Encíclica Fratelli Tutti
Sociedad
Vida sana
Guía de lectura Un extraño en el camino
Ocupación de tierras Ilegalidad tolerada
Oportunidades de la naturaleza Los beneficios de la agricultura urbana
Ciudad nueva URUGUAY | PARAGUAY Mayo 2021 | Nº 5 | Año XLII
Chiara Lubich y la Política África
Los colaboradores, Se vende. motores de la empresa ¿O no?
Las empresas realmente convencidas de que sus trabajadores son su recurso principal, y actúan consecuentemente, son excelentes ambientes para el desarrollo laboral y el crecimiento personal, y cumplen a cabalidad su misión en la sociedad
Sumario Nº 5 Mayo 2021 Año XLII
03
Ciudad nueva
Editorial Cristianos dialogantes, una silenciosa esperanza
Revista mensual internacional editada por el Movimiento de los Focolares
05 06 08 11 14
Mens sana Después de “sanar” del Covid
18 20
Mundo Minerales clandestinos
Presidente: Santiago Mampel Director de redacción: Silvano Malini
Zona de diálogo Algunas maneras de iluminar la “noche del diálogo”
Consejo de redacción: Lenys Alcaraz, Lidia Iglesias, Claudio Larrique, Alejandro Poirier, y Eduardo Roland Diagramación: Lía Nogueira Corrección: Delia Clariá y Eduardo Roland
21 22
Cultura de la unidad Dignidad, la medida de lo humano
23
Palabra vivida Para un desarrollo sustentable de la comunidad
24
Focolares / Aportes El rol clave de los habitantes de la Casa Común
Propiedad de la Asociación Civil Ciudad Nueva Ciudad nueva en el mundo: 36 ediciones en 22 idiomas. Fundada en 1956 en Roma por Chiara Lubich, con la colaboración de Pasquale Foresi.
Cultura Cooperantes, luego humanos Sociedad La ilegalidad tolerada
06
Sociedad Cárceles: una actividad restaurativa
Administración y redacción - Paraguay Independencia Nacional 1076 Asunción Teléfono: (021) 45 13 68 ciudadnueva@focolar.org.uy
Sociedad Los colaboradores, motores de la empresa
14
Palabra de Vida Mayo 2021 “Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios permanece en él”
26 28
Todos hermanos Un extraño en el camino
32
Espiritualidad Educar para lo difícil
Los contenidos textuales pueden reproducirse total o parcialmente citando la fuente: Ciudad nueva. Este número se cerró el 6 de mayo de 2021.
18
Colaboraciones y consultas: Tel.: (021) 451368 Cel.: (0991) 803616 cnpy2014@gmail.com
16 Vida en pareja 17 Integrar la diversidad 30 Arte & espectáculo
Ciudad nueva - Mayo 2021
También en:
www.ciudadnueva.focolar.org.uy
@CiudadNuevaUyPy Centros de difusión - Mov. de los Focolares
Uruguay (Montevideo) * Pablo de María 1032 C.P. 11200. Tel. 2412 2863 * Palmar 2570 C.P. 11 600. Tel. 2708 9337 * Centro Mariápolis “El Pelícano”. Cno. Siete Cerros y Ruta 102 C.P. 12100. Tel. 2222 1356 Paraguay (Asunción) * Ygatimí 772. Tel. (021) 445390 * San José 447. Tel. (021) 213535 * Centro Mariápolis “María, Madre de la Humanidad” Urbanización Surubi-i - Ruta Camino hacia Limpio Mariano Roque Alonso. Tel. (021) 753 771
Suscripciones Uruguay:
Consultas:
-Depósito en Caja ABITABNET Nº 4104 a nombre de Editorial Ciudad Nueva.
Consultas:. Tel.: 2412 2863 Cel.: 095 010 556
Aportes y colaboraciones:
- Depósito bancario en BROU Caja de Ahorro Nº 110008791-00001. Enviar copia de comprobante a la administración.
2
Ciudad nueva
Ciudad Nueva Uy Py
Fotos de tapa: Valeska Salgado - Pixabay
Paraguay:
Redactor responsable: Dr. Raúl Gamarra Santa Cruz Pablo de María 1032, Montevideo rgamarrasantacruz@gmail.com Registro M.E.C. Nº 1923 No contribuyente Imprime: Mastergraf srl - Gral. Pagola 1823 CP 11800 - Montevideo - Uruguay Depósito Legal: 360773
Vida sana El círculo virtuoso de la agricultura urbana
Ciudad Nueva
Administración y redacción - Uruguay: Pablo de María 1032 Montevideo Teléfono: 2412 2863 ciudadnueva@focolar.org.uy
En Uruguay
ciudadnueva@focolar.org.uy www.ciudadnueva.focolar.org.uy
Editorial
Cristianos dialogantes, una silenciosa esperanza La actitud de diálogo no es algo opcional para un cristiano. El Concilio Vaticano II, en el documento Unitatis redintegratio (1964), indica la restauración de la unidad de todos los seguidores de Cristo como una preocupación principal. Recuerda que “única es la Iglesia fundada por Nuestro Señor” y declara que la división de los cristianos “es piedra de escándalo para el mundo y obstáculo para la causa de la difusión del Evangelio”. Casi seis décadas después, muchos prejuicios y malentendidos entre Iglesias han sido superados. El ecumenismo ya no toma como punto de partida tales diferencias, sino la común confesión del Dios uno y trino y de Jesús como Señor y Salvador. En su visita a Lund (Suecia) en octubre de 2016, para los 500 años de la Reforma y los 50 del inicio del diálogo entre católicos y luteranos, el Papa Francisco afirmó que “lo que nos une supera con creces lo que nos divide. Somos sarmientos de la misma vid”. El pastor Martin Junge, Secretario General de la Federación Luterana Mundial (que representa a más de 74 millones de cristianos en 98 países), consideró ese momento histórico como una oportunidad para que católicos y luteranos se alejaran “de un pasado empañado por el conflicto y la división”. La experiencia del ecumenismo, en la gran mayoría de los países (los nuestros incluidos), se caracteriza por la amistad fraternal entre líderes y fieles comprometidos de varias comunidades. Esa amistad se consolida —y se visibiliza— en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que se celebra entre las fiestas de Pentecostés y de la Santísima Trinidad (este año, entre el 23 y el 30 de mayo). En esa semana, ministros
Damir Jelic commons.wikimedia.org
y feligreses de distintas Iglesias oran juntos en el templo de una u otra congregación, y a menudo celebran momentos de convivencia para fraternizar y conocerse mejor, ya que “se ama solo lo que bien se conoce”, como decía San Agustín. En otros momentos del año se cursan mutuamente invitaciones a conciertos, eventos o se colabora en campañas sociales o de sensibilización. La participación en estas instancias con actitud de diálogo es una escuela que enseña a descubrir, respetar y apreciar la creencia, los ritos, la sensibilidad —en una palabra: la identidad— del otro. La comunión, fruto del diálogo, no significa uniformidad, sino armonía de las diversidades culturales, litúrgicas y misionales. Diferencias que enriquecen y permiten crecer. Porque, como nos enseñó el Concilio, son frutos del mismo Espíritu de Dios, que sopla dondequiera que el espíritu humano se encuentre predispuesto a la verdad y al bien.
En este sentido, muchos cristianos de distintas Iglesias comprenden que el diálogo es una actitud de vida, y son ejemplos reconfortantes de apertura y de una entrega generosa y compartida hacia todos. Junto a las escandalosas miserias humanas de seguidores de Cristo que deberían dar ejemplos de virtud, vemos, incluso en esta época tan dramática, a muchos otros que viven con una coherencia a veces cercana al heroísmo, las enseñanzas de su maestro. El diálogo es para ellos su estilo de vida. Buscan comprender el presente del otro, y en ellos el diálogo se plasma en el servicio, incluso a costa de sacrificio. Y operan “pequeños milagros”, frutos del diálogo. Esos cristianos son ejemplos, porque hablan con los hechos. Convencen, porque ratifican sus hechos con la integridad, la libertad, la paz y la empatía que sus personas emanan. Y constituyen un motivo de esperanza, porque —lo sabemos— el ejemplo dice más que mil palabras. André Barros de Castro y Silvano Malini Ciudad nueva - Mayo 2021
3
La columna de Gaspar Diálogo entre personas de diferentes convicciones
Acerca de
Envejecer (VI)
Todo el film Lucky, desde el guion hasta los encuadres, está en función de Harry Dean Stanton, su protagonista, quien retribuye la confianza puesta en él con un trabajo estratosférico en su aparente sencillez. El actor devora los acontecimientos de la ficción y al resto de personajes, pero en este caso está pensado para que así sea. El resultado es una buena historia servida por un soberbio actor que se despide del mundo en paz, en la plenitud de su vejez. Y por eso venimos comentando sobre la vejez. Decíamos en la columna anterior que hace años los ancianos padecen de demencia senil, y al tema no se le prestaba mucha atención porque se consideraba un proceso natural de la vejez. Cuando se logra identificar como enfermedad específica surge la esperanza de su curación. Y ya no es un proceso fatal sin esperanza. Y afirmábamos sobre la importancia de los ojos y de la revisión frecuente por el oftalmólogo. Así también acerca de la importancia de la diabetes, por la gran cantidad de complicaciones que puede acarrear. ¿Le gusta comer bien al anciano? Por supuesto. Hay ancianos con un apetito envidiable y muy selectivos en las comidas. Sin embargo, son frecuentes los
4
Ciudad nueva - Mayo 2021
problemas del aparato digestivo. Puede haber una pérdida de la capacidad de producir el ácido gástrico, indispensable para la digestión. Puede haber dificultad de absorción de la vitamina B12, por ejemplo. También con la edad disminuye la secreción salival, la cual disminuye la capacidad de masticar y deglutir los alimentos. También puede haber alteraciones en el intestino (divertículos) que causan molestias. ¿Todos los ancianos se parecen entre sí? Todo lo contrario. A medida que avanza la edad, las diferencias se hacen cada vez mayores. Las personas de 30 años son más parecidas entre sí que las personas de 70 a 80 años. El estilo de vida y sobre todo el tipo de alimentación hace la diferencia, en tres grupos: el tipo de “viejo sacerdote”, flaco, arrugado e irónico; el tipo de “viejo tabernero”, pletórico, bonachón y bromista y el tipo de “viejo general”, de cejas pobladas y elevadas, andarín, mandón y un tanto quisquilloso. Seguramente que también entre las ancianas podría diferenciarse varios grupos. ¿Son los ancianos muy susceptibles a las infecciones? En muchos ancianos es frecuente la desnutrición, lo cual crea un mayor riesgo de contraer infecciones. Las defensas están disminuidas y
la capacidad de resistencia es menor a medida que avanza la edad. Las gripes, la tuberculosis, la neumonía y la bronconeumonía, son, con frecuencia, causas de muerte en el anciano. Los cuidados en caso de una enfermedad infecciosa son necesariamente mayores que en el adulto joven. La vacuna antigripal en los ancianos es obligatoria en muchos países. La tolerancia al frío está disminuida. ¿Los ancianos del mañana vivirán mejor que los de hoy? Sí, sin duda, si atendemos y cumplimos los siguientes consejos: 1. Alimentación adecuada, rica en vegetales y frutas. Nada de tabaco y alcohol con moderación. 2. Ejercicio físico moderado, pero disciplinado. 3. Control médico periódico y control de peso. 4. Ignorar la propaganda de productos mágicos. 5. Mantener un grado adecuado de socialización, es decir, de comunicación con los familiares y amigos. Huir de la soledad. 6. Tomar medidas de previsión durante la juventud que garanticen una cierta seguridad económica en la vejez. 7. A partir de la jubilación, buscar algún quehacer y, si fuera posible ,ofrecerse a un voluntariado social. Huir de una vejez pasiva. 8. Aceptar el envejecimiento como un hecho normal de nuestra vida. 9. Esperar la muerte en paz, preferiblemente en casa, junto a la familia.
grupogaspar@gmail.com
*Valoración: Cinedebate
(3.95)
(Cinedebate del 16/11/19) Próxima columna: “Amar a la persona equivocada”.
Mens sana
Salud Chiara Spatola
Después de “sanar” del Covid
Engin Akyurt from Pixabay
En la “inundación” de información sobre el Covid-19, la atención se centra principalmente en la fase aguda de la enfermedad o en cómo prevenirla. Pero, ¿qué pasa después? ¿Cómo vive una persona que, tras afrontar la enfermedad, finalmente entra en la categoría de los “recuperados” o, como dicen algunos, de los “sobrevivientes” de la pandemia? Sí, porque para muchos de los pacientes que lo han contraído de forma severa, el Covid-19 es una auténtica batalla, y como tal deja cicatrices que perduran en el tiempo. De hecho, varios estudios muestran que la mayoría de las personas que han desarrollado síntomas de cierta gravedad no regresan a una condición de completo bienestar después de la recuperación. Las molestias pueden afectar tanto a la esfera física como a la psíquica y suelen durar unos meses, razón por la cual esta condición ha tomado el nombre de Long-Covid.
