedrío de mis pasos, le permito trazar a pulso su retrato y le dejo quemarlo por la mañana, porque nunca es lo que fue la noche que lo dibujó. Vivimos alejados del sonido del caos, dejamos tras la puerta lo que inventamos como vida para, de una vez por todas, arrancar cada célula de la falsedad que cubre nuestra piel, porque no te puedes negar a ti mismo cuando te obligan a verte por días enteros.
El abismo de quién eres te espera a la madrugada, y todos los caminos recorridos empiezan a marcar el reloj del recuerdo, y la lluvia comienza a reclamar su lugar entre tu rostro, para dejarte saber que no hay lágrimas que no estén destinadas a volver.
COLABORACIÓN
Nos toca renacer, llenarnos los bolsillos de “lo siento”, atrevernos a montar el destino cómo nos plazca, trepar sin cuerda el risco del peligro de creer, porque no nos queda otra opción que renacer para empezar a vivir.
Por Ismael Salazar C. Estudiante de segundo año de la Carrera de Gestión y Negocios Internacionales de la Facultad de Administración y Ciencias Políticas de la Universidad Casa Grande (UCG).
Entregado: 12-10-2020 / Aprobado: 14-10-2020 • Ilustración: Freepik
Lo normal nunca lo fue realmente, y la poesía había muerto en mis dedos, y la música había muerto en su boca, y el amor había muerto en el barro, y todas las pasiones habían muerto, ¿para qué?