Mundo
Guerra en el Congo Guido Barbera*
Minerales clandestinos ¿Qué podemos hacer para detener el conflicto armado en torno a los recursos minerales que asola a la República Democrática del Congo?
El sacrificio de la vida del embajador Luca Attanasio, del militar Vittorio Iacovacci y del chofer Mustapha Milambo, asesinados el pasado 22 de febrero mientras intentaban ayudar a la población agobiada por los conflictos en la región de Kivu Norte, nos invita a abrir los ojos al vínculo que existe entre nuestra forma de vida y lo que sucede en la República Democrática del Congo. Cada uno de nosotros utiliza en promedio su smartphone entre 4 y 7 horas al día. Mientras miramos las selfies o las fotos que tomamos, o nos comunicamos en las redes sociales, conversamos con amigos o hablamos de negocios o trabajo, nadie ve ni se da cuenta de lo que hay dentro de ese pequeño dispositivo: ¡una guerra! o, más bien, ¡muchas guerras! No lo vemos porque no sabemos que para producir y hacer funcionar estas pequeñas herramientas necesitamos tantalio, casiterita y wolframita: minerales desconocidos, escondidos en
chips y componentes, que provienen de áreas en cruel conflicto armado y son básicamente las causas de esas guerras. Bienes tan valiosos deberían ser una bendición. En cambio, para muchos niños y adultos en el Congo y en muchos otros países, se han convertido en la mayor de las maldiciones, debido a la falta de normativas, de regulación y de control con respecto a la extracción de estos minerales y a sus métodos. Quienes los extraen -adultos pero también niñossuelen hacerlo cavando con las manos desnudas, lo que provoca deslizamientos de tierra y accidentes diarios. Todos los días mueren decenas de niños en la indiferencia y en el silencio total. La edad de los niños que comienzan a trabajar en esas minas baja de año en año. Los niños que inician a cavar a los 7-8 años, después de 10 años de trabajo ya son mayores, y debido a la radioactividad de los minerales desarrollan enfermedades del sistema linfático
El embajador de Italia, Luca Attanasio, asesinado por un comando terrorista junto a dos miembros de su delegación, el pasado 22 de febrero.
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Ciudad nueva - Mayo 2021
que provocan la muerte. Las guerras desarrolladas en torno al acaparamiento de coltán y de los minerales que hemos mencionado, han provocado hasta ahora más de 11 millones de muertos y una multitud de niños soldados que, cuando no están luchando, cavan la tierra en busca de minerales. Es parte de lo que el Papa Francisco llama la “Tercera Guerra Mundial por partes”. Más del 60 % de los yacimientos de coltán planetarios se encuentra en la República Democrática del Congo y la materia prima se extrae en nombre de multinacionales (incluidas Apple, Sony y Microsoft) que, a pesar de los llamamientos de la ONU, todavía no controlan su cadena de suministro. Es la new economy de la electrónica y de las telecomunicaciones lo que hace que estos materiales sean indispensables. Son las riquezas y no la pobreza de África la causa de guerras, conflictos y violencias... y extienden sus raíces en los intereses económicos e industriales de grandes multinacionales de otros países. Son empresas transnacionales que controlan los recursos a menudo sin respetar ni siquiera los