Entre las quejas más comunes que reportan los pacientes se encuentran la fatiga, la dificultad para concentrarse, la ansiedad, el insomnio y los sentimientos depresivos. Según un estudio reciente realizado en Italia y publicado en la revista Brain, Behavior and Immunity, aproximadamente el 56 % de los pacientes hospitalizados por Covid un mes después del alta se quejan por manifestaciones clínicas ansiosodepresivas. En algunos casos, los síntomas son asimilables a los de un trastorno de estrés postraumático, un problema clínico que se presenta al vivir o presenciar un evento traumático, especialmente cuando se pone en riesgo la integridad psicofísica de la persona. Los síntomas respiratorios (especialmente la disnea -dificultad en respirar-), el aislamiento, el miedo a morir y de no volver a ver a los seres queridos son todas experiencias que pue-
den configurar un auténtico trauma. Estos recuerdos pueden volver a la mente de la persona de forma invasiva e inquietante, incluso en forma de flashbacks que hacen revivir el evento con toda la carga emocional que eso conlleva. El Long-Covid y sus consecuencias en la calidad de vida no sólo afectan a la persona, sino también a los miembros de su familia que, tras las intensas emociones vividas durante la fase aguda, se encuentran ahora ante una nueva condición de sufrimiento. Quisieran cerrar el capítulo de la enfermedad, pero se dan cuenta de que aún no es posible. Las secuelas siguen ensombreciendo la vida familiar y dificultando el regreso a una vida cotidiana serena. Todavía estamos muy poco preparados para manejar esta fase y, a menudo, falta una red que pueda apoyar al expaciente y a su familia con la profesionalidad que necesitan, para monitorear y tratar cualquier problema. Para los síntomas de la esfera psicológica, puede ser muy importante emprender un camino de apoyo psicológico individual y/o familiar que pueda ayudar en la reelaboración de la vivencia traumática y en la activación de recursos individuales y relacionales. La familia puede ayudar creando un contexto acogedor que permita a la persona recordar los momentos dolorosos y expresar sus emociones, para poder reelaborarlas a través de la narración. Al mismo tiempo, para cada componente de la familia, incluidos a los más pequeños, es importante poder dar “un nombre” a lo vivido, con la certeza de ser apoyado y comprendido por los demás. Se hace posible así descubrir el mensaje contenido en el dolor, encontrar juntos un horizonte de sentido en el que situar la experiencia vivida, integrarla con la propia historia, aliviando el sentimiento de soledad que a menudo el Covid trae consigo. Ciudad nueva - Mayo 2021
5
Cultura
Prehistoria Giulio Meazzini
Cooperantes, luego humanos ¿Por qué sólo los homo sapiens sobrevivieron entre los homínidos que vivían en la Tierra hace 50 mil años? Todos conocemos la historia del Imperio Romano, que nació, se desarrolló, fue declinando y desapareció en el curso de muchos siglos. Antes que los romanos, recordamos el florecimiento de la civilización griega, con los filósofos Platón y Aristóteles, entre otros. Más atrás en el tiempo, encontramos las primeras civilizaciones organizadas que surgieron hace miles de años a orillas de los grandes ríos: los egipcios, los hititas del Tigris y del Éufrates (al comienzo de la historia de Abraham) y las grandes culturas asiáticas, desarrolladas a orillas del Indo, del Ganges y de los ríos de China. Si miramos aún más lejos, podemos llegar a unos 13.000 años atrás, cuando nació la agricultura en el Oriente Medio y en otras áreas del mundo entonces habitado. Antes de esa fecha, se extiende el nebuloso mundo de la prehistoria. Un mundo, en realidad, ya no tan nebuloso, porque en las últimas décadas la pa-
6
Ciudad nueva - Mayo 2021
leoantropología, que estudia los restos fósiles del hombre y de sus antepasados, aclaró algunos aspectos. Lo que más sorprendió a los estudiosos fue el descubrimiento de que, pese a que hoy hay una sola población humana dispersa en la Tierra (la de los llamados homo sapiens), hace tan sólo 50.000 años esto no era así. Otros grupos de homínidos se extendían por los continentes: los neandertales en Europa, los denisovanos en Siberia, los pequeños homo floresiensis en Indonesia, y quizás otros. Estos “primos” nuestros eran diferentes de nosotros sobre todo desde el punto de vista anatómico, y sin embargo también habían evolucionado. Por ejemplo, hay indicios de que los neandertales eran capaces de pensamiento simbólico y tenían un comportamiento social avanzado. También hay una segunda sorpresa: todo indica que con el tiempo entre es-
tas diferentes especies hubo encuentros e incluso mezclas, de modo que en el genoma de los hombres de hoy tenemos alrededor del 2 % de ADN neandertal. ¿Cómo explicar esta presencia simultánea de varios grupos? Según la ciencia, para encontrar los ancestros comunes de todas las poblaciones de homínidos, es necesario remontarse a hace aproxi-
madamente un millón de años, en África. A partir de allí partió paulatinamente una serie de migraciones de expansión, con pequeños grupos saliendo al resto de los continentes hasta poblar el entonces deshabitado resto del planeta. Acercándonos a nuestros tiempos, entre 100.000 y 50.000 años atrás, nos encontramos con una nueva ola migratoria
saliendo de África. Fue una ola particular, porque constituyó la primera semilla de lo que ahora llamamos la “familia humana”. Esta vez, de hecho, fueron los componentes de un pequeño grupo, el de los Homo sapiens, anatómicamente modernos y cognitivamente desarrollados, que entraron así en contacto con los descendientes de las antiguas oleadas, que se habían asentado milenios antes en Europa, Oriente Medio y Asia. Hace 50.000 años, por lo tanto, grupos muy diferentes de homínidos poblaban el planeta. Hace 20.000 años, en cambio, sólo quedamos nosotros, los hombres y mujeres modernos. ¿Por que? Es la gran pregunta que se hacen los científicos que estudian huesos y fósiles. Se hicieron muchas hipótesis (que nosotros éramos más inteligentes o más violentos o más adaptables a las condiciones climáticas, o los únicos dotados de lenguaje) pero ninguna convence del todo. Los Neandertal probablemente eran tan inteligentes como nosotros y estaban más y mejor acostumbrados a resistir el frío de Europa. Entonces, ¿cuál podría ser la razón por la que solo nosotros sobrevivi-
mos, mientras que los otros grupos se extinguieron, y en tan poco tiempo? Existe una teoría que ofrece una explicación alternativa: los seres humanos han evolucionado biológicamente y “se han vuelto racionales de forma cooperativa”, según expresa Michael Tomasello en su Una historia natural de la moral humana. En la práctica, somos humanos porque somos capaces de ayudarnos, porque consideramos a los demás “dignos” como nosotros mismos y consideramos válidas las decisiones tomadas en conjunto. Según esta teoría, entre 50.000 y 20.000 años atrás, nos autodomesticamos, “seleccionando” entre nosotros a las personas más sociables, capaces de comunicarse de forma amistosa. De esta forma no nos quedamos encerrados en pequeños grupos de cazadores, sino que ampliamos el ámbito de colaboración fuera de nuestra familia o grupo de caza, incluso cooperando con “desconocidos”. Esta “inteligencia social” que nos permite “conectar nuestra mente con la de los demás y heredar el conocimiento de generaciones”, sería la razón por la que sobrevivimos en comunidades cada vez más grandes y cohesionadas, en detrimento de otros grupos de homínidos que no tenían esta habilidad. Por supuesto, la historia también fue una sucesión de violencia, asesinatos, guerras entre grupos y egoísmos e injusticias. Pero, a largo plazo, la fuerza que forjó la evolución de la humanidad fue y es la cooperación. Esta auto-domesticación humana también ha sido acompañada a lo largo de los milenios por una modificación del cuerpo, visible en la forma del rostro (más delicado), en el tamaño de los dientes, en el ciclo reproductivo, en el sistema nervioso y en los niveles hormonales. Como resultado, entre hace 50.000 y 20.000 años, comenzaron a multiplicarse las “redes sociales extendidas” de los humanos y sus capacidades culturales, dondequiera que vivieran en el mundo. La capacidad de cooperación permitió entonces la consolidación de las primeras comunidades estables, con la consiguiente transición de la caza a la agricultura y a la civilización. El resto es historia. Ciudad nueva - Mayo 2021
7
Sociedad
Ocupación de tierras Ramón Oliveira Cézar
La ilegalidad tolerada En nuestros países, la ocupación de tierras fiscales o inutilizadas por parte de familias por motivos de supervivencia representa “una ilegalidad tolerada tanto tiempo que deja de ser ‘tolerada’ para transformarse en promovida”. El caso de Argentina puede aportar al debate
Sebastián Bassi - Flickr
Para reflexionar acerca de la toma de tierras con el fin de establecer viviendas, frencuentemente precarias, de parte de familias que no cuentan ni con tierra ni con vivienda, tomamos el caso de la Villa 31 de Buenos Aires. Un caso conocido y trabajado a fondo por su alta exposición política y urbana. Con un nombre que expresaba la causa de su origen, Villa Desocupación, surgió en el año 1932 sobre terrenos del Puerto Nuevo y el ferrocarril. En 1935, el presidente de la República Agustín P. Justo metió topadoras para derribar las casillas. Sucesivos planes de erradicación y la ley 27.453
8
Ciudad nueva - Mayo 2021
del año 2018 intentaron ordenar la situación informal de los ocupantes. La última acción encarada por el jefe del Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, fue la que más éxito tuvo en su cometido; quedaron pendientes la Rodrigo Bueno, la Villa 20 y el asentamiento del Playón de Chacarita. Puede verse en la 31 la modalidad de formación de casi todas. Lo que usualmente se ha dado es, desde el punto de vista jurídico, una ocupación de tierras, casi siempre fiscales o de todos modos inutilizadas, como playones ferroviarios, orillas de ríos o tierras inutilizables por
sus condiciones topográficas, como en el caso de la ocupación de tierras en la localidad bonaerense de Guernica. En términos estrictamente legales se trata de una ocupación que avasalla el derecho de propiedad. Un ilegalismo popular. Los ilegalismos populares en particular, como la ilegalidad en general, han sido importantes motores de la historia. Tanto el cristianismo en sus comienzos como los movimientos populares que desembocaron en la Revolución Francesa y las posteriores revoluciones del siglo XIX, formativas de las democracias modernas y del ascenso de la bur-
guesía, fueron en su momento ilegalismos populares. No todos tienen la misma importancia histórica, pero no por ello son manifestaciones a las que se puede descalificar rápidamente como meros actos delictivos ni pretender tratarlos como tales. Menos aún en un país como los nuestros, donde la crisis y la decadencia económica y social no dejan de profundizarse. Desde mediados del siglo pasado son innumerables los planes y programas de erradicación y/o urbanización de villas de emergencia (asentamientos irregulares) que se han implementado en Argentina y en países cercanos. Pero los resultados han sido exactamente inversos a lo esperado. Ninguna población creció más rápida y sostenidamente que la de las villas. Los presupuestos asignados fueron sistemáticamente subejecutados, lo que muestra la real falta de voluntad política (o de voluntad de la política) en llevarlos adelante. ¿Cuánto le preocupa a la clase política la situación de los ocupantes y también, en su caso, de los ocupados particulares? ¿Realmente interesa solucionar el problema? ¿O conviene más mantener estos bolsones de indignidad que garantizan la provisión de “clientes” para próximas elecciones? Las ocupaciones indígenas Además de la toma de tierras en la zona de Bariloche, en Argentina son más de 300 los conflictos con los pueblos originarios en todo el país. Pero este problema tiene su historia. Ante las diferentes ocupaciones que se verificaban en distintas provincias del país, para enfrentar la situación se promulgó en noviembre de 2006 la ley 26.160. Breve ley de tan sólo siete artículos (un par de carillas) que en lo sustancial declara “la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas” por un plazo de cuatro años, mediante la que suspende por dicho plazo “la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos, cuyo objeto sea el desalojo o desocupación de las tierras contempla-
das”. Como esta ley sólo reconoce como legítimos ocupantes (vale acá la diferencia entre legítimo y legal) a las comunidades indígenas con personería jurídica inscripta en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas, ordena al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas que realice “el relevamiento técnico-jurídico-catastral de la situación dominial de las tierras ocupadas”. A estos efectos crea un fondo especial para financiar las tareas ordenadas. Actualmente el plazo de cumplimiento de lo ordenado por esta ley está prorrogado, por tercera vez desde su promulgación, hasta noviembre de 2021. Ningún gobierno, del signo político que fuese, se ha preocupado por realizar el censo indicado. Una vez más, no se da satisfacción legal ni a ocupantes ni a ocupados. El desinterés político es evidente. Es el Estado el que con su inacción consagra una ilegalidad tolerada, es obvio que la solución de este problema no se encuentra entre sus prioridades. Y en este caso estamos hablando de un derecho, el de las comunidades indígenas, constitucionalmente consagrado. La ocupación de las tierras y la (in) seguridad En la ocupación de las tierras podemos diferenciar dos grupos: aquellos que por necesidad imperiosa o indigencia extrema se ven forzados a realizarlo como única forma de tener un mísero lugar donde asentar una carpa o levantar una casilla, y que luego serán quienes viven “en” la villa, y los otros, los que hacen el “negocio” de la ocupación y el fraccionamiento, los que asignan “derechos” y cobran por ello y que posteriormente devendrán en quienes viven “de” la villa, a la que usarán como aguantadero y centro de cobranza o distribución. Respecto a este tema vale la pena leer la nota que publicó en Infobae el 5 de abril de 2015 el periodista Federico Fahsbender, donde releva la operación mafiosa y la venta de terrenos dentro de la Villa 31. Allí rescata párrafos de la sentencia de los jueces Freiler y Ballestero, quienes afirman que “No puede resultar idéntica la situación de quienes lo
hicieron (ocuparon) por extrema necesidad o escasez de recursos de la de aquellos que, aprovechándose de esa desesperación, intentaron sacar un rédito económico”. El juez Casanello habla de “auténticos guetos donde rige la ley del más fuerte y el retiro del Estado da lugar a la creación de códigos de convivencia propios” y de “una doble victimización: la exclusión de lo público, y por el otro, el sometimiento a un poder arbitrario”. Esta situación volvió a darse en la reciente ocupación de Guernica, donde habría punteros, narcos o meros capangas villeros que ofician de “agentes inmobiliarios”, ocupando y delimitando los lotes con “soldados” adeptos, para luego vender a quienes realmente lo necesitan el “derecho” sobre un lote marcado. Una vez más, son los más pobres los más desprotegidos, los que no tienen a quien recurrir, los que se encuentran en un estado de inseguridad permanente, quienes más de una vez se ven obligados a devolver el terreno adquirido y viven bajo un régimen continuo de amenazas de todo tipo. Ningún ámbito, salvo situaciones de guerra o terrorismo, implica un riesgo personal mayor que una villa o un barrio marginal. Los guetos a los que se refiere Casanello. A esta inseguridad constitutiva, inherente a la ocupación ilegal de la tierra, se suma el desconcierto de la política, que aún dentro de la corriente oficialista no alcanza a definir si el tema debe ser encuadrado como un tema de seguridad o de vivienda. En la sucesión de opiniones discordantes vale la pena rescatar lo dicho por Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, proponiendo que “a aquel que organice una toma de tierras, se le caigan todos los beneficios que le da el Estado, como la AUH (Asignación Universal por Hijo) o el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia)”. Entonces, ¿debemos interpretar que estos beneficios no son derechos inalienables? ¿Los mismos dependen de cuan bien se porta el beneficiario ante el poder de turno? De entre las brumas del Congreso de la Nación surgió de golpe un denso humo con olor a prácticas clientelares, Ciudad nueva - Mayo 2021
9
Sociedad
Ocupación de tierras Ramón Oliveira Cézar
Eric Wienke - Flickr
casi como si Massa hubiera cometido la gaffe de autodenunciarse. No deja de ser un razonamiento banal, casi infantil, pensar que si el que organiza tomas de tierra es uno de estos agentes mafiosos a los que nos referimos más arriba, el Estado lo va a “correr” con la amenaza de quitarle beneficios. Pero por otra parte, si el que estuviera organizando una toma fuera una persona en situación habitacional crítica, cuya mejor opción es tratar de instalarse en unos terrenos bajos sin cloacas, electricidad, agua ni ningún otro tipo de servicio básico, amenazarlo con retirarle el IFE o la AUH es un acto de una inhumanidad pasmosa, contradictoria con los postulados fundantes del partido político de Massa. Vale decir que, dentro siempre de una concepción clientelar de la política, oscila entre la ingenuidad infantil y el cinismo más despiadado.
