PABLO RODRÍGUEZ -THORICES ARROYO
PRÍNCIPE DE ASTURIAS
En el año 2005, en mi artículo La mar océana que escribí para la revista Mazagón en fiestas comenté, brevemente porque no me interesaba profundizar en el tema, el naufragio del transatlántico español Príncipe de Asturias. Sin embargo, varios años después y a partir de la lectura de dos interesantes novelas históricas sobre el hundimiento del Príncipe de Asturias; Naufragio, de Francisco García Novell y Tengo en mí todos los sueños del mundo, de Jorge Díaz, se despertó en mí un gran interés por saber más sobre el naufragio del Príncipe de Asturias. Pocos conocen que España tuvo su propio Titanic; es decir, una tragedia náutica de un barco mercantil de grandes dimensiones… Así comienza Pablo Villarrubia Mauso su libro 1916: El ‘Titanic’ español, un completo y apasionante reportaje de investigación. El libro comienza con el relato del naufragio, poniendo nombre y cara a los protagonistas de la tragedia. A continuación nos sitúa en el contexto histórico para comprender las motivaciones
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de los pasajeros del trasatlántico y los posibles polizones, identificando a tripulación y pasaje; lo que da una dimensión más humana al relato y lo convierte en una experiencia más humana e impactante. Las vidas de muchas víctimas y supervivientes del Príncipe de Asturias han podido ser reconstruidas gracias a la persistente labor de investigadores y escritores como José Carlos Silvares (desde Santos, Brasil), el perito náutico Fernando José García Echegoyen y, principalmente, por Francisco García Novell que, desde hace años, realiza un meticuloso rastreo de descendientes de aquellos que viajaron en el último y fatídico viaje del trasatlántico español. Se llamaba Príncipe de Asturias en homenaje al infante Alfonso de Borbón y Battenberg, heredero del trono de España, y era un verdadero hotel flotante, lujoso y moderno para su época.