Baptista y Mommer: Pensamiento Económico... – 30 de capital, en su turno, se sospechaba que eran excesivas, y por ello su justificación se puso en entredicho: la nueva legitimación de la renta implicaba, al mismo tiempo, su distribución popular. La competencia nacionalista la iba a ganar definitivamente el movimiento democrático el 18 de octubre de 1945. Desde el gobierno y con apoyo popular abrumador, se impuso la visión antes expuesta. La política petrolera moderna - así se reclamó - se inició en esta fecha. Todo lo sucedido antes del 18 de octubre de 1945 era oscura prehistoria y tiempo de irresponsable entreguismo. Esta fue la mayor prédica del liderazgo victorioso.
LA DISTRIBUCIÓN POPULAR DE LA RENTA: LA ABSORCIÓN CONSUNTIVA La renta petrolera aumentó de US$ 43 millones en 1943 a US$ 389 millones en 1948. El gobierno de Betancourt dispuso así de una muy crecida renta, que era preciso distribuir popularmente. En primer lugar, las reformas impositivas destinadas a aumentar la renta petrolera iban al par con una baja de la tributación interna:38 Esta política fiscal respondió a una definida orientación y fue piedra de toque para demostrar como queríamos hacer justicia social y aumentar al propio tiempo la capitalización nacional. Si los impuestos percibidos de las actividades económicas más rentables (es decir, la industria petrolera) cubrían el mayor porcentaje de los gasto públicos, era de conveniencia nacional que se disminuyeran los impuestos directos sobre rentas de empleados, de empresarios medios y pequeños, de las capas más débiles, en síntesis, de la economía venezolana. Esa medida fue complementada con la eliminación de un número apreciable de impuestos indirectos.
Sin embargo, la meta de favorecer en primer lugar a las masas populares no podía lograrse con reducciones impositivas; hacía falta, además, aumentar sistemáticamente los salarios y sueldos, empezándose con mejores remuneraciones en la administración pública misma:39 Si éramos confesos defensores de una política general de altos ingresos para los sectores laborantes, el Estado-patrón debía dar el ejemplo, mejorando el nivel de sus sueldos y salarios de quienes trabajaban como empleados u obreros a su servicio.
Los nuevos niveles salariales así establecidos se extendieron luego al sector privado por vía de la libre contratación colectiva, al fomentar Acción Democrática el desarrollo sindical y al estimular y apoyar las reivindicaciones correspondientes de aumentos salariales. En cuanto al destino del ingreso adicional percibido por los trabajadores, comenta Betancourt:40
38Ibid.,
p.244. (Paréntesis nuestro). p.298. 40Ibid., p.307. Destacado en el original. 39Ibid.,