10
Ciudad nueva - Mayo 2021
Un trípode perverso Prácticas que en la actualidad vemos como extremadamente cuestionables eran virtudes cívicas en la Antigua Roma. Tenemos por caso el clientelismo. Por las mañanas se alineaban frente a la casa del “patrón” sus “clientes”, hombres libres o libertos engalanados con sus mejores togas a quien este les dispensaba sus favores y protección, que en general pasaban por lo político, social o económico; pero un aspecto sumamente importante era la seguridad, ya que en Roma no había policía para perseguir el crimen o mantener el orden. Los romanos necesitaban este resguardo para que sus hogares y negocios no sufrieran delitos o desmanes. A su vez la importancia política y social que el “patrón” tenía en la sociedad romana dependía de la organización de juegos, construcción de edificios pú-
blicos y, por supuesto, la cantidad de clientes que lo visitaban a diario y dependían de él. La sensación de inseguridad era un elemento esencial de esta relación y del poder del “patrón”. Hoy el clientelismo político se define como un intercambio de favores, extraoficial y más o menos velado, donde los titulares de cargos políticos, o sus punteros, comprometen prestaciones o favores generalmente a cambio de apoyo electoral. Viene al caso el tema del clientelismo porque resulta muy sugestivo que las tomas de tierras configuren un problema de muy larga data, sobre el que se han discutido y comprometido soluciones varias que casi nunca lograron su cometido ni siquiera parcialmente, con lo que se convalida una situación de tolerancia hacia la ilegalidad en forma permanente. Una ilegalidad (sea la indígena o la constitutiva de villas) que se sostiene durante tanto tiempo sin resolverse pone en cuestión la verdadera voluntad política por remediarla. Es ingenuo pensar que en todo este tiempo no ha habido capacidad para idear y/o implementar soluciones definitivas. Es lícito pensar que si no existe esta voluntad es porque por algún motivo conviene que las cosas se mantengan en este umbral de incertidumbre. Una ilegalidad tolerada tanto tiempo deja de ser “tolerada” para transformarse en promovida. Como en Roma, hoy también el manejo de la (in)seguridad es un fuerte elemento de control social que genera dependencia hacia quien detenta este poder (y facilita además el acceso a “estados de excepción”), por otro lado la extrema pobreza coloca a las personas en una posición de suma debilidad ante la promesa de recibir favores (en general magros por la misma situación de indigencia) y la ilegalidad tolerada da la posibilidad de actuar en uno u otro sentido según convenga discrecionalmente, lo que agrega otro elemento de sumisión. Estos tres factores, inseguridad, pobreza extrema e ilegalidad tolerada, conforman un trípode perverso sobre el cual resulta sencillo asentar prácticas clientelares.
Sociedad
La inseguridad que genera el delito / 6 José Deym*
Cárceles: una actividad restaurativa Última entrega de artículos en torno al fracaso del sistema carcelario en limitar la delincuencia y reparar sus consecuencias, en la que se formula una propuesta que, al menos, invita a la discusión
Cuando se critica la pena privativa de la libertad, generalmente sus defensores contrargumentan que no hay otra posibilidad de tratar a los delincuentes. “¿Qué hacer con ellos?” suele ser una pregunta que invalida toda posibilidad de cambiar el sistema, más allá de aceptar que éste, si bien no puede ser sustituido, quizás pueda perfeccionarse. Y, en general, tienen razón, porque casi nunca los objetores del sistema presentan una alternativa. En estas líneas creemos haber sustentado una propuesta concreta de cambio integral, ya que las consideraciones que presentamos acerca de los problemas del castigo, de la necesidad de reparar el daño y de la posibilidad de recupe-
rar a quienes han delinquido conducen a una propuesta concreta de cambio del sistema, que podría, a falta de un nombre mejor, denominarse “actividad restaurativa”. La actividad restaurativa sería una respuesta al delito que, en vez de seguir con el modelo de encerrar al ofensor y dejar a la víctima con las manos vacías, aunque con el consuelo de una venganza jurídica, se ocupe de repersonalizar al ofensor, reparar a la víctima y minimizar las reincidencias delictivas. Consistiría en: 1) reemplazar la prisión por una libertad vigilada, utilizando elementos electrónicos de control y también un seguimiento personalizado muy estricto;
2) asignar penas de trabajo reparativo o comunitario bien supervisadas y cuya severidad pudiera ser tal que no cayeran bajo el reproche de ser penas demasiado leves, pero que serían penas con sentido porque estarían destinadas, de modo directo o indirecto, a resarcir a las víctimas; 3) obligar a los infractores a asistir a grupos de autoayuda –si bien no necesariamente obligarlos a adherir a los principios allí propuestos–, en los que se incentivaría la conversión a partir de la conducción de pares ya más avanzados. Obligar a la libertad vigilada sería una pena en sí misma. En caso de ser necesario, por razones preventivas y hasta retributivas, podría ser muy severa en Ciudad nueva - Mayo 2021
11
Sociedad
La inseguridad que genera el delito / 6 José Deym*
intensidad y en duración, pero no necesariamente denigrante y, quizás, mucho menos estigmatizante que la prisión. Dar a las víctimas, aunque en algunos casos sólo como reparación simbólica, el fruto de un trabajo efectuado por los ofensores, consistente en el valor de un producto final o en salarios caídos, cambiaría el aspecto de mera venganza por una justicia reparativa, mucho más cristiana. El perdón no residiría en rehusar ser reparado sino en no desear la denigración y estigmatización del ofensor. Estimular el cambio de actitud en las personas que han delinquido y transformarlas en personas de bien, utilizando el sistema de Alcohólicos Anónimos, en que el recuperable se convierte en recuperado y luego en recuperador, cambia la idea de una prédica moral desde una posición de autoridad y se torna mucho más efectiva si emana de un grupo de pares. En resumen, se trata de una propuesta concreta: sustituir el encierro por trabajo reparativo en libertad vigilada y reconvertir el procedimiento de rehabilitación, además de introducir una efectiva reparación a las víctimas y/o a la sociedad. Frente a la pregunta si esta reconversión sería aplicable a todos los autores de cualquier delito, la respuesta que puede darse es que, si es buena, ¿por qué no aplicarla en forma generalizada? Y si no lo es, ¿por qué aplicarla siquiera a casos leves? De todos modos, no podría hacerse en forma inmediata, ya que un cambio tan profundo requeriría una implementación muy prudente y paulatina. Sí sería urgente cambiar la idea que se tiene acerca del encierro y de su necesidad. Es decir, si bien la implementación podría comenzar por la ampliación gradual de su aplicación desde casos más leves a casos más graves, la idea de la reconversión generalizada puede mantenerse en pie como una meta a ir alcanzando. Este planteo ofrece novedades y cambios originales, y choca contra un escollo importante, que es la misma idea de implementar cambios tan drásticos. Cambios que se sitúan más en lo conceptual que en lo práctico, pero de to-
12
Ciudad nueva - Mayo 2021
dos modos producen resistencias. Pero ¿por qué, si existe un rechazo generalizado al resultado que se obtiene con el encierro, existe temor o resquemor en decidirse de una vez por todas en sustituirla por una sanción más racional? El motivo está quizás en lo que el sociólogo francés Émile Durkheim (18581917) señalara a fines del siglo XIX y que puede encuadrarse, en el derecho penal, dentro de la llamada prevención general positiva. Esto es, restablecer la confianza del resto de la sociedad en el sistema judicial. En efecto, Durkheim sostenía: “[la pena] no deja de desempeñar un papel útil. Sólo que ese papel no lo desempeña allí donde de ordinario se ve. No sirve, o sirve muy secundariamente, para corregir al culpable o para intimidar a sus posibles imitadores; desde este doble punto de vista, su eficacia es, justamente, dudosa y, en todo caso, mediocre. Su verdadera función es mantener intacta la cohesión social, conservando en toda su vitalidad la conciencia común”. Así, no es tanto el miedo a la impunidad, a la reincidencia o a la imitación
por parte de otros de la conducta delictiva lo que puede mantener indefinidamente las cárceles. Es más bien el concepto de que si una persona que ha delinquido –y mucho más si su delito fue grave o aberrante– no puede estar circulando entre gente de bien. Por una parte, porque en el paradigma actual se considera que las víctimas de delitos con daño irreversible sólo pueden satisfacerse con una pena que aísle y estigmatice al autor del daño. El concepto de daño irreversible se asimila a daño irreparable, al desconocerse el valor de una reparación simbólica, que no lo es del daño mismo sino de la ofensa perpetrada. Por otra parte, porque el “club” de los que cumplen con la Ley no quiere ni considera que deba readmitir nunca a dichas personas. Ningún club tendría sentido si no existieran personas excluidas del mismo. Además de las mencionadas consideraciones de Durkheim, se puede citar al criminólogo italiano Francesco Carnelutti (1879-1965). Al observar el fenómeno de la reprobación a quien se considera diferente del que no transgredió la ley, al punto de que se le quiere negar la posibilidad de mante-
nerlo en la sociedad o de que alguna vez regrese a ella, Carnelutti expresó: “Ése que así piensa no recuerda la parábola del publicano y del fariseo, y no sospecha que su mentalidad es propiamente la del fariseo: yo no soy como éste”. En conclusión A partir de la descripción de la experiencia emocional correctiva y del etiquetamiento burdo del delincuente como tal, se dedujo la necesidad de cambios de paradigmas y la introduc-
ción de neologismos que configuraron una actividad restaurativa en reemplazo del encierro y de la carencia de reparación a las víctimas. Así, se expuso un panorama nuevo, en el que se introdujeron tres neologismos: “impunitividad”, “oblatividad” y “valjeanización”. “Impunitividad” para resolver la antinomia entre castigo e impunidad, “oblatividad” para darle un matiz no vengativo a la reparación a las víctimas y a la sociedad y “valjeanización” para lograr una forma más eficaz de recuperar a los ofensores y evitar reincidencias. Con ello se pretende dar un sentido a la pena, reparando a las víctimas y repersonalizando al ofensor, pero también cuidando de no poner en peligro a la población y sin anular el efecto preventivo y hasta retributivo (pero no denigrante ni estigmatizante) de la pena. Esto no impide ser conscientes de la reticencia popular a aceptar esta propuesta, que reconvertiría la pena privativa de la libertad, algo que provoca rechazo entre sus sostenedores y escepticismo entre sus críticos, ya que la idea de sustituir el encierro por penas reparativas se relaciona con impunidad o, al menos, blandura. Hasta se considera que abogar por el encierro de quienes han delinquido es ético. El “que se pudra en la cárcel” es una frase despectiva y valorada al mismo tiempo. En general, nadie se siente mala persona por emitirla. Se considera que uno tiene derecho a expresarse así porque eso es “justicia”. Este rechazo a reconvertir las prisiones ya había sido anticipado y luego ex-
perimentado por el criminólogo noruego Thomas Mathiesen, cuando señaló, a raíz de las dificultades que tuvo su propuesta, que “no ha habido nunca una transformación social importante en la historia de la humanidad que no haya sido considerada poco realista, idiota o utópica por la gran mayoría de los expertos”. Si bien son pocos, hay algunos criminalistas que abogan hoy por suprimir la pena privativa de la libertad y auguran un cambio. Pero predican en el desierto, porque mediáticamente es más atractivo el discurso vindicativo, aunque cada día sea más obvio que los resultados del mero castigo son contraproducentes. Así, es probable que la idea de implementar la actividad restaurativa –o una variante similar– no tenga éxito, al menos inmediato. Pero cabe esperar que sirva para estimular una mirada diferente sobre la crisis del sistema carcelario y de una política penal que hoy se esfuerza vanamente por resolver el problema de una delincuencia creciente. Introducir una mirada crítica a lo existente y la necesidad de un cambio radical en el paradigma retributivo no pretende convencer, pero sí instalar un debate, para que el problema, aun cuando por el momento permanezca irresuelto, quede, al menos, más atendido. Si no se puede persuadir, al menos puede intentarse hacer pensar. *Doctor en Psicología Social, especializado en Criminología. Artículo publicado originalmente en la revista Criterio de Buenos Aires.
Ciudad nueva - Mayo 2021
13
Sociedad
Satisfacción laboral Silvano Malini
Los colaboradores, motores de la empresa La empresa Prodiser creció con la convicción de que sus colaboradores son su recurso principal y que su misión incluye brindar oportunidades de empleo y crecimiento a los que más las precisan. Una filosofía que la llevó a ser reconocida en el ranking “Mejores Lugares para Trabajar en Paraguay”
Prodiser
“La empresa nació en 1995 como un emprendimiento de distribución de productos de limpieza de mi marido Julián”, relata Aureliana Alfonso. “De a poco comenzamos a desarrollar algunos productos como detergentes y productos de limpieza”. Mientras ayudaba en la comercialización, Aureliana y toda la familia se iban preparando profesionalmente para dar mayor solidez y crecimiento a la empresa, que en ese momento sólo contaba con un colaborador, además del matrimonio. Aureliana se recibió en Administración de Empresas, y pudo aportar en la estructuración del negocio familiar. “Crecíamos muy de a poco”, recuerda. “Tenemos cinco hijos,
14
Ciudad nueva - Mayo 2021
y siempre quisimos que ellos y la familia ocupara el primer lugar. Por eso, crecimos ‘lento pero seguro’”. Se mantuvieron en el mercado como empresa familiar no sin dificultades. La escasa estabilidad en la economía y en la política nacional no los favorecía. Los hijos, Liz, Fátima, Laura, Antonio y Ana, creciendo se fueron incorporando y contribuyendo al crecimiento de Prodiser. Fue a raíz de la tesis de licenciatura en Ingeniería Comercial de Liz y Fátima que se formalizó la creación de Prodiser como sociedad anónima y se registró la marca comercial Verapá. Hoy todos están cumpliendo tareas profesionales en la empresa, aunque al-
gunos aún no se hayan recibido. “Aunque iba creciendo el número de colaboradores, nunca perdimos, aún en los momentos más difíciles, la esencia de ser, como empresa, la gran familia, como decimos”. Aureliana lo enfatiza, como para ratificar que no se trata de un mero eslogan. La pandemia fue beneficiosa para el rubro de los productos de higiene, de limpieza y sanitarios, y en el 2020 pasaron de 25 a 40 colaboradores. Aun así, la dueña y gerenta no se duerme en los laureles. Hoy la fábrica quedó pequeña, y nos gustaría “poder ofrecer más fuentes de trabajo”. Aunque el Covid-19 haya impulsado las ventas, por supuesto que
la cuarentena implicó ciertos desafíos. “Teníamos que estar, no podíamos parar, o disminuir la producción, por un sentido de responsabilidad, de compromiso con la sociedad y con los médicos y los hospitales…”. Durante un tiempo hubo que trabajar por cuadrillas, siguiendo las disposiciones gubernamentales. La empresa, sin embargo, pudo seguir pagando los salarios completos no obstante la disminución de horas trabajadas. También proveyó almuerzos para los trabajadores y transporte para que los mismos no tuvieran que viajar en colectivo con los consiguientes riesgos de contagio. Todo esto, expresa Aureliana, “nos pone muy contentos, por lo que pudimos hacer y porque eso demuestra que todo el equipo directivo -que es nuestra familia- ve y siente de la misma manera la necesidad de poner en primer lugar a las personas. Porque antes de ser trabajadores, son personas, con todo lo que eso significa”. Esta “cultura organizacional”, por lo visto, paga, y no sólo del punto de vista de los resultados económicos. Laura Cabrera, una de las hijas de Julián y Aureliana, es jefa de Marketing. Cuenta a Ciudad nueva: “El año pasado la institución Yoica fue contratada por Prodiser para realizar un estudio general sobre la capacidad y fuerza laboral con la que contaba nuestra empresa”. Al entregar los resultados, Yoica informó acerca de las fortalezas, debilidades y aspectos a mejorar. “Al término del estudio y al ver los resultados, nos propusieron medir nuestro clima laboral mediante una encuesta denominada Trust Index, mediante la cual cada colaborador de Prodiser expresaba su nivel de satisfacción con la empresa”. De acuerdo con los resultados obtenidos en la encuesta y a los comentarios expresados y a un cuestionario organizacional dirigido a la empresa, Prodiser pudo entrar en el ranking de los “Mejores Lugares para Trabajar en Paraguay” de la organización Great Place To Work, donde ocupa el octavo lugar en la categoría “empresas nacionales”. Entre los ítems en las que la empresa se destacó, Laura enumera que: “el 100 % de los colaborado-
res respondieron que a las personas se les trata con equidad cualquiera sea su género; el 97 % respondió que al ingresar a la organización se sienten bienvenidos; el mismo porcentaje afirmó que se siente orgulloso cuando dice que trabaja en Prodiser; el 95 % de los funcionarios respondieron que los jefes conducen el negocio de forma honesta y ética; el 95 % de ellos expresaron que los jefes muestran un interés sincero en ellos como personas y no sólo como empleados y el 85 % concluye que Prodiser es un gran lugar para trabajar”. “Para nosotros fue emocionante recibir este reconocimiento”, resalta Aureliana. “Realmente cada colaborador es valioso para nosotros, y representa una oportunidad para darle un trabajo digno y el calor familiar”. Comenta que la empresa busca priorizar a los más desfavorecidos, procurando dar oportunidades a jóvenes que han tenido problemas para conseguir su primer empleo. Y relata una experiencia personal. “En una época me levantaba a la una de la mañana para acompañar a un joven colaborador que había chocado en su moto, como si fuera madre. Se había accidentado porque estaba alcoholizado. A otro lo pillaron con droga, y recuerdo que en la Comisaría, nos sentamos el comisario, este joven y yo. “Tirá esa porquería y aprovechá porque nadie te va a dar otra oportunidad como lo hace esta señora”, le decía el comisario. Y yo realmente
sentía que tenía que hacer la parte de su madre, realmente, dándole una oportunidad pero siendo exigente también”. En Prodiser están convencidos de que “el motor de toda organización es el equipo humano”. Por esto creen que es interés de todos que las personas puedan trabajar a gusto, motivadas. Y como política empresarial se trazaron la elevación de las capacidades y de la educación del personal, para que todos “salgan un día de Prodiser mejores y con mayores oportunidades” de como entraron. Eso se plasma en los permisos que otorgan a quienes tienen que preparar un examen de facultad, por ejemplo. “De una manera u otra posibilitamos que los colaboradores puedan realmente tener el tiempo de estudiar y rendir cuando lo soliciten”. Incluso estimulan a jóvenes que no habían pensado en cursar una carrera a hacerlo. Para Aureliana, el reconocimiento de Great Place To Work confirma que están en un buen camino. Y subraya que en esto se nota la influencia de la Economía de Comunión. “Hace más de 15 años que yo conozco esta visión y esta práctica económica. Cuando la conocí, me tocó profundamente el concepto de mirar a cada persona como un hermano que es al mismo tiempo una presencia de Jesús, y desde entonces trato de mirar así a cada funcionario desde el día en que ingresa a la empresa”.
Prodiser
Ciudad nueva - Mayo 2021
15
Otra mirada
Gebé y Doblevé
Vida en pareja
Maria y Raimondo Scotto
Sueños nuevos “Cuando novios, teníamos muchos sueños, pero cuando nos casamos y llegó el bebé, nos sentimos perdidos…”. S. y G. Generalmente, como novios tenemos muchos sueños, pero con poca concreción por falta de experiencia. A veces nos sentimos omnipotentes y no podemos aceptar la realidad. Luego comienza la vida juntos y enseguida experimentamos nuestras debilidades. No es fácil armonizar las diversidades entre ambos y las relaciones con las familias de origen; equilibrar trabajo, amistades y descanso. La llegada de un niño, no obstante la alegría que conlleva, complica más la situación. Podría surgir una sensación de frustración, que
16
Ciudad nueva - Mayo 2021
impulsa a pretender el máximo de la vida, lo que puede llevar a un activismo agotador o a instrumentalizar a los demás para nuestra propia realización personal. Para encontrar un nuevo equilibrio es preciso recibir juntos la realidad tal como es, encontrar la propia realización en el aquí y ahora, sin falsas expectativas, saber saborear las pequeñas alegrías cotidianas. Esta nue-
va paz interior será el regalo más duradero para ese hijo y podrán comenzar juntos a soñar “sueños nuevos”. De hecho, los sueños de hoy no pueden ser los de ayer.
Integrar la diversidad
“Diversamente felices” durante la pandemia Un joven discapacitado físico, Ciriaco Ladu, dialoga con Federico De Rosa, colaborador de Ciudad nueva italiana (autista). Ciriaco: ¿Cómo podemos los discapacitados ayudar a las personas a reflexionar sobre la situación que están viviendo en esta pandemia? Federico: En este tiempo, muchas cosas que parecían darse por sentadas ya no lo están. Ahora todos viven la “discapacidad” de una libertad reducida y de la pérdida de certezas económicas. Es como si todos los “normales” se hubieran vuelto súbitamente discapacitados. Nosotros, las personas discapacitadas desde hace tiempo, debemos mostrarles cómo pueden ser felices de otra manera. En otras palabras, nosotros, los “diversamente hábiles” (como se decía un tiempo en Italia), podemos ayudarlos a ser “diversamente felices”. C: Me parece que esto es muy cierto, pero ¿cómo podemos nosotros, considerados discapacitados, ayudar a las personas que se creen normales? ¿Nos escucharán? F: Sí, pero depende de nosotros. Nosotros, portadores de diversidades humanas profundas y, a menudo, limitantes, ¿somos conscientes de que toda persona discapacitada puede trazar un camino hacia su ser “diversamente feliz” y luego al menos intentar seguirlo? ¿O también nosotros somos prisioneros del mito ilusorio de la normalidad, que para nosotros se convierte en un paraíso dolorosamente perdido? Con la vida podemos demostrar que ningún límite puede impedir que un ser humano busque activamente su felicidad personal. C: Yo soy feliz porque me conformo con lo que tengo y con lo que puedo hacer. Pero ¿una persona que quiere tener más, cómo puede encontrar la
felicidad en un mundo que se lo impide? F: Es precisamente éste, querido Ciriaco, el aporte que las personas con discapacidad podemos dar en este momento histórico, pero sólo si logramos ser “diversamente felices”. Para ser felices, no es necesario obtener lo que deseamos, lo que a menudo es imposible. En mi opinión, la felicidad nace de una vida cada vez más esencial. Saber renunciar a lo que la pandemia nos niega es redescubrir el gran valor de lo que todavía podemos hacer. Saber renunciar a lo que quisiéramos obtener pero que no es posible, es el camino a la libertad. C: Estimado Federico, tu respuesta me convence, pero me cuesta creer que
Pexels-Elevate
se pueda dar un cambio tan radical en nuestra sociedad. Creo que una manera de ayudar a ello sería la de que nos puedan escuchar, encontrar la forma de despertar el interés en lo que nosotros pensamos, decimos y hacemos. Si la gente aprendiera a escucharnos, podría existir una posibilidad real de cambio. F: Estimado Ciriaco, confiamos en nuestros lectores de Ciudad nueva para difundir esta idea. Los límites impuestos por la pandemia han dejado a todos “diversamente hábiles”. Si estamos unidos, nosotros los “diversamente hábiles históricos”, podemos indicar cómo ser “diversamente felices”. Ningún límite puede detenernos si en el corazón somos verdaderamente libres de todo.
Ciudad nueva - Mayo 2021
17
Mundo
Guerra en el Congo Guido Barbera*
Minerales clandestinos ¿Qué podemos hacer para detener el conflicto armado en torno a los recursos minerales que asola a la República Democrática del Congo?
El sacrificio de la vida del embajador Luca Attanasio, del militar Vittorio Iacovacci y del chofer Mustapha Milambo, asesinados el pasado 22 de febrero mientras intentaban ayudar a la población agobiada por los conflictos en la región de Kivu Norte, nos invita a abrir los ojos al vínculo que existe entre nuestra forma de vida y lo que sucede en la República Democrática del Congo. Cada uno de nosotros utiliza en promedio su smartphone entre 4 y 7 horas al día. Mientras miramos las selfies o las fotos que tomamos, o nos comunicamos en las redes sociales, conversamos con amigos o hablamos de negocios o trabajo, nadie ve ni se da cuenta de lo que hay dentro de ese pequeño dispositivo: ¡una guerra! o, más bien, ¡muchas guerras! No lo vemos porque no sabemos que para producir y hacer funcionar estas pequeñas herramientas necesitamos tantalio, casiterita y wolframita: minerales desconocidos, escondidos en
chips y componentes, que provienen de áreas en cruel conflicto armado y son básicamente las causas de esas guerras. Bienes tan valiosos deberían ser una bendición. En cambio, para muchos niños y adultos en el Congo y en muchos otros países, se han convertido en la mayor de las maldiciones, debido a la falta de normativas, de regulación y de control con respecto a la extracción de estos minerales y a sus métodos. Quienes los extraen -adultos pero también niñossuelen hacerlo cavando con las manos desnudas, lo que provoca deslizamientos de tierra y accidentes diarios. Todos los días mueren decenas de niños en la indiferencia y en el silencio total. La edad de los niños que comienzan a trabajar en esas minas baja de año en año. Los niños que inician a cavar a los 7-8 años, después de 10 años de trabajo ya son mayores, y debido a la radioactividad de los minerales desarrollan enfermedades del sistema linfático
El embajador de Italia, Luca Attanasio, asesinado por un comando terrorista junto a dos miembros de su delegación, el pasado 22 de febrero.
18
Ciudad nueva - Mayo 2021
que provocan la muerte. Las guerras desarrolladas en torno al acaparamiento de coltán y de los minerales que hemos mencionado, han provocado hasta ahora más de 11 millones de muertos y una multitud de niños soldados que, cuando no están luchando, cavan la tierra en busca de minerales. Es parte de lo que el Papa Francisco llama la “Tercera Guerra Mundial por partes”. Más del 60 % de los yacimientos de coltán planetarios se encuentra en la República Democrática del Congo y la materia prima se extrae en nombre de multinacionales (incluidas Apple, Sony y Microsoft) que, a pesar de los llamamientos de la ONU, todavía no controlan su cadena de suministro. Es la new economy de la electrónica y de las telecomunicaciones lo que hace que estos materiales sean indispensables. Son las riquezas y no la pobreza de África la causa de guerras, conflictos y violencias... y extienden sus raíces en los intereses económicos e industriales de grandes multinacionales de otros países. Son empresas transnacionales que controlan los recursos a menudo sin respetar ni siquiera los
derechos humanos, la protección del medioambiente y los derechos del uso de los recursos por parte de los habitantes del territorio en el que se encuentran. Para extraer coltán y otros minerales, la población local ha visto expropiar sus tierras mientras los ingresos de las minas financian las guerras, como demuestra la ONU. Es hora de tomar conciencia de la dimensión inhumana del holocausto vivido por estos pueblos a partir de finales del siglo XX en adelan-
te: más de 8 millones de muertos, 48 mujeres violadas cada hora, 40.000 niños esclavizados... Ya no podemos callar. Hace dos años, 17 padres de niños mineros de la República Democrática del Congo demandaron a Apple, Google, Dell, Microsoft y Tesla, acusándolos de ser cómplices de las muertes y de las mutilaciones de sus hijos, obligados a extraer cobalto en minas en condiciones extremadamente peligrosas, hasta 14 horas por día en túneles en ruinas y
en condiciones inhumanas. Por dos dólares. El problema no se limita al Congo y al cobalto, sino que es un ejemplo de lo que está sucediendo en otros países. El coltán es sólo la punta del iceberg de toda una serie de irregularidades que acompañan la extracción y la comercialización de los minerales, que van desde las condiciones de vida de los mineros y de las sustancias utilizadas en la “limpieza” hasta las formas de comercialización. A menudo, de hecho, se trata de verdaderos “minerales clandestinos” que viajan por el mundo a cargo de empresas sin escrúpulos o de mafias internacionales. No es agradable saber que en nuestro celular hay sangre de una guerra sin cuartel que ha cobrado 8 millones de muertos. O que el oro con el que se fusionan las alianzas nupciales, símbolo del amor entre los esposos, se extrae tratando a los mineros como esclavos, o se limpia con ácidos que destruyen el medioambiente. Si queremos seguir siendo humanos no podemos pretender que en este mundo la responsabilidad es siempre y sólo de los demás. Es cierto que no tenemos la fuerza para cambiar el mundo, pero si nos unimos, si nos organizamos, podremos acercarnos a la construcción de una sociedad un poco más justa. Así dice un verso del poeta brasileño Geir Campos: “La hoja que cae al río, aunque el río se la lleve, cambia el curso del río”. * Presidente de Cipsi (Coordinación de Iniciativas Populares de Solidaridad Internacional).
Ciudad nueva - Mayo 2021
19
Zona de diálogo
Capítulo 40
Algunas maneras de iluminar la “noche del diálogo”
Pexels
La relación de la Palabra con lo espiritual y con la sabiduría. Reflexiones que venimos compartiendo desde la Zona de diálogo anterior (que sugerimos leer), escritas desde Barcelona por Jordi Illa, según su comprensión de persona sin fe religiosa. Tanto creyentes como no creyentes tienen un substrato común, el espiritual, que les hace apreciar —no necesariamente aceptar— lo que la Palabra evoca. Pero, ¿qué evoca? La Palabra da respuestas, provoca nuevas preguntas, conduce a ver la realidad desde otro ángulo y a vislumbrar
20
Ciudad nueva - Mayo 2021
incluso otra realidad. Nos lleva a ser más felices y a ser mejores, a hacer de manera que nuestro mundo y nuestras relaciones lo sean también. Pero esta otra realidad no debe ser relegada al cosmos y ni siquiera impregnar todo el Universo. ¿Por qué no pensar que ella está dentro de nosotros o que simplemente se confunde con el Cosmos? Esto nos lleva a la escucha interior como fuente de sabiduría, de armonía, de una relación con Dios que la mayoría de las tradiciones religiosas subraya y que para el laico está representado por la escucha de la conciencia.
La palabra como referencia. El hombre tiene necesidad de referencias: multitudes siguen a líderes, por ejemplo, políticos; otros, a líderes de distintas religiones o de creencias capaces de hacer cosas extraordinarias por el bien de la humanidad, ideas que a veces incluyen la destrucción y la muerte para lograr ese fin. Incluso las empresas están deshumanizadas a tal punto que las tesis de Marx acerca de la explotación del hombre por el hombre parecen aun perfectamente actuales. La publicidad misma y sus efectos sobre el consumo responden a esta necesidad de referencias, verdaderas o falsas por parte de la gente. Según mi parecer la explicación de todo esto está en el miedo; miedo de lo que no se conoce, de lo que nos espera, de lo diferente, miedo de afrontarse a uno mismo. Otra causa puede ser la falta de creatividad o de escucha interior; si fuésemos capaces de dar respuestas a nuestras preguntas, de ponernos en discusión sobre lo que no tenemos claro, entonces no seríamos esclavos de manipulaciones y seríamos realmente libres. Es así como la Palabra se vuelve un punto de referencia fuerte para el ser humano. Transmite seguridad, permite entender al hombre, da respuesta a nuestras inquietudes espirituales, nos hace libres, nos hace experimentar lo esencial de nuestra existencia. No todas las palabras desempeñan esta función. Sólo la Palabra auténtica hace cambiar nuestro modo de pensar y, sobre todo, de actuar. Jordi Illa (continúa)
Cultura de la unidad
Claves para la convivencia / 33 Jesús Morán
Dignidad, la medida de lo humano En su libro Dignidad, el filósofo español Javier Gomá define este concepto de una manera sorprendente: es lo que estorba, que podría traducirse como “lo que bloquea, molesta, entorpece”. Lo explica de la siguiente manera: la dignidad “impide cometer iniquidades y maldades, por supuesto, pero aún más interesante es que a veces también perturba el desarrollo de causas justas, como el progreso material y técnico, la rentabilidad económica y social, o la utilidad pública. Es este molesto, difícil y paralizante efecto, que a menudo acompaña a la dignidad, lo que nos obliga a parar y pensar, abre ante nuestros ojos la dignitas propia de quienes no son útiles, los inútiles, los excedentes, siempre amenazados por la lógica de una historia que avanzaría más rápidamente sin ellos. Entonces, si en la tradición la dignidad se representaba sobre todo como una perfección, ahora vemos cómo su significado se expande incluyendo también la imperfección humana, donde a menudo se hace aún más potente y plástica”. Me parece un texto magnífico y tremendamente esclarecedor en estos tiempos turbulentos. En realidad, uno de los efectos más dolorosos -a largo plazo, también ventajoso- de la crisis actual es la conciencia de la inmensa cantidad de ataques a la dignidad humana de los que nos enteramos a diario, sin notarlo. ¿Cuántas personas consideradas inútiles, excedentes, hemos dejado en la vereda del progreso tecnológico y material en las últimas décadas? Me refiero a los ancianos, pero también a los pacientes psiquiátricos, los desempleados, los pobres, los refugiados, los migrantes. Todas estas personas entran en la categoría de “excedentes”: los que “molestan” con su mera presencia. Son los “imperfectos”, cuya precaria y vulne-
Pexels - Pixabay
rable situación revela a simple vista que la sociedad ha perdido de vista lo único que le permitiría ser definida humana: la dignidad. En enero del año pasado disfruté las maravillas de una ciudad como Nueva York, con su multiculturalismo, las luces de colores de Times Square, la oferta cultural de Broadway, la vivacidad de Greenwich Village. Pero también me llamó la atención la enorme cantidad de personas sin hogar que he visto en todas partes. Cuando, meses más tarde, frente a nosotros, asombrados espectadores pegados al televisor, desfilaron las imágenes delirantes de ataúdes enterrados en fosas comunes en la misma Nueva York, porque nadie había solicitado esos cadáveres, pensé en las personas que había visto acostadas con sus mantas raídas en las calles de esa metrópolis. El ejemplo podría multiplicarse en todas las latitudes del planeta. Hemos construido la sociedad de la indignidad, una sociedad que genera excedentes y entierra en fosas comunes; que aísla y abandona a los ancianos en estructuras precarias desde el punto de vista de la salud para que, cuando ocurre una epidemia como la que estamos
sufriendo, son los primeros en morir. Es la sociedad del aborto y de la eutanasia sin costo alguno. Afortunadamente, poco a poco, la crisis allí trae de nuevo a la conciencia de que todos somos “imperfectos”, incluso en cuanto a la resistencia al ataque de un virus. Esta ya es una conquista. Pero eso no es suficiente. Deberíamos empezar a transformar las estructuras sociales para ponerlas al servicio de la gran tarea que es la dignidad humana. Deberíamos cambiar los parámetros del desarrollo y, sobre todo, la mentalidad. Necesitamos reglas éticas y jurídicas incontrovertibles. Es necesario profundizar en los campos del conocimiento. Se necesita un pacto educativo global y una gran alianza cultural y religiosa. Cada uno de nosotros tendría que cambiar su forma de ver a los demás. Si tuviéramos un mínimo de conciencia, cada vez que encontráramos a uno de los que “estorban”, recibiríamos la bofetada de la dignitas humana y haríamos algo, incluso si es pequeño. Porque, paradójicamente, estamos descubriendo que el contacto con la fragilidad es el camino más directo para realzar la dignidad del ser humano. Ciudad nueva - Mayo 2021
21
Palabra de Vida
Mayo 2021
“Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él”
“Dios es amor”: es la definición más luminosa de Dios en las Escrituras que figura solamente en dos oportunidades, y precisamente en este texto (una carta o acaso una exhortación) que refleja el cuarto evangelio. En efecto, el autor es un discípulo que da testimonio de la tradición espiritual del apóstol Juan. Él escribe a una comunidad cristiana del primer siglo, que lamentablemente estaba afrontando ya una de las pruebas más dolorosas, es decir: la discordia, la división tanto en el plano de la fe como en el del testimonio. Dios es amor: vive en sí mismo la plenitud de la comunión como Trinidad y rebasa ese amor hacia sus criaturas. A cuantos lo reciben les proporciona el poder de llegar a ser sus hijos1, con su mismo ADN, capaces de amar. Y el suyo es un amor gratuito, que libera de todo temor y timidez2. Para que luego se realice la promesa de la recíproca comunión, nosotros en Dios y Dios en nosotros, es necesario “permanecer” en ese mismo amor activo, dinámico, creativo. Por ello los discípulos de Jesús están llamados a amarse unos a otros, a dar la vida, a compartir los propios bienes con todo el que tenga necesidad. Con ese amor la comunidad permanece unida, profética y fiel.
22
Ciudad nueva - Mayo 2021
“Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios”: se trata de un anuncio fuerte y claro también hoy para nosotros, que a veces nos sentimos superados por acontecimientos imprevisibles y difícilmente controlables, como la pandemia y otras tragedias personales o colectivas. Nos sentimos perdidos y asustados y es fuerte la tentación de encerrarnos en nosotros mismos, de levantar muros para protegernos de quien parece amenazar nuestras seguridades, en lugar de construir puentes para encontrarnos. ¿Cómo es posible seguir creyendo en el amor de Dios en estas circunstancias? ¿Podemos continuar amando? Josiane, libanesa, estaba lejos de su país cuando se enteró de la terrible explosión en el puerto de Beirut, en agosto del año pasado. Le confiaba a quien, como ella, vive la Palabra de Vida: “Probé en el corazón dolor, enojo, angustia, tristeza, desasosiego. Y, muy fuerte, una pregunta: ¿no alcanza con todo lo que el Líbano ha vivido hasta ahora? Pensaba en ese barrio destruido, donde yo nací y vivía; donde parientes y amigos murieron, quedaron heridos o fueron desplazados; donde han quedado destruidos edificios, escuelas, hospitales que conozco muy
(1 Juan 4, 16)
bien. Traté de hacer sentir mi cercanía a mi madre y a mis hermanos, de contestar a los muchos mensajes que me manifestaban afecto, escuchando a todos en esta profunda herida abierta. Quería creer -y creo- que estos encuentros con quien sufre constituyen una llamada a responder con el amor que Dios ha puesto en nuestro corazón. Más allá de las lágrimas, descubrí una luz en numerosos libaneses, a menudo jóvenes, que volvieron a levantarse, miraron a su alrededor y prestaron ayuda a quien estaba en dificultad. Nació en mí la esperanza en que haya jóvenes dispuestos a comprometerse seriamente también en política, convencidos de que la solución es el camino del diálogo verdadero, de la concordia, del descubrirse -porque lo somos- hermanos”. Una preciada sugerencia para vivir esta Palabra del evangelio nos la ofrecía Chiara Lubich: “No se puede ya separar la cruz de la gloria, no se puede separar al Crucificado del Resucitado. Son dos aspectos del mismo misterio de Dios que es Amor. Una vez realizada esta ofrenda, tratemos de no pensar más, sino de cumplir con lo que Dios quiere de nosotros, allí donde nos encontremos. Tratemos de amar a los demás, a los prójimos que están a nuestro alrededor. Así podremos experimentar un efecto insólito e inesperado: nuestra alma se colmará de paz, de amor, y también de alegría pura, de luz. Enriquecidos por esta experiencia podremos ayudar más eficazmente a todos nuestros hermanos a encontrar motivos de felicidad entre las lágrimas, a transformar en serenidad lo que nos atormenta. Seremos así instrumentos de alegría para muchos, de felicidad, de esa felicidad a la que aspira todo corazón humano”3. 1
Cf. Juan 1, 12 y 1 Juan 3, 1. Cf. 1 Juan 4, 18. 3 C. Lubich, enero 1984. 2
Palabra vivida
Para un desarrollo sustentable de la comunidad Agustín es licenciado en Turismo y se especializó en Desarrollo Económico Local y busca aportar al turismo una mirada social. En los últimos 10 años, acompañó comunidades campesinas en su desarrollo integral y turístico, para que pudieran ofrecer hospedaje, gastronomía y actividades recreativas. Agustín aprendió mucho de esas comunidades: su relación con la naturaleza, el cuidado del medioambiente, el consumo responsable, una alimentación sana y un tratamiento de los residuos ecológico. En un momento en el que la industria turística sufrió los efectos devastadores de esta crisis, empezó a abrirse a otras posibilidades. Le pareció que había llegado el momento de lanzar una idea, que venía gestando, para fortalecer la comercialización de las actividades productivas que dan un sustento diario a las familias de las comunidades que viven del turismo. Nos comenta él mismo: “No sabía si era un capricho o era realmente el momento justo para emprender. Vivir en carne propia ese acto de fe que hace el emprendedor fue increíble y me dio el empujón para seguir. Desde hace un año tenía la idea de abrir un pequeño negocio, y la cuarentena fue el momento ideal para terminar de darle forma. La idea me surgió a partir de la inquietud de ser más responsable con los residuos que generamos en casa. Con mi esposa, cada vez encontramos más personas que quieren vivir en forma más sustentable, de modo que me fui entusiasmando. Mirando un poco más lejos, la encíclica Laudato Si’ y los grandes problemas ambientales me confirmaron que éste era el camino. Se trata de una pequeña tienda, “Desenvueltos Eco Almacén”, que busca
sensibilizar y ayudar a las personas a tener una vida más sustentable. Deseamos ser un puente entre emprendedores locales y consumidores, ofreciendo una posibilidad de compra responsable, generando la menor cantidad posible de residuos. Conseguimos un local que tiene un espacio que nos permitirá también dar charlas y compartir experiencias sobre sustentabilidad en la vida diaria, alimentación consciente y consumo responsable. En la tienda se puede comprar a granel alimentos, productos de limpieza y elementos de higiene personal amigables con el medio ambiente. Los clientes pueden llevar sus propios envases. En caso de no tenerlos, llevan la compra en bolsas de papel que se degradan fácilmente. Además, priorizamos la venta de productos locales, artículos de artesanos e
industriales que aportan a una vida más sustentable. Tiendas como estas ya existen en otras partes del mundo. Se las conoce como movimiento #zerowaste, del que tomé muchas ideas. Gracias a mi trabajo en turismo conozco a muchas personas que fabrican productos espectaculares, pero que siempre tienen dificultad para venderlos. La idea es que, en una relación de comercio justo, el nuestro sea un canal más de comercialización. En estos días, investigando, encontramos otras personas que hacen cosas muy innovadoras. Seguramente se irá construyendo una buena relación con ellos. Estoy convencido de que, también en tiempo de pandemia, se pueden hacer buenos negocios de una manera transparente, donde cada uno conozca los costos y la rentabilidad de cada bien o servicio”. Recogido por Gustavo E. Clariá Ciudad nueva - Mayo 2021
23
Focolares / Aportes
Ecología, una necesidad María Florencia Decarlini y María Alejandra Herrero
El rol clave de los habitantes de la Casa Común Los cambios en los modelo económico-productivos, en los estilos de vida, en la educación y en la impostergable acción de los Estados son necesidades ineludibles para intentar recuperar la sostenibilidad del planeta. Se impone una mirada integradora
Nos encontramos hoy ante una encrucijada histórica, nunca antes vivida por la humanidad. Hemos devastado el planeta al punto de que la Tierra ya no es capaz, por sí misma, de equilibrar los daños infligidos por la actividad humana. Si no tomamos las medidas necesarias y urgentes, llegaremos hasta la destrucción de nuestra Casa Común en poco tiempo. Es un hecho a la vista de todos que la crisis climática y la injusticia social siguen empeorando progresivamente y que el planeta está corriendo cada vez más rápido hacia un “punto de no retorno” por los efectos catastróficos del calentamiento global. El Papa Francisco en su Laudato Si’ lo describe perfectamente y nos hace un llamado a “escuchar tanto el clamor de la tierra, como el clamor de los pobres”.
Pero tanto el Covid-19, como el cambio climático y la destrucción ecológica, son síntomas de la enfermedad, más que la enfermedad en sí; son signos claros de que nuestra civilización no está en consonancia con nuestras realidades físicas y espirituales y necesita un cambio urgente. Deberíamos ser más conscientes de que la ecología es nuestra base de supervivencia. Es la naturaleza en su conjunto la que nos permite satisfacer nuestras necesidades básicas, de aire, de agua, de alimentos, de minerales y de todo aquello que precisamos para vivir. Si exageramos, si consumimos y destruimos todo el territorio a nuestra disposición se rompen las relaciones ecológicas, que significa quebrar los vínculos entre los seres vivos; en consecuencia, seremos los primeros en pagar el precio. La Tierra tiene límites y
nuestro crecimiento, tanto en términos de población como de necesidades tecnológicas y de materias primas, no puede ser infinito; la economía no puede tener un crecimiento infinito en un planeta finito. Solo comprendiendo esto, quizás podamos dar un paso evolutivo hacia un mundo verdaderamente sostenible. El entorno natural es sostenible. Cada ecosistema, de hecho, en su estado natural, logra un equilibrio dinámico que garantiza, en el tiempo, su supervivencia y por tanto su sostenibilidad. Tenemos entonces que reaccionar, alfabetizándonos en los temas ambientales, con la cooperación de todos. Es necesario integrar perspectivas ecológicas, sociales y económicas en un modelo de trabajo en el área económica, política y social único e integral, en contraposición a la visión actual que considera el ambiente como un recurso a explotar con fines de lucro económico. El abordaje transdisciplinario es un camino difícil, pero definitivamente es el que logra esta construcción común de conocimiento y lenguaje. ¿Cómo ponerlo en práctica? Es obvio que si tuviéramos la oportunidad de preguntar a los legisladores si están de acuerdo con las prácticas sostenibles tendríamos una respuesta unánime: ¡claro que sí! De hecho, se considera bueno y correcto. Los problemas surgen cuando se les pregunta qué quieren decir con sostenibilidad y cómo creen que se pueda lograr.
24
Ciudad nueva - Mayo 2021
La sostenibilidad debe tener en cuenta el aspecto económico, social y político de la vida comunitaria y no admite demoras. Los métodos y las técnicas para avanzar hacia la sostenibilidad ya existen y están disponibles, por lo que el problema ahora es la voluntad política de llevarlos a cabo. Se deben tomar acciones para educar a las nuevas generaciones en sintonía con el respeto por el ambiente pensando en una ecología integral y con pensamiento global, ya que “todo está íntimamente conectado”, como recuerda el Papa Francisco. La protección del medioambiente, la reducción de los residuos, la eficiencia energética, los componentes demográficos y humanos, la planificación urbana, la producción de alimentos que preserve sus bases biológicas, el consumo responsable, los modelos de gestión y organización (ciudades inteligentes) y, de manera más general, la sostenibilidad, son ahora fuerzas impulsoras de una nueva fase de crecimiento, o más bien de desarrollo consciente, a nivel mundial.
Debemos pensar y relacionarnos de manera diferente, entre nosotros y con el planeta. Necesitamos recuperar la sabiduría antigua que hemos olvidado, necesitamos descubrir nuevas formas y nuevas ideas que nos ayuden a avanzar hacia el nuevo paradigma. Porque si bien el conocimiento técnico es esencial, para cambiar el paradigma debemos ir más allá, hacia la sabiduría. Esto implica una serie de modificaciones en la “mentalidad”: un cambio cultural. El Papa Francisco, en la encíclica Laudato Si’ y ahora en Fratelli Tutti, ha hecho una enorme contribución a este impostergable cambio de paradigma. Nos habla de la necesidad de pensar en disciplinas diferentes, de adoptar una perspectiva integral que involucre creencias y ciencia, y de la necesidad de participar en cambios contraculturales para combatir nuestra cultura del descarte. Entre el 23 y el 25 de octubre pasados, tuvo lugar en Roma y fue transmitido a todas las latitudes y traducido a cinco idiomas, el congreso “Nuevos ca-
minos hacia una ecología integral. Cinco años después de la Laudato Si’”. Dicho evento dio un aporte importante a este camino de reflexión con ponencias y experiencias realizadas justamente desde disciplinas diferentes, y que pusieron de relieve la riqueza de esta posible cooperación e integración entre las ciencias ambientales, la tecnología, la economía, la sociología, y –por qué no– también la teología. En una de las intervenciones, la académica y activista escocesa-irlandesa Lorna Gold hablaba de que es posible identificar cuatro mentalidades interconectadas, que el Papa Francisco señala en la Laudato Si’, que impulsan sistemáticamente estilos de vida y políticas insostenibles. Estas mentalidades son tan omnipresentes en nuestra cultura occidental que se dan por sentadas en muchas de nuestras políticas y acuerdos institucionales a nivel global. Tenemos que hacer algunas transiciones interesantes: pasar de la búsqueda del provecho a la lógica del don, del pensamiento cerrado a la transdisciplinaridad, de los razonamientos a breve término, a miradas que incluyan a las futuras generaciones, del localismo a la fraternidad universal. Por lo tanto, si logramos detener esta loca carrera hacia la destrucción será solo porque cada uno de nosotros se habrá dado cuenta de lo que realmente está sucediendo. Será solo porque cada uno de nosotros, con sus propias elecciones de consumo, de voto y de estilo de vida, obligará a los ricos a no explotar más nuestro planeta, obligará a las empresas a ser verdaderamente sostenibles, forzará a la innovación tecnológica para que sirva al bien común, obligará al mercado a respetar nuestra calidad de vida imponiendo a la política para que se convierta en un auténtico garante. En una casa común, el futuro es común y depende solo de quienes viven en ella. * Las autoras son doctora en Bioquímica, docente e investigadora en Química verde (Decarlini) e ingeniera agrónoma y doctora en Salud Ambiental (Herrero). Ciudad nueva - Mayo 2021
25
Todos hermanos
Una guía de lectura de Fratelli Tutti / 2 Vera Araújo
Un extraño en el camino
Agustin de la Torre
En el intento de buscar una luz en medio de lo que estamos viviendo, y antes de plantear algunas líneas de acción, propongo dedicar un capítulo a una parábola dicha por Jesucristo hace dos mil años. (56) Jesús cuenta que había un hombre herido, tirado en el camino, que había sido asaltado. Pasaron varios a su lado pero huyeron, no se detuvieron. (…) Uno se detuvo, le regaló cercanía, lo curó con sus propias manos, puso también dinero de su bolsillo y se ocupó de él. Sobre todo, le dio algo que en este mundo ansioso retaceamos tanto: le dio su tiempo. (63) ¿Con quién te identificas? (...) Digámoslo, hemos crecido en muchos aspectos, aunque somos analfabetos en acompañar, cuidar y sostener a los más frágiles y débiles de nuestras sociedades desarrolladas. (64) Miremos el modelo del buen samaritano. Es un texto que nos invita a que
26
Ciudad nueva - Mayo 2021
resurja nuestra vocación de ciudadanos del propio país y del mundo entero, constructores de un nuevo vínculo social. Es un llamado siempre nuevo, aunque está escrito como ley fundamental de nuestro ser: que la sociedad se encamine a la prosecución del bien común y, a partir de esta finalidad, reconstruya una y otra vez su orden político y social, su tejido de relaciones, su proyecto humano. Con sus gestos, el buen samaritano reflejó que “la existencia de cada uno de nosotros está ligada a la de los demás: la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentro”. (66) El relato (…) nos revela una característica esencial del ser humano, tantas veces olvidada: hemos sido hechos para la plenitud que sólo se alcanza en el amor. No es una opción posible vivir indiferentes ante el dolor, no podemos dejar que nadie quede “a un costado de la vida”. Esto nos debe in-
dignar, hasta hacernos bajar de nuestra serenidad para alterarnos por el sufrimiento humano. Eso es dignidad. (68) Cada día se nos ofrece una nueva oportunidad, una etapa nueva. (…) Gozamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos y transformaciones. Seamos parte activa en la rehabilitación y el auxilio de las sociedades heridas. (77) Jesús propuso esta parábola para responder a una pregunta: ¿Quién es mi prójimo? (80) Para volverse cercano y presente [el buen samaritano] atravesó todas las barreras culturales e históricas. La conclusión de Jesús es un pedido: “Tienes que ir y hacer lo mismo” (Lc 10,37). Es decir, nos interpela a dejar de lado toda diferencia y, ante el sufrimiento, volvernos cercanos a cualquiera. (81) Papa Francisco, encíclica Fratelli Tutti
Los heridos a la vera del camino de las sociedades actuales no se pueden contar. Son innumerables, y cargan todo el peso de las desigualdades que llevan a la exclusión. Esta es una vieja característica de nuestros países, construida a lo largo de los siglos por opciones políticas selectivas y por posiciones ideológicas distorsionadas. Llegó el momento de revertir este proceso injusto y deshumano. El Papa Francisco indica el único camino realmente posible y transformador, porque va a la raíz del problema: el amor. Es necesario emigrar del individualismo enfermizo y separador hacia la vivencia comunitaria sana e inclusiva. Es el momento del descubrimiento liberador del “otro” visto como “hermano”. Esta nueva postura comienza con aquel del cual me hago “prójimo” en mi cotidianidad hasta llegar a mi posicionamiento de ciudadano. Por tanto, a mis opciones políticas, económicas y culturales. La indiferencia que caracteriza este tiempo nuestro, y que nos lleva a esta
sensación de soledad global, debe dar lugar a un profundo sentido de solidaridad, de vecindad, de proximidad. Es necesario experimentar cuánto esta opción es liberadora y es causa de paz interior y exterior. Se necesita dar el primer paso al encuentro del hermano que sufre, sea quien sea, incluso si fuera un enemigo, y se abrirán las puertas, los portones de una sociedad diferente de aquella que conocemos. Basta comenzar con un pequeño paso, con una mirada, con un pequeño gesto para desencadenar una eficaz transformación de la vida social, de sus raíces y de sus construcciones institucionales. Ese es el kairós, el tiempo oportuno, el tiempo de la siembra, si queremos evitar el fin traumático de una civilización. La historia dice que ya sucedió en épocas pasadas y que la reconstrucción fue lenta, lentísima. Hoy, podemos vislumbrar el fin total. Existen instrumentos para la destrucción del planeta. El Papa Francisco cree en nuestra capacidad de revertir el rumbo de la historia.
Varun Kulkarni from Pixabay
Ciudad nueva - Mayo 2021
27
Vida sana
Oportunidades de la naturaleza
María Belén Galeano
El círculo virtuoso de la agricultura urbana Ambientalismo, economía, aprendizaje y comunidad, a través de la agricultura urbana. Una solución de bajo costo que puede aliviar las necesidades nutricionales y económicas incluso en los centros urbanos. Algunas iniciativas paraguayas
gentileza Guerrilla Verde
Los seres humanos poseemos la cualidad del contacto con el entorno y con la comunidad. La tierra fue desde el inicio de la civilización el recurso más propicio para ello. Pero ¿cómo mantener el contacto con la tierra si crecen las ciudades y se reducen los espacios? Pareciera que los medios de producción predeterminaran que el suelo natural esté cada vez más lejos de nuestros pies. Y si a todo esto se le suma una nueva enfermedad esparcida por todo el mundo, que afecta todos los aspectos sociales y económicos (y, por ende al consumo)... Todo lo que nace de las semillas En 2016, el ingeniero agrónomo, José Mingo y su esposa concretaban una ini-
28
Ciudad nueva - Mayo 2021
ciativa de producción natural de alimentos en Palma Loma, un barrio de la pintoresca ciudad de Luque, a 15 km de Asunción. Todo comenzó con algunos árboles de acerola (fruta pequeña y roja de agradable aroma e intenso sabor) y cítricos, con los que se fue fomentando de a poco una cultura de producción verde y de consumo consciente en el barrio. “Esto permite una economía circular: permite que los excedentes puedan ser utilizados, ‘industrializados’. Estos espacios proporcionan un ambiente que contribuye a una vida favorable para el ser humano y otros animales”, indicó el educador agrario a Ciudad nueva. Mingo se desempeñó como director de Educación Agraria del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Hoy, ya
jubilado, mantiene la creencia de que la educación agraria debe ser un asunto de todos los paraguayos, tanto del sector campesino como urbano, como un derecho a ser cumplido y a fomentarse como política pública. Ya antes de la pandemia y hasta hoy, mediante capacitaciones y diálogos promueve junto a su esposa las huertas verticales y el cultivo de árboles frutales. “Verticales” se refiere a que el cultivo se realiza en espacios más reducidos -los espacios urbanos- y con recursos naturales o reciclados. Por ejemplo, en botellas de plástico cortadas, en neumáticos, o aprovechando la sombra de los árboles en lugar de telas de media sombra. Además, el agrónomo recalca que las plantas también absorben el anhídrido carbónico, tan importante para la calidad del aire que respiramos. En 2020, por prevención, las capacitaciones presenciales fueron suspendidas en contexto de pandemia, pero gracias a la tecnología se implementó un conversatorio constante de conocimiento colectivo. “En primer lugar, somos personas que aprendemos y enseñamos. En segundo lugar, investigamos (la ciencia también tiene mucho que ver). ¿Cómo se aprende?, ¿cómo se investiga?. Por prueba y error. En tercer lugar, se comunica a la comunidad el nuevo conocimiento adquirido. Es conocimiento para la gente”. De este modo, se crea comunidad. Una comunidad que se va extendiendo cada vez más. En el desarrollo de su iniciativa, este educador agrario conoció al arquitecto e historiador Jorge Rubiani. Rubiani pre-
sentó un proyecto de gran envergadura. Al hablar de esto, enfatizó en la importancia de las redes consensuadas de trabajo, que se consolidan solo gracias al apoyo de varios nodos. Un proyecto a tener en cuenta Durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, en 1992, ya se avisoraban los problemas de alimentación saludable que tendría la humanidad. El proyecto de alimentación saludable con agricultura urbana, presentado por Jorge Rubiani, fue de los más compatibles respecto a la problemática, y se presentó al Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El planteo tuvo en cuenta la migración de la población del campo a la ciudad y el aumento de los cinturones de pobreza en urbanizaciones sin suelo extenso para el cultivo y el autosustento. La agricultura urbana en espacios reducidos (canteros, balcones, espacios verticales) se vio como una solución, sobre todo para familias que deben acudir a recursos de sobrevivencia extremos en un contexto de dispersión de sus miembros en múltiples actividades laborales informales, que involucran inclusive a los niños. El proyecto permitiría, además de una alimentación más saludable, la reducción de la pobreza y de la marginalidad, el fortalecimiento de los núcleos familiares, la mejora de las condiciones ambientales y funcionales de la ciudad, la mejora de los índices de rentabilidad laboral y que numerosas familias inicien una comercialización cooperativa comunitaria y recuperen la ancestral y necesaria relación de los hombres con el suelo y con los ciclos de la naturaleza. Pero “tenemos una hostil oposición a todo lo que no conocemos”, indicó el arquitecto e historiador. “Sin embargo, en Paraguay siempre hubo una vocación histórica y cultural hortelana, en las mismas casonas del centro asunceno”, concluye. El proyecto fue un éxito rotundo en el extranjero, mientras que no fue bien considerado por el ministro de Agricultura del Paraguay.
“En las etapas que afectan a lo poblacional”, nos explica Rubiani, el proyecto iba a extenderse también a otros puntos del país, no solo a la urbe de Asunción, con capacitaciones y asistencia técnica”. También José Mingo está convencido de que la clase política podría apoyar más. “No con dinero, sino tomando esto como políticas de bienestar. El problema”, ilustra, “es de mentalidad. Para las universidades económicamente más sólidas, el costo de investigación de las huertas urbanas sería bastante bajo. También es una decisión política el salir de la oficina para ver la decisión del otro”. No dejemos de construir el cambio La pandemia nos advirtió de lo importante que es atender estas iniciativas, así como lo hizo de forma particular Roberto Núñez, un joven asunceno que desde mayo de 2020 se movilizó para compartir con familias de los bañados Norte y Sur sus conocimientos, adquiridos inicialmente por pasatiempo durante la cuarentena. “En mi casa me decían: ¿qué vas a hacer con tantas plantas? Primero se me ocurrió guardarlas. Pero después pensé: no, acá hay que ayudar a la gente. A finales de mayo contacté con la coordi-
nadora de las ollas populares y fuimos a experimentar”. Desde entonces y durante los siguientes meses, los sábados de siete de la mañana a una de la tarde los dedicó a preparar de a pequeños pasos algo que sería de gran importancia para la alimentación y la economía familiar de los bañadenses. Se recibieron muchas donaciones y se iniciaron talleres de cultivo y compost. Las actividades promovían reciclaje y cooperación. Si no alcanzaban los semilleros, los cortaban a la mitad y en diálogo se compartían conocimientos sobre los procedimientos más efectivos para los distintos productos. Se trabajaba con distintas variedades de lechugas, rúculas y otras hojas verdes, batatas, cebollas, tomates cherry. Las mujeres y los niños eran los más comprometidos. La iniciativa de Roberto fue presentada como proyecto de la organización Guerrilla Verde para los premios del concurso Moirū (en guaraní, “acompañar”) que promueve la innovación con una perspectiva comunitaria. El emprendimiento ganó uno de los lugares entre las cinco mejores ideas, recibiendo un capital de 5.000 dólares para generar trabajo, autosustento sostenible y empoderamiento de las mujeres bañadenses.
gentileza Guerrilla Verde
Ciudad nueva - Mayo 2021
29
Arte & Espectáculo por Claudio Larrique Cine ������������������������������������������������������������������������������������������������������������
Valores de los Oscar 2021 Una época atípica, terriblemente marcada por la pandemia, solo podía tener una edición de los premios Oscar atípica. Ya lo vimos el año pasado: invitados distanciados, números de escenario restringidos y mucho video, ya sea en vivo o pregrabado. El escenario también es diferente: salen de la escena los grandes teatros y entran amplios espacios abiertos. Entre ellos, la hermosa estación de tren de Los Ángeles fue elegida para albergar la siempre mediática ceremonia. Es cierto que Estados Unidos se encuentra en otra etapa de la pandemia, lo que debería brindar un ambiente más liviano y positivo a la gala. Allí la tasa de inmunización de la población es digna de la fortaleza económica del país. En cualquier caso, ya es un Oscar histórico, impregnado del contexto global de una tragedia sin precedentes. Al momento de cerrar esta edición, aún intrigaba cómo los productores podrían captar la atención de una audiencia de millones de personas el 25 de abril. La gala de los Globos de Oro fue un fiasco. Veremos si los Oscar pueden emocionar. Lo que es un hecho, y muy emocionante, es la lista de nominados en esta 93° edición de la fiesta. Si en 2020 el Oscar ya apuntaba a una apertura de carácter geográfico, de género e identitario, este año tenemos la consagración de la diversidad en la composición de los posibles ganadores. No solo parece contemplarse el déficit racial, con más negros compitiendo, sino también la brecha entre los sexos, con una presencia ampliada de mujeres. Entre los nominados, en efecto hay más de 70. Ade-
30
Ciudad nueva - Mayo 2021
más de la presión política, esta pluralidad lograda es también resultado de un cambio en el perfil de la Academia, ahora menos blanca y masculina. Un punto para el Oscar. La gran sensación de esta temporada, en la que las salas de cine se repartieron el espacio con las pantallas de las casas, debería ser Nomadland, una película de la joven china Chloé Zhao. Su fundamento es documental, ya que muestra a la generación de estadounidenses que deambulan por el país en busca de trabajo y que viven en casas rodantes, sin residencia fija. ¿Sería el fin del “sueño americano”? La actriz Frances McDormand es otra pieza importante en una película de tono intimista, pero épica en su “densidad emocional”. La detentora del récord de nominaciones, Mank, también es una gran película, quizás la más brillante
entre sus pares. A Hollywood le gusta hablar de sí mismo, y éste es el caso: los bastidores de la obra maestra Ciudadano Kane, a partir de la figura de su guionista Herman Mankiewicz. Quizás el momento no ayude a que sea premiada, ya que, cómo mencionamos, los Oscar quieren ser reconocidos por una mirada cada vez más cosmopolita. Del grupo que también compite por el premio principal -a la mejor película- Minari, la historia de mi familia es otra buena sorpresa y vuelve a poner a Corea del Sur en el centro de la atención, después de la sensación de Parásitos en 2020. Solo que ahora el foco son los inmigrantes y la dificultad de adaptarse en tierras extranjeras (que, en la historia, son Estados Unidos, tierra del director, Lee Isaac Chung). Sound of Metal es otro excelente ejemplo de esta cosecha de películas de los Oscar. Un músico que pierde la audición y necesita reconfigurar su existencia es la historia que presenta el director Darius Marder. Con un diferencial importante: un extraordinario trabajo de edición permite al espectador experimentar la sensación de ausencia de sonido. O su casi presencia. Está disponible en el catálogo de Amazon Prime. Para completar, están las películas más políticas, Judas y el Mesías Negro, sobre un infiltrado en el grupo Panteras Negras, y El juicio de los siete de Chicago, sobre la famosa protesta contra la Guerra de Vietnam. ¡Ambas geniales! Y, todavía, Hermosa venganza, un retrato ácido y explosivo de la cultura machista. Es un suspenso de tono sádico, si podemos definirlo así. En fin: un Oscar muy consistente desde el punto de vista cinematográfico. Emanuel Bomfim (Excelente calidad)
Cine ������������������������������������������������������������������������������������������������������������
Buñuel en el laberinto de las tortugas España, 2018. Animación. Dirección: Salvador Simó Busom. Voces de Jorge Usón, Fernando Ramos, Luis Enrique de Tomás, Cyril Corral y Javier Balas. 1 h 26’ Basada en hechos reales, esta obra narra los sucesos ocurridos al cineasta español Luis Buñuel junto su amigo Ramón Asín durante la filmación de su documental Las Hurdes, tierra sin pan (1933) considerado uno de los más polémicos del género, especialmente durante la época en que fue estrenado. Esta película, que combina drama y humor, es una recreación animada, aunque deja ver fragmentos del mencionado documental, así como imágenes inéditas que no fueron incluidas en el montaje final de esa obra de Buñuel. Es así que todo este compendio nos muestra a un Buñuel entusiasta y proactivo, a la vez que impulsivo e irónico, que pone muchas veces a prueba la amistad de sus amigos que lo acompañan en la realización. Todo lo que el director se proponía de manera
segura y decidida era mostrar la desolada realidad del pueblo de Las Hurdes, aislado casi por completo del exterior y con una forma de vida muy precaria. No es de sorprenderse que cuando fue estrenado el documental, fuera inmediatamente prohibida su exhibición. Los fanáticos del séptimo arte sabrán que Luis Buñuel fue sin dudas un cineasta poco comprendido en su época por el público general. Aun así, nunca le faltaron admiradores. Hoy, esta obra
rinde homenaje a su peculiar forma de ver y hacer cine. Buñuel en el laberinto de las tortugas fue ganadora en la categoría Mejor Película de Animación en los Premios Goya, en los del Cine Europeo y en los Platino al cine iberoamericano. Además, compitió para el Oscar 2020 en la misma categoría. Monse Cantero (Fascinante)
Libro ������������������������������������������������������������������������������������������������������������
El hotel de los animales Jean Garrigue / Ed. La Bestia Equilátera / Buenos Aires, 2020 Había una vez una osa, ya no joven pero aún llena de energía y autoridad, que regenteaba un hotel donde diversos animales del bosque retirados de sus habituales actividades habían encontrado un hogar bien administrado y tranquilo donde pasar sus años de vejez. La osa era exigente: no permitía la falta de orden y de limpieza, requería que se respetaran los horarios fijados y el pago a tiempo de las mensualidades. Por la noche, antes de retirarse a descansar, después de las actividades, todos se reunían felices en torno a ella e intercambiaban recuerdos e impresiones. Pero la historia de la osa era para sus huéspedes un gran misterio. Poco y nada sabían de su vida, salvo que no soportaba a los caballos. Jean Garrigue (1914-1972) fue una reconocida poeta norteamericana y este fue su único y curioso texto en prosa. La escritura de esta fábula tiene acentos bucólicos y la pintura de los animales es muy simpática. La autora encontró el género adecuado para esta original narración. Para la crítica “su fórmula es la de escribir frases siempre
perfectas, con una gran elegancia verbal y un torrente de ingenio inigualable”. Se señala que es “diáfana, fulgurante, impredecible, auténtica maravilla de estilo” y que su lectura “prodiga el
extraño hechizo de estar frente a una milagrosa inspiración”. En rigor, los animales del hotel no eran muchos, “solamente algún topo, una ardilla listada, un gato, pájaros diversos, una oveja y un ciervo. Avispas y abejas, también residentes, no contaban, puesto que eran innumerables”. Curiosamente, aunque la osa no perdía ocasión de manifestar su desprecio por los caballos, cuando aparecieron las huellas de un potrillo que merodeaba el hotel, ella salió tras él y, al poco tiempo desaparecieron juntos. La inquietud de los huéspedes es enorme. Primero se deprimen y descuidan los arreglos de la casa. Luego, pensando que cuando la osa decida volver deberá encontrarlos bien dispuestos, se ponen manos a la obra con responsabilidad. En efecto, al tiempo, cansada y demostrando haber pasado penurias, la osa regresa. Pero no podemos avanzar con el argumento porque luego llegará la explicación a los misterios en torno a la osa, y eso está reservado a ustedes. A disfrutar la lectura. José María Poirier (Muy logrado y muy bien escrito)
Ciudad nueva - Mayo 2021
31
Focolares
Espiritualidad Sonia Vargas Andrade
Educar para lo difícil En 1997 Chiara Lubich recibe su primer doctorado honoris causa en América Latina. Fue en la Ciudad de México y nada menos que en filosofía. De allí en adelante se sucedieron una serie de doctorados que pusieron en evidencia que el carisma de la unidad no solo ilumina la vida espiritual sino también el mundo de la cultura. Este mes queremos comenzar recordando la lectio magistralis que Chiara dio cuando recibió el doctorado honoris causa en pedagogía. Allí realiza un recorrido de los puntos de la espiritualidad de comunión propia del carisma y algunos aspectos de la pedagogía. Sin duda la intuición lubichiana de “educar para lo difícil” nos coloca en la justa posición pedagógica de educarnos y de educar con una mirada sana no solo a las alegrías de la vida sino también a las dificultades.
¿Quién es Jesús Abandonado, por el cual hemos decidido tener un “amor preferencial”? Es la figura del ignorante, pregunta: ¿por qué? Su ignorancia es la más trágica, su pregunta, la más dramática. Es la figura del mísero, del inadaptado, del discapacitado, del no amado, del descuidado, del marginado, de todas aquellas realidades/ experiencias humanas y sociales en las cuales –más que en otras– se requiere una urgente y especial necesidad de educación. Jesús Abandonado es el paradigma de quien, carente de todo, necesita la ayuda de alguien que le dé todo y haga todo por él. Por eso es también la idea/límite, el parámetro del educando, que postula la responsabilidad del educador. Por eso Él nos
32
Ciudad nueva - Mayo 2021
indica el límite sin límites de esa necesidad y, al mismo tiempo, el límite sin límites de nuestra responsabilidad en la ayuda y en la educación. Pero Jesús Abandonado, que ha superado su infinito dolor añadiendo: “En tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu” (Lucas 23, 46), nos enseña también a ver la dificultad, el obstáculo, la prueba, el compromiso, el error, el fracaso, el dolor, como algo que afrontar, amar, superar. Generalmente nosotros, hombres, en cualquier campo de actividad, intentamos por todos los medios evitar esas experiencias. También en el campo educativo –de muchas maneras– con formas de hiperprotección, se tiende a preservar a los menores de cualquier dificultad, acostumbrándolos a ver la vida
como un camino en bajada, fácil, cómodo. En realidad, se los deja en una inquietud ante las inevitables pruebas de la vida y, sobre todo, pasivos y reacios a las responsabilidades que cada ser humano debe asumir ante sí mismo, ante el prójimo y la sociedad. En cambio, para nosotros por la elección de Jesús Abandonado, cada dificultad es amada y afrontada. La educación para lo difícil, como tarea que involucra tanto al educando como al educador, es otro punto fundamental de nuestra pedagogía1. Chiara Lubich Lectio magistralis, Catholic University of America, Washington (Estados Unidos), 10.11.2000.
1
Un hecho en fotos
FB Nova Innovation
En la isla de Yell, en las Shetland escocesas, se ha instalado el primer punto de carga para automóviles eléctricos alimentado por energía obtenida de las corrientes marinas del mundo. Las islas llevan años utilizando las olas para alimentar energéticamente a los hogares, gracias a la electricidad que proporcionan las turbinas submarinas impulsadas por la marea, y esta nueva tecnología ahora se ha adaptado para recargar las baterías de los vehículos. Se han instalado cuatro turbinas submarinas de 100 Kw en en fondo marino en las cercanías de la costa. La energía producida se almacena en un acumulador estático en el suelo. El flujo y reflujo de la marea en la zona se repite cada seis horas y la acumulación durante los picos de generación permite un suministro constante a la red local. La idea de la empresa que patentó este sistema, Nova Innovation, nació de la intuición de dos socios que en 2010 comenzaron a desarrollar este tipo de turbinas en un garaje. En 2014 instalaron el primer generador y en 2017, con la ayuda de Tesla, completaron el primer campo de generación de energía marina del mundo conectado a la red, en la isla de Yell. Fuente: mezzopieno-news/Nova Innovation
FB Nova Innovation Ciudad nueva - Mayo 2021 33
34
Ciudad nueva - Mayo 2021