COLUM NA IN TER NACIONA L I ACLE
IMAGEN ÓPTICA )) PERIODISMO CON VISIÓN CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN CONTACTOLOGÍA PARTE 90
HIPOXIA CORNEAL Lic. Opt. Rubén Velázquez Guerrero, FIACLE Coordinador de IACLE México
ualquier reducción en la cantidad de oxígeno disponible en un tejido metabólicamente activo puede alterar significativamente el equilibrio fisiológico de los componentes celulares y, desde luego, el tejido mismo. La córnea no es una excepción. Un adecuado suministro de oxígeno a la córnea es vital para su proceso metabólico y para el mantenimiento de su integridad estructural. Para un uso exitoso de lentes de contacto, los lentes adaptados deben suministrar por lo menos el nivel mínimo de oxígeno que la córnea requiere. Si bien sería útil conocer los mínimos requerimientos de oxígeno individualmente para cada córnea, esto no es usualmente práctico en la rutina de adaptación de lentes de contacto. En vez de esto se selecciona un lente de contacto que permita un nivel de oxígeno mayor que el “promedio” mínimo requerido. Un número considerable de investigaciones se han llevado a cabo para determinar las necesidades corneales críticas de oxígeno. Mientras que hay algunas diferencias en las conclusiones de tales investigaciones, hay consenso general sobre los niveles de oxígeno requeridos para un uso seguro de lentes de contacto en forma diaria y durante su uso nocturno. Hasta finales de los años 90’s del siglo pasado, muchos de los lentes de contacto en el mercado eran incapaces de cumplir los relativamente altos niveles de oxígeno que la mayoría de las investigaciones publicadas indicaban que se necesitaba, especialmente en relación con el uso extendido durante la noche. Ahora hay disponibles productos que exceden las recomendaciones para esta modalidad de uso, por un cómodo margen. Sin embargo, la adaptación de lentes de contacto esclerales ha vuelto a abrir el debate acerca de si proporcionan la transmisibilidad adecuada de oxígeno a todas las capas de la córnea; no se duda de la alta transmisibilidad del
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AÑO 24 • VOL. 24 • ENE-FEB • MÉXICO 2022
material que se utiliza para su fabricación, pero si se analiza el grosor total ( la suma del grosor central del lente y el grosor del reservorio que hay debajo del lente de película lagrimal/solución que requiere el lente para su inserción), la transmisibilidad de oxígeno es equivalente a la que proporcionan los materiales de hidrogel. Si además no se cumple un horario de uso menor a 12 horas diarias, la posibilidad de generar hipoxia crónica es muy elevada. La hipoxia corneal a corto plazo y la crónica pueden dar como resultado cambios significativos en la estructura y función del tejido corneal. En la mayoría de los casos, aun los cambios sutiles son visibles con el biomicroscopio. Todas las capas de la córnea pueden ser afectadas por la hipoxia. El especialista en lentes de contacto debe buscar signos de hipoxia en cada examen de control. Realizaremos una descripción de los hallazgos clínicos por hipoxia en las diferentes capas de la córnea.
Epitelio
Homeostasis
El uso prolongado de lentes de contacto altera la homeostasis del epitelio al suprimir la proliferación y la migración de las células epiteliales (Ladage et al. 2003a y b) y al disminuir la tasa de exfoliación (O’Leary et al. 1998, Ren et al. 1999, Ladage et al. 2001). Estos efectos están mediados en parte por la hipoxia, pero también por la interacción mecánica del cristalino con la superficie ocular. Aunque las manifestaciones clínicas son difíciles de observar sin un equipo especializado, una de las consecuencias parece ser la reducción del grosor del epitelio en los usuarios de larga duración (Holden et al. 1985b, Jalbert et al. 2009). La magnitud de esta pérdida depende en parte de la permeabilidad al oxígeno, por lo que, tras 3 años de uso, los usuarios de lentes de hidrogel muestran una reducción del grosor