Baptista y Mommer: Pensamiento Económico... – 62 tento empresarial por ofrecer una respuesta articulada frente a la crisis final de la segunda versión de la 'siembra del petróleo' - el petróleo apenas si aparece al margen, y, como curiosa paradoja, sólo en su carácter de fuente rentística. Así, al referirse a la necesidad de cuantiosas inversiones para el desarrollo de los recursos petroleros nacionales, se comenta:92 ... para Venezuela la mejor oportunidad de colocar los ingresos petroleros es invertirlos en petróleo pesado que permita explotar la escasez que se prevé en la década de 1990. ("Sembrar el petróleo para cosechar más petróleo").
En ese mismo sentido, cuando uno u otro vocero del sector privado opina públicamente sobre la política petrolera estatal, casi invariablemente sobresalen la ignorancia y el más enconado de los prejuicios. La animosidad en contra del Ministerio de Energía y Minas y de la OPEP, por ejemplo, es notoria. Y de ninguna manera se está dispuesto a conceder lugar para la misión histórica por ambos cumplida ni a la importancia del papel que por necesidad les corresponderá en la política petrolera futura. Esta situación refleja, por una parte, la disposición natural del capital en contra del terrateniente y, por la otra, la franca hostilidad que predomina en los países desarrollados consumidores con respecto a la OPEP, de la cual se hacen eco los empresarios venezolanos. Por último, se pone bajo total cuestionamiento la intervención Estado en los asuntos económicos. Sin embargo, y más allá de la fácil retórica, no hay manera de pasar por alto que en las condiciones concretas de Venezuela, esto es, dada la importancia del petróleo así como del hierro y del aluminio, no puede sino aceptarse una fuerte presencia del Estado en el ámbito económico, que en el caso del sector externo es poco menos que apabullante. Por lo tanto, el reto del liberalismo en Venezuela consiste no en la socorrida denuncia de los peligros que acechan a la intervención del Estado, sino en la más activa participación dentro del diseño de su política económica con miras a imprimirle la orientación doctrinaria deseada.
LA ECONOMÍA NACIONAL Los juicios que se tienen de parte del sector privado sobre el desenvolvimiento de la economía nacional y sobre las consecuencias de la cuantiosa renta petrolera captada y distribuida en las décadas pasadas, se caracterizan asimismo por ser tan globales como lo precisa la más ligera de las superficialidades. Si hubiera que resumir en unas cuantas ideas, y sin mayores comentarios adicionales, el contenido de las opiniones vertidas, lo que sigue es un adecuado sumario. La política tradicional de la 'siembra del petróleo' no ha dado los frutos esperados. No se ha producido una economía saludable, creciente y vigorosa. Las enormes sumas de dinero que se han desembolsado no han estimulado el 92Proyecto
Roraima, Una Proposición al País, (Caracas, 1983) p.24.