129 Como prácticamente toda idea puede tener una correlación física, la posibilidad de patentar las ideas o serie de instrucciones de software se convirtió en el nacimiento de otra industria sustentada en el secreto: la factura de programas. A la par, el buen hacking comenzó a ser víctima de la cacería de talentos. Sabemos que: Durante las siguientes dos décadas, la profesionalización del diseño en el estado de San José avanzó en paralelo con el crecimiento y diversificación de Silicon Valley. […] Randall Sexton, quien llegó al estado de San José en 1990 después de una estadía de seis años como director de arte para IBM, presidió la transformación del diseño gráfico por la computadora Macintosh. En contraposición al programa de diseño de producto en Standford, el diseño industrial permaneció enfocado a preparar estudiantes para los rigores de la práctica profesional, algunas veces hasta la desesperación. […] Había poco espacio en el currículum para estudios conceptuales o debate teórico, los cursos estaban principalmente orientados a la creación de un portafolio para que los estudiantes pudieran presentarse con confianza ante algún ejecutivo “top” en una compañía de Silicon Valley. (Katz & Maeda, 2015, p. 140) A la par, la legendaria empresa estadounidense IBM consolidó su máquina insignia destinada a “los negocios”, pero en realidad, su arquitectura libre de replica, le permitió multiplicar