Cartagena Semana Santa 2019
Estamos perdiendo el tiempo el conjunto de capa y fajín que lució durante la segunda mitad del siglo XX la imagen de San Juan Evangelista de la cofradía morada. Un patrimonio que ha salido en los dos últimos siglos, de las manos de las artesanas del Asilo San Miguel, de las de Consuelo Escámez, Anita Vivancos, Isabel Manrubia, María Dolores Sánchez, Salvadora Hodar Torregosa, Manoli Oliver, Fuensanta Jiménez, Encarna Bruna García de las Bayonas, Carmen Morales, Maribel Pan y Antonia Sánchez entre otras muchas, y algunas obras de las manos de hombres como Francisco Rabanell, que realizó el Sudario Fundacional de la Cofradía Marraja, o Tomás Valcárcel Deza, que realizó la antigua capa de San Pedro para la Cofradía California. Todos ellos han contribuido a dejar en el seno de las cofradías cartageneras, el impresionante Patrimonio; el legado que nos han dejado y que en menor medida nos siguen dejando las que todavía están activas, que ya son pocas pues los años no pasan en balde para nadie, aunque sí es cierto que durante el XX, la labor de las bordadoras fue continuado, donde disponíamos de un gran número de artesanas, también aprendices que con los años se convertirían en artesanas, e incluso disponíamos de talleres, como el de la Sociedad Económica Amigos del País, pero hoy en día el “Bordado Cartagena” está pasando uno de sus peores momentos, todo ello a causa de los nuevos tiempos, donde las artesanías, los oficios, están desapareciendo, pues la sociedad de hoy en día, demanda otra serie de cosas. La globalización, la ley de la oferta y la demanda y unas nuevas generaciones a las que este tipo de Oficios/Artesanías no les llama la atención, han puesto en jaque a algo tan nuestro, tan de nuestra tierra como el “Bordado Cartagena”; y así lo confirmaron en la última Mesa redonda que sobre este asunto realizó la Agrupación de San Juan Evangelista de la Cofradía Marraja, las bordadoras Encarna Bruna y Carmen Morales, salidas ambas de los talleres de la Sociedad Económica, tal como nos contaban ellas mismas hace unos días, talleres como ese que hoy en día ya no existen, donde podríamos enseñar a aquellas personas, que son pocas, esa es la verdad, que quieran aprender este oficio.
Sudario Piedad bordado por Anita Vivancos en 1953. Dibujo de Balbino de la Cerra. Foto: Juan Luis Aguirre de la Monja.
Orden, luz y flor, han sido desde siempre los pilares esenciales en nuestros desfiles pasionarios, cualidades estas, que a lo largo de los años han contribuido a que nuestras procesiones sean únicas dentro de la geografía nacional y de las pocas que han adquirido la denominación de “Interés turístico Internacional”. Con el paso de los años se le ha dado la importancia necesaria también a la Música. En los últimos años desde esta cofradía, se han realizado amplios estudios en esta materia, dando lugar a la recuperación y reinterpretación de marchas procesionales que antiguamente se tocaban en nuestros desfiles y se habían dejado de tocar, incluso dentro de la formación cofrade se han incluido conferencias, donde se ha puesto en conocimiento esas marchas que se desconocían con el fin de que sepamos algo más de nuestra historia, finalizando con la edición del Cd por parte de la Cofradía titulado “Memoria Musical del Viernes Santo”.
No hace mucho leía en prensa, que la ciudad vecina de Lorca, que tenía el mismo problema que tenemos nosotros, estaba intentando que este oficio pudiera ser incluido como formación profesional, de modo que se incentivara a los jóvenes que estuvieran interesados, a adquirir los conocimientos necesarios en materia de bordado teniendo la tranquilidad de que todo ese tiempo dedicado le proporcionaría una titulación oficial y la posibilidad de entrar en el mercado laboral. En la mencionada mesa redonda participó el vicepresidente primero de la Hermandad de los Labradores (paso azul) de Lorca, D. Santiago Parra Soriano, en la cual nos comentó como ellos habían creado un Taller de Bordado en el seno de la Hermandad y comentaba tener 12 bordadoras en plantilla las cuales, realizaban en jornadas de 8 horas los trabajos necesarios para la hermandad de un año para otro. Es cierto que del asunto de la formación profesional realmente no comentó nada, de lo que se deduce que esta encima de la mesa, pero no se sabe cuándo podría ver la luz, ni siquiera si verá la luz.
Pues bien, ahora le ha tocado al Bordado Cartagenero denominado “Bordado Cartagena”, que no es más que el arte de plasmar un dibujo en papel, directamente en una tela, normalmente raso o terciopelo, empleando hilos de oro y de plata en sus distintas variedades y entremezclándolo con distintos tipos de pedrería (perlas, cristal engarzado, etc.); a diferencia de otros donde las piezas se hacen por un lado y luego se superpone sobre la tela en cuestión. En nuestra semana santa tenemos el honor de disponer de algunas de las mejores obras de bordado de su época. En el conjunto de nuestro patrimonio contamos con piezas que han sido premios nacionales de Artesanía, citando entre otras, el sudario (estandarte) de la agrupación de la Santísima Virgen de la Piedad o
COFRADÍA MARRAJA